domingo, 31 de enero de 2021

Santo Evangelio 31 de Enero 2021

 


Texto del Evangelio (Mc 1,21-28): 

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

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«¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!»

Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala

(Sant Hipòlit de Voltregà, Barcelona, España)

Hoy, Cristo nos dirige su enérgico grito, sin dudas y con autoridad: «Cállate y sal de él» (Mc 1,25). Lo dice a los espíritus malignos que viven en nosotros y que no nos dejan ser libres, tal y como Dios nos ha creado y deseado.

Si te has fijado, los fundadores de las órdenes religiosas, la primera norma que ponen cuando establecen la vida comunitaria, es la del silencio: en una casa donde se tenga que rezar, ha de reinar el silencio y la contemplación. Como reza el adagio: «El bien no hace ruido; el ruido no hace bien». Por esto, Cristo ordena a aquel espíritu maligno que calle, porque su obligación es rendirse ante quien es la Palabra, que «se hizo carne, y puso su morada entre nosotros» (Jn 1,14).

Pero es cierto que con la admiración que sentimos ante el Señor, se puede mezclar también un sentimiento de suficiencia, de tal manera que lleguemos a pensar tal como san Agustín decía en las propias confesiones: «Señor, hazme casto, pero todavía no». Y es que la tentación es la de dejar para más tarde la propia conversión, porque ahora no encaja con los propios planes personales.

La llamada al seguimiento radical de Jesucristo, es para el aquí y ahora, para hacer posible su Reino, que se abre paso con dificultad entre nosotros. Él conoce nuestra tibieza, sabe que no nos gastamos decididamente en la opción por el Evangelio, sino que queremos contemporizar, ir tirando, ir viviendo, sin estridencias y sin prisa.

El mal no puede convivir con el bien. La vida santa no permite el pecado. «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro» (Mt 6,24), dice Jesucristo. Refugiémonos en el árbol santo de la Cruz y que su sombra se proyecte sobre nuestra vida, y dejemos que sea Él quien nos conforte, nos haga entender el porqué de nuestra existencia y nos conceda una vida digna de Hijos de Dios.

El Covid reaviva la fe en España en los más religiosos e incluso en los menos: encuesta en 14 países


 El Covid reaviva la fe en España en los más religiosos e incluso en los menos: encuesta en 14 países

Sacerdote da la comunión

La pandemia ha provocado un pequeño reavivamiento de la fe en las principales economías mundiales

Se va a cumplir un año del inicio de una pandemia a nivel mundial, la más importante en el último siglo, y que en estos meses no sólo ha acabado con la vida de cientos de miles de personas sino que ha modificado el estilo de vida y las costumbres de las sociedades

El coronavirus ha confinado países enteros, sigue haciéndolo en esta tercera ola, ha cerrado iglesias y colegios, y ha paralizado las economías nacionales provocando además de la crisis sanitaria otra social y económica.

Pero una pregunta que se hacen muchos es: ¿cómo ha afectado la pandemia a la fe de las personas? El Covid, ¿ha aumentado o ha disminuido la fe de la gente? Para responder a esto el Pew Research Center ha publicado una macroencuesta realizada en 14 países de economías avanzadas donde han entrevistado a más de 14.000 personas. 

Concretamente, este estudio sobre la influencia del Covid en la religiosidad de las personas y otros aspectos como las relaciones familiares se realizó este verano, tras la primera ola, en Estados Unidos, España, Italia, Canadá, Australia, Reino Unido, Francia, Corea del Sur, Bélgica, Holanda, Alemania, Japón, Suecia y Dinamarca.

Según los datos obtenidos por la encuestadora Gallup, en España la pandemia ha provocado que haya un cierto reavivamiento de la fe en la población en general, pero sobre todo en las personas ya creyentes.



Respuesta sobre si el coronavirus ha fortalecido (stronger), debilitado (weaker) o no ha afectado a su fe

Este fortalecimiento de las creencias religiosas debido al virus se ha producido sobre todo en EEUU y después en España e Italia, países con una importante tradición religiosa aunque en proceso de rápida secularización.

En España, un 16% de los encuestados asegura que su fe se ha vuelto más fuerte durante la pandemia, siendo así el segundo país de los encuestados. En el lado opuesto se sitúa el 5% que asegura que se ha debilitado. Como dato negativo cabe destacar que tan sólo en Corea hay un porcentaje mayor de ciudadanos que han visto disminuir su fe en este tiempo. Por su parte, el 78%  de los españoles afirma no haber cambiado durante estos meses.

Este porcentaje de personas que han avivado su fe sólo es superado por Estados Unidos, donde el 28% afirma tener unas creencias religiosas más fuertes, frente a un 4% que asegura que son ahora más débiles. Tras España aparecen en la lista Italia y Canadá.

Haciendo una media de estos 14 países industrializados, la fe habría aumentado en un 10% de la población, disminuido en un 3% y se habría mantenido inalterable en el 85% de los ciudadanos, es decir, en la inmensa mayoría.

Los españoles religiosos fortalecen su fe


La pandemia también ha influido en las personas que en la encuesta han asegurado que la religión es “muy importante” en sus vidas.

En este caso España encabeza la lista. Un 49% de estas personas cuya religión “es muy importante” confiesa que su fe se ha hecho más fuerte durante esta etapa Covid, frente a un 6% que asegura que ha disminuido.

Estados Unidos, Italia y Canadá aparecen en los siguientes puestos, aunque en estos tres casos el porcentaje de personas con su fe más debilitada es menor al de España.

Un caso llamativo es el de Corea del Sur, donde un 14% de este segmento de la población “creyente” asegura que su fe se ha debilitado. Es el país que sufre una mayor caída, seguida de Francia (8%) y Reino Unido (7%).

Otro dato a destacar está en el aumento de la fe en quienes se definen como personas para las que la religión no es importante en sus vidas. Entre ellos, la fe ha aumentado en el 6% de los españoles y coreanos que se definieron así y en el 11% de los estadounidenses.

Influencia del Covid en las creencias de las personas para las que la religión es muy importante en sus vidas

Influencia del Covid en las creencias de las personas para las que la religión es muy importante en sus vidas. En España, el 49% de estas personas ha visto fortalecer su fe / Gráfico elaborado por Christianity Today con los datos del Pew Research Center

La riqueza y la educación también juegan un papel: en algunos países, las personas con ingresos más bajos y menos educación tienen más probabilidades que otras de decir que la pandemia ha reforzado su fe religiosa.

Las personas con ingresos más bajos son más propensas a decir que el coronavirus aumentó su fe. Cuando se trata de ingresos, las brechas más grandes aparecen en EEUU y España, donde las personas con ingresos medios nacionales o por debajo de ellos están 12 puntos por encima de la media en que su fe religiosa se ha fortalecido. También hay diferencias significativas por grupo de ingresos en Canadá, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Francia, Corea del Sur y Japón.

Las personas con menos estudios son igualmente significativamente más propensas que aquellas con educación secundaria o superior a decir que su fe religiosa personal se ha profundizado en cinco de los países encuestados: España (aquellos con menos educación tienen 11 puntos más probabilidades de contestar esto), Italia (8 puntos), EEUU (7 puntos), Francia (5 puntos) y Japón (3 puntos).

El estudio de Pew Research Center no encontró diferencias significativas entre hombres y mujeres en general, pero “dos casos excepcionales” fueron los de Italia y Corea del Sur. En Italia, el 20 por ciento de las mujeres dice que su fe se ha fortalecido frente a solo el 10 por ciento de los hombres. En Corea del Sur, el 13 por ciento de las mujeres dice que su fe se ha fortalecido frente a solo el 8 por ciento de los hombres.

La religión es solo uno de los muchos aspectos de la vida que se han visto afectados por la pandemia. Las relaciones familiares también se han visto afectadas por bloqueos, turbulencias económicas y las consecuencias de enfermarse. Muchos en los países que se vieron muy afectados por las primeras oleadas de infecciones y muertes en la primavera dicen que sus relaciones familiares se han fortalecido. Es el caso de España (42%), Italia, Reino Unido y Estados Unidos (41% cada uno).


Fuente: Religión en Libertad

 

sábado, 30 de enero de 2021

Santo Evangelio 30 de Enero 2021

 





Texto del Evangelio (Mc 4,35-41): 

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con Él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».

Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?». Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?».

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«¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?»


Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez

(St. Esteve de P., Barcelona, España)

Hoy, el Señor riñe a los discípulos por su falta de fe: «¿Cómo no tenéis fe?» (Mc 4,40). Jesucristo ya había dado suficientes muestras de ser el Enviado y todavía no creen. No se dan cuenta de que, teniendo con ellos al mismo Señor, nada han de temer. Jesús hace un paralelismo claro entre “fe” y “valentía”.

En otro lugar del Evangelio, ante una situación en la que los Apóstoles dudan, se dice que todavía no podían creer porque no habían recibido el Espíritu Santo. Mucha paciencia le será necesaria al Señor para continuar enseñando a los primeros aquello que ellos mismos nos mostrarán después, y de lo que serán firmes y valientes testigos.

Estaría muy bien que nosotros también nos sintiéramos “reñidos”. ¡Con más motivo aun!: hemos recibido el Espíritu Santo que nos hace capaces de entender cómo realmente el Señor está con nosotros en el camino de la vida, si de verdad buscamos hacer siempre la voluntad del Padre. Objetivamente, no tenemos ningún motivo para la cobardía. Él es el único Señor del Universo, porque «hasta el viento y el mar le obedecen» (Mc 4,41), como afirman admirados los discípulos.

Entonces, ¿qué es lo que me da miedo? ¿Son motivos tan graves como para poner en entredicho el poder infinitamente grande como es el del Amor que el Señor nos tiene? Ésta es la pregunta que nuestros hermanos mártires supieron responder, no ya con palabras, sino con su propia vida. Como tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, cada día hacen de cada contradicción un paso más en el crecimiento de la fe y de la esperanza. Nosotros, ¿por qué no? ¿Es que no sentimos dentro de nosotros el deseo de amar al Señor con todo el pensamiento, con todas las fuerzas, con toda el alma?

Uno de los grandes ejemplos de valentía y de fe, lo tenemos en María, Auxilio de los cristianos, Reina de los confesores. Al pie de la Cruz supo mantener en pie la luz de la fe... ¡que se hizo resplandeciente en el día de la Resurrección!


Son hermanos, ella monja y él seminarista: el papel de su familia para que florecieran vocaciones



 Son hermanos, ella monja y él seminarista: el papel de su familia para que florecieran vocaciones

Lucía María y David son hermanos y desde niños han sentido la vocación religiosa en sus vidas

La familia es uno de los lugares preferentes donde se cultiva una vocación. La transmisión de la fe a los hijos y el vivirla de forma natural en el hogar rompe barreras para tener un contacto directo con Dios. Y aunque en estos momentos las vocaciones en Occidente viven una crisis no es infrecuente encontrar a hermanos de sangre que han optado por la vía religiosa.

Sin ir más lejos, el sacerdote fallecido recientemente en la explosión de la parroquia de La Paloma en Madrid, Rubén Pérez Ayala, tenía a su hermano menor Pablo también como cura, quien presidió su funeral. En ReL también hemos contado la historia de cinco hermanas que están en el mismo convento e incluso hermanos gemelos que se forman para sacerdotes. Y hay muchas más.

La llamada de Dios es individualizada para cada uno, pero a menudo los protagonistas aseguran sentirse muy agradecidos por el apoyo que recibieron en su discernimiento vocacional de sus propios hermanos de sangre.

Para ellos, es importante tener un hermano que al haber optado previamente por este tipo de consagración entienda lo que significa vivir una vocación de este tipo. Además, el que uno de ellos opte por la vida religiosa abre camino en el resto de la familia pues normaliza y elimina prejuicios sobre esta elección de vida.

Dos de estos hermanos son los Langford. Él es seminarista y ella ha profesado sus votos como monja dominica de clausura. La educación recibida en casa y la fe transmitida por sus padres fue fundamental en el desarrollo de estas vocaciones.


David Langford es seminarista de la diócesis de Fort Wayne-South Bend, una de las diócesis más pequeñas de EEUU pero que es un vergel de vocaciones. En los últimos años está ordenando a numerosos sacerdotes y pese a ser una diócesis de apenas 160.000 católicos supera la treintena de seminaristas.

Hablando sobre su vocación explica que “según mis padres, cuando tenía unos 3 años iba en el coche con mi madre y le dije que había escuchado a ‘Jesús diciéndome que fuera sacerdote’. Decía misa cuando era niño, usaba galletas y zumo para el pan y el vino. Incluso recibí un ‘kit de misa’ para mi primera comunión. Este deseo por el sacerdocio permaneció conmigo durante toda la educación secundaria. Me involucré en el grupo de jóvenes y en el Proyecto Melquisedec, un grupo de discernimiento para jóvenes”.

De este modo, este joven señala que durante sus últimos años en Secundaria y tras haber visitado el seminario habló con el director de vocaciones y pidió ingresar en el seminario. Ya en él –asegura- “ha sido una experiencia maravillosa para mí y he crecido de muchas maneras diferentes desde que llegué. Algunos de los mejores años de mi vida han sido en el seminario”.

Ya como seminarista ha sido una ayuda en el proceso vocacional de su hermana, que el pasado mes de marzo, en plena pandemia hizo su primera profesión como dominica optando por el nombre de Lucía María de la Visitación.

Esta joven cuenta junto a su hermano que la familia ha jugado un papel fundamental en estas dos vocaciones. El domingo estaba dedicado al tiempo en familia. De niños su padre a menudo les leía historias clásicas como El Señor de los Anillos o La isla del tesoro, y jugaban a juegos de apologética.

Igualmente participaban en la oración familiar y cada uno rezaba un misterio del Rosario. También por las noches leían partes de la Biblia. Esto lo contemplaban yendo a misa no sólo los domingos sino tres veces a la semana.

También la ya hermana Lucía María sintió la llamada desde niña. Cuando tenía alrededor de 10 años comenzó a compartir a sus amigos y familia su deseo de convertirse en monja algún día.

Aprovechando una visita a unos familiares visitó por primera a las dominicas de Newark, la que años después sería su hogar. Sin embargo, aconsejaron que primero obtuviera su título universitario.


Mientas asistía a la Universidad de Indiana la joven estuvo siempre en contacto con la comunidad, las hacía visitas ocasionales y recibía dirección espiritual de un sacerdote para resolver sus preguntas, dudas y la confirmación de su vocación como monja de clausura.

El pasado 20 de marzo vivió el momento más importante y aunque no pudo estar acompañado por sus padres o su hermano seminarista estaban en total comunión. Sor Lucía ingresó  al Monasterio de Nuestra Señora del Rosario en junio de 2017 para comenzar su discernimiento y formación. Habiendo pasado por sus etapas de Aspirante, Noviciado y Postulantado, hizo su Primera Profesión, el último paso antes de tomar sus Votos Solemnes.

Esta profesión incluye hacer votos de obediencia, pobreza y castidad. “De profesión, la monja se entrega a Dios, siguiendo a Cristo y llevando la vida evangélica en la Orden. Esta profesión es la vivencia más plena de su consagración bautismal y logra su efecto de manera más completa. Los años de votos temporales (para un total de nueve años de formación) le permiten prepararse para su consagración total (Votos Solemnes)”.

"¿Qué buscas?" preguntó la priora Mary Martin, mientras Lucía se postraba en el suelo del Coro (Capilla de las Monjas). “La misericordia de Dios y la tuya…” respondió ella. Y con eso, comenzó el rito.

Y su hermano David, quien está estudiando para el sacerdocio en el Seminario Mount St. Mary en Emmitsburg, Maryland, concluye con una afirmación basada en su experiencia: “Dios llama a quien llama, y ​​es más fácil responder al llamado de Dios cuando tienes una familia que te apoya”.

Fuente Religión en Libertad

viernes, 29 de enero de 2021

Santo Evangelio 29 de Enero 2021

 


Texto del Evangelio (Mc 4,26-34): 

En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega».

Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra». Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado.

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«El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano (...y) la tierra da el fruto por sí misma»


Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells

(Salt, Girona, España)

Hoy Jesús habla a la gente de una experiencia muy cercana a sus vidas: «Un hombre echa el grano en la tierra (...); el grano brota y crece (...). La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga» (Mc 4,26-28). Con estas palabras se refiere al Reino de Dios, que consiste en «la santidad y la gracia, la Verdad y la Vida, la justicia, el amor y la paz» (Prefacio de la Solemnidad de Cristo Rey), que Jesucristo nos ha venido a traer. Este Reino ha de ser una realidad, en primer lugar, dentro de cada uno de nosotros; después en nuestro mundo.

En el alma de cada cristiano, Jesús ha sembrado —por el Bautismo— la gracia, la santidad, la Verdad... Hemos de hacer crecer esta semilla para que fructifique en multitud de buenas obras: de servicio y caridad, de amabilidad y generosidad, de sacrificio para cumplir bien nuestro deber de cada instante y para hacer felices a los que nos rodean, de oración constante, de perdón y comprensión, de esfuerzo por conseguir crecer en virtudes, de alegría...

Así, este Reino de Dios —que comienza dentro de cada uno— se extenderá a nuestra familia, a nuestro pueblo, a nuestra sociedad, a nuestro mundo. Porque quien vive así, «¿qué hace sino preparar el camino del Señor (...), a fin de que penetre en él la fuerza de la gracia, que le ilumine la luz de la verdad, que haga rectos los caminos que conducen a Dios?» (San Gregorio Magno).

La semilla comienza pequeña, como «un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas» (Mc 4,31-32). Pero la fuerza de Dios se difunde y crece con un vigor sorprendente. Como en los primeros tiempos del cristianismo, Jesús nos pide hoy que difundamos su Reino por todo el mundo.


Una joven sin complejos de 21 años hace revolverse al sistema con su «feminismo provida»

 


Aliette Espieux, en la Marcha por la Vida

Aliette Espieux, a sus 21 años es ya un referente en el movimiento provida francés.

El feminismo hegemónico que ahora mismo domina buena parte de los partidos políticos, la llamada cultura y los medios de comunicación lleva tiempo machacando con un lema: el aborto como derecho de las mujeres. Todo aquel que se sale de este discurso o discrepa de él no sólo es excluido del sistema sino que es acusado de enemigo del sexo femenino.

Sin embargo, existe un movimiento de resistencia, mujeres jóvenes que no se resignan a perder esta batalla cultural y por la vida, y que han decidido plantar cara. Lo hacen además reivindicando el feminismo más clásico que buscaba una igualdad real entre hombre y mujer. En esta batalla el aborto es un punto fundamental.

En Francia está despuntando en estos momentos la figura de una joven de 21 años, estudiante de Filosofía, valiente y falta de complejos para defender la mujer y la vida, como algo inseparable. Se trata de Aliette Espieux y ella misma se define como “feminista provida”. E incluso provoca al sistema yendo con sudaderas con este lema.

La pasada semana se celebró en París la Marcha por la Vida, a la que acudieron varios miles de personas a pesar de las restricciones de la pandemia de coronavirus. Precisamente, Aliette ha sido en esta edición la portavoz de una marcha más reivindicativa que otros años pues en el Senado se ha estado debatiendo la ampliación del aborto y la eliminación de la objeción de conciencia para los médicos.

Sin miedo a enfrentarse al feminismo radical

La joven, que confiesa que tenía imágenes colagadas del doctor Jérôme Lejeune en su habitación en Lyon, no duda en confrontar con el feminismo radical, el cual crítica y odia a esta joven francesa que echa abajo el andamio en el que cimientan su ideología.

Aliette Espieux, portavoz de la Marcha por la Vida de Francia


En Famille Chretienne, Aliette afirma: “Las Femen me dicen; ‘No es así, el feminismo pasa necesariamente por defender el derecho al aborto’. Pero cuando miras en el diccionario ves que se trata del respeto a la mujer y la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando la mujer tiene la posibilidad de tener un hijo su cuerpo se centra alrededor de esto. Respetarla significa respetar esta realidad e involucrar a las personas. El embarazo no siempre es fácil, pero nunca es una tragedia”.

En otra entrevista con la organización de la Marcha por la Vida, esta joven es preguntada cómo se puede ser “feminista provida”. Ella lo tiene claro y asegura que “ser feminista es defender los derechos de las mujeres en la sociedad, pero también actuar con libertad y sin ningún tipo de restricción por su sexo. En esto me siento profundamente feminista”.

Sin embargo, añade el elemento más importante: “Pero ser mujer es también reconocer el cuerpo que nos ha sido entregado y respetarlo. Tomar una pastilla que de por sí es sabido que es dañina para nuestro cuerpo, eliminar a nuestro hijo porque nuestro cónyuge no lo quiere, o incluso porque corremos el riesgo de ser despedidas con el pretexto de que seríamos menos productivos, ¿esto de qué manera es respetuoso con el cuerpo de la mujer?”.

"Había una verdadera lucha que librar"

“Nos guste o no, la mujer lleva consigo la posibilidad de acoger la vida. Como feminista provida reclamo este derecho a ser una mujer plena ya sea en mi hogar, en mi vida profesional o estudiantil”.

Aliette Espieux decidió involucrarse en este activismo provida cuando un día paseando por la calle vio a un transeúnte insultando a una mujer embarazada diciéndole que lo que llevaba dentro era “sólo un grupo de células”.

“Ante tanta violencia, me di cuenta de que había una verdadera lucha que librar”, explica. Y además se unió a la Fundación Jérôme-Lejeune como voluntaria allí. "En la habitación, mis amigas tenían carteles de cantantes, yo tenía el del profesor Lejeune", se ríe.   


Aliette asegura que mujeres que han vivido traumas tras haber abortado se acercan a ella para agradecerle sus intervenciones y su postura valiente de desafío a este feminismo hegemónico. Pero esta joven asegura tener claro que “mi generación puede ser la que gane esta pelea. El Gobierno está yendo demasiado lejos y habrá una conciencia general. No es necesario creer en Dios para comprender que la muerte de un bebé es horrible”.

Una reconversión hacia Dios

Esta estudiante de 21 años sabe de lo que habla. Esta menor de 13 hermanos ha pasado por una crisis de fe durante varios años aunque nunca dejó de defender la vida. Pero de repente –asegura “me reconecté con el cielo hace dos años en la Marcha por la Vida”. Sus amigos le dijeron que justo ese día acababan de terminar una novena rezada precisamente con el propósito de su conversión. Desde ese momento, la oración ha pasado a ser parte de su acción.

“Me da esperanza. Me digo a mí misma que todas estas pequeñas vidas robadas saltan a los brazos de Jérôme Lejeune, que las conduce hacia el Padre”, asegura. Curiosamente, también la semana pasada la Santa Sede reconoció las “virtudes heroicas” de este genetista francés, en lo que significa un paso más en su proceso de beatificación.

Este salto como portavoz de la Marcha por la Vida y otras intervenciones que ha realizado estos meses la han puesto en el foco tanto de la calle como de las redes, donde ha recibido ataques e insultos. Aún así, Aliette afirma que acepta todo esto “porque la lucha por la vida se ha vuelto más necesaria porque los seres humanos, sea quienes sean, mujeres u hombres, bebés o ancianos, personas con buena salud o discapacitados, están siendo deshumanizados, reducidos al estado de una máquina productiva, e incluso eliminados”.

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 28 de enero de 2021

Santo Evangelio 28 de Enero 2021

 


Texto del Evangelio (Mc 4,21-25): 

En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga».

Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará».

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«¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho?»


Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch

(Salt, Girona, España)

Hoy, Jesús nos explica el secreto del Reino. Incluso utiliza una cierta ironía para mostrarnos que la “energía” interna que tiene la Palabra de Dios —la propia de Él—, la fuerza expansiva que debe extenderse por todo el mundo, es como una luz, y que esta luz no puede ponerse «debajo del celemín o debajo del lecho» (Mc 4,21).

¿Acaso podemos imaginarnos la estupidez humana que sería colocar la vela encendida debajo de la cama? ¡Cristianos con la luz apagada o con la luz encendida con la prohibición de iluminar! Esto sucede cuando no ponemos al servicio de la fe la plenitud de nuestros conocimientos y de nuestro amor. ¡Cuán antinatural resulta el repliegue egoísta sobre nosotros mismos, reduciendo nuestra vida al marco de nuestros intereses personales! ¡Vivir bajo la cama! Ridícula y trágicamente inmóviles: “ausentes” del espíritu.

El Evangelio —todo lo contrario— es un santo arrebato de Amor apasionado que quiere comunicarse, que necesita “decirse”, que lleva en sí una exigencia de crecimiento personal, de madurez interior, y de servicio a los otros. «Si dices: ¡Basta!, estás muerto», dice san Agustín. Y san Josemaría: «Señor: que tenga peso y medida en todo..., menos en el Amor».

«‘Quien tenga oídos para oír, que oiga’. Les decía también: ‘Atended a lo que escucháis’» (Mc 4,23-24). Pero, ¿qué quiere decir escuchar?; ¿qué hemos de escuchar? Es la gran pregunta que nos hemos de hacer. Es el acto de sinceridad hacia Dios que nos exige saber realmente qué queremos hacer. Y para saberlo hay que escuchar: es necesario estar atento a las insinuaciones de Dios. Hay que introducirse en el diálogo con Él. Y la conversación pone fin a las “matemáticas de la medida”: «Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará» (Mc 4,24-25). Los intereses acumulados de Dios nuestro Señor son imprevisibles y extraordinarios. Ésta es una manera de excitar nuestra generosidad.


Una abortó y otra la acompañó: dos vidas destrozadas y sanadas que ahora luchan para salvar a muchas

 


Una abortó y otra la acompañó: dos vidas destrozadas y sanadas que ahora luchan para salvar a muchas

Tras años separadas y distanciadas, Jil King (izquierda) y Clara Stream (derecha) se encontraron como activistas provida

Jil King y Carla Stream eran dos chicas muy jóvenes que compartían piso y su primera experiencia de vivir fuera de la casa de sus padres. Pero Carla quedó embarazada, y con grandes dudas y acompañada por Jil finalmente abortó. Sus vidas se rompieron, se acabaron distanciando y veinte años después se reencontraron. Ambas habían sufrido enormemente por culpa de aquel bebé al que no se le permitió nacer, pero por caminos distintos habían logrado curar aquel trauma y se habían convertido en activistas provida. Y juntas cuentan ahora su historia.

La historia se remonta a hace 30 años, y Jil todavía recuerda cuando su compañera de piso la llamó al baño y le dijo: “Estoy embarazada”. King cuenta que era su primera experiencia fuera de casa, pero estaba convencida de que podría cuidar de su amiga en ese tiempo. Se había criado en un hogar cristiano practicante, pero ni el embarazo inesperado de su amiga ni su futuro aborto fueron temas que ella discutiera o se planteara.

Simplemente, al asimilar la noticia las dos intentaron buscar una solución y ayuda. Abrieron la guía telefónica y no se les olvidará nunca que los apartados en los que aparecía “embarazo” estaban llenos de servicios y centros de aborto.



Carla Stream pudo sanar sus heridas interiores, está casada y es madre de cuatro hijos

Y así fue como estas dos jóvenes de 20 años decidieron que la mejor opción para Carla sería que abortara y King se ofreció a llevarla al centro abortista en Minneapolis. En la recepción, la joven acompañante recuerda “ver a una adolescente visiblemente embarazada que no paraba de llorar junto a su madre y pensar yo: ‘Nosotras somos las listas, estamos aquí antes de que el niño aparezca y sea peor'".

King fue llevada junto a la temblorosa Stream a una habitación donde vieron un video que mostraba una figura caricaturesca de un grupo de lo que parecían uvas rojas. “Este es su bebé”, dijeron las personas de la clínica de abortos a los reunidos. “Te los muestran para demostrar que lo que hacen está bien porque todavía no es humano”, dijo King. Otra mentira más.

Por su parte, Stream, de 55 años, recordó sentirse sola, desesperada y temerosa. Ella no había crecido en un hogar donde fuera querida y cuidada. Siendo ya joven llenó ese vacío con fiestas y chicos. Su madre ya pagó en una ocasión un aborto a su hermana y además tenía amigas en la universidad que habían también abortado. Además, el padre del bebé estaba fuera de escena y era un simple conocido de otra ciudad.

Finalmente Carla Stream abortó. La amistad entre ambas compañeras se rompió, pues este suceso afectó gravemente a las dos e incluso a relaciones futuras que las dos tuvieron con otros chicos.

"La experiencia más horrible de mi vida"

De este modo, reconocen que el aborto inició en cada una un camino de dolor que solo a través de la gracia y el perdón de Dios las llevaría a matrimonios fuertes con niños que conocen sus historias y a ser activistas provida, algo que ninguna de los dos hubiera imaginado.

King es ahora directora ejecutiva de Lakes Life Care Center, un centro de ayuda a mujeres embarazadas en Forest Lake, Minnesota. Stream es maestra de niños de secundaria con discapacidades de aprendizaje, ofrece charlas para contar su historia y ayuda también en centros de embarazadas cerca de su casa en Hudson, Wisconsin. Además, organiza un grupo de voluntarios que una vez al mes reza frente a Planned Parenthood.

“El aborto fue la experiencia más horrible de mi vida”, cuenta Stream a The Catholic Spirit. “Y sentí un gran dolor, he tenido cuatro hijos sin anestesia, y nunca había sentido algo así”, añade.

“Me llevaron a la sala de recuperación, me dieron una manta y tostadas de mantequilla con mermelada. Sentí alivio, pero solo porque estaba hecho. Miré al resto de chicas, todas llorando. Una sostenía su abdomen meciéndose hacia adelante y hacia atrás, diciendo: 'Mi bebé, mi bebé' ”.

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Carla Stream, frente a un centro abortista donde hace rescates, con una pancarta que dice: "Me arrepiento de mi aborto"

Las dos compañeras separaron sus caminos pero en 2010 se volvieron a encontrar. King y Stream creen que la gracia de Dios los llevó al mismo lugar de curación y al sentir que debían ayudar a otros.

El retiro católico que curó sus heridas

“Tuve la oportunidad de pedirle perdón por lo que había hecho. Ella es rescatadora, una guerrera de oración”, afirma King, que cree que Stream “no me odia, pero podría hacerlo”. Ahora, las dos mujeres a veces cuentan sus historias juntas y King asegura que no entendió el significado completo del aborto de su amiga hasta que ella misma quedó embarazada.

Por su parte, Stream señala que lo más importante para ella en la curación del síndrome postaborto fueron los fines de semana de Rachel's Vineyard (Viña de Raquel), retiros católicos para hombres y mujeres que buscan recuperarse del trauma del aborto.

Comenzó a asistir en 2009. “Nunca me había sentido en un lugar más seguro para compartirlo. Te sientas con la gente y su dolor, tristeza y pena, y trabajas a través de las Escrituras y aplicas la palabra de Dios a lo que has pasado".

Las experiencias de Stream se han incluido en informes legales y testimonios de amigos de la corte para los esfuerzos legislativos pro-vida en todo el país. “Es el abuso de derechos humanos número uno en términos de números”, dijo Stream sobre el aborto: “Tenemos miles de bebés hechos a imagen de Dios que no están aquí”.


SFuente: Religión en Libertad

miércoles, 27 de enero de 2021

Santo Evangelio 27 de Enero 2011

 


Texto del Evangelio (Mc 4,1-20): 

En aquel tiempo, Jesús se puso otra vez a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó enseguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento». Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga».

Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. El les dijo: «A vosotros se os ha dado comprender el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone».

Y les dice: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra. Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos. De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben enseguida. Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento».

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«El sembrador siembra la Palabra»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy escuchamos de labios del Señor la “Parábola del sembrador”. La escena es totalmente actual. El Señor no deja de “sembrar”. También en nuestros días es una multitud la que escucha a Jesús por boca de su Vicario —el Papa—, de sus ministros y... de sus fieles laicos: a todos los bautizados Cristo nos ha otorgado una participación en su misión sacerdotal. Hay “hambre” de Jesús. Nunca como ahora la Iglesia había sido tan católica, ya que bajo sus “alas” cobija hombres y mujeres de los cinco continentes y de todas las razas. Él nos envió al mundo entero (cf. Mc 16,15) y, a pesar de las sombras del panorama, se ha hecho realidad el mandato apostólico de Jesucristo.

El mar, la barca y las playas son substituidos por estadios, pantallas y modernos medios de comunicación y de transporte. Pero Jesús es hoy el mismo de ayer. Tampoco ha cambiado el hombre y su necesidad de enseñanza para poder amar. También hoy hay quien —por gracia y gratuita elección divina: ¡es un misterio!— recibe y entiende más directamente la Palabra. Como también hay muchas almas que necesitan una explicación más descriptiva y más pausada de la Revelación.

En todo caso, a unos y otros, Dios nos pide frutos de santidad. El Espíritu Santo nos ayuda a ello, pero no prescinde de nuestra colaboración. En primer lugar, es necesaria la diligencia. Si uno responde a medias, es decir, si se mantiene en la “frontera” del camino sin entrar plenamente en él, será víctima fácil de Satanás.

Segundo, la constancia en la oración —el diálogo—, para profundizar en el conocimiento y amor a Jesucristo: «¿Santo sin oración...? —No creo en esa santidad» (San Josemaría).

Finalmente, el espíritu de pobreza y desprendimiento evitará que nos “ahoguemos” por el camino. Las cosas claras: «Nadie puede servir a dos señores...» (Mt 6,24).


Pablo, hermano del sacerdote muerto en La Paloma: «Este sufrimiento se puede vivir con alegría»

 


Pablo, hermano del sacerdote muerto en La Paloma: «Este sufrimiento se puede vivir con alegría»

Pablo, hermano menor de Rubén, sacerdote muerto en la explosión, ingresó y se ordenó sacerdote antes que él

La tragedia en la parroquia de La Paloma de Madrid ha llenado numerosas páginas y espacios de radio y televisión durante los últimos días. La explosión y la muerte de cuatro personas, entre ellas un cura joven y otro feligrés padre de cuatro hijos pequeños, ha provocado gran consternación. Pero este suceso ha tenido una consecuencia inesperada: en grandes medios y agencias de noticias se ha colado el Kerigma, que Cristo ha muerto y ha resucitado gracias a los testimonios de las familias de los fallecidos, de los sacerdotes de la parroquia y con la propia vida de estos jóvenes fallecidos que se ha ido conociendo.

Estas historias están sacudiendo muchas conciencias en un momento en el que España y el resto del mundo está inmersa en una histórica pandemia que está dejando un enorme sufrimiento y cientos de miles de muertos. Por ello, hablar de la muerte, la resurrección y la esperanza cristiana ha supuesto un bálsamo para bastantes personas, no sólo creyentes.

Uno de estos testimonios ha sido el del padre Pablo Pérez Ayala, hermano pequeño de Rubén, el también sacerdote fallecido debido a las heridas de la explosión. Ambos se formaron juntos en el Seminario Redemptoris Mater de Madrid, vinculado al Camino Neocatecumenal, aunque precisamente el menor de los hermanos ingresó en el seminario dos años antes que Rubén, que había sido ordenado hace apenas siete meses por el cardenal Osoro en La Almudena.

EFE, agencia pública de noticias de España y la más importante de lengua hispana, ha entrevistado a este sacerdote, que recuerda que su hermano Rubén estaba íntimamente vinculado a esta parroquia de la Virgen de la Paloma, cuna de numerosas vocaciones de todo tipo. Allí fue bautizado, hizo la comunión y la confirmación, estuvo destinado como seminarista, y más tarde como diácono y presbítero.


Rubén Pérez, sacerdote fallecido en la explosión de La Paloma, en su primera misa

Rubén Pérez, sacerdote fallecido en la explosión de La Paloma en su primera misa junto a su hermano Pablo.

"Rubén y yo hemos compartido habitación hasta que yo entré al seminario. Siempre nos hemos peleado y nos hemos reconciliado. Nos ha unido el vínculo del sacerdocio", agrega. Aunque Pablo es dos años menor que su hermano, Rubén se resistió a su vocación sacerdotal por no hacer lo mismo que su hermano pequeño. Pero acabó viendo que Dios le llamaba a entregar así su vida.

El milagro y el consuelo de las familias

El padre Pablo tuvo la “gracia” de poder despedirse junto a su familia de su hermano en el hospital antes de fallecer. Le pudo dar la unción de enfermos y la indulgencia plenaria. Rezó a su lado y pudo besarle antes de que les dejara. Y junto a ellos sus padres y hermanos. “En este tiempo del Covid para mí eso fue un milagro, que pudiéramos pasar, estar con él, darle un beso....”, asegura.

De este modo, este joven sacerdote afirma convencido que “nosotros tenemos la certeza de que si todavía no están en el cielo, pronto lo estarán. Y eso es lo que nos consuela a todos. A la familia de Sara, a la de David…”.

Porque asegura que “sin la fe que nosotros tenemos en que Cristo ha vencido la muerte, que ha resucitado, sin la fe, la muerte es el infierno”. Y más precisamente en la situación actual del mundo con tanta gente muriendo sola por el Covid. Por ello, asegura que todos estos meses en la parroquia “hemos rezado por ellos, por los feligreses que están muriendo, amigos, gente cercana… es una palabra desde la fe”.

Además, el padre Pablo ha querido acordarse de los otros dos fallecidos, un trabajador que pasaba por la calle y otro hombre que se dirigía a Cáritas a solicitar ayuda. “Estamos rezando por ellos, no nos centramos sólo en lo nuestro. Lo que hemos aprendido es la generosidad de entregarnos a todos, esto es lo que hemos vivido en la Iglesia".

Profundizando más en estas preguntas existenciales, el hermano del fallecido insistía en que “sin esta fe esta muerte no tiene sentido, pero para nosotros la muerte tiene el sentido de que van a estar con Cristo, que van a estar con el Padre, que van a estar sosteniéndonos”.

"Se puede vivir con alegría"

Recordando a las mujeres e hijos de dos de los fallecidos cita la Escritura: “el Señor no abandona al huérfano y a la viuda”. “Van a estar profundamente confortados. Se lo decía a la familia de Sara y de David, que son a los que conozco: ‘estoy para lo que necesitéis’. Yo he visto que el Señor me ha dado una entereza que no viene de mí”, agrega el padre Pablo Pérez.

Además, hace una exhortación para todos, para los que han sufrido el accidente pero también para los que viven este tiempo de pandemia: “Apoyados en la resurrección del Señor este sufrimiento se puede vivir con alegría”.

“Van a decir, ¿este hombre está loco? ¿Está diciendo que con alegría? Pues sí, con la alegría de que Cristo vive, de que Cristo ha pasado por lo mismo que nosotros, que Cristo ha muerto y que Cristo ha resucitado”, cuenta poco después de haber enterrado a su hermano.

Pablo Pérez Ayala específica que las familias “estamos tristes en la carne, es decir, no voy a volver a besar y a abrazar a mi hermano, pero estamos alegres de que ya está con el Padre, aunque no lo pueda asegurar porque no estoy allí, pero lo pienso. Si no lo están, pronto lo estarán”.

Así vivió el trágico suceso

En cuanto al suceso de la explosión, Pablo afirma que estaba en su casa cuando recibió una llamada preguntándole por su hermano. Él no tenía ni idea de qué había ocurrido, fue entonces cuando supo que había explotado el edificio parroquial.


“Me vestí, salí corriendo para allá y me encontré en la glorieta a los padres de Sara, la viuda de David. Estuvimos combatiendo, viendo a ver qué pasaba. No pudimos acceder a la zona de la Paloma, como es lógico y estuvimos juntos rezando”, relata este joven religioso.

En el mismo lugar de los hechos les dijeron que su hermano Rubén había salido por su propio pie con quemaduras en la pierna y en el abdomen, por lo que en cierto modo se quedaron algo más tranquilos. Sin embargo, “resultó que no había salido por su propio pie. Había salido solo pero nos dijeron que parece ser que arrastrándose. Nadie sabe cómo”.

El padre Pablo también cuenta que los médicos les dijeron que su hermano debía haber llegado muerto al hospital debido a la gravedad de las heridas. “Tu hermano es muy fuerte, ha estado luchando sin parar”, le dijeron.

En todo momento la oración fue lo que sostuvo a Pablo y a las familias de estas dos víctimas de la parroquia. De camino al hospital recuerda ir rezando el Rosario con la gente que le acompañaba e “iba diciendo a la Virgen María que le ayudara”.

En el hospital quiso darle la unción de enfermos, y aunque le dijeron que sería el capellán, se empeñó en impartir este sacramento a su hermano. “Recé el Ave María, puede que rezara 1.000 avemarías en ese momento diciendo: ‘que pueda pasar a verlo’. Le pude dar la unción de enfermos, la indulgencia plenaria y pudimos despedirle toda la familia”.

Fuente: Religión en Libertad

martes, 26 de enero de 2021

Santo Evangelio 26 de Enero 2021



 Texto del Evangelio (Mc 3,31-35): 

En aquel tiempo, llegan la madre y los hermanos de Jesús, y quedándose fuera, le envían a llamar. Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». Él les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?». Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».

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«Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre»


Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera

(Ripollet, Barcelona, España)

Hoy contemplamos a Jesús —en una escena muy concreta y, a la vez, comprometedora— rodeado por una multitud de gente del pueblo. Los familiares más próximos de Jesús han llegado desde Nazaret a Cafarnaum. Pero en vista de la cantidad de gente, permanecen fuera y lo mandan llamar. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan» (Mc 3,31).

En la respuesta de Jesús, como veremos, no hay ningún motivo de rechazo hacia sus familiares. Jesús se había alejado de ellos para seguir la llamada divina y muestra ahora que también internamente ha renunciado a ellos: no por frialdad de sentimientos o por menosprecio de los vínculos familiares, sino porque pertenece completamente a Dios Padre. Jesucristo ha realizado personalmente en Él mismo aquello que justamente pide a sus discípulos.

En lugar de su familia de la tierra, Jesús ha escogido una familia espiritual. Echa una mirada sobre los hombres sentados a su alrededor y les dice: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3,34-35). San Marcos, en otros lugares de su Evangelio, refiere otras de esas miradas de Jesús a su alrededor.

¿Es que Jesús nos quiere decir que sólo son sus parientes los que escuchan con atención su palabra? ¡No! No son sus parientes aquellos que escuchan su palabra, sino aquellos que escuchan y cumplen la voluntad de Dios: éstos son su hermano, su hermana, su madre.

Lo que Jesús hace es una exhortación a aquellos que se encuentran allí sentados —y a todos— a entrar en comunión con Él mediante el cumplimiento de la voluntad divina. Pero, a la vez, vemos en sus palabras una alabanza a su madre, María, la siempre bienaventurada por haber creído.


Sólo su escapulario quedó intacto cuando el rayo le dejó calcinado… y milagrosamente él sobrevivió

 


Sólo su escapulario quedó intacto cuando el rayo le dejó calcinado… y milagrosamente él sobrevivió

Imagen de un escapulario del Carmen

El escapulario es uno de los sacramentales más utilizado por los católicos

Son muchos los frutos e historias milagrosas producidos durante siglos por el escapulario de la Virgen del Carmen, un sacramental muy difundido por la Iglesia y que muchos católicos siguen utilizando a día de hoy desde que María se lo entregó a San Simón Stock en el siglo XIII.

Una de estas historias la protagonizó un humilde pastor de ovejas italiano, que mientras cuidaba de su rebaño en las montañas le sorprendió una fuerte tormenta y un rayo le alcanzó de lleno. Otros pastores lo encontraron completamente calcinado y desnudo, a excepción del escapulario que llevaba encima. De manera milagrosa logró sobrevivir y hacer una vida normal que él siempre achacó a la amorosa protección de la Virgen a través de aquel escapulario que quedó intacto.

La historia de este pastor italiano la cuenta Kevin Di Camillo, bisnieto del protagonista de este hecho excepcional y ahora profesor de literatura inglesa en la Universidad de Niágara. En un artículo a través de su blog del National Catholic Register recuerda que este bisabuelo materno era pastor en la región de los Abruzzos y era una persona pobre, como todos los que desempeñaban este trabajo.


Kevin Di Camillo es profesor universitario y bisnieto del protagonista

En esta región llevaban a las ovejas a pastar en grupos de tres o cuatro pastores a la vez. Pero no podía haber demasiadas ovejas juntas en un solo lugar ya que acabarían comiéndose toda la hierba. De modo que los pastores se desplegaban en abanico, siempre en movimiento, siempre manteniendo a las ovejas en movimiento levemente para evitar “minar la hierba”.

Al estar dispersos los pastores se comunicaban con silbidos. Cada uno de ellos tenía un silbido propio distintivo para hacerse reconocer por los demás. Así se aseguraban de que todos estuvieran bien. Únicamente se juntaban para comer y finalmente para volver a casa.

Su bisnieto cuenta la historia familiar: “Un día mientras los pastores vigilaban sus rebaños se desató una violenta tormenta: lluvias torrenciales, relámpagos y truenos sacudiendo los valles. Esto naturalmente asustó a las ovejas, ya que los animales tienen un sexto sentido para estos fenómenos naturales. Se dispersaron en busca de refugio, lo que hizo que el trabajo de mi bisabuelo fuera mucho más difícil exactamente en el punto en el que necesitaba calma y ‘refugiarse en un lugar’ hasta que pasara la tormenta”.

Una vez que pasó el temporal, como era costumbre, los pastores se silbaron para asegurarse de que todos estaban bien. Todos silbaron excepto uno: su bisabuelo.

En ese momento, sus compañeros comenzaron su búsqueda y siguieron silbando esperando que contestara. Pero no llegaba respuesta.

La historia se sitúa en las montañas de los montes Abruzos


“Cuando finalmente encontraron a mi bisabuelo tendido en el suelo, había algunos hechos evidentes: primero, había sido alcanzado por un rayo, ya que todo su cuerpo estaba carbonizado. En segundo lugar, los clavos de las suelas de sus botas habían salido disparados por la fuerza de la electricidad que lo había atravesado. En tercer lugar, su cuerpo quemado estaba completamente desnudo. Completamente, a excepción de su Escapulario del Carmen”, relata Kevin Di Camillo.

Pese al horroroso aspecto que presentaba estaba vivo. Así, su bisnieto cuenta que “los otros pastores lo llevaron al pueblo donde mi bisabuela y las esposas de los otros pastores le aplicaron una cataplasma de claras de huevo para ayudarle con las quemaduras de todo el cuerpo”.

“El bisabuelo estaba vivo, lo cual ya fue una especie de milagro. Pero a veces los milagros también van acompañados de signos. Y el hecho de que su Escapulario permaneciera intacto y sin quemar fue una señal de un milagro”, afirma convencido Di Camillo.

“Esto no es más que un cuento”, pueden protestar algunos sobre esta historia. Sin embargo, su bisnieto explica que “se recuperó por completo (o al menos tan completamente como fue posible dado que no había ningún tratamiento médico real), y atestiguó que efectivamente había sido alcanzado por un rayo y atribuyó su salvación al Señor misericordioso a través de la intercesión de María”.

Pero además –prosigue Kevin Di Camillo- “a diferencia de muchos de otros parientes, el bisabuelo nunca emigró a los Estados Unidos, donde podría haber contado esta historia en la mesa durante las reuniones familiares. Más bien, la historia en sí cruzó el océano gracias a sus parientes que fueron edificados por él. Y no tenían ninguna razón para inventar mentiras del Viejo Mundo para acompañar sus vidas en el Nuevo Mundo”.

Reflexionando sobre la historia de su bisabuelo, Di Camillo cree que “así es como nos presentaremos ante el juez misericordioso en nuestro día del juicio, que puede golpear a cualquiera de nosotros en cualquier momento como un rayo: desnudos, pero con la ayuda de María (en este caso, a través del uso del escapulario del Monte Carmelo)”.

Artículo publicado originariamente en Cari Filii News.

Fuente Religión en libertad

lunes, 25 de enero de 2021

Santo Evangelio 25 de Enero 2021

 


Texto del Evangelio (Mc 16,15-18): 

En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».

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«Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva»


Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera

(Ripollet, Barcelona, España)

Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. El breve fragmento del Evangelio según san Marcos recoge una parte del discurso acerca de la misión que confiere el Señor resucitado. Con la exhortación a predicar por todo el mundo va unida la tesis de que la fe y el bautismo son requisitos necesarios para la salvación: «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc 16,16). Además, Cristo garantiza que a los predicadores se les dará la facultad de hacer prodigios o milagros que habrán de apoyar y confirmar su predicación misionera (cf. Mc 16,17-18). La misión es grande —«Id por todo el mundo»—, pero no faltará el acompañamiento del Señor: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).

La oración colecta de hoy, propia de la fiesta, nos dice: «Oh Dios, que con la predicación del Apóstol san Pablo llevaste a todos lo pueblos al conocimiento de la verdad, concédenos, al celebrar hoy su conversión, que, siguiendo su ejemplo, caminemos hacia Ti como testigos de tu verdad». Una verdad que Dios nos ha concedido conocer y que tantas y tantas almas desearían poseer: tenemos la responsabilidad de transmitir hasta donde podamos este maravilloso patrimonio.

La Conversión de san Pablo es un gran acontecimiento: él pasa de perseguidor a convertido, es decir, a servidor y defensor de la causa de Cristo. Muchas veces, quizá, también nosotros mismos hacemos de “perseguidores”: como san Pablo, tenemos que convertirnos de “perseguidores” a servidores y defensores de Jesucristo.

Con Santa María, reconozcamos que el Altísimo también se ha fijado en nosotros y nos ha escogido para participar de la misión sacerdotal y redentora de su Hijo divino: Regina apostolorum, Reina de los apóstoles, ¡ruega por nosotros!; haznos valientes para dar testimonio de nuestra fe cristiana en el mundo que nos toca vivir.


Misionero español y único exorcista en Rusia: «Antes era escéptico sobre esto, hoy creo totalmente

 


Misionero español y único exorcista en Rusia: «Antes era escéptico sobre esto, hoy creo totalmente»

José María Vegas, exorcista español en Rusia

José María Vegas lleva más de dos décadas en Rusia

“Madrileños por el mundo” es uno de los programas más conocidos y seguidos en la televisión pública de Madrid. En él un reportero visita una ciudad de cualquier parte del mundo que es mostrada a los telespectadores a través de los ojos de ciudadanos madrileños que viven en ella.

En uno de sus últimos programas la ciudad elegida era la rusa San Petersburgo. Y el madrileño que más tiempo estuvo en cámara no era otro que un sacerdote misionero, José María Vegas, un claretiano que lleva más de dos décadas en Rusia.

"Me apunté a una aventura"

En esta bella ciudad es profesor en el que es el único seminario católico en todo el país, atiende una parroquia, lleva un movimiento de matrimonios y también es el único exorcista que existe en toda Rusia, un ministerio que le encomendó el obispo hace más de ocho años.


En principio iba a estar en este país tres años pero ya no quiere volver. “Me apunté a una aventura sin saber dónde venía. Llegaba a lo que fuera. Mi congregación pidió voluntarios y yo me ofrecí. Y el provincial me avisó al día siguiente para que hiciera la maleta”, cuenta el padre José María sobre su llegada a Rusia.

Es el único exorcista en Rusia

Uno de los aspectos de los que se muestra más orgulloso es del movimiento Encuentro Matrimonial, carisma con el que trabaja en Rusia ayudando a los matrimonio y fomentando el amor y el diálogo entre ellos.

No eligió, sin embargo, ser el exorcista diocesano. “Un día me llamó el obispo y me dijo que había pensado que yo fuera el exorcista. Me quedé un poco sin palabras”, relata el misionero español.

Cuatro casos de posesión demoniaca

Durante la entrevista asegura que en estos años ha tenido cuatro casos de posesión demoniaca, es decir, los casos más graves.

José María Vegas habla del caso de una mujer en Moscú “que había estado muchos años vinculada a la adivinación con cartas de tarot y su marido también. Además, habían estado muchos años en temas de astrología y magia… Y entonces se acercaron a la Iglesia para ser católicos y ella empezó a tener problemas. No podía entrar en la iglesia, le entraban arrebatos de odio contra los iconos y los objetos sagrados y en los exorcismos había reacciones muy fuertes”.

También contó el caso de otra mujer bielorrusa que había acudido a numerosos curanderos y brujas porque quería quedarse embarazada y no lo conseguía. Esta persona, cuenta el exorcista, está ahora mucho mejor, pero tuvo muchos problemas.


La pregunta mental que el poseído respondió

“En una ocasión durante la oración ella decía ‘señor mío, señor mío’ en ruso. Y yo le pregunté mentalmente en español: ‘¿quién es tu señor?’. Ella me dice: ‘Me ha dicho que mi señor es Satanás’. Y además me contesta en español. Son casos que no puedes explicar de manera racional”.

El propio sacerdote confiesa que en el pasado “era muy escéptico” debido a la educación racionalista que recibe ahora la sociedad pero “practicando me he convencido de que no, lo creo completamente”.

Así realiza los exorcismos

A preguntas de la periodista de Telemadrid, el padre Vegas afirma que “yo lo que hago es rezar. Agarro la cruz, la estola y hay un ritual. Es un ritual muy sencillo. Empiezo con el ‘en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… Bendices el agua y luego hay dos oraciones. Una oración dirigida a Dios pidiendo la liberación de la persona y otra dirigida al diablo donde se le manda que salga de la persona. Yo esta parte la hago en ruso”.

Afirma igualmente que ha tenido casos de grandes manifestaciones de poder físico por parte de la persona poseída y otros en los que le contestaban en lenguas que no conocían porque “no es ella la que habla sino el bicho que tiene dentro”.

El origen de su vocación

Durante el programa también habló con naturalidad del origen de su vocación. Vegas asegura que fue a los 18 años, “casi de repente”. Tras una crisis adolescente, “me vino el pensamiento de dedicarme completamente a Dios y a los demás. Me vino una especie de inspiración”. En el origen de la crisis que dio pie a su vocación estaba el noviazgo que había tenido con una chica, pero finalmente esta crisis fue el instrumento de Dios para la llamada al sacerdocio.

Eso sí, nunca ha “dudado” de que ser sacerdote era lo que Dios quería para él, aunque sí haya tenido “momentos de debilidad”. Pero servir a todos en el lugar que sea es para este madrileño lo mejor que le puede pasar.

(Artículo publicado originariamente en ReL el 24 de febrero de 2018)

domingo, 24 de enero de 2021

Santo Evangelio 24 de Enero 2021

   




Texto del Evangelio (Mc 1,14-20): 

Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.

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«Convertíos y creed en la Buena Nueva»


+ Rev. D. Lluís ROQUÉ i Roqué

(Manresa, Barcelona, España)

Hoy, la Iglesia nos invita a convertirnos y, con Jesús, nos dice: «Convertíos y creed en la Buena Nueva» (Mc 1,15). Por tanto, habrá que hacer caso a Jesucristo, corrigiendo y mejorando lo que sea necesario.

Toda acción humana conecta con el designio eterno de Dios sobre nosotros y con la vocación a escuchar a Jesús, seguirlo en todo y para todo, y proclamarlo tal como lo hicieron los primeros discípulos, tal como lo han hecho y procuramos hacerlo millones de personas.

Ahora es la oportunidad de encontrar a Dios en Jesucristo; ahora es el momento de nuestra vida que empalma con la eternidad feliz o desgraciada; ahora es el tiempo que Dios nos proporciona para encontrarnos con Él, vivir como hijos suyos y hacer que los acontecimientos cotidianos tengan la carga divina que Jesucristo —con su vida en el tiempo— les ha impreso.

¡No podemos dejar perder la oportunidad presente!: esta vida más o menos larga en el tiempo, pero siempre corta, pues «la apariencia de este mundo pasa» (1Cor 7,31). Después, una eternidad con Dios y con sus fieles en vida y felicidad plenas, o lejos de Dios —con los infieles— en vida e infelicidad totales.

Así, pues, las horas, los días, los meses y los años, no son para malgastarlos, ni para aposentarse y pasarlos sin pena ni gloria con un estéril “ir tirando”. Son para vivir —aquí y ahora— lo que Jesús ha proclamado en el Evangelio salvador: vivir en Dios, amándolo todo y a todos. Y, así, los que han amado —María, Madre de Dios y Madre nuestra; los santos; los que han sido fieles hasta el fin de la vida terrenal— han podido escuchar: «Muy bien, siervo bueno y fiel (...): entra en la alegría de tu señor» (Mt 25,23).

¡Convirtámonos! ¡Vale la pena!: amaremos, y seremos felices desde ahora.

Pío Moa: en la República, «la Iglesia fue atacada hasta el intento de borrarla de la faz de España»

 


Pío Moa: en la República, «la Iglesia fue atacada hasta el intento de borrarla de la faz de España»

Pío Moa, durante una entrevista en El Toro TV sobre sus últimos libros.

Hace ya casi un cuarto de siglo Pío Moa revolucionó la historiografía española sobre la Segunda República y la Guerra Civil con una trilogía (Los orígenes de la Guerra Civil Española, Los personajes de la República vistos por ellos mismos y El derrumbe de la Segunda república y la Guerra civil) que se ha ido acrecentando con otros títulos hasta constituir una obra insustituible sobre el periodo.

Con ella Moa ha conseguido romper el monopolio ideológico que intenta convertir en doctrina oficial la visión estalinista sobre aquella trágica década de la historia española e inspira, por ejemplo, la Ley de Memoria Democrática cuya tramitación quiere el Gobierno completar este año.

Faltaba, sin embargo, en su bibliografía una obra sobre la evolución política completa de la Segunda República, proclamada el 14 de abril de 1931. Es la que nos brinda ahora en La Segunda República española. Nacimiento, evolución y destrucción de un régimen (1931-1936). La abordamos con el autor en cuanto a la orientación anticatólica que adquirió desde el principio. 

-¿Por qué la Iglesia se mostró dispuesta a colaborar con el nuevo régimen? 

-En la Iglesia y en general entre los católicos, había posturas diversas. El problema es que la monarquía se suicidó, realmente, y ante ello la posibilidad de una república "no epiléptica" como la que había anunciado el católico Alcalá-Zamora parecía una esperanza real para un régimen en el que la Iglesia mantendría un peso significativo. Como de hecho lo mantuvo a través de la CEDA [Confederación Española de Derechas Autónomas], principalmente. 

-La quema en mayo de un centenar de iglesias y conventos anunció enseguida que las cosas irían por otro camino. ¿Se debió aquello a una conspiración? 

-Más que una conspiración, yo creo que fue un movimiento espontáneo promovido sobre todo por masones y socialistas. Para ellos, el ataque a la iglesia era fundamental, una de las pocas cosas en que estaban de acuerdo todas las izquierdas.

-¿Tuvo ya pretensiones revolucionarias aquel movimiento tan temprano?

-No tenía objetivo revolucionario preciso, solo desahogaba sus creencias en un momento favorable. Pero el principal responsable fue el gobierno, que permitió la acción de bandas de delincuentes, como vino a llamarles el mismo Prieto. Eran grupos pequeños que pudieron actuar así con impunidad, y a aquellos delincuentes los consideraron "el pueblo" las izquierdas.

-¿Por qué esa parálisis en un gobierno en el que había católicos como Alcalá-Zamora o Maura?

-En parte por miedo (Alcalá-Zamora), en parte por una complicidad de ideas, hasta que se dieron cuenta de que la cosa estaba socavando a la propia república.  



En la portada de La Segunda República española se han incluido los retratos de algunos protagonistas del régimen. De izquierda a derecha: Francisco Largo Caballero, Alejandro Lerroux, Manuel Azaña, Niceto Alcalá-Zamora  y José María Gil Robles. Pincha aquí para adquirir ahora el libro.

-Leemos en el libro que Manuel Azaña ingresó en la masonería tras la proclamación de la República y apenas frecuentó las logias. ¿Qué le animó a hacerse masón? 

-Azaña  ingresó en la masonería simplemente para contrapesar la influencia política de otros políticos masones. Las ceremonias masónicas le causaban cierta repugnancia, pero el conjunto de su pensamiento, antes de entrar en la "orden" y de prescindir luego de ella,  se parecía mucho a las concepciones masónicas. No todos los que piensan como masones lo son. 

-¿Era posible en aquella España la instauración de una República tipo francés, laicista y masonizante pero "burguesa" y formalmente democrática?

-Esa era la idea de Azaña, imitar la III República francesa sin darse cuenta de las profundas diferencias sociales e históricas entre Francia y España. El plan de Alcalá-Zamora era mucho menos radical, él creía poder orientar a una derecha "progre", si bien no anticatólica, pero su papel en la "quema de conventos" le hizo perder la posibilidad. Ni Azaña ni Niceto entendían lo que estaba pasando ante sus ojos, con la radicalización de las masas por la propaganda socialista y anarquista. Azaña creía poder encauzar de algún modo a los socialistas y en principio también a los anarquistas para su república a la francesa. Pero ni unos ni otros se dejaron "encauzar" y en cambio arrastraron a Azaña y los demás. 

-¿Cómo condicionó la componente católica de los nacionalismos vasco y catalán la posición de la Iglesia española durante la República? 

-Los separatistas vascos eran ante todo antiespañoles y racistas, luego católicos. Creo que no influyeron gran cosa en el conjunto de la Iglesia, e incluso en las elecciones de 1936 hicieron caso omiso de las políticas unitarias que propugnaba el mismo Vaticano frente a la evidente amenaza revolucionaria. La postura de la derecha separatista catalana fue distinta. En gran medida abandonó el separatismo y buscó  el acuerdo con la Iglesia. Como es sabido, terminó colaborando con Franco, así como la mayor parte del clero catalán.

-Se suele mencionar la excepción de Vidal i Barraquer...

-El arzobispo Vidal i Barraquer tuvo en la Iglesia cierta influencia, en mi opinión nefasta. Por sus simpatías separatistas Companys se ocupó de salvarlo, mientras su obispo auxiliar, Manuel Borrás, era asesinado y quemado. Por esas simpatías separatistas intrigó en Roma contra los que estaban salvando a la Iglesia del exterminio, alegando que no quería apoyar a ninguno de los bandos, sino buscar la pacificación... Lo que fue interpretado por los nacionales como un ejercicio de hipocresía intolerable, prohibiéndosele la vuelta a España. 

-Cuando fueron irreversibles las medidas anticatólicas plasmadas en la Constitución de 1931, ¿apoyó la Iglesia a quienes empezaron a conspirar contra el régimen? 

-La Iglesia no apoyó conspiraciones, aunque inspiró a la CEDA, que era un partido moderado, católico y no enemigo de la república, sino cumplidor de su legalidad –al revés que la mayoría de los republicanos–. La mayor parte de los católicos esperaban que con el triunfo de la CEDA mejoraría la posición de la Iglesia, sometida hasta entonces a un permanente acoso.  

-Pero ¿no tenía cierta razón la izquierda al acusar a los católicos de conspiradores? Salvo excepciones con nombres y apellidos, casi toda la oposición a la República o era explícitamente católica o hacía suya la causa de la identidad católica de España... 

-Hay que distinguir tres momentos. En el primero, ni siquiera después de las acciones terroristas llamadas "quema de conventos" adoptó la Iglesia una posición antirrepublicana, aun si gran parte de ella habría preferido la monarquía (que se había vuelto imposible por suicidio). La política de la CEDA, "posibilista" dentro de la ley, era la que más concordaba con la posición eclesial.


Quema de conventos en 1931.

"Todos los conventos de Madrid no valen la vida de un republicano": fue la frase con la que Azaña zanjó en Consejo de Ministros la pasividad del Gobierno ante la quema de un centenar de iglesias y conventos en toda España. Foto: el convento de las Mercedarias en Cuatro Caminos (Madrid), envuelto en llamas.

»En el segundo momento, tras las elecciones de 1933, pareció abrirse el camino a una situación mucho más favorable, por el triunfo de la derecha. Izquierdas y separatistas catalanes se sublevaron contra su propia legalidad y contra la democracia y comenzaron una política de exterminio, pero fueron vencidos en octubre de 1934. El tercer momento fue el del Frente Popular y la guerra, cuando la política de aniquilación se  aplicó sistemáticamente, lo que obligó a la Iglesia, salvo excepciones, a defender a quienes la estaban salvando físicamente.

-Es decir, de principio a fin, la Iglesia es reactiva, no activa...

-En pocas palabras: la Iglesia no hostigó a la república y la aceptó, incluso cuando esta atacó la libertad de conciencia (reconocido por Azaña) y otras libertades. En cambio fue progresivamente atacada hasta el intento de borrarla de la faz de España. Es decir, la pregunta podría hacerse al revés: ¿no tenían razón los católicos para oponerse a una república cada vez más terrorista contra ellos? Pero oposición real y oficial no la hubo hasta bien entrada la guerra. 

-¿Por qué atribuye usted al católico Alcalá-Zamora una responsabilidad similar a la del masón Azaña en el fracaso final de la República y el desencadenamiento de la Guerra Civil?

-Niceto Alcalá-Zamora, como Azaña, era un iluso un tanto megalómano, que creía poder construir nada menos que una nueva España, teniendo solo ideas superficiales de lo que realmente se estaban jugando en el país y en Europa. Se proponían ambos una tarea de titanes sin tener nada de titanes, y se vieron enseguida desbordados por la realidad. Niceto quería ser el mentor de una derecha digamos progresista, pero la mayoría de la derecha lo rechazó después de su conducta, que entendió  cobarde,  ante la quema de iglesias, bibliotecas, etc., y su partido quedó en posición insignificante. Esto no lo perdonó.

-Hubo, pues, mucho de resentimiento personal...

-Los éxitos de la CEDA y de Lerroux le sublevaban, pese a seguir una política en el fondo muy parecida a la suya. Tras la derrota de la sublevación socialista-separatista de 1934 se abrió una posibilidad de estabilizar y moderar al régimen, pero fue Niceto quien  consiguió lo que no habían conseguido los sublevados: destruir a Lerroux y su partido moderado, y expulsar del gobierno a la CEDA. Completamente fuera de la realidad, creyó llegado el momento de inspirar un gran partido "de centro" con personajes irrelevantes como Portela. Se vio obligado a convocar las elecciones de febrero de 1936 en pleno auge de los odios sociales, deseando el hundimiento de la CEDA y su sustitución por su partido portelista. Y prefería una victoria pequeña del Frente Popular, porque la CEDA, de ganar, lo destituiría, mientras que el Frente Popular no lo haría, pues le habría debido a él el poder.

-Craso error...

-Las izquierdas lo destituyeron. Puede decirse que él trajo la república y él la destruyó, al menos tuvo una responsabilidad fundamental en ambas cosas. Su destitución, en abril del 36, terminó de demoler al régimen y abrió la puerta directamente a la guerra. La trayectoria de don Niceto, como en la de Azaña, contiene una serie de absurdos y esperpentos que, si no fuera por las consecuencias trágicas, serían dignas de una comedia de enredo.

-¿Podrían hacerse paralelismos actuales?

-¿Si existe hoy algo parecido al nicetismo? En mi opinión la política del PP podría describirse como un nicetismo incluso empeorado.

Fuente: Religión en Libertad