lunes, 30 de abril de 2018

Santo Evangelio 30 de abril 2018


Día litúrgico: Lunes V de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 14,21-26): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él». Le dice Judas, no el Iscariote: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?». Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho».


«El Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho»

Rev. D. Norbert ESTARRIOL i Seseras 
(Lleida, España)

Hoy, Jesús nos muestra su inmenso deseo de que participemos de su plenitud. Incorporados a Él, estamos en la fuente de vida divina que es la Santísima Trinidad. «Dios está contigo. En tu alma en gracia habita la Trinidad Beatísima. —Por eso, tú, a pesar de tus miserias, puedes y debes estar en continua conversación con el Señor» (San Josemaría).

Jesús asegura que estará presente en nosotros por la inhabitación divina en el alma en gracia. Así, los cristianos ya no somos huérfanos. Ya que nos ama tanto, a pesar de que no nos necesita, no quiere prescindir de nosotros. 

«El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él» (Jn 14,21). Este pensamiento nos ayuda a tener presencia de Dios. Entonces, no tienen lugar otros deseos o pensamientos que, por lo menos, a veces, nos hacen perder el tiempo y nos impiden cumplir la voluntad divina. He aquí una recomendación de san Gregorio Magno: «Que no nos seduzca el halago de la prosperidad, porque es un caminante necio aquel que ve, durante su camino, prados deliciosos y se olvida de allá donde quería ir».

La presencia de Dios en el corazón nos ayudará a descubrir y realizar en este mundo los planes que la Providencia nos haya asignado. El Espíritu del Señor suscitará en nuestro corazón iniciativas para situarlas en la cúspide de todas las actividades humanas y hacer presente, así, a Cristo en lo alto de la tierra. Si tenemos esta intimidad con Jesús llegaremos a ser buenos hijos de Dios y nos sentiremos amigos suyos en todo lugar y momento: en la calle, en medio del trabajo cotidiano, en la vida familiar.

Toda la luz y el fuego de la vida divina se volcarán sobre cada uno de los fieles que estén dispuestos a recibir el don de la inhabitación. La Madre de Dios intercederá —como madre nuestra que es— para que penetremos en este trato con la Santísima Trinidad.

Cuestionado por un jeque, se hizo musulmán: «Jesús me dijo: ¿Vas a desechar lo que he hecho por tí?»


Ahora dirige la compañía Parousia Media, dedicada a la evangelización católica

Cuestionado por un jeque, se hizo musulmán: «Jesús me dijo: ¿Vas a desechar lo que he hecho por tí?»

Charbel Raish se vió abrumado por las preguntas del Jeque

Cuestionado por un jeque, se hizo musulmán: «Jesús me dijo: ¿Vas a desechar lo que he hecho por tí?»

Fue la experiencia de ser musulmán durante 24 horas lo que hizo que Charbel Raish, fundador de Parousia Media (parousiamedia.com), profundizara en su fe católica. Parece una paradoja, pero lo cierto es que Charbel ha contado a The Catholic Weekly  que ahora ama aún más a Dios y sus misterios.

Pese a ser de familia católica maronita, Charbel dejó de ir a misa a la temprana edad de nueve años. Su colegio, el Belmore High School, en Sidney (Australia), era un epicentro de delincuencia y pandillas juveniles. Además, la mayoría de los estudiantes eran musulmanes. Todos sus amigos pertenecían a esta religión, y desde muy pequeño fue influenciado por su fe y su forma de vida. 

Admiraba a sus amigos musulmanes
“Se toman su religión en serio, y eso me atraía mucho. Se apoyaban mutuamente en su fe. Yo quería ser parte de eso”, ha explicado Charbel.

Durante la cuaresma de 1999, un jeque de Jordania visitó el colegio, y Charbel fue con sus amigos a la charla que dio. Esta transcurrió en la mezquita de Lakemba, durante la comida. Allí fue cuando su fe, aún católica, se vio comprometida.

Su fe católica, contra las cuerdas
El jeque comenzó a preguntar a Charbel sobre el catolicismo. Él se veía incapaz de responder a ninguna de las preguntas. “Tenía 18 años, y no sabía cómo responder”, recordó Charbel. “Me preguntó por qué no comía carne. Me dijo que eso no era un verdadero ayuno, que en el Islam se ayunaba desde el amanecer hasta la puesta de sol”.

“También me preguntó por qué llamaba a Dios padre si tenía un padre ya en la tierra”, ha comentado Charbel. “¿Acaso estás atribuyendo cualidades humanas a Dios?’, me dijo. Me acusó de estar insultando a Dios, de degradarle”.

Charbel fue interrogado con aún más preguntas. “¿Jesús se habla a sí mismo en el Padre Nuestro por creer los cristianos que tiene naturaleza divina? ¿Es Dios o el hijo de Dios? ¿Qué es el Espíritu Santo? ¿Crees acaso en tres dioses, Padre, Hijo y Espíritu Santo? ¡Los cristianos vivís confusos!”.

“Yo no tenía ni idea de qué responder a lo que me preguntaba”, confesó Charbel. El jeque finalmente le instó a pronunciar la Shahada, una oración musulmana pronunciada en árabe: “Sólo hay un Dios y Mahoma es su profeta”. Para que una persona se convierta al Islam, debe pronunciar esta oración tres veces frente a testigos. “Así lo hice”, contó Charbel. “Cerré mis ojos, pronuncié la Shahada tres veces, y al abrirlos el jeque me dijo: ‘Bienvenido hermano”.

"Eso no podía estar bien"
La madre de Charbel le pegó una torta cuando volvió a casa y se lo contó. Le mandó inmediatamente ir a la parroquia local a rezar, y fue. “Jesús, ¿quieres que sea musulmán o cristiano? Da igual lo que me digas, lo haré”, oró Charbel en la parroquia de San Miguel, en Belfield. Sin embargo, no hubo respuesta.


Fue en la pequeña parroquia de San Miguel dónde Charbel recibió una respuesta

Entonces vió a una anciana encendiendo una vela. “Pensé que debía ser buena persona, y que muy probablemente ella iría al cielo”, ha contado Charbel. “Sin embargo, según el Islam tan solo los musulmanes se salvan. Inmediatamente pensé que esa mujer iría al infierno. Eso no podía estar bien”.

¿Vas a tirar por la borda todo lo que he hecho por tí?
En ese momento miró al sagrario y vió lo que él describe como una visión del Sabana Santa de Turín. “Sigo recordando esa imagen hoy”, ha dicho Charbel. “La cara de Jesús apareció allí, en el Sagrario. Pensaba que me estaba volviendo loco. Me froté los ojos y volví a mirar, el rostro seguía allí”.

Charbel escuchó una voz dentro de sí mismo: “¿Vas a tirar por la borda todo lo que he hecho por ti?”.

“Esa era mi respuesta, era la voz de Jesús hablándome”, rememoró Charbel. “Sabía con certeza que era la voz de Jesús, y que estaba hablando sobre mi fe católica. Le respondí que no, no iba a dejar al catolicismo. En ese momento me liberé de un peso enorme”.


Charbel acompañado de algunos trabajadores de Parousia Media

Charlas, libros, CDs y DVDs para evangelizar
Charbel decidió profundizar en su fe. Aunque los estudios nunca se le dieron bien, su determinación le llevó a estudiar un máster en Teología. Estuvo, además, un tiempo en el seminario hasta que vió que su vocación era el matrimonio. Se casó en 2006, y ahora él y su esposa Christine esperan su séptimo hijo.

Charbel aprovechó sus estudios en Teología para fundar Parousia Media, que evangeliza mediante libros, CDs, DVDs y charlas de expertos ofrecidas en toda Australia. Hasta el momento Parousia Media ha conseguido llegar a más de 200.000 personas.

“Simplemente supe que tenía que transmitir el Evangelio, la buena nueva”, ha contado Charbel. “Sé que todo esto ha sido obra de Dios. Yo no era muy bueno en el colegio, casi suspendo, por eso estoy seguro de que es Dios quién está haciendo el 100% del trabajo”

Fuente: Religión en libertad

domingo, 29 de abril de 2018

Santo Evangelio 29 de abril 2018


Día litúrgico: Domingo V (B) de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 15,1-8): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 

»Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos».


«La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto»

Rev. D. Joan MARQUÉS i Suriñach 
(Vilamarí, Girona, España)

Hoy, el Evangelio presenta la alegoría de la vid y los sarmientos. Cristo es la verdadera vid, nosotros somos los sarmientos y el Padre es el viñador.

El Padre quiere que demos mucho fruto. Es lógico. Un viñador planta la viña y la cultiva para que produzca fruto abundante. Si nosotros montamos una empresa, querremos que rinda. Jesús insiste: «Yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto» (Jn 15,16).

Eres un elegido. Dios se ha fijado en ti. Por el bautismo te ha injertado en la viña que es Cristo. Tienes la vida de Cristo, la vida cristiana. Posees el elemento principal para dar fruto: la unión con Cristo, porque «el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid» (Jn 15,4). Jesús lo dice taxativamente: «Separados de mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). «Su fuerza no es sino suavidad; nada hay tan blando como esto, y nada como esto tan firme» (San Francisco de Sales). ¿Cuántas cosas has querido hacer sin Cristo? El fruto que el Padre espera de nosotros es el de las buenas obras, el de la práctica de las virtudes. ¿Cuál es la unión con Cristo que nos hace capaces de dar este fruto? La fe y la caridad, es decir, permanecer en gracia de Dios.

Cuando vives en gracia, todos los actos de virtud son frutos agradables al Padre. Son obras que Jesucristo hace a través tuyo. Son obras de Cristo que dan gloria al Padre y se convierten en cielo para ti. ¡Vale la pena vivir siempre en gracia de Dios! «Si alguno no permanece en mí [por el pecado], es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego (...) los echan al fuego y arden» (Jn 15,6). Es una clara alusión al infierno. ¿Eres como un sarmiento lleno de vida?

Que la Virgen María nos ayude a aumentar la gracia para que produzcamos frutos en abundancia que den gloria al Padre.

«En un sueño vi mi lugar en el infierno, y entonces la Virgen dijo "él es mío"; ella me salvó»

Resultado de imagen de Rich Mauro

Rich Mauro, cineasta de Hollywood, pasó por la New Age, y el tarot

«En un sueño vi mi lugar en el infierno, y entonces la Virgen dijo "él es mío"; ella me salvó»

Rich Mauro cuenta su historia de conversión gracias a la intervención de la Virgen María

Rich Mauro tenía una vida envidiable a los ojos del mundo, con un gran trabajo en Hollywood, preparando producciones propias y ganando bastante dinero.

Pero la infelicidad que arrastraba desde niño, por la soledad con la que creció en una familia desestructurada y los excesos en la universidad, le impedían ser feliz. Y fue en Medjugorje, en un viaje que nunca pensó que haría, donde su vida empezó a dar un giro de 180 grados, y donde ahora sí que ha encontrado esa plenitud.

Este estadounidense, actualmente padre de tres hijos, cuenta en una entrevista en el pr Cambio de Agujas de Euk Mamie que sus padres y sus abuelos estaban divorciados por lo que no sabía lo que era la familia. 

“Me crié en bastante soledad”, recuerda él, que no tenía amigos y que fue realmente educado por la televisión, y más concretamente por la cadena MTV.

“Mi vida familiar estaba en ruinas”
“En el colegio público, la gente estaba obsesionada con tener éxito. Como mi vida familiar estaba en ruinas yo quería forjarme una vida exitosa. Y no había sitio para Dios”, prosigue Rich.




Contra la opinión de sus padres, decidió estudiar cine en la Universidad de Nueva York. “En el ámbito creativo era estimulante pero en el ámbito espiritual era mucho peor, me hundí más en el pecado y llegué a pensar que la Iglesia era bastante intolerante”.

Su experiencia con la New Age
En este tiempo de universidad se fue introduciendo en la New Age, “bastante influyente en aquella época”. Relata que en ese momento “participé en muchas cosas como el tarot, iba a tiendas New Age y leía sus libros. Esto se convirtió en una religión para mí, porque uno podía hacer lo que le apeteciera y no pasaba nada”.

Además, se vio involucrado –agrega Rich- en “cosas como la droga, violencia y relaciones que no eran buenas para mí. No conseguía mantener relaciones estables con las novias que tuve porque ni siquiera llegaba a entender qué era una relación”.


Empezó a recibir premios e incluso fue contratado por la MTV, “el santo grial” para él. Su vida era “hacer vídeos para raperos, vivir una vida de opulencia, sexo y drogas”. Y aunque tenía éxito no era feliz. “Iba de fiesta en fiesta, en el colegio nunca había sido de los populares y ahora hacía amigos pero no me llenaba”.

La peregrinación a Medjugorje, un punto de inflexión
Y entonces llegó el cambio. Acababa de terminar su primera película cuando su madre y su padrastro le invitaron a ir a Medjugorje, porque para aquel entonces su madre había encontrado a Dios.

Sorprendentemente accedió a ir y una vez allí pensaba que le habían “timado” hasta que subió a la colina de las apariciones. “Una vez allí se me cayó una venda de los ojos. Era algo en mi interior que se revolvía. Y entonces tuve la necesidad de ir a confesar. No me había confesado desde que se había confirmado”, explica Rich.

Fue a confesar y cuando dijo sus pecados y “tuve la certeza de que era Dios quien me hablaba” a través de ese sacerdote, llamándole a cambiar de vida. Además, otro hecho le marcó profundamente pues asegura haber sido testigo del milagro del baile del sol.

Volvió a Estados Unidos y siguió en la industria audiovisual, con sus proyectos. Y aunque pretendía ser el mismo de siempre, algo había cambiado en su interior en aquella peregrinación a Medjugorje.

Su dilema en su vuelta al trabajo
“Era cada vez más consciente de que tenía que cambiar de vida así como la necesidad de vivir en gracia”, explica. El sacerdote con el que se confesó le había hablado de San Maximiliano Kolbe y quedó tan impresionado que propuso hacer una película de este santo, pero fue tildado de loco.



Medjugorje –agrega- “había cambiado mi forma en la que veía las cosas. Y fue trabajando en un rodaje me advirtieron de que no podía hablar de Dios a los actores. Y entonces vi que tenía que tomar ciertas decisiones”.

Empezó a sentir la hostilidad de la industria del cine y aunque había cambiado algo en su interior ni siquiera sabía rezar así que un día decidió entrar en una iglesia y pedir ayuda a un sacerdote.

El sueño en el que la Virgen le rescata del infierno
Se resistía a dejar atrás su vida, y su carrera, pero Dios quería otra cosa. 

Además, le diagnosticaron un cáncer. Y se acababa de casar. Aun así, no quería renunciar a este trabajo. Entonces tuvo un sueño.

“En el sueño vi mi lugar en el infierno”, asegura este hombre. Con todo detalle. Y cuando le iban a cortar la cabeza “la Madre intervino por mí. Ella dijo: ‘él es mío’. Oí el estruendo de la caída de las cadenas. Se desplomaron y se hicieron mil pedazos. Y entonces me desperté. Supe que había sido la voz de nuestra Madre”.

Con el Rosario todo fue a mejor
Rich estaba convencido de que la Virgen había salvado su alma y por ello tenía que cambiar su vida de verdad, y además de manera urgente. Y justo le dijeron que una gran productora quería producir su película. Hasta un millón de dólares le daban pero renunció al proyecto.

“A partir de entonces empecé a conocer a nuestra Madre, a rezar el Rosario, y cuando practicaba estas cosas con mayor frecuencia los cambios fueron a mejor”, recuerda.

A partir de este cambio de vida, adoptando una vida de oración, las cosas cambiaron: consiguieron una casa, tuvo más hijos y se recuperó del cáncer. Es una vida reencauzada por la Virgen.

(Publicado originariamente en el portal de noticias marianas www.carifilii.es, a partir del vídeo de HM Televisión)

sábado, 28 de abril de 2018

Santo Evangelio 28 de abril 2018


Día litúrgico: Sábado IV de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 14,7-14): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto». Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. 

»Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si pedís algo en mi nombre, yo lo haré».


«Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí»

P. Jacques PHILIPPE 
(Cordes sur Ciel, Francia)

Hoy, estamos invitados a reconocer en Jesús al Padre que se nos revela. Felipe expresa una intuición muy justa: «Muéstranos al Padre y nos basta» (Jn 14,8). Ver al Padre es descubrir a Dios como origen, como vida que brota, como generosidad, como don que constantemente renueva cada cosa. ¿Qué más necesitamos? Procedemos de Dios, y cada hombre, aunque no sea consciente, lleva el profundo deseo de volver a Dios, de reencontrar la casa paterna y permanecer allí para siempre. Allí se encuentran todos los bienes que podamos desear: la vida, la luz, el amor, la paz… San Ignacio de Antioquía, que fue mártir al principio del siglo segundo, decía: «Hay en mí un agua viva que murmura y dice dentro de mí: ‘¡Ven al Padre!’».

Jesús nos hace entrever la tan profunda intimidad recíproca que existe entre Él y el Padre. «Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí» (Jn 14,11). Lo que Jesús dice y hace encuentra su fuente en el Padre, y el Padre se expresa plenamente en Jesús. Todo lo que el Padre desea decirnos se encuentra en las palabras y los actos del Hijo. Todo lo que Él quiere cumplir a favor nuestro lo cumple por su Hijo. Creer en el Hijo nos permite tener «acceso al Padre» (Ef 2,18). 

La fe humilde y fiel en Jesús, la elección de seguirle y obedecerle día tras día, nos pone en contacto misterioso pero real con el mismo misterio de Dios, y nos hace beneficiarios de todas las riquezas de su benevolencia y misericordia. Esta fe permite al Padre llevar adelante, a través de nosotros, la obra de la gracia que empezó en su Hijo: «El que crea en mí, hará él también las obras que yo hago» (Jn 14,12).

Viudo de 82 años estudió Filosofía sólo para saber si existía el alma: «Volveré a ver a mi mujer»

Viudo de 82 años estudió Filosofía sólo para saber si existía el alma: «Volveré a ver a mi mujer»

Tras graduarse, el obrero Italo Spinelli reconoce haber encontrado la fe católica y el alma inmortal

Viudo de 82 años estudió Filosofía sólo para saber si existía el alma: «Volveré a ver a mi mujer»

Ítalo era un obrero de una fábrica de tractores


Dejar la cadena de montaje para coger los libros. Eso es lo que ha hecho el italiano Italo Spinelli. Tras toda una vida dedicada a montar y desmontar motores de tractores, la muerte de su mujer, Ángela, con la que llevaba casado 52 años, despertó en él dudas y preguntas existenciales que requerían respuesta. Por ello, decidió cursar el grado de filosofía en la universidad de Macerata. A sus 82 años, ha conseguido el grado. 

Necesitaba saber que volvería a estar con ella. “Ella era una mujer excepcional”, ha contado Italo a Corriere della Sera. “Me pregunté si teníamos alma, y sí así era, quería saber si la volvería a ver alguna vez”. Ángela murió de cáncer de pulmón en 2014, con 74 años.

Los conocimientos de Italo sobre filosofía eran muy básicos: "Había leído algo, pero en realidad tan sólo conocía a San Agustín, y además por un libro de máximas".


Italo Spinelli estudiando

Explorando a Aristóteles, Paltón, Tomás Moro y Pascal
Tras aprender a utilizar internet, Italo se inscribió en el grado de filosofía online que ofrece la universidad de Macerata (www.unimc.it). Así podría aprender cómodamente desde su casa, en Finale Emilia, en el centro de Italia. “Aristóteles me resultó un poco frío, pero disfruté con Platón y sus reflexiones sobre el alma inmortal”.

Italo eligió especializarse en Santo Tomás Moro, el filósofo inglés del siglo XVI que escribió Utopía, y que fue decapitado tras negarse a reconocer a Enrique VIII como cabeza de la iglesia en Inglaterra. “Era un hombre con una gran fe”, ha contado. Italo también ha estudiado los trabajos religiosos del matemático y teólogo Blaise Pascal.


Un archivo viviente
La determinación de Italo por desentrañar los misterios del universo y la naturaleza del alma ha despertado interés en su ciudad natal.

“Aquí es muy conocido y admirado. Su pasión por la historia local impresiona, es un archivo viviente para la ciudad”, ha apuntado Lorenzo Biagi, teniente de alcalde de Finale Emilia.

Italo finalizó su grado con un examen oral en la propia universidad de Macerata. “Al final, mis estudios me han ayudado a recuperar mi fe católica”, ha contado. “Ahora estoy convencido de que cuando cierre los ojos para siempre, veré a Ángela de nuevo. Todo el mundo debería estudiar filosofía, me ha ayudado a encontrar la paz”.

Fuente: Religión en Libertad

viernes, 27 de abril de 2018

Santo Evangelio 27 de abril 2018


Día litúrgico: Viernes IV de Pascua

Santoral 27 de Abril: La Virgen de Montserrat, patrona principal de Cataluña

Texto del Evangelio (Jn 14,1-6): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy sabéis el camino». Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí».


«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí»

Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca 
(Valldoreix, Barcelona, España)

Hoy, en este Viernes IV de Pascua, Jesús nos invita a la calma. La serenidad y la alegría fluyen como un río de paz de su Corazón resucitado hasta el nuestro, agitado e inquieto, zarandeado tantas veces por un activismo tan enfebrecido como estéril.

Son los nuestros los tiempos de la agitación, el nerviosismo y el estrés. Tiempos en que el Padre de la mentira ha inficionado las inteligencias de los hombres haciéndoles llamar al bien mal y al mal bien, dando luz por oscuridad y oscuridad por luz, sembrando en sus almas la duda y el escepticismo que agostan en ellas todo brote de esperanza en un horizonte de plenitud que el mundo con sus halagos no sabe ni puede dar.

Los frutos de tan diabólica empresa o actividad son evidentes: enseñoreado el “sinsentido” y la pérdida de la trascendencia de tantos hombres y mujeres, no sólo han olvidado, sino que han extraviado el camino, porque antes olvidaron el Camino. Guerras, violencias de todo género, cerrazón y egoísmo ante la vida (anticoncepción, aborto, eutanasia...), familias rotas, juventud “desnortada”, y un largo etcétera, constituyen la gran mentira sobre la que se asienta buena parte del triste andamiaje de la sociedad del tan cacareado “progreso”.

En medio de todo, Jesús, el Príncipe de la Paz, repite a los hombres de buena voluntad con su infinita mansedumbre: «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí» (Jn 14,1). A la derecha del Padre, Él acaricia como un sueño ilusionado de su misericordia el momento de tenernos junto a Él, «para que donde esté yo estéis también vosotros» (Jn 14,3). No podemos excusarnos como Tomás. Nosotros sí sabemos el camino. Nosotros, por pura gracia, sí conocemos el sendero que conduce al Padre, en cuya casa hay muchas estancias. En el cielo nos espera un lugar, que quedará para siempre vacío si nosotros no lo ocupamos. Acerquémonos, pues, sin temor, con ilimitada confianza a Aquél que es el único Camino, la irrenunciable Verdad y la Vida en plenitud.

Así volvió a la vida cristiana Jaume Vives: antes de Irak, de los sin techo en Barcelona y Tabarnia


Fiestas, sexo, alcohol, vacío... hasta que conoció a unos jóvenes católicos alegres

Así volvió a la vida cristiana Jaume Vives: antes de Irak, de los sin techo en Barcelona y Tabarnia

Jaume Vives convivió con los sin techo, se fue con los cristianos perseguidos y hoy da voz a Tabarnia

Así volvió a la vida cristiana Jaume Vives: antes de Irak, de los sin techo en Barcelona y Tabarnia

Jaume Vives Vives es un joven periodista barcelonés, de 25 años, conocido en entornos cristianos por su documental "Guardianes de la fe", sobre los cristianos perseguidos de Irak, y por su libro Viaje al horror del Estado Islámico. En ambientes periodísticos muchos le conocían y admiraban por su libro Pobres pobres: 8 días viviendo en la calle, fruto de su experiencia viviendo como un sin techo. 

Jaume Vives se hizo de verdad conocido a partir de octubre de 2017. En pleno proceso independentista en Barcelona, decidió salir al balcón de su casa a responder a las caceroladas de los activistas independentistas con música festiva de Manolo Escobar y comentarios divertidos. Lo grabó en vídeo, y los vídeos se hicieron virales. Más tarde, lo hicieron portavoz de Tabarnia, la iniciativa "divertida pero lúcida" que pretende responder al independentismo con sátira, paradojas y sentido del humor. 


Así volvió a la fe Jaume Vives
Vives dedica a su historia de fe todo un capítulo de su libro recién publicado Tabarnia, la pesadilla de los indepes. El libro habla de política (con humor). Pero Vives explica su descubrimiento de la fe para refutar cualquier acusación de fanatismo o integrismo.

Lo hace porque los oponentes a Tabarnia "pretenden satanizar a quienes están detrás, y ya que les encanta fisgonear en vida ajena, se lo voy a poner fácil para que se documenten". Dios ha hecho cosas en su vida, y él, que es periodista, las cuenta. 

Una familia católica, catalana y normal
"Nací en una familia normal y corriente. Mi padre es arquitecto y mi madre funcionaria. A mí padre la crisis le vino igual de bien que a todos los arquitectos, y a mi madre lo de funcionaria igual de bien que a todas las que alzan la voz. Tuve una infancia feliz con mis padres y mi hermana", explica. 

Veranos en la masía de los abuelos, "muy vinculados a la Colla Vella dels Xiquets de Valls", la agrupación de castells. "Enamorados del Priorat, 8 apellidos catalanes y dos tabarneses... doce hermanos Vives que hace décadas se repartieron por toda España, sus hijos y sus nietos hablan catalán, aman esta tierra y conocen su historia y su lengua". Eso describe a los Vives.

"Mi familia es católica y así me educaron. Este es otro de los delitos del que me acusan algunos medios. Pero la infancia feliz y tranquila terminó cuando empecé a tener más uso de razón: mi inquietud y yo empezamos a aborrecer todo tipo de autoridad. En ese momento el poder eran mis padres y me tocaba rebelarme contra ellos. Mi resistencia entonces no estaba en el balcón, estaba en el resto de la casa". 


Fugado de casa a las 13 años, a los 16 otra vez...
A los 13 años ya se fugó de casa a dormir en la calle y en casas de amigos, como gesto de rebelión. Volvió a los pocos días porque su padre le avisó de que iba a acudir a la Policía. Él se dedicó desde esa edad a hacer todo lo contrario de lo que le habían enseñado, contra la autoridad familiar y contra las normas sociales.

"Empecé a comprar todo aquello que el mundo me ofrecía: mucha fiesta, mucha diversión, grandes noches de placer y de excesos, no ponía límites a nada. Lo veo ahora con perspectiva y me sorprende lo joven que abrí la caja de Pandora. Pienso en lo mucho que mis padres han sufrido por mí", lamenta. 

Fueron años de "fiesta, alcohol, algunas drogas, sexo desligado de todo tipo de amor con las mujeres. Y me arruiné. El vacío interior era muy grande. Me entristece ver ahora a tantos jóvenes que siguen esos mismos caminos". 


La parroquia de Sant Vicenç dels Horts; Jaume despreciaba a la Iglesia y la fe, pero el cura le acogió allí en su fuga

Enemigo de la Iglesia, pero le acogió el cura
A los 16 años se escapó de casa otra vez, a la montaña, de aventura... "Triste aventura: estuve durmiendo en cobertizos, iglesias, en el bosque. Salí desde Barcelona e hice una peregrinación de varios kilómetros recorriendo muchos pueblos. Pasé por el pueblo de Junqueras, Sant Vicenç dels Horts, donde dormí una noche en la iglesia del pueblo gracias a la amabilidad del sacerdote. Por aquel entonces tenía un gran desprecio a la Iglesia y a la fe, fruto de mi pésima relación con mis padres. Era una reacción inmadura e infantil de rechazo a lo que me habían enseñado. Yo jamás fui un ateo intelectual, me quedé en lo del ateo práctico, que es más fácil". 

Jóvenes "con una gran sonrisa" dedicados a los demás
Hacia los 17 y 18 años, varias experiencias cambiaron a Jaume. Por un lado, le ayudaron a sosegarse un viaje a Medjugorje y unos campamentos "con un sacerdote excepcional". 

Por otro lado, conoció a "un grupo de jóvenes maravillosos, entregados a los más pobres, los Jóvenes de San José". Él dedicaba sus noches a sus juergas. Pero fue en una noche de fiesta cuando conoció a estos jóvenes católicos, "que entregaban su tiempo libre a los demás, se dedicaban a los más pobres, les conseguían mantas, comida, pisos, trabajo, pero sobre todo les daban esperanza, una razón para vivir. Hacían una labor increíble, con una gran sonrisa. Eran la alegría en persona. Caí del caballo, como San Pablo". 


Jóvenes de San José (jovenesdesanjose.org), en las calles de Barcelona

"Recuerdo volver a casa a las tantas de la mañana, después de haber estado toda la noche de ruta con ese grupo de jóvenes por las calles, y dormir como hacía tiempo que no dormía, tranquilo, en paz, sin angustias, como un bebé. 'Yo quiero eso', me decía, 'quiero dormir como un bebé, no quiero ese vacío existencial, ese no poder descansar en nada es una mierda'. Esa experiencia me fascinó. La alegría de ese grupo de jóvenes me cautivó. Pensé que el bien que me habían hecho a mí tenían que hacérselo también a otras personas. Ese fue el chispazo de la que después fue mi vocación". 

Pasión por contar historias
Dedicó su trabajo de fin de bachillerato a investigar a etsos jóvenes y sus motivaciones, y descubrió que tenía pasión por contar historias. 

En primero de universidad sacó su libro Las putas comen en la mesa del rey, que habla de la gente pobre, sin hogar, las vidas desapercibidas que él conocía y trataba con Jóvenes de San José. En segundo curso pasó 8 días de junio viviendo en la calle, en comedores sociales, durmiendo en cajeros automáticos, con gente sin techo que había conocido. "Viven entre nosotros y los tratamos como extraños. Descubrí una segunda Barcelona que funciona con otras normas y a otro ritmo". 

Llegó a una conclusión: el mayor problema en Occidente es la soledad, y no solo entre los pobres. La misión de cada persona, señala, es amar y ser amada. Los que tienen techo y comida, pero están faltos de amor, buscan vías de escape "que intenten llenar, siempre sin éxito, ese vacío": "trabajar a destajo, ruido a todas horas, sexo, alcohol y drogas non stop..." 

Nos escandaliza ver un mendigo borracho el lunes por la mañana, dice, pero no que nos emborrachemos cada viernes noche. La gente de la calle, sin hogar, busca lo mismo, pero sin seguir las reglas y trucos baratos de la sociedad. 

Descubrió también que salir de la calle es casi imposible, a menos que la persona consiga establecer una relación de amistad sincera con alguien que le saque. "Sin amistad, perdemos el tiempo y de poco servimos; quien tiene un amigo, tiene un tesoro", constata.

En Oriente, con los cristianos perseguidos
A los 22 años, Jaume estaba en Líbano entrevistando refugiados cristianos sirios e iraquíes que huían del yihadismo. Antes había pensado que las historias de persecución contra cristianos eran "una exageración de ciertos portales católicos". Más en concreto, pensaba que eran exageradas las historias de cristianos que preferían perder casa, país e incluso la vida antes que renunciar a la fe. En Líbano vio que esos cristianos existían y eran una multitud y su fe era impresionante, contundente, irrefutable. 


Jaume Vives se esfuerza en dar a conocer la situación de sufrimiento y fe firme de los cristianos de Oriente

Al año siguiente, con 23 años, su hermana, su prima y otros amigos, organizó una expedición a Irak para filmar su documental Guardianes de la fe. Se ha proyectado en cines, colegios, festivales, con proyecciones en España, México y ahora ya también en Italia.

Alboroto en Cataluña... y un poco de humor con coraje
Y llegó 2017 y todo el alboroto independentista en Cataluña. Y los altavoces que habían resonado en Mosul, Qaraqosh y en la llanura de Nínive en Irak, resonaron en su balcón.

"Sin abandonar ninguna de esas cosas, un buen día se me hinchan las pelotas y salgo al balcón a proclamar a los cuatro vientos que ya está bien, y el régimen [independentista], que ni me conoce ni ganas, coge cuatro cosas de aquí y de allí y me etiqueta como ultracatólico, machista, homófobo, islamófobo y una larga lista de -fobos. Todo para intentar desprestigiar ese grito contra el poder", denuncia. 

"Era salir al balcón o volvernos todos tarumbas. Y así descubres que hay millones de personas que también quieren salir al balcón. El malestar de la gente, que durante años ha trabajado la paciencia, se convierte en un grito de alegría y en un grito valiente que dice basta". 

Hoy apuesta por el humor para recuperar el seny y dedica su libro Tabarnia "a mis buenos amigos indepes, la demostración de que la convivencia es posible si hay amor a la persona por encima de las ideas".

(El testimonio completo de Jaume se puede leer en Tabarnia, la pesadilla de los indepes)

Los libros periodísticos de Jaume se pueden conseguir en su web JaumeVives.com

En el vídeo, el trailer de Guardianes de la Fe, el proyecto que de verdad apasiona a Jaume Vives, que está preparando su segunda parte, sobre los cristianos que vuelven a sus hogares destruidos

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 26 de abril de 2018

Santo Evangelio 26 de abril 2018


Día litúrgico: Jueves IV de Pascua

Santoral 26 de Abril: San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia

Texto del Evangelio (Jn 13,16-20): Después de lavar los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía. Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís. No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: el que come mi pan ha alzado contra mí su talón. Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy. En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado».


«Después de lavar los pies a sus discípulos...»

Rev. D. David COMPTE i Verdaguer 
(Manlleu, Barcelona, España)

Hoy, como en aquellos films que comienzan recordando un hecho pasado, la liturgia hace memoria de un gesto que pertenece al Jueves Santo: Jesús lava los pies a sus discípulos (cf. Jn 13,12). Así, este gesto —leído desde la perspectiva de la Pascua— recobra una vigencia perenne. Fijémonos, tan sólo, en tres ideas.

En primer lugar, la centralidad de la persona. En nuestra sociedad parece que hacer es el termómetro del valor de una persona. Dentro de esta dinámica es fácil que las personas sean tratadas como instrumentos; fácilmente nos utilizamos los unos a los otros. Hoy, el Evangelio nos urge a transformar esta dinámica en una dinámica de servicio: el otro nunca es un puro instrumento. Se trataría de vivir una espiritualidad de comunión, donde el otro —en expresión de San Juan Pablo II— llega a ser “alguien que me pertenece” y un “don para mí”, a quien hay que “dar espacio”. Nuestra lengua lo ha captado felizmente con la expresión: “estar por los demás”. ¿Estamos por los demás? ¿Les escuchamos cuando nos hablan?

En la sociedad de la imagen y de la comunicación, esto no es un mensaje a transmitir, sino una tarea a cumplir, a vivir cada día: «Dichosos seréis si lo cumplís» (Jn 13,17). Quizá por eso, el Maestro no se limita a una explicación: imprime el gesto de servicio en la memoria de aquellos discípulos, pasando inmediatamente a la memoria de la Iglesia; una memoria llamada constantemente a ser otra vez gesto: en la vida de tantas familias, de tantas personas.

Finalmente, un toque de alerta: «El que come mi pan ha alzado contra mí su talón» (Jn 13,18). En la Eucaristía, Jesús resucitado se hace servidor nuestro, nos lava los pies. Pero no es suficiente con la presencia física. Hay que aprender en la Eucaristía y sacar fuerzas para hacer realidad que «habiendo recibido el don del amor, muramos al pecado y vivamos para Dios» (San Fulgencio de Ruspe).

El juez impide que Alfie Evans sea tratado en Italia: «Es un rehén», denuncia desesperada la familia

El juez impide que Alfie Evans sea tratado en Italia: «Es un rehén», denuncia desesperada la familia

El magistrado abre la posibilidad de que muere en casa; el padre dice que quieren matarlo de hambre

El juez impide que Alfie Evans sea tratado en Italia: «Es un rehén», denuncia desesperada la familia

Alfie, en brazos de su madre una vez que los médicos le retiraron el soporte vital



Alfie Evans no podrá recibir tratamiento en Italia. Así lo ha decidido el juez Anthony Hayden en la audiencia especial que convocó después de que el bebé británico sobreviviera heroicamente tras ser desentubado este lunes por la noche. Cuando los médicos decían que no viviría más de 30 minutos finalmente, ha sobrevivido todo este día obligando a la Justicia de nuevo a intervenir.

Sin embargo, una vez más el juez ha desoído a la familia y sólo ha tenido en consideración la opinión del hospital. De este modo, el magistrado ha descartado el traslado a Roma pese a que en Liverpool ya estaba preparado una helicóptero medicalizado y un avión adaptado para poder viajar a Italia, en una vista en la que ha estado presente el embajador italiano, Raffaele Trombetta. El magistrado ha dejado claro que este es "el último capítulo en el caso de este niño extraordinario"

Los médicos que le desconectaron le prohíben volar por si muere
El argumento de los médicos del hospital es que Alfie podría morir en el vuelo y que este viaje sería incorrecto y sin sentido. Cabe destacar que los médicos de este mismo hospital son los que desconectaron al niño para que muriera este lunes y este se aferró a la vida dejando boquiabiertos a los propios especialistas.

Thomas Evans, padre del niño, ha afirmado que "hemos perdido de nuevo, nos han negado la posibilidad de irnos, Alfie es un rehén y lo hacen morir de hambre". La familia denuncia que en el hospital llevan ya más de 23 horas sin alimentarle.


Una vez descartado el viaje a Italia, pese a que oficialmente el niño es ya italiano y el país transalpino ha pedido su traslado, el juez Hayden ha preguntado al hospital que estudie la posibilidad de que el niño pueda irse a casa para morir allí. El centro ha contestado que estudiará esta propuesta.

Críticas del juez y el hospital al entorno de la familia
Esta es la única posibilidad. O morir en el hospital o en casa. No se permite tratamiento ni se atiende a las reivindicaciones de la familia, que además en la vista ha sido criticada por los representantes del hospital.

Tanto los abogados del hospital como el juez afirmaron que hay personas cercanas a la familia que están dando falsas esperanzas, a los que llega a calificar de “fanáticos”.



Por su parte, el abogado de la familia de Alfie ha recordado al juez que el bebé podría estar hasta diez días sin ventilación y que es de sentido común que se le permitiera ser trasladado a Italia. El magistrado le ha respondido al letrado que se deje de “tonterías emotivas”.

Los médicos aseguran que tardarían entre 3 y 5 días en poder sacar a Alfie del hospital para llevarlo a casa debido al clima "hostil", así lo definieron ellos, que existe contra el hospital en estos momentos, presentándose así ante el juez como las víctimas de esta situación.

Alfie se aferra a la vida
Alfie Evans ha demostrado durante todo este lunes y el martes su fortaleza para vivir. Durante más de nueve horas respiró el sólo, pese a que el padre tuvo que practicarle en alguna ocasión el boca a boca para darle el oxígeno que el centro hospitalario le niega. Ante esta situación, a los médicos no les quedó más remedio que hidratarle y más tarde incluso volver a colocarle el oxígeno a través de una mascarilla.

Los médicos dijeron que el pequeño sólo viviría 15 o 30 minutos sin el ventilador, pero los hechos han desmentido esta valoración. Alfie está mostrando al mundo sus ganas de vivir.  "Ahora mi hijo todavía está vivo después de más de 10 horas horribles y para él angustiosas", afirma el padre. Mientras tanto, la madre informaba que los médicos quedaron sorprendidos y se vieron obligados a hidratarle para que no muriera de hambre y sed.

El polémico historial del juez Hayden
Anthony Hayden, juez del Tribunal Supremo de Inglaterra y Gales, ha sido el encargado de llevar este caso y de impedir, quitando en la práctica la patria potestad a los padres, que el niño pueda ser tratado en otro hospital buscando una segunda opinión, negando así este derecho a la familia del bebé.



Este juez se ha mostrado favorable en el pasado a las prácticas eutanásicas, que es lo que se esconde tras este caso. Y no hace falta remontarse demasiado lejos.

La prensa británica recogió el caso que llevó Hayden este pasado año de una mujer de 74 años a la que su hija quería retirar el soporte vital tras haber sufrido una caída utilizando como argumento un correo electrónico que la anciana le había enviado a su hija cuatro años antes tras haber visto un programa de televisión sobre la demencia.

Impactada por el contenido en el mail, la mujer aseguraba que no podría imaginarse en una situación como aquella. '¡Prepara la almohada si llego de esa manera!’, escribió.

El juez Hayden respaldó la petición de la hija y dictaminó que el correo electrónico enviado aquella noche era una muestra "significativa" de los puntos de vista de la mujer sobre lo que debería pasarle si perdía la capacidad de tomar decisiones por sí misma.

Igualmente, el juez fue uno de los juristas que publicó en 2012 el libro Children and Same Sex Families: A Legal Handbook, una recomendación jurídica a parejas del mismo sexo que quisieran tener hijos, donde analizaba la jurisprudencia y los resquicios legales que había en aquel momento.

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 25 de abril de 2018

Santo Evangelio 25 de abril 2018


Día litúrgico: 25 de Abril: San Marcos, evangelista

Texto del Evangelio (Mc 16,15-20): En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien». 

Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.


«Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación»

Mons. Agustí CORTÉS i Soriano Obispo de Sant Feliu de Llobregat 
(Barcelona, España)

Hoy habría mucho que hablar sobre la cuestión de por qué no resuena con fuerza y convicción la palabra del Evangelio, por qué guardamos los cristianos un silencio sospechoso acerca de lo que creemos, a pesar de la llamada a la “nueva evangelización”. Cada uno hará su propio análisis y apuntará su particular interpretación.

Pero en la fiesta de san Marcos, escuchando el Evangelio y mirando al evangelizador, no podemos sino proclamar con seguridad y agradecimiento dónde está la fuente y en qué consiste la fuerza de nuestra palabra.

El evangelizador no habla porque así se lo recomienda un estudio sociológico del momento, ni porque se lo dicte la “prudencia” política, ni porque “le nace decir lo que piensa”. Sin más, se le ha impuesto una presencia y un mandato, desde fuera, sin coacción, pero con la autoridad de quien es digno de todo crédito: «Ve al mundo entero y proclama el Evangelio a toda la creación» (cf. Mc 16,15). Es decir, que evangelizamos por obediencia, bien que gozosa y confiadamente. 

Nuestra palabra, por otra parte, no se presenta como una más en el mercado de las ideas o de las opiniones, sino que tiene todo el peso de los mensajes fuertes y definitivos. De su aceptación o rechazo dependen la vida o la muerte; y su verdad, su capacidad de convicción, viene por la vía testimonial, es decir, aparece acreditada por signos de poder en favor de los necesitados. Por eso es, propiamente, una “proclamación”, una declaración pública, feliz, entusiasmada, de un hecho decisivo y salvador.

¿Por qué, pues, nuestro silencio? ¿Miedo, timidez? Decía san Justino que «aquellos ignorantes e incapaces de elocuencia, persuadieron por la virtud a todo el género humano». El signo o milagro de la virtud es nuestra elocuencia. Dejemos al menos que el Señor en medio de nosotros y con nosotros realice su obra: estaba «colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban» (Mc 16,20).

Se bautizó con 30 años: como ateo se creía rebelde, «en realidad obedecía al conformismo dominante»

Se bautizó con 30 años: como ateo se creía rebelde, «en realidad obedecía al conformismo dominante»

Julien Leclerq dirige un medio digital católico y ha publicado un libro sobre su fe

Se bautizó con 30 años: como ateo se creía rebelde, «en realidad obedecía al conformismo dominante»

Julien Leclercq arranca con fuerza como una de las nuevas cabezas pensantes del catolicismo francés.

Julien Leclercq, director de la redacción del portal digital Le Nouveau Cénacle, es una prueba más de la pujanza del catolicismo francés en los últimos años, y del surgimiento de figuras nuevas con capacidad de arrastre que asumen tanto su minoría en la sociedad francesa como su voluntad de dejar de serlo. Leclerq cuenta su conversión tardía en libro publicado en febrero, Catholique débutant, y explica a Le Figaro las circunstancias en las que se produjo y su visión de la Iglesia y de Francia:


-Usted se convirtió al catolicismo con treinta años. ¿Cómo explica esta conversión tardía cuando en realidad, hasta ese momento, se enorgullecía de no haber puesto nunca pie en una iglesia?
-Efectivamente, me sentía orgulloso por no haber entrado nunca en una iglesia, incluso cuando me invitaban a una comunión o a una boda. Me quedaba en la puerta, esperando que todos salieran. Pero Jesús me esperaba y yo le oí. Así de simple. Se trata de una historia de amor imprevisible. Cuando pedí el bautismo a la edad de treinta años, mis familiares más cercanos estaban sorprendidos, es decir, desconcertados, pero comprendieron que mi conversión era el fruto de un largo camino espiritual, afectivo e intelectual. Ante Cristo he depuesto mis armas. Ante Cristo, todo me ha parecido claro.

-Cuando usted era adolescente incluso llegó a escupir sobre Cristo. ¿Por qué esta violencia hacia la religión?
-Porque yo era, ante todo, el producto de una época y, más aún, el producto de una generación. Aprendimos en la televisión y en la escuela que la religión era sinónimo de oscurantismo, de limitación de la mente, de fanatismo. A mi pesar, canalicé esto prejuicios y mi temperamento, fuertemente provocador, hizo el resto... Creía ser un rebelde al rechazar lo sagrado, cuando en realidad lo único que hacía era obedecer al conformismo dominante. Pensaba responder a una violencia con otra violencia, hasta la toma de conciencia. Comprendí, después, que se trataba de miedo al amor. Tenía miedo de amar a Cristo. Su amor es tan gratuito, tan grande, que no me sentía capaz de devolverle el amor.

-¿Fue la prueba de pasar un duelo lo que le llevó a Dios?
-Creí en Dios antes de la prueba del duelo, pero el calvario que vivió mi abuela precipitó mi decisión de recibir el bautismo. Era la única persona practicante de mi familia. Una mujer sencilla, que había trabajado en el campo cuando era pequeña, que conoció el éxodo durante la guerra y la pérdida de su marido tras una terrible agonía cuando aún no tenía cincuenta años. Y, a pesar de todo esto, ella siempre creyó en Dios, aunque sus nietos se burlaran de ello. Ir a verla a la residencia durante dos años me abrió los ojos a la realidad viva de la fe cristiana: ella amó hasta el final. Hasta su último aliento. Tras su funeral, tomé la decisión: quería caminar a su lado y seguir los pasos de Cristo.

-Usted ha explicado que sus padres no les dieron una educación cristiana. ¿Diría usted que, de alguna manera, eran cristianos sin saberlo?
-Mis padres decidieron, efectivamente, no darnos una «educación católica». No obstante, mi hermano y yo hemos recibido un amor tan grande y tan hermoso que sólo puede tener su origen en Dios. En cierto modo, mis padres viven, sin saberlo, el amor evangélico. Cada día soy más consciente de ello. La rectitud, la honestidad, el valor de mi padre vienen de Dios. Le voy a confiar algo: su madre sufre de Alzheimer y está en la misma residencia en la que estaba mi abuela materna... La pesadilla vuelve a empezar. Pero mi padre no flaquea. No lo dice, pero yo sé que encuentra su fuerza en Dios. Voy más allá: de los ochos hijos de mi abuela, sólo mi padre y sus dos hermanas pequeñas pagan cada mes la factura de la residencia. Y son los únicos que van a verla a diario. Este amor valiente, sincero, fuerte, ¿dónde tiene su origen sino en Dios, pues el Espíritu sopla donde quiere? A pesar de que mi padre no me inscribió nunca a las catequesis, con su ejemplo es mucho más cristiano de lo que yo lo seré nunca.

-Usted dice que Francia tiene raíces cristianas. Podríamos también recordar nuestras raíces griegas y romanas... ¿Le preocupan la descristianización y la laicización de Francia?
-¡También reivindico nuestras raíces griegas y romanas! El gran Pierre Grimal distinguía dos herencias principales: el logos griego y el anima romana. La razón y el espíritu que proceden de Atenas y el alma que procede de Roma. La filosofía de Platón y los valores morales recomendados por Cicerón. El cristianismo supo fundir esta doble herencia en su concepto de la vida y de la muerte y, además, permitió a la sociedad sacar lo mejor de sí misma: la preocupación por el más débil, la igualdad entre la mujer y el hombre a través del sacramento del matrimonio, el cuidado de los ancianos. Las consecuencias de la descristianización son múltiples y, entre ellas, quiero resaltar sobre todo la falta de atención a los más pobres. El paro, la precaria situación de los jóvenes, la disminución de las pensiones son consecuencias importantes de la descristianización de nuestras sociedades. Ya no sabemos ocuparnos de nuestro prójimo y darle la dignidad que merece durante todas las etapas de su vida.

»En lo que respecta a la laicización, caminamos sobre ascuas ardientes. En cierto modo, Cristo fomenta la laicidad cuando nos invita a «dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Pero la laicidad no conlleva la negación del hecho religioso que estamos viviendo actualmente en nuestras sociedades; ésta es la mayor dificultad de nuestro tiempo. La distinción de lo temporal y de lo espiritual es acertada, pero el uno no debe ignorar al otro. Lo sagrado y lo político deben permanecer en tensión. Debemos mantener dentro de nosotros la conciencia que hay algo más grande que nos supera, ya sea en política o a nivel espiritual, como el sacrificio del coronel Beltrame nos ha enseñado. Ha llegado nuestro turno de actuar en función de esto.

-Usted recibió el bautismo unos días después del atentado de enero de 2015 [contra la revista Charlie Hebdo]. Usted se defiende, pero ¿no es su concepción del catolicismo también cultural e identitaria?
-Yo me convertí, ante todo, por amor a Cristo. No me convertí porque detestaba el islam, porque el odio es, por principio, ajeno a Jesús. Durante mi conversión no obedecí a ningún imperativo ideológico. Tengo reservas contra la «dimensión» identitaria del catolicismo visto que éste, etimológicamente, es «universal». El mensaje de Cristo se dirige a todas las naciones. No obstante, defiendo que las raíces de Francia son católicas, porque la Iglesia ha construido en parte a nuestro país, tanto histórica como geográficamente: cada pueblo ha crecido alrededor de su iglesia. Esta herencia cristiana nos obliga, no a poner nacimientos en los ayuntamientos para indicar al musulmán que va a renovar sus papeles que no es bienvenido, sino más bien a afirmar nuestro ser cristianos en el seno de una nación forjada por el cristianismo y dispuesta a acoger distintas formas de pensar y distintos credos. El matiz es sutil, pero los musulmanes radicales aprovechan este vacío espiritual para prevalecer. ¡La naturaleza siente angustia ante el vacío! Aprendamos de nuevo a definirnos a través de la grandeza de los Evangelios.

-Usted ha contado que en el colegio fue insultado porque era el único blanco de su clase. «Aunque no quisiera entrar en una iglesia, era, a pesar de todo, "el católico"», escribe. ¿Esto ha influido, aunque de manera incosciente, en su recorrido?
-Efectivamente, esto fue perturbador. Yo pensaba que era ateo y, a pesar de todo, me integraban en una cultura cristiana que yo rechazaba. Cristo siembra diversas semillas en nuestra vida y, en retrospectiva, este vincularme a mi cristiandad «cultural» fue, tal vez, un signo precursor. En muchos barrios de Francia sucede lo mismo con los niños judíos que, incluso sin creer, están en "arresto domiciliario" en razón de su «supuesta religión». Estoy de acuerdo en que, inconscientemente, esto puede influir en un itinerario porque implica la gran pregunta: ¿quién soy yo y, sobre todo, de que cultura soy heredero? Ahora doy gracias a los que me tachaban de «niño blanco católico», etiqueta que yo rehusaba. Esto me ha permitido agarrar mi cruz quince años después para crecer y alcanzar la plenitud con Jesús.

-«Cuando una religión se convierte en folclore, el peligro acecha», escribe. El islam cultural, fundado sobre prohibiciones alimentarias, ¿se ha convertido en un estandarte y una manera de rechazar la cultura francesa?
-Cuando una religión se detiene en sus prohibiciones y sus fieles se agrupan detrás de un estandarte hay, en efecto, un riesgo. Las fronteras entre el cerrarse y el sectarismo son porosas... Todos los creyentes merecen respeto y consideración, pero cuando un fiel se atrinchera detrás de las leyes para atacar a los otros, hay peligro en casa. Por desgracia, muchas suras del Corán justifican este atrincheramiento. Estudié en un colegio en el que la mayoría de los estudiantes eran musulmanes, y pude ver que el islam era el refugio privilegiado para esos jóvenes a los que Francia no les prometía nada, a nivel espiritual como político. Entonces, sí, en muchos barrios, el islam es el medio de afirmación identitaria para rechazar la cultura francesa y afirmar la propia diferencia.

-Usted tiene convicciones políticas bastante comprometidas. ¿Alguna vez están en contradicción con sus convicciones religiosas? A pesar de su «historia de amor con el Papa», ¿alguna vez se enoja con sus tomas de posición, sobre todo en relación a la inmigración y el islam?
-Esta pregunta me lleva a proseguir con mi respuesta anterior: como católico, no puedo condenar al prójimo y, menos aún, lanzarle un anatema. Si considero que un musulmán se atrinchera en una cultura que está en las antípodas de la mía, no puedo encerrarle en un paradigma. He leído el Corán dos veces y como afirmo en mi libro, hay pasajes que me han horrorizado. Pero, como dice a menudo el Papa Francisco, detrás de un católico, un musulmán, un budista o un ateo, intento ver ante todo al hombre. Creo, como Paul Ricoeur, en «el hombre capaz» de hacer el bien, lo que es una filosofía que no puede ser más cristiana. Cuando el Papa Francisco, tras el asesinato del padre Hamel, condenó tanto la violencia del islam como la violencia del catolicismo, me quedé desconcertado. ¿Por qué negarlo? Pero él hizo un llamamiento a la paz. Seamos más grandes que esos cobardes. Si condenamos a una parte del islam en razón de sus llamamientos a la violencia, no podemos lamentarnos que el Papa rechace toda lógica de represalias.

-Usted explica que «la precariedad amorosa que conocemos actualmente es, también, la consecuencia de la descristianización». ¿No podemos amar sin ser cristianos?
-Descubrí a Cristo al mismo tiempo que iniciaba mi primera historia de amor verdadera... ¿Está todo relacionado? No puedo juzgar las distintas historias, pero puedo afirmar que un cristiano ama de manera diferente. Claro que es posible amar sin ser cristiano; lo único que preciso es que un cristiano no ama ni más ni menos, sólo de manera diferente. Porque el amor cristiano se vive siempre y fundamentalmente en el amor de Cristo, que él sabe que vive, de manera imperfecta, de este amor infinito de Dios. No puedo evitar pensar que la religión cristiana se ha convertido en tabú en nuestras sociedades porque el amor -a menudo reducido a hedonismo- se ha convertido, también, en un secreto. Los hombres, por nostalgia de un patriarcado «viril» que ha sido abolido, ya no se atreven a decir «te amo». Las mujeres, a causa de un cierto feminismo reductor, tampoco saben decir estas palabras. Entonces, en consecuencia, como Jesús nos pide que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado... nosotros tenemos todas las dificultades del mundo para comprenderlo.

-Para terminar, ¿diría usted que su recorrido es especial porque da fe de una vuelta al catolicismo en el seno de una nueva generación?
-Hay aproximadamente cinco mil adultos que se bautizan cada año en Francia. Por lo tanto, no tengo la pretensión de declarar que mi recorrido es especial. El cristianismo está muy vivo en mi generación, aunque es minoritario: de hecho, soy consciente que a mi alrededor la religión católica no es ni siquiera un tema sobre el que la gente se interroga. Mi generación, la de los años 80, ha incorporado lo que el filósofo Jean-François Lyotard llama «el final de los grandes relatos», a saber: el final de la esperanza socialista con la caída del muro de Berlín y, también, la descristianización.... Pero en lugar de ceder al pesimismo, me agarro a la esperanza. Dios provee siempre y no hay ninguna razón para que el cristianismo, tan vivo en África y en Asia, no se despierte en nuestra Europa dormida... con la condición que nos liberemos de nuestros becerros de oro que son el culto al dinero, la prisión megalómana de las redes sociales y el consumismo desenfrenado. 

Traducción de Helena Faccia Serrano.

Fuente: Religión en Libertad

martes, 24 de abril de 2018

Santo Evangelio 24 de abril 2018


Día litúrgico: Martes IV de Pascua

Texto del Evangelio (Jn 10,22-30): Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente». Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno».


«Yo y el Padre somos uno»

Rev. D. Miquel MASATS i Roca 
(Girona, España)

Hoy vemos a Jesús que se «paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón» (Jn 10,23), durante la fiesta de la Dedicación en Jerusalén. Entonces, los judíos le piden: «Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente», y Jesús les contesta: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis» (Jn 10,24.25).

Sólo la fe capacita al hombre para reconocer a Jesucristo como el Hijo de Dios. San Juan Pablo II hablaba en el año 2000, en el encuentro con los jóvenes en Tor Vergata, del “laboratorio de la fe”. Para la pregunta «¿Quién dicen las gentes que soy yo?» (Lc 9,18) hay muchas respuestas... Pero, Jesús pasa después al plano personal: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Para contestar correctamente a esta pregunta es necesaria la “revelación del Padre”. Para responder como Pedro —«Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo» (Mt 16,16)— hace falta la gracia de Dios.

Pero, aunque Dios quiere que todo el mundo crea y se salve, sólo los hombres humildes están capacitados para acoger este don. «Con los humildes está la sabiduría», se lee en el libro de los Proverbios (11,2). La verdadera sabiduría del hombre consiste en fiarse de Dios. 

Santo Tomás de Aquino comenta este pasaje del Evangelio diciendo: «Puedo ver gracias a la luz del sol, pero si cierro los ojos, no veo; pero esto no es por culpa del sol, sino por culpa mía».

Jesús les dice que si no creen, al menos crean por las obras que hace, que manifiestan el poder de Dios: «Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí» (Jn 10,25).

Jesús conoce a sus ovejas y sus ovejas escuchan su voz. La fe lleva al trato con Jesús en la oración. ¿Qué es la oración, sino el trato con Jesucristo, que sabemos que nos ama y nos lleva al Padre? El resultado y premio de esta intimidad con Jesús en esta vida, es la vida eterna, como hemos leído en el Evangelio.

Tenían 13 hijos, todos niños, y acaba de nacer… otro varón: hablan de fe y la belleza de la familia

Tenían 13 hijos, todos niños, y acaba de nacer… otro varón: hablan de fe y la belleza de la familia

El caso de la familia Schwandt da la vuelta al mundo; ellos hablan de su vida católica

Tenían 13 hijos, todos niños, y acaba de nacer… otro varón: hablan de fe y la belleza de la familia


La familia Schwandt acaba de aumentar esta semana con otro hermanito, y no podía ser de otro modo que un varón


Los Schwandt son una familia católica muy numerosa de Michigan (Estados Unidos). Aunque hay otras familias en el país parecidas a ella, por su particular historia la de los Schwandt lleva años suscitando la atención de los medios de comunicación nacionales, sobre todo desde los últimos embarazos.

Y es que en ésta sólo hay hijos varones. Por más que la madre tenga ya el deseo de una niña, no hay forma que nazca otra cosa que no sea un niño. Así es como sumaron 13 hijos, y todos varones. Pero hace unos meses volvieron a ser noticia por un nuevo embarazo. Como es costumbre, los padres, Jay y Kateri, no querían saber el sexo del bebé hasta que naciera.

14 hijos y 14 varones
Ya ha nacido. Y sí. El pequeño de los Schwandt es también un varón. 14 hijos y 14 niños, desde el mayor que ya ha pasado los 20 años hasta este recién nacido, que ha venido al mundo siendo noticia.


Esta curiosidad que han despertado en tantos medios les ha permitido hablar de su fe católica y también eliminar ciertos clichés sobre las familias numerosas. Y además con toda sencillez.

Kateri siempre ha tenido la ilusión de tener una hija, y aunque en los últimos embarazos se había ilusionado con esta idea, en éste tenía la certeza de que sería niño. No se equivocó.

Una vida en la que la fe es el centro
En un reportaje que publicó la Diócesis de Grand Rapids, a la que pertenecen, esta familia contaba cómo se organizaba y vivía su fe.  Ir a misa con tantos niños sería para muchos un quebradero de cabeza, pero ellos tienen una rutina muy bien organizada.

Su parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de Rockford está a pocos minutos de casa. La misa de 11 de la mañana es la elegida. “Tenemos una rutina bastante buena. Todo el mundo se levanta y me voy a la iglesia con quien esté listo, que por lo general suelen ser los más pequeños. Viene una de los hijos mayores para que me ayude, y así tenemos ya guardado unos bancos”, cuenta el padre. “Yo levanto la retaguardia”, añade la madre, refiriéndose a los adolescentes, los más remolones en la cama. Y así a las 11 están todos sentados en el templo.


Cuando se tomó esta foto aún no habían nacido los dos más pequeños

Jay y Kateri aseguran que no se ven distintos ni mejores a otras familias católicas. Afirman que alimentar a tantos niños, vestirlos o simplemente prepararlos para salir a la calle puede parecer algo desalentador, pero consideran que es lo mismo que hace cualquier familia, sólo que a gran escala, y con un poco de más de planificación.

Las lecciones diarias que los niños aprenden de sus padres
La fe es el engranaje de la familia, confiesan los padres. Y además debe empezar desde los padres, que muestran a su prole el camino a seguir con lecciones de amor, paciencia, servicio y perdón, que se van presentando en el día a día.

“Cada uno de ellos es diferente en cuanto a personalidad, y una de las mejores cosas que hemos hecho ha sido enviarlos a la escuela católica porque van a la iglesia y comienzan todos los días con una oración”, afirma la madre.

Cuando Jay y Ketari se conocieron y se casaron siendo muy jóvenes nunca imaginaron que tendrían una familia tan grande y que serían noticia en los medios de comunicación. Ella provenía de una familia muy numerosa y estaba acostumbrada a este ambiente. Él, sin embargo, no.


"Dios nos da lo que necesitamos"
“No necesitábamos mucho para ser felices”, recuerda Kateri, que afirma convencida que han ido recibiendo niños depositando siempre su confianza en Dios y acogiendo con alegría a cada uno.

“Siempre he sentido que Dios nos da lo que necesitamos para la situación en la que Él nos pone”, explica Kateri.

Al igual que su familia ha llamado la atención de muchos, también ha suscitado las críticas e incomprensiones de otros tantos, incluso dentro de la Iglesia. Las preguntas van siempre por el número de hijos y sobre cuántos hay que tener. “Todos los que Dios quiera que tenga y tantos, de manera realista, que pueda mantener”, es la respuesta que da siempre Jay.

Ella es catequista; él, adorador
Este matrimonio encuentra su fuerza en la fe, y especialmente en la Eucaristía. Jay define a su mujer como “el pilar espiritual” de la familia. Durante muchos años ella ha sido, pese a tener tantos hijos, catequista en la parroquia.

Jay, por su parte, es adorador, y participa en uno de los turnos de la adoración perpetua de la parroquia. Si no acude “siento que me estoy quedando sin nada”, así que ha buscado un momento que no le impida faltar por sus obligaciones como padre ahora de 14 hijos. Para ello, acude los lunes a las 2 de la madrugada al turno de adoración.


La misa, centro de la vida familiar
Además, han inculcado a todos los hijos que la misa dominical es el centro de la vida familiar. Desde muy pequeños, y gracias al ejemplo de los hermanos mayores, se van percatando de ello. “Para cuando tienen 4 o 5 años, cuando toca ponerse de pie, se ponen de pie; cuando es hora de arrodillarse, se arrodillan”. Por su parte, los mayores ya van a grupos parroquiales y participan en misiones en otros estados.

Este matrimonio está encantado y asegura que lo importante es que cuando sus hijos sean lo suficientemente mayores “como para tomar sus propias decisiones, al menos les hayamos mostrado el camino correcto espiritual y fielmente”.

La importancia de cuidar el matrimonio cada día
Pero también es muy importante –resaltan- cuidar el matrimonio, aunque sea en muchas ocasiones con pequeños detalles, ya sea dar pequeños paseos cerca de casa o estar sentados juntos diez minutos en el porche mientras los mayores cuidan de los hermanos más pequeños.

“El matrimonio, como cualquier otra cosa, evoluciona. Al igual que los profesionales tienen que tener una formación continua, constantemente debes alimentar tu matrimonio”, aconseja Kateri.

Fuente: Religión en Libertad