viernes, 30 de junio de 2023

Santo Evangelio 30 de Junio 2023



 Texto del Evangelio (Mt 8,1-4):

 En aquel tiempo, cuando Jesús bajó del monte, fue siguiéndole una gran muchedumbre. En esto, un leproso se acercó y se postró ante Él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme». Él extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio». Y al instante quedó limpio de su lepra. Y Jesús le dice: «Mira, no se lo digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio».



«Señor, si quieres puedes limpiarme»


Rev. D. Xavier ROMERO i Galdeano

(Cervera, Lleida, España)

Hoy, el Evangelio nos muestra un leproso, lleno de dolor y consciente de su enfermedad, que acude a Jesús pidiéndole: «Señor, si quieres puedes limpiarme» (Mt 8,2). También nosotros, al ver tan cerca al Señor y tan lejos nuestra cabeza, nuestro corazón y nuestras manos de su proyecto de salvación, tendríamos que sentirnos ávidos y capaces de formular la misma expresión del leproso: «Señor, si quieres puedes limpiarme» (Mt 8,2).

Ahora bien, se impone una pregunta: Una sociedad que no tiene conciencia de pecado, ¿puede pedir perdón al Señor? ¿Puede pedirle purificación alguna? Todos conocemos mucha gente que sufre y cuyo corazón está herido, pero su drama es que no siempre es consciente de su situación personal. A pesar de todo, Jesús continúa pasando a nuestro lado, día tras día (cf. Mt 28,20), y espera la misma petición: «Señor, si quieres...» (cf. Mt 8,2). No obstante, también nosotros debemos colaborar. San Agustín nos lo recuerda en su clásica sentencia: «Aquél que te creó sin ti, no te salvará sin ti». Es necesario, pues, que seamos capaces de pedir al Señor que nos ayude, que queramos cambiar con su ayuda.

Alguien se preguntará: ¿por qué es tan importante darse cuenta, convertirse y desear cambiar? Sencillamente porque, de lo contrario, seguiríamos sin poder dar una respuesta afirmativa a la pregunta anterior, en la que decíamos que una sociedad sin conciencia de pecado difícilmente sentirá deseos o necesidad de buscar al Señor para formular su petición de ayuda.

Por eso, cuando llega el momento del arrepentimiento, el momento de la confesión sacramental, es preciso deshacerse del pasado, de las lacras que infectan nuestro cuerpo y nuestra alma. No lo dudemos: pedir perdón es un gran momento de iniciación cristiana, porque es el momento en que se nos cae la venda de los ojos. ¿Y si alguien se da cuenta de su situación y no quiere convertirse? Dice un refrán popular: «No hay peor ciego que el que no quiere ver».


jueves, 29 de junio de 2023

Santo Evangelio 29 de Junio 2023



 Texto del Evangelio (Mt 16,13-19):

 En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».



«Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo»


Mons. Jaume PUJOL i Balcells, Arzobispo Emérito de Tarragona

(Tarragona, España)

Hoy celebramos la solemnidad de San Pedro y San Pablo, los cuales fueron fundamentos de la Iglesia primitiva y, por tanto, de nuestra fe cristiana. Apóstoles del Señor, testigos de la primera hora, vivieron aquellos momentos iniciales de expansión de la Iglesia y sellaron con su sangre la fidelidad a Jesús. Ojalá que nosotros, cristianos del siglo XXI, sepamos ser testigos creíbles del amor de Dios en medio de los hombres tal como lo fueron los dos Apóstoles y como lo han sido tantos y tantos de nuestros conciudadanos.

En una de las primeras intervenciones del Papa Francisco, dirigiéndose a los cardenales, les dijo que hemos de «caminar, edificar y confesar». Es decir, hemos de avanzar en nuestro camino de la vida, edificando a la Iglesia y confesando al Señor. El Papa advirtió: «Podemos caminar tanto como queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, alguna cosa no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, esposa del Señor».

Hemos escuchado en el Evangelio de la misa un hecho central para la vida de Pedro y de la Iglesia. Jesús pide a aquel pescador de Galilea un acto de fe en su condición divina y Pedro no duda en afirmar: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Inmediatamente, Jesús instituye el Primado, diciendo a Pedro que será la roca firme sobre la cual se edificará la Iglesia a lo largo de los tiempos (cf. Mt 16,18) y dándole el poder de las llaves, la potestad suprema.

Aunque Pedro y sus sucesores están asistidos por la fuerza del Espíritu Santo, necesitan igualmente de nuestra oración, porque la misión que tienen es de gran trascendencia para la vida de la Iglesia: han de ser fundamento seguro para todos los cristianos a lo largo de los tiempos; por tanto, cada día nosotros hemos de rezar también por el Santo Padre, por su persona y por sus intenciones.

60.000 jóvenes dejaron las drogas en el Cenáculo con trabajo y oración: «Es un milagro eucarístico»

  


60.000 jóvenes dejaron las drogas en el Cenáculo con trabajo y oración: «Es un milagro eucarístico»

Adoración eucarística con los miembros de la Comunidad del Cenáculo en Tarragona... la dignidad de saberse amados por Dios libera de las adicciones

"De las tinieblas a la luz": es el eslogan de la Comunidad del Cenáculo, obra fundada hace 40 años por sor Elvira Petrozzi -la madre Elvira- para asistir a quienes sufren los estragos de una vida rota a causa de las adicciones. La Comunidad celebra que durante estas cuatro décadas no ha dejado de extender su labor por todo el mundo, con 74 casas en cuatro continentes.

La última de ellas se ha abierto en la diócesis española de Orihuela-Alicante, la tercera del país. El padre Andrea, representante de la Comunidad en España, ha celebrado la noticia con CREO TV, invitando a conocer el día a día de una organización que ha ayudado a más de 60.000 personas a sanar sus heridas, recuperar sus vidas y a muchos, a abrazar la fe.

Lo que ve el padre Andrea cada día son decenas de jóvenes hasta hace poco sin rumbo, marcados por la violencia y la desesperación.

"Lo que les transmite el mundo es una falta de esperanza enorme que abre el corazón a la violencia del maligno. Es como si estuviesen dispuestos a aceptar la violencia de Satanás que pasa a través de la pornografía, las drogas, la sexualidad agresiva o el maltrato en las calles y eso les lleva a pensar que es justo que sus vidas sean humilladas. No piensan que son dignos de merecer una vida mejor", explica.

Por ello, la misión de los religiosos y consagrados de la Comunidad es, en gran parte, ayudar a que se valoren y que conozcan el amor de Dios.

"Lo único que tenemos que transmitir nosotros es eso, la importancia de sus vidas, que ellos lo valen todo, y que lo que tu valgas, o sufras, o te de alegría es importante para el Señor", explica.

Algo que el padre Andrea considera valioso para ellos es hacerles vivir de primera mano ese sentimiento de hijos de Dios desde la carencia.



La Comunidad del Cenáculo en Tarragona representa una obra teatral sobre el proceso de liberación de la adicción

La Comunidad del Cenáculo en Tarragona (donde ha cumplido 10 años) representa una obra teatral sobre el proceso de liberación de la adicción.

Normas exigentes: comida austera, sin teléfonos...

En las residencias de las comunidades del cenáculo, los protocolos son exigentes, comidas austeras, despertadores vespertinos, sin teléfonos ni redes… y como estructura, viviendo de la caridad.

Es precisamente por esto último, "por ser pobres y no tener nada", que los jóvenes ven lo que el Señor hace por ellos de forma directa. En el caso de los alimentos, una norma es que no se puede ir al supermercado  y comprar comida, sino que esta debe llegar de los donantes. De este modo, "los jóvenes ven que Dios es un padre que sabe lo que ellos necesitan".

Y este es solo uno de los milagros de la Comunidad del Cenáculo: a los 3.000 alojados en 75 casas de todo el mundo nunca les ha faltado el alimento.


Entre los pilares de la Comunidad, el sacerdote menciona la acogida y la propuesta de la sencillez, la amistad, una vida limpia de sacrificio, la honestidad, la ayuda recíproca o la pobreza. Pero por encima de todos ellos destaca "el abandono a la Providencia", la oración -especialmente eucarística- y la evangelización entre sus propios miembros.  

Por eso la Comunidad es mucho más que un simple "centro terapéutico" de asistencia social. De hecho, el sacerdote valora la independencia que le concede al Cenáculo ser una obra religiosa, ya que lo que quieren es ayudar, pero "siendo libres de proponerles la vida cristiana y no dar tratamientos de forma automática, pues cada persona es distinta y lo que necesita antes que nada es encontrar la paternidad del Señor y María".

La madre Elvira se dio cuenta de eso desde los comienzos de la Comunidad en 1983: "El problema de los jóvenes [alojados] es el corazón herido o la falta de sentido de la vida y al ver rezar a las religiosas, lo que pedían era "`encontrar al Señor´".



Representación teatral de la Comunidad del Cenáculo ante sus familias

Representación teatral de la Comunidad del Cenáculo ante sus familias: hay que expresar cómo las adicciones esclavizan bajo una falsa sonrisa; también es importante el acompañamiento: en la Comunidad hay auténticos amigos y hermanos ayudando, mientras que en la droga sólo hay proveedores y compañeros adictos.

"Milagros eucarísticos": conversiones y extensión del apostolado

Gracias a esta cosmovisión, al orden de vida y al protagonismo que ocupa la Eucaristía en la Comunidad, el sacerdote enumera algunos de los que considera "milagros eucarísticos".

Uno, el número de jóvenes que se han acercado al Señor después de que, sin saberlo, otros que habían pasado por su misma situación realizaban adoraciones nocturnas pidiendo por la intercesión y ayuda a esos jóvenes, dándose cuenta tiempo después de que mientras estaban "de fiesta", otros habían estado orando por ellos.

También explica el gran incremento de los apostolados y sedes de la Comunidad del Cenáculo desde que se potenció la oración de los jóvenes ante el Santísimo. Ahora hay multitud de casas y misiones solo para mujeres, para niños, para familias y matrimonios…

"Es un milagro eucarístico, porque nada más empezar a hacer la adoración perpetua, explotó el bien de la obra del Cenáculo", subraya Andrea.

Los resultados son obtenidos por la oración, pero también por el plan del propio centro. Desde las primeras semanas, cada nuevo interno tiene un "ángel custodio" que "siempre está en tus manos y se entrega a ti siempre que lo necesitas o tienes un momento difícil.

También se enfrenta un día a día comparable "a la vida monástica" que, aunque al principio puede conllevar una difícil adaptación pero con unos resultados que no tardan en verse.

"La autenticidad, la transparencia o que los interesados en alojarse lo conozcan todo" antes de entrar son otros de las claves del éxito del Cenáculo, que el sacerdote sitúa en torno a un 99% de éxitos a la hora de "volver a llevar una vida normal".

En términos absolutos, más de 60.000 personas han recuperado sus vidas desde hace 40 años gracias a la labor de la Madre Elvira, haciendo realidad el lema de la Comunidad. 

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 28 de junio de 2023

Santo Evangelio 28 de Junio 2023

 


Texto del Evangelio (Mt 7,15-20):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis».



«Por sus frutos los reconoceréis»


Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret

(Vic, Barcelona, España)

Hoy, se nos presenta ante nuestra mirada un nuevo contraste evangélico, entre los árboles buenos y malos. Las afirmaciones de Jesús al respecto son tan simples que parecen casi simplistas. ¡Y justo es decir que no lo son en absoluto! No lo son, como no lo es la vida real de cada día.

Ésta nos enseña que hay buenos que degeneran y acaban dando frutos malos y que, al revés, hay malos que cambian y acaban dando frutos buenos. ¿Qué significa, pues, en definitiva, que «todo árbol bueno da frutos buenos (Mt 7,17)»? Significa que el que es bueno lo es en la medida en que no desfallece obrando el bien. Obra el bien y no se cansa. Obra el bien y no cede ante la tentación de obrar el mal. Obra el bien y persevera hasta el heroísmo. Obra el bien y, si acaso llega a ceder ante el cansancio de actuar así, de caer en la tentación de obrar el mal, o de asustarse ante la exigencia innegociable, lo reconoce sinceramente, lo confiesa de veras, se arrepiente de corazón y... vuelve a empezar.

¡Ah! Y lo hace, entre otras razones, porque sabe que si no da buen fruto será cortado y echado al fuego (¡el santo temor de Dios guarda la viña de las buenas vides!), y porque, conociendo la bondad de los demás a través de sus buenas obras, sabe, no sólo por experiencia individual, sino también por experiencia social, que él sólo es bueno y puede ser reconocido como tal a través de los hechos y no de las solas palabras.

No basta decir: «Señor, Señor!». Como nos recuerda Santiago, la fe se acredita a través de las obras: «Muéstrame tu fe sin las obras, que yo por las obras te haré ver mi fe» (Sant 2,18).

Emoción y alegría sobrenatural en la profesión carmelita de Pablo, de 21 años, «in articulo mortis»


 Emoción y alegría sobrenatural en la profesión carmelita de Pablo, de 21 años, «in articulo mortis»

Pablo María de la Cruz, de 21 años, revestido en su profesión como carmelita

Este domingo 25 de junio, en la Iglesia de El Carmen de Abajo, en Salamanca, hizo profesión carmelita Pablo Alonso Hidalgo, de 21 años, tomando el nombre de Pablo María de la Cruz. Lo hizo rodeado de amigos y parientes, con una dispensa especial, "in articulo mortis", por una enfermedad grave que le augura una muerte cercana. Es algo que no sucedía en la ciudad desde hace 200 años, indican los carmelitas.

El obispo de Salamanca, José Luis Retana Gonzalo, presidió la ceremonia. El día anterior, el obispo ya visitó al novicio para felicitarle a él y a su familia. Los padres del joven, Ricardo y Mari Carmen, le hablaron de su vida familiar y de fe, con sus 5 hijos, y con el reto de 6 años de la enfermedad de Pablo.

José Luis Retana, obispo de Salamanca, con Pablo María de la Cruz el día antes de su profesión solemne



José Luis Retana, obispo de Salamanca, con Pablo María de la Cruz el día antes de su profesión solemne.

Muy conocido por los jóvenes de Salamanca

El joven explicó al obispo que en los últimos años ha visto como distintos grupos de jóvenes de Iglesia creaban grupos de oración y de rosario por él, incluso en excursiones, en retiros, ofreciendo la misa. Él ha adquirido un gran amor por la Iglesia y su diversidad, y ora y ofrece su vida por tres intenciones que ha difundido:

- la conversión de los jóvenes, que conozcan a Cristo;

- la unidad de los católicos, de todos sus movimientos y realidades;

- y desterrar en todos el miedo a la muerte.

La ceremonia de profesión en la tarde del domingo la concelebró Salvador Villota Herrero, prior provincial, acompañado de una veintena de sacerdotes diocesanos y religiosos amigos. La comunidad carmelita del Convento de San Andrés cuidó y animó la celebración litúrgica. En ese mismo carmelo vivió San Juan de la Cruz, el gran místico y poeta del s.XVI.



Amigos de Pablo María de la Cruz en el coro de la Iglesia

Amigos de Pablo María de la Cruz en el coro de la Iglesia: muchos jóvenes de Salamanca han rezado por él en estos años.

El templo se llenó con amigos jóvenes de Pablo de distintos grupos: Camino Neocatecumenal, Hakuna, retiros Effetá y Jóvenes por el Reino de Cristo. Se vivió un peculiar ambiente que combinaba lo alegre y festivo y lo sagrado y sublime.

"Quien luchó, no perdió"

Pablo escribe en su fórmula de profesión y en su petición para ingresar en el noviciado: "Por el sufrimiento en la enfermedad me encontré con Dios, y por la muerte en la enfermedad me iré con Él. Y por ello le doy gracias. Quien luchó, no perdió".

Pablo María de la Cruz, en el día de su consagración a Dios en la Orden del Carmen, se adhirió a lo que enseña la regla carmelita: "vivir en obsequio de Jesucristo", haciendo voto de pobreza, obediencia y castidad hasta la muerte.



Pablo María de la Cruz, ya revestido, alegre con su familia.

En su homilía, el prior le dijo: "Pablo María de la Cruz, háblale a Jesús, dile a Jesús: 'te atas a mí con lazos de amor'", le exhortó.

Llegó también un mensaje del superior mundial de los carmelitas, el Prior General, Míceál O’Neill: "Me uno de corazón a la fe de Pablo y a la alegría y generosidad de entrar en el Cielo siendo carmelita. Estoy seguro que su opción y su testimonio viene de Dios, como don para él y para tanta gente. Que Dios y la Virgen lo bendigan a él, a su familia y a su nueva Familia Carmelita", decía el mensaje.



Profesión carmelita de Pablo María de la Cruz en Salamanca


Pablo María de la Cruz profesa sus votos carmelitas con 21 años

Pablo María de la Cruz profesa sus votos carmelitas con 21 años.

Los carmelitas valoran el paso que el joven ha dado y que ha llegado a muchas personas de todas las edades. "¡Bendito lío el que has montado, Pablo María. Dios quiera que la entrega de tu vida nos sacuda la modorra, nos despierte de nuestra vida distraída y nos recuerda lo esencial: nuestra meta es el Cielo y solo merece la pena vivir en serio las cosas de Dios, sirviendo a los hombres", escriben en su web.

(Fotos de Óscar García para el servicio de medios de la Diócesis de Salamanca; más fotos aquí en Carmelitas.es). 


Fuente: Religión en Libertad

martes, 27 de junio de 2023

Santo Evangelio 27 de Junio 2023

 


Texto del Evangelio (Mt 7,6.12-14):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran».



«No deis a los perros lo que es santo»


Diácono D. Evaldo PINA FILHO

(Brasilia, Brasil)

Hoy, el Señor nos hace tres recomendaciones. La primera, «No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos» (Mt 7,6), contrastes en que los “bienes” son asociados a “perlas” y lo “que es santo”; y, por otro lado, los “perros y puercos” a lo que es impuro. San Juan Crisóstomo nos enseña que «nuestros enemigos son iguales a nosotros en su naturaleza pero no en su fe». A pesar de que los beneficios terrenales son concedidos de igual manera a los dignos e indignos, no es así en lo que se refiere a las “gracias espirituales”, privilegio de aquellos que son fieles a Dios. La correcta distribución de los bienes espirituales implica un celo por las cosas sagradas.

La segunda es la llamada “regla de oro” (cf. Mt 7,12), que compendiaba todo lo que la Ley y los Profetas recomendaron, tal como ramas de un único árbol: El amor al prójimo presupone el Amor a Dios, y de Él proviene.

Hacer al prójimo lo que queremos que nos hagan implica una transparencia de acciones para con el otro, en el reconocimiento de su semejanza a Dios, de su dignidad. ¿Por qué razón deseamos el Bien para nosotros mismos? Porque lo reconocemos como medio de identificación y unión con el Creador. Siendo el Bien el único medio para la vida en plenitud, es inconcebible su ausencia en nuestra relación con el prójimo. No hay lugar para el bien donde prevalezca la falsedad y predomine el mal.

Por último, la "puerta estrecha"... El Papa Benedicto XVI nos pregunta: «¿Qué significa esta ‘puerta estrecha’? ¿Por qué muchos no pueden pasar por ella? ¿Es un pasaje reservado para algunos elegidos?». ¡No! El mensaje de Cristo «nos dice que todos podemos entrar en la vida. El pasaje es ‘estrecho’, pero abierto a todos; ‘estrecho’ porque es exigente, requiere compromiso, abnegación, mortificación del propio egoísmo».

Roguemos al Señor que realizó la salvación universal con su muerte y resurrección, que nos reúna a todos en el Banquete de la vida eterna.

Seis consejos de sor Mary Grace (Sisters of Life) para mejorar tu oración… y que ésta cambie tu vida

 


Seis consejos de sor Mary Grace (Sisters of Life) para mejorar tu oración… y que ésta cambie tu vida

Sor Mary Grace. 

La hermana Mary Grace pronunció una interesante ponencia en torno a hábitos beneficiosos y poco usuales para el día a día en la oración del católico.

Los 20.000 asistentes, en buena parte jóvenes, que acuden eufóricos cada año a los eventos Seek organizados por el apostolado universitario católico Focus en EEUU, son una muestra de que la fe católica no es algo estanco, caduco o trasnochado. Esta vitalidad se plasmó en las imágenes del último de estos congresos de fe y evangelización el pasado mes de enero en St Louis (Misuri, EE.UU). De entre las decenas de ponentes, destacó la presencia de 10 religiosas de la congregación Sisters of Life, a la que pertenece la australiana Sor Mary Grace.

Su ponencia, dedicada a transmitir algunos consejos que pueden "dar la vuelta" por completo a la vida de oración de los fieles fue una de las que más expectación causó entre los miles de fieles presentes y acaba de ofrecerse al público en el canal de Focus. Extraemos seis de ellos:

1º La oración, "la razón de nuestra creación"

Nada más comenzar, la hermana Grace subrayó que la oración debe contemplarse "no solo como un buen hábito que practican los católicos". Para ella, se trata  del "anteproyecto de nuestra vida como cristianos, la guía que ilumina el camino para no perder el rumbo" y es necesario ser conscientes de que  "Cristo nos acompaña en cada paso de nuestra vida".

Visto así, considera que un enfoque que puede cambiar la vida de oración de cada cristiano es asumirla como un "compromiso" con "la razón de nuestra creación, el contacto constante con Cristo". Pero  también como una elección, pues se trata de "escoger al Dios que nos está eligiendo nosotros primero". Así como "nos invita a pasar nuestra vida con Él" en la eternidad, también nos elige "ahora mismo", "quiere entrar en nuestras vidas" y la oración "es nuestra respuesta".

2º La oración puede cambiar tu día, en cualquier momento, por malo que sea

La religiosa destaca que Dios "no estará o ha estado con los hombres", sino que prometió hacerlo "siempre" y "no hay un solo momento en tu vida en que no te esté mirando con amor". La mitad de las batallas, dice, consisten "en darnos cuenta de esta realidad", aunque no es sencillo: se necesita fe, "porque nuestros pensamientos o nuestro estado de ánimo muchas veces pueden sugerir lo contrario. Puedes sentirte solo o incomprendido, pero siempre es buena hora para `un momento de Dios´".

Al hacerlo, es como "pulsar el botón de pausa" y elegir "estar por completo en el presente, "fuera de los planes futuro y preocupaciones pasadas y recordar  una sola verdad: Dios me ama sin condiciones. Eso es la oración, ser cada vez más consciente de su presencia cuando se reza, pero también en cualquier momento".



3º Nadie te quiere más feliz que Dios, pídele lo necesario

La religiosa observa que la mayoría de las veces, el problema de la oración no es que no se rece lo suficiente, sino que "renunciamos" o incluso "minimizamos" lo que necesitamos deseamos a la hora de rezar. Así, cuando los fieles observan que sus corazones "están vacíos", recuerda a todos los que necesitan llenar ese vacío "que no pueden hacerlo pos sí mismos" y que deben "acudir a aquel que puede".

Sin embargo, la religiosa menciona que aunque "debemos ser conscientes de nuestras necesidades" o "legítimos deseos" básicos como tener la alimentación y necesidades básicas cubiertas, llama a "sumergirnos más profundamente en el próximo nivel" de súplicas y necesidades como la paz interior, el amor y la caridad o la gracia, pues el primero, "por muy lleno que esté, nunca nos satisfará por completo".

4º No importa cuán profundo sea el abismo, la luz siempre brilla más

La religiosa también habla del poder transformador de la presencia de Jesús en la vida y en el día a día, especialmente a "más profundo es el abismo". De este modo, invita a que cuando sintamos malos pensamientos, mentiras o tentaciones, "nos enfoquemos en lo que estamos haciendo, recemos una simple oración aunque sea repetitiva para reemplazar a la mentira, como 'Jesús, en ti confío'". Haciéndolo, dice, "estaremos silenciando la mentira y amplificando el sonido de la verdad". Además, "esta práctica entrenará nuestra mente, fortalecerá nuestros corazones e imbuirá nuestra alma con el poder de Jesús". 

5º Nunca vayas solo: busca al Padre y la salud de la santidad

La religiosa también invita a contemplar que en muchas ocasiones se olvida que, en la oración, "estamos siguiendo a alguien" pero a veces "buscamos nuestra propia voluntad y no la del padre que me envió". Seguir Su voluntad también en la oración puede llevar a lo que Sor Grace llama "la salud de la santidad".

La religiosa hizo referencia a unas investigaciones en las que se descubrió una "innovadora evidencia" por la que "20 minutos de oración al día reducen el estrés, la ansiedad y los sentimientos de soledad".

"Encontraron abrumadoras evidencias de efectos inmediatos en el cerebro. Al ir a rezar, podemos estar ansiosos y hay regiones de nuestro cerebro controladas por pensamientos, preocupaciones y emociones, pero después de 20 minutos de oración, estas emociones se desactivan. La oración no solo es fundamental para nuestras almas, sino también para nuestro cuerpo", explica. Por eso invita a "encontrar el horario `de máxima audiencia´ -por la mañana o por la noche-, agendarlo y no cancelarlo. Es el punto central de nuestra vida", agrega.



La hermana Mary Grace en la March for life de 2023.

La hermana Mary Grace  (derecha) sostiene un bebé junto a otras religiosas de Sisters of life y participantes acuden a la March for life de 2023.

6º Descansar en Dios: apaga el móvil y abre las Escrituras

La relación entre una planificación de la oración y nuevas investigaciones relacionadas a sus beneficios es el descanso. Otra de los descubrimientos que cita es que "meditar en una oración antes de acostarse una y otra vez, mejor la capacidad para quedarnos dormidos. Si cambias tu pantalla por las Escrituras, probablemente descansarás mejor y no solo dormirás, sino que descansarás del ocio".

Porque, plantea, "¿cuándo fue la última vez que hiciste algo improductivo, sin resultados?". Rezar en este u otros momentos supone una actividad "que da vida y que hace que tu corazón descanse, se pregunte y mire hacia arriba. No es egoísmo y no es una pérdida de tiempo, en realidad es abrir más mi corazón para recibir más el regalo de la vida que Dios está derramando en mí sin límite ni costo, en cada momento,  para que podamos encontrar el descanso más profundo en una vida sacramental sana. Nada puede fortaleceros y uniros más a Dios mismo que la misa diaria. Nada puede liberarte como la confesión mensual frecuente, si es posible. Y nada puede ayudarte más en tu tiempo de oración que invocar la ayuda del Espíritu Santo. Así que date permiso para descansar en Él".

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 26 de junio de 2023

«Santo Padre, por favor, no nos abandone»: carta desgarradora de una víctima de la «identidad» gay

  


«Santo Padre, por favor, no nos abandone»: carta desgarradora de una víctima de la «identidad» gay

Garrett Johnson.

Garrett Johnson es muy consciente, porque lo ha vivido, del mal que hace etiquetar a una persona según sus deseos o tendencias, como sucede, explica, al utilizar el término 'homosexual' como definidor de una identidad personal. Foto: captura Youtube, canal Brother without Order.

Recientemente publicábamos el testimonio de Garrett Johnson, un hombre que durante casi toda su vida creyó "ser" homosexual porque desde muy pequeño le atribuyeron esa condición. Hasta que comprendió que la atracción que sentía hacia personas de su mismo sexo no era algo que tuviese que definirle ni constituía su identidad. 

Católico que abandonó la fe durante años y regresó a la Iglesia hace una década a través del apostolado Courage (que parte de la base de que las personas no se definen por sus deseos sexuales, sino por su condición de hijos de Dios), Garrett se siente desconcertado ante el hecho de que las instituciones católicas hayan aceptado la visión mundana de que su tendencia -sea cual sea su origen- les constituye. Y le duele particularmente que el propio Francisco, en varias ocasiones pero en particular en la entrevista concedida en enero a Associated Press, que tuvo un notable eco, hablase de "los homosexuales" y de "ser homosexual". Y días después, en la aclaración que le pidió James Martin, S.J., utilizase la expresión "personas homosexuales".

Garrett ha expresado este dolor en un artículo en Crisis Magazine:

Santo Padre, por favor, no nos abandone

Esta mañana meditaba en el momento en el que Jesús es conducido ante Pilatos y los líderes religiosos, donde se le acusa de todo tipo de cosas que no ha hecho y de ser alguien que no es. Le pedí que me ayudase a sentir lo que Él sintió mientras su Corazón se enfrentaba a las tinieblas; mientras todos aquellos a quienes Él vino a liberar y a quienes atrajo a su compañía le abandonaban.

Al considerar esta escena e imaginar Su dolor, empecé a pensar en el término “personas homosexuales” que empleó nuestro Santo Padre Francisco y el dolor que me produjo. No estoy comparando mi dolor con el de Nuestro Señor, pero al menos puedo ponerme en su piel en cuanto a sentirse abandonado por aquellos de cuya cercanía y apoyo debía sentirme más seguro.

Una verdad liberadora

Cuando hace casi diez años volví a la Iglesia católica, fue dejando atrás la identidad gay que se me había asignado y que había vivido conscientemente durante la mayor parte de mi vida. Me sentí muy a gusto en el lenguaje de la Iglesia, que me recordaba a mí y a quienes hemos vivido la identidad gay o lesbiana que no son nuestros deseos y sentimientos los que nos definen, sino nuestro Padre Celestial, quien con el Bautismo nos adoptó y nos llamó, simplemente, hijos suyos.

Esta verdad de tanta ternura me hizo ver la raíz de mis inclinaciones. Me ayudó a entenderlas como algo que, contemplado adecuadamente, ni me encasillaba ni me limitaba de ninguna manera. La verdad de que soy hijo de Dios me liberó y me permitió aspirar a la santidad a la que Jesús nos llama a todos. Al poco de comprender esto, empecé a acudir a las reuniones de Courage y a recuperar mi auténtica identidad. (Courage es el apostolado de la Iglesia católica para las personas que sienten atracción por personas de su mismo sexo pero se esfuerzan por seguir las enseñanzas de la Iglesia.)

Vivir mi auténtica identidad como hijo de Dios -y nada más- ha sido siempre un desafío, pero el desafío proviene normalmente del mundo y de quienes, en él, aún no se han liberado de la mentalidad según la cual el deseo equivale a la identidad. Ése era mi caso al principio, cuando regresé, pero pronto me di cuenta de que esta mentalidad mundana se había infiltrado en esa Iglesia que me había traído la libertad.

Primero se lo escuché a algunos laicos católicos: “¿Quiénes son una pandilla de hombres célibes para decirnos nada sobre nuestra sexualidad?”. Luego, a un religioso: “La Iglesia debe cambiar sus enseñanzas. A los gays se les debería permitir casarse”. Luego a un sacerdote: “La homosexualidad es la forma en la que Dios creó a parte de la raza humana”. Luego a un obispo: “Los homosexuales tienen derecho a ser bendecidos en la iglesia”. Y ahora al Papa Francisco: “Ser homosexual no es un crimen… Dios nos ama tal como somos”.

El padre James Martin saluda al Papa.



El Papa ha respaldado reiteradamente la labor del padre James Martin a favor de la agenda LGBTI, en particular en la consideración de la homosexualidad como una identidad personal. Foto: Vatican Media.

Estas palabras oscurecen la luz que yo había recibido de esa Iglesia, que ahora, con falsa compasión, quiere devolverme a la misma prisión de la que me ayudó a escapar.

El problema con estas afirmaciones del Papa Francisco, o de religiosos, clérigos y laicos, consiste en que se refieran a las personas como “homosexuales” o “gays”. Al emplear esas palabras, le arrebatas a sus destinatarios la libertad que el lenguaje de Courage me dio. Este apostolado enseña que referirse a nosotros de esa forma o pensarnos a nosotros mismos de esa forma nos “reduce”. Toma un aspecto de nosotros y lo convierte en nuestra identidad.

Y lo hace con un aspecto de nosotros, nuestra sexualidad, fácilmente influenciable por muchos factores, como un trauma infantil, la exposición a la sexualidad a una edad demasiado temprana o la dificultad en las relaciones con los pares del mismo sexo y los miembros de la familia. En su intento de liberar a aquellos de nosotros que se identifican o han ido identificados de esa manera, refuerzan esa especie de cautiverio.

Hijos de Dios: la verdadera identidad

Que los demás nos vean, o vernos nosotros mismos, como algo distinto de ser hijos de Dios es como llevar una argolla en el tobillo encadenada a un peso. El peso de esa identidad nos impide avanzar y crecer en nuestra relación con Cristo y su Iglesia. Nos mantiene enganchados a comportamientos que oscurecen nuestro intelecto y nos apartan de la gracia con la que Jesús quiere colmarnos a cada uno de nosotros, sus hermanos y hermanas. Con esta idea errónea de compasión, quienes deberían ayudar a liberarnos nos apartan de esa libertad que encontramos en la única identidad que importa y es auténtica: nuestra identidad como hijos de Dios.

Si escribo esta carta abierta a los religiosos, los sacerdotes, los obispos y, sobre todo, a nuestro Santo Padre, es porque sus palabras y actos me hacen sufrir. Me siento abandonado y olvidado por aquellos a quienes debería sentirme más cercano y que deberían rodearme con su apoyo cuando otros me acusan de odiarme a mí mismo e intentan hacer de mí algo que no soy.

Necesito el amor y el apoyo de los llamados a estar más cerca de Cristo y a conducir a Sus ovejas a los verdes pastos donde alimentarnos y crecer. Pero es al revés: los hermanos y hermanas que sentimos atracción por el mismo sexo estamos siendo alimentados por la Iglesia con el “reconfortante” veneno del mundo.

Como dijo el Papa Benedicto XVI, “el mundo os ofrece comodidad, pero no fuisteis hechos para la comodidad: fuisteis hechos para la grandeza”. Por favor, ayudadnos a ser grandes diciéndonos con amor la verdad que necesitamos oír.

Fuente: Religión en Libertad

Santo Evangelio 26 de Junio 2023



 Texto del Evangelio (Mt 7,1-5):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: ‘Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano».



«Con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá»


Rev. D. Jordi POU i Sabater

(Sant Jordi Desvalls, Girona, España)

Hoy, el Evangelio me ha recordado las palabras de la Mariscala en El caballero de la Rosa, de Hug von Hofmansthal: «En el cómo está la gran diferencia». De cómo hagamos una cosa cambiará mucho el resultado en muchos aspectos de nuestra vida, sobre todo, la espiritual.

Jesús dice: «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mt 7,1). Pero Jesús también había dicho que hemos de corregir al hermano que está en pecado, y para eso es necesario haber hecho antes algún tipo de juicio. San Pablo mismo en sus escritos juzga a la comunidad de Corinto y san Pedro condena a Ananías y a su esposa por falsedad. A raíz de esto, san Juan Crisóstomo justifica: «Jesús no dice que no hemos de evitar que un pecador deje de pecar, hemos de corregirlo sí, pero no como un enemigo que busca la venganza, sino como el médico que aplica un remedio». El juicio, pues, parece que debiera hacerse sobre todo con ánimo de corregir, nunca con ánimo de venganza.

Pero todavía más interesante es lo que dice san Agustín: «El Señor nos previene de juzgar rápida e injustamente (...). Pensemos, primero, si nosotros no hemos tenido algún pecado semejante; pensemos que somos hombres frágiles, y [juzguemos] siempre con la intención de servir a Dios y no a nosotros». Si cuando vemos los pecados de los hermanos pensamos en los nuestros, no nos pasará, como dice el Evangelio, que con una viga en el ojo queramos sacar la brizna del ojo de nuestro hermano (cf. Mt 7,3).

Si estamos bien formados, veremos las cosas buenas y las malas de los otros, casi de una manera inconsciente: de ello haremos un juicio. Pero el hecho de mirar las faltas de los otros desde los puntos de vista citados nos ayudará en el cómo juzguemos: ayudará a no juzgar por juzgar, o por decir alguna cosa, o para cubrir nuestras deficiencias o, sencillamente, porque todo el mundo lo hace. Y, para acabar, sobre todo tengamos en cuenta las palabras de Jesús: «Con la medida con que midáis se os medirá» (Mt 7,2).


domingo, 25 de junio de 2023

Santo Evangelio 25 de Junio 2023

 


Texto del Evangelio (Mt 10,26-33):

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: «No tengáis miedo a los hombres. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados.

»Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos.

»Porque todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos».



«No temáis a los que matan el cuerpo»


P. Antoni POU OSB Monje de Montserrat

(Montserrat, Barcelona, España)

Hoy, después de elegir a los doce, Jesús los envía a predicar y los instruye. Les advierte acerca de la persecución que posiblemente sufrirán y les aconseja cuál debe ser su actitud: «No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna» (Mt 10,28). El relato de este domingo desarrolla el tema de la persecución por Cristo con un estilo que recuerda la última Bienaventuranza del Sermón de la Montaña (cf. Mt 5,11).

El discurso de Jesús es paradójico: por un lado dice dos veces “no temáis”, y nos presenta un Padre providente que tiene solicitud incluso por los pajarillos del campo; pero por otra parte, no nos dice que este Padre nos ahorre las contrariedades, más bien lo contrario: si somos seguidores suyos, muy posiblemente tendremos la misma suerte que Él y los demás profetas. ¿Cómo entender esto, pues? La protección de Dios es su capacidad de dar vida a nuestra persona (nuestra alma), y proporcionarle felicidad incluso en las tribulaciones y persecuciones. Él es quien puede darnos la alegría de su Reino que proviene de una vida profunda, experimentable ya ahora y que es prenda de vida eterna: «Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos» (Mt 10,32).

Confiar en que Dios estará junto a nosotros en los momentos difíciles nos da valentía para anunciar las palabras de Jesús a plena luz, y nos da la energía capaz de obrar el bien, para que por medio de nuestras obras la gente pueda dar gloria al Padre celestial. Nos enseña san Anselmo: «Hacedlo todo por Dios y por aquella feliz y eterna vida que nuestro Salvador se digna concederos en el cielo».

Un católico gay, a los obispos alemanes: «Es necesario alzar la voz y rechazar el acto homosexual»

 


Un católico gay, a los obispos alemanes: «Es necesario alzar la voz y rechazar el acto homosexual»

Un hombre mirando al sol. 

"En el llamado “Orgullo LGTBIQ+”, son numerosas las voces que abogan tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica, por que ésta cambie sus enseñanzas sobre los actos sexuales homosexuales", comienza escribiendo este católico con tendencia homosexual.

En junio de 1977, algunos cientos de personas celebraron el primer "día del orgullo" en España. Hubo detenciones, pancartas y proclamas como "la Iglesia no nos acepta, pero Dios nos quiere". Desde entonces, el lobby LGBT ha ido cobrando peso y fuerza, hasta el punto de que el antes conocido y aceptado como "mes del Sagrado Corazón" es cada vez más asumido como "mes del orgullo".

Lo cierto es que ni el "orgullo" representa a todas las personas homosexuales, ni la Iglesia rechaza a las personas con estas tendencias.

Tras su paso por organizaciones católicas como Courage, o simplemente por un sagrario, muchos expresan que es posible vivir cristianamente, con paz, amistad y castidad.

Un ejemplo es un testimonio que vemos en el blog de Religión en Libertad del sacerdote Jesús María Silva Castignani, que puedes leer completo aquí.

Primeros encuentros, cada uno peor que otro

Su "historia" comenzó hace ya 17 años, con 13, cuando fue consciente de su atracción por otros hombres en el colegio. Decidió tener sus "primeros encuentros" con otros homosexuales, aun sabiendo "perfectamente" gracias a su formación cristiana que "los actos homosexuales, como los actos sexuales fuera del matrimonio", no le llevarían al bien.

No tardó tiempo en comprobarlo. Aunque tuvo "tres encuentros -que gracias a Dios no fueron relaciones sexuales completas-", recuerda que tras cada uno de ellos "se sentía peor que tras el anterior".

"Yo acudía en busca de amor y cariño y lo único que encontraba era una búsqueda de placer momentáneo y vacío", admite.

No hubo un cuarto encuentro: "Decidí que, dijeran lo que dijeran las modas, viviría mi sexualidad tal y como enseña la fe en la que creo. Y no puedo sino darle las gracias a Dios por esa decisión, que llega hasta el día de hoy".

Pedir ayuda a Dios, perdonar y hacer ejercicio: "Se puede vivir de este modo"

En 17 años ha pasado por dudas, momentos difíciles e incluso considerado si esa "cruz" tomada libremente podría ser "quizá demasiado grande".

Pero con una vida de gracia y voluntad de vivir la santidad, explica, "se puede vivir de este modo si se invoca la ayuda de Dios".

Entre sus muchos motivos de agradecimiento a Dios, también menciona poder haberse conocido a sí mismo. Gracias a ello, añade, "he identificado una serie de heridas emocionales en mi vida que poco a poco voy sanando usando el perdón a las personas que me las causaron". Un perdón que no solo le ha ayudado a sanar interiormente, sino también llevado a "una gran reducción de la tendencia homosexual".

A ello también le ha ayudado "trabajar la masculinidad" mediante el ejercicio. Marcado "desde siempre" por complejos de inferioridad -que afirma convencido que "se da en un altísimo porcentaje de hombres" con esta tendencia-, el deporte también ha jugado un papel importante para superar esos complejos, "reafirmarse" en su corporalidad y en su dimensión trascendente.

Hombre corriendo.



Junto con la oración y la sanación interior, este joven homosexual de 30 años asegura que el ejercicio físico puede contribuir a la autoestima y a reafirmar la corporalidad frente a las inseguridades presentes en hombres homosexuales. 

"A día de hoy, en el estilo de vida gay hay una gran exaltación de la belleza masculina y del culto al cuerpo. Pero esa concepción del estado físico está pensada no para sentirse bien con uno mismo, sino para ser considerado atractivo por los demás (en otras palabras, querer ser querido). Por tanto, subyace una idea del cuerpo orientado hacia el exterior y no hacia uno mismo", observa.

Una pregunta "desde el máximo respeto": "¿Sois felices?"

En su caso, no tuvo más que tres "encuentros", pero en ese lapso fue consciente de que la felicidad y el soporte emocional que busca no se encuentra en estos eventos. Dirigiéndose "desde el máximo respeto" a quienes han optado por mantener relaciones, les invita a "pararse un momento" y hacerse una pregunta "en el silencio del corazón".

"¿Sois felices con vuestra vida? Si la respuesta es que no, os invito a pedir a Dios que os lleve a esa felicidad a la que todos como seres humanos aspiramos, teniendo en cuenta que tal y como dice el salmo 19, 8 `Los mandamientos del Señor son rectos y alegran el corazón´", plantea.

También transmite el ánimo y aliento "un trillón de veces" a quienes han optado por vivir la castidad. Aporta su ejemplo para afirmar "que en este camino habrá momentos de duda y de zozobra", viendo como "hermanos y amigos irán entrando en dinámicas diferentes a la nuestra" y siendo posible que esto "cause desubicación o soledad".

Él mismo afirma que sería absurdo negar que eso va a pasar. Pero si pasa, escribe, "lo que ha de hacerse es pedir a Dios que nos ayude a seguir este camino hacia Él y cuando mayor sea el sufrimiento que pueda haber, más insistencia debería haber en este ruego".  

"Rechazar los actos, jamás a las personas"

Buena parte del documento se encuentra motivado por las "numerosas voces" que "abogan porque la Iglesia cambie sus enseñanzas" al respecto. Precisamente por ser homosexual, son especialmente reveladoras las palabras que dirige a la Conferencia Episcopal alemana, poniendo "en entredicho estas enseñanzas dentro de la propia Iglesia".

Convencido de la importancia "de que se alcen voces defendiendo esta postura de rechazo a los actos -que jamás a las personas- homosexuales", se dirige a quienes desde la Iglesia disienten de sus enseñanzas sobre la homosexualidad: "A ellas les suplico que sean muy prudentes y que sean conscientes de que un consejo ambiguo o interpretable pensado más en agradar que en decir la verdad, puede empujar a que esa persona se meta en una espiral de sufrimiento e infelicidad de la que es muy difícil salir. La misericordia no es un fin en sí mismo, sino que es el camino sobre el que va la verdad".



Banderas lgbt del Camino Sinodal alemán. 

Banderas LGBT desplegadas en una asamblea plenaria del Camino Sinodal alemán en marzo, tras aprobar el Documento de Diversidad de Género. 

Para el autor de esta carta, no se trata solo de que lo enseñado "por medio de la Revelación esté bien", sino que en este caso, vivir la homosexualidad desde la práctica de la virtud "es bueno para nosotros y nos dará la mayor felicidad posible en esta vida y quizá algún día también en la otra".

Antes de concluir, se dirige a los que desde la Iglesia "comparten las enseñanzas de su magisterio" y les hace una última súplica, "que sean tan misericordiosos a la hora de acoger a las personas con tendencia homosexual (vivan como vivan), como valientes a la hora de decir la verdad".

"En ocasiones no se ha aplicado en este tema la máxima de diferenciar entre acto y autor. Y eso jamás es correcto. Igual que ha de decirse la verdad, ésta ha de ser dicha con misericordia", concluye.

Fuente: Religión en Libertad


sábado, 24 de junio de 2023

Santo Evangelio 24 de junio 2023



 Texto del Evangelio (Lc 1,57-66.80):

 Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: ‘Juan es su nombre’. Y todos quedaron admirados.

Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues ¿qué será este niño?». Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.



«El niño crecía y su espíritu se fortalecía»


Rev. D. Joan MARTÍNEZ Porcel

(Barcelona, España)

Hoy, celebramos solemnemente el nacimiento del Bautista. San Juan es un hombre de grandes contrastes: vive el silencio del desierto, pero desde allí mueve las masas y las invita con voz convincente a la conversión; es humilde para reconocer que él tan sólo es la voz, no la Palabra, pero no tiene pelos en la lengua y es capaz de acusar y denunciar las injusticias incluso a los mismos reyes; invita a sus discípulos a ir hacia Jesús, pero no rechaza conversar con el rey Herodes mientras está en prisión. Silencioso y humilde, es también valiente y decidido hasta derramar su sangre. ¡Juan Bautista es un gran hombre!, el mayor de los nacidos de mujer, así lo elogiará Jesús; pero solamente es el precursor de Cristo.

Quizás el secreto de su grandeza está en su conciencia de saberse elegido por Dios; así lo expresa el evangelista: «El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel» (Lc 1,80). Toda su niñez y juventud estuvo marcada por la conciencia de su misión: dar testimonio; y lo hace bautizando a Cristo en el Jordán, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto y, al final de su vida, derramando su sangre en favor de la verdad. Con nuestro conocimiento de Juan, podemos responder a la pregunta de sus contemporáneos: «¿Qué será este niño?» (Lc 1,66).

Todos nosotros, por el bautismo, hemos sido elegidos y enviados a dar testimonio del Señor. En un ambiente de indiferencia, san Juan es modelo y ayuda para nosotros; san Agustín nos dice: «Admira a Juan cuanto te sea posible, pues lo que admiras aprovecha a Cristo. Aprovecha a Cristo, repito, no porqué tú le ofrezcas algo a Él, sino para progresar tú en Él». En Juan, sus actitudes de Precursor, manifestadas en su oración atenta al Espíritu, en su fortaleza y su humildad, nos ayudan a abrir horizontes nuevos de santidad para nosotros y para nuestros hermanos.


¿Puede un concejal presidir una cofradía? Toledo lanza unas ideas católicas para la política

 



 ¿Puede un concejal presidir una cofradía? Toledo lanza unas ideas católicas para la política

Un minuto de silencio en el Parlamento de Castilla La Mancha

¿Puede un concejal ser presidente de una cofradía o hermandad? ¿Puede animar públicamente a votar a tal o cual partido el responsable de un movimiento espiritual? ¿Y el clero? Si ningún partido es "suficientemente bueno", ¿significa que los católicos no pueden entrar en ellos? ¿Toda la política ha de pasar por los partidos? ¿Es lícita tanta partitocracia, con listas cerradas y cúpulas todopoderosas?

Desde que existen elecciones y partidos políticos con campañas, la Iglesia ha ido elaborando una doctrina social al respecto. Pero no estamos en el siglo XIX ni en el XX: en nuestra época de redes, memes y comunicaciones continuadas, de mayor hostilidad a la presencia pública cristiana y de poder desproporcionado de los partidos, parecen necesarias nuevas matizaciones y aplicaciones prácticas.

Ahora, la Vicaría para Laicos, Familia y Vida de la archidiócesis de Toledo ha lanzado el documento Servidores de todos sobre "Orientación para la Participación de los Católicos en la Política".

Tiene varias virtudes: no es demasiado largo, es bastante completo y aterriza en bastantes temas concretos. Su primera mitad plantea principios más generales sobre Doctrina Social y Política, la segunda mitad puede ser usada por católicos interesados en la política como una ayuda de discernimiento.

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El documento está aquí en la web del arzobispado, en PDF.

El documento defiende la política y la democracia. Critica la partitocracia y sus vicios, recuerda que participar no es sólo votar y constata que en la Iglesia falta formación y acompañamiento a los cristianos con interés por la política (aunque enumera algunas opciones que funcionan en Toledo, como el Grupo Polis, la Asociación Católica de Propagandistas -ACdP- y Acción Católica).

Hace falta compromiso, dice el arzobispo

El documento se inicia citando al Papa Francisco (Fratelli Tutti, 180) que habla de que "la política es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común".

El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, añade en su prólogo: "El noble arte de la política, requiere de personas íntegras, virtuosas, que hayan conocido la Luz alta que Jesucristo nos ha traído con su Revelación, y que estén dispuestas a comprometerse en el trabajo por el bien común de la familia humana construyendo una sociedad noble que tenga semillas del Reino de Dios".

El prólogo del arzobispo es breve, pero dos veces menciona la necesidad de "compromiso". "Requiere en nuestro tiempo de un compromiso especial, a veces incluso “martirial”, en el sentido etimológico del término: testimoniar dando la vida", añade. "Oramos para que el Señor suscite esos líderes sociales que necesita nuestra generación".

Límites y peligros en la democracia

En línea con la Doctrina Social de la Iglesia, el documento anima a participar en el juego democrático pero señalando sus peligros y sus límites, especialmente cuando se excluye a Dios.

"Una sociedad que desprecia abiertamente a Dios, que rechaza radicalmente el valor que aporta la fe, a nivel individual y comunitario, personal y social, no puede permanecer largo tiempo como una sociedad de Derecho; desembocará en la tiranía después de haber sido desgarrada por la anarquía", advierte.

"Si la democracia se entiende como un mero dominio de la mayoría, sin estar orientada por el criterio de lo justo y partiendo de la realidad objetiva de las cosas, la libertad y la verdad están en peligro", añade el texto.

Ser testigos de Cristo: modelos santos

El católico participa en política para ayudar a sus hermanos en cosas prácticas, pero también para dar testimonio de Cristo.

"Esa presencia política de los católicos debería actuar, por sí misma, como testimonio de fe y no únicamente como acción canalizadora de la construcción del bien común. Ha de ser posible anunciar a Jesucristo desde la presencia en la vida pública –sin privilegios, pero también sin censuras ni discriminaciones–. Al mismo tiempo no ha de olvidarse que se puede ser antitestimonio cuando se incurre reiteradamente en incoherencias entre la fe y la acción pública", advierte el texto.

Para animar a los cristianos en política, leemos, "puede ayudar la presentación de testimonios de políticos cristianos en activo, así como ya fallecidos (por ejemplo, el de Robert Schuman, uno de los padres fundadores de la Unión Europea, en proceso de beatificación)".

"En el ejercicio de esta actividad, no serán pocas las ocasiones en las que el político cristiano sufra situaciones de persecución, en diferente grado, según nos advirtió el Señor. No en vano Santo Tomás Moro, quien sufrió y murió por esta causa, ha sido proclamado patrono de los políticos", añade el texto. Schuman y Santo Tomás Moro son los únicos políticos mencionados en el documento.

El texto plantea la acción política del cristiano como una colaboración con Cristo. "Colaboremos con Él en la transformación de la historia, hasta su venida definitiva", exhorta.

El cristiano no debe ser acallado

En el debate social y democrático, el cristiano no debe acomplejarse ni dejarse acallar ni tiene por qué ocultar su fe.

"Resulta evidente que la sociedad se intenta cambiar por muchos de los sujetos que en ella conviven: los movimientos sociales y los propios poderes públicos. Los cristianos también gozamos de legitimidad para intervenir activamente y protagonizar ese cambio. Y queremos hacerlo posible desde el diálogo, la razón y la fe, superando el enfrentamiento", leemos.

Aunque los cristianos en política parezcan pocos, también a ellos se les aplica lo de ser sal de la tierra. "Somos conscientes de que, como nos recuerda Benedicto XVI citando al Pseudo-Rufino, “el género humano subsiste gracias a unos pocos; si ellos desaparecieran, el mundo perecería” (Spe Salvi, 15)".

La Doctrina Social de la Iglesia, fuente de creatividad

El documento anima a conocer y aplicar la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), y la expone con cierta agilidad. Una persona interesada en política que quiera conocer sobre ella, aprenderá bastante si lee este texto que no es largo.

"Una de las notas características de la DSI es su interdisciplinariedad. En su elaboración y despliegue necesita de todos los saberes humanos y sociales. Pero también, por su riqueza, contiene un potencial –muy poco explotado– de contribuir a la mejora de tales saberes", expone. "La DSI ofrece sus orientaciones para contar con unas sanas reglas de juego".

Algunas ideas básicas de la DSI son:

– La política está al servicio de la persona, de la familia y la sociedad y no al revés. Por tanto, se rechaza el estatalismo y cualquier forma de totalitarismo (Compendio DSI, 418).

– El bien común es el fin de la comunidad política

– Se valora el sistema de la democracia como fórmula de elección y sustitución de gobernantes y representantes (Centesimus Annus, 46), y se exige que esté bien fundamentada, por el riesgo de convertirse en una forma de totalitarismo encubierta (Centesimus Annus, 93) o de caer, como tantas veces denunció Benedicto XVI, en la dictadura del relativismo.

Las tentaciones en la política

En la política, como en cualquier otro ámbito, hay tentaciones. Se deben conocer y superar.

"Son frecuentes las tentaciones de egoísmo, corrupción, arribismo e idolatría del poder (la clásica hybris, desmesura o arrogancia, que se puede dar en todos los niveles de gobierno, desde una alcaldía hasta la Presidencia del Consejo de Ministros). Y esas mismas acusaciones son dirigidas a los hombres del Gobierno, del Parlamento, de la clase dominante o de los partidos políticos. Pero todo ello, así como la difundida opinión de que la política sea

un lugar de necesario peligro moral, no justifica lo más mínimo ni la ausencia de los cristianos en la arena pública ni su escepticismo sobre este decisivo ámbito de la actividad humana" (Christifideles Laici, 42).

El texto es muy duro y muy concreto contra la partitocracia y el exceso de poder que acumulan los partidos y sus cúpulas (esto es especialmente aplicable al actual sistema español).

"Es exigible la democracia interna, así como la mayor transparencia posible y la rendición de cuentas en su funcionamiento. Las listas electorales cerradas y la disciplina de partido hacen muy difícil el ejercicio de una genuina representación política", concreta el texto.

"Por esta misma razón, no es admisible la partitocracia, que busca copar las instituciones públicas y la mayoría de los centros de poder político o económico desde los partidos. De ella pueden observarse graves crisis institucionales con consecuencias nefastas para el conjunto del sistema. También debe rechazarse el partidismo, entendido como el sometimiento de todos los afiliados, especialmente los que desempeñan cargos públicos, a la ideología del partido y a las órdenes de su máximo responsable", sigue el texto.

Además, se recuerda un comentario de Pablo VI en 1972 dirigiéndose a políticos en un congreso: "Resulta muy difícil recordar algún debate en el que un representante político, tras la escucha de la postura del adversario y el correspondiente intercambio de pareceres y argumentos, se muestre convencido y opte públicamente por modificar los propios".

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En mayo de 2021, el arzobispo Cerro, el obispo García-Magán, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, visitaban al Papa. Los pastores participan como maestros y profetas en el debate social, pero no organizan partidos ni sindicatos. 

Las prioridades del católico en política

En nuestra época, hay campos en los que el católico deberá trabajar de forma prioritaria: el primero, la defensa de la vida y la familia; después, otros temas candentes como los retos del mundo laboral y de una economía más justa. El texto lo detalla.

"En primer lugar, la promoción de la dignidad de la persona, la defensa de la vida, la atención a los pobres, el establecimiento de una perspectiva de familia como marco de todas las políticas públicas (desde una adecuada visión de la mujer y del genio femenino –véase Mulieris Dignitatem de san Juan Pablo II– o la alerta ante la crisis demográfica. Todo ello en una situación en la que las consecuencias de la revolución sexual y los cambios biotecnológicos llevan a afirmar con Benedicto XVI que la cuestión social se ha convertido radicalmente en una cuestión antropológica (Caritas in Veritate, 75)", apunta el texto.

Y, después, "el trabajo como cuestión esencial en un momento de profundas transformaciones tecnológicas, con el desempleo juvenil como gran problema", junto con "la consideración moral de la economía, así como la introducción en la misma de la lógica del don y la gratuidad (Caritas in Veritate)".

¿Cómo se mete en política la Iglesia?

"Con cierta frecuencia se acusa a la Iglesia de 'meterse en política'", constata el documento. Recuerda que el derecho eclesiástico pide a la jerarquía pronunciarse sobre ciertos temas públicos (Código de Derecho Canónico 747): "Compete siempre y en todo lugar a la Iglesia proclamar los principios morales, incluso los referentes al orden social, así como dar su juicio sobre cualesquiera asuntos humanos, en la medida en que lo exijan los derechos fundamentales de la persona humana o la salvación de las almas. Sin embargo, lo que no cabe en ningún caso es que la Iglesia jerárquica entre en el juego partidista. Son los fieles laicos quienes están llamados a “animar cristianamente el orden temporal" (Christifideles Laici, 42).

El documento además recuerda que aunque votar es un derecho y un deber, hay más formas de participación política.

“Recuerden, por tanto, todos los ciudadanos el derecho y al mismo tiempo el deber que tienen de votar con libertad para promover el bien común.” (Gaudium et Spes, 75). Pero se presentan muchas otras vías a la creatividad de los actores sociales, de forma personal o, preferentemente, organizada:

-escribir en los medios y publicar en redes,

-recoger firmas,

- promover manifestaciones,

- ejercer una resistencia pasiva,

- establecer contactos con políticos,

- participar con propuestas en procesos normativos,

- apoyar económicamente una causa, etc..."

"Especialmente en el ámbito local, en las asociaciones vecinales y de todo tipo y a través de la participación en los plenos, juntas de distrito, iniciativas de presupuestos participativos, convocatorias de referéndum ciudadanos… Por último, y más claramente, con la afiliación a un partido político y la pretensión de participar de manera más directa en la actividad política", son otras formas de participar.

Los políticos cristianos se sienten solos

En España, los cristianos que intentan participar en política se han quejado muchas veces de sentirse poco acompañados, tanto por la jerarquía como por las comunidades cristianas. El documento se hace eco de esto.

"Es una petición latente y expresa en muchas ocasiones, de los políticos cristianos, al sentirse en soledad en el difícil ejercicio de su tarea, sin el respaldo de sus pastores o de su comunidad cristiana. Cabría plantearse foros y estructuras más o menos formales de encuentro, oración, formación, puesta en común de buenas prácticas, “coaching”, etc. Esto exige que los fieles laicos estén cada vez más animados desde una real participación en la vida de la Iglesia e iluminados por su doctrina social", leemos.

"Formación: Sólo cabe insistir en su importancia y urgencia. ¿Existen escuelas de formación de líderes y cuadros cristianos que se quieran comprometer en la vida política? ¿Hay centros de análisis de la realidad sociopolítica que permitan plantearse diagnósticos bien fundados, con mirada cristiana, y la elaboración de políticas públicas inspiradas en la DSI? Se detecta una evidente carencia de una adecuada pedagogía de la DSI", constata el texto.

"Será preciso orar para que el Señor envíe fieles laicos a esta mies y colaborar en este areópago de la vida pública fomentando iniciativas creativas que animen la actividad sociopolítica de los cristianos", se añade.

En el caso concreto de Toledo, hay varias realidades que trabajan estos temas, "como el grupo Polis, y de la Delegación de Pastoral del Trabajo, además de la ayuda de la Pastoral Familiar, Social y Universitaria, el Equipo de trabajo del postcongreso de laicos o el resto de Asociaciones Apostólicas que trabajan en este ámbito –Acción Católica, general y especializada, Asociación Católica de Propagandistas…–. En el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, que cualifica al más alto nivel la formación del laicado, se imparte la asignatura de Doctrina Social de la Iglesia, y sería muy deseable el desarrollo de

alguna iniciativa más completa".

La autonomía de los laicos

Se recuerda que "no es misión de la Iglesia como tal constituir partidos políticos o sindicatos. Atendiendo a las indicaciones de su fundador, promueve una “justa autonomía de las realidades terrenas” (Gaudium et Spes, 36)".

La glesia jerárquica sí "tiene esa misión profética que denuncia propuestas de organización social incompatibles con la condición espiritual del ser humano. Y siempre ofrece sus recursos y patrimonio para la construcción de la comunidad humana, con especial atención a los más neceitados".

Pero, respecto al clero, "la Iglesia cuida de que sus pastores no asuman una actividad de representación política pública: “El sacerdote estará por encima de toda parcialidad política, pues es servidor de la Iglesia: no olvidemos que la Esposa de Cristo, por su universalidad y catolicidad, no puede atarse a las contingencias históricas. No puede tomar parte activa en partidos políticos o en la conducción de asociaciones sindicales, a menos que, según

el juicio de la autoridad eclesiástica competente, así lo requieran la defensa de los derechos de la Iglesia y la promoción del bien común", dice el texto, citando el derecho canónico.

¿Qué pasa cuando un católico notable habla de un tema opinable, como a quién votar, o qué hacer con tal o cual proyecto público?

"Se observa ese cuidado por no identificar las posturas personales con las posturas de la Iglesia cuando se trate de concreciones opinables, no remisibles directamente a la fe o a la doctrina de la Iglesia", advierte el texto.

Laicos en las curias y cofradías

El derecho canónico pone algunos límites a los laicos, y afecta a los presidentes de las asociaciones públicas de fieles, como las cofradías: “En las asociaciones públicas de fieles, que se ordenan directamente al ejercicio del apostolado, no deben ser presidentes los que desempeñan cargos de dirección en partidos políticos” (CIC, Can. 317 § 4).

Además, esto afecta a "aquellos laicos que entran a formar parte de la curia pastoral, colaborando con la potestad de gobierno de los pastores" (Can. 129 § 2), tampoco deberían tomar parte activa en la dirección de entidades políticas o en la asunción de responsabilidades de gobierno en la autoridad civil.

Obsérvese que se habla de "cargos de dirección", no de mera militancia en un partido, aunque sea pública y reconocida.

Pero luego"Servidores de Todos" baja a lo concreto para hablar de más cargos que tienen los laicos. "En ese sentido, los delegados diocesanos o directores de secretariados diocesanos, y  cualesquiera otros que tuvieran una delegación expresa del obispo diocesano para una materia en particular, en la medida en que tienen una función de visible representación de la Iglesia diocesana en ciertos ámbitos concretos, convendría que se abstuvieran de asumir otro tipo de representaciones de carácter político".

Se pide también "aplicar esa prudencia a todas esas otras personas que participan en la dirección de las entidades de carácter netamente diocesano (v. gr. fundaciones canónicas, colegios diocesanos…). En todo caso, dada la variedad de situaciones que pueden plantearse en la práctica concreta, a fin de clarificarlas oportunamente, parece necesario que las personas que tienen responsabilidades de carácter diocesano planteen su situación al Arzobispo para proceder en consecuencia".

Hay además un factor que no se daba hace apenas 20 años: redes sociales, móviles que lo graban todo, memes descontextualizados...

"El mundo de hoy, con la abundantísima exposición mediática a que somete todas las labores de carácter público, nos invita a ser especialmente cuidadosos para no confundir a la Iglesia institución con la particularidad con que la pueden reflejar cada uno de los bautizados en concreto. De cara a la toma de posición pública de cuestiones opinables, también convendría extremar la prudencia", se exhorta.

¿Y en los casos de política municipal o local?

"Corresponde a cada párroco, arcipreste o vicario - oída la Vicaría General - discernir con la persona vocacionada a la política si su presencia como candidato electoral, como dirigente de partido o como cargo electo, puede crear interferencias con la imagen y la presencia de la Iglesia en ese lugar. No será lo mismo en poblaciones muy polarizadas políticamente que en ámbitos donde se ve con mayor naturalidad la significación política".

Que los pastores y fieles acompañen al político

El documento no pretende que los curas y parroquias desanimen a los católicos de entrar en política, sino más bien lo contrario. "Los pastores de la Iglesia y toda la comunidad cristiana deben acompañar y sostener especialmente el esfuerzo de los fieles que se implican en la primera línea de la actividad política. En primer lugar, con la oración, pero también ofreciendo una comunidad de apoyo y contraste que puede ser de mucha utilidad. Y, por supuesto,

intentando cuajar las iniciativas de formación y acompañamiento", insiste el texto.

Para la acción: amor, diálogo, cruz, prudencia...

El final del documento ofrece "directrices para la acción" del católico en política:

1) Amor: "por ejemplo, la amabilidad en el trato cotidiano con el contrincante político o el intercambio respetuoso de opiniones", pero también amor al tomar decisiones que ayudan a la gente, como invertir en un puente, un hospital...

2) Diálogo: cultivar la amistad social, colaborar con los no creyentes...

3) Cruz: prepararse para un cierto nivel de persecución y martirio;

4) Prudencia: según el Compendio de la DSI (547, 548), es "la virtud que dispone para discernir en cada circunstancia el verdadero bien y elegir los medios"

5) Mayor bien posible y limitación de daños: cuando no se puede evitar la aplicación de una ley nefasta, o no hay capacidad para derogarla, "cabe ofrecer el apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños y disminuir sus efectos negativos en el campo de la cultura y la moralidad pública de dichas propuestas o leyes, siempre que la oposición personal sea clara y públicamente conocida a las mismas" (es una cita de Juan Pablo II).

6) Cambios por evolución, no por revolución: preferir las reformas paulatinas, evitar cambios bruscos si traerán mayores males que los que se pretende solucionar.

El documento también recomienda leer el texto "El Dios fiel guarda su alianza", sobre retos de la doctrina social en España en nuestra época, si bien es mucho más largo (son 100 páginas, resumen aquí).

Lea aquí "Servidores de Todos": FOLLETO_CATOLICOS_POLITICA_TOLEDO

Fuente: Religión en libertad