lunes, 31 de octubre de 2022

Santo Evangelio 31 de Octubre 2022

 


Texto del Evangelio (Lc 14,12-14):

 En aquel tiempo, Jesús dijo también a aquel hombre principal de los fariseos que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos».



«Cuando des un banquete, llama a los pobres, (...) porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos»


Fr. Austin Chukwuemeka IHEKWEME

(Ikenanzizi, Nigeria)

Hoy, el Señor nos enseña el verdadero sentido de la generosidad cristiana: el darse a los demás. «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa» (Lc 14,12).

El cristiano se mueve en el mundo como una persona corriente; pero el fundamento del trato con sus semejantes no puede ser ni la recompensa humana ni la vanagloria; debe buscar ante todo la gloria de Dios, sin pretender otra recompensa que la del Cielo. «Al contrario, cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos» (Lc 14,13-14).

El Señor nos invita a darnos incondicionalmente a todos los hombres, movidos solamente por amor a Dios y al prójimo por el Señor. «Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente» (Lc 6,34).

Esto es así porque el Señor nos ayuda a entender que si nos damos generosamente, sin esperar nada a cambio, Dios nos pagará con una gran recompensa y nos hará sus hijos predilectos. Por esto, Jesús nos dice: «Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo» (Lc 6,35).

Pidamos a la Virgen la generosidad de saber huir de cualquier tendencia al egoísmo, como su Hijo. «Egoísta. —Tú, siempre a “lo tuyo”. —Pareces incapaz de sentir la fraternidad de Cristo: en los demás, no ves hermanos; ves peldaños (...)» (San Josemaría).

Converso, seminarista y en la «tierra de la Virgen»: busca ser santo y «romper el poder del Maligno»

 


Converso, seminarista y en la «tierra de la Virgen»: busca ser santo y «romper el poder del Maligno»

Lungelo Halalisani, Gabriel tras su conversión y bautismo, se prepara en Bidasoa con un objetivo: llevar la fe a un país con el 7% de católicos, ser santo y a la vez del siglo XXI y ayudar a romper "los pactos con el mal":

Lungelo Halalisani Gabriel es un seminarista de la diócesis de Eshowe, en República Sudafricana. Tiene 28 años y estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Navarra. De origen zulú, su familia no era religiosa, pero sus padres le procuraron la mejor educación en centros católicos. Al finalizarlos, gracias a CARF se prepara para ser sacerdote. ¿Su misión? ser "un sacerdote santo" y llevar la fe a un país con un 7% de católicos.

Lungelo, el tercero de cuatro hermanos, explica que aunque su familia contaba con pocos recursos, siempre priorizaron su educación religiosa, que compaginaron con las enseñanzas recibidas a través de religiosos y misioneros.

De los muchos sacerdotes que conoció fue el ejemplo de uno benedictino, el padre Ruprecht Wolf, quien le llevaría a dar los primeros pasos para entregarse por completo a Dios y Su Iglesia incluso antes de convertirse."Su ejemplo de vida creció dentro de mí, hasta tal punto que consideré optar por la vida sacerdotal", explica.

"El cuidado que ponía en todas las cosas de Dios me llevó a querer entregar mi vida y servir al Señor en su Iglesia", relata. 

Gabriel, entregado por completo a la Eucaristía

Así, Gabriel comenzó a estudiar por su propia cuenta lo que significaba la iglesia y preguntando a una religiosa, la hermana Martina. Desde el principio percibió en él una gran inquietud y el joven no tardó en hacer la pregunta: "¿Puedo bautizarme y ser parte de la Iglesia?".

De inmediato, comenzó a recibir formación y catequesis de la mano de religiosas y sacerdotes hasta que finalmente recibió el bautismo con el nombre de Gabriel.

"Y surgió mi vocación. Yo quería entregarme más, entregarme totalmente al Señor... y sucedió", menciona. Desde entonces se involucró en la vida de la Iglesia, lideró su grupo de jóvenes y se entregó por entero a la ayuda a los sacerdotes que evangelizaban en las periferias de su parroquia.

En cuanto a su conversión, admite que le cuesta explicarla, ya que "no es fácil mostrar una obra que no es nuestra, sino que es la obra del Señor".

De lo que no cabe duda es que a partir de ese momento asistió a un profundo crecimiento espiritual motivado por la Eucaristía, sin la cual "nada tiene sentido". 

"Las fuerzas que saco de ella como centro de mi vida... siempre me doy cuenta en Misa de que aunque esté cansado o con muchos problemas y tribulaciones, me cambia y me aumenta la gracia para que poco a poco lo que debe camiar en mi vida cambie", explica.

Preparándose para el sacerdocio "en la Tierra de la Virgen"

Si bien obtiene sus fuerzas de la Santa Misa y las visitas al Santísimo, destaca el papel protagonista que tiene la Virgen María en su vida, especialmente desde que su vida e historia llegaron a oídos de las autoridades religiosas de su diócesis (Eshowe), que le concedieron una beca para comenzar sus estudios en el Seminario Internacional de Bidasoa, en Navarra.

"Ella es la maestra que nos ayuda y a mí eso me marca. Nunca me separo de ella. cuando tuvimos problemas al llegar a España a causa del Covid, me fui al santuario de mi diocesis, recé delante de ella y le diije: `Madre, yo estoy aquí, toma esta causa que te encomiendo´".

Pese a las dificultades existentes, Gabriel llegó a España, a la que considera "tierra de la Virgen": "Cuando vine aquí, vi una cultura distinta y que pese a lo que se dice del mundo occidental, de que el cristianismo no tiene tanta fuerza, vi que España es la tierra de la Virgen". 

"Estoy muy alegre y contento. Estudiar y formarme fuera de mi país es algo que nunca habría soñado", exclama.

Y es que para él, más que un seminario, Bidasoa es una familia.



Este verano Gabriel ha estado ayudando en tareas pastorales a distintas parroquias de Madrid. En la foto, frente al Palacio de Oriente cerca de la catedral de La Almudena. 

Ser sacerdote y santo... ¿en el siglo XXI? Es su misión

"Me impresiona el empeño por cuidar la Liturgia, la vida de piedad, el estudio y el crecimiento humano. Gracias a la formación que recibo, el amor por mi vocación sacerdotal aumenta, y pido al Señor que sea un sacerdote santo algún día", asegura.

Aunque desde su conversión siempre supo que quería formarse para ser sacerdote, nunca pensó que esta le cambiaría tanto: "Desde mi ingreso en el seminario, mi proceso de formación ha marcado mi forma de pensar y de ver la vida. He abierto los ojos a la fe, al amor y a la misericordia que un sacerdote y un católico deben transmitir de manera natural".

Consciente de las dificultades y necesidades propias de su país y de los tiempos actuales, el seminarista explica su deseo de compaginar la santidad sacerdotal con el siglo XXI, lo que para él se resume en "ser alguien absolutamente entregado y enamorado de Dios y que con ello lleve a los demás a Él".

"Me quiero formar muy bien para luego poder servir a mi país, donde existe una gran necesidad de dar una buena formación a los fieles en cuanto a la vida cristiana, la doctrina de la Iglesia y capacitarlos a tomar iniciativas dentro de los parámetros que se espera de ellos", afirma.

Sueña con "romper los pactos con el mal" mediante la confesión

La necesidad que menciona no es poca, pues la escasez de sacerdotes también dificulta la vida sacramental de muchos fieles. Aun así, explica, "la Iglesia sigue creciendo y se producen muchas conversiones".

Concluye agradeciendo la labor del Centro Académico Romano Fundación y a sus benefactores, gracias a los cuales él mismo y miles de religiosos pueden formarse cada año.

"Su apoyo servirá para poder ayudar a mi diócesis y realizar la misión evangélica para la que están encomendados los sacerdotes buenos y santos. Cada día me esfuerzo y trabajo mucho para aprovechar al máximo esta experiencia de formación", añade.

Concluye tratando el sacramento que día de hoy sueña con impartir, la confesión: "Me gustaría que la gente vea lo importante que es en la vida católica como camino para romper el pacto con el mal. Rompe el poder del maligno y nos hace estar de nuevo en el camino del Señor. Me gustaría que se hablase más de ello, que se vea su importancia, formarme y formar a los demás". 

Ayuda a CARF a ayudar: con tu colaboración puedes contribuir a que se formen miles de seminaristas, sacerdotes como Gabriel... e incluso obispos.


Fuente: Religión en Libertad

domingo, 30 de octubre de 2022

Santo Evangelio 30 de Octubre 2022



 Texto del Evangelio (Lc 19,1-10):

 En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa».

El bajó en seguida, y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: «Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más». Jesús le contestó: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».



«Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa»


Rev. D. Joaquim MESEGUER García

(Rubí, Barcelona, España)

Hoy, la narración evangélica parece como el cumplimiento de la parábola del fariseo y el publicano (cf. Lc 18,9-14). Humilde y sincero de corazón, el publicano oraba en su interior: «Oh Dios, ten compasión de mí, que soy un pecador» (Lc 18,13); y hoy contemplamos cómo Jesucristo perdona y rehabilita a Zaqueo, el jefe de publicanos de Jericó, un hombre rico e influyente, pero odiado y despreciado por sus vecinos, que se sentían extorsionados por él: «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa» (Lc 19,5). El perdón divino lleva a Zaqueo a convertirse; he aquí una de las originalidades del Evangelio: el perdón de Dios es gratuito; no es tanto por causa de nuestra conversión que Dios nos perdona, sino que sucede al revés: la misericordia de Dios nos mueve al agradecimiento y a dar una respuesta.

Como en aquella ocasión Jesús, en su camino a Jerusalén, pasaba por Jericó. Hoy y cada día, Jesús pasa por nuestra vida y nos llama por nuestro nombre. Zaqueo no había visto nunca a Jesús, había oído hablar de Él y sentía curiosidad por saber quién era aquel maestro tan célebre. Jesús, en cambio, sí conocía a Zaqueo y las miserias de su vida. Jesús sabía cómo se había enriquecido y cómo era odiado y marginado por sus convecinos; por eso, pasó por Jericó para sacarle de ese pozo: «El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido» (Lc 19,10).

El encuentro del Maestro con el publicano cambió radicalmente la vida de este último. Después de haber oído el Evangelio, piensa en la oportunidad que Dios te brinda hoy y que tú no debes desaprovechar: Jesucristo pasa por tu vida y te llama por tu nombre, porque te ama y quiere salvarte, ¿en qué pozo estás atrapado? Así como Zaqueo subió a un árbol para ver a Jesús, sube tú ahora con Jesús al árbol de la cruz y sabrás quien es Él, conocerás la inmensidad de su amor, ya que «elige a un jefe de publicanos: ¿quién desesperará de sí mismo cuando éste alcanza la gracia?» (San Ambrosio).

 


Era 1964, cuatro jóvenes sin un duro se lanzan al Camino de Santiago con fe, y nos llevan con ellos

Tomar la mochila y echarse a caminar... una forma de ir hacia Dios que llama -foto de Toomas Tartes en Unsplash

El veterano periodista Miguel Ángel Velasco, cuando está en su casa de Galicia, cada año ve pasar a jóvenes que realizan el Camino de Santiago. Él hizo el Camino con tres amigos periodistas católicos en 1964, desde la frontera francesa, y fue tomando notas.

Pasados 57 años, en pleno bienio Jacobeo 2021-2022, ha retomado aquellas notas y memorias y las ha puesto por escrito. El resultado es una crónica de viaje viva, El Manuscrito de Compostela, que nos hace viajar en el tiempo a la España de los años 60.

Juan Caño, uno de aquellos cuatro viajeros, se convertiría en 2019 en presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid. Escribe el prólogo y confirma que el relato "rezuma periodismo por los cuatro costados. Desde su estructura, hasta su escritura". Los otros dos caminantes, Homero Valencia y el sacerdote Manuel Unciti, ya finalizaron el camino de esta vida. Viven en Dios y en estas páginas.



El manuscrito de Compostela, de Miguel Ángel Velasco

El manuscrito de Compostela, de Miguel Ángel Velasco,  es un libro muy cuidado que nos transporta a 1964, cuando el Camino de Santiago era distinto, pero no tan distinto.

"Eran chicos entusiastas y arrolladoramente jóvenes: yo tenía 26 años; Manolo, 35; y Juan y Homero apenas 25", escribe Velasco. Piensa en ellos ante los peregrinos jóvenes de hoy. "Veo todos los días, porque en la puerta de mi casa comienza el Camino de la Costa, la riada constante, jubilosa, de chicos y chicas con su mochila a la espalda, camino de Compostela. ¡Qué envidia y qué nostalgia!" 

Con este libro nos trasladamos a la España de los año 60, recuperando la alegría de aquellos jóvenes caminantes. A veces, Velasco lo contrasta con aspectos de nuestra actualidad, pero la mayor parte de esta experiencia de lectura es una inmersión costumbrista en peculiaridades de aquel Camino, y en otros aspectos del Camino que son de siempre, como el cansancio, la belleza del arte en las piedras, la sorpresa de la amistad con desconocidos... 

Las fotos y hasta algunos recibos nostálgicos nos ayudan a volar mágicamente a aquellos años. Los textos transportarán a quien haya recorrido alguna de aquellas sendas.

"La meta no es Compostela"

"La meta no era Compostela. La meta era, es, y será siempre Jesucristo, para todo aquel peregrino caminante que, digan lo que digan unos y otros, busca a Quien busca, y no otras cosas, en el Camino de Santiago", escribe Velasco en un prefacio. "El Camino, o es religioso, o no es nada que merezca la pena. Sin lo espiritual, lo más que podría ser el Camino es otra forma más de turismo".

Nadie tenía un duro... así que fueron a Manuel Fraga

Es cautivador el capítulo en que los peregrinos reconocen su absoluta falta de medios... y su solución. 

"Allí nadie tenía un duro. Homero vivía de la beca de El Corte Inglés, y yo, de la de las desaparecidas Galerías Preciados. Manolo era cura. Juan vivía aún con sus padres, que tenían la cafetería de la plaza de Santa Domingo", recuerda Velasco.  

"Llegamos hasta Fraga [Manuel Fraga, entonces ministro de Turismo], a quien le encantó que cuatro inminentes periodistas de la Escuela Oficial quisieran recorrer el Camino de Santiago, en vísperas del Año Santo Jacobeo. "Lo que pasa, señor Fraga, es que no tenemos un duro... eso sí, por cada sitio que pasemos haremos visita al periódico, a las radios locales y hablaremos del Camino". Le pareció de perlas a Don Manuel. Y, pocos días después, disponíamos de 25.000 pesetas de las de entonces... ¡Madre mía!"

"Qué moete tan templaico"

Al poco de salir, el 27 de junio, los peregrinos y los lectores entran en un diálogo de montaña de los años 60.

"En la borda del cruce, hay un rebaño de ovejas con su pastor, al que Manolo, que encabeza nuestra fila india, saluda: 

- ¡Ave María purísima!

- Sin pecado concebida -contesta el buen señor, con el que pegamos la hebra y el tiento a la bota de vino fresco.

- Si gustan... -nos dice alargándonos su petaca.

- ¡Gracias, gracias! Pero queda mucha subida como para fumar... -contesta el cura.

- Este 'moete' ¡qué 'templaico' es! -comenta el buen hombre, que se excusa cuando le decimos que el mocete templadico es cura". 

Caminar, cantar, comer opíparamente...

"Kilómetro tras kilómetro, unas veces de a cuatro, unas veces cantando, otras en silencio. Otras, rezando en voz alta, o para adentro, otra charla que te charla. Comer los cuatro opíparamente puede salirnos por 160 pelas del común". Así era entonces la rutina del peregrino con fe.

"Da pena, pero mucha y muy grande pena, ir dejando atrás ruinas y más ruinas de ermitas, hospitales, monasterios de un gótico esbeltísimo que todavía alucina, pero todo lleva décadas abandonado, y las liebres y las perdices crían entre sus piedras y hierbajos", anotó Velasco en su libreta. 

En Hontanas entran en una tienda de "ultramarinos, pescadería, droguería, panadería, mercería". "En el mostrador hay unos prospectos en colorines con las películas que próximamente echarán en el salón parroquial, cuando el chico vaya trayendo en bici los rollos de pueblo en pueblo, y el hijo de la dueña colecciona, en una caja maravillosa que nos muestra, esos anuncios de películas". 

Culebras, lobos, pueblos sin luz eléctrica

"Una culebra de tamaño más que respetable se nos cruza, nada más iniciar la subida al monte Yrago. Ya nos pusieron sobre aviso los lugareños de Rabanal que echaban la partida de mus, sabrosísima por cierto en expresiones, en el bar donde habíamos comido:

- Vayan con tiento. Por esos montes hay de todo: desde culebras hasta lobos; ayer tarde mismo, una manada acabó con media docena de ovejas, entre El Acebo y Manjarín..."

"En Manjarín, de las 18 casas, sólo 6 están habitadas. No hay luz eléctrica, a causa de un tormentón reciente. Y la señora que nos acoge sería feliz, estoy seguro, si le dejáramos uno de los transistores que llevamos para que, al menos, pueda oír la radio, sobre todo en los largos días del invierno; pero, claro, tendrían que comprarle pilas cuando alguien baje a Ponferrada. Por otra parte, me convencen Juan y Homero de que no tenemos derecho a perturbar su paz habitual con las noticias de este sucio mundo". 

La italiana jovencísima y preciosa

Encuentran a Paola, "una jovencísima y preciosa chica italiana, que peregrina a Compostela", en el puente romano que daba acceso al viejo Portomarín. Les dijo que era de Venecia. 

- Vengo desde allí y estoy en el Camino desde hace dos meses ya...

"Hablando, hablando..., acabamos enterándonos de que el Camino le ha servido para tomar la decisión de su vida: cuando vuelva a casa, ingresará como monja de clausura en el Carmelo. Lo tiene clarísimo, irrevocablemente decidido. Deja a su familia, a su novio, deja la universidad y emprende una nueva vida, en respuesta a una inequívoca interpelación interior. Ella nota nuestro afecto y admiración, y sonríe feliz cuando le aseguramos nuestra oración ante la tumba del Apóstol, por ella y por su vocación".  

La experiencia ante la urna del Apóstol

Los peregrinos llegaron a Santiago tras aventuras y vicisitudes. Allí Velasco reflexionó ante la tumba del Apóstol. 



Miguel Ángel Velasco es un periodista veterano

Miguel Ángel Velasco es un periodista veterano; en este libro recupera las notas de su viaje de 1964 y nos permite viajar en el tiempo.


"Si alguien me pidiera que le explicase qué se siente en aquella cripta, de rodillas ante la urna de plata que contiene los huesos de Santiago Apóstol, los resumiría quizás en tres palabras: universalidad, catolicidad, perennidad. Y una cuarta; tradición. Bueno, y luego muchas más: alegría, fe, esperanza, verdad, lealtad, seguridad, amistad, confianza... Pero eso, luego. Y todo junto, todo a la vez". 

¿Para qué hacer el Camino?, plantea hoy, como ayer, el veterano periodista, y aquí cronista de viaje. La respuesta es contundente: "Para llenar de sentido, de significado, de plenitud, nada menos que tu vida". 

El Manuscrito de Compostela (LibrosLibres) tiene 220 páginas, se puede conseguir en librerías y aquí en OcioHispano. 

Fuente: Religión en Libertad

sábado, 29 de octubre de 2022

Santo Evangelio 29 de Octubre 2022

 


Texto del Evangelio (Lc 14,1.7-11):

 Un sábado, sucedió que, habiendo ido Jesús a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».



«Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos...»


Rev. D. Josep FONT i Gallart

(Getafe, España)

Hoy, ¿os habéis fijado en el inicio de este Evangelio? Ellos, los fariseos, le estaban observando. Y Jesús también observa: «Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos» (Lc 14,7). ¡Qué manera tan diferente de observar!

La observación, como todas las acciones internas y externas, es muy diferente según la motivación que la provoca, según los móviles internos, según lo que hay en el corazón del observador. Los fariseos —como nos dice el Evangelio en diversos pasajes— observan a Jesús para acusarlo. Y Jesús observa para ayudar, para servir, para hacer el bien. Y, como una madre solícita, aconseja: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto» (Lc 14,8).

Jesús dice con palabras lo que Él es y lo que lleva en su corazón: no busca ser honrado, sino honrar; no piensa en su honor, sino en el honor del Padre. No piensa en Él sino en los demás. Toda la vida de Jesús es una revelación de quién es Dios: “Dios es amor”.

Por eso, en Jesús se hace realidad —más que en nadie— su enseñanza: «Se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los hombres (…). Por eso Dios lo exaltó y le dio el nombre que está por encima de todo nombre» (Flp 2,7.9).

Jesús es el Maestro en obras y palabras. Los cristianos queremos ser sus discípulos. Solamente podemos tener la conducta del Maestro si dentro de nuestro corazón tenemos lo que Él tenía, si tenemos su Espíritu, el Espíritu de amor. Trabajemos para abrirnos totalmente a su Espíritu y para dejarnos tomar y poseer completamente por Él.

Y eso sin pensar en ser “ensalzados”, sin pensar en nosotros, sino sólo en Él. «Aunque no hubiera cielo, yo te amara; aunque no hubiera infierno te temiera; lo mismo que te quiero te quisiera» (Autor anónimo). Llevados solamente por el amor.


Amigo de Pío XII y postulador de su causa; perseguido por Hitler, era, en realidad, un Hohenzollern

 


Amigo de Pío XII y postulador de su causa; perseguido por Hitler, era, en realidad, un Hohenzollern

Gumpel

El sacerdote había nacido como miembro de la familia real alemana. Pablo VI le pidió que escribiera su historia.

FacebookTwitterTelegramLinkedinWhatsappEmailJ. Cadarso20 octubre 2022 18:54TAGS:Historia de la IglesiaIglesia CatólicaSantosVaticanoSacerdocio católicoFátimaPío XIIVocaciones sacerdotalesHistoria del Vaticano

Si hubiera trabajado en una empresa habría sido catalogado como un brillante "cazatalentos", sin embargo, su labor no era exactamente detectar las capacidades humanas de la gente, sino las espirituales. O, mejor dicho, las dos a la vez. Kurt Peter Gumpel había nacido en Alemania y murió en Roma hace unos días a la edad de 99 años. Fue uno de los encargados, durante décadas, de postular la causa de numerosos santos en el Vaticano.

Residente en la Ciudad Eterna durante prácticamente toda su vida, Gumpel era miembro de la Congregación para la Causa de los Santos y llegó a estudiar a más de 150 candidatos a subir a los altares, especialmente, de la Compañía de Jesús, orden a la que pertenecía.

America The Jesuit Review ha contado la historia de este defensor de Pío XII, que tuvo que huir de Alemania por la persecución nazi, y que tenía un apellido realmente importante.

Cientos de santos por sus manos

Hasta hace apenas unos días, la residencia para sacerdotes jubilados de la Curia Jesuita en Roma acogía a uno de esos personajes singulares que, a pesar de su linaje, no buscan nunca el protagonismo.

Gumpel hablaba siete idiomas y tenía un impresionante dominio de la historia, así como de los procedimientos de canonización. Durante años trabajó en el Vaticano junto a su viejo amigo, Paul Molinari, el postulador general de los jesuitas.



GumpelGumpel hablaba siete idiomas y tenía un vasto conocimiento sobre la historia.

Pero la labor como postulador de Gumpel no se ciñó a los jesuitas. Jacinta y Francisco Marto, dos de los tres niños que vieron a la Virgen María en Fátima, o Santa Kateri Tekakwitha, la primera santa nativa americana, fueron solo algunos de las causas que pasaron por sus manos. Miles de documentos y manuscrito almacenados en su despacho le permitían acercarse un poco más a la santidad de muchos católicos.

Sin embargo, si hay un nombre que quedó sin marcar en la lista particular de Gumpel, y que sintió especialmente, ese fue el de Pío XII. Firme defensor del Papa al que le tocó vivir el nazismo, el sacerdote jesuita tenía un vasto conocimiento de la historia alemana moderna, y, sobre todo, un acceso total a las cartas y documentos del Pontífice. Aún así, como funcionario a cargo de la causa, aceptó la decisión del Vaticano de detener el proceso.

Consejo de un sacerdote importante

No extrañaría que la biografía de Gumpel apareciera algún día reflejada en una película. El sacerdote guardó durante su larga vida un secreto que solo reveló a unos pocos. Entre ellos se encontraba Pablo VI y el padre Arrupe, de quien fue estrecho colaborador.

El secreto consistía, nada más y nada menos, en que Gumpel no era realmente Gumpel, se trataba de un seudónimo. En realidad, se apellidaba Hohenzollern, la dinastía reinante de Alemania desde 1871 a 1918.



PioXIIEl jesuita defendió la causa de canonización del Papa Pío XII, a quien había conocido.

Fue durante el Concilio Vaticano II, donde el Padre Gumpel sirvió como consultor, cuando Pablo VI le pidió que escribiera la historia de su vida. Él aceptó en obediencia. "Tan pronto como te la entregue, por favor, destrúyela", le dijo al Pontífice. Kurt Peter Hohenzollern, el que era su nombre "doblemente" real, era hijo único y su familia esperaba que se casara y ampliara así el ilustre linaje.

Peter, sin embargo, deseaba convertirse en jesuita. Cuando era casi un niño pidió consejo a un sacerdote italiano que se había hecho amigo de la familia. "Sigue tu corazón, me dijo", recordaba el jesuita. Aquel sacerdote era el cardenal Eugenio Pacelli, nuncio en Alemania en el momento del ascenso al poder de Hitler, que pronto sería elegido Papa Pío XII.

Exilio en Francia y Países Bajos

Aunque no llegó a confesarlo nunca, es probable que el padre Gumpel cambiara su nombre para proteger a su familia. Bajo Hitler hubiera sido difícil tener un Hohenzollern en la Compañía de Jesús, o, también, puede que fuera la única forma, para un Hohenzollern, de escapar de la Alemania nazi.

En un reciente comunicado del Vaticano sobre su muerte se apuntó que había nacido en Hanover y había estado exiliado, primero en Francia y luego en los Países Bajos.

Peter Gumpel ingresó como novicio en los jesuitas de Nimega (Holanda) y permaneció como miembro de la provincia holandesa de la orden el resto de su vida. El sacerdote jesuita nunca quiso confesar sus orígenes reales, en una entrevista a EWTN alcanzó a decir: "Vengo de una familia muy rica y muy influyente. Mi apellido ha cambiado por completo y si digo el nombre de mi abuelo, mi nombre también se sabrá", señaló.



GumpelPeter Gumpel, tras salir de Alemania, estuvo exiliado en Francia y en Países Bajos.

Lo que realmente Gumpel no quería era que su historia personal fuera una carga para la Compañía de Jesús, y para la causa de Pío XII.

El sacerdote Kurt Peter Gumpel, un ilustre Hohenzollern, fue enterrado hace unos días en el cementerio alemán del Vaticano, en lugar de en el castillo donde descansan los miembros de su dinastía. Como él siempre reconoció, la Iglesia era su familia, los jesuitas eran sus compañeros y los santos su única realeza.

Fuente: Religión en Libertad

viernes, 28 de octubre de 2022

Santo Evangelio 28 de Octubre 2022

 


Texto del Evangelio (Lc 6,12-19):

 En aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.



«Jesús se fue al monte a orar»


+ Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas

(Barcelona, España)

Hoy contemplamos un día entero de la vida de Jesús. Una vida que tiene dos claras vertientes: la oración y la acción. Si la vida del cristiano ha de imitar la vida de Jesús, no podemos prescindir de ambas dimensiones. Todos los cristianos, incluso aquellos que se han consagrado a la vida contemplativa, hemos de dedicar unos momentos a la oración y otros a la acción, aunque varíe el tiempo que dediquemos a cada una. Hasta los monjes y las monjas de clausura dedican bastante tiempo de su jornada a un trabajo. Como contrapartida, los que somos más “seculares”, si deseamos imitar a Jesús, no deberíamos movernos en una acción desenfrenada sin ungirla con la oración. Nos enseña san Jerónimo: «Aunque el Apóstol nos mandó que oráramos siempre, (…) conviene que destinemos unas horas determinadas a este ejercicio».

¿Es que Jesús necesitaba de largos ratos de oración en solitario cuando todos dormían? Los teólogos estudian cuál era la psicología de Jesús hombre: hasta qué punto tenía acceso directo a la divinidad y hasta qué punto era «hombre semejante en todo a nosotros, menos en el pecado» (He 4,5). En la medida que lo consideremos más cercano, su “práctica” de oración será un ejemplo evidente para nosotros.

Asegurada ya la oración, sólo nos queda imitarlo en la acción. En el fragmento de hoy, lo vemos “organizando la Iglesia”, es decir, escogiendo a los que serán los futuros evangelizadores, llamados a continuar su misión en el mundo. «Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles» (Lc 6,13). Después lo encontramos curando toda clase de enfermedad. «Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos» (Lc 6,19), nos dice el evangelista. Para que nuestra identificación con Él sea total, únicamente nos falta que también de nosotros salga una fuerza que sane a todos, lo cual sólo será posible si estamos injertados en Él, para que demos mucho fruto (cf. Jn 15,4).


Desde un santuario en el Pirineo, la Biblia en whatsapp, el Catecismo y Club de Lectura en Instagram

 


Desde un santuario en el Pirineo, la Biblia en whatsapp, el Catecismo y Club de Lectura en Instagram

Trinidad y Pilar, formadas en la espiritualidad jerónima, encargadas por el obispo de cuidar el santuario de Refet

Casi a mitad de camino en la carretera entre Lérida y La Seu d'Urgell está el santuario de Santa María de Refet. El arzobispo de Urgel ha encargado su cuidado a Pilar y Madre Trinidad. Son dos enamoradas de la Biblia, de la liturgia de las horas y del carisma de San Jerónimo, el traductor de la Biblia en el siglo V.

San Jerónimo vivió en Belén acompañado de unas mujeres devotas, escribiendo y traduciendo y acogiendo peregrinos. También en Refet estas mujeres acogen peregrinos (hay una mini-hospedería con sitio para 5 o 6 huéspedes) y buscan difundir la oración con la Biblia.

Durante la pandemia abrieron grupos de lectura en Instagram y Whatsapp y les asombró comprobar cómo crecían con cientos de personas de toda España, españoles en países europeos y gente desde Hispanoamérica. Desde un pequeño santuario remoto, conectaban con muchas personas. Y los miembros de estos grupos se comprometen, además, a rezar unos por otros.

La lectura de la Biblia, ordenada, en un año

Ya dos años han ofrecido la lectura pautada de la Biblia por whatsapp, una lectura diaria y acompañada, con una fecha de inicio y otra de finalización. Empiezan otra vez el 1 de enero: en un año, se lee la mayor parte de la Biblia, de Génesis a Apocalipsis (quedan fuera fragmentos áridos de Números, Deuteronomio, etc...). Cada curso en los dos años pasados ha atraído unos 240 participantes.

La situación canónica de Pilar y Madre Trinidad es peculiar. Madre Trinidad era priora de la comunidad jerónima de Barcelona, y Pilar era novicia. Querían hacer algo "más jerónimo" (más ermitaño, más hospedar-acoger, más Biblia) y se sintieron llamadas a cuidar ese santuario en una zona rural y poco poblada de la Cataluña interior. Pasados 6 años de experiencia, Pilar ya no es novicia de la orden y Madre Trinidad consulta con Roma seguir sirviendo a la Iglesia, pero ahora desde la diócesis y desde Refet.



Madre Trinidad y Pilar son las guardianas del santuario de Refet.

"Fundar una nueva comunidad de jerónimas no podía ser. El obispo nos propuso ser vírgenes consagradas, y al principio nos parecía raro", explica Pilar. "Las vírgenes consagradas suelen tener oficios en la ciudad, viven 'en el mundo', no suelen viven en comunidad con bienes compartidos, ni retiradas en el campo..."

"Pero cuando leímos las instrucciones de 2018 de la Congregación de Vida Consagrada sobre las vírgenes, vimos que podían tener un carisma propio, como el nuestro, de San Jerónimo, y tener comunidad de bienes y casa. Así que el obispo me consagró como virgen, me encargó vestir hábito y cuidar el santuario. Madre Trinidad está consultando este paso en Roma. Pero creemos que es del Espíritu Santo servir desde aquí con este carisma de San Jerónimo, el oficio divino, la hospitalidad...".

Llegaron en 2016 de Barcelona. (Aquí, fotos del santuario al poco de llegar). Pilar era de Masnou, cerca de la Ciudad Condal. "En la ciudad piensan que la gente de campo es más religiosa, pero la realidad es que la Cataluña rural está muy descristianizada y envejecida. No hay curas que puedan quedarse a atender el despacho parroquial, los jóvenes se van, muchos pueblos no tienen misa... Aquí en el santuario tenemos misa el domingo por la tarde y viene gente de los pueblos de alrededor", detalla.

Probaron varias iniciativas de evangelización, y comprobaron que "era difícil reunir vecinos con fe para rezar juntos, formarse, un Curso Alpha o para orar la Lectio Divina".

En cambio, cuando lanzaron la lectura por Instagram, siguiendo una guía de Estados Unidos en un esquema de un año, "con inicio y final" comprobaron su éxito.

"Son veinte minutos al día, y comprobamos que tres de cada cuatro perseveran hasta el final. Enviamos un mensaje con los textos diarios de la semana, y también algunas guías y ayudas", explica Pilar. Recomiendan sobre todo el libro Comprender las Escrituras, del popular biblista converso Scott Hahn.

De los frutos no les caben dudas. Ponen un ejemplo concreto: "Una señora que perdió a su madre en pandemia nos dijo que esta lectura diaria de la Biblia le sostenía".

Trinitat y Pilar, de la comunidad de Refet, en una foto del diario Segre

 

En ese envío no hay espacio de preguntas, pero hay otro espacio que sí funciona como un chat donde los usuarios hacen preguntas y comentarios y se crea un lugar de encuentro común.

"Es un impulso para hacer oración personal, cada uno en su casa, pero desde la Iglesia, con apoyo y acompañándose del Catecismo", añade Pilar.

Al principio hubo cierta confusión. "Varias personas se apuntaron pensando que enviábamos los textos completos para leer en el móvil, en el autobús, a ratos. Pero no es así, no buscamos ese leer 'a salto de mata', -aunque es mejor que no leer, claro- sino una lectura con regularidad, tomando notas... Yo, de hecho, no sé leer un libro sin subrayarlo. Nosotras rezamos con el breviario de papel, que pesa 4 kilos. Dimos por supuesto que la gente leería con su Biblia de papel".

Pilar considera que precisamente por vivir en una época de "mucho sentimentalismo e individualismo" lo que hace falta es "rezar con la Iglesia y vivir con la Iglesia".

Cita a Benedicto XVI, que decía que "la Biblia no es un oráculo". Por eso ellas rezan la Lectio Divina con la misa del día, el oficio divino "con los Salmos que están ahí; a veces te levantas contento pero lo que te toca leer es el Miserere. Somos un cuerpo místico, al rezar sentimos y vivimos con la Iglesia".

Club de Lectura Católica, por Instagram

Usando la misma fórmula, lanzaron un Club de Lectura, empezando con El despertar de la señorita Prim, el libro de Natalia Sanmartín, con el apoyo de la autora. Participaron 45 personas, que lo degustaron detalladamente, en dosis de pocas páginas al día, que luego se comentaban el fin de semana.

Los participantes pidieron continuar, y ahora en el club están leyendo La Restauración de la Cultura Cristiana de John Senior. "Es un libro que nos encanta y hemos leído ya 4 veces, nos lo recomendó mosén Joan Antoni Mateo", explican, refiriéndose al párroco de Tremp, activo en Facebook y bloguero, que murió en 2021 con 59 años.

"Tenemos claro que vivimos en una época de batalla cultural y también espiritual y todos hemos de prepararnos", explican.

Como la fórmula funciona, anuncian que también crearán un sistema a partir de Adviento para empezar a leer en Catecismo y comentarlo en grupo. "Nuestro Instagram y nuestras redes están en castellano y se apunta gente de toda España y Latinoamérica", constatan.

Madre Trinidad y Pilar acogen a miembros de Cor Nou, un grupo de música y oración de Cardedeu



Madre Trinidad y Pilar acogen a miembros de Cor Nou, un grupo de música y oración de Cardedeu.

La Biblia y la Lectio Divina, no son "un añadido"

Pilar constata que hay mucha gente devota que casi no incorpora la Biblia en su oración. Le parece que es algo en lo que hay que avanzar.

"Hay conversos, y personas religiosas que van a peregrinaciones lejanas, y que rezan muchos rosarios... eso está bien pero les pregunto si rezan Laudes, Completas, la Liturgia de las Horas, que es la oración pública de la Iglesia, y no saben lo que es. A veces pasa también con la misa, con gente que valora más las adoraciones que la Eucaristía en sí. Benedicto XVI animaba a volver sobre todo a lo esencial: la Eucaristía, la Palabra de Dios en la Iglesia y el Catecismo".

Pero también es importante hacer amistades y comunidad. "En el mundo profano, cuando alguien se apunta a un Club de Lectura de una librería, también lo hace para conocer gente, hacer amigos... Y también puede hacerse en nuestro club de lectura, conociendo personas con nuestras afinidades. Saboreamos el libro y lo comentamos, pero también nos conocemos y nos comprometemos a rezar unos por otros".

Así, desde un pequeño santuario rural no lejos de los Pirineos, se teje una red de oración que llega a lugares muy lejanos. Y a Dios.

Más información en https://www.artesaniaderefet.com y en el número de móvil y whatsapp +34 688803999 .

En este vídeo de la diócesis de Urgel, en catalán, explican cómo son sus grupos de whatsapp, Instagram y Biblia desde su santuario remoto de montaña.


Fuente: Religión en Libertad

jueves, 27 de octubre de 2022

Santo Evangelio 27 de Octubrte 2022

 


Texto del Evangelio (Lc 13,31-35):

 En aquel tiempo, algunos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte». Y Él les dijo: «Id a decir a ese zorro: ‘Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado. Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén’.

»¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, se os va a dejar vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!».



«¡Jerusalén, Jerusalén! (...) ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos (...) y no habéis querido!»


Rev. D. Àngel Eugeni PÉREZ i Sánchez

(Barcelona, España)

Hoy podemos admirar la firmeza de Jesús en el cumplimiento de la misión que le ha encomendado el Padre del cielo. Él no se va a detener por nada: «Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana» (Lc 13,32). Con esta actitud, el Señor marcó la pauta de conducta que a lo largo de los siglos seguirían los mensajeros del Evangelio ante las persecuciones: no doblegarse ante el poder temporal. San Agustín dice que, en tiempo de persecuciones, los pastores no deben abandonar a los fieles: ni a los que sufrirán el martirio ni a los que sobrevivirán, como el Buen Pastor, que al ver venir al lobo, no abandona el rebaño, sino que lo defiende. Pero visto el fervor con que todos los pastores de la Iglesia se disponían a derramar su sangre, indica que lo mejor será echar a suertes quiénes de los clérigos se entregarán al martirio y quiénes se pondrán a salvo para luego cuidarse de los supervivientes.

En nuestra época, con desgraciada frecuencia, nos llegan noticias de persecuciones religiosas, violencias tribales o revueltas étnicas en países del Tercer Mundo. Las embajadas occidentales aconsejan a sus conciudadanos que abandonen la región y repatríen su personal. Los únicos que permanecen son los misioneros y las organizaciones de voluntarios, porque les parecería una traición abandonar a los “suyos” en momentos difíciles.

«¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, se os va a dejar vuestra casa» (Lc 13,34-35). Este lamento del Señor produce en nosotros, los cristianos del siglo XXI, una tristeza especial, debida al sangrante conflicto entre judíos y palestinos. Para nosotros, esa región del Próximo Oriente es la Tierra Santa, la tierra de Jesús y de María. Y el clamor por la paz en todos los países debe ser más intenso y sentido por la paz en Israel y Palestina.


Dijeron a su madre que el bebé moriría, rezaron a San Francisco... y ahora estudia Teología en Roma


 Dijeron a su madre que el bebé moriría, rezaron a San Francisco... y ahora estudia Teología en Roma

Pablo Francisco, seminarista de la congregación Miles Christi becado por Fundación CARF en Roma

Pablo Francisco Gutiérrez es un joven argentino de 25 años, religioso de la congregación Miles Christi. Acaba de llegar a Roma para estudiar el Bachiller de Teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, gracias a la ayuda de la Fundación CARF.

Esta fundación no sólo apoya la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos de todo el mundo, sino que también ayuda a los estudios de miembros de congregaciones religiosas, especialmente algunas de más reciente creación. Fundación CARF busca que sus becados tengan una preparación académica adecuada para servir a la Nueva Evangelización.

Un pueblo argentino con devoción a San Francisco de Asís

Pablo Francisco explica la historia de su vocación religiosa. "Nací en Villa Elisa, un pueblo que se sitúa en el partido de la Plata, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Cuando era niño, había muy pocas casas, era mucho más pequeño que ahora. Toda mi familia es una familia de fe. Soy el tercero de seis hermanos. Mi madre, Cristina, de quien nos viene a todos la fe, mi padre, Luis, tres hermanos varones y tres hermanas... todos están muy entregados al apostolado".

Villa Elisa, explica, tuvo una fuerte presencia franciscana. La parroquia es un antiguo convento franciscano, que tiene en frente el colegio san Francisco de Asís, "todo a cargo ahora de nuestra congregación". "Todas las personas de Villa Elisa eran muy devotas del santo de Asís", señala.

Aseguraron a la madre que el bebé moriría

"Cuando mi madre estaba embarazada de mí, tuvo una pancreatitis muy peligrosa y los médicos le aseguraron que perdería el bebé que esperaba. La comunidad rezó especialmente a san Francisco, y la operación se llevó a cabo un 8 de diciembre, día de la Inmaculada. Gracias a Dios, la operación salió superando toda expectativa y el niño, que era yo, estaba completamente sano", explica el joven religioso.

"El mismo médico no pudo explicar este suceso y le dijo a mi madre que había sido un milagro. También contamos con las oraciones del primo de mi madre, sacerdote en Rosario, quien desde que comenzó la operación hasta el día de mi nacimiento, celebró la Santa Misa todos los días pidiendo por mí", detalla.

"Siempre tuve la convicción de que la Madre de Dios me había preservado desde aquel momento para su Hijo, y, en lugar de morir, vivir para servir a Dios. Por eso, estoy convencido que este milagro fue el comienzo de mi vocación", añade.

Una madre que encamina a la familia

«Debo decir que toda la familia debe a mi madre el haber recibido la fe. Ella misma convirtió a mi papá, ya casados, y supo encaminar bien a todos sus hijos. Comencé a los tres años en el colegio san Francisco, y desde allí recuerdo que siempre quise ser sacerdote. Incluso, de lo cual ahora me río, recuerdo que jugaba a celebrar la Misa en mi habitación… usaba una mesa como altar, y una vieja mesita de luz como sagrario".

No es la única vocación en la familia. "En este momento, un tío mío, sacerdote hermano de mi madre, estaba haciendo un curso en esta misma universidad. A su vez también un primo de mi madre, del cual hablé antes, sacerdote en Rosario, Argentina".

Desde los 8 a los 17 años, Pablo Francisco se relacionó con el grupo Halcones de la Cruz del Sur, ligado a la congregación Miles Christi, que estaban frente a su casa.

Allí ofrecían "sana alegría cristiana, con una sólida vida de piedad y fuertes lazos de buenas amistades. Gracias a este grupo, me acerqué a la congregación, comencé a llevar una vida de piedad más seria, con dirección espiritual y ejercicios espirituales que hacíamos anualmente. Y fue allí donde recibí el llamado de Dios".

"Mi madre siempre nos decía: 'ustedes tienen que ir a un grupo católico… el que quieran. Pero acá no se quedan, tienen que formarse'. Ahora le agradecemos muchísimo, mis hermanos y yo, esta exigencia".

Ejercicios espirituales a los 15 años

"En 2013, cuando tenía 15 años, realicé unos ejercicios espirituales, un retiro espiritual de silencio, inspirado en el método de san Ignacio. Allí vi con claridad que Dios me estaba llamando ya desde niño, pero ahora, con mucha mayor intensidad. Recuerdo todas las preguntas de entonces… sobre todo ¿por qué a mí? ¿qué pasará con la gente con la que hago apostolado, mis amigos, etc.? Y Dios mismo se encargaba de responder por mí. En el fondo era temor de qué pasaría, y vi que era necesario un acto de fe y de confianza en Dios. Fue un saltar al vacío, darle a Dios un cheque en blanco. Si en verdad tanto quiero mi casa, mi familia, amigos, etc. es más seguro que se encargue Él".

Con un amigo perteneciente a Halcones y otros compañeros, unas diez personas, iban cada jueves al hospital de niños de la Plata, a la sección de Oncología, para hacer apostolado con los niños con cáncer. "Luego, cada viernes, hacíamos media hora de adoración al Santísimo, y luego compartíamos una merienda entre nosotros", recuerda de su adolescencia.

La vida religiosa

Entró en vida religiosa en Miles Christi en 2015, estudiando Humanidades y Filosofía en su casa de formación de Luján, a unos pocos kilómetros del santuario de la Virgen de Luján. "Luego realicé el noviciado allí mismo, y culminé con los votos y la toma de hábito, un 11 de febrero de 2021, Nuestra Señora de Lourdes, junto con los hermanos Agustín y Mariano de Miles Christi, que estudian conmigo en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, ellos también gracias a la ayuda de la Fundación CARF".

Realizó sus prácticas apostólicas en la provincia de San Luis, en Argentina, una región pobre pero con pobladores cercanos y de fe fuerte y sencilla. Trabajó con niños y con universitarios.

"Íbamos con los jóvenes a distintos lugares, a veces pueblos, otras capillas en las sierras, donde andábamos mucho tiempo por caminos de tierra en medio de las sierras para llegar a alguna casa desconocida, donde vivía gente para rezar con ellos y buscar acercarlos a Dios", detalla. También organizaron un coro polifónico y dieron dos conciertos.

¡Estudiar en Roma!

"Me faltaba aún estudiar la Teología para poder ser ordenado", explica. La beca de CARF le facilitaba ir a estudiar a Roma.

"Doy gracias a Dios por esta gracia tan grande de poder estudiar Teología en el centro de nuestra fe, Roma. Y deseo de corazón poder responder a esta gracia tan grande que me da el Señor con generosidad, dándome de lleno al estudio de la ciencia de Dios, aquí en esta universidad de la Santa Croce. También quiero agradecerles especialmente a todos los que hacen posible que yo pueda terminar mi formación sacerdotal, especialmente a todos los hermanos y hermanas de la Fundación CARF-Centro Académico Romano Fundación, y asegurarles su presencia en mis oraciones", asegura. Y no le falta su agradecimiento a San Francisco de Asís, por su protección, incluso antes de nacer.

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 26 de octubre de 2022

Santo Evangelio 26 de Octubre 2022

 


Texto del Evangelio (Lc 13,22-30):

 En aquel tiempo, Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». El les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’. Entonces empezaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’, y os volverá a decir: ‘No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!’. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos».



«Luchad por entrar por la puerta estrecha»


Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés

(Tarragona, España)

Hoy, camino de Jerusalén, Jesús se detiene un momento y alguien lo aprovecha para preguntarle: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» (Lc 13,23). Quizás, al escuchar a Jesús, aquel hombre se inquietó. Por supuesto, lo que Jesús enseña es maravilloso y atractivo, pero las exigencias que comporta ya no son tan de su agrado. Pero, ¿y si viviera el Evangelio a su aire, con una “moral a la carta”?, ¿qué probabilidades tendría de salvarse?

Así pues, pregunta: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Jesús no acepta este planteamiento. La salvación es una cuestión demasiado seria como para resolverla mediante un cálculo de probabilidades. Dios «no quiere que alguno se pierda, sino que todos se conviertan» (2Pe 3,9).

Jesús responde: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’» (Lc 13,24-25). ¿Cómo pueden ser ovejas de su rebaño si no siguen al Buen Pastor ni aceptan el Magisterio de la Iglesia? «¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!. Allí será el llanto y el rechinar de dientes» (Lc 13,27-28).

Ni Jesús ni la Iglesia temen que la imagen de Dios Padre quede empañada al revelar el misterio del infierno. Como afirma el Catecismo de la Iglesia, «las afirmaciones de la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión» (n. 1036).

Dejemos de “pasarnos de listos” y de hacer cálculos. Afanémonos para entrar por la puerta estrecha, volviendo a empezar tantas veces como sea necesario, confiados en su misericordia. «Todo eso, que te preocupa de momento —dice san Josemaría—, importa más o menos. —Lo que importa absolutamente es que seas feliz, que te salves».


Tres curas contra la mala liturgia: poner Los Simpson en misa, el rito de la Isla Culebra... y más

 


Tres curas contra la mala liturgia: poner Los Simpson en misa, el rito de la Isla Culebra... y más

Doménech, Silva y Bronchalo, curas blogueros, que hablan de todo en Red de Redes, sin tapujos

"Recuerdo estar en Culebra, una isla de Puerto Rico, y al ir a empezar la Eucaristía el sacerdote me advirtió: «Aquí celebramos con el rito de Culebra»… ¡y el tío se inventó la misa, de principio a fin!”

Esta anécdota sirve al padre Jesús Silva para introducir la cuestión de los abusos litúrgicos en la misa durante el segundo episodio de Red de Redes, el programa de humor y formación de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) conducido por los sacerdotes Patxi Bronchalo, Antonio María Domenech y el propio Silva.




En este capítulo, titulado “La Santa Misa”, los tres clérigos exploran el significado profundo de la Eucaristía, y abordan sin pelos en la lengua polémicas como los bailes en el altar, las misas tradicionales o la relación de la misa con las fiestas judías.

En este artículo, recogemos las cinco principales reflexiones del episodio, empezando por:

1) La misa no tiene por qué ser entretenida

“En una boda, durante la misa, bajaron una pantalla y pusieron un capítulo de Los Simpson doblado por los amigos de los novios”, apunta Silva, junto a ejemplos vistos a través de redes sociales, como un sacerdote bailando sevillanas con la casulla puesta o un altar decorado con la bandera LGBTI.

“La Iglesia no es un teatro, y a veces pensamos que tenemos que hacer cosas para que la gente esté a gusto y pase un rato ameno, pero es porque no entendemos lo que pasa en la misa, que es sagrado y precioso”, señala Bronchalo.

Para Silva, “este tipo de abusos desmerecen el misterio esencial de la Eucaristía, que no es algo que hagamos sino algo a lo que servimos”. Domenech añade a esta reflexión que “quien actúa en la misa es Cristo”, y que las normas litúrgicas de la Iglesia “encauzan la conversación” entre Él y nosotros.

“No hemos de inventar cosas pensando que así es mejor, sino ser como el pincel con el que pinta un artista; somos los pinceles de Dios para que Él se derrame sobre su pueblo”, añade Bronchalo.



El sacerdote Patxi Bronchalo

2) No hay una misa mejor que otra

Los tres sacerdotes, no obstante, también identifican un vicio en el extremo contrario: el de quienes piensan que una misa es mejor que otra. “Hay personas que celebran la misa de San Pío V -que se puede hacer sin problema-, pero que piensan que es el mejor modo de celebrar la misa, o el único, y que no vale el Nuevo Orden”, lamenta Silva.

El padre insiste en que estos “lo hacen también como un símbolo de distinción, una seña de identidad para diferenciarte, del mismo modo que otros ponen banderitas o bailan”. “En el fondo -comenta Domenech- se olvidan de que no es mejor tu misa que la mía, porque misa solo hay una: la del Calvario, y yo me uniré a ella o no según lo que haga”.

3) La presencia de Cristo en la Eucaristía es real, no un símbolo

“Hay quien dice que la presencia de Cristo en la Eucaristía es un símbolo, o una imagen”, plantea Bronchalo, y Domenech sienta cátedra: “Su presencia es real, está verdaderamente presente en la forma del pan y el vino; Jesús está en su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad”, señala el sacerdote, y añade que, una vez acabado el sacrificio eucarístico, Cristo sigue estando en el sagrario.

Ahondando en la teología, Silva cita al Concilio Vaticano II y apunta que allí se dice que la presencia real de Cristo se da en muchas realidades -por ejemplo, en los pobres-, pero que la Eucaristía es el único lugar donde se da una presencia “substancial” de Cristo. “Su presencia en el vino y el pan es real por sublimación, no por exclusión”, elabora.



El sacerdote Jesús Silva

En esta línea, los tres sacerdotes destacan que la misa es la renovación del sacrificio de Cristo. Citan dos fiestas judías: el Yom Kipur, donde se sacrificaba un cordero para expiar los pecados del pueblo, y la Pascua, donde se comía el cordero pascual como símbolo de la liberación del pueblo de Israel de Egipto.

“Jesús -explica Silva- asume en sí las dos figuras: Él es el cordero que quita el pecado del mundo con su sacrificio único, y también se hace alimento y banquete para nosotros, como símbolo de que hemos sido liberados y estamos en la Salvación”. Domenech, además, cita que en este sacrificio, Cristo es a la vez sacerdote, víctima y altar.

4) La misa no se celebra en solitario


Otro aspecto fundamental que destacan es el hecho de que la misa es una asamblea, una convocación de los fieles a reunirse y celebrar juntos el sacrificio.

“Un sacerdote puede celebrar solo, pero no es lo ideal; el Señor nos reúne como Iglesia y así manifestamos juntos que somos el cuerpo de Cristo presente”, señala Silva, y Domenech añade que “el número de personas es indistinto, aunque estés solo, contigo está celebrando toda la Iglesia”.



El sacerdote Antonio María Doménech

5) Para comulgar hace falta ir “vestido de boda”

Por último, citan la parábola del Evangelio en la que se prepara un gran banquete de boda -“la Eucaristía es un anticipo del Cielo, del banquete futuro”-, y echan a uno que no llevaba traje de boda. Para Bronchalo, este traje de boda necesario para participar en el banquete es el bautismo, que lava el pecado original y “blanquea” el vestido.

Domenech considera que también se puede ver como la disposición interior de querer ir a misa, y Silva lo liga a la confesión. “Claro, una cosa es asistir a misa y otra comulgar -recuerda Domenech-, y para comulgar hace falta estar en gracia de Dios, saber que recibimos a Cristo y estar una hora sin comer nada antes, por respeto a lo que es la comunión en sí”.

Por último, como en cada programa, los tres participantes recomendaron la figura de un santo -San Pío de Pietrelcina-, una película -El gran milagro, dirigida por Bruce Morris y dirigida a los más pequeños- y un libro: La cena del cordero, de Scott Hahn.

Fuente: Religión en Libertad

martes, 25 de octubre de 2022

Santo Evangelio 25 de Octubre 2022



 Texto del Evangelio (Lc 13,18-21):

 En aquel tiempo, Jesús decía: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas». Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo».



«¿A qué es semejante el Reino de Dios?»


+ Rev. D. Francisco Lucas MATEO Seco

(Pamplona, Navarra, España)

Hoy, los textos de la liturgia, mediante dos parábolas, ponen ante nuestros ojos una de las características propias del Reino de Dios: es algo que crece lentamente —como un grano de mostaza— pero que llega a hacerse grande hasta el punto de ofrecer cobijo a las aves del cielo. Así lo manifestaba Tertuliano: «¡Somos de ayer y lo llenamos todo!». Con esta parábola, Nuestro Señor exhorta a la paciencia, a la fortaleza y a la esperanza. Estas virtudes son particularmente necesarias a quienes se dedican a la propagación del Reino de Dios. Es necesario saber esperar a que la semilla sembrada, con la gracia de Dios y con la cooperación humana, vaya creciendo, ahondando sus raíces en la buena tierra y elevándose poco a poco hasta convertirse en árbol. Hace falta, en primer lugar, tener fe en la virtualidad —fecundidad— contenida en la semilla del Reino de Dios. Esa semilla es la Palabra; es también la Eucaristía, que se siembra en nosotros mediante la comunión. Nuestro Señor Jesucristo se comparó a sí mismo con el «grano de trigo [que cuando] cae en tierra y muere (...) da mucho fruto» (Jn 12,24).

El Reino de Dios, prosigue Nuestro Señor, es semejante «a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo» (Lc 13,21). También aquí se habla de la capacidad que tiene la levadura de hacer fermentar toda la masa. Así sucede con “el resto de Israel” de que se habla en el Antiguo Testamento: el “resto” habrá de salvar y fermentar a todo el pueblo. Siguiendo con la parábola, sólo es necesario que el fermento esté dentro de la masa, que llegue al pueblo, que sea como la sal capaz de preservar de la corrupción y de dar buen sabor a todo el alimento (cf. Mt 5,13). También es necesario dar tiempo para que la levadura realice su labor.

Parábolas que animan a la paciencia y la segura esperanza; parábolas que se refieren al Reino de Dios y a la Iglesia, y que se aplican también al crecimiento de este mismo Reino en cada uno de nosotros.


En el año del covid, la Iglesia Católica creció en 15 millones de fieles, pero perdió curas y monjas

 


En el año del covid, la Iglesia Católica creció en 15 millones de fieles, pero perdió curas y monjas

Alberto Vera, misionero mercedario español, obispo en Nacala, Mozambique

De finales de 2019 a finales de 2020, año fuerte de la pandemia de coronavirus, la Iglesia creció en unos 15 millones de fieles más, un tercio de ellos, africanos.

Así África ha conseguido doblar su número de católicos en lo que va de siglo (es decir, en un par de décadas).

La Iglesia Católica tenía 1.050 millones de católicos al empezar el siglo XXI, en el año 2000. En 2020 (con los datos que se presentan ahora) eran 1.359. Eso significa que en el s.XXI, en la Era de Internet, la Iglesia, pese a escándalos, problemas y persecuciones, crece a un ritmo medio de 15 millones más cada año.



Tabla de población mundial de católicos por continentes en 2020 y porcentaje respecto a la población mundial.

Si usted quiere "invertir" su dinero del Domund para apoyar a los misioneros allí donde crece la Iglesia, ha de "invertir" con donativos en África. El continente está lleno de niños católicos, la mayoría pobres o muy pobres, que lo emplearán bien en alimentarse y estudiar, y rezarán por usted.

Philip Jenkins, sociólogo especializado en Sociología de la Religión, escribía en 2016 que a finales del s.XX había unos 130 millones de católicos en el continente africano. Ahora la agencia Fides ha difundido los datos del Anuario Estadístico de la Iglesia, actualizados a 31 de diciembre de 2020, y ahí se señala que hay en África 256 millones de católicos.

Es decir, en un par de décadas, ¡el catolicismo se ha doblado en África!

Y la inmensa mayoría son niños pequeños pobres que necesitan ser alimentados y escolarizados.


El sacerdote misionero Juan Pablo López Mendía, junto a una mujer de Benín.

La Iglesia se ha esforzado por alimentar y escolarizar: en 2008, según el Anuario publicado en 2010, África tenía 57.400 centros escolares católicos de infantil, primaria y secundaria. Doce años después, en 2020, tenía 77.700.

O dicho de otra forma, la Iglesia abre cada año 1.700 escuelas más en África.

En 2020 la Iglesia tenía 26,6 millones de menores de edad en sus escuelas africanas (el equivalente a toda la población de Australia, de todas las edades). Doce años antes eran 19,5 millones los niños en escuelas católicas africanas.

O dicho de otra forma, cada año la Iglesia se encuentra con medio millón adicional de niños en sus escuelas africanas.

Y buena parte de eso sólo se sostiene con las congregaciones misioneras, las ONGs católicas, los donativos del Domund y, en general, la generosidad de los católicos, más bien envejecidos, del Primer Mundo.

Otro dato importante: de 2019 a 2020, la Iglesia creció a nivel mundial en 15,2 millones de fieles. De ellos, 5,3 millones son africanos. Es decir, África aporta 1 de cada 3 nuevos católicos.



Redentoristas en Ghana, nativos y misioneros: África es un vivero de vocaciones para la Iglesia.

América: más fieles, pero menos obras

En 2008, había 576 millones de católicos en el continente americano, desde Canadá hasta Argentina. En 2020 eran 653,7 millones, es decir, casi 78 millones de fieles más en doce años, unos seis y millones y medio más por año.

Pero, al contrario que en África, ha bajado el número de estudiantes en sus escuelas. Hoy la Iglesia americana (de todo el continente) mantiene 10 millones de menores de edad en escuelas católicas. Hace doce años eran 13,5 millones. Las razones son muchas y distintas según los países. No es lo mismo EEUU que Chile o Brasil.

También baja notoriamente la cantidad de hospitales y dispensarios católicos en América. Hace doce años, la Iglesia contaba con 1.700 hospitales y 5.500 dispensarios. En 2020 eran 1.373 hospitales y 3.785 dispensarios. Y disminuye el número de "casas para ancianos, enfermos crónicos y minusválidos": de 4.143 en 2008, a 3.467 en 2020.

Europa: casi estancada, crece muy ligeramente

Las cifras de católicos en la Vieja Europa son peculiares. En 2008 había 709 millones de católicos, en 2020 eran 723, apenas un crecimiento de 1,2 millones de fieles más al año. Alguien podría considerar que aún parecen muchos.

Se trata de cifras de bautizados, no de devotos. Además, Europa atrae inmigración de países católicos africanos y americanos y hay algunos lugares de crecimiento. Por ejemplo, los católicos de rito griego en Ucrania eran un 7,6% de la población en el año 2000, y un 9,4% en el 2018. Pero en general, se nota el estancamiento, especialmente en Europa Occidental.

Hay signos de declive claros al ver las obras sociales. La Iglesia en Europa tenía en 2008 unos 1.300 hospitales, 3.000 dispensarios y 5.991 consultorios matrimoniales. En 2020 habían bajado las cifras de las tres obras: 1.004 hospitales, 2.438 dispensarios y 5.279 consultorios matrimoniales.

Se puede considerar que en un continente rico los hospitales y dispensarios no son tan necesarios, se concentran o se pasan a manos no religiosas y así se pueden dedicar recursos a evangelización. Pero el descenso en consultorios matrimoniales (700 menos en doce años) no podría explicarse así: ¡nadie más que la Iglesia defiende la visión católica del matrimonio!

Tabla mundial de obras sociales de la Iglesia Católica en 2020



Gran crisis de las religiosas, con algo de mortandad del Covid

Un punto donde se consolida una grave crisis es entre las religiosas y consagradas. Quizá 2020 añade un pequeño plus por la mortandad entre personas de edad elevada a causa del coronavirus (esto se puede aplicar también a sacerdotes), pero no parece muy elevado.

Hace una docena de años, en 2008, había en el mundo 739.000 religiosas católicas, y esa cifra iba bajando a un ritmo de 8.000 menos cada año (ese año), o 10.000 menos cada año (en la década de 2008 a 2019, antes de la pandemia). En 2020, año de pandemia, la cifra de religiosas descendió en 10.500, es decir, el descenso fue de unas 500 más respecto a la media de los últimos años.

En cualquier caso, el número de religiosas en 2020 quedó en 619.546 (120.000 menos que hace una docena de años).

Novedad: gran descenso de los sacerdotes

En el año de la pandemia, la Iglesia perdió más de 4.000 sacerdotes respecto al total que tenía el año anterior. Probablemente su edad era más avanzada que la de las religiosas y el coronavirus les golpeó más.

Mientras el número mundial de religiosas llevaba años descendiendo, el de sacerdotes aún se mantenía. En 2019 era de 414.336, unos 270 más que en el año anterior. Pero en 2020, con la pandemia, quedó en 410.219, un brutal descenso de 4.117 menos.

Hay que tener en cuenta que la pandemia no afectó sólo como mortandad: hubo seminaristas que probablemente vieron aplazada su ordenación o dificultados sus estudios en ese año de confinamientos, y así las bajas no se vieron compensadas por algunas altas. Cabe esperar un cierto repunte en años posteriores, un stock de ordenandos de 2020 que se pasaron a 2021. Pero aún así el total evidencia un golpe fuerte para la Iglesia.

Fuente: Religion en libertad