domingo, 31 de mayo de 2020

Santo Evangelio 31 de mayo 2020



Día litúrgico: Pentecostés (Misa del día)

Ver 1ª Lectura y SalmoTexto del Evangelio (Jn 20,19-23): Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».



«Recibid el Espíritu Santo»

Mons. Josep Àngel SAIZ i Meneses Obispo de Terrassa
(Barcelona, España)

Hoy, en el día de Pentecostés se realiza el cumplimiento de la promesa que Cristo había hecho a los Apóstoles. En la tarde del día de Pascua sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo» (Jn 20,22). La venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés renueva y lleva a plenitud ese don de un modo solemne y con manifestaciones externas. Así culmina el misterio pascual.

El Espíritu que Jesús comunica, crea en el discípulo una nueva condición humana, y produce unidad. Cuando el orgullo del hombre le lleva a desafiar a Dios construyendo la torre de Babel, Dios confunde sus lenguas y no pueden entenderse. En Pentecostés sucede lo contrario: por gracia del Espíritu Santo, los Apóstoles son entendidos por gentes de las más diversas procedencias y lenguas.

El Espíritu Santo es el Maestro interior que guía al discípulo hacia la verdad, que le mueve a obrar el bien, que lo consuela en el dolor, que lo transforma interiormente, dándole una fuerza, una capacidad nuevas.

El primer día de Pentecostés de la era cristiana, los Apóstoles estaban reunidos en compañía de María, y estaban en oración. El recogimiento, la actitud orante es imprescindible para recibir el Espíritu. «De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno» (Hch 2,2-3).

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y se pusieron a predicar valientemente. Aquellos hombres atemorizados habían sido transformados en valientes predicadores que no temían la cárcel, ni la tortura, ni el martirio. No es extraño; la fuerza del Espíritu estaba en ellos.

El Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, es el alma de mi alma, la vida de mi vida, el ser de mi ser; es mi santificador, el huésped de mi interior más profundo. Para llegar a la madurez en la vida de fe es preciso que la relación con Él sea cada vez más consciente, más personal. En esta celebración de Pentecostés abramos las puertas de nuestro interior de par en par.

Antonia Dell'Atte reza en la Concepción de Barcelona: «El culto es una libertad, no puedes quitarla»

La modelo y celebrity Antonia Dell'Atte a su paso por MasterChef en 2018 - en 2020, con el confinamiento, cocina en casa

La popular modelo vio avivada su fe en 2012 a raíz de una grave enfermedad

Antonia Dell'Atte reza en la Concepción de Barcelona: «El culto es una libertad, no puedes quitarla»

La modelo y celebrity Antonia Dell'Atte a su paso por MasterChef en 2018 - en 2020, con el confinamiento, cocina en casa

La popular modelo italiana Antonia Dell'Atte (Brindisi, Italia, 1960) ha pasado parte de la cuarentena del coronavirus en Italia, y el resto en su piso de Barcelona, encerrada con dos amigas. Pero ahora que puede acude a rezar a la basílica de la Purísima.

Explica en una entrevista en la edición española de Vanity Fair que "para mí rezar es importantísimo. Quiero estar bien conmigo, tener la conciencia limpia. Ayer estuve sola en la parroquia de la Purísima Concepción rezándole al arcángel”.

Se refiere a San Miguel Arcángel, de quien es devota. Explica que no le han gustado nada las medidas de limitación extrema del culto en Italia de Giuseppe Conte, que criticaron también con fuerza los obispos italianos a finales de abril. Pero el 7 de mayo la Iglesia y el Gobierno llegaron a un acuerdo y el 18 de mayo volvió el culto público a Italia.

“Estoy enfadada con el presidente Giuseppe Conte. El culto es una libertad y no puedes quitarla", declara en Vanity Fair la modelo, siempre locuaz y expresiva.

Una camiseta contra el coronavirus

Desde su confinamiento intenta usar su mayor activo -su popularidad- para conseguir donaciones que ayuden a la gente en la pandemia. “Mi hijo Clemente tuvo la idea de hacer una camiseta solidaria. Lo único que hago es poner mi cara y pedir donaciones por una buena causa y la gente está respondiendo bien. La camiseta se ha vendido y la recaudación aún no sé si dársela a Cáritas o usarla para comprar material sanitario contra el COVID-19. Espero poder firmársela a la gente que la compre cuando todo esto se acabe”.

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Desde su Instagram, manda mensajes y vídeos cada día a sus 10.000 seguidores. Con ironía y humor, anima a "tener paciencia, la virtud de los más fuertes", o invita a que se den donaciones a su campaña.

Una fe reforzada tras su enfermedad de 2012

Antonia Dell’Atte ganó su popularidad inicial como exmujer del famoso Conde Lequio y muy conocida por haber sido modelo de Armani. Expresiva, sincera y cercana, el público de la prensa del corazón le tiene cariño.

En 2012 se enfrentó a “hipertiroidismo galopante” que desembocó en una inflamación muy grave de la córnea. “Recé como jamás lo había hecho, y soy de rezar cada día y de llevar un rosario en mi bolsillo”, explicaba en 2012 en la revista ¡Hola!

Superada la enfermedad, “mi fe quedó reforzada hasta el extremo de recibir el Sacramento de la Confirmación".

“Siempre he sido una persona creyente, pero en los últimos años he hecho un gran camino espiritual", explicaba en 2012. "Cuando estuve enferma pensaba que iba a morirme sin haber perdonado a todas las personas que me hicieron daño, sin haber podido devolver todo lo que la vida me ha dado… y hasta sin haberme casado por la Iglesia”.

Antonia viene de un origen sencillo. “Cuando era pequeña me levantaba a las cuatro de la mañana para trabajar en la viña de mis padres. Me encantaba vendimiar y se me daba bien, hasta que un día pensé que era demasiado guapa y que había que conocer otros mundos… Entonces me descubrió Armani. De la viña a las mejores pasarelas".

Fuente: Religión en Libertad

sábado, 30 de mayo de 2020

Santo Evangelio 30 de mayo 2020



Día litúrgico: Sábado VII de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 21,20-25): En aquel tiempo, volviéndose Pedro vio que le seguía aquel discípulo a quién Jesús amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?». Viéndole Pedro, dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?». Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú, sígueme». Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho a Pedro: «No morirá», sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga».

Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran.


«Las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero»

Rev. D. Fidel CATALÁN i Catalán
(Terrassa, Barcelona, España)

Hoy leemos el final del Evangelio de san Juan. Se trata propiamente del final del apéndice que la comunidad joánica añadió al texto original. En este caso es un fragmento voluntariamente significativo. El Señor Resucitado se aparece a sus discípulos y los renueva en su seguimiento, particularmente a Pedro. Acto seguido se sitúa el texto que hoy proclamamos en la liturgia.

La figura del discípulo amado es central en este fragmento y aun en todo el Evangelio de san Juan. Puede referirse a una persona concreta —el discípulo Juan— o bien puede ser la figura tras la cual puede situarse todo discípulo amado por el Maestro. Sea cual sea su significación, el texto ayuda a dar un elemento de continuidad a la experiencia de los Apóstoles. El Señor Resucitado asegura su presencia en aquellos que quieran ser seguidores.

«Si quiero que se quede hasta que yo venga» (Jn 21,22) puede indicar más esta continuidad que un elemento cronológico en el espacio y el tiempo. El discípulo amado se convierte en testigo de todo ello en la medida en que es consciente de que el Señor permanece con él en toda ocasión. Ésta es la razón por la que puede escribir y su palabra es verdadera, porque glosa con su pluma la experiencia continuada de aquellos que viven su misión en medio del mundo, experimentando la presencia de Jesucristo. Cada uno de nosotros puede ser el discípulo amado en la medida en que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, que nos ayuda a descubrir esta presencia.

Este texto nos prepara ya para celebrar mañana domingo la Solemnidad de Pentecostés, el Don del Espíritu: «Y el Paráclito vino del cielo: el custodio y santificador de la Iglesia, el administrador de las almas, el piloto de quienes naufragan, el faro de los errantes, el árbitro de quienes luchan y quien corona a los vencedores» (San Cirilo de Jerusalén).

La santa italiana que hace todos sus milagros en Argentina, país que nunca visitó

María Doménica Mantovini será canonizada al confirmarse un segundo milagro, como el anterior, en una niña de la diócesis argentina de Bahía Blanca

La santa italiana que hace todos sus milagros en Argentina, país que nunca visitó

La madre de una niña milagrada animó a otra mamá a rezar a la Madre Mantovani: ¡segundo milagro!

María Doménica Mantovini será canonizada al confirmarse un segundo milagro, como el anterior, en una niña de la diócesis argentina de Bahía Blanca

El caso de María Domenica Mantovani (o María Dominga), fundadora de las Hermanitas de la Sagrada Familia, es peculiar. Nunca estuvo en Argentina, y murió en 1934. Sus religiosas no llegaron al país hasta 1949. Sin embargo, tanto el milagro que ha servido para su beatificación como el que acaba de aprobar el Papa Francisco para su canonización han sucedido en un hospital de su congregación en la diócesis argentina de Bahía Blanca.

Más aún: la mamá de la niña milagrada en 1999 (el milagro usado para beatificar en 2003 a la religiosa) es quien animó a rezar a la mamá de la niña milagrada en 2011 (que es el milagro que servirá para canonizarla).

En 2016 la diócesis argentina enviaba los datos del segundo milagro a Roma, incluyendo los datos del médico especialista en neurología infantil que revisó el caso. Las religiosas atienden tres instalaciones en la diócesis: el Pequeño Cottolengo Monseñor José Nascimbeni, el Hospital Interzonal doctor José Penna y el Hospital Italiano. En estos dos últimos es donde la medicina actual ha constatado los dos milagros, el de 1999 y el de 2011.


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El obispo Garlatti de Bahía Blanca y otros impulsores de la causa de canonización de María Doménica Mantovani, en 2016, al enviar los datos del segundo milagro a Roma

El primer milagro: el bebé que cayó de cabeza

Es la pesadilla de cualquier madre novata: quedarse dormida con el bebé en brazos y que éste caiga de cabeza. Así sucedió, de forma horrenda, con la bebé Lara Pascal, hija de Rosana Margarita, al día después de haber nacido el 6 de marzo de 1999. En el hospital, la agotada madre -era su segundo hijo e insistía en tener el bebé siempre cerca por sus experiencias con el anterior- quedó dormida con el bebé en brazos. Entonces la niña cayó al suelo más de un metro desde la elevada cama del hospital, golpeándose la cabeza fuertemente.

El diagnóstico fue grave: fractura de cráneo y hemorragia cerebral severa. "No hay nada más que se pueda hacer, la lesión es muy grave", dictaminaron los médicos.

Entonces la Hermana Lisantonia Perin tocó la cabeza de la niña con una medalla que llevaba una reliquia de María Domenica Mantovani (un pedacito de su hábito) y pidió la intercesión de su fundadora, animando a los padres a orar con ella. De repente, la niña se estremeció y volvió a moverse. Tres días después salía del hospital en buenas condiciones y empezaba vivir una vida normal. A los médicos les asombró la rapidez y la falta de secuelas. Con cuatro años acudió a Roma a la beatificación de su benefactora celestial.

El segundo milagro: la mamá milagrada animó a rezar a otra mamá

La niña milagrada en el segundo caso es Maria Candela Calabrese Salgado, nacida el 31 de mayo de 2000 en La Plata (Buenos Aires, Argentina), la mayor de tres hermanos, con una grave malformación de columna de nacimiento. La cirugía le ayudó pero no logró hacerle caminar. Hasta 2011 crecía sin más problemas, yendo al colegio en silla de ruedas, con sus amigos.

El 28 de mayo de 2011, su mamá, Laura Salgado, la despertó para ir al colegio y descubrió que sus piernas se habían ennegrecido: la sangre no le circulaba. Los médicos empezarona pensar en amputar. Además, la niña sufría crisis respiratorias y convulsivas, al parecer por hemorragia cerebral e isquemia.

Desesperados, la llevaron al Hospital Penna, de las Hermanitas de la Sagrada Familia. Rosana Margarita, la madre de Lara Pascal (la bebé sanada que ahora ya tenía 12 años) es quien dio a Laura una reliquia de la Madre María Domenica que habían traído de la beatificación en Roma en 2003.

Colocaron la reliquia bajo la almohada de Maria Candela, el 10 de junio.

A partir de ahí, la niña se recuperó del coma y gradualmente retomó todas las funciones que antes realizaba. Se reía, comía, bromeaba y no recordaba nada de lo sucedido. Tres días después de poner la reliquia, el 13 de junio, era dada de alta, completa y asombrosamente curada en todo lo que respecta a su ataque neurológico. Sigue hoy en su silla de ruedas, pero por lo demás está sana y vive con normalidad.

En Roma, el 6 de febrero de 2020, la consulta médica, compuesta por siete médicos, se pronunció con siete votos favorables sobre la naturaleza extraordinaria de los hechos, a la luz de las pruebas clínicas y los informes presentados: "La curación muy rápida, completa y duradera no tiene explicación científica", decretaron los médicos.

Este es el segundo milagro, y al suceder después de la beatificación, permite canonizar a la religiosa como santa de la Iglesia universal.

Una madre para 150 comunidades religiosas

María Domenica Mantovani, primogénita de cuatro hermanos, nació en Castelletto di Brenzone (Verona, Italia) en 1862. De familia pobre en la infancia, aprendió el catecismo y letras básicas pero no pudo proseguir sus estudios. Hasta los 30 años vivió con su familia.

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Ya de adolescente hablaba de Dios y de lecturas pías a sus amigas. El beato Giuseppe Nascimbeni, párroco, fue su maestro espiritual desde los 15 años. Al crecer visitaba a pobres y enfermos y enseñaba el catecismo a los niños.

A los 24 años hizo voto de virginidad perpetua. Luego, con su director espiritual, crearon en 1892, con 30 años, la Congregación de las Hermanitas de la Sagrada Familia para servir a los pobres.

maria_domenica_cuerpo

Antes de morir logró la aprobación definitiva de las Constituciones y la aprobación del Instituto, y ver la obra continuada por unas 1.200 hermanas dedicadas a toda suerte de actividades apostólicas y caritativas en las 150 casas de la congregación, en Italia y en otros países. Llegaron a Argentina el último día de 1949 y actualmente tienen 12 comunidades en este país.

Alegría en la casa italiana de las Hermanitas de la Sagrada Familia


Fuente: Religión en Libertad

viernes, 29 de mayo de 2020

En la Cruz de la Unidad, además de Cristo aparece alguien mas...



El secreto de la cruz que Teresa de Calcuta escondía bajo su chaleco

Al ver el retrato oficial de la Madre Teresa difundido en los días previos a su canonización en Roma, a muchos les llamó la atención la Cruz de la Unidad que aparece en el Rosario que sostiene en su mano derecha. Es una cruz en la que además de Jesús aparece, a sus pies, la Virgen María, con un cáliz en la mano que recoge la sangre que va cayendo del costado de su hijo.

El cardenal Francisco Javier Errázuriz comparte sus recuerdos de una conversación que mantuvo con Teresa de Calcuta sobre esta pequeña cruz:

(Cuando yo trabajaba en Roma), ella vino a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades para conversar sobre un nuevo Instituto de sacerdotes que estaba fundando. Su centro estaría en Tijuana. Esa ciudad sería Calcuta para ellos.

A esa ciudad llegaban muchos centroamericanos y mexicanos, que habían partido de sus hogares después de haber vendido sus bienes, para cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. No lo lograban, y quedaban sumidos en la mayor pobreza.

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Cuando me saludó y vio mi cruz pectoral, que es copia de la Cruz de la Unidad, se levantó un poco el chaleco que llevaba sobre su Sari, y me mostró la pequeña Cruz de la Unidad que siempre llevaba consigo (nada me dijo del origen de la cruz que ella tenía).


Agregó: “Aquí está la madre de Dios junto al más pobre de los pobres”. Al despedirse me pidió que le consiguiera 3.000 cruces, porque quería que cada Hermana de la Caridad tuviera la suya. Quería que les consiguiera ese regalo. Encontré suficientes donantes y fueron adquiridas en México. Luego se las hice llegar.




Fuente: Revista Vínculo, Chile, octubre de 2016

Artículo publicado por Schoenstatt.org

Santo Evangelio 29 de mayo 2020


Día litúrgico: Viernes VII de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 21,15-19): Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos y comiendo con ellos, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?». Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas».

Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas a donde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará a donde tú no quieras». Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».

«‘Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero’. Le dice Jesús: ‘Apacienta mis ovejas’»


+ Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart
(Tarragona, España)

Hoy hemos de agradecer a san Juan que nos deje constancia de la íntima conversación entre Jesús y Pedro: «‘Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?’ Le dice él: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero’. Le dice Jesús: ‘Apacienta mis corderos’» (Jn 21,15). —Desde los más pequeños, recién nacidos a la Vida de la Gracia... has de tener cuidado, como si fueras Yo mismo... Cuando por segunda vez... «le dice Jesús: ‘Apacienta mis ovejas’», Él le está diciendo a Simón Pedro: —A todos los que me sigan, tú los has de presidir en mi Amor, debes procurar que tengan la caridad ordenada. Así, todos conocerán por ti que me siguen a Mí; que mi voluntad es que pases por delante siempre, administrando los méritos que —para cada uno— Yo he ganado.

«Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: ‘¿Me quieres?’ y le dijo: ‘Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero’» (Jn 21,17). Le hace rectificar su triple negación y, solamente recordarla, le entristece. —Te amo totalmente, aunque te he negado..., ya sabes cómo he llorado mi traición, ya sabes cómo he encontrado consuelo solamente estando con tu Madre y con los hermanos.

Encontramos consuelo al recordar que el Señor estableció el poder de borrar el pecado que separa, mucho o poco, de su Amor y del amor a los hermanos. —Encuentro consuelo al admitir la verdad de mi alejamiento respecto de Ti y al sentir de tus labios sacerdotales el «Yo te absuelvo» “a modo de juicio”.

Encontramos consuelo en este poder de las llaves que Jesucristo otorga a todos sus sacerdotes-ministros, para volver a abrir las puertas de su amistad. —Señor, veo que un desamor se arregla con un acto de amor inmenso. Todo ello, nos conduce a valorar la joya inmensa del sacramento del perdón para confesar nuestros pecados, que realmente son “des-amor”.

jueves, 28 de mayo de 2020

Santo Evangelio 28 de mayo 2020


Día litúrgico: Jueves VII de Pascua

Texto del Evangelio (Jn 17,20-26): En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.

»Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos».


«Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí»

P. Joaquim PETIT Llimona, L.C.
(Barcelona, España)

Hoy, encontramos en el Evangelio un sólido fundamento para la confianza: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí» (Jn 17,20). Es el Corazón de Jesús que, en la intimidad con los suyos, les abre los tesoros inagotables de su Amor. Quiere afianzar sus corazones apesadumbrados por el aire de despedida que tienen las palabras y gestos del Maestro durante la Última Cena. Es la oración indefectible de Jesús que sube al Padre pidiendo por ellos. ¡Cuánta seguridad y fortaleza encontrarán después en esta oración a lo largo de su misión apostólica! En medio de todas las dificultades y peligros que tuvieron que afrontar, esa oración les acompañará y será la fuente en la que encontrarán la fuerza y arrojo para dar testimonio de su fe con la entrega de la propia vida.

La contemplación de esta realidad, de esa oración de Jesús por los suyos, tiene que llegar también a nuestras vidas: «No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí». Esas palabras atraviesan los siglos y llegan, con la misma intensidad con que fueron pronunciadas, hasta el corazón de todos y cada uno de los creyentes.

En el recuerdo de la última visita de San Juan Pablo II a España, encontramos en las palabras del Papa el eco de esa oración de Jesús por los suyos: «Con mis brazos abiertos os llevo a todos en mi corazón —dijo el Pontífice ante más de un millón de personas—. El recuerdo de estos días se hará oración pidiendo para vosotros la paz en fraterna convivencia, alentados por la esperanza cristiana que no defrauda». Y ya no tan cercano, otro Papa hacía una exhortación que nos llega al corazón después de muchos siglos: «No hay ningún enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no le ayude la oración de Cristo. Ya que si ésta fue de provecho para los que se ensañaron con Él, ¿cuánto más lo será para los que se convierten a Él?» (San León Magno).

¿Se aparece la Virgen María en un árbol de aguacates? La diócesis de Arua lo investiga muy en serio

El párroco Moses Apangu con la ministra de Interior del norte de Uganda y el señor Adiga, presidente regional, en una foto anterior a las apariciones

¿Se aparece la Virgen María en un árbol de aguacates? La diócesis de Arua lo investiga muy en serio

El párroco Moses Apangu con la ministra de Interior del norte de Uganda y el señor Adiga, presidente regional, en una foto anterior a las apariciones

¿Se aparece la Virgen sobre un árbol de aguacates en Uganda? Una multitud se ha instalado en el lugar y la diócesis recoge testimonios con diligencia.

“Hemos designado un equipo en el terreno para registrar los acontecimientos, para que el obispo de la diócesis de Arua tome una decisión. Es un equipo bastante bueno, con el sacerdote coordinador pastoral James Edema, el sacerdote del departamento doctrinal de la diócesis, Felix Epima, y el deán de Maracha, Alfred Ocimati; todos han visto qué es lo que está sucediendo”. Así lo declaró el párroco de Nyadri (Maracha, Nilo Occidental, Uganda), el padre Moses Apangu, responsable de la zona donde se dan los hechos.

El escenario es Minako, una aldea en el campo, en la comunidad católica de St. Elizabeth, en la capilla Omba.

Por un lado, la señora Philister Lekuru, viuda de 42 años, que canta en el coro de la parroquia y participa en su grupo de oración carismática, se ha encerrado en un retiro de ayuno y oración asegurando que se le apareció la Virgen el sábado 2 de mayo y así se lo pidió. 

Por otro lado, una multitud de miles de personas ha llegado al lugar desde el domingo 17 de mayo, al extenderse el rumor (o los testimonios) de que la Virgen se aparece en un árbol de aguacates.

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En este árbol de aguacates se habría aparecido la Virgen; congrega multitudes que dañan los sembrados

Un informe del párroco enlaza ambas cosas: unos niños de la casa de la viuda, afirma, vieron a la Virgen en el árbol. La viuda no vio esta aparición, pero sí recibió una orden de la Virgen de ponerse a orar y ayunar.

Mutitudes con riesgo de coronavirus y destrozan los sembrados

La multitud ha acudido al árbol y se ha instalado en la zona. Así ha destrozado sembrados e impide las distancias y aislamiento social que piden las autoridades sanitarias contra el coronavirus (a 24 de mayo había unos 200 infectados de covid-19 en el país). La policía trata de poner orden pero se queja de que acuden muchos jóvenes gamberros que tiran piedran y molestan a los agentes. Dos agentes han resultado heridos.

El jefe de policía del distrito, Hassan Hiwumbire, declaró: “no estamos contra la fe, pero que la gente se quede rezando en casa hasta que la pandemia del Covid-19 finalice”.

Además, ha creado una zona cerrada alrededor de la casa de la señora Lekuru, impidiendo que se acerquen los curiosos. Asegura que quien se acerque, será arrestado. De hecho, durante unos días ya arrestaron a bastantes desobedientes, pero por petición de las autoridades locales y eclesiásticas el jefe Hiwumbire decidió ponerlos en libertad, aunque advierte que no será así con los que detenga en adelante.

El presidente del distrito de Maracha, el señor Lawrence Ozubia Adiga, pidió a la gente que no acampara en el lugar, con poco éxito. La policía ha cerrado carreteras y caminos, pero la gente se escabulle campo a través, agachados entre arbustos y sembrados, para acercarse al árbol de aguacates. Los campesinos locales están furiosos por los destrozos, asegura el diario ugandés Red Pepper, que cubre con atención los hechos.

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El señor Adiga es el presidente del distrito e insiste en pedir a la gente que se quede en casa para evitar la difusión del coronavirus; de fondo, el árbol de aguacates de las supuestas apariciones

Por la noche, cansados los guardias, muchos devotos logran acercarse al árbol y allí rezan el rosario. La policía normalmente les deja terminar su rosario y luego los expulsa. A los que llegan más tarde, los atrapan y alejan de la zona.

Rueda de prensa del párroco y el delegado diocesano

En una rueda de prensa el pasado 16 de mayo, el párroco, Moses Apangu, y el deán de la diócesis, Alfred Ocimati, comparecieron junto a las autoridades civiles para explicar la posición de la Iglesia.

"Hemos recibido afirmaciones de aparición de la Virgen María. La aparición es algo bueno para la Iglesia. Aunque estas apariciones todavía no se han verificado, deben ser clarificadas por las autoridades eclesiales", insistió el padre Ocimati. Después recordó que "la Iglesia es la gente, no los edificios, y es importante proteger a la gente de la infección del covid-19".

Después añadió: "Podemos preguntarnos por qué María se aparece en este tiempo difícil de pandemia del covid-19. En muchas apariciones en la historia María y otros seres celestiales se aparecen para comunicar un mensaje. Según declara Philister Lekuru, la revelación que ha recibido de María es que la fe desaparece de la Tierra y la gente no reza lo suficiente".

"Así como la Iglesia querría aprovechar esta aparición para edificar a los fieles cristianos, también la Iglesia ha de considerar el bienestar de sus fieles en esta época de pandemia", añadió.

Como conclusión, en nombre de la diócesis pidió a los fieles orar mucho, pero desde las casas, ya que las multitudes no sólo contagiarían la enfermedad, sino que destruyen sembrados, necesitan alimentos, etc... "Deberían rezar y dar homenaje a la Virgen María en sus casas", dijo el responsable diocesano.

Un dossier diocesano: los niños y el árbol

La prensa ugandesa ha citado un dossier de la Iglesia que lleva el título "Registro narrativo de la supuesta aparición de la Virgen María", con los datos que los investigadores eclesiales han recogido.

Allí hay más datos que enlazan el árbol con la viuda: unos niños de su casa serían los que vieron a la Virgen en el árbol.

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La señora Lukuru Felister, con su Biblia, su rosario y su camiseta de la Virgen; 
el párroco explica que ha estado orando y ayunando porque dice que la Virgen así se lo ha pedido antes de darle más instrucciones

"Esto sucede en la familia de una viuda llamada Lekuru Felister, que es miembro del movimiento de la Renovación Carismática Católica. Desde el entorno de esta familia, se afirma que la Bendita Virgen María se apareció primero a unos niños en las horas matinales del domingo 3 de mayo de 2020 en un árbol de aguacates", se lee en el informe.

Moses Apangu, el párroco, escribe en el informe: "Felister Lekuru, la viuda de la familia, me dijo que antes de esa aparición del domingo, a la 1 o 2 de la madrugada, intentó levantarse para su rezo del rosario, como suele hacer. Sintió algo inusual en ella. Desde esa hora empezó a recibir mensajes, supuestamente de la Bendita Virgen María, ordenándole prepararse para una tarea. La Virgen María le pidió continuar con los rezos del rosario que había preparado. Le dijo que 'la fe en Dios se desvanece y la gente no está rezando lo suficiente'".

"Después de rezar ese rosario, Lekuru dijo que no se sentía normal, como si estuviera enferma. Se quedó en casa, sin salir. Hasta el 9 de mayo permaneció sin salir, y ella no ha visto la aparición por las que las masas acuden", explica el párroco, refiriéndose a las que se reúnen junto al árbol de aguacate.

Policías y militares que ven "algo", y algunas curaciones

El padre Apangu escribe en su informe: "muchas personas testifican haber visto a la Virgen María, incluyendo algunos de los policías y militares con los que he tratado personalmente. Estando en el lugar, vi a un oficial de la LDU [militar] señalando y llamando a sus compañeros para que vinieran y vieran. Una señora musulmana también testificó esto".

"La gente también me habló de la curación milagrosa de una mujer que se cree que ha estado lisiada 15 años, caminando a casa con normalidad, tras ser golpeada por el ejército bajo el árbol de aguacates. Y un hombre ciego también ha recibido la vista. Otra cosa que declara la gente es que hombres del ejército furiosos que querían cortar el árbol de aguacates o acribillarlo a balazos se calmaron milagrosamente", añade el informe del párroco.

"Felister, la viuda, también afirma haber recibido un mensaje de la Virgen María: que acampará allí durante 15 días y le dará otros mensajes antes de partir. La Virgen María ordenó a Felister ayunar. De hecho, en los últimos 8 días Felister sobrevive sólo con agua", afirma el informe del párroco.

La diócesis se toma su tiempo para investigar

La diócesis de Arua proseguirá su investigación y ya ha anunciado que la Iglesia se toma sus tiempos para examinar los hechos. Arua no es una diócesis pequeña: su obispo desde 2010, el ugandés Sabino Ocan Odoki, tiene que pastorear a una población de casi 3 millones de habitantes, de los que un 60% son católicos. Por el momento, en su web oficial no comenta nada de las apariciones y se centra más bien en animar a todos -especialmente a los jóvenes, que en Uganda son la mayoría de la población- a respetar las normas de confinamiento y distancia social contra el coronavirus.

En 2016 se murió el obispo emérito de la diócesis de Arua, y la gente participaba en su cortejo funerario con cantos alegres, confiados en las promesas de resurrección de Cristo


Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 27 de mayo de 2020

Santo Evangelio 27 de mayo 2020



Día litúrgico: Miércoles VII de Pascua

Texto del Evangelio (Jn 17,11b-19): En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura.

»Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad».


«Que tengan en sí mismos mi alegría colmada»

Fr. Thomas LANE
(Emmitsburg, Maryland, Estados Unidos)

Hoy vivimos en un mundo que no sabe cómo ser verdaderamente feliz con la felicidad de Jesús, un mundo que busca la felicidad de Jesús en todos los lugares equivocados y de la forma más equivocada posible. Buscar la felicidad sin Jesús sólo puede conducir a una infelicidad aún más profunda. Fijémonos en las telenovelas, en las que siempre se trata de alguien con problemas. Estas series de la TV nos muestran las miserias de una vida sin Dios.

Pero nosotros queremos vivir el día de hoy con la alegría de Jesús. Él ruega a su Padre en el Evangelio de hoy «y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada» (Jn 17,13). Notemos que Jesús quiere que en nosotros su alegría sea completa. Desea que nos colmemos de su alegría. Lo que no significa que no tengamos nuestra cruz, ya que «el mundo los ha odiado, porque no son del mundo» (Jn 17,14), pero Jesús espera de nosotros que vivamos con su alegría sin importar lo que el mundo pueda pensar de nosotros. La alegría de Jesús nos debe impregnar hasta lo más íntimo de nuestro ser, evitando que el estruendo superficial de un mundo sin Dios pueda penetrarnos.

Vivamos pues, hoy, con la alegría de Jesús. ¿Cómo podemos conseguir más y más de esta alegría del Señor Jesús? Obviamente, del propio Jesús. Jesucristo es el único que puede darnos la verdadera felicidad que falta en el mundo, como lo testimonian esas citadas series televisivas. Jesús dijo, «si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis» (Jn 15,7). Dediquemos cada día, por tanto, un poco de nuestro tiempo a la oración con las palabras de Dios en las Escrituras; alimentémonos y consumamos las palabras de Jesús en la Sagrada Escritura; dejemos que sean nuestro alimento, para saciarnos con su alegría: «Al inicio del ser cristiano no hay una decisión ética o una gran idea, sino el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida» (Benedicto XVI).

De la ouija y la new age al ateísmo más materialista... pero su primer bebé chocaba con esa teoría

Christine, The Catholic Mama, su marido Pat y sus hijos - su camino a la fe fue largo y con etapas

La historia de fe de Christine Mooney-Flynn, bloguera de The Catholic Mama, y su marido Pat

De la ouija y la new age al ateísmo más materialista... pero su primer bebé chocaba con esa teoría

Christine, The Catholic Mama, su marido Pat y sus hijos - su camino a la fe fue largo y con etapas

Christine Mooney-Flynn es madre de familia numerosa y se bautizó en la Vigilia Pascual de 2018, después de un viaje espiritual largo y complejo que le llevó de la New Age, al ateísmo materialista y luego al cristianismo, pasando por la ouija, el aborto, los comportamientos autodestructivos y casi el divorcio. "Ahora soy mucho más amable, más gentil, más paciente", constata en su testimonio en CHnetwork. Habla de su vida familiar y de sus experiencias de fe en su blog The Catholic Mama y sube sus fotos sobre maternidad, familia y oración a su cuenta de Instagram. Ha encontrado en Cristo un equilibrio que faltó en su pasado.

Padres ex-católicos que despreciaban la fe

Christine explica que se educó en un hogar feliz y estable. Tanto su padre como su madre venían de familias católicas y numerosas. Pero en cuanto pudieron dejaron de ir a misa. Se casaron por la iglesia a regañadientes y no bautizaron a Christine ni sus hermanos. Todo eso eran tonterías, decía el padre. "Explícita o implícitamente nos enseñaban que la religión era, como mucho, un sistema de creencias innecesario que mantenía intelectualmente sedadas a las personas; peor, podía ser la causa de la mayoría de las atrocidades de la historia, si no todas".

Pero Christine desde que era una niña pequeña tenía inquietud espiritual y creía en Dios. De Él sabía:

- alguna cosa que le decía su mejor amiga, una católica
- alguna cosa que veía en Los Diez Mandamientos, cuando la película se ponía en la televisión en Semana Santa

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Christine, ya católica, con su rosario

Territorio fundamentalista: mucho hablar del infierno

Aún con 6 años, la familia pasó de la cosmopolita California a Carolina del Norte, a una zona rural y conservadora con muchos vecinos evangélicos "pelmazos". La insistencia y el poco tacto de los cristianos protestantes que conoció en su infancia y juventud alejarían a Christine de Cristo durante décadas.

"Una vecina presumía mucho de ser cristiana devota, pero no dejaba a un niño afroamericano jugar en su patio. Otra le decía a mi madre que yo iría al infierno, sin prestar atención a los líos de sexo y drogas de sus hijos. Eran cristianos que no vivían como se suponía que debían", recuerda.

Muchas veces de niña y adolescente le preguntaron: "¿has aceptado a Jesús como Señor y Salvador personal?" Ella en realidad no sabía casi nada de Jesús. De hecho, nadie le hablaba del amor del Jesús, sólo del riesgo -o la certeza absolutísima- de que iría al infierno.

"Los cristianos eran arrogantes, hipócritas y no quería aceptar a Jesús si significaba mezclarse con gente así", recuerda. "Los más ruidosos y seguros eran los que parecía que sólo te hablaran de Jesús para que supieras lo que te ibas a perder una vez estuvieras en el infierno".

Siete espíritus con la ouija: orgullo de ser "especial"

Avanzada la adolescencia, Christine empezó a tener sueños que luego parecían cumplirse, tanto en acontecimientos cotidianos como en las noticias. Y empezó a tratarse con una chica amigable, pero promiscua, y además interesada en espiritualidades "alternativas". Un día se juntaron para consultar la ouija, el tablero adivinatorio.

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"El tablero nos dijo que moriría un compañero de clase, lo que sucedió años después, y detalló un desastre natural con una fecha concreta. Emocionadas con la información, insistimos".

- ¿Cuántos espíritus hay aquí?- preguntaron
- Siete - señalo el tablero letra a letra.

Se sintieron muy especiales, muy poderosas. No uno ni dos, ¡siete espíritus venían a servirlas! "Nunca se nos ocurrió preguntarnos si eran espíritus buenos o malos", señala hoy.

Para ella se inició un rasgo que le acompañaría décadas: el orgullo de sentirse espiritualmente superior, distinta, y convencida de que el resto de la humanidad nunca la entendería ni podía comprender ni valorar sus actos, porque ella tenía visión, y los demás, grises y torpes, no.

Espiritualidad new age: todo vale porque "soy especial"

Christine desarrolló su propia espiritualidad. Decidió que tras la muerte los espíritus deciden cómo y dónde volver a encarnarse, para seguir "aprendiendo". Todo lo que se hace en vida habría sido "decidido" en la etapa espiritual. "No había verdad, sólo una colección caótica de lo que quería creer, que podía cambiar en cualquier momento, para encajar en mis antojos o evitar cualquier incomodidad moral", recuerda.

Al ser tan "especial", estaba autorizada a saltarse las normas comunes, es decir, las de la exigente moral judeocristiana. "No me pertenecían, yo estaba en la senda de algo mayor". No existían los errores ni los actos malos. Todo era aceptable porque de todo se aprendía (no en el sentido moral). Mentir, ser promiscua, abandonar trabajos sin avisar, dañar a amigos y parientes, etc... todo estaba "bien" si a todo lo llamas "aprendizaje".

Aborto y depresión post-aborto

En su último año de instituto Christine quedó embarazada y decidió abortar. "Le pedí perdón al bebé en mi interior pero racionalicé que tanto él como yo jugábamos papeles que habíamos decidido siendo espíritus, ya viendo que esto pasaría y nos haría seres más avanzados. ¿Qué era el cuerpo sino harapos de nuestra prisión espiritual? Yo estaba liberando esa almita antes de que encontrara mucho sufrimiento".

Pero pese a sus racionalizaciones, ella sabía que abortar, matar un pequeño ser humano, estaba mal. "Y si no, ¿por qué me molestaba en pedirle perdón?"

Se practicó su aborto y se encerró en sí misma. El padre del bebé quería comentar y procesar juntos lo sucedido, pero ella quería aislarse, y rompieron. "Caí en una espiral de depresión con marihuana, alcohol y sexo casual. Apenas recuerdo la segunda mitad de ese curso final porque siempre estaba drogada". Se decía a sí misma que lo que la hundía era la ruptura con su ex-novio, pero sabía que en el fondo era el aborto.

Poco después vio a una compañera de instituto que también había quedado embarazada, pero ella era cristiana, había optado por la vida, y en pleno verano estaba radiante con su ropa premamá, un vestido blanco largo que flotaba. "Me sentí sucia, hundida y deseé haber sido tan valiente como ella".

Orientalismo y vida más sana

Poco después decidió hacer un esfuerzo por retomar el control de su vida. Abandonó a muchas malas amistades, dejó vicios, drogas y bebida y dedicó 6 meses a centrarse emocionalmente, comer bien, dormir bien. Un día su madre la alabó, dijo que "brillaba". Y volvió a su vieja etapa: sentirse especial, espiritual, elevada... o al menos parecerlo. Quería ser admirada y parecer misteriosa.

Leía new age y orientalismo, intentaba parecer "espiritualmente avanzada". Pero eso sólo podía mantenerse un breve tiempo, así que sólo podía pasar unas semanas en cada trabajo, en cada círculo de conocidos, en cada lugar. Además, su espiritualidad de "estamos aquí para aprender con experiencias" la obligaba a picotear experiencias aquí y allá. "Yo era todo fogonazos y fuegos de artificio, sin sustancia detrás", resume.

En su picoteo, exploró algo del judaísmo, porque parecía ofrecer algo de Dios "sin la distracción de Jesús". No perseveró. Dios le parecía una especie de juez mantenedor de la Dualidad, mientras esperaba un mundo futuro mejorado.

Se acaban los destellos: sequía espiritual

Pasaron unos pocos años y un día se dio cuenta de que se encontraba "seca". Ya casi no tenía esos "sueños" premonitorios, ni sensaciones "espirituales". "¿Y sin eso, qué era yo?"

Y el mundo exterior, ahora que lo miraba, parecía duro, muy duro, fuera de sus fantasías. El atentado de las Torres Gemelas del 11-S. Y un primo que se suicidó. Y un amigo que murió en accidente de coche yendo hacia su propia boda. ¿Es que el mal era más fuerte que el bien? ¿O Dios no existía? Todo el edificio de espiritualismo fantasioso y subjetivo se le tambaleaba ahora que era más adulta.

De hecho, ahora tenía un nuevo novio, Pat, ateo e inteligente. Quedó embarazada, nació el bebé y después se casaron.

Pat, un tipo a la vez muy racional y extrovertido, le dijo, con claridad, que Dios no existía. Christine recuerda que se sentó en la cama pensando que durante años había perdido el tiempo con cosas espirituales que no existen. Eran cosas de niña, de adolescente. "Ya no era una joven ingenua, ahora era razonable e inteligente". Y dijo en voz alta: "yo no creo en Dios". Le sonó como la primera vez que dijo una fuerte palabrota a su hermano: había roto un tabú, era algo extraño.

Atea y materialista... pero un bebé cambia muchas cosas

Pronto se reforzó en su nuevo ateísmo, y lo usaba para chinchar a los colegas del trabajo. Por ejemplo, en viernes de Cuaresma, si sabía que ayunaban, les tentaba con pizza de carne. Con amigos ateos se burlaba de los creyentes: "debe ser bonito ser tan ingenuo que te crees esas cosas", decían. Ya no era espiritualmente superior: ahora su superioridad venía por ser atea, algo mucho más sofisticado.

Pero por dentro algo le reconcomía. Había decidido aceptar que "el mundo era una colección de átomos al azar, sin propósito, que somos, al final, tuercas sin significado y olvidadas en una máquina de evolución sin sentimientos".

Pero ahora tenía un bebé, de ojos azules, de risa alegre. Ella había pensado que querer a un hijo se parecería a querer a su perro. Pero había descubierto que el bebé la llenaba de amor, que amaba locamente, profundamente. "Si mi ateísmo era cierto, significaba que todo el tiempo con el bebé, leyéndole, cuidándole, bañándole, haciéndole reír, no significaba nada. En cien años, todos comida de gusanos. Ese amor, ese tiempo, esa energía desaparecerían en la anda. Y eso me devastaba".

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Christine prepara un podcast mientras amamanta uno de sus bebés

La pareja en peligro

Para enfrentar ese hueco interior, Christine se dedicó a beber mucho -con o sin amigos- y a tragar mucha televisión. "Hacía lo que podía para aturdir mi dolor emocional sin llegar a nada demasiado extremo". Pero estaba hueca y se mantenía fría y distante con su marido.

Había peleas en casa. Se reconciliaban y perdonaban, pero cada vez tardaban más en darse ese perdón, y el nivel de trato cotidiano bajaba más tras cada crisis. Pat tardaba ahora más en perdonar.

Un día su marido le dijo que quizá lo que necesitaban eran más amigos, más vida social. Pero ¿dónde encontrar parejas jóvenes con bebés y niños pequeños? "¿En la iglesia?", propuso él. "No podemos ir a la iglesia a hacer amigos, tienes que creer de verdad en todos esos absurdos para ir", le recordó ella (que nunca había ido a ninguna iglesia).

Pasaron los meses, pero ahora Pat, "mi marido muy racional e inteligente había empezado a leer cosas extrañas, estaba explorando el budismo y el taoísmo y me hacía preguntas sobre mis antiguas creencias espirituales, que había abandonado mucho antes".

Una pregunta clave... sobre un Hombre especial

Un día, paseando, él preguntó a Christine:

- ¿Sabes mucho sobre Jesús?

Ella lo miró como si estuviera loco.

- Mmmm... sí, claro, hice mi investigación hace mucho y llegué a mi conclusión. Bastante interesante, pero no para mí...

- Sí, pero ¿sabes lo que Él hacía? ¿Quién decía ser?

- No es mi señor y salvador personal, si es a lo que vas. Ya me harté de ese rollo al crecer. Si la gente es tan débil que necesita un hombre intermedio entre ellos y Dios, supongo que puede servirles a ellos...

Pero Pat estaba volcado en un proceso de lectura e investigación sobre Jesús. "Se estaba haciendo más amable, mejor padre y marido, pero yo me enfadaba con él porque él estaba cambiando y yo me quedaba atrás", señala.

Entonces Pat animó a Christine a leer El caso de Cristo, el famoso libro del periodista Lee Strobel. Pat dijo: "Creo que te gustará. Va de un periodista de investigación que es ateo y empieza a investigar a Jesús desde una perspectiva histórica". Lo de "ateo" e "histórico" intrigó a Christine. Decidió leerlo teniendo muy claro que no iba a hacerse cristiana, que no necesitaba ser salvada ni debía nada a Jesús, como habían insistido los evangélicos pelmazos de su juventud.

Pero el libro presentaba a Jesús no sólo como una figura histórica. Hablaba del amor de Jesús, algo a lo que ella no había estado expuesta. Y hablaba del Pecado Original como algo muy realista: hay pecado y mal en el mundo y sólo Dios puede quitarlo. Y hay cosas buenas, y Él está detrás. Y ahí las heridas del pasado, el amor a los hijos, el deseo de algo más... todo encajó en Christine.

Cerró el libro, se sentó muy quieta donde años antes se había declarado no creyente y ahora dijo: "Soy cristiana. Soy cristiana".

Un anuncio: "¿y si durante 30 días simplemente creyeras?"

En Facebook le aparecía un anuncio insistente, no recuerda de qué: "¿y si durante 30 días simplemente creyeras?" Decidió vivir como cristiana 30 días "de prueba" (rezando, leyendo la Biblia, yendo a la iglesia), pero muchos menos le bastaron para convencerse.

Empezaron acudiendo a una iglesia luterana, buscando reverencia en el culto. Pero Pat quería explorar el catolicismo. Vieron juntos la serie televisiva "Catolicismo", del obispo Robert Barron. Y el capítulo sobre la Eucaristía les asombró e intrigó. Ahora Christine entendía la belleza de los templos, el ritual, el incienso, las velas, los adornos, las inclinaciones de los sacerdotes... ahí pasaba algo.

Pocos días después fueron a una misa, la primera de Christine. Antes de que sonaran las campanillas, ellos ya estaban de rodillas en la consagración. "Entendí y supe que no bastaba con ser cristianos. Necesitaba el todo, era católica".

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Christine en su confirmación en Pentecostés

Después de unos meses de formación, en la Vigilia Pascual de 2018 ella se bautizaba y semanas después recibía la confirmación. Su matrimonio fue bendecido por la Iglesia.

Ser cristiana, dice, implica dejar algunas comodidades para hacer lo que Dios pide. "Pero la calidad de mi vida ha cambiado. La desesperación que me consumía es ya sólo un viejo recuerdo. Soy más amable, más gentil, más paciente. Mi matrimonio lo vivimos como un sacramento de forma realmente hermosa. Soy mejor madre, esposa, hija y amiga. Me preocupo por los demás de manera más profunda. Cristo tomó lo viejo y roto de mí y creó a alguien completamente nuevo en cuanto me abrí un poquito a Él", asegura.

Fuente. Religión en Libertad

martes, 26 de mayo de 2020

Santo Evangelio 26 de mayo 2020


Día litúrgico: Martes VII de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 17,1-11a): En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.

»Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese. He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado.

»Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti».


«Padre, ha llegado la hora»

Rev. D. Pere OLIVA i March
(Sant Feliu de Torelló, Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio de san Juan —que hace días estamos leyendo— comienza hablándonos de la “hora”: «Padre, ha llegado la hora» (Jn 17,1). El momento culminante, la glorificación de todas las cosas, la donación máxima de Cristo que se entrega por todos... “La hora” es todavía una realidad escondida a los hombres; se revelará a medida que la trama de la vida de Jesús nos abra la perspectiva de la cruz.

¿Ha llegado la hora? ¿La hora de qué? Pues ha llegado la hora en que los hombres conozcamos el nombre de Dios, o sea, su acción, la manera de dirigirse a la Humanidad, la manera de hablarnos en el Hijo, en Cristo que ama.

Los hombres y las mujeres de hoy, conociendo a Dios por Jesús («las palabras que tú me diste se las he dado a ellos»: Jn 17,8), llegamos a ser testigos de la vida, de la vida divina que se desarrolla en nosotros por el sacramento bautismal. En Él vivimos, nos movemos y somos; en Él encontramos palabras que alimentan y que nos hacen crecer; en Él descubrimos qué quiere Dios de nosotros: la plenitud, la realización humana, una existencia que no vive de vanagloria personal sino de una actitud existencial que se apoya en Dios mismo y en su gloria. Como nos recuerda san Ireneo, «la gloria de Dios es que el hombre viva». ¡Alabemos a Dios y su gloria para que la persona humana llegue a su plenitud!

Estamos marcados por el Evangelio de Jesucristo; trabajamos para la gloria de Dios, tarea que se traduce en un mayor servicio a la vida de los hombres y mujeres de hoy. Esto quiere decir: trabajar por la verdadera comunicación humana, la felicidad verdadera de la persona, fomentar el gozo de los tristes, ejercer la compasión con los débiles... En definitiva: abiertos a la Vida (en mayúscula).

Por el espíritu, Dios trabaja en el interior de cada ser humano y habita en lo más profundo de la persona y no deja de estimular a todos a vivir de los valores del Evangelio. La Buena Nueva es expresión de la felicidad liberadora que Él quiere darnos.

¿Puede cambiar el Rosario tu vida? «El poder en mis manos», una película con testimonios asombrosos

La película cuenta historias reales sobre la fuerza del Rosario en las personas

Se estrenó online el pasado 21 de mayo

¿Puede cambiar el Rosario tu vida? «El poder en mis manos», una película con testimonios asombrosos

La película cuenta historias reales sobre la fuerza del Rosario en las personas

Desde este jueves 21 de mayo ya se puede ver online el premiado documental norteamericano que trata sobre los frutos asombrosos del rezo del rosario para cambiar vidas. Se titula El poder en mis manos y se puede alquilar ya en EstrenosDeCineDigital.com por 6 euros.

Este documental de testimonios emocionantes y asombrosos ha obtenido ya varios premios:

– el 2º puesto en el XXXIV Festival Internacional de Cine Católico “KSF Niepokalana 2019″ en Polonia
– el Vatican II Award for Service in Communication (para los productores ejecutivos del filme)
– el Gabriel Award de 2019 de la Asociación de la Prensa Católica norteamericana (categoría documental más de 60 minutos)

Tal y como informa Cari Filii News, en El Poder en mis manos, algunas figuras populares en EEUU, y también familias comunes con historias edificantes, nos presentan la belleza y el poder del rosario, tal como lo han vivido en su testimonio personal.



Entre las historias humanas que se nos cuentan encontramos:

– el deportista Philip Rivers, quarterback en la NFL con ‘Los Angeles Chargers’, da su testimonio como esposo y padre de ocho hijos; explica que el rosario es fundamental en su vida cotidiana y su carrera deportiva

– Jeff Cavins, popular orador católico, explica las raíces bíblicas del rosario

– Nancy Salerno, esposa y madre, ha criado cuatro hijos, uno de los cuales tiene una grave discapacidad; el rosario ha ayudado a su familia en sus retos

– Rebecca Roubion (joven artista discográfica) y Chris Czarka cuentan cómo el rosario puede ayudar en una historia de amor entre jóvenes de hoy

– el diácono Harold Burke-Sivers, de Portland, fue criado solo por su madre; milagrosamente su padre tuvo una conversión a la fe y la paz tras ver en televisión a la Madre Angélica en su canal EWTN; detrás estaba la oración diaria del rosario de su madre durante 20 años.

– el sacerdote Donald Calloway antes fue presidiario… varias veces; experimentó una conversión radical. Ordenado sacerdote en 2003, es un orador muy conocido que predica hoy sobre la Divina Misericordia y la Virgen María, a partir de su historia de conversión.

– el obispo nigeriano Oliver Dashe Doeme cuenta una visión que experimentó: Jesucristo se le apareció y extendió una espada hacia él. “Tan pronto como recibí la espada, se convirtió en un rosario”, dijo el obispo, y agregó que Jesús le dijo tres veces: “Boko Haram se fue”. El obispo Doeme anima a rezar el rosario para que el grupo terrorista islamista Boko Haram desaparezca.


– la hermana Mary Samuel Handwerker es una de las cuatro fundadoras de la Congregación de las Hermanas Dominicas de María Madre de la Eucaristía. Fundada en 1997, hoy son más de 130 hermanas. Tras más de 40 años en el ámbito educativo, la Hna. Mary Samuel supervisa los proyectos de construcción de las nuevas escuelas y conventos, además de otras ocupaciones.

Detrás de la película está el Apostolado de Evangelización del Rosario, con John Shoemaker y Ryan Freng como directores y Margie Mandli como guionistas.

No es “para señoras mayores”; es para todo el mundo

Uno de los protagonistas de la película explica que mucha gente joven tiende a pensar que el rosario es “para funerales y señoras mayores”. En parte esta película busca cambiar esta idea con sus testimonios de personas más jóvenes que han decidido poner sus vidas en manos de la intercesión de María con esta oración.

Por ejemplo, el jugador de fútbol americano Philip Rivers es un hombre fuerte, que cuando tiene la pelota y corre siente que tiene “poder en sus manos”. Pero ese poder depende de él, de cómo tira la pelota, cómo corre. Pero, con el rosario, tiene “poder en sus manos” que en realidad depende de Dios.

“Siendo obediente y rezando el rosario, doy el poder a Dios Todopoderoso y a nuestra Bendita Madre como su mayor intercesora, para que usen ese poder para repartir gracias, sobre nosotros y todo el mundo”, explica el deportista.

Para los hombres, un arma para proteger y luchar

La película habla a madres de familia y a muchachas, pero también se esfuerza en hablar a los varones, presentándoles el rosario como un arma poderosa para las luchas que requiere nuestra época. El padre Donald Calloway, de los Marianos de la Inmaculada Concepción, cuenta su vida juvenil de drogas, promiscuidad y prisión. Su madre, conversa al catolicismo, rezaba por él. Un día, con un impulso repentino, él leyó un libro sobre la Virgen… y cambió completamente.


El padre Calloway, que tiene interés por el mundo de las armas, presenta al rosario como un arma para ser mejores “padres, esposos y protectores”, con la oración como “grito de batalla tronador”.

“María, dame un buen hombre”

El enfoque para las familias jóvenes es también importante. Así Rebecca, la joven música de Nashville, rezaba el rosario pidiendo la intercesión de la Virgen para conseguir “un buen hombre”. Hoy reza el rosario con su marido Chris cada día para fortalecer su relación.


Animará a muchos el testimonio de Kelly Wahlquist, fundadora de Mujeres en la Nueva Evangelización. Sus hijos ponían cara de víctimas cada vez que llegaba el momento del rosario familiar. Sin embargo, años después, en un trabajo en la universidad, su hija escribió que rezar el rosario en familia fue una de las cosas que más la influyó en su infancia.

La película así muestra el rosario como una forma de transformar vidas y familias desde lo cotidiano. Una forma cercana de introducir la épica (y la lírica) de Dios en los esfuerzos del día a día, para todas las edades y situaciones.

Artículo publicado en Cari Filii News.

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 25 de mayo de 2020

Santo Evangelio 25 de mayo 2020



Texto del Evangelio (Jn 16,29-33): 

En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús: «Ahora sí que hablas claro, y no dices ninguna parábola. Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios». Jesús les respondió: «¿Ahora creéis? Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo».


«¡Ánimo!: yo he vencido al mundo»

Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala
(Sant Hipòlit de Voltregà, Barcelona, España)

Hoy podemos tener la sensación de que el mundo de la fe en Cristo se debilita. Hay muchas noticias que van en contra de la fortaleza que querríamos recibir de la vida fundamentada íntegramente en el Evangelio. Los valores del consumismo, del capitalismo, de la sensualidad y del materialismo están en boga y en contra de todo lo que suponga ponerse en sintonía con las exigencias evangélicas. No obstante, este conjunto de valores y de maneras de entender la vida no dan ni la plenitud personal ni la paz, sino que sólo traen más malestar e inquietud interior. ¿No será por esto que, hoy, las personas van por la calle enfurruñadas, cerradas y preocupadas por un futuro que no ven nada claro, precisamente porque se lo han hipotecado al precio de un coche, de un piso o de unas vacaciones que, de hecho, no se pueden permitir?

Las palabras de Jesús nos invitan a la confianza: «¡Ánimo!: yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), es decir, por su Pasión, Muerte y Resurrección ha alcanzado la vida eterna, aquella que no tiene obstáculos, aquella que no tiene límite porque ha vencido todos los límites y ha superado todas las dificultades.

Los de Cristo vencemos las dificultades tal y como Él las ha vencido, a pesar de que en nuestra vida también hayamos de pasar por sucesivas muertes y resurrecciones, nunca deseadas pero sí asumidas por el mismo Misterio Pascual de Cristo. ¿Acaso no son “muertes” la pérdida de un amigo, la separación de la persona amada, el fracaso de un proyecto o las limitaciones que experimentamos a causa de nuestra fragilidad humana?

Pero «sobre todas estas cosas triunfamos por Aquel que nos amó» (Rom 8,37). Seamos testigos del amor de Dios, porque Él en nosotros «ha hecho (...) cosas grandes» (Lc 1,49) y nos ha dado su ayuda para superar toda dificultad, incluso la muerte, porque Cristo nos comunica su Espíritu Santo.

¿Eutanasia? Médico de paliativos: «Un enfermó me la pidió y cuando se controló el dolor, la rechazó»

Adriá Gómez es médico internista, tiene un máster en Bioética y ha trabajado en una unidad de cuidados paliativos

Adriá Gómez es católico practicante y habla del papel de la fe en el hospital

¿Eutanasia? Médico de paliativos: «Un enfermó me la pidió y cuando se controló el dolor, la rechazó»

Adriá Gómez es médico internista, tiene un máster en Bioética y ha trabajado en una unidad de cuidados paliativos

El coronavirus ha puesto de manifiesto la muerte, el dolor y también ha evidenciado la necesidad de una buena muerte, justo cuando muchos pacientes han muerto solos sin poder ser acompañados debido al colapso sanitario.

Pese a esta situación con casi 30.000 muertos oficiales, el Gobierno sigue empeñado en sacar adelante su ley de eutanasia, y ni siquiera se ha parado a plantearse aplicar primero unos buenos cuidados paliativos, justo cuando se ha puesto de manifiesto lo importantes que son.

El doctor Adriá Gómez es uno de los miles de médicos españoles que estas semanas se ha entregado en cuerpo y alma a salvar vidas o al menos en que tuvieran una muerte lo más aceptable posible. Es médico internista, tiene un máster de Bioética por la Universidad Católica de Murcia y además tiene experiencia en una unidad de cuidados paliativos.

Cuidados paliativos versus eutanasia

A tenor su experiencia médica, el doctor Gómez indicaba en una entrevista que recoge la diócesis de Córdoba que “las personas quieren vivir, es excepcional una petición en otro sentido y está más bien condicionada por otro tipo de factores: dolor, mal control sintomático, soledad o ausencia de soporte. Verdaderamente la gente quiere vivir, así lo he comprobado en mi tiempo de servicio en una unidad de cuidados paliativos”.

paliativos

Ante la posibilidad cada vez más real de que se legalice la eutanasia en España, este médico asegura que en la unidad de cuidados paliativos en la que estaba “(la eutanasia) me la pidió en una ocasión un paciente con síndrome refractario del dolor y cuando se controló el dolor, la rechazó y una persona con ELA que todavía no presentaba síntomas de la enfermedad. En ese momento, la ley no lo permitía y éste fue un resguardo para profesionales que no creemos en este tipo de medidas. Después, el paciente lo aceptó, tuvo un buen seguimiento con nosotros y finalmente falleció tranquilamente en su casa”.

En su opinión, en caso de que se aprobara la eutanasia los que la demandarían personas que estén “en posición de debilidad”. Es decir, “la soledad o la precariedad crean un sentimiento de culpa y carga en el enfermo. La eutanasia abre la puerta a pacientes vulnerables que ven en ella una salida para aliviar el sufrimiento a sus familiares”.

La fe en médicos y pacientes

Sin embargo, el doctor Gómez insiste en que “cuando se dan unos cuidados paliativos que llegan a tiempo y dan la posibilidad de acompañar a la familia y facilitar el soporte social, los pacientes no quieren morir, sino vivir; es cuando más valoran su biografía. Trasladar al paciente que merece la pena vivir cada día es el fin último de los cuidados paliativos, esta es la filosofía que subyace: hacerle ver el sentido de su vida, que merece la pena vivir cada día”.

Además, este médico es católico practicante. Y en un testimonio que también publica la diócesis cordobesa habla que ante tantos casos que ha visto de personas afrontando el final de su vida, “la enfermedad como otros acontecimientos de sufrimiento en la vida, ponen de manifiesto la verdadera fe de las personas. Y también en ese sufrimiento ves fe que deslumbra a través de la enfermedad”.

El doctor Gómez afirma que este hecho “es lo que más me ha corregido mi profesión, es decir, ver cómo personas con fe no se escandalizan del sufrimiento, de su enfermedad, de su discapacidad. Estos enfermos no reniegan, y sobre todo siempre hablan del bien que representa Dios en sus vidas. Suelen decir ‘Dios me ayuda...’, ‘no me ha abandonado...’, ‘es para mí salvación...’, ‘puedo estar contento...’,’la vida es un Don...’, ‘doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado...’. Es realmente edificante poder escuchar esta vida en medio del sufrimiento. Vida que solo puede dar Cristo en medio de la muerte. Cristo que se encuentra a través de la fe, y que es Don que regala Dios a quien la pide y la busca”.

Este médico recuerda un caso concreto que le impactó. “Como cristiano en mi profesión lo que más me ha marcado es ser instrumento para colaborar con la salvación de las personas. Ese momento de ‘sacar’ del pozo, de la ‘muerte’ a una persona con tu palabra. Recuerdo a un paciente EPOC terminal (enfermedad bronquial secundaria al tabaco excesivo) que estaba en aislamiento en el hospital y que no recibía más visita que el médico y la enfermera cuando pasaba. En una guardia me avisaron por ahogo y tras atenderlo empezó a injuriar por si situación, su angustia, su penuria, su soledad... cuando terminó solo le dije, ‘no estás solo’ y miré al cielo... en ese momento cambió su rostro y su actitud... Por su mujer supe meses más tarde que había fallecido pero algo cambio en él, pidió perdón a los que rodeaba, se acercó a la Iglesia, murió en paz”.

"Todos son hijos de Dios"

Adriá Gómez se lamenta de que por desgracia el “mundo tecnicista” impregna la realidad diaria, también en la medicina. “Es importante estar en la vanguardia, la ciencia y la evidencia pero no nos podemos dejar atrás lo que realmente trasciende al enfermo, su vida, su biografía, sus expectativas y sus creencias. Nunca podremos curar verdaderamente a las personas si no las amamos de corazón. Porque como me dijo no hace mucho la hija de un paciente: ‘trátelo bien que es miembro fundador de un partido político y ha luchado por todos los progresos sociales’. Yo le transmití lo que la Iglesia me ha enseñado: ‘lo trataré bien porque para mí todos son hijos de Dios y se merecen la mayor dignidad’”.

"Dios acontece en momentos concretos de la enfermedad, del sufrimiento, en cada persona lo hacen un momento concreto, de una determinada manera. Es ahí donde la persona se pregunta si está Dios, si será verdad que Dios existe. Y es también ahí donde los cristianos podemos dar testimonio de que la muerte está vencida, que Dios y el cielo existe y que en la cruz no se acaba todo, que la cruz es la herramienta, la llave, el misterio que ha usado Dios para encontrarse con los hombres y salvarlos", concluye.

Fuente: Religión en Libertad