martes, 31 de octubre de 2017

Santo Evangelio 31 de octubre 2017


Día litúrgico: Martes XXX del tiempo Ordinario

Texto del Evangelio (Lc 13,18-21): En aquel tiempo, Jesús decía: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas». Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo».


«¿A qué es semejante el Reino de Dios?»
+ Rev. D. Francisco Lucas MATEO Seco 
(Pamplona, Navarra, España)


Hoy, los textos de la liturgia, mediante dos parábolas, ponen ante nuestros ojos una de las características propias del Reino de Dios: es algo que crece lentamente —como un grano de mostaza— pero que llega a hacerse grande hasta el punto de ofrecer cobijo a las aves del cielo. Así lo manifestaba Tertuliano: «¡Somos de ayer y lo llenamos todo!». Con esta parábola, Nuestro Señor exhorta a la paciencia, a la fortaleza y a la esperanza. Estas virtudes son particularmente necesarias a quienes se dedican a la propagación del Reino de Dios. Es necesario saber esperar a que la semilla sembrada, con la gracia de Dios y con la cooperación humana, vaya creciendo, ahondando sus raíces en la buena tierra y elevándose poco a poco hasta convertirse en árbol. Hace falta, en primer lugar, tener fe en la virtualidad —fecundidad— contenida en la semilla del Reino de Dios. Esa semilla es la Palabra; es también la Eucaristía, que se siembra en nosotros mediante la comunión. Nuestro Señor Jesucristo se comparó a sí mismo con el «grano de trigo [que cuando] cae en tierra y muere (...) da mucho fruto» (Jn 12,24).

El Reino de Dios, prosigue Nuestro Señor, es semejante «a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo» (Lc 13,21). También aquí se habla de la capacidad que tiene la levadura de hacer fermentar toda la masa. Así sucede con “el resto de Israel” de que se habla en el Antiguo Testamento: el “resto” habrá de salvar y fermentar a todo el pueblo. Siguiendo con la parábola, sólo es necesario que el fermento esté dentro de la masa, que llegue al pueblo, que sea como la sal capaz de preservar de la corrupción y de dar buen sabor a todo el alimento (cf. Mt 5,13). También es necesario dar tiempo para que la levadura realice su labor.

Parábolas que animan a la paciencia y la segura esperanza; parábolas que se refieren al Reino de Dios y a la Iglesia, y que se aplican también al crecimiento de este mismo Reino en cada uno de nosotros.

Rusa, joven y atea: Dios le dejaba señales y ella las fue atendiendo todas hasta bautizarse católica


De niña identificó el Bien que le faltaba, estudiando Medicina todo le hablaba de Él

Rusa, joven y atea: Dios le dejaba señales y ella las fue atendiendo todas hasta bautizarse católica

Rusa, joven y atea: Dios le dejaba señales y ella las fue atendiendo todas hasta bautizarse católica


Bautizo de Vera Sofía, de manos de Paolo Pezzi, arzobispo de la Madre de Dios en Moscú.


A través de caminos misteriosos, Dios sigue llamando a sus hijos, como en el relato de la conversión de la joven rusa Vera Sofia que recoge la página web de la Fraternità San Carlo y traducimos del italiano para 

Testimonio de Vera en primera persona
Si pienso de nuevo en mi historia, tengo que reconocer que necesité muchos años antes de encontrar el valor suficiente para hablar con un sacerdote. Pude hacerlo el año pasado cuando, sentada en un banco, mientras esperaba con ansiedad al padre Giampiero, capellán de la comunidad italiana en la iglesia de San Luis de los Franceses en Moscú, donde cantaba desde hacía un tiempo en el coro, rezaba: «Señor, ¡permite que me quede en tu santa Iglesia!».

Lo que siempre deseé
Cuando llegó, le conté mi historia de manera inconexa. Él me escuchó atentamente, me tomó en serio y me propuso empezar una catequesis para prepararme al bautismo. Pensé que me rechazaría y encontré un abrazo paternal. Ante mí se abría el camino hacia lo que había deseado durante muchos años. El camino, la verdad, la vida...

Nací en Moscú, en una familia de ingenieros y físicos, en un ambiente totalmente ateo. En nuestra casa no se hablaba de Dios. Se le consideraba un mito que la gente se había inventado para explicar el mundo cuando la ciencia aún no había avanzado. En el mundo contemporáneo, obviamente, ya no había sitio para la religión. Yo también pensaba lo mismo y estaba orgullosa de ser «como todos en mi familia».

Cuando tenía cinco años mi abuela, también ella atea convencida, nos leía a mi hermana y a mí la edición infantil de la Biblia. La utilizaba para nuestra educación cultural, y para nosotras era como uno de los muchos cuentos que nos contaban.

Pero en abril de 2009 me convertí.

Una sucesión de señales 
Sólo muchos años después comprendí realmente la importancia de la fe, pero a pesar de todo esa fecha ha dividido mi vida en un antes y un después. Antes me sentía orgullosa de ser atea; después comprendí que creía en Dios. ¿Había sucedido algo extraordinario? No.

Tenía 14 años y quería un perro y mis padres me habían dicho que no. Me había sentido ofendida e infeliz hasta que, de repente, me acordé de las peleas con mi hermana, de mi pereza, de la desobediencia. Deseé ser distinta, más humilde y mansa.

En ese momento me dí cuenta de que el bien que sentía que necesitaba era Dios.

Empecé a leer de nuevo la vieja Biblia para niños y aprendí a rezar a la luz aún débil e incierta que había recibido como un don inesperado.


Vera Sofía, el día de su bautizo.

El segundo momento importante sucedió un año después, durante un breve viaje a San Petersburgo. Cuando entré por primera vez en una iglesia católica me sentí como en casa, envuelta por una presencia que ama, que perdona, que acoge. Desde entonces intenté profundizar mi fe. No tenía a nadie a quien dirigirme y no me atrevía a hablar de ello en casa.

Mientras tanto, había empezado la carrera de Medicina. Todo lo que estudiaba me daba más pruebas de la existencia de Dios, me convencía del genio y la sabiduría del Creador. Comprendí que la ciencia era una demostración del hecho de que Dios existe.

Empecé a ir a un breve curso de Filosofía y, de nuevo, me sorprendió la perpetua búsqueda humana. En ese periodo empecé a formar parte de una asociación voluntaria de guías para turistas extranjeros.

Evitaba hablar de religión, por lo menos hasta el día en que conocí a una familia de Salerno (Italia). Eran personas simpáticas, abiertas y me hicieron la pregunta habitual: «¿Eres ortodoxa?». No sé por qué, esa vez respondí diciendo la verdad: que no estaba bautizada, que estaba pensando en ello, que no conseguía elegir entre la Iglesia ortodoxa y la católica. Ese verano fui a visitarlos a Italia y con ellos, por primera vez, fui a misa. ¡Qué día más feliz!

El placer de cantarle al Señor 
De nuevo en Moscú, a menudo me refugiaba en la catedral para pasar algunas horas en silencio y en oración. ¡Cuántas dudas tenía! Si con la razón intentaba convencerme a mí misma que la ortodoxia era para mí la mejor elección, el corazón me empujaba más allá y rezaba al Señor para que me ayudara en mi decisión. Fue decisivo un viaje que hice a Roma: la misa diaria, la visita a las iglesias antiguas, los lugares del martirio de los primeros cristianos.

Cuando volví a Moscú empecé a ir a misa a la parroquia de San Luis de los Franceses. Me dolía mentir a mi madre sobre cómo pasaba esas horas el domingo. Desde hacía un año iba a un curso de canto lírico y no había nada que me pareciera más hermoso que poder cantar para el Señor.

Así, a finales de mayo de 2015, pedí permiso para cantar en el coro de la parroquia. En mi casa estaban tranquilos, pensaban que iba a la iglesia sólo por el placer de cantar. Por último, tuve el coloquio con el párroco. Me sentí acogida de nuevo. ¡Qué generoso ha sido conmigo el Señor!

Ese encuentro con el padre Giampiero marcó la etapa decisiva de mi camino. Le estoy profundamente agradecida porque me ha ayudado a afrontar mis dudas, ha respondido a mis incesantes preguntas, me ha confirmado en la fe.

(Traducción del italiano por Helena Faccia Serrano)

lunes, 30 de octubre de 2017

Santo Evangelio 30 de octubre 2017



Día litúrgico: Lunes XXX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 13,10-17): En aquel tiempo, estaba Jesús un sábado enseñando en una sinagoga, y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios. 

Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado». Le replicó el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?». Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía.


«Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado...»
Rev. D. Francesc JORDANA i Soler 
(Mirasol, Barcelona, España)


Hoy, vemos a Jesús realizar una acción que proclama su mesianismo. Y ante ella el jefe de la sinagoga se indigna e increpa a la gente para que no vengan a curarse en sábado: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado» (Lc 13,14).

Me gustaría que nos centráramos en la actitud de este personaje. Siempre me ha sorprendido cómo, ante un milagro evidente, alguien sea capaz de cerrarse de tal modo que lo que ha visto no le afecta lo más mínimo. Es como si no hubiera visto lo que acaba de ocurrir y lo que ello significa. La razón está en la vivencia equivocada de las mediaciones que tenían muchos judíos en aquel tiempo. Por distintos motivos —antropológicos, culturales, designio divino— es inevitable que entre Dios y el hombre haya unas mediaciones. El problema es que algunos judíos hacen de la mediación un absoluto. De manera que la mediación no les pone en comunicación con Dios, sino que se quedan en la propia mediación. Olvidan el sentido último y se quedan en el medio. De este modo, Dios no puede comunicarles sus gracias, sus dones, su amor y, por lo tanto su experiencia religiosa no enriquecerá su vida.

Todo ello les conduce a una vivencia rigorista de la religión, a encerrar su dios en unos medios. Se hacen un dios a medida y no le dejan entrar en sus vidas. En su religiosidad creen que todo está solucionado si cumplen con unas normas. Se comprende así la reacción de Jesús: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar?» (Lc 13,15). Jesús descubre el sinsentido de esa equivocada vivencia del sabath.

Esta palabra de Dios nos debería ayudar a examinar nuestra vivencia religiosa y descubrir si realmente las mediaciones que utilizamos nos ponen en comunicación con Dios y con la vida. Sólo desde la correcta vivencia de las mediaciones podemos entender la frase de san Agustín: «Ama y haz lo que quieras».

Cuatro sacerdotes que prefirieron el martirio antes que revelar el secreto de confesión

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No se sometieron a las autoridades o los milicianos que les obligaron a revelarlo

Cuatro sacerdotes que prefirieron el martirio antes que revelar el secreto de confesión


Después de que el Arzobispo de Melbourne en Australia, monseñor Denis Hart, afirmara que prefiere ir a la cárcel antes que romper el secreto de confesión, debido una posible injerencia del Estado, ACI Prensa recuerda a 4 sacerdotes que defendieron al extremo el sigilo sacramental.

El 14 de agosto la Royal Commission, entidad creada en Australia para investigar los casos de abusos sexuales, propuso que los sacerdotes de la Iglesia Católica rompan el secreto de confesión cuando conozcan de algún caso de abuso sexual.

No obstante, el Código de Derecho Canónico que rige a la Iglesia Católica señala que “el sigilo sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo”. Aquí los 4 sacerdotes que defendieron hasta el extremo el secreto de confesión.


1. San Juan Nepomuceno
San Juan Nepomuceno fue un ejemplo de la protección al sigilo sacramental, siendo el primer mártir que prefirió morir antes que revelar el secreto de confesión.

Nació en Checoslovaquia entre los años 1340 y 1350, en Nepomuk. Cuando fue Vicario General del Arzobispado de Praga, el santo fue confesor de Sofía de Baviera, la esposa del rey Wenceslao. El rey, que tenía ataques de cólera y de celos, ordenó al sacerdote que le revelara los pecados de su mujer. La negativa del santo enfureció a Wenceslao, que amenazó con asesinarlo si no le contaba los secretos.

Otro conflicto entre Wenceslao y Juan Nepomuceno sucedió cuando el monarca quiso apoderarse de un convento para darle sus riquezas a un pariente y el santo se lo prohibió porque esos bienes pertenecían a la Iglesia.

El rey se llenó de cólera y ordenó torturar al santo, cuyo cuerpo fue arrojado al río Mondalva. Después lo vecinos recogieron el cadáver y lo sepultaron religiosamente. Era el año 1393.


2. San Mateo Correa Magallanes
San Mateo Correa Magallanes fue otro mártir del secreto de la confesión. Fue fusilado en México durante la Guerra Cristera por negarse a revelar confesiones de prisioneros rebeldes.

Nació en Tepechitlán (Zacatecas) el 22 de julio de 1866 y lo ordenaron sacerdote en 1893. Se desempeñó como capellán en diversas haciendas y parroquias. En 1927 el sacerdote fue arrestado por las fuerzas del ejército mexicano al mando del general Eulogio Ortiz. Días más tarde, el general mandó al P. Correa a confesar a un grupo de personas que iban a ser fusiladas y después le exigió que le revelara las confesiones.

Ante su rotunda negativa ordenó su ejecución. Actualmente se veneran sus restos en la Catedral de Durango. Fue beatificado el 22 de noviembre de 1992 y canonizado por San Juan Pablo II el 21 de mayo del 2000.


3. P. Felipe Císcar Puig
El P. Felipe Císcar Puig fue un sacerdote valenciano también considerado mártir del sigilo sacramental, debido a que fue martirizado durante la persecución religiosa de la Guerra Civil Española (1936) tras guardar el secreto de confesión.

La Arquidiócesis de Valencia indicó que, según la documentación recogida, el P. Císcar fue conducido a la prisión de Denia, en Valencia, donde un fraile franciscano llamado Andrés Ivars pidió confesarse a fines de agosto de 1936, pues intuía que iba a ser fusilado.

“Tras la confesión, intentaron arrancarle su contenido y ante su negativa a revelarlo, los milicianos le amenazaron con matarle”, ante lo que el sacerdote respondió: “Haced lo que queráis pero yo no revelaré la confesión, primero morir que eso”, según consta en la declaración de los testigos.

“Al verle tan seguro, le llevaron a un simulacro de tribunal donde se le conminó para la revelación del sigilo”, y como aun así continuó firme en su postura, afirmando que prefería morir, los milicianos le condenaron a muerte. Subidos a un coche, Felipe Císcar y Andrés Ivars fueron llevados al término de Gata de Gorgos y allí fueron fusilados a los 71 y 51 años de edad, respectivamente, el 8 de septiembre de 1936”.

Tanto Felipe Císcar como Andrés Ivars forman parte de la causa de canonización de los “Siervos de Dios Ricardo Pelufo Esteve y 43 compañeros y compañeras mártires”, en la que figuran un total de 36 religiosos franciscanos.


4. P. Fernando Olmedo Reguera
Este sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos fue asesinado el 12 de agosto de 1936 y beatificado en Tarragona el 13 de octubre de 2013. También se le conoce como defensor del sigilo sacramental.

Nació en Santiago de Compostela el 10 de enero de 1873 y fue ordenado sacerdote el 31 de julio de 1904. Fue Definidor y Secretario Provincial hasta 1936, en que por fuerza de la persecución religiosa tuvo que abandonar el convento.

Al ser detenido fue insultado, vejado, golpeado y le exigieron revelar el secreto de confesión. Según la tradición fue fusilado por una especie de tribunal popular en torno al Cuartel de la Montaña, una edificación militar de Madrid construida durante el siglo XIX.

Sus restos se encuentran en la cripta de la iglesia de Jesús de Medinaceli (Madrid).

Fuente: Religión en Libertad

domingo, 29 de octubre de 2017

Santo Evangelio 29 de octubre 2017



Día litúrgico: Domingo XXX (A) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 22,34-40): En aquel tiempo, cuando oyeron los fariseos que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en grupo, y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?». Él le dijo: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas».


«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón (…). Amarás a tu prójimo como a ti mismo»
Dr. Johannes VILAR 
(Köln, Alemania)


Hoy, nos recuerda la Iglesia un resumen de nuestra “actitud de vida” («De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas»: Mt 22,40). San Mateo y San Marcos lo ponen en labios de Jesucristo; San Lucas de un fariseo. Siempre en forma de diálogo. Probablemente le harían al Señor varias veces preguntas similares. Jesús responde con el comienzo del Shemá: oración compuesta por dos citas del Deuteronomio y una de Números, que los judíos fervientes recitaban al menos dos veces al día: «Oye Israel! El Señor tu Dios (...)». Recitándola se tiene conciencia de Dios en el quehacer cotidiano, a la vez que recuerda lo más importante de esta vida: Amar a Dios sobre todos los “diosecillos” y al prójimo como a sí mismo. Después, al acabar la Última Cena, y con el ejemplo del lavatorio de los pies, Jesús pronuncia un “mandamiento nuevo”: amarse como Él nos ama, con “fuerza divina” (cf. Jn 14,34-35).

Hace falta la decisión de practicar de hecho este dulce mandamiento —más que mandamiento, es elevación y capacidad— en el trato con los demás: hombres y cosas, trabajo y descanso, espíritu y materia, porque todo es criatura de Dios.

Por otro lado, al ser impregnados del Amor de Dios, que nos toca en todo nuestro ser, quedamos capacitados para responder “a lo divino” a este Amor. Dios Misericordioso no sólo quita el pecado del mundo (cf. Jn 1,29), sino que nos diviniza, somos “partícipes” (sólo Jesús es Hijo por Naturaleza) de la naturaleza divina; somos hijos del Padre en el Hijo por el Espíritu Santo. A san Josemaría le gustaba hablar de “endiosamiento”, palabra que tiene raigambre en los Padres de la Iglesia. Por ejemplo, escribía san Basilio: «Así como los cuerpos claros y trasparentes, cuando reciben luz, comienzan a irradiar luz por sí mismos, así relucen los que han sido iluminados por el Espíritu. Ello conlleva el don de la gracia, alegría interminable, permanencia en Dios... y la meta máxima: el Endiosamiento». ¡Deseémoslo!

El amor en los "ültimos combates"


EL AMOR EN LOS “ÚLTIMOS COMBATES”         

Por Ángel Gómez Escorial

1.- El evangelio de Mateo de hoy encara la realidad más clara en la forma se ser cristiano: Jesús la define totalmente, sin ambigüedades. La escena se produce dentro de las continuas disputas –y preguntas trampa— que los enemigos del Nazareno le están planteando continuamente. Hoy son los fariseos. Jesús acaba a responder a saduceos y herodianos. Es lo que José Luis Martín Descalzo en su monumental biografía de Jesús de Nazaret llama “Los últimos combates”. Pero si en los anteriores episodios que hemos venido escuchando parecía que las respuestas –aun llenas de enseñanza— se circunscribían al momento y la situación creada por sus adversarios, hoy, ante los fariseos define la esencia de su mensaje: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

2.- Y realmente nosotros no debemos pasar la oportunidad de reflexionar sobre el momento actual de los cristianos y de su asignatura pendiente en el amor. Sinceramente creo que la “ecuación” que plantea Cristo es de una profundidad e importancia inconmensurable. No ha dicho que tenemos que amar a Dios y, por otro lado, a los hermanos. Es que reúne dos preceptos de la antigua Ley y los convierte a uno solo. Y es esa doble cuestión la que tanto déficit produce. Tiene razón Juan el Evangelista cuando dice que como vamos a amar a Dios que no vemos si no somos capaces de amar a los hermanos a los que si vemos. Van por ahí las cosas. Pero la realidad es que somos escasos en amor para nuestros semejantes. No hay escena más siniestra como la de dos personas, vecinas de toda la vida, en un ascensor, donde ni se hablan, ni se miran –a no ser de soslayo— y hacen mil equilibrios para evitar el menor contacto físico, ni el más mínimo roce. La falta de amor se convierte en una terrible falta de educación, cuanto menos y, además, se incrementa el doloroso aislamiento en que la gente vive en nuestra época.

3.- Alguna vez, yo mismo, he dicho que hay mucha gente que no se quiere y que si va a tratar al prójimo como a sí mismo pues… ¡qué no le pasa nada al prójimo! Esa es otra carencia de amor en nuestro tiempo. No tener estima por uno mismo y hacerse daño. De ahí surgen muchos pecados, tales como las drogas, o los excesos alimenticios. Pero, realmente, creo que esta falta de aprecio por uno mismo es también cuestión de aislamiento y de soberbia. Mucha gente prefiere vivir en un silencio total antes que pedir algo o dedicar una sonrisa a un vecino.

4.- A su vez, en el trato con el prójimo en nuestros tiempos pone muy de actualidad la Carta de Santiago. Vamos a tratar mejor, vamos a “querer más” a aquellas personas que nos parecen importantes, que van bien vestidas o que, de hecho, podemos sacar algo de ellas. Las apariencias ejercen una tiranía cada vez mayor. Es el mismo diagnóstico que hizo Jesús con los fariseos. Dichas apariencias exteriores en el vestir, en la calidad del automóvil, o en la presunción excesiva sobre el puesto que se ocupa en la sociedad son como los sepulcros blanqueados. ¿Qué tenemos en nuestro interior si no amamos?, pues porquería y podredumbre. Hemos de mirar al interior y hemos de amar a todos los hermanos por igual, teniendo una especial debilidad por los “peores”: por los pobres, los más enfermos. Incluso, los más feos o los peor vestidos. Si hay algo que repugna en esos hermanos será un camino para ejercitar nuestro amor y nuestra compresión. Y, probablemente, una vez hecho, comprenderemos que esas impresiones a primera vista, no tenían el menor sentido.

5.- Jesús de Nazaret amplió este precepto del amor al prójimo marcando el camino a seguir. Dice cuanto amor hemos de tener por nuestros semejantes. Y lo dijo, también, rotundamente: “Amaros como yo os amo”. La capacidad de amar de Cristo fue, sin duda, sobrehumana. Pero ese es nuestro camino. Y nos deberían reconocer por la forma en que nos amamos. Tampoco es así. Porque, por ejemplo, en el seno de la Iglesia hay un exceso de enfrentamientos y de luchas. Muchas diferencias, la mayoría de ellas ilógicas que resienten nuestro amor mutuo de cristianos y que, desde luego, evita que se cumpla aquello de que “os reconozcan por como os amáis. Si hoy fuéramos capaces de hacer un ejercicio de introspección, un buen examen de conciencia sobre nuestras carencias en el amor habremos dado un paso de gigante. No dejemos pasar la enseñanza concreta que nos da Jesús en el Evangelio de hoy. Sería un grave error.

sábado, 28 de octubre de 2017

Santo Evangelio 28 de octubre 2017



Día litúrgico: 28 de Octubre: San Simón y san Judas, apóstoles

Texto del Evangelio (Lc 6,12-19): En aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. 

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.


«Jesús se fue al monte a orar»
+ Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas 
(Barcelona, España)



Hoy contemplamos un día entero de la vida de Jesús. Una vida que tiene dos claras vertientes: la oración y la acción. Si la vida del cristiano ha de imitar la vida de Jesús, no podemos prescindir de ambas dimensiones. Todos los cristianos, incluso aquellos que se han consagrado a la vida contemplativa, hemos de dedicar unos momentos a la oración y otros a la acción, aunque varíe el tiempo que dediquemos a cada una. Hasta los monjes y las monjas de clausura dedican bastante tiempo de su jornada a un trabajo. Como contrapartida, los que somos más “seculares”, si deseamos imitar a Jesús, no deberíamos movernos en una acción desenfrenada sin ungirla con la oración. Nos enseña san Jerónimo: «Aunque el Apóstol nos mandó que oráramos siempre, (…) conviene que destinemos unas horas determinadas a este ejercicio».

¿Es que Jesús necesitaba de largos ratos de oración en solitario cuando todos dormían? Los teólogos estudian cuál era la psicología de Jesús hombre: hasta qué punto tenía acceso directo a la divinidad y hasta qué punto era «hombre semejante en todo a nosotros, menos en el pecado» (He 4,5). En la medida que lo consideremos más cercano, su “práctica” de oración será un ejemplo evidente para nosotros.

Asegurada ya la oración, sólo nos queda imitarlo en la acción. En el fragmento de hoy, lo vemos “organizando la Iglesia”, es decir, escogiendo a los que serán los futuros evangelizadores, llamados a continuar su misión en el mundo. «Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles» (Lc 6,13). Después lo encontramos curando toda clase de enfermedad. «Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos» (Lc 6,19), nos dice el evangelista. Para que nuestra identificación con Él sea total, únicamente nos falta que también de nosotros salga una fuerza que sane a todos, lo cual sólo será posible si estamos injertados en Él, para que demos mucho fruto (cf. Jn 15,4).

Diez consejos prácticos para fortalecer un hogar católico y proteger la familia de los ataques


Pequeños actos y actitudes que pueden salvar familias

Diez consejos prácticos para fortalecer un hogar católico y proteger la familia de los ataques

La familia está siendo atacada por distintos flancos y es importante poner barreras para defenderla

Diez consejos prácticos para fortalecer un hogar católico y proteger la familia de los ataques


La familia está en crisis siendo víctima de ataques de legislaciones y distintas ideologías que tienen como objetivo dividirla y destruirla.  Tras el ataque durante décadas al matrimonio ahora son los hijos el blanco. Ante esta situación tan grave, el sacerdote Ed Broom, experto en familia y comunicación, considera que los católicos tienen que hacer un esfuerzo para salvar a los niños y a los jóvenes para así salvar la familia.

En Catholic Gentleman, el padre Brown ofrece unas “vitaminas” para reforzar la familia con diez sugerencias concretas para ayudar a todos a purificar, mejorar y perfeccionar la familia. Y para ello recuerda que San Juan Pablo II dijo que si la familia desaparecer, también lo hará la sociedad.

1. Oración en familia
Una de las principales causas de peleas, lucha, amargura, frialdad y, finalmente de las separaciones es la falta de oración en la familia. Lo que el oxígeno es para los pulmones, la oración es para el alma. Por ello, la oración debe estar en el centro y en el corazón de la vida familiar. Como dijo el sacerdote Patrick Peyton: “La familia que reza unida permanece unida”.

2. El padre como cabeza de familia
Cuando sea posible el padre debe ser la cabeza de la familia y la madre el corazón mismo. Una familia sin cabeza es un Frankestein; una familia sin corazón está muerta. De este modo, el padre debe ser el “líder espiritual” de la familia, el ‘sacerdote’. Esto significa que el padre debe debe decir Sí a la vida y debe amar a sus mujer e hijos. Y esto se traduce en que el padre debería ser el líder en la vida de oración de la familia. El mejor ejemplo es San José.


La oración es fundamental para la unidad de la familia

3. Perdón y misericordia
En muchas familias, la frialdad, la indiferencia y hasta la amargura impregnan todo el tejido familiar. Una de las razones de esto es la falta de perdón. Los miembros de la familia deben ser misericordiosos y perdonar, no sólo siete veces, sino setenta veces siete, es decir, siempre. Por ello, si uno quiere ser perdonado tiene que perdonar desde su corazón.

4. Palabras ganadoras y victoriosas
El poeta británico Alexander Pope escribió: “Errar es humano, perdonar es divino”. Los miembros de la familia, cultivando una verdadera humildad de corazón, tienen que aprender a decir estas palabras: “Lo siento”. Y otra igualmente importante: “Te perdono”. Estas palabras dichas a menudo y desde la humildad pueden salvar familias.

5. Actitud de servicio
Jesús lavó los pies a sus discípulos durante la Última Cena. Él mismo dijo: “El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino para servir y dar la vida en rescate por muchos”. Todos y cada uno de los miembros de la familia no tienen que esperar ser servidos sino estar siempre listos para servir al resto de sus familiares. Amor y servicio son realmente sinónimos.

6. Dar las gracias
Es una sola palabra, a veces considerada insignificante, pero es una receta para la familia. Se trata de la palabra “gracias”. San Ignacio de Loyola afirmaba que “la esencia del pecado es la ingratitud”. Cultiva en tu familia una “actitud de gratitud”. ¿Qué tenemos que no hayamos recibido de Dios? Solamente una cosa: los pecados. Dios ama un corazón humilde y agradecido.


Es necesario desconectar de la tecnología para estar con el resto de la familia

7. Descansar de los dispositivos móviles
Uno de los momentos claves en la vida familiar tiene que ser el tiempo de la comida o la cena. Normalmente es cuando la familia está junta, comparte experiencias, pasa tiempo junta para así crecer en amor unos con otros. Una imagen cómica que refleja la vida real de muchas familias mostraba al padre viendo la televisión, la madre conectada a su tableta, el hijo jugando a un juego de ordenador y la hija adolescente mandando un mensaje con su teléfono móvil.

Por ello, a la hora de las comidas y las cenas, no es más que un pequeño rato, no debería haber teléfonos, ni tabletas, ni radio ni televisión. Cada persona tiene un valor infinito y su alma es inmortal. La televisión y los teléfonos pasarán y desaprecerán.

8. Aprender a escuchar
Qué difícil es realmente el arte de escuchar, especialmente a los miembros de la familia. El ritmo frenético y las prisas de ir de una actividad a otra marcan a muchas familias. Y así es difícil escuchar a un miembro de la familia que lo necesita o que simplemente quiere hablar. Y otra cosa, nunca se está lo suficientemente ocupado para no poder escuchar a los hijos.


9. Celebración
Jean Vanier, fundador de las comunidades católicas de El Arca, que trabajan con personas discapacitadas, dijo: “¡Las familias están llamadas a celebrar!”.  Los cumpleaños, los aniversarios, fiestas como la Navidad y la Pascua y muchas más, son momentos festivos y exuberantes de celebración en el contexto de la familia.

“Hay que celebrar al otro en la familia, especialmente en su cumpleaños, su santo o su bautismo. Para inyectar una buena dosis de alegría en la familia no hay nada mejor que tener el hábito de celebrar.

10. Consagración a María
Ed Broom afirma que en sus retiros ha presentado a María como un medio eficaz para llegar al Corazón de Jesús. La preparación y la consagración a la Virgen de toda la familia puede producir abundantes frutos, tales como paz, alegría, amor, felicidad, comprensión, paciencia, pureza, mansedumbre, amabilidad. 

Fuente: Religión en Libertad

viernes, 27 de octubre de 2017

Santo evangelio 27 de octubre 2017



Día litúrgico: Viernes XXIX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 12,54-59): En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «Cuando veis una nube que se levanta en el occidente, al momento decís: ‘Va a llover’, y así sucede. Y cuando sopla el sur, decís: ‘Viene bochorno’, y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo».

«¿Cómo no exploráis (...) este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?»
Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal 
(Barcelona, España)


Hoy, Jesús quiere que levantemos nuestra mirada hacia el cielo. Esta mañana, después de tres días de lluvia persistente, el cielo ha aparecido luminoso y claro en uno de los días más espléndidos de este otoño. Vamos entendiendo en el tema de cambios de tiempo, ya que ahora los meteorólogos son casi como de la familia. En cambio, nos cuesta más entender en qué tiempo estamos o vivimos: «Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?» (Lc 12,56). Muchos de los que escuchaban a Jesús dejaron perder una ocasión única en la historia de toda la Humanidad. No vieron en Jesús al Hijo de Dios. No captaron el tiempo, la hora de la salvación.

El Concilio Vaticano II, en la Constitución Gaudium et Spes (n. 4), actualiza el Evangelio de hoy: «Pesa sobre la Iglesia el deber permanente de escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio (…). Es necesario, por tanto, conocer y comprender el mundo en que vivimos y sus esperanzas, sus aspiraciones, su modo de ser, frecuentemente dramático».

Cuando observamos la historia, no nos cuesta mucho señalar las ocasiones perdidas por la Iglesia por no haber descubierto el momento entonces vivido. Pero, Señor: ¿cuántas ocasiones no habremos perdido ahora por no descubrir los signos de los tiempos o, lo que es lo mismo, por no vivir e iluminar la problemática actual con la luz del Evangelio? «¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?» (Lc 12,57), nos vuelve a recordar hoy Jesús.

No vivimos en un mundo de maldad, aunque también haya bastante. Dios no ha abandonado su mundo. Como recordaba san Juan de la Cruz, habitamos en una tierra en la que anduvo el mismo Dios y que Él llenó de hermosura. La beata Teresa de Calcuta captó los signos de los tiempos, y el tiempo, nuestro tiempo, ha entendido a la beata Teresa de Calcuta. Que ella nos estimule. No dejemos de mirar hacia lo alto sin perder de vista la tierra.

Gay y católico, cuenta su experiencia de «por qué la Iglesia tiene razón al defender la castidad»


«Respira, relájate, sé feliz: la Iglesia no te odia»

Gay y católico, cuenta su experiencia de «por qué la Iglesia tiene razón al defender la castidad»

Gay y católico, cuenta su experiencia de «por qué la Iglesia tiene razón al defender la castidad»


Giorgio Ponte tiene 32 años y pese a su juventud tiene una larga experiencia a sus espaldas

“Mi nombre es Giorgio Ponte, tengo tendencias homosexuales y estoy cansado de oír a las asociaciones homosexuales hablar en mi nombre sobre lo que ellos creen que debería pensar”, escribía este joven escritor italiano, que además añade un elemento clave en su vida: “Soy católico”.

Su testimonio se suma al de otras personas homosexuales que viven en castidad y siguen las enseñanzas de la Iglesia y que han dicho basta a un lobby LGTB que no representa a muchos de ellos.

Este joven escritor de 32 años salió en todos los medios al hablar ante miles de personas que protestaban en Italia contra la ley Cirinna, que promovía las uniones homosexuales, lo que le generó numerosos ataques.

Más discriminado por ser católico que homosexual
“Siempre he dicho que me siento más discriminados como católico que como homosexual”, afirmaba Ponte. Además recordaba  a los homosexuales italianos que la vida sólo procede de la unión entre un hombre y una mujer, y les ofreció poder vivir la maternidad y la paternidad de una manera alternativa, “dando la vida a las personas que están al lado”.



Ponte, con su último libro, Levi

"No es homofobia"
Sus palabras no gustaron a estos grupos de presión. Desde entonces desde su blog cuenta su experiencia y su tendencia homosexual vivida desde el catolicismo.

Pero antes de nada, Giorgio deja claros algunos aspectos. “Sólo hay un mundo y una naturaleza a la que pertenecer:  la humana. Y la única diferencia real en esta naturaleza es la del hombre y la mujer, la única diferencia cuya unión puede provocar vida. Esto no es homofobia. Decir que dos homosexuales no pueden tener hijos no es homofóbico. Decir que la homosexualidad tiene causas psicológicas no es homofóbico. Decir que seguir todos nuestros deseos no siempre conduce a nuestra felicidad no es homofobia”.

"La Iglesia no te odia"
Por ello, dirigiéndose a los homosexuales que han sido aleccionados por estos grupos ideologizados les dice: “Respira, relájate, sé feliz: la Iglesia no te odia, Dios no te odia ni siquiera el mundo. Al menos, esta sociedad en la que vivimos. Decir, de hecho, que la homosexualidad no es necesariamente una condición inmutable y que sólo un hombre y una mujer pueden concebir un niño no es un síntoma de odio”.

Además, Giorgio Ponte recuerda que “hay hombres que han vivido durante años en el mundo gay y ahora están casados con mujeres extraordinarias con quienes han formado una familia; del mismo modo que conozco hermanos que me quieren, que persiguen la castidad, intentan amar sin la necesidad de poseer el cuerpo de los demás o el suyo propio”.

Este joven italiano confiesa que las críticas que más le llegan es por su catolicidad, y que según sus detractores, la Iglesia la ha impuesto una “visión dogmática” de la homosexualidad.

Una historia que le ha llevado hasta aquí
Y en un reciente artículo en su blog refuta estas críticas recordando que “no hay persona en el mundo que no lea la realidad de acuerdo a un sistema de de valores de referencia, y el hecho de que el mío sea católico no significa que me haga más parcial que los que puedan tener como referencia la ideología comunista, el capitalismo, la religión islámica, el racionalismo o cualquier otra cosa”.

Para él, el problema no es tanto el sistema de valores sino el motivo por el que se adopta o la actitud con la que se lleva a cabo. Y recalca que es católico, homosexual y vive en castidad no porque lo exija la Iglesia si no que por convencimiento tras su propia historia.



De hecho, Ponte aclara que su testimonio bebe mucho más de su experiencia pasada que del dogmatismo. “En mi vida me he permitido experimentar todos los aspectos de mi homosexualidad”, cuenta. Asegura haber tocado fondo y haberse levantado. También haber probado el sexo casual con otros hombres a relaciones estables, haberse enamorado de otro hombre y haber tenido dependencia sexual y emocional. Incluso haber odiado su orientación sexual y luego aceptarla como parte de su historia.

Unas certezas gracias a su experiencia
“Es cierto que nunca he dejado de creer que Dios existía, pero por otra parte, a menudo he dudado de que se preocupaba por mí y me quería”, asegura.

Es precisamente esta experiencia en la vida homosexual la que le ha llevado al convencimiento de sus argumentos actuales, “así que a la luz de todo esto, no puedo decir que la mía es una visión dogmática de las cosas”.

“Si digo lo que digo –agrega- es sólo porque con cada una de estas experiencias, incluso las peores, aprendí algo que me mostró una verdad insondable en nuestro interior, que es la misma que ha defendido la Iglesia siempre: nuestra naturaleza no está definida por nuestros deseos, sino por nuestro cuerpo masculino y femenino, en términos biológicos, y en términos espirituales por nuestra condición de ser hijos de Dios por el Espíritu Santo que habita este cuerpo”.

El catolicismo y su respeto de la naturaleza humana
Por ello, añade que “si nuestro cuerpo, nuestra carne, dice una verdad acerca de nosotros, definiéndolo como hombre o mujer, muestra también de una manera clara que dos personas del mismo sexo no están hechas para tener relaciones sexuales entre sí (lo que no impide amar, si por amor nos referimos a la forma en que Cristo nos ama: ‘dar la vida por sus amigos’”.

Siguiendo con su testimonio, Giorgio Ponte agrega que “si hay algo que he aprendido es que todo lo que los cristianos creemos a nivel espiritual, está enraizado primero en nuestra humanidad. No hay fe en el mundo que respete la naturaleza humana en su totalidad como el catolicismo. Y esta correspondencia no se contradice cuando nos enfrentamos a las cosas desde un punto de vista científico”.

"La Iglesia tiene razón"
En este sentido, Giorgio confiesa que “en un momento de mi viaje, se me dio la gracia de descubrir algunos de los sistemas teóricos y científicos que apoyaron firmemente lo que había vivido en mi propia experiencia y la de todos los hombres que había conocido: que la homosexualidad no es inmutable, tiene causas”.

“¿Y sabes que es lo que descubierto una vez más?”, pregunta Giorgio Ponte a los homosexuales que puedan leerle, “que la Iglesia tiene razón cuando pide castidad a aquellos que tienen heridas de identidad. Tiene razón a nivel psicológico y humano antes que en el espiritual”.

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 26 de octubre de 2017

Santo Evangelio 26 de octubre 2017


Día litúrgico: Jueves XXIX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 12,49-53): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra».


«He venido a prender fuego en el mundo»
Rev. D. Joan MARQUÉS i Suriñach 
(Vilamarí, Girona, España)


Hoy, el Evangelio nos presenta a Jesús como una persona de grandes deseos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!» (Lc 12,49). Jesús ya querría ver el mundo arder en caridad y virtud. ¡Ahí es nada! Tiene que pasar por la prueba de un bautismo, es decir, de la cruz, y ya querría haberla pasado. ¡Naturalmente! Jesús tiene planes, y tiene prisa por verlos realizados. Podríamos decir que es presa de una santa impaciencia. Nosotros también tenemos ideas y proyectos, y los querríamos ver realizados enseguida. El tiempo nos estorba. «¡Qué angustia hasta que se cumpla!» (Lc 12,50), dijo Jesús.

Es la tensión de la vida, la inquietud experimentada por las personas que tienen grandes proyectos. Por otra parte, quien no tenga deseos es un apocado, un muerto, un freno. Y, además, es un triste, un amargado que acostumbra a desahogarse criticando a los que trabajan. Son las personas con deseos las que se mueven y originan movimiento a su alrededor, las que avanzan y hacen avanzar.

¡Ten grandes deseos! ¡Apunta bien alto! Busca la perfección personal, la de tu familia, la de tu trabajo, la de tus obras, la de los encargos que te confíen. Los santos han aspirado a lo máximo. No se asustaron ante el esfuerzo y la tensión. Se movieron. ¡Muévete tú también! Recuerda las palabras de san Agustín: «Si dices basta, estás perdido. Añade siempre, camina siempre, avanza siempre; no te pares en el camino, no retrocedas, no te desvíes. Se para el que no avanza; retrocede el que vuelve a pensar en el punto de salida, se desvía el que apostata. Es mejor el cojo que anda por el camino que el que corre fuera del camino». Y añade: «Examínate y no te contentes con lo que eres si quieres llegar a lo que no eres. Porque en el instante que te complazcas contigo mismo, te habrás parado». ¿Te mueves o estás parado? Pide ayuda a la Santísima Virgen, Madre de Esperanza.

«El día que conocí a Cristo»: Cómo una anciana sin techo le bendijo y revolucionó su vida de fe


David cuenta aquel encuentro con la vagabunda, a los que entonces no ayudaba

«El día que conocí a Cristo»: Cómo una anciana sin techo le bendijo y revolucionó su vida de fe

David tiene claro que encontrarse con Judy le cambió la vida / Imagen referencial


David Roney nunca olvidará cómo le cambió la vida un día de 2012 pues está seguro de que en aquel momento se encontró con Jesucristo, lo que le hizo profundizar en su fe católica provocando en él una gran transformación.

Este hombre, que ahora es miembro auxiliar de la Orden de Malta y Caballero de Colón de tercer grado, cuenta en Catholic Stand, que "iba montando en mi bicicleta cuando vi lo que parecía ser una mujer sin hogar caminando con la suya. Estaba bastante despeinada y tenía varias bolsas de supermercado colgando del manillar, repletas de lo que claramente no era comida. Era pequeña y frágil y parecía mucho más mayor, pues tenía la piel curtida por el sol. Era un día caluroso en Phoenix, más de 38 grados según recuerdo”.

"Por alguna razón me sentí llamado a ayudarla"
Pasó de largo pero la imagen de esta anciana se le quedó grabada y mientras seguía de camino a casa no podía dejar de pensar en lo sedienta que debía estar. Por ello, agrega, “aunque no había tenido contacto directo con personas sin hogar durante los últimos años, por alguna razón me sentí llamado a ayudarla, así que cogí dos botellas de agua y volví hacia ella”.

Esta mujer parecía tener sobre unos 70 años, aunque en muchas ocasiones las personas sin hogar parecen más mayores de lo que realmente son. “Me acerqué a ella y simplemente le pregunté si le gustaría un poco de agua fría. Cuando levantó la cabeza y la miré a los ojos, vi los ojos azules más hermosos que jamás había visto. Eran de un azul brillante y cautivador. Me sorprendió su resplandor y profundidad y casi no pude ni hablar”.


David Roney colabora con distintas organizaciones caritativas de la Iglesia

Ella le dio la bendición
Sin embargo, afortunadamente ella sí habló, recuerda David Roney. Ella le cogió la mano y con una sonrisa dulce pero rota le mostró su gratitud por el agua fresca. “Parecía genuinamente feliz de estar hablando con alguien. Luego, para mi completa sorpresa, procedió a bendecirme. Sí, a mí. Vine a ayudarla y ella me dio una bendición”.

Poco después se despedían y cada uno siguió su camino pero “mi vida –asegura este hombre- había cambiado. Estoy convencido de que fui llamado a ayudarla a fin de que ella me ayudara. Y estoy seguro de que en esos ojos vi los de Cristo”.

Un cambio en la vida y profundización en la fe católica
Para David fue providencial aquel encuentro porque “antes de ese día, había tenido miedo de dar dinero a la gente en la calle, ya que me preocupaba cómo se gastarían ese dinero. También tuve un par de experiencias extrañas con personas que pedían dinero, lo que me llevaba a evitar ayudarles”.

Sin embargo, tras encontrarse con esta anciana, “comencé a estudiar más sobre los Evangelios y, así como sobre el Catecismo, e investigué sobre lo que estoy llamado a hacer como católico”.

Ayudar a otras personas necesitadas
Además, se le hizo evidente rápidamente que “debemos hacer mucho más que sólo emitir cheques para obras de caridad. Debemos ayudar a quienes podamos personalmente y no dejar que nuestra preocupación por cómo usan nuestros dones nos disuadan de servir a Cristo y hacer una diferencia inmediata”.

Desde ese momento, empezó a comprar tarjetas de regalo para comidas en el McDonald´s. “En el último año, he regalado muchas. Veo que hay gente en la autopista, en las esquinas de las calles, sentados en bancos y en otros lugares. Y si puedo llegar a ellos sin causar problemas de tráfico, me detengo y les pregunto cortésmente si puedo comprarles  algo de comer y les doy una tarjeta de regalo. Es una experiencia maravillosa para mí”.

«El día que conocí a Cristo»: Cómo una anciana sin techo le bendijo y revolucionó su vida de fe

"Jesús actuó en mí a través de ella"
Finalmente pudo conocer a esta mujer pues más o menos cada dos meses podía verla por el barrio. Se llama Judy y cuando la veía se acercaba a ella para charlar y para ayudarla. Ella siempre respondía con una sincera sonrisa.
David recuerda uno de esos encuentros posteriores donde la invitó a desayunar. “Estaba muy agradecida, como siempre, pero por primera vez me pidió un abrazo. Lo agradecí. Estaba radiante, y yo también. Ella no sabe que las pocas cosas buenas que hice por ella no se pueden comparar con lo que el conocerla ha hecho por mí”.

“Cada vez que veo a Judy, trato de encontrar esos increíbles ojos azules. Pero no están ahí, son tan normales como los tuyos o los niños, pero así eran el día que nos conocimos”, insiste David.

Él tiene clarísimo que “sé que vi a Cristo ese día, o parte de él, y aprovechó esa oportunidad para cambiar mi vida. Él me mostró que a pesar de haber hecho obras de caridad de varias maneras anteriormente, necesitaba que Judy me mostrara lo que realmente es amar a tu prójimo. Fue el día en que creo que Jesús actuó a través de una persona sin hogar para salvarme”.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Santo Evangelio 25 de octubre 2017



Día litúrgico: Miércoles XXIX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 12,39-48): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre». 

Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?». Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles. 

»Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más».


«Estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre»
Rev. D. Josep Lluís SOCÍAS i Bruguera 
(Badalona, Barcelona, España)


Hoy, con la lectura de este fragmento del Evangelio, podemos ver que cada persona es un administrador: cuando nacemos, se nos da a todos una herencia en los genes y unas capacidades para que nos realicemos en la vida. Descubrimos que estas potencialidades y la vida misma son un don de Dios, puesto que nosotros no hemos hecho nada para conseguirlas. Son un regalo personal, único e intransferible, y es lo que nos confiere nuestra personalidad. Son los “talentos” de los que nos habla el mismo Jesús (cf. Mt 25,15), las cualidades que debemos hacer crecer a lo largo de nuestra existencia.

«En el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre» (Lc 12,40), acaba diciendo Jesús en el primer párrafo. Nuestra esperanza está en la venida del Señor Jesús al final de los tiempos; pero ahora y aquí, también Jesús se hace presente en nuestra vida, en la sencillez y la complejidad de cada momento. Es hoy cuando, con la fuerza del Señor, podemos vivir su Reino. San Agustín nos lo recuerda con las palabras del Salmo 32,12: «Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor», para que podamos ser conscientes de ello, formando parte de esta nación.

«También vosotros estad preparados» (Lc 12,40), esta exhortación representa una llamada a la fidelidad, la cual nunca está subordinada al egoísmo. Tenemos la responsabilidad de saber “dar respuesta” a los bienes que hemos recibido junto con nuestra vida. «Conociendo la voluntad de su señor» (Lc 12,47), es lo que llamamos nuestra “conciencia”, y es lo que nos hace dignamente responsables de nuestros actos. La respuesta generosa por nuestra parte hacia la humanidad, hacia cada uno de los seres vivos, es algo justo y lleno de amor.

Holywins se consolida en España como ayuda a niños y jóvenes: «Se notó a lo largo de todo el año»


Más parroquias y mejor organización para la alternativa cristiana a Halloween

Holywins se consolida en España como ayuda a niños y jóvenes: «Se notó a lo largo de todo el año»

La fiesta de Holywins está cada vez más consolidada en España

Holywins se consolida en España como ayuda a niños y jóvenes: «Se notó a lo largo de todo el año»

Holywins (lo santo vence) es ya una alternativa católica a Hallowen, una fiesta importada gracias al bombardeo del cine y la cultura estadounidense y que han adoptado desde los colegios a las grandes superficies. Sin embargo, cada año la iniciativa católica está más consolidada en España y más parroquias están involucrándose para recuperar el carácter cristiano de la festividad de todos los santos.

Decenas de parroquias y colegios católicos de distintas diócesis se organizan para lo que es ya parte de la pastoral infantil y juvenil. Cada año cuenta con más niños y más padres dispuestos a colaborar en actividades que mezclan lo lúdico con lo religioso. Hay juegos y disfraces, pero también vigilias de adoración y Eucaristías. Además, en cada edición la organización es mejor y son las propias diócesis las que ya coordinan e incluso ofrecen materiales para las parroquias.

Una iniciativa que llegó a España en 2008
Un año más el referente de la celebración de Holywins será la Diócesis de Alcalá de Henares, que fue la que trajo a España en 2008 esta iniciativa nacida en París en 2002.

En Alcalá, el obispo Reig Pla lleva años implicándose personalmente y presidirá la Eucaristía en la catedral el 31 de octubre. Y es que Holywins se ha convertido en un importante elemento de evangelización.



Tras la Eucaristía y un concierto de La Voz del Desierto habrá una vigilia de adoración durante toda la noche por turnos, y acabará con el rezo de laudes y un desayuno. Puede conocer más datos pinchando AQUÍ.

"La vida es hermosa y su meta es el cielo"
Los organizadores de Holywins en Alcalá afirman que no pretenden “ir contra Halloween, pero tampoco queremos compartir el culto a la muerte y la exaltación de lo monstruoso o feo que trae consigo, pues lo propio de los cristianos es celebran el triunfo de la vida y promover la belleza y el bien", señalan los organizadores.

"Frente a los disfraces de los muertos vivientes que llenan las calles de las ciudades los 31 de octubre, cada vez son más las diócesis que se suman a la celebración de Holywins para transmitir un mismo mensaje: la vida es hermosa y su meta es el Cielo, son muchos los que ya han llegado y todos estamos llamados a compartir su felicidad, pues todos podemos ser santos", añaden.

Implantado en grandes ciudades y pequeños pueblos
Una de las características de Holywins es que se ha implantado por igual en grandes ciudades y en pueblos pequeños. Un ejemplo del éxito de esta fiesta es la localidad vallisoletana de Villalón, que gracias al empeño de su párroco implicó a toda la localidad y congregó a numerosos niños y sus familias el pasado año, por lo que la próxima semana repetirá.

“Me han pedido información en Castellón, en Nules. El párroco me pidió que les pasase información para hacerlo. Lo han iniciado también en la parroquia de Pola de Laviana y en Valladolid lo harán también en la de Íscar con alguna actividad, aunque más relacionado con la catequesis”, afirma Francisco Casas, párroco de esta localidad castellana de apenas 1.700 habitantes.

"Los niños acabaron contentos"
“El año pasado salió fantástico, hubo muchísima gente, los niños quedaron contentos y eso se notó a lo largo de todo el año. Y para este año hemos cambiado alguna cosa, hemos incluido actividades diferentes”, cuenta al Norte de Castilla. Y añade que "hemos metido en la noche del 31 un espectáculo de fuego con una empresa de Alicante y tenemos algún taller más, como el de de vidrio", mientras que uno de los platos fuertes será lo concerniente a la Fundación de Ayuda a la Iglesia necesitada, “con el tema de los cristianos perseguidos”.


Celebración de Holywins en Zamora

Otro ejemplo de organización es el de la diócesis de Cádiz. Para este año, la Delegación de de Pastoral Juvenil ha preparado un completo material para las parroquias para facilitar lo máximo posible a las parroquias, colegios y movimientos la celebración de esta fiesta.

"Celebrar la fiesta con todo su sentido"
“Esta celebración no pretende ser un ‘contra Halloween’, a pesar de que éste ha eclipsado lo que verdaderamente se celebra ese día. Es un modo de que nuestros niños católicos, y los no tan niños, podamos celebrar esta fiesta con todo su sentido”, aseguran desde la diócesis.

La diócesis ofrece ideas de disfraces, cárteles para la fiesta, vídeos, catequesis preparadas y adaptadas sobre distintos santos, juegos, cantos e incluso un programa de actividades. Puede consultarlo pinchando AQUÍ.

Cuando todavía falta más de una semana  para que llegue la fiesta de todos los Santos son ya bastantes las parroquias y diócesis que van anunciando la celebración de Holywins. Un ejemplo es Toledo, donde a lo largo de varios días se realizarán actividades en las ciudades de Toledo y Talavera de la Reina y en localidades como Seseña o Madridejos.


En la diócesis de Getafe, la parroquia de San Salvador de Leganés celebrará una fiesta, que seguirá de una misa y de una vigilia de adoración para jóvenes.

Ayudar en la transmisión de la fe 
También en Melilla, ciudad en la que la mitad de la población es ya musulmana, la parroquia de San Francisco Javier celebrará Holywins bajo el lema “La victoria de la santidad a través de la inocencia de los niños”.

El párroco, Rafael Vega, anima a que los niños acudan “vestidos” de santos y asegura que “con esta actividad, queremos ayudaros a todas las familias en la transmisión de la Fe a vuestros hijos. Y, al mismo tiempo, que ellos disfruten de momentos de diversión en compañía de otros niños y en un entorno cristiano”.

Mientras tanto, por toda la geografía española se siguen sumando parroquias y otras van haciendo público sus programas que incluyen juegos, yinkanas, conciertos, adoraciones...Hasta el momento se han anunciado, y ReL ha tenido constancia, en Cáceres, Leganés, San Pedro del Pinatar, Murcia, Salamanca. Además, de las mencionadas anteriormente seguramente sean bastantes más las que se unan.

Fuente: Religión en Libertad

martes, 24 de octubre de 2017

Santo Evangelio 24 de octubre 2017


Día litúrgico: Martes XXIX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 12,35-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!».

«Sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda»
Rev. D. Miquel VENQUE i To 
(Barcelona, España)


Hoy es preciso fijarse en estas palabras de Jesús: «Sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran» (Lc 12,36). ¡Qué alegría descubrir que, aunque sea pecador y pequeño, yo mismo abriré la puerta al Señor cuando venga! Sí, en el momento de la muerte seré yo quien abra la puerta o la cierre, nadie podrá hacerlo por mí. «Persuadámonos de que Dios nos pedirá cuentas no sólo de nuestras acciones y palabras, sino también de cómo hayamos usado el tiempo» (San Gregorio Nacianceno).

Estar en la puerta y con los ojos abiertos es un planteamiento clave y a mi alcance. No puedo distraerme. Estar distraído es olvidar el objetivo, querer ir al cielo, pero sin una voluntad operativa; es hacer pompas de jabón, sin un deseo comprometido y evaluable. Tener puesto el delantal significa estar en la cocina, preparado hasta el último detalle. Mi padre, que era agricultor, decía que no se puede sembrar si la tierra está "enfadada"; para hacer una buena siembra hay que pasearse por el campo y tocar las semillas con atención.

El cristiano no es un náufrago sin brújula, sino que sabe de dónde viene, a dónde va y cómo llegar; conoce el objetivo, los medios para ir y las dificultades. Tenerlo en cuenta nos ayudará a vigilar y a abrir la puerta cuando el Señor nos avise. La exhortación a la vigilancia y a la responsabilidad se repite con frecuencia en la predicación de Jesús por dos razones obvias: porque Jesús nos ama y nos “vela”; el que ama no se duerme. Y, porque el enemigo, el diablo, no para de tentarnos. El pensamiento del cielo y del infierno no podrá distraernos nunca de las obligaciones de la vida presente, pero es un pensamiento saludable y encarnado, y merece la felicitación del Señor: «Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!» (Lc 12,38). Jesús, ayúdame a vivir atento y vigilante cada día, amándote siempre.

Cómo curar la depresión y la falta de ánimo con los remedios de Santa Hildegarda

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Cómo curar la depresión y la falta de ánimo con los remedios de Santa Hildegarda

Santa Hildegarda de Bigen

La famosa monja, Doctora de la Iglesia, que nació hace 900 años en Alemania, sigue asombrando a la ciencia con sus remedios a enfermedades como la depresión. Ahora se publica en España "Adiós tristeza. Cómo superar la depresión según Santa Hildegarda de Bigen" (LibrosLibres)


A la religiosa de clausura Hildegarda de Bigen le fue revelado hace 850 años las causas de las enfermedades y sus tratamientos. Hoy es santa y Doctora de la Iglesia.

Para muchas personas, el origen de esas enfermedades son un enigma que la ciencia médica no encuentra respuestas. Por eso Santa Hildegarda de Bigen propone la curación del ser humano en su totalidad citando cuatro ámbitos: el espiritual, el cósmico, el psíquico y el corporal. Santa Hildegarda consideraba que desde estas cuatro dimensiones fluyen las fuerzas curativas que ayudan al hombre a tener una buena salud.

La santa alemana señalaba que “en toda creación, en los animales, los reptiles, los pájaros y los peces, en las hierbas y en los árboles hay escondidas misteriosas virtudes (cualidades o propiedades) curativas y ningún hombre las puede conocer a no ser que le sean reveladas por Dios”.

El hombre no está condenado a la enfermedad
Para Santa Hildegarda las enfermedades no son golpes ineluctables del destino que afligen al cuerpo, abalanzándose sobre él “como un rayo en medio de un cielo sereno”. Así, el hombre no está condenado a la enfermedad, si no que puede evitarla o, llegado el caso, la puede curar de una forma natural llevando un modo de vida coherente.

La “Voz Viva” me dice…
Santa Hildegarda no era ninguna sabia. No tenía estudios académicos ni estaba encerrada en la biblioteca del monasterio. Ella siempre manifestó que todo lo que dictaba desde el Cielo eran visiones que se las proporcionaba la “Voz Viva” que le indicaba que cada enfermedad tenía un remedio que ofrecía la naturaleza.

Santa Hildegarda señala los remedios para superar la depresión y recobrar el buen ánimo
 Santa Hildegrada señala los remedios para salir de la depresión y recobrar el buen ánimo. Lo puede comprar AQUÍ

La enfermedad es un toque de atención…
Para santa Hildegarda la enfermedad es una llamada a la conciencia para poder cambiar las debilidades en fuerza; y los enemigos en amigos. La santa alemana explica cómo diversas fuerzas actúan en el alma humana y qué consecuencias tienen. Y, en este sentido, las enfermedades evidencian una falta de armonía que se pueden corregir con una correcta alimentación; con los remedios que ofrece Hildegarda y, dando solución a los conflictos del alma humana por la presencia de 35 pares de fuerzas antagónicas que se oponen entre sí. Las que denomina fuerzas positivas o virtudes, son reflejo del mundo divino, y las fuerzas negativas son debilidades del alma. Esta visión del ser humano, con una interacción completa del alma y del cuerpo, está cada vez más explorada por el mundo científico.

En este sentido, está cada vez más demostrado como alimentar en nuestra vida actitudes negativas como la envidia, el egoísmo, la ira o la lujuria… favorece a ciertas fuerzas internas que arrastran al cuerpo humano por una mayor debilidad. Sin embargo, desarrollar una actitud de amor, compasión, confianza… favorece la cicatrización de heridas, baja la hipertensión y la taquicardia, ayuda a la digestión…


 Doctor Strehlow, máxima autoridad mundial de la medicina hildegardiana

Tomaba 21 pastillas al día, durante 20 años, de cinco fármacos distintos, y no logró salir de la depresión, hasta que…
En el libro “Adiós tristeza. Cómo superar la depresión según Santa Hildegarda de Bigen” (LibrosLibres) el Doctor Strehlow, basándose en la medicina hildegardiana, da a conocer unos cuantos casos de personas desahuciadas por la medicina tradicional, que fueron a la clínica del Doctor Strewlow, buscando desesperadamente una curación a sus depresiones.

Uno de los casos más llamativos es el de una mujer de 84 años, que durante 28 años sufrió una depresión severa como consecuencia de los abusos sexuales que le infligió su padre adoptivo a la edad de 12/13 años.

La paciente fue tratada sin éxito, durante más de 20 años, con cinco fármacos psiquiátricos: ¡Tomaba 21 píldoras cada día! Eran estas: Sarotex (a base de amitriptilina); Stangyl (Trimipamina); Tegretal (Carbamazepina); Diazepam (benzodiacepina) y Melleril (Thioridazina).

El diagnóstico era el siguiente: Depresión endógena y estreñimiento crónico. Daños causados por laxantes e intoxicación por psicofármacos.
                 
La descripción del historial de la paciente lo señala el Doctor Strehlow:
«En aquel momento solo pudo confiar en unas pocas personas, pero en ninguna parte encontró ayuda eficaz. Ese trauma también le produjo más tarde como secuela desinterés sexual en su vida de casada.

»En los años 70 en un espacio de 3-4 años fallecieron tres personas con las cuales tenía una buena amistad y eso le hizo sufrir profundamente.
        
»Esto le produjo una intoxicación por psicofármacos, la paciente se sentía anquilosada e impedida, a veces con mareos y en ocasiones con tendencia a caerse, sufrió múltiples caídas, ¡pero no tuvo ninguna fractura!

»Tampoco le suprimieron los psicofármacos durante una cura de tratamiento en un hospital Kneipp. Como consecuencia el intestino estaba continuamente como paralizado y continuó sufriendo de estreñimiento.

»Justo un mes más tarde, después de esa cura Kneipp siguió otro tratamiento en una clínica especializada en medicina interna. Allí se continuó con la medicación a base de laxantes y psicofármacos y tampoco experimentó ninguna mejoría.

»Cuatro semanas más tarde, otro ingreso en otra clínica. Tampoco esa vez se obtuvo el éxito esperado, porque se continuó con los psicofármacos. Debido al abuso crónico de laxantes se produjo una diarrea grave. La paciente salió del hospital después del tratamiento como antes, sin ninguna mejoría.
        
»Un mes más tarde, la paciente llegó finalmente a la clínica de Santa Hildegarda. Un análisis microbiológico del intestino reveló una severa infección por cándidas, con dos especies de cándidas y, en consecuencia una disbacteriosis. Se prescribió una sanación intestinal que fue realizada con éxito mediante el electuario de peras con hinojo de los Alpes, miel y, además, probióticos, así como un intensivo régimen alimenticio a base de espelta.

»El análisis de sangre Hildegardiano permitió diagnosticar una grave intoxicación del hígado causada por los psicofármacos, y el análisis de orina puso de manifiesto una debilidad en el sistema inmune. Por último, se produjo la mejoría esperada.

»Siguiendo la siguiente pauta terapéutica:
- Sanación intestinal según Santa Hildegarda,
- Eliminación de la «Melanche» mediante el ASH y la bebida de Aro,
- Cura de los nervios mediante la mezcla de polvo de raíz de iris y la infusión de hinojo y balsamita.
- Régimen alimenticio a base de espelta frutas, legumbres y verduras
- Psicoterapia hildegardiana

»Los psicofármacos fueron suprimidos de manera gradual a petición de la paciente.
        
»El estreñimiento desapareció bruscamente gracias a la dieta de Santa Hildegarda a base de espelta, frutas, legumbres y verduras. También mejoró el estado de ánimo y su bienestar. A partir de entonces la paciente, después de muchos años, pudo hacer una deposición diaria con regularidad».

ADIÓS TRISTEZA. Cómo superar la depresión según Santa Hildegarda. Dr. Wighard Strehlow. LibrosLibres. 2017. 181 páginas. PVP: 17 €

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