sábado, 31 de agosto de 2019

Santo Evangelio 31 de agosto 2019



Evangelio según San Mateo 25,14-30.

Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes.A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'.
'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido.Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!'. Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes


La "Parábola de los talentos"

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) 
(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy, la "Parábola de los talentos" podríamos titularla como la "Parábola del siervo cobarde", ya que por miedo esconde el dinero de su señor, en lugar de invertirlo como los otros siervos, y multiplicarlo. El "talento" que se nos ha regalado, el tesoro de la verdad, nos ha sido dado como un servicio a los demás: no debe ser ocultado; tiene que ser repartido, para que obre y renueve como la levadura a la humanidad.

Hoy, en Occidente somos rápidos para enterrar el tesoro, tanto por cobardía —en el fondo, increencia— como también por negligencia: lo enterramos porque nosotros mismos tampoco queremos ser importunados por la verdad, puesto que pretendemos vivir tranquilos nuestra propia vida sin el peso de su responsabilidad.

—Señor-Dios, el don de tu conocimiento, el don de tu amor en el corazón abierto de tu Hijo Jesús, tendría que apremiarnos para hacer que todos los confines de la tierra puedan contemplar tu salvación.

Lo que peor soporta el ser humano es la mala conciencia», afirma el psiquiatra Dominique Megglé

La clave de la felicidad, sostiene el doctor Megglé, consiste en agradecer lo mucho que recibimos y liberarnos del peso del resentimiento mediante el perdón.

Lo que peor soporta el ser humano es la mala conciencia», afirma el psiquiatra Dominique Megglé

La clave de la felicidad, sostiene el doctor Megglé, consiste en agradecer lo mucho que recibimos y liberarnos del peso del resentimiento mediante el perdón.

¿Hay un modo cristiano de ser terapeuta en psicología? Es solo una de las cuestiones a las que responde el doctor Dominique Megglé, psiquiatra, especialista en hipnosis ericksoniana, y autor de numerosas obras de psicología (entre ellas Les thérapies brèves), en una entrevista publicada en La Nef recogida en su día por ReL, donde explica también dónde está la clave para alcanzar en este mundo una razonable felicidad:


El doctor Dominique Megglé, de 64 años, es francés nacido en Casablanca (hoy Marruecos), está casado y tiene 7 hijos y 6 nietos. Su currículum incluye abundantes méritos profesionales y reconocimentos públicos, además de varios libros convertidos en bestseller.

-En el ámbito de la psicología, ¿tiene sentido la idea de "terapeuta cristiano"? O, dicho de otro modo, el hecho de ser cristiano ¿proporciona un punto de vista concreto a la práctica de la psicología o la psiquiatría?

-En griego, "terapia" es el cuidado, es decir, todas las técnicas que alivian y, si es posible, que curan. Eran los médicos quienes, al haber estudiado la naturaleza y guiados por el Juramento de Hipócrates, se ocupaban de curar. Los cristianos de los primeros siglos eran llamados "terapeutas" porque el mensaje de amor de Jesucristo que ellos transmitían aliviaba a las gentes de bien de sus miserias físicas y mentales. Al convertirlos, les proporcionaban felicidad. Aliviaban los corazones y los cuerpos. En este sentido, podemos hablar de "terapia cristiana" por medio de la conversión. La psicología moderna retoma el sentido primigenio de "terapia", el de los griegos. Se trata, por tanto, de técnicas que sanan la naturaleza humana. Pío XII describía al médico como "ministro de Dios sobre la naturaleza". No le pedía intervenir a nivel religioso, hacer de sacerdote. En este sentido, no puede haber ni terapia ni terapeuta cristiano.

»Sin embargo, cuando un médico cura el psiquismo, su concepción de la naturaleza humana tiene un papel fundamental en los cuidados que proporciona. Si cree que no hay naturaleza humana, que el hombre está totalmente condicionado por sus pulsiones, que no es inmortal y que su único objetivo razonable no puede ser otro más que gozar de los sucesivos placeres mientras viva, no llevará a cabo su terapia de la misma manera que el médico que cree que existe una ley natural, que el hombre es libre -aunque se trate de una libertad obstaculizada-, que puede dominar sus pulsiones y, por consiguiente, cambiar, que está en constante transformación y que está destinado a una felicidad eterna en Dios. El primero ve en el hombre a un mamífero superior; el segundo ve a una persona. El primero cree que la vida y el sufrimiento no tienen sentido; para el segundo, sí lo tienen. El resultado será que la visión pesimista del primero afectará a sus resultados terapéuticos en comparación con el segundo. ¿Cómo dar esperanza a un deprimido si pensamos que la vida es absurda?


»Por todas estas razones, las nociones de terapia cristiana y de terapeuta cristiano tienen un sentido. El hecho de ser cristiano aporta un enfoque muy eficaz a la práctica de la psicología y la psiquiatría. Un enfoque, es decir, una inspiración subyacente y una orientación estratégica. En cambio, el hecho de ser cristiano no aporta nada a la materialidad de las técnicas terapéuticas utilizadas: estas son únicamente competencia de la ciencia. En resumen: no nos presentamos como "terapeutas cristianos". Si uno es malo a nivel técnico, ¡seguirá siendo malo aunque sea cristiano! Es mejor que el cristiano que desee iniciar una terapia se dirija a un buen terapeuta no creyente, que a uno malo que se presenta como cristiano. He conocido a algunos maravillosos, llenos de humanidad y dedicación, hombres de buena voluntad.

-¿Qué actitud le parece que es indispensable en un terapeuta en el ejercicio de su profesión?

-La amabilidad. Los estudios científicos han demostrado que sólo el 15% de la eficacia de las terapias descansa en las técnicas específicas; el 85% descansa en factores llamados no específicos: bondad y honestidad del terapeuta, motivación del paciente.

»La amabilidad es considerar a la persona que pide la consulta como única, tan única como sus huellas digitales; es decirnos a nosotros mismos que, por muy extraño que nos parezca su comportamiento, seguramente tiene buenos motivos para actuar así; asegurarnos que tiene, en su interior, los recursos para avanzar y que, dado que los ignora, es nuestro trabajo ayudarla a descubrirlos; y, con este fin, debemos unirnos a esta persona en su sufrimiento para que se sienta comprendida de verdad. Así, cuando esta persona se diga a sí misma: "Este tipo me ha comprendido", de golpe, no se sentirá sola, su sufrimiento empezará a aliviarse y estará dispuesta a colaborar.

-Actualmente, debido a la disminución en la práctica, las personas ya no confían en los sacerdotes, sino en su psicólogo o psiquiatra: los segundos han reemplazado a los primeros. ¿Ejercen la misma función con las personas?

-Es innegable que hemos reemplazado a los sacerdotes. Ciertamente, a menudo, los sacerdotes no están preparados, o lo están poco, ante los problemas psicológicos; pero, sobre todo, no es su vocación y nuestra función no es la misma. Conmigo, el paciente no viene a encontrarse con el hombre de Dios, sino con el técnico del psiquismo, con la persona que volverá a enderezar su cerebro. Conmigo nunca acabará de rodillas con un Ego te absolvo.

-Como psiquiatra, ¿cómo establece usted la distinción entre problemas espirituales y psicológicos? ¿Hay sacerdotes que le han enviado pacientes? Y, a la inversa, ¿ha enviado usted a pacientes a ver a un sacerdote?

-A menudo, hay sacerdotes que me envían pacientes, laicos, seminaristas u otros sacerdotes. A veces son los propios sacerdotes los que vienen a mi consulta. La patología psiquiátrica más común entre los sacerdotes es el burn out [agotamiento], como sucede en Orange o en otras grandes empresas, y como sucede actualmente en todas partes cuando tenemos la suerte de trabajar. La gente está estresada, agotada. Sería necesario que estos sacerdotes rezaran más, acogieran más a menudo a su grey y tuvieran menos reuniones, concelebraran menos y, sobre todo, que se sintieran más rodeados de afecto. Volverían a recuperar su vocación. ¡Qué vuelvan a leer a Dom Chautard! 


Jean-Baptiste Chautard (1858-1935) fue un monje trapense autor de un libro de espiritualidad ya clasico, El alma de todo apostolado, un libro de 1907 en torno a la idea de que el apostolado es imposible sin la oración y la vida interior.

»Los rectores de seminarios y los maestros de novicios a menudo se desesperan con sus jóvenes, producto de una sociedad desorientada y a quienes faltan puntos de referencia. Como en el siglo V, cuando San Benito escribió su Regla en un mundo romano en decadencia: en el capítulo IV pide a sus monjes "no matar". A monjes, que deberían estar en el camino de la santificación, ¡les pide que no maten! Aún no estamos a este nivel con nuestros jóvenes.

»¿Si envío a pacientes para que hablen con un sacerdote? Claro. El duelo, los conflictos de conciencia morales y religiosos… Sí, envío a personas que creo que necesiten una ayuda más elevada que mi pequeña psicología y que pueda sanar la suya.

»Termino con la primera parte de su pregunta. Como psiquiatra, no tengo los elementos para distinguir entre problemas psicológicos y espirituales. No existen criterios. Admito que se habla de "problemas psicológicos". Cuando usted tiene un problema, tiene que resolverlo. Es lo que nosotros intentamos hacer. Pero un problema es algo que concierne a la matemática, la física, la ciencia o la técnica, lo que usted quiera. Tiene que encontrar una explicación lógica rigurosa que lo explique y lo resuelva.

»Pero, ¿cómo hablar de un "problema espiritual"? ¿Cómo hablar de "problema" cuando se trata del Mal? ¿Acaso es un "problema" que ese joven de veinte años haya muerto fulminado por un infarto en un partido de tenis, o que esa mujer de cincuenta años haya muerto de un cáncer de pulmón dejando a cinco hijos, o que ese anciano muera de Alzheimer sin reconocer a sus hijos? ¿Puede usted resolver esto? ¿Tiene usted una explicación? No. Estos no son "problemas", sino un misterio, el del Mal. Debemos inclinar la cabeza, aceptar y entrar en el misterio. Es a lo que nos invita Nuestro Señor, en la Cruz, como única actitud inteligente y fructífera.

»Los planos espiritual y psicológico no están al mismo nivel. Cuando tenemos un problema psíquico o físico, por un lado tenemos que intentar resolverlo con un técnico, un terapeuta y, por el otro, por medio de la oración, tenemos que intentar aceptarlo y discernir qué quiere Dios para nosotros y ofrecérselo. Cuando veo a un paciente le ayudo a solucionar su problema, pero veo también a un hombre por el que Jesús derramó Su Sangre, y a Jesús sufriendo en este hombre. Este es el motivo por el que rezo por mis pacientes.


-¿Dónde se sitúa el problema de la posesión diabólica y la distinción entre el papel del exorcista y el del psicólogo?

-No le corresponde al psiquiatra plantearse la cuestión de una probable posesión diabólica. Dicho esto, si es cristiano, sabe que la posesión siempre es posible sobre todo porque el demonio, ejercitando la imaginación, puede fingir todos los escenarios de la patología mental; sin embargo, la mayoría de ellos tienen una causa natural. No obstante, sucede que con ciertos pacientes tengo la firme suposición de que el diablo está presente. Creo que esta percepción ocasional viene de mi confirmación. En estos casos aconsejo consultar al exorcista diocesano para saber qué piensa. Pero, ¡nunca le digo a la persona que está poseída o infestada! No soy competente en materia.

-Nuestras sociedades modernas deconstruyen sistemáticamente toda la antropología tradicional de nuestra civilización, hasta el punto de que incluso los conceptos de hombre y mujer ya no están claros (ideología de género). ¿Qué impacto tiene todo esto en términos psicológicos sobre la población?

-Actualmente, ya nadie sabe lo qué es ser hombre o ser mujer. Hay una des-diferenciación de los roles correspondientes. Las mujeres, "liberadas" por la anticoncepción, ya no tienen ningún límite. Algunas son presa de una ambición profesional desenfrenada, la misma que antes reprochaban a los hombres. Antes de los 60 años, la aplastante mayoría de los divorcios los solicitan las mujeres. Esta des-diferenciación e inestabilidad de los hogares son causa de un enorme sufrimiento psíquico, tanto para los adultos como para los niños (depresión, problemas de ansiedad). Los hombres tienen miedo de las mujeres de un modo nuevo. Lo vemos en especial en la evolución de la histeria, que es una patología del deseo. La histeria se ha agravado y los hombres adoptan, hoy en día, los comportamientos histéricos que tenían las mujeres hace un siglo, cuando eran el sexo oprimido. Los profesionales están perplejos.


James Dean, borracho, monta un número en comisaría en Rebelde sin causa (1955), de Nicholas Ray.

-Nuestra sociedad incita enormemente a considerar el propio interés más que el interés del otro, y la literatura psicológica muestra que cada vez más tenemos que afrontar fenómenos de perversión, hasta llegar a los "perversos narcisistas". En su opinión, ¿a qué se debe esta evolución y que se puede hacer para frenarla?

-Esta sociedad individualista y con deseos sin límite favorece la aparición y la multiplicación de perversos. Se utiliza al otro para el propio gozo narcisista y cuando ya lo hemos estrujado del todo, lo hemos consumido y agotado, lo tiramos. Al otro sólo le quedan los ojos para llorar. Lo vemos en las empresas y en las relaciones hombre-mujer. Es el resultado del mayo del 68. Al término psicologizante y tan vulgarizado de "perversos narcisistas", prefiero el término antiguo, más simple, de "persona cruel". Queda todo más claro. Un perverso narcisista no es más que una persona cruel. Entonces, en definitiva, lo que usted me pregunta es cómo frenar la maldad en el mundo… Pregúntele a Jesús. Hay un sólo camino: hacer avanzar el amor. Es el Evangelio.

-¿Hay un vínculo entre problemas como la depresión o la ansiedad y el mal uso de la libertad? La libertad, ¿puede ser un peligro?

-Todo lo que acabamos de decir lo demuestra. Es debido a un mal uso de nuestra libertad por lo que esta sociedad ha pasado a ser una sociedad individualista, desenfrenada, productora de personas crueles a diestro y siniestro, una sociedad que destroza cada vez más hogares, que acosa a las personas en los lugares de trabajo. Todo esto es el resultado de múltiples actos personales, libres, inmorales. Pero esto va más allá.

»Como usted bien sabe, existe una psiquiatría veterinaria. Los caballos y los perros pueden tener depresiones. Tienen un psiquismo (memoria, imaginación, inteligencia estimativa), que puede sufrir antes ciertas experiencias dolorosas, de su educación o de su biología. Los humanos tienen este mismo tipo de sufrimiento, pero tienen, además, otra forma de sufrimiento psíquico que los animales no tienen. Son todos los desórdenes provocados en ellos por las perturbaciones de la conciencia moral. Nunca hemos visto a un perro teniendo que responder de sus actos de justicia, como los nazis en Nuremberg. Recuerdo un hombre que tuvo una severa depresión tras haber sido condenado injustamente a prisión, pero con libertad condicional: había sido acusado falsamente por su ex mujer de haber abusado de su hija y el tribunal había dado la razón a la mentirosa.

»Lo que peor soporta el ser humano es la mala conciencia. Un solo ejemplo. Una mujer de 40 años vino a mi consulta porque sufría de depresión. Su vida era un fracaso. Desde hacía quince años tenía relaciones sentimentales que no llevaban a ninguna parte, empezaba cursos de formación profesional que nunca acababa. Me pregunté si no tendría un problema de conciencia y le planteé la pregunta: "¿No será que en su vida usted hizo en una ocasión algo malo, verdaderamente malo?". Tras negarlo inicialmente, se echó las manos a la cabeza y empezó a llorar. Cuando tenía 25 años, había sido estudiante de enfermería (su primera formación). El día de su evaluación tenía que pinchar a un enfermo. Entre la sala de curas y la habitación del paciente se dio cuenta de que se había equivocado de medicación inyectable. A pesar de todo pinchó al paciente para no tener una mala nota en su evaluación. Y, de nuevo, quince días después, volvió a hacerlo y pinchó deliberadamente a un enfermo con la medicación equivocada. Su conciencia la había juzgado: era una mujer mala, ya no era fiable ante sus propios ojos. Abandonó sus estudios de enfermería y, a partir de entonces, su conciencia la perseguía.

»Entonces, sí, claro que sí, la libertad puede ser peligrosa para nuestra salud psíquica cuando la utilizamos para el mal; y, evidentemente, es beneficiosa cuando la utilizamos para el bien. ¿Sabe una cosa? Tengo la fórmula de la felicidad.

-¿Cómo que tiene usted la fórmula de la felicidad?

-Sí, se resume en dos palabras: gracias y perdón. Una persona capaz de gratitud, que se da cuenta de todo lo que ha recibido desde su nacimiento, y de lo que recibe diariamente de Dios y de los otros, y que lo expresa con frecuencia, tendrá el corazón lleno de alegría. Estará bien.

»En lo que respecta al perdón, no es una pizarra mágica gracias a la cual borramos el mal que nos han hecho y que, así, ya no existiría. No, es condonar las ofensas. Cuando alguien nos hace daño, nos coge algo que nos pertenece (dinero, reputación, etc.), se convierte en nuestro deudor y nosotros en su acreedor, hasta que él nos devuelva lo que nos ha quitado: es la justicia. Pero nosotros podemos decidir condonarle la deuda, la ofensa: es el perdón. ¿Por qué perdonar? Porque la mayor parte de nuestros deudores no nos devolverán jamás lo que nos han cogido. Entonces, es inútil torturarnos persiguiendo una justicia ilusoria. Mientras nosotros no perdonemos le daremos vueltas y vueltas a nuestro crédito, seremos presa de un resentimiento que puede hacernos enfermar. Resentidos, nuestra mente no podrá dejar de pensar en la persona que nos ha ofendido, en el deudor, seremos sus esclavos y los papeles se habrán invertido injustamente. Al perdonarle, rompemos la cadena que nos mantiene esclavizados, somos liberados y nos sentimos aliviados. Claro está, humanamente hablando no todo se puede perdonar. A los cristianos que sufren porque no creen que puedan perdonar el mal que les han causado, les aconsejo que lo depositen en el Corazón abierto de Jesús en la Cruz, y de no ocuparse más de ese mal. Aunque su psiquismo mantenga la impresión de no haber perdonado, en realidad, con la fe, han perdonado porque Jesús ha cogido en brazos su horror y ha perdonado en su nombre. De esta manera empieza, para ellos, el camino de un apaciguamiento cada vez mayor.

»Muchas gracias, querido amigo, por haber dejado que me expresara para sus lectores y pido perdón por haberme extendido tanto.

Traducción de Elena Faccia Serrano.

Publicado en ReL el 18 de septiembre de 2018.

viernes, 30 de agosto de 2019

Santo Evangelio 30 de agosto 2019



Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,1-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

La certeza de la palabra de Jesús sólo se prueba en el "ensayo"

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) 
(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy, Jesucristo muestra cómo debe concretarse la "vigilancia" (ya mencionada en el capítulo anterior del "Discurso Escatológico"). Con la "Parábola de las vírgenes necias y prudentes" insiste en que al cristiano no le basta con esperar, debe "actuar"; no basta con "estar" en la Iglesia, sino que hay que mantener viva la fe y hacer buenas obras.

"Vigilancia" no significa salir del presente, olvidando el cometido actual, sino actuar —aquí y ahora— tal como se debería obrar ante los ojos de Dios. "Vigilancia" implica, sobre todo, apertura al bien, a la verdad, a Dios, en medio de un mundo a menudo inexplicable y acosado por el poder del mal. "Vigilancia" comporta que el hombre busque con todas las fuerzas y con gran sobriedad hacer lo que es justo, no viviendo según sus propios deseos, sino según la orientación de la fe.

—La verdad de tu palabra, Jesús, no es exigible teóricamente: su certeza sólo se prueba en el ensayo, adentrándome en tu voluntad.

Volcada en su trabajo, se alejó de la fe: una enfermedad que ve como «bendición» la devolvió a Dios

Lilian Acosta Cuesta destacó en la persecución judicial de la corrupción en Colombia.

La fiscal Lilian Acosta Cuesta habla del cambio radical en su vida

Volcada en su trabajo, se alejó de la fe: una enfermedad que ve como «bendición» la devolvió a Dios

Lilian Acosta Cuesta destacó en la persecución judicial de la corrupción en Colombia.

Un grave accidente cerebrovascular fue el instrumento del que se valió Dios en 2004 para la conversión de la fiscal colombiana Lilian Acosta Cuesta, según explica ella misma a Ana Beatriz Becerra en Portaluz.

Hasta ese momento su vida transcurría por los caminos de un éxito profesional. Había adquirido gran notoriedad en 1993 cuando, como fiscal en la Unidad de Investigaciones Especiales, dirigió la investigación contra concejales de Bogotá por diversos delitos de corrupción. 

Lilian fue educada en la fe, y la mejor enseñanza, recuerda, fue haber visto a su madre “todos los días a las 6 de la tarde rezando el rosario”, así como la asistencia dominical a misa de toda la familia. “Yo soy de una época en la que éramos muy obedientes a nuestros padres, el respeto por los padres era absoluto”, explica a Portaluz. Pero su integración posterior en el ambiente universitario y nuevas amistades la llevaron a alejarse de la formación recibida: “En esa época de mi vida era más divertido salir con los compañeros y tomar vino que pensar en Dios, esa es la verdad”.

La pasión de Lilian 

Tras graduarse como abogada se incorporó al poder judicial en Colombia, trabajando primero en la Corte Suprema de Justicia, hasta ser elegida fiscal.  Su pasión era trabajar. “Los noviazgos eran normales, de una persona joven de esa edad... Nunca me casé por una razón sencilla: había que elegir entre un hogar y un trabajo bien hecho. En ese momento las dos cosas eran incompatibles, yo me quedé con la segunda. No sé si hice bien o mal, pero así se dieron las cosas”.

Junto a su ascenso profesional se abría a conocer nuevos caminos espirituales vinculándose a un movimiento de la Nueva Era llamado Insight, cuyos seminarios de formación aceptaban la reencarnación y otros conceptos que diluían la fe en que había sido formada: “Pensé que me iban a hablar del Jesús que yo conocía, que le había oído a mis padres, resultó que no.  Jesús era otro profeta más, igual que Mahoma o Buda”, explica.

“Señor, no me vayas a dejar así”

Este orden de su vida que había construido comenzaría a desmoronarse durante el amanecer de 11 de septiembre de 2004. Despertó sintiendo una intensa taquicardia y al intentar incorporarse los mareos y una imposibilidad de mover todo su lado izquierdo le dejaron anclada en el lecho, aterrada. Esa misma noche, ingresada de urgencia en cuidados intensivos, rezó con intensidad: “Le clamaba a Dios desde mi corazón: «Señor no me vayas a dejar así»”.

El neurólogo Juan Carlos Molano, del centro hospitalario Fundación Santa Fe de Bogotá, fue rotundo con el hermano de Lilian para indicar que ella había padecido un grave accidente cerebrovascular y que las siguientes 72 horas permitirían conocer las consecuencias, que se traducirían en una parálisis del lado izquierdo del cuerpo que le obligaba a usar silla de ruedas. Pero ahora Lilian se aferró a la fe: “El ánimo se mantuvo arriba como se mantiene ahora, ese fue el primer gran regalo de Dios”.

La Virgen de Fátima visita su casa

Fue así, prosigue narrando, que se abandonó en Dios: “Esta enfermedad es la mayor bendición porque Dios me hizo este gran regalo”, admite hoy.

Y hubo, además, una intervención mediadora de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Su imagen llegó a su hogar -lo que ella interpretó como un signo de Dios- por sugerencia del movimiento Caballeros de la Virgen. La pedagogía de preparar el altar, comprar las flores para adornarlo y el rezo cotidiano del rosario, que se volvería su oración predilecta, trajeron paz y esperanza a Lilian.

Con este capital de gracia la “sanación interior comienza a producir también la recuperación física”, testimonia Lilian. Y al finalizar la entrevista de Portaluz, afirma "con alegría, como en la antífona del salmo": “El Señor me rescató”.

jueves, 29 de agosto de 2019

Santo Evangelio 29 de agosto 2019



Evangelio según San Marcos 6,17-29.

Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea.

La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino". Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta. La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista". El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.

En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.

Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.

El martirio de san Juan Bautista (¿qué es un mártir?)

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) 
(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy, en el martirio de san Juan Bautista contemplamos a Jesucristo como modelo de "mártir". El Bautista dio la vida por defender coherentemente la verdad sobre el matrimonio. Esto es justamente el "martirio": obedecer al "Señor de los señores", con todas sus consecuencias, sin ceder a subterfugios.

Desde sus orígenes el cristianismo entendió el martirio como "liturgia" ("identificarse con Cristo…") y como "acontecimiento sacrificial" ("…con Cristo sufriente con amor"). En el martirio el cristiano es llevado totalmente dentro de la obediencia de Cristo, dentro de la liturgia de la cruz y, así, dentro del verdadero culto (rindiendo totalmente el corazón al Padre). San Ignacio de Antioquía, por ejemplo, decía ser como el "trigo de Cristo", que debía ser triturado para convertirse en "pan de Cristo". 

—Jesús, concédeme el don de la disponibilidad para sufrir contigo. Porque "cristiano" y "mártir" son equivalentes: en las tribulaciones de la vida ordinaria puedo transformarme en "pan" que comunica el misterio de Cristo, siendo "ofrenda" para Dios y para los hombres. 

Un benedictino y un sacerdote, ambos españoles, pioneros del lenguaje de signos para sordomudos


Un benedictino y un sacerdote, ambos españoles, pioneros del lenguaje de signos para sordomudos

Religiosos y sacerdotes fueron los iniciadores del lenguaje de signos y rompieron la inercia de considerar a los sordomudos como ajenos al conocimiento.

Religiosos y sacerdotes fueron los iniciadores del lenguaje de signos y rompieron la inercia de considerar a los sordomudos como ajenos al conocimiento.

El benedictino Pedro Ponce de León (1513-1584), natural de Sahagún (León), fue el creador del primer lenguaje de signos para personas sordomudas e instaló en el monasterio de San Salvador de Oña (Burgos) la primera escuela donde se les enseñó a hablar, leer y escribir. Entre sus alumnos figuraba Francisco Tovar, cuyos derechos como sucesor del marquesado de Berlanga a pesar de su discapacidad defendía el conocido como Licenciado Lasso. El Tratado legal sobre los mudos (1550) de Lasso, quien trató con frecuencia a fray Pedro, es así una de las fuentes más sólidas para documentar la originalidad del trabajo del monje, cuya finalidad era eminentemente evangelizadora.

Un artículo publicado en National Geographic el pasado mes de mayo reconocía esta realidad. En él, Inés Antón Dayas (comisaria en 2017 de una exposición en la Biblioteca Nacional sobre el lenguaje de signos) recordaba que Ponce de León se había basado para su lenguaje en los códigos de signos utilizados en su orden para no romper el silencio impuesto por la Regla de San Benito.


Monumento a fray Pedro Ponce de León en el Parque el Buen Retiro de Madrid, erigido en 1920, cuarto centenario de su nacimiento, aunque otros autores datan esa fecha, sobre la que no hay documentación cierta, en 1508, 1510 o 1513.

Aunque la obra de Ponce de León es hoy reconocida y ha sido homenajeado con varios monumentos, no fue así al principio. Durante las tres décadas posteriores, señalan los profesores de la Universidad de Extremadura María Paz González Rodríguez y Gaspar F. Calvo Población, no se conocen grandes avances en este terreno. Y afirman que a Ponce le motivaba "no solo comunicarse fácilmente con los sordomudos que se le acercaban, sino adentrarse en su personalidad y observar la normalidad de sus facultades, su capacidad de comprensión e inteligencia y sus deseos de comunicación y de aprendizaje".

El método de desmutización ideado por fray Pedro sería perfeccionado por Manuel Ramírez de Carrión (1579-1652) y divulgado por Juan Pablo Bonet (1573-1633), autor en 1620 del primer tratado pedagógico conocido sobre el tema: Reducción de la letras y arte para enseñar a hablar a los mudos. Pero ninguno de los dos, recuerda Luis Antequera, hizo nunca referencia a la "a la deuda contraída por el fraile".

Bonet era también sacerdote y creó un "alfabeto demostrativo" en el que cada letra era expresada mediante una figura de la mano derecha. "Este alfabeto, muy semejante al de la lengua de signos actual", explica Antón en otro artículo de National Geographic, "estaba inspirado en la mano aretina o mano musical, un sistema de signos creado por un monje italiano en la Edad Media para ayudar a los cantantes a leer a primera vista las notas musicales. El mudo debía identificar cada letra de este alfabeto con los sonidos que el maestro le enseñaba a emitir".


Páginas del Abecedario demostrativo de Bonet. Imagen: Biblioteca Nacional.

La finalidad de este lenguaje no era solo comunicativa, también integradora e intelectualizadora, esto es, destinada a elevar el nivel de comprensión del sordo, y así el mismo Bonet recomendaba que, "en la casa donde hubiere mudo, todos los que supieren leer sepan este abecedario para hablar por él al mudo, y no por las señas".

En 1775, de nuevo un sacerdote, esta vez el francés Charles-Michel de l'Épée (1712-1789), daría un paso significativo en el lenguaje de signos. Creó su propio alfabeto y un diccionario de signos. Y, con la finalidad de que fuese una lengua completa, añadió preposiciones, conjunciones y otros elementos gramaticales.


El abbé Épée instruye a sus alumnos en presencia del rey Luis XVI. Tabla de Gonzague Privat (1875).

Épée escribió dos libros, una Instrucción de sordomudos mediante signos metódicos (1776) y un tratado sobre La verdadera manera de educar a los sordomudos, confirmada por una larga experiencia (1784). Logró establecer 21 escuelas con su sistema y creó en París el Instituto Real de Sordomudos. Su sistema se estandarizó y difundió por toda Europa: Austria, Italia, Suiza, Holanda y también España, donde se creó una escuela en 1795. 


El abbé Cucurron Sicard trabajó también formas de comunicación basadas en la presión sobre los brazos.

Uno de sus discípulos fue el también sacerdote Roch-Ambroise Cucurron Sicard (1742-1822), quien, siendo director del Instituto Nacional de Sordomudos (el nombre cambió tras la Revolución Francesa), a su vez enseñó el método en 1814 a un filántropo norteamericano, Thomas Hopkins Gallaudet (1785-1851) que sería capital en su expansión. A su regreso a Estados Unidos, Gallaudet fundó en Hartford (Connecticut) la institución que durante cincuenta años más hizo para formar a los sordos en el país, para lo cual creó un lenguaje de signos distinto al europeo.

Toda la labor inmensa realizada desde entonces cuelga, pues, de una cuerda trenzada en sus distintos eslabones a lo largo de tres siglos por cuatro sacerdotes (Ponce, Bonet, Épée, Sicard).

Lo cual tampoco es casualidad. En épocas como el Renacimiento y la Ilustración ya no puede decirse, como en la Edad Media, que la ciencia y la pedagogía fuesen casi exclusivamente obra de la Iglesia. Pero lo que sí seguía siendo en exclusiva obra de la Iglesia era la atención a los más necesitados, y en el origen del interés de todos esos eclesiásticos por los sordomudos se encuentra la convicción de que podían y debían ser ayudados y merecían una consideración igual a sus semejantes que podían escuchar y hablar. La actuación de Ponce fue, subrayan González y Calvo, fue, "por una parte, social, puesto que sirvió como defensa de los derechos sociales e individuales de los sordomudos -reivindicados, incluso, a contracorriente de las teorías aristotélicas, tan respetadas en la época-; y, por otra, pedagógica. Ponce de León creó escuela y un enfoque, tradicionalmente denominado oralista, que ha trascendido hasta el siglo XXI".

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 28 de agosto de 2019

Santo Evangelio 28 de agosto 2019



Día litúrgico: Miércoles XXI del tiempo ordinario

Ver santoral 28 de Agosto: San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia

Texto del Evangelio (Mt 23,27-32): En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!’. Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!»

+ Rev. D. Lluís ROQUÉ i Roqué 
(Manresa, Barcelona, España)

Hoy, como en los días anteriores y los que siguen, contemplamos a Jesús fuera de sí, condenando actitudes incompatibles con un vivir digno, no solamente cristiano, sino también humano: «Por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad» (Mt 23,28). Viene a confirmar que la sinceridad, la honradez, la lealtad, la nobleza..., son virtudes queridas por Dios y, también, muy apreciadas por los humanos.

Para no caer, pues, en la hipocresía, tengo que ser muy sincero. Primero, con Dios, porque me quiere limpio de corazón y que deteste toda mentira por ser Él totalmente puro, la Verdad absoluta. Segundo, conmigo mismo, para no ser yo el primer engañado, exponiéndome a pecar contra el Espíritu Santo al no reconocer los propios pecados ni manifestarlos con claridad en el sacramento de la Penitencia, o por no confiar suficientemente en Dios, que nunca condena a quien hace de hijo pródigo ni pierde a nadie por el hecho de ser pecador, sino por no reconocerse como tal. En tercer lugar, con los otros, ya que también —como Jesús— a todos nos pone fuera de sí la mentira, el engaño, la falta de sinceridad, de honradez, de lealtad, de nobleza..., y, por esto mismo, hemos de aplicarnos el principio: «Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie».

Estas tres actitudes —que podemos considerar de sentido común— las hemos de hacer nuestras para no caer en la hipocresía, y hacernos cargo de que necesitamos la gracia santificante, debido al pecado original ocasionado por el “padre de la mentira”: el demonio. Por esto, haremos caso de la exhortación de san Josemaría: «A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo»; tendremos también presente a Orígenes, que dice: «Toda santidad fingida yace muerta porque no obra impulsada por Dios», y nos regiremos, siempre, por el principio elemental y simple propuesto por Jesús: «Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’» (Mt 5,37).

María no se pasa en palabras, pero su sí al bien, a la gracia, fue único y veraz; su no al mal, al pecado, fue rotundo y sincero.

Las Hijas de la Mater Purissima rezan los 20 misterios de rodillas, cada día

La hermana Maria Paola Muzzeddu, en el centro de la imagen, rodeada de religiosas de su congregación y bajo la imagen de la Virgen.

Las Hijas de la Mater Purissima rezan los 20 misterios de rodillas, cada día

La Virgen inspiró a la Madre Muzzeddu una fundación para rezar por la pureza: el demonio reaccionó

La hermana Maria Paola Muzzeddu, en el centro de la imagen, rodeada de religiosas de su congregación y bajo la imagen de la Virgen.

El Papa reconoció el pasado mes de junio las virtudes heroicas de Maria Paola Muzzeddu (1913-1971), fundadora de la Congregación de las Hijas de la Mater Purissima para rezar y sacrificarse por el triunfo en el mundo de la virtud de la pureza. Satanás intentó en vano desanimarla y disuadirla de la oración, como cuenta Ermes Dovico en La Nuova Bussola Quotidiana, en un artículo reproducido por Cari Filii News:


La venerable que hacía temblar al diablo (rezando)

"Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt 5, 8). En esta bienaventuranza se puede encontrar el hilo conductor de la vida de Maria Paola Muzzeddu (1913-1971), una religiosa sarda que subió al cielo el 12 de agosto de 1971, y que precisamente en el siglo XX, en los años en que más se atacaba la pureza, objeto incluso de burlas, fundó, inspirada por la Santísima Virgen, la Congregación de las Hijas de la Mater Purissima. El pasado 11 de junio, el papa Francisco autorizó a la Congregación para la Causa de los Santos a promulgar el decreto que reconoce las virtudes heroicas de esta Sierva de Dios, que se ha convertido en Venerable.

Maria Paola, familiarmente conocida como "Pauledda", cuarta de once hijos, nació en Aggius, un pequeño municipio de la Gallura, el 26 de febrero de 1913. Siguiendo el ejemplo de su madre, humilde y paciente, aprendió a sacrificarse y creció en la obediencia a sus padres, madurando un espíritu de penitencia y de oración que la llevaría a recitar hasta siete rosarios al día, de 15 misterios cada uno. Gracias a la oración constante, en medio de los trabajos diarios, no le faltaron las gracias espirituales: "¡Sentía la presencia de Dios como una persona que habla!", escribió. Cuando tenía 24 años se trasladó a Sassari, donde aprendió corte y confección. En plena guerra mundial, los bombardeos la obligaron a volver a un barrio de su pueblo natal. En otoño de 1943 se retiró a vivir, junto a Maria Lepori, a la casa de algunos familiares de esta querida amiga, que se convirtió también en la primera de sus religiosas.

En un contexto ideal para el recogimiento en Dios, que le había hecho comprender que quería una nueva comunidad religiosa, el 23 de diciembre de ese año Paola tuvo una clara señal del Cielo. Inmersa en la oración, mientras se preguntaba qué hábito podrían llevar ella y las futuras hermanas, oyó una voz que le decía: "Paola, vístete como yo". Era la Santísima Virgen María. "Me dejó una gran luz y comprendí: vestido celeste y cordón blanco en la cintura. La Virgen estaba vestida como la Virgen del Rosario [...]. Cuando se fue sentí un viento que me elevaba y que luego me caía...".


Otro día, de nuevo con el viento acompañando el paso de la Virgen, la Madre celestial se manifestó a Paola con otra petición concreta: "¡Invócame como Mater Purissima!" La Virgen también le explicó las características que debía tener su estatua, que tenía que colocar en lo que se iba a convertir en la casa de la comunidad que estaba naciendo. Debían predominar, de nuevo, el celeste y el blanco, con estos otros rasgos descritos por la religiosa: "Los ojos inclinados sobre las almas, en una mano un ramo de lirios apoyado en el pecho y en la otra un rosario blanco, como haciendo un gesto que quiere decir: 'Venid a mí todos, necesitados de pureza'".

Hasta que la nueva compañía de religiosas se convirtió en realidad pasaron algunos años desde esas primeras inspiraciones. Llegamos así al 1947, cuando Paola, a la espera de que se le concediera una casa donde empezar la vida en común, tuvo una de sus luchas con Satanás, anotadas en su diario espiritual. "Mientras rezaba oí una voz que me decía: '¿Para qué rezas? Total, no te van a dar la casa'. Quería la casa; entonces, un poco desanimada sentí que cedía, pero respondí: 'Aunque no me la den, necesito rezar de todas formas'. La voz, más débil, dijo: '¿Y hasta cuándo rezarás?'. 'Hasta que lo consiga', respondí.... Se fue temblando. Pensé que era el demonio, que quería desanimarme diciendo mentiras, porque enseguida nos dieron la casa".

En otra entrada de su diario: "Hay que rezar y confiar en el Señor", sin prestar atención a las tentaciones del demonio, el cual "sabe que si rezamos obtenemos las gracias y él es derrotado". Otras veces el demonio se le aparecía con forma de animales horribles.
Por fin, tras haber perseverado en la oración, el domingo 5 de octubre de 1947, fiesta de la Virgen del Rosario, se pudo dar inicio a la vida común en Sassari. Al cabo de poco más de un año, el 8 de diciembre de 1948, Paola y otras cuatro hermanas se vistieron con los hábitos bendecidos por el arzobispo Arcangelo Mazzotti. Las nuevas religiosas, debido a su hábito, fueron pronto llamadas "las Celestes", y la comunidad se difundió, arraigando en otros lugares de Cerdeña.


Religiosas de la congregación fundada por Madre Paola, en una misa en Cerdeña en 2013, en el día del centenario de su nacimiento. Imagen: La Nuova Sardegna.

Así describía la Madre Paola los rasgos fundamentales de la espiritualidad de sus religiosas: "Deberán estar formadas sobre todo al espíritu de la pureza, la humildad y la caridad perfectas. Pasarán las jornadas entre la oración y el trabajo. Recitarán el rosario completo (15 misterios) por la mañana en la capilla, de rodillas, y durante el día, trabajando, recitarán los que quieran... porque el deseo de la Virgen es estar en oración continua, porque si todos hubieran rezado no habría en el mundo tantos pecados, para redimir y pedir la gracia, que no se concede al mundo porque no se reza lo suficiente [...]. Llevarán el rosario siempre en la mano, como arma contra el demonio".


Un camino de amor por el sendero de la pureza evangélica: así se subtitula esta obra, en donde puede leerse más sobre la Venerable María Paola Muzzeddu.

En el día de la Inmaculada, el 8 de diciembre de 1968, cuando se cumplían veinte años exactos de la solemne toma de hábito, la Madre Paola decidió ofrecerse a Dios como víctima para la santificación de los sacerdotes y la conversión de los pecadores, constatando cuántas almas estaban lejos -eran los años de la contestación estudiantil y la revolución sexual- de ocuparse de los bienes eternos. "Fuera he visto a tanta gente yendo y viniendo, ocupada... pero nadie pensaba en Dios, ¡qué desolación! Y entonces yo repetía: '¡Ave Maria!'". En los siguientes dos-tres años, los últimos de su vida terrenal, que se concluyó en Aggius, su pueblo natal, el 12 de agosto de 1971, la actual Venerable unió sus dolores a los de Cristo crucificado. Que un día le dijo: "Paola, ¡te ha asociado a la Redención!".

Traducido por Elena Faccia Serrano.

Tomado de Cari Filii News.

Fuente: Religión en Libertad

martes, 27 de agosto de 2019

Santo Evangelo 27 de agosto 2019



Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,23-26):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.»

Palabra del Señor

La "lógica del don" (Doctrina social de la Iglesia)

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) 
(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy, la crisis nos obliga a revisar nuestro camino, porque el desarrollo sufre desviaciones dramáticas. El hombre no puede prescindir de su naturaleza "trascendente": no es autor de sí mismo; debe vivir abierto a Dios y a los demás. Está creado para el "don", para amar. Pero frecuentemente priorizamos ante todo la productividad y la utilidad. Cristo nos dice: la fe hace posible la misericordia y ésta perfecciona la justicia. 

La "ciudad del hombre" no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes, sino con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. El binomio exclusivo "mercado-Estado" corroe la sociabilidad, mientras que las formas de economía solidaria crean sociabilidad. El mercado de la gratuidad no existe y las actitudes gratuitas no se pueden prescribir por ley. Sin embargo, tanto el mercado como la política tienen necesidad de personas abiertas al "don recíproco": esto es fruto sólo de la caridad.

—Señor, sin la gratuidad, típica de tu Amor, no puede haber justicia. ¡Ábrenos el corazón!

Antonio Rosique, rostro del fútbol y de Exatlón en TV Azteca: «Dios te pone de rodillas por tu bien»

Antonio Rosique es uno de los periodistas deportivos más conocidos de México, más aún desde que conduce «Exatlón», gran éxito de la cadena.

Antonio Rosique, rostro del fútbol y de Exatlón en TV Azteca: «Dios te pone de rodillas por tu bien»

Antonio Rosique es uno de los periodistas deportivos más conocidos de México, más aún desde que conduce «Exatlón», gran éxito de la cadena.

Antonio Rosique, de 44 años, ha sido durante años una de las voces y rosotros característicos del deporte, a través de TV Azteca, cadena que mantiene junto con Televisa el liderazgo televisivo en abierto. Se vinculó a la cadena en 1996, en los inicios de su carrera, y ha cubierto, entre otros eventos de primer orden, seis Olimpiadas y seis campeonatos mundiales de fútbol, deporte en el que es un narrador y comentarista de referencia. Desde 2017 es además el conductor de Exatlón, un exigente reality de competición física al máximo nivel que se graba en República Dominicana, donde reside durante varios meses al año. 

La nueva temporada del programa acaba de comenzar y Rosique ha abierto su corazón para otro espacio estrella de TV Azteca, Venga la alegría, donde se ha felicitado por mantener Exatlón como un reality que eleve y dignifique a participantes y espectadores: "No voy a permitir que se convierta en un programa de morbo, o se vuelva un programa de chisme. Por eso la gente se sienta con sus hijos a verlo en familia, porque creo que estamos juntos, todo el equipo entregando un mensaje con valor".


Toño Rosique mantiene una relación con Michelle Saide, presentadora de Televisa Deportes, y explica que para él "es importante formar una familia y tener hijos": "Ya formalizamos totalmente el compromiso", confiesa.

En esa entrevista, Rosique comentó además cómo se fraguó su conversión a la fe: "Creo mucho en Dios, recibí un llamado de Dios en los últimos años". Es católico, pero no era muy creyente de niño ni venía de una casa "donde Dios estuviera muy presente", y fue "con la ayuda de amigos" fue descubriendo "lo maravilloso que es Dios".

La raíz de ese proceso estuvo en 2014, cuando, a propuesta de su padre, hizo el Camino de Santiago, "uno de los grandes faros de la Cristiandad", que empezó en Saint Jean Pied de Port (San Juan Pie de Puerto) hasta completar la ruta por el camino francés.

"En el Camino te empiezas a desprender de todo con lo que uno carga", realmente (vació su mochila de cosas innecesarias) pero también existencialmente ("aprendes a desapegarte"): haciendo la vía compostelana comprendió que "venimos solos y nos vamos a ir solos". "Nadie va a caminar por ti, nadie va a llevar tu mochila"... el mensaje del Camino empezaba a hacerle ver la necesidad de "luchar", porque "la vida es igual": "Me terminó de amalgamar muy bien el momento que yo vivía".

Como cualquier peregrino, Rosique vivió días buenos y malos, inclemencias de todo tipo y momentos de desubicación y oscuridad, y aprendió a valorar cualquier alimento, cualquier cama o cualquier ducha como "el mejor del mundo": "Es una lucha contra uno mismo, por dejar tu comodidad, por dejar lo que tú crees que es lo valioso para verdaderamente ir a recibir, a buscar y a encontrar lo que auténticamente es valioso".



Pero "el verdadero camino se inicia cuando termina el Camino": "Terminé con mucha paz y me hice muy católico". Fue un nuevo "punto de partida" en su vida, porque comprendió que estaba dándole valor a cosas que no eran las más importantes ("tengo rating [audiencia] o no tengo rating"). 

"Uno va construyendo todos los días una identidad, los que trabajamos en la televisión lo hacemos constantemente... La televisión hace crecer nuestros egos y hace que queramos alimentar más esos egos", explica, y eso para él cambió: "En mi caso, lo que hizo la fe, lo que hace Dios, es que te resquebraja por dentro, te hace humilde, te pone de rodillas por tu bien".

"El poder entregarme yo a la religión como católico... verdaderamente practicarla, seguir esta sabiduría, aprenderla, descubrirla, me ha hecho un hombre más feliz, me ha hecho una persona más caritativa, más pendiente de lo que sienten los demás", concluye. Ha vuelto a hacer el Camino otras veces para que no se le olvide y para "regresar los pies a la tierra". 

De todo este cambio se ha beneficiado su trabajo también: "La presencia de Dios y mi fe es lo que me permitió entregar cada día un mensaje de calidad en el Exatlón. Guiar a un conjunto de chicos a través de una aventura, conectar con las familias, señalar lo que está bien y lo que no está bien".

Quiere ser mejor cada día y, aunque peca y se equivoca, sabe que "los católicos estamos luchando todos los días... Jesús es mi amigo y trato de hablar con Él a diario y que me ilumine".

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 26 de agosto de 2019

Santo Evangelio 26 de agosto de 2019



Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,13-22):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga!" ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) 
(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy consideramos el 2º Mandamiento de la Ley de Dios: "No tomarás el nombre de Dios en vano". En positivo, debemos respetar el nombre del Señor. Jesucristo reprocha a los escribas y fariseos abusar del nombre de Dios, puesto que —mediante una compleja casuística que habían inventado— sabían encontrar subterfugios para usar retorcidamente (¡siempre en beneficio propio!) el juramento.

Dios —como un regalo— nos ha revelado su Santo Nombre: debemos guardarlo en la memoria, en un silencio de amorosa adoración. Sin embargo, de ninguna palabra se ha abusado tanto como de la palabra "Dios". Un solo ejemplo: los cinturones del ejército nazi llevaban grabada la frase "Dios con nosotros". Aparentemente se honraba el nombre de Dios, pero —en realidad— se le profanaba gravemente para los propios fines. Esas profanaciones de su nombre van desfigurando el rostro de Dios, hasta hacerlo irreconocible.

—Dios mío, quiero adorarte invocando muchas veces tu Nombre "tres veces Santo", y deseo alzar tu dulce nombre de Dios-Hombre: ¡Jesús!



Andrea Erdman con los niños en Disneyworld, en verano de 2016, cuando todos en casa eran solo laicos católicos novatos

"Estoy casada con un sacerdote católico", escribe Andrea Erdman. Y es cierto: Andrea Erdman es la mujer del padre Jonathan Erdman, y madre de sus hijitos Sarah, de 9 años, Joseph, de 7 y los gemelos Gabriel y Naomi de 4. Y con un bebé de camino. 

Los Erdman dejaron la Iglesia Episcopaliana (anglicanos de EEUU) en enero de 2016 y se hicieron católicos en verano de ese año. Jonathan, licenciado en Psicología, llevaba 12 años como pastor  episcopaliano. También el padre y el hermano de él son pastores episcopalianos. Ellos lo han asumido con realismo y tranquilidad. Cuando Andrea dice que conoce muchas mujeres de clérigos, habla en serio, las tiene en la familia. 

Andrea Erdman con los niños en Disneyworld, en verano de 2016, cuando todos en casa eran solo laicos católicos novatos
Andrea y Jonathan, de sacerdote episcopaliano

Después de un año como laico católico, desde julio de 2017 Jonathan Erdman es ahora sacerdote católico, encargado de la nueva y pequeña comunidad de Nuestra Señora y San Juan, en Louisville (EEUU), formada por ex-episcopalianos que hoy son católicos. Celebra la misa en la parroquia de San Martin de Tours de esta ciudad, los domingos por la tarde. 

Se hizo católico, dice, porque buscaba fe enraizada en la tradición y la razón" y porque deseaba "verdadera unidad con la Iglesia que Cristo fundó y unidad con el sucesor de los apóstoles". En la prensa local no da más datos, pero en la web anglicana conservadora VirtueOnline se explica además que algunos parroquianos anglicanos progresistas le presionaban para que celebrara bodas del mismo sexo, denunciándole ante su obispo episcopaliano porque se negaba. Eso fue el detonante para dejar una denominación ya sin "tradición" ni "razón". 

Su esposa Andrea ha escrito un texto (aquí) explicando por qué ella, como esposa de sacerdote, apoya la disciplina de la Iglesia Católica de rito latino que sólo ordena como sacerdotes a hombres casados en situaciones muy excepcionales, siempre clérigos de probada virtud y capacidad paternal llegados desde el protestantismo.

 El padre Erdman con los niños

Es el caso de los 60 sacerdotes en el Ordinariato de la Cátedra de San Pedro, creado hace seis años por Benedicto XVI, que hoy cuenta en EEUU y Canadá con 44 comunidades y unos 6.700 fieles ex-anglicanos o ex-protestantes en su mayoría. 

El artículo se ha difundido mucho por la red en inglés. ReL lo ofrece ahora en español. 


De parte de la esposa del padre: una perspectiva sobre el matrimonio y el sacerdocio

por Andrea Erdman

Estoy casada con un sacerdote católico.

Si eso a usted le hace sentir confusión, lo entiendo. Hay muy pocas de nosotras, esposas de sacerdotes, y menos aún con niños pequeños. La mayoría de los católicos no tienen ni idea de que hay sacerdotes casados en el mundo.

Mi esposo y yo llevamos 15 años casados. Fue sacerdote episcopaliano durante unos 11 años antes de seguir la llamada a dejar la Iglesia Episcopaliana y venir a casa, a la Iglesia Católica. Entramos en plena comunión con la Iglesia Católica el año pasado a través del Ordinariato personal de la Silla de San Pedro (ordinariate.net). Tenemos cuatro niños deliciosos, y otro que viene de camino.   

Mi esposo y yo estamos bendecidos en esta vida que tenemos juntos, y abrumados agradecemos la merced de que la Iglesia le haya otorgado la ordenación y la dispensa de la ley canónica sobre el celibato sacerdotal por el bien de conducir nuestra nueva parroquia a la Santa Iglesia Católica.



Este ministerio nos permite la habilidad de llegar a las almas de formas únicas, y compartir las Buenas Noticias a través de las vidas que tocamos. Abrimos nuestro hogar para alimentar a amigos y extraños, confortamos a personas que viven un duelo o un trauma, y educamos a la gente en nuestra fe católica.

Tenemos un ministerio especial para los casados, los padres, especialmente aquellos que han sufrido la pérdida de un hijo durante el embarazo.

Yo soy el confort de mi esposo, su mayor fan, su crítica más dura, su compañera.

Cuando él yacía postrado en su ordenación, ante Dios y su obispo, de muchas maneras también yo yacía a su lado, entregándome toda a Dios y su Santa Iglesia. Nuestro hogar está lleno de luz, vida y gozo.

Es una bendición ser miembros del Ordinariato, donde nuestro obispo y su oficina trabajan en armonía con nuestro arzobispo local para proveer por nuestras necesidades espirituales, financieras y físicas. Puesto que nuestra parroquia recién creada es pequeña, nuestras finanzas están entretejidas con diversas fuentes de la arquidiócesis. Menaje, alojamiento, comida, pensiones, seguros, ropa y las facturas escolares de los niños las provee la generosidad de la Iglesia.

 En verano de 2016, como laicos, en Disneylandia

El obispo Lopes, nuestro obispo del Ordinariato Personal de la Silla de San Pedro, nos ha dado un capellán para familias de clérigos que ofrece cuidado espiritual directo y nutre con apoyo mutuo a otras esposas de clérigos en retiros de oración. Me  abruma esta gracia que nunca antes vi como esposa de clérigo. Aunque nunca seremos ricos, se anticipan cada una de nuestras necesidades.

Dicho esto… a algunos les puede sorprender que yo esté a favor de la actual práctica católica sobre el celibato sacerdotal.

No tengo duda de que las esposas e hijos de las tradiciones católicas y no católicas por igual son los primeros blancos de los enemigos de la Iglesia cuando un sacerdote se mantiene firme con la fe apostólica y la tradición.

Hemos recibido amenazas. Hemos recibido cartas llenas de odio. Se han burlado de nosotros y han conspirado contra nosotros. Otras familias se han hundido en problemas financieros, han perdido sus casas y empleos, pensiones, seguros, al servicio de la fe.

Muchas esposas que conozco tienen práctica en esconder sus heridas, mantener una fachada de perfección permanente, no mostrando nunca enfermedad ni dolor. Viven con miedo a que su debilidad exponga un rasguño en la armadura de su marido.

Aunque estas experiencias no son distintas a las de los laicos en otras carreras, pocos están preparados para que este tipo de experiencias se den en la vida de un sacerdote o su familia cuando el hogar, se espera, ha de ser un santuario y no un frente del campo de batalla.

Creo que esta es la razón por la que mi esposo y nuestro matrimonio fueron cuidadosamente examinados por nuestra oficina del Ordinariato y por el Vaticano antes de aprobar la ordenación de mi marido.

Mi esposo y yo tenemos un hermoso matrimonio, y la fuerza de nuestra familia y fe se han profundizado con las pruebas. Sin embargo, lo de mi esposo y yo es infrecuente.

Somos unos pocos que hemos prosperado en la tribulación por la gracia de Dios y la generosidad de la Iglesia. He visto muchas familias y ministerios caer bajo esta presión.

Creo que la actual práctica de la Iglesia respecto al celibato sacerdotal es una merced, una protección del ministerio sacerdotal y de la familia. El ministerio sacerdotal es una relación santa, un matrimonio con la Iglesia. La paternidad es un ministerio hacia la esposa y la familia. Hacer ambas cosas amenaza las fuerzas de ambos ministerios.

El sacerdocio casado es para esos hombres que han probado ser padres y maridos excepcionales y que son necesarios como sacerdotes para su comunidad.

 
El padre Erdman, ya como sacerdote católico, bendice a un compañero sacerdote

El sacerdocio casado ha de ser infrecuente, ejercido solo por el bien de la unidad a la Iglesia bajo extraordinarias circunstancias.

Si deseamos llamar a más hombres para el sacerdocio, tenemos que ser evangelizadores entusiastas y profundizar nuestra catequesis con los fieles. Creemos una cultura de fe profunda y discernimiento de la llamada de Dios y compromiso apasionado para sacrificarnos por Cristo, que se sacrificó por nosotros.

(Esta es una noticia de Hemeroteca, publicada previamente en ReligionEnLibertad en noviembre de 2017)

Fuente: Religión en Libertad

domingo, 25 de agosto de 2019

Santo Evangelio 25 de agosto 2019




Evangelio según san Lucas (13,22-30), del domingo, 25 de agosto de 2019

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):

En Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén. Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: Señor, ábrenos; pero él os dirá: “No sé quiénes sois”. Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. Pero él os dirá: “No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Palabra del Señor

El "mito del progreso"

REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) 
(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy, la mención que Jesús hace de la "puerta estrecha" cuestiona el "mito del progreso". Las ideologías —demolida la esperanza en el más allá— imponen el progreso como norma del obrar político y humano en general. Aunque en los últimos años se han logrado enormes progresos (tecnológicos, científicos), sigue siendo actual la ambivalencia de este progreso: éste empieza a amenazar a la creación, que es la base de nuestra existencia.

Es indispensable orientar el progreso según criterios morales. Ante todo, se debe considerar que el progreso se extiende a la relación del hombre con el mundo material, pero eso no da lugar —como el marxismo y el liberalismo habían enseñado— al hombre nuevo, a la nueva sociedad. El hombre como hombre sigue siendo igual, tanto en las situaciones primitivas como en las técnicamente desarrolladas. El ser hombre vuelve a comenzar de cero con cada ser humano.

—Jesús, tú nos has señalado el camino del crecimiento humano en lo alto de la Cruz y en el horizonte de la eternidad.