jueves, 16 de octubre de 2025

Paul McGrath, bronce en marcha para España: «Soy creyente y fui a Montserrat a pedir ayuda»



 Paul McGrath, bronce en marcha para España: «Soy creyente y fui a Montserrat a pedir ayuda»

La marcha la descubrió por casualidad, apenas tenía 10 años y probó fortuna en una carrera en su localidad.

Paul McGrath ganó la medalla de bronce en los 20 km marcha en los pasados Mundiales de Tokio. El joven atleta dijo que la medalla conseguida este sábado suponía "un sueño" y desveló que antes del viaje a Japón, como creyente que es, fue al monasterio de Montserrat a "pedir ayuda". Marca y Mundo Deportivo cuentan su historia.

El español, de 23 años, cumplió los pronósticos que le situaban como uno de los favoritos a las medallas en Tokio. En 2024 conquistó un subcampeonato de Europa en Roma y este 2025 una victoria en Podebrady (República Checa) en el Campeonato de Europa por equipos.

Hincha de un club católico

"En el tramo final me pasaron Caio Bonfim y Zhaozhao Wang como dos aviones y vi que ese era un ritmo en el que no iba a ir forzado. Preferí quedarme con un bronce que me hace muy feliz y que supone un sueño hecho realidad", comentó el atleta español, que se torció un tobillo alrededor del kilómetro 17 que no le impidió seguir marchando.

"En el final estaba muy preocupado. Había un momento que lo vi todo muy negro pero también pensé que me podía ir bien. Soy creyente y fui al monasterio de Montserrat a pedir ayuda", subrayó.


El marchador había prometido que si lograba 'chapa' en Tokio iría corriendo desde Gavá a la ermita de 'La Moreneta', en Barcelona (España) y patrona de Cataluña. Unos 60 kilómetros que seguro que le sabrán a gloria tras el trabajo bien hecho.

Los tres hijos de Isabel y James, los padres de Paul McGrath, tienen nombres fáciles de pronunciar. Los progenitores del nuevo medallista mundial en los 20 km marcha pensaron en sus abuelas, una irlandesa y otra aragonesa, a la hora de elegirlos. 

De su padre James -escocés porque sus padres emigraron desde Irlanda- le viene también su pasión por el Celtic de Glasgow, el club de origen católico que levantó una Copa de Europa -la antecesora de la Champions- en 1967.

La marcha la descubrió Paul por casualidad, apenas tenía 10 años y probó fortuna en una carrera en su localidad natal de Gavá en la que quedó quinto. "Me hizo un clic en la cabeza porque lo disfruté muchísimo sin haberlo entrenado en mi vida. Un año después era campeón de Cataluña sub'12", rememora.

Fuente: Religión en Libertad

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