«Hoy termino con mi vida»: en el ocultismo, acosado por presencias, fue rescatado por María y Emaús
Cristian Bosh.
Actualmente el actor colombiano Cristian Bosh sirve en Emaús, participa en apostolados y lleva una dedicada vida de fe, oración y confianza en Dios. Pero no siempre fue así: antes, durante años, sirvió en el frente contrario.
A sus 29 años, hace solo dos que el actor colombiano Cristian Bosh volvió a la fe en que fue criado, tras una vida dedicada al budismo, la nueva era y el esoterismo, pero también a enfrentar con el rosario, los retiros de Emaús y su devoción a la Virgen las oscuras consecuencias que en último término le llevarían al intento de suicidio.
Durante su infancia, se define a sí mismo como "un niño de rosario". Cada domingo iba a misa con su abuela, Trinidad del Carmen, a la que hoy recuerda como "un regalo de Dios" para acercarle a María por su gran devoción a la Virgen del Carmen. "Ella me mostró el rostro de Jesús en sus acciones", cuenta al canal El rosario de las 11.
La devoción mariana de Christian se mostró ya de niño, el 16 de julio, durante la celebración de las fiestas de la Virgen del Carmen, asegurando haber tenido una experiencia y conexión mariana especial.
Pero cuando comenzó la adolescencia, "el fuego se apagó", y "el niño de rosario" lo sustituyó por perseguir a toda costa su deseo de ser un actor de renombre.
Buscando su sueño, una amiga le introdujo en el budismo, donde frecuentes episodios de ansiedad le perseguían con cada mantra que repetía en los templos.
En 2015, aquellos ataques se materializaron en una conclusión: acabar con todo.
"Hoy es el día en que acabo con mi vida"
"El día amaneció mal y no jugó a mi favor. `Hoy es el día en que acabo con mi vida´"; pensaba el joven a cada momento. Decidido a hacerlo, estaba solo en el trabajo cuando se convenció de que era el momento perfecto. Fue a una tienda, compró los ingredientes para envenenarse y se metió en un baño.
De repente, cuenta, "apareció una mariposa negra y comencé a temblar. Sentía que debía hacerlo. Era como un impulso, como sintiendo a Satanás que me decía: `Hazlo´". Y lo hizo.
Un ardor extremo invadió el interior de su cuerpo, mientras corría y buscaba ayuda desesperado. Tras llevarle a una clínica de emergencia y salvar su vida, Christian fue ingresado por los episodios de depresión y ansiedad.
Pesadillas y ataques demoníacos tras la práctica budista
Buscando un escape a la realidad e incluso su propia sanación, se adentró aún más en el budismo. Algo que pudo hacer cuando se fue a Bogotá para escalar como actor.
Allí, junto a su amiga budista, se descontrolaron sus prácticas. Recuerda una de las más llamativas al acudir a un templo Hare Krishna de la capital colombiana, adorando a dioses paganos entre mantras.
"Cuando volví a casa tuve muchas pesadillas con demonios, olores, ataques… Sentía que mi vida era extraña", admite.
Su siguiente parada en el viaje espiritual fue la búsqueda en la angeología -el pretendido estudio de los ángeles según la Nueva Era- sumergiéndose "en un mundo esotérico, nuevo y desconocido" que también trajo aparejadas prácticas como los cristales, el gnosticismo, desdoblamientos, proyección astral, cartomancia, reiki y, en última instancia, magia y brujería.
Al principio lo estudiaba y practicaba "para ayudar a otros", mientras veía que el vacío que sentía, en lugar de cerrarse, se hacía más grande. Sus "dones" eran cada vez mayores, y hoy afirma que "el innombrable -Satanás- te `bendice´ de cierta manera, intentando cosas materiales para que sigas ahí". Pero después, asegura, "te pasa factura".
Esoterismo, brujería y rituales
En su caso, el cobro por sus dones fue el agravamiento de sus problemas o el repentino cierre de todas las puertas del ámbito laboral en Bogotá y regresó a su hogar. Entonces, a modo de plegaria "al dios universo, no al Dios de la razón, le dije que si me había sacado de ahí era por una razón", de modo que a su regreso a casa, el esoterismo, la brujería y la práctica de rituales se incrementaron.
Si quedaba alguna práctica con la que intentar llenar su vacío, esa era el consumo de drogas, especialmente extendido en "la farándula" o el mundo del teatro. Su mundo. Y buscando encajar en él, comenzó a fumar "para calmar la depresión y ansiedad".
Cerca de tocar fondo, su abuela, -"la primera Virgen María de mi vida y en la que vi el rostro de María"-, falleció. En cierta manera, Christian reconectó con su fe al rezar por su difunta abuela, pero su consumo de drogas y prácticas ocultistas y esotéricas no hizo sino acrecentarse.
Acosado por entidades malignas… e invitado a Emaús
Los efectos de aquellas prácticas, especialmente de las llamadas canalizaciones, vinieron para quedarse. Entre ellos, menciona el acoso por entidades y espíritus, pesadillas y tormentos. Pero al mismo tiempo, aquel fue el comienzo de un camino que le llevaría de nuevo a su olvidada devoción mariana.
Esto último sucedió con un tímido resurgir de la oración a la Virgen de Guadalupe y la recitación del Magníficat gracias a una estampa que le regaló su prima. La rezaba cada noche, pero seguía alternándolo con prácticas ocultistas. Por eso, cuando en 2022 le invitó a un retiro de Emaús, el no dudó en aceptar, convencido de que podía compaginarlo con su práctica sincretista del llamado "universalismo".
"Para mí era perfecto. Me llevé un libro de Angeología para cuando me aburriese y el jueves le pedí a los ángeles y a Dios que iría dispuesto a buscar respuestas", afirma.
La noche antes del retiro volvió a soñar con la Virgen de Guadalupe, decorada con rosas, sujetándola mientras se caía.
Cuando llegó al retiro, le recibió una imagen similar a la de su sueño, la misma advocación y "comenzaron a pasar muchas cosas bonitas que no eran casualidad. Comencé a llorar y escuché unas palabras, confía y ten fe. Solo veía una luz, un lugar blanco y cuando no podía llorar más, comencé a sentir gozo y paz en el corazón", detalla. El último día, le impactaron especialmente los versículos de Isaías 12, 2, "Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación".
Salvado por la Virgen: "Dios me pedía confiar"
"Al principio no lo entendí. Pero al salir del retiro, comencé a rezar el rosario. Entendí que Dios me pedía confiar, no temer, tener fe. Entendía que la Virgen me había recibido con los brazos abiertos y que me refugiaría en el santo rosario", comenta.
La oración, fundamentalmente la devoción mariana, se convirtió en su principal dedicación, mientras la intervención de la Virgen se hacía cada vez más presente en su vida. Cuenta que pronto le llamó su mánager con una propuesta de empleo que él había pedido en su oración. Sin casa en su nuevo destino, le recibió una mujer católica y lo primero que había en la casa era una estatua mariana. "Esta es mi casa, aquí es donde voy a vivir", decidió al verla.
Pero aún tenía que abandonar por completo el ocultismo. Tiempo después del retiro, recuerda que una presencia comenzó a acosarle durante una noche. Paralizado por el miedo, abrazó su medalla de la Milagrosa, cerró los ojos y todo se calmó.
"Dios me mostró que debía alejarme de los `ángeles´ [la angeología], las cartas, de todo. Empecé a quemar todo lo que tenía del mundo esotérico, a renunciar, y comencé la consagración a Jesús por María", recuerda.
Consagrado a María: "Me motiva a luchar día a día por mi santidad"
Cuando Christian decidió servir en Emaús, las mismas palabras de consuelo volvían sobre sí. "Dios es quien te salva", escuchó en su primer servicio. Fue una de las últimas llamadas que necesitó para tomar una última resolución: "Me entregué en castidad, obediencia y oración y comencé a sentirme en paz, tranquilo".
Cristian Bosh, servidor en Emaús.
El 13 de mayo de 2023, el actor Cristian Bosh concluyó formalmente su consagración a Jesús por María.
Hoy, busca plasmar parte de esa consagración en una iniciativa evangelizadora en redes sociales aún en desarrollo, Testimonios católicos, un camino hacia la conversión, donde aspira a ofrecer la luz que él recibió a través de vivencias personales de fe, personales o de otros conversos.
Siempre recuerdo el dicho de que no hay santo sin pasado ni pecador sin futuro. Eso me motiva a luchar día a día por mi santidad. He decidido comprometerme con la Iglesia, mi parroquia, Emaús… Y he encontrado el ejemplo en muchos santos que inspiran a vivir como ellos. Y eso espero, que el día que parta de este mundo, pueda decir que me fui viviendo en obediencia y poder encontrarme con Jesús, María y José", concluye.
Tomado del portal mariano Cari Filii.
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