En aquel tiempo, los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle. Jesús les dijo: «Muchas obras buenas que vienen del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?». Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios». Jesús les respondió: «¿No está escrito en vuestra Ley: ‘Yo he dicho: dioses sois’? Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios —y no puede fallar la Escritura— a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre». Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí. Muchos fueron donde Él y decían: «Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad». Y muchos allí creyeron en Él.
«¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?»
Rev. D. Carles ELÍAS i Cao
(Barcelona, España)
Hoy viernes, cuando sólo falta una semana para conmemorar la muerte del Señor, el Evangelio nos presenta los motivos de su condena. Jesús trata de mostrar la verdad, pero los judíos lo tienen por blasfemo y reo de lapidación. Jesús habla de las obras que realiza, obras de Dios que lo acreditan, de cómo puede darse a sí mismo el título de “Hijo de Dios”... Sin embargo, habla desde unas categorías difíciles de entender para sus adversarios: “estar en la verdad”, “escuchar su voz”...; les habla desde el seguimiento y el compromiso con su persona que hacen que Jesús sea conocido y amado —«Maestro, ¿dónde vives?», le preguntaron los discípulos al inicio de su ministerio (Jn 1,38)—. Pero todo parece inútil: es tan grande lo que Jesús intenta decir que no pueden entenderlo, solamente lo podrán comprender los pequeños y sencillos, porque el Reino está escondido a los sabios y entendidos.
Jesús lucha por presentar argumentos que puedan aceptar, pero el intento es en vano. En el fondo, morirá por decir la verdad sobre sí mismo, por ser fiel a sí mismo, a su identidad y a su misión. Como profeta, presentará una llamada a la conversión y será rechazado, un nuevo rostro de Dios y será escupido, una nueva fraternidad y será abandonado.
De nuevo se alza la Cruz del Señor con toda su fuerza como estandarte verdadero, como única razón indiscutible: «¡Oh admirable virtud de la santa cruz! ¡Oh inefable gloria del Padre! En ella podemos considerar el tribunal del Señor, el juicio del mundo y el poder del crucificado. ¡Oh, sí, Señor: atrajiste a ti todas las cosas cuando, teniendo extendidas todo el día tus manos hacia el pueblo incrédulo y rebelde (cf. Is 65,2), el universo entero comprendió que debía rendir homenaje a tu majestad!» (San León Magno). Jesús ha de huir al otro lado del Jordán y quienes de veras creen el Él se trasladan allí dispuestos a seguirle y a escucharle.
Cómo enfrentar la «sociedad pornográfica» y no morir en el intento: 10 consejos para vivir la pureza
Hombres rezando el rosario.
Diez sencillos consejos del padre Broom, entre ellos la devoción a María o la comunión frecuente, para combatir los peligros de la pornografía en el siglo XXI.
En España los niños empiezan a aprender a multiplicar a la misma edad a la que dan sus primeros pasos en la pornografía: 8 años. Se trata de un fenómeno favorecido en gran medida por el "móvil de regalo" para celebrar la comunión, pero también por una sociedad y un contexto que potencia su consumo: actualmente España se encuentra entre los consumidores líderes de pornografía de todo el mundo, junto con países como Estados Unidos, México, Argentina o Colombia.
La gravedad es tal que cada vez se aborda el problema desde más ámbitos: al escolar, familiar o psicológico se suma la alerta emitida hasta por epidemiólogos, como informamos recientemente en Religión en Libertad.
En este contexto, no es de extrañar que cada vez más sacerdotes den a la castidad un papel crucial en su pastoral, ya que la pornografía es una tentación que puede atrapar "incluso a los mejores para que caigan en el pecado" contra la virtud de la pureza, explica el sacerdote Ed. Broom.
Convencido de que "vivimos en una sociedad pornográfica" en la que a cada esquina "hay una bomba espiritual que puede explotar", el sacerdote ha formulado en Catholic Exchange una "estrategia espiritual" en diez pasos dirigida a padres, adolescentes y niños para sobrevivir a este bombardeo y anclarse en la fe y la virtud.
1º Lo más importante -y sencillo- para vivir la pureza: pedirla
El sacerdote asegura que la razón principal para caer ante cualquier tentación, pero especialmente en las que afectan a la pureza, es la falta de oración o una muy débil y reducida.
Por eso asegura que para hacer frente a estas tentaciones es necesario "pedir al Señor el don y la virtud de la pobreza y levantar los brazos en continua oración", a lo que invita Jesús en Mateo 7,7: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.
2º No jugar con fuego
"Una razón clave por la que muchos caen en pecados de impureza es que no evitan la ocasión cercana del pecado. Tenemos que usar el sentido común y la prudencia. Un ejemplo simple: un novio y una novia, después de una buena comida juntos, el novio invita a su novia a su apartamento para rezar juntos el Rosario. De hecho, ¡ambos olvidarán sus Rosarios y caerán presa de las tentaciones del diablo y las demandas de la carne!".
3º Imitar a la Virgen hasta en el vestir
El sacerdote recurre al catecismo para explicar por qué la modestia es la custodia de la virtud de la pureza. Por eso invita a "practicar la modestia" especialmente en el vestir, de modo que "la mujer nunca sea una ocasión de pecado para los hombres" y que estos "no puedan ser excusados por una mirada perdida". Como ejemplo menciona algunos ejemplos de imágenes marianas, de las que "sorprenderá la belleza celestial pero también la virtud de la modestia". "Que Nuestra Señora sea modelo y guía, especialmente en la práctica de la pureza.
4º La penitencia, el otro "ala espiritual"
Junto con la oración, Broom destaca que la lucha contra la pureza requiere también de la penitencia para obtener el éxito, comparando cada una a las dos alas necesarias para volar.
"Estamos llamados a ser como águilas para volar hacia lo más alto, pero necesitamos dos alas espirituales. Para conquistar las imperiosas demandas de la carne debemos rezar, rezar y rezar, pero también aprender el arte del ayuno y vivir una vida de penitencia. ¡Todos los santos nos han enseñado esta clara lección!", explica.
Águila volando.
La penitencia y la oración son las dos "alas espirituales" según el padre Broom para "volar como águilas" hacia la vida de virtud.
5º Complícate la vida: lo peor es estar ocioso
"Otra gran vía de entrada para el demonio de la impureza es el pecado capital de la pereza. Una de las principales razones por las que tantos jóvenes tienen serios problemas con la pornografía en Internet es por el exceso de tiempo libre, el aburrimiento y el fácil acceso a sitios web obscenos. San Buenaventura lo expresó: `Cuando uno está trabajando, un diablo puede estar allí para tentarlo, pero cuando no tienes nada que hacer, una multitud de demonios está ahí para tentarte´".
6º Cuida tus palabras: "Nuestra lengua es trono de Jesús"
En todo momento, lugar y circunstancia debemos controlar nuestra lengua. De nuestros labios no deben salir nunca malas palabras, lenguaje sugerente y peor aún, chistes groseros, sucios e impuros. En su vida de sacerdote maduro, San Juan Bosco se lamentó de no poder borrar de su mente una comentario obsceno que un hombre pronunció cuando era un niño. Quedó grabado en la memoria del joven Bosco y aún como sacerdote anciano.
Jesús nos advierte que seremos juzgados por todas las palabras que salgan de nuestra boca. Nunca olvides que recibimos el Cuerpo y la Sangre de Jesús en nuestras lenguas; nuestras lenguas se convierten en el trono de Jesús, el Rey de Reyes y Señor de Señores. ¡Hablemos con nobleza!
7º El examen de conciencia, práctica infalible
Uno de los consejos más difundidos al respecto es el del examen de conciencia diario para seguir la máxima evangélica de Mateo 26-41: "Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil".
El examen de conciencia, dice Broom, "es clave" en esta lucha. "Esta excelente práctica nos invita a rebobinar nuestro día y ver donde ha estado Dios presente y dar gracias, pero también a ver dónde se ha desviado nuestro corazón de Él. En la oración y la reflexión observa y admite humildemente cuando nuestros ojos, mente, afectos y corazón empiezan a desviarse de Dios y a jugar con lo que no es de Dios: la impureza".
Un sacerdote confesando.
Uno de los remedios más efectivos para vivir la castidad y enfrentar la sociedad pornográfica es la confesión y comunión frecuentes.
8º Peor que la caída es la desesperación: no olvides la confesión
Como sacerdote, Broom sabe bien que todas las personas pueden caer en todos los pecados, pero asegura que peor que la caída es la desesperación por haber pecado. Por ello, invita a contemplar la vida y doctrina de San Agustín, que si bien "vivió una vida de esclavitud a la lujuria y la impureza" hasta su conversión, también muestra cómo "Dios puede permitir que un mal produzca un bien aún mayor".
"Si tenemos la desgracia de caer en un pecado contra la pureza, debemos tener una confianza ilimitada en Dios y recurrir inmediatamente al Sacramento de la Confesión. ¡Una buena confesión puede transformar nuestras almas en la belleza de la nieve blanca recién caída sobre la tierra virgen!", añade.
9º La comunión frecuente, lo más eficaz para vivir la pureza
Asimismo, Broom expresa la importancia de la comunión frecuente para hacer frente al pecado y las tentaciones, pues al recibirlo en la Comunión, el fiel recibe "su totalidad" y por tanto, "la mente de Jesús, con Su memoria que purifica nuestros pensamientos, la sangre de Jesús que circula por todo nuestro cuerpo, su Sacratísimo Corazón con sus más noble sentimientos" y su "pureza absoluta". Así, "cada Comunión bien recibida es como recibir un trasplante de corazón espiritual. La recepción frecuente y ferviente de la Sagrada Comunión es, de lejos, el medio más eficaz para vivir una vida de pureza".
10º La Virgen, modelo e intercesora de todas las virtudes
Como último consejo, Broom destaca los "innumerables santos" que gracias a su amor por María pueden tener unas vidas santas y de gran pureza.
"Dirijámonos al Purísimo e Inmaculado Corazón de María y pidamos pureza de mente, corazón, cuerpo, alma e incluso intención. Pidámosle a María la gracia de vivir la bienaventuranza que Jesús nos enseñó: `Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios´. ¡Vivamos la pureza en esta vida para contemplar la belleza de la Santísima Trinidad -con Nuestra Señora, los ángeles y los santos- por toda la eternidad!", agrega.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: ‘Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás’. ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?». Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: ‘Él es nuestro Dios’, y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su Palabra. Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se alegró». Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy». Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.
«Vuestro Padre Abraham se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se alegró»
Rev. D. Enric CASES i Martín
(Barcelona, España)
Hoy nos sitúa san Juan ante una manifestación de Jesús en el Templo. El Salvador revela un hecho desconocido para los judíos: que Abraham vio y se alegró al contemplar el día de Jesús. Todos sabían que Dios había hecho una alianza con Abraham, asegurándole grandes promesas de salvación para su descendencia. Sin embargo, desconocían hasta qué punto llegaba la luz de Dios. Cristo les revela que Abraham vio al Mesías en el día de Yahvé, al cual llama mi día.
En esta revelación Jesús se muestra poseyendo la visión eterna de Dios. Pero, sobre todo se manifiesta como alguien preexistente y presente en el tiempo de Abraham. Poco después, en el fuego de la discusión, cuando le alegan que aún no tiene cincuenta años les dice: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy» (Jn 8,58) Es una declaración notoria de su divinidad, podían entenderla perfectamente, y también hubieran podido creer si hubieran conocido más al Padre. La expresión “Yo soy” es parte del Tetragrámaton santo Yahvhé, revelado en el monte Sinaí.
El cristianismo es más que un conjunto de reglas morales elevadas, como pueden ser el amor perfecto, o, incluso, el perdón. El cristianismo es la fe en una persona. Jesús es Dios y hombre verdadero. «Perfecto Dios y perfecto Hombre», dice el Símbolo Atanasiano. San Hilario de Poitiers escribe en una bella oración: «Otórganos, pues, un modo de expresión adecuado y digno, ilumina nuestra inteligencia, haz también que nuestras palabras sean expresión de nuestra fe, es decir, que nosotros, que por los profetas y los Apóstoles te conocemos a ti, Dios Padre y al único Señor Jesucristo, podamos también celebrarte a ti como Dios, en quien no hay unicidad de persona, y confesar a tu Hijo, en todo igual a ti»
El globalismo prepara a Europa para comer insectos: una estrategia de «manipulación del consenso»
Insectos en una fábrica de harina.
La Unión Europea se está apresurando a aprobar y fomentar el consumo directo o indirecto (en forma de 'harinas', por ejemplo) de numerosos insectos. Las razones ideológicas pensan tanto o más que las dietéticas o medioambientales. Foto: Canal Youtube DW Español (Deutsche Welle).
La FAO, la Unión Europea y los medios de comunicación intensifican las presiones para difundir el "alimento del futuro": los insectos. Oficialmente, el motivo es medioambiental. Pero hay un designio ideológico evidente, que expone Giuliano Guzzo en el número de marzo del mensual católico italiano de apologética Il Timone:
El insecto está servido
En principio fue la FAO. No es un juego de palabras, sino la realidad: es probable que el debate actual sobre los alimentos a base de insectos no hubiera comenzado si la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO, por sus siglas en inglés] no hubiera publicado un documento, cuya elocuencia la encontramos ya en el título: Insectos comestibles. En este documento de algo menos de 200 páginas se recogían las conclusiones de un trabajo iniciado en 2003; en él se explican sin ambages las razones de la entomofagia.
No hace falta decir que dichas razones solo en parte están relacionadas con la salud -los insectos están "llenos de proteínas, calcio, hierro y zinc"-; la mayoría están relacionadas con cuestiones medioambientales, es decir, relacionadas con la cantidad notablemente inferior de gas de efecto invernadero que implicaría criarlos, nutrirlos y comerlos. Estas últimas consideraciones han sido relanzadas el pasado septiembre en un estudio publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health, según el cual la producción de insectos está asociada a una disminución del 95% de las emisiones de gas de efecto invernadero, y del 62% del consumo de energía respecto a la carne de buey.
Viejo continente rebelde
Según la FAO, dos mil millones de personas en el mundo se alimentan con insectos que, en las regiones norteafricanas por ejemplo, estarían presentes desde tiempo inmemorial. Parece ser que hay un solo continente donde cuesta que se afirme dicha tendencia: Europa, donde "esta nueva fuente de proteínas sostenibles" sigue siendo un producto de nicho. Incluso demasiado de nicho. Hace años que los dirigentes de la Unión Europea intentan cambiar las cosas, en realidad anticipando a la FAO. Sí, porque ya en 2011 la Comisión Europea decidió esponsorizar una investigación de la UK Food Standard Agency, la agencia británica para la seguridad alimentaria, sobre las propiedades nutritivas de los insectos. Como si esto no fuera suficiente, se instituyó un premio estratosférico -equivalente a casi 3,3 millones de euros- destinado al equipo de investigación que presentara la mejor idea para convencer a la gente de que se alimente con insectos.
En tiempos más recientes, la UE ha abierto el mercado a la harina parcialmente desgrasada de Acheta domesticus (grillo doméstico), como también a la comercialización de las larvas de Alphitobius diaperimus (gusano de la harina menor), congeladas, en pasta, secas y en polvo. Muy bien, pero ¿cómo llevar a la gente al cambio entomofágico? Objetivamente, y a pesar de la financiación prometida por Europa a quien consiga llevarla a cabo, la tarea es complicada.
Intentos de adoctrinamiento
Por este motivo parece que ya se han activado los mecanismos típicos de la ventana de Overton, es decir, la manipulación del consenso -para convertir en motivo de debate una idea que parecía "totalmente inadmisible"- teorizada por el sociólogo estadounidense Joseph P. Overton (1960-2003).
Un ejemplo de esto, el pasado mes de noviembre, fue un anuncio publicitario de la Fundación Barilla en el que se veía al protagonista sugiriendo a quien pone nata en la pasta a la carbonara que lo dejara estar y que sustituyera el guanciale (tocino de la carrillada de cerdo) con insectos: "Existen más de 2.000 especies, seguro que encontraréis uno que se parezca al guanciale".
El actor y presentador Carmine del Grosso protagonizó la campaña de pasta Barilla para hacer la carbonara con insectos en vez de con guanciale (la panceta característica del plato).
Todos recordarán la indignación por este anuncio, seguida por la defensa del mismo por parte de varios rostros conocidos, desde Caterina Balivo ("No entiendo por qué en este país causa tanto miedo la previsión") a Selvaggia Lucarelli ("La polémica sobra Barilla y la idea de que se puedan utilizar insectos para hacer harina o como sustitutos de otros alimentos para tutelar el medioambiente demuestra lo antiguos, provincianos y poco previsores que somos").
Recientemente, a fin de empujar a los europeos a aceptar la nueva idea, se ha difundido una investigación de la Universidad Abierta de Cataluña (Barcelona) que, tras encuestar a más de 1.000 personas, ha puesto en evidencia que casi el 60% considera que los insectos se convertirán en una fuente alternativa de proteínas y entrarán a formar parte de la alimentación de todos nosotros. En otras palabras, es una historia que ya está escrita, más vale adecuarse a la misma. En realidad, el 71% de los entrevistados también respondió que no cocinaría los insectos en casa, pero el significado de esta investigación -rápidamente relanzada en Italia por el periódico Repubblica- es que algo está cambiando.
El virus globalista
Ante tantos esfuerzos para cambiar, o intentar cambiar, las costumbres alimentarias de los europeos, los cuales, por cierto, representan una fracción mínima de la población mundial, es lícito preguntarse cuáles son las razones más profundas ¿Realmente se trata solo de una preocupación por el destino del planeta?
La célebre escena de la comida en 'Indiana Jones y el Templo Maldito' (1984) de Steven Spielberg.
No está convencida de ello Héléne de Lauzun, profesora de historia formada en la École Nórmale Supérieure de París y en la Sorbona, según la cual hay una clave de lectura que explica una parte importante de todo este asunto, a saber: el globalismo. En una intervención publicada en European Conservative, la historiadora explica "esta obsesión por parte de los funcionarios de Bruselas para que los ciudadanos de la Vieja Europa coman insectos" como algo que tiene que ver, más que con un "plan ideológico concertado", con "uno de los muchos avatar de un pensamiento globalista sin raíces que asume aspectos inesperados y que se pueden resumir en la era de la feliz globalización de este modo: si algo se hace en otro lugar, ¿por qué no lo hacemos aquí?".
Atención: el pensamiento de Héléne de Lauzun no excluye las razones medioambientales ya expuestas y sobre las que se basa la insistencia de proponer alimentos realizados con insectos, sino que las completa y lo hace de modo convincente. Por otra parte, una Europa que no respeta sus raíces espirituales, ¿por qué debería respetar sus tradiciones culinarias? Es obvio que no sea así. Por eso, si seguimos así, no solo es posible que los grillos acaben en nuestro plato, sino que también es probable. Y para quienes se atrevan a rechazar este innovador manjar, podemos imaginar que ya hay una acusación preparada: la de entomofobia.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos que habían creído en Él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres. Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre».
Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham». Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios». Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que Él me ha enviado».
«Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí»
Pe. Givanildo dos SANTOS Ferreira
(Brasilia, Brasil)
Hoy, el Señor dirige duras palabras a los judíos. No a cualquier judío, sino, precisamente, a aquellos que abrazaron la fe: Jesús dijo «a los judíos que habían creído en Él» (Jn 8,31). Sin duda, este diálogo de Jesús refleja el inicio de aquellas dificultades causadas por los cristianos judaizantes en la primera hora de la Iglesia.
Como eran descendientes de Abraham según la consanguineidad, esos tales discípulos de Jesús se consideraban superiores no solamente de los gentíos que vivían lejos de la fe, sino también superiores a cualquier discípulo no judío partícipe de la misma fe. Ellos decían: «Nosotros somos descendencia de Abraham» (Jn 8,33); «nuestro padre es Abraham» (v. 39); «solo tenemos un padre, Dios» (v. 41). A pesar de ser discípulos de Jesús, tenemos la impresión de que Jesús nada representaba para ellos, nada acrecentaba al que ya poseían. Pero es ahí donde se encuentra el gran error de todos ellos: los verdaderos hijos no son los descendientes según la consanguineidad, sino los herederos de la promesa, o sea, aquellos que creen (cf. Rom 9,6-8). Sin la fe en Jesús no es posible que alguien alcance la promesa de Abraham. Por tanto, entre los discípulos «no hay judío o griego; no hay esclavo o libre; no hay hombre o mujer», porque todos son hermanos por el bautismo (cf. Gal 3,27-28).
No nos dejemos seducir por orgullo espiritual. Los judaizantes se consideraban superiores a los otros cristianos. No es necesario hablar, aquí, de los hermanos separados. Pero pensemos en nosotros mismos. ¡Cuántas veces algunos católicos se consideran mejores que los otros católicos porque siguen este o aquel movimiento, porque observan esta o aquella disciplina, porque obedecen a este o a aquel uso litúrgico! Unos, porque son ricos; otros, porque estudiaron más. Unos, porque ocupan cargos importantes; otros, porque vienen de familias nobles... «Quisiera que cada uno de vosotros sintiera la alegría de ser cristiano… Dios guía a su Iglesia, la sostiene siempre, también y sobre todo en los momentos difíciles» (Benedicto XVI).
Tu padre podría ser «cualquiera»... y otros 8 riesgos graves y probados de la fecundación in vitro
Mujer haciéndose una ecografía.
El propio aborto, el embarazo múltiple o ectópico, la preeclampsia e hipertensión, el bajo peso o incluso el cáncer son solo algunos de los riesgos que conllevan las técnicas de reproducción asistida.
Aunque cada año aumentan las facilidades e investigaciones que ayudan a lograr embarazos de forma natural, los tratamientos de reproducción asistida a la hora de buscar un hijo son un recurso al alza a la hora de buscar un hijo. Según datos de la clínica Fertilab de Barcelona, uno de cada diez nacimientos de los que tuvieron lugar en 2022 fueron mediante este procedimiento.
Una cifra que, según se desprende de las declaraciones del doctor de la misma clínica, Álex García Faura, responde al alarmante retraso de la edad de maternidad.
"Mientras que en el 2000 la edad media del primer parto era a los 26 años, actualmente sobrepasa los 32", explica. Una edad peligrosamente cercana al fin de la vida útil de los ovarios a partir de los 35 años.
Para la doctora en Biología y especialista en infertilidad Rocío Núñez, el "principal problema" -la edad- se debe a "la incorporación de la mujer al trabajo". "Hasta que no estás un poco asentada no tienes una situación en la que puedas plantearte tener hijos. Cuando empiezas a planteártelo, quizás no lo consigues, y te plantas en los 38 años", declaró a La Voz de Galicia.
La crisis y el descenso en los matrimonios -algo directamente proporcional al deseo de formar una familia- no colabora: si la edad media de acceso al primer matrimonio en España es precisamente a los 35 años, la media de edad entre primeros y siguientes matrimonios es casi de 40 años, cuando la concepción natural de un hijo empieza a ser prácticamente improbable.
Así, la misma doctora Núñez subraya que las técnicas de reproducción asistida se muestran como la solución artificial al problema que, entre otras cosas, hace que el fenómeno de las madres solteras deje de ser minoritario y empiece a ser una elección propia y no el último recurso para concebir.
"La mujer ha visto que no necesita de un varón para tener un hijo o una familia, con lo cual se plantean ser madres solas, y cada vez está habiendo más `familias´ de este tipo", explica.
Según datos recientes de la Comunidad de Madrid sobre la natalidad en la región, hasta cuatro de cada diez madrileñas se ha planteado ser madre soltera y para ello la reproducción asistida se plantea como su única opción para tener hijos, ya sea por edad o por ausencia de proyecto vital con un hombre.
El mito de la fiabilidad: tu padre podría ser cualquiera
Uno de los aspectos más difundidos por las clínicas de reproducción asistida para atraer la atención de un nicho de clientes cada vez más numeroso es precisamente la seguridad y fiabilidad de estas técnicas.
Algo que, sin embargo, podría considerarse de un simple mito. El último ejemplo que hace dudar de ello ha salido a la luz el 21 de marzo. Tuvo lugar en 2021, en el hospital Puerta del Mar (Cádiz) cuando una pareja denunció al centro porque su supuesto bebé, concebido in vitro, resultó ser hijo biológico de la madre… pero no del padre.
Según informó el diario La Razón, los hechos se remontan a 2019 cuando esta pareja decidió iniciar un proceso de reproducción asistida, que resultó exitoso en 2021.
Según la denuncia hecha pública por la Asociación El Defensor del Paciente, "era un matrimonio feliz que había conseguido el sueño de tener un hijo en común, hasta que los reiterados comentarios de la familia sobre la falta de parecido físico" llevó a los padres a hacerse una prueba de paternidad "que tuvo el resultado devastador de saber que el niño no es hijo biológico del padre".
Según el abogado Ignacio Martínez, el daño es "grave e irreparable porque el niño se verá privado de por vida del vínculo natural biológico con quien es su padre y toda su familia paterna además de que su propia historia y origen será siempre un interrogante". También advierte de que desconocer a su padre biológico tiene consecuencias en la salud "por no conocer el perfil genético de sus antecesores, clave en la medicina moderna".
El de esta pareja no es el primer caso de hijos "fabricados" con células extraviadas. Tampoco será el último, ni el único de los riesgos asociados directamente a la reproducción asistida.
Miembros de Fertilitas.
Mientras las técnicas de reproducción asistida difunden el mito, nuevas opciones de ayuda para tener hijos de forma ética y natural como Fertilitas van abriendo camino con cientos de casos de éxito en España.
Aunque sus partidarios afirman que esta técnica asiste a unos avances técnicos que la hacen fiable y segura, los estudios y especialistas que muestran efectos adversos en los hijos concebidos in vitro y en las madres que los albergan no dejan de salir a la luz:
1º Mayor riesgo de cáncer
Cada vez con más frecuencia, los embriones concebidos mediante fecundación in vitro se someten a procesos de congelación y descongelación antes de ser implantados en el útero de las madres, en lugar de hacerlo tres días después de lograr la concepción en un laboratorio.
Una práctica de alto riesgo que, según un reciente estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) publicado en PLOS Medicine, estaría directamente asociada al mayor riesgo de cáncer. Concretamente, los niños nacidos tras la transferencia de embriones congelados y descongelados tienen un riesgo de sufrir cáncer entre 1,6 y 1,7 veces mayor que los nacidos y concebidos de forma natural.
2º Asma y alergia
Según otro estudio publicado en 2022 realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud y publicado en Human Reproduction, el asma y diversos tipos de alergias son otros riesgos directamente asociados a la concepción mediante reproducción asistida.
Realizado sobre una muestra de 5.000 madres y 6.000 niños, el estudio concluyó que los niños que se concibieron después del tratamiento tenían un 30 % más de probabilidades de padecer asma, un 77 % más de probabilidades de padecer eczemas (una afección alérgica que provoca sarpullido y picazón en la piel) y un 45 % más de probabilidades de recibir medicamentos recetados para alergias entre los 7 y los 9 años.
3º El doble de riesgo de bajo peso
Otro de los estudios relativos a los riesgos es el publicado por The New England Journal of Medicine, realizado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en torno a los embarazos producidos por reproducción asistida entre 1996 y 1997. Se comprobó cómo, de los embarazos únicos y no múltiples, el riesgo de bajo peso era 2,6 veces mayor (un 6,5%) que en la población en general (un 2,5%), sin contabilizar los nacimientos de prematuros.
Tras la investigación, sus autores concluyeron que este mayor riesgo no se explica por diferencias entre las dos poblaciones comparadas respecto a la edad gestacional al nacer, la edad de las madres y otros factores considerados, sino a las técnicas de reproducción en sí mismas.
Riesgos de la fecundación in vitro.
El propio aborto, embarazos ectópicos o múltiples son solo algunos de los riesgos de la fecundación in vitro reconocidos por organizaciones dedicadas a la reproducción asistida, que se suman a los descritos en este artículo.
4º Defectos congénitos graves
Otro de los estudios de los que se ha hecho eco Bioéticaweb analiza simultáneamente los registros australianos de defectos congénitos, partos y procedimientos de reproducción asistida entre 1993 y 1997. Describen cómo al año de edad, la incidencia de defectos congénitos graves en estos niños es del 9,0% frente al 4,2% en la población general. Para los investigadores, los factores que podrían influir en esta diferencia son: la edad avanzada de las parejas estériles, los fármacos utilizados para inducir o mantener el embarazo en sus fases iniciales y las técnicas en sí mismas.
5º Mayor riesgo de preeclapmsia
Respecto a los riesgos de la reproducción asistida durante el embarazo en las madres, la hipertensión y su extremo, el fantasma de la preeclampsia -afecta a 1 de cada 25 embarazos en EE.UU.-, son dos de los más destacados. Según la investigación publicada el pasado 26 de septiembre en Hypertension, la fertilización in vitro con embriones congelados se asocia a un riesgo un 74% mayor de sufrir trastornos hipertensivos durante el embarazo.
Hace tiempo que se conoce la relación entre estos trastornos y la transferencia de embriones congelados. Lo que no se terminaba de probar, y este informe argumenta, es si el motivo de estos riesgos era atribuible a los padres o al tratamiento de FIV. La investigación encontró que entre las mujeres que tuvieron un embarazo por concepción natural y otro por FIV de transferencia de embriones congelados, el riesgo de trastornos hipertensivos en el embarazo después de la transferencia es del doble en comparación con los embarazos de concepción natural.
6º Mayor riesgo de partos prematuros
Del mismo estudio se desprende un mayor riesgo de partos prematuros: en torno al 7% de los bebés concebidos a partir de la transferencia de embriones congelados nacieron prematuros (antes de las 40 semanas de gestación), así como el 8% de los bebés gestados por transferencia de embriones frescos. Respecto a los concebidos de forma natural, el porcentaje se reducía al 5%.
7º Hasta diez veces más en riesgo de trombosis
Asimismo, estudios internacionales liderados por un equipo español junto a la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia ha demostrado que la fecundación in vitro y los tratamientos hormonales incrementan hasta diez veces más el riesgo de trombosis, en comparación con un embarazo natural -que podría conllevar el aborto-. El informe, Trombosis en el ámbito de la mujer a cargo de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH), también ha detectado que el 10% de las mujeres gestantes tiene alguna complicación tromboembólica durante el embarazo o el postparto.
8º Y de diabetes gestacional
Otros estudios e investigaciones, como la presentada en el congreso anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) en 2019, han encontrado un riesgo 53% mayor de diabetes gestacional en aquellas que habían utilizado métodos de reproducción asistida en comparación las concepciones naturales.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos:«Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir». Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: ‘Adonde yo voy, vosotros no podéis ir’?». El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados».
Entonces le decían: «¿Quién eres tú?». Jesús les respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. Mucho podría hablar de vosotros y juzgar, pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a Él es lo que hablo al mundo». No comprendieron que les hablaba del Padre. Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él». Al hablar así, muchos creyeron en Él.
«Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy»
Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca
(Valldoreix, Barcelona, España)
Hoy, martes V de Cuaresma, a una semana de la contemplación de la Pasión del Señor, Él nos invita a mirarle anticipadamente redimiéndonos desde la Cruz: «Jesucristo es nuestro pontífice, su cuerpo precioso es nuestro sacrificio que Él ofreció en el ara de la Cruz para la salvación de todos los hombres» (San Juan Fisher).
«Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre...» (Jn 8,28). En efecto, Cristo Crucificado —¡Cristo “levantado”!— es el gran y definitivo signo del amor del Padre a la Humanidad caída. Sus brazos abiertos, extendidos entre el cielo y la tierra, trazan el signo indeleble de su amistad con nosotros los hombres. Al verle así, alzado ante nuestra mirada pecadora, sabremos que Él es (cf. Jn 8,28), y entonces, como aquellos judíos que le escuchaban, también nosotros creeremos en Él.
Sólo la amistad de quien está familiarizado con la Cruz puede proporcionarnos la connaturalidad para adentrarnos en el Corazón del Redentor. Pretender un Evangelio sin Cruz, despojado del sentido cristiano de la mortificación, o contagiado del ambiente pagano y naturalista que nos impide entender el valor redentor del sufrimiento, nos colocaría en la terrible posibilidad de escuchar de los labios de Cristo: «Después de todo, ¿para qué seguir hablándoos?».
Que nuestra mirada a la Cruz, mirada sosegada y contemplativa, sea una pregunta al Crucificado, en que sin ruido de palabras le digamos: «¿Quién eres tú?» (Jn 8,25). Él nos contestará que es «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14,6), la Vid a la que sin estar unidos nosotros, pobres sarmientos, no podemos dar fruto, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna. Y así, si no creemos que Él es, moriremos por nuestros pecados. Viviremos, sin embargo, y viviremos ya en esta tierra vida de cielo si aprendemos de Él la gozosa certidumbre de que el Padre está con nosotros, no nos deja solos. Así imitaremos al Hijo en hacer siempre lo que al Padre le agrada.
7 sugerencias para traer de vuelta a los católicos que se han alejado de la Iglesia o perdido la fe
Hay formas de ayudar a católicos que abandonaron la Iglesia para que vuelvan a la parroquia
¿Cuántas personas has conocido a lo largo de tu vida que eran católicas, que se definían como tal e incluso llevaban una vida coherente o que participaban en las actividades de la parroquia y han acabado dejando la Iglesia?
Seguro que conoces a una, varias o incluso muchas personas que han abandonado la práctica religiosa o que incluso ahora reniegan de la fe aún habiendo vivido muy insertados en la Iglesia.
Ante esta situación surge un gran interrogante: ¿cómo se puede ayudar a estas personas? ¿Cuál es la mejor forma de hacer que regresen a la Iglesia? No siempre es fácil, pues los motivos que han llevado a estas personas a alejarse de la fe pueden ser desde un enfriamiento religioso a una dura experiencia en el seno de la Iglesia.
Marcel Lejeune es muy consciente de esta realidad y de la delicadeza con la que hay que volver a presentar la fe católica a estas personas.
Lejeune es una autoridad en evangelización y estrategia parroquial. Casado y con cinco hijos, preside los programas de formación apostólica de Catholic Missionary Disciples, un ministerio católico con sede en Texas que fomenta la formación de evangelizadores y parroquias evangelizadoras, también con técnicas de coaching personalizado.
Marcel Lejeune
Para ello, a través de Catholic Missionary Disciples presenta algunas sugerencias concretas para acercarse a estas personas que abandonaron la Iglesia:
1. No respondas preguntas que no tengan.
Lejeune asegura que con demasiada frecuencia escucha auténticos monólogos de los católicos a aquellos a quienes están tratando de evangelizar. Recuerda que una vez se le preguntó a un evangelista qué haría si tuviera una hora para evangelizar a un ateo. Su respuesta fue: “escucharía durante 50 minutos y respondería apropiadamente durante 10”.
“Estoy de acuerdo y necesito trabajar personalmente en esto. Necesitamos saber lo que los otros necesitan para ayudarle realmente. A nadie le gusta escuchar a otro predicarles, cuando primero no se sienten escuchados. La mayoría de la gente moderna no hace preguntas sobre el purgatorio o María. Hacen preguntas sobre la identidad, el significado y la existencia de Dios. Están haciendo grandes preguntas existenciales que muchos católicos no tienen respuestas adecuadas para ellos mismos”, explica
2. Sé lo suficientemente respetuoso como para escuchar la verdadera razón por la que se fueron, no la que tú les asignas
Nuevamente recomienda hacer preguntas que lleguen al meollo del asunto. “¿Qué te hizo irte?”, “¿qué le da sentido a tu vida ahora?”, “¿qué echas de menos de la Iglesia?”, etc. Una vez que se haya escuchado lo suficiente como para comprender su situación, es posible que tengas una mejor comprensión de lo que se puede hacer para ayudarlos. “Además, ¿a quién no le gusta ser escuchado y verdaderamente valorado, en lugar de convertirse en un proyecto? Una de mis máximas favoritas es: puedes entender sin estar de acuerdo. Esto debería practicarse con nuestros amigos y familiares que se han ido de la Iglesia”, afirma Lejeune.
3. Apuntar a curar la enfermedad, no tratar los síntomas
Este experto en evangelización señala que “Dios es el Médico Divino, que quiere sanar lo que nos aflige (es decir, el pecado y la muerte). Él hace esto por su gracia, que recibimos y elegimos cooperar. Esta gracia está fácilmente disponible para nosotros (especialmente en los Sacramentos). Entonces, lo que queremos hacer es lograr que alguien tenga una relación correcta con Dios, no preocuparse por tratar los síntomas (su pecado) antes de tratar esta relación. En otras palabras, las relaciones normalmente preceden al cambio de comportamiento. La conversión precede al arrepentimiento. La respuesta al Evangelio precede a la transformación de los hábitos. Dios es el médico que sana, no nosotros. No podemos curar el pecado y la muerte. Pero Jesús puede... si tan solo lo dejamos”.
4. Si está herido, entonces dale espacio para expresar sus heridas
Hacer saber a alguien que lo echan de menos puede ser lo que les dé espacio para regresar. La gente quiere ser atendida. Una vez que sepan que te importa, puedes ganarte el derecho a ser escuchado por ellos.
5. Invierte en relación antes de volver a invitarle a los sacramentos
Esto puede parecer contradictorio para muchos católicos, pero funciona. La mayoría de los católicos que se fueron abandonaron la recepción activa de los sacramentos porque faltaba algo no sacramental. Por lo tanto, Lejeune considera que se debe apuntar a reemplazar ese elemento que falta. En la mayoría de los casos es una relación.
La escucha es una parte fundamental en este proceso.
6. Rezar
“No creo que deba profundizar en esto, pero baste decir que si no rezas, entonces no tienes acceso al poder espiritual de Jesús. No solo necesitas cuidarte a ti mismo, sino que no puedes ocuparte de las necesidades espirituales de los demás sin la ayuda de Dios”, recuerda Marcel Lejeune.
7. Ofrece tu testimonio
Cuando sea el momento adecuado (y esto será diferente en cada situación), da tu testimonio del poder de Dios en tu vida.
8. Nunca subestimes el poder de proclamar la Buena Noticia acerca de Jesús
Pero se debe quedar únicamente proclamarla, sino también en invitar a una respuesta por parte del oyente.
Sin embargo, Marcel Lejeune ofrece también tres puntos sobre 3 cosas que no hay que hacer:
1. Impaciencia con los tiempos de Dios
"No permitas que la impaciencia se interponga en tu trabajo de hacerlo lo mejor que puedas para amar a los demás. Recuerda que Dios siempre quiere lo mejor para los demás, más de lo que puedas imaginar”, recuerda Lejeune.
2. Nunca regañes, despotriques ni seas demasiado crítico
Las razones de una persona para alejarse de la Iglesia pueden parecer que no tienen mucho sentido para ti y eso puede ser cierto. Pero no necesitan tener sentido para ti para que otros se vayan. Por lo tanto, por mucho que sientas la tentación de regañar (especialmente a los miembros de la familia), quejarse, discutir, despotricar o criticar, resiste esta tentación a toda costa. No ayuda, solo aleja más.
3. No esperes a que vengan a ti
Dice Lejeune que “todos deseamos amigos que tomen la iniciativa, nos inviten a lugares, nos cuiden, se comuniquen con nosotros, etc. Bueno, sé tú ese amigo (o miembro de la familia) para los demás y descubre que ser un buen amigo significa que eventualmente tendrás buenos amigos”.
En aquel tiempo, Jesús se fue al monte de los Olivos. Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a Él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.
Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?». Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra». E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.
Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?». Ella respondió: «Nadie, Señor». Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más» .
«Vete, y en adelante no peques más»
Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells
(Salt, Girona, España)
Hoy contemplamos en el Evangelio el rostro misericordioso de Jesús. Dios es Amor, y Amor que perdona, Amor que se compadece de nuestras flaquezas, Amor que salva. Los maestros de la Ley de Moisés y los fariseos «le llevan una mujer sorprendida en adulterio» (Jn 8,4) y piden al Señor: «¿Tú qué dices?» (Jn 8,5). No les interesa tanto seguir una enseñanza de Jesús como poderlo acusar de que va contra de la Ley de Moisés. Pero el Maestro aprovecha esta ocasión para manifestar que Él ha venido a buscar a los pecadores, a enderezar a los caídos, a llamarlos a la conversión y a la penitencia. Y éste es el mensaje de la Cuaresma para nosotros, ya que todos somos pecadores y todos necesitamos de la gracia salvadora de Dios.
Se dice que hoy día se ha perdido el sentido del pecado. Muchos no saben lo que está bien o mal, ni por qué. Es lo mismo que decir —en forma positiva— que se ha perdido el sentido del Amor a Dios: del Amor que Dios nos tiene, y —por nuestra parte— la correspondencia que este Amor pide. Quien ama no ofende. Quien se sabe amado y perdonado, vuelve amor por Amor: «Preguntaron al Amigo cuál era la fuente del amor. Respondió que aquella donde el Amado nos ha lavado nuestras culpas» (Ramon Llull).
Por esto, el sentido de la conversión y de la penitencia propias de la Cuaresma es ponernos cara a cara ante Dios, mirar a los ojos del Señor en la Cruz, acudir a manifestarle personalmente nuestros pecados en el sacramento de la Penitencia. Y como a la mujer del Evangelio, Jesús nos dirá: «Tampoco yo te condeno... En adelante no peques más» (Jn 8,11). Dios perdona, y esto conlleva por nuestra parte una exigencia, un compromiso: ¡No peques más!
Higinio Marín: «Con la Agenda 2030 hay una intención de establecer un nuevo orden mundial»
Higinio Marín, filósofo y profesor universitario, analiza los peligros de la Agenda 2030
Tras la Agenda 2030 se esconde un intento de cambio civilizatorio, un nuevo orden mundial que cambie las convicciones de las personas, todo ello disfrazado de causas que en apariencia son positivas, como el cuidado de la naturaleza o la lucha contra la pobreza.
Sin embargo, el filósofo Higinio Marín, profesor de la Antropología Filosófica en la Universidad CEU Cardenal Herrera, explica en esta entrevista con Javier Lozano en la Revista Misión la verdadera naturaleza de una agenda promovida por las élites globalistas, pero que tiene un marcado carácter estatalista y relativista:
-¿Cuáles son las patas en la que se sustenta la Agenda 2030?
-Naciones Unidas y sus estados integrantes. Se suele pasar por alto que pertenece a una institución globalista, pero que implementa sus políticas mediante los estados. Esto da al conjunto de la Agenda 2030 un carácter marcadamente estatalista donde la familia es considerada un entorno de discriminación y desigualdad.
-¿Qué peligros esconde?
-Está más en lo implícito de lo que se dice que en lo explícito. Hay puntos que son acordes a la perspectiva cristiana. Pero en la Agenda 2030 la familia y la religión aparecen como aspectos conflictivos. Son presentados como agentes de discriminación. Luego hay cuestiones evidentemente inasumibles desde la doctrina católica como la llamada salud sexual y reproductiva. Asumir la Agenda 2030 con carácter general y luciendo su logo es prestarse a la confusión y al equívoco.
-¿Qué aspectos considera más graves?
-Se entienden los derechos sexuales como algo que el Estado debe garantizar y va contra los que piensen de manera discrepante, como los padres o las entidades religiosas. Se promueve el aborto y el uso masivo de anticonceptivos. Hay otro aspecto muy grave: la llamada igualdad de géneros. Asume la terminología de la ideología de género, con todos los caracteres de la corrección política contemporánea: laicista y estatalista.
-¿Se trata entonces de una nueva religión, con su simbolismo y sus “mandamientos”?
-Efectivamente, hay una aspiración de configurar una ética global, un “sentido común” global. El sentido común es el campo que cada tradición ha ido perfilando de lo que tiene sentido decir o no decir, sentir o no sentir. En la Agenda 2030 hay una aspiración a un globalismo ético que conforme un nuevo momento civilizatorio.
-¿Cree que pretende también acabar con lo que queda de la civilización judeocristiana?
-Hay una intención de establecer un nuevo orden mundial que deje fuera a muchas instituciones, en particular a las que tienen un cuño cristiano. Y ese neutralismo globalista surge como una reacción hostil a la raigambre cristiana de nuestra tradición, que se ha puesto de manifiesto en casi todos los niveles de las instituciones globales. La religión y la familia les plantean problemas, no soluciones. Por ejemplo, tener hijos, la responsabilidad esponsal o la generosidad en el matrimonio no forman parte de este nuevo sentido común. Al igual que el hecho de que la educación pertenezca a los padres. Quien afirme hoy que los hijos pertenecen a los padres está al borde del delirio y pronto del delito.
Pedro Sánchez, defensor de la Agenda 2030
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, es un entusiasta promotor de la Agenda 2030.
-Estas élites globalistas siempre hablan de neutralidad y tolerancia…
-Pero es una neutralidad hostil contra los no neutrales. Se impone un modo de vivir que es el del Estado, que genera un relativismo que convierte la tolerancia en el valor moral por excelencia. A mí me parece que hay que ser intolerante con las cosas malas, pero ellos aplican esta intolerancia -contra los que piensan que la tolerancia no es el principal valor. Son liberticidas y generan relativismo. Creen que se puede y se debe elegir todo: se puede elegir tostadora, al mismo nivel que elegir el sexo. Yo no necesito poder elegir mi sexo para ser libre. Esto distorsiona la realidad humana porque elimina la dimensión personal de la libertad.
-¿Estamos adormecidos los católicos?
-No podemos tener un punto de vista domesticado. Necesitamos formarnos o, en su defecto, informarnos bien. Es urgente que aumentemos el nivel de formación e información para que podamos vivir una verdadera vida cristiana. Lo que ocurre es que de manera involuntaria nos mimetizamos en asuntos que son poco coherentes e incongruentes…
-Pero la Agenda 2030 está siendo acogida también en el seno de la Iglesia…
-Las instituciones cristianas que asumen la Agenda 2030 aducen que es para no quedarse fuera del foro público o no automarginarse. Quieren concurrir en términos de igualdad. Puede que lo hagan para que ese estatalismo y ese neutralismo generador de relativismo moral no les plantee problemas. Pero eso es, cuando menos, una necedad.
-¿Y esto por qué ocurre?
-Quizás porque no somos cor unum, un mismo corazón. Es parte de la dificultad de nuestro tiempo. Por eso uno tiene que discriminar incluso entre los propios: atenerse a una cierta opinión bien formada y saber discriminar qué fuentes de información y formación toma como fiables. No todas lo son.
-¿Hacia dónde cree que nos dirigimos?
-A lo que tenemos a la vista, pero intensificado en un plazo breve. Nuestras sociedades se están polarizando de una manera irreconducible. Hay dos versiones de Occidente cada vez más antagónicas que nos conducen a un umbral de ruptura. Estamos llegando al punto de que las distintas visiones del mundo tenemos tan poco en común que apenas podemos hablar lenguajes comunes. Cualquier intérprete de la cultura contemporánea ve ahí un problema de consistencia estructural y que potencialmente puede suponer la ruina.
-¿Ve algo de esperanza?
Si uno levanta un poco la mirada puede ver también que estamos viviendo una renovación. Hay un resurgimiento de familias cristianas, se puede ver en algunos lugares de Francia y de España. En todo lo demás podemos estar peor, pero ahí noto un reverdecer, una red con la que los sujetos son capaces de mantenerse en una vida de fe en un entorno contrario y hostil. Soy más optimista con respecto al cristianismo que con la cultura occidental.
-¿Quiere decir que esta fuerte hostilidad está también sacando a flote lo mejor de los cristianos?
-Es lo que está ocurriendo. La imagen de un matrimonio con tres o más hijos ofrece una visión alegre y amable de la vida. Ahí está el resurgir. El matrimonio cristiano de personas jóvenes que viven con generosidad es la forma contemporánea más directamente visible de la alegría de la vida cristiana. La alegría es el certificador social de que alguien posee un bien. Y esos padres que van por la calle con más hijos de los que el sentido común moderno dicta tienen un inmenso poder transformador.
-Por último, ¿qué otras cosas podemos hacer los cristianos para contribuir a la auténtica prosperidad?
-Tenemos que aprender a asociarnos, a crear círculos culturales y medios de comunicación con la idea de ofrecer información, visiones críticas, formación y espacios de socialización. Los cristianos españoles hemos dado poca importancia a la cultura y eso es un abandono de la tradición cristiana; es de una torpeza necia. Que los padres crean que la fe es un asunto de práctica y culto, que lo es, pero que no requiere formación e información hoy día es una gran irresponsabilidad.
En aquel tiempo, había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.
Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo». Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.
Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea». Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?». Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él». Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle». Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará». Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos donde él». Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con Él».
Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá». Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará». Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día». Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo».
Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama». Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rápidamente, y se fue donde Él. Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?». Le responden: «Señor, ven y lo verás». Jesús se echó a llorar. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería». Pero algunos de ellos dijeron: «Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?».
Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra». Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día». Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?». Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado». Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!». Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar».
Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él.
«Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá»
Dr. Johannes VILAR
(Köln, Alemania)
Hoy, la Iglesia nos presenta un gran milagro: Jesús resucita a un difunto, muerto desde hacía varios días.
La resurrección de Lázaro es “tipo” de la de Cristo, que vamos a conmemorar próximamente. Jesús dice a Marta que Él es la «resurrección» y la vida (cf. Jn 11,25). A todos nos pregunta: «¿Crees esto?» (Jn 11,26). ¿Creemos que en el bautismo Dios nos ha regalado una nueva vida? Dice san Pablo que nosotros somos una nueva criatura (cf. 2Cor 5,17). Esta resurrección es el fundamento de nuestra esperanza, que se basa no en una utopía futura, incierta y falsa, sino en un hecho: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado!» (Lc 24,34).
Jesús manda: «Desatadlo y dejadle andar» (Jn 11,34). La redención nos ha liberado de las cadenas del pecado, que todos padecíamos. Decía el Papa León Magno: «Los errores fueron vencidos, las potestades sojuzgadas y el mundo ganó un nuevo comienzo. Porque si padecemos con Él, también reinaremos con Él (cf. Rom 8,17). Esta ganancia no sólo está preparada para los que en el nombre del Señor son triturados por los sin-dios. Pues todos los que sirven a Dios y viven en Él están crucificados en Cristo, y en Cristo conseguirán la corona».
Los cristianos estamos llamados, ya en esta tierra, a vivir esta nueva vida sobrenatural que nos hace capaces de dar crédito de nuestra suerte: ¡siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza! (cf. 1Pe 3,15). Es lógico que en estos días procuremos seguir de cerca a Jesús Maestro. Tradiciones como el Vía Crucis, la meditación de los Misterios del Rosario, los textos de los evangelios, todo... puede y debe sernos una ayuda.
Nuestra esperanza está también puesta en María, Madre de Jesucristo y nuestra Madre, que es a su vez un icono de la esperanza: al pié de la Cruz esperó contra toda esperanza y fue asociada a la obra de su Hijo.
«¡Hagan lío!», lo nuevo de Cotelo: «Queremos sacar a la luz iniciativas preciosas de la Iglesia»
Carlota Valenzuela y Juan Manuel Cotelo.
Carlota Valenzuela y Juan Manuel Cotelo, los rostros de '¡Hagan lío!', la nueva serie que va a producir Infinito+1.
¡Hagan lío! es el nuevo proyecto de Infinito+1, la productora de Juan Manuel Cotelo, quien ha fichado para la ocasión a Carlota Valenzuela, la joven que peregrinó en solitario durante un año desde Finisterre hasta Jerusalén, en una aventura que fue contando en las redes y ha resultado, como explicó ella misma, en un deseo de un mayor compromiso personal con Dios.
Que es, en última instancia, el objetivo de las iniciativas de Cotelo, un hombre ya acostumbrado a "hacer lío": revolucionando el documental católico (aquel arranque rompedor de La última cima), innovando en la catequesis cuando el confinamiento (Catequizis) o irrumpiendo con un film comercial (Tengamos la fiesta en paz) para competir de tú a tú en el disputado mercado del cine navideño...
-Y ahora, ¿qué se propone?
-Ahora queremos sacar a la luz tantas iniciativas preciosas que la Iglesia desarrolla en todo el mundo, de las que apenas se habla. Ya estamos muy bien informados sobre las cosas malas que hacemos los cristianos. Esas noticias nos llegan a toda prisa y los propios cristianos nos escandalizamos y aumentamos su difusión. Pero no tenemos esa misma agilidad para dar a conocer todo lo bueno que hace la Iglesia, en todas partes.
-¿Suficiente para compensar todo lo negativo?
-¡Es una labor inmensa y eficaz! Pero silenciosa y silenciada. Que sea silenciosa es muy bueno. Que sea silenciada no lo es. Así lo pide Jesús: "Vosotros sois la luz del mundo. No se enciende una luz para ocultarse debajo de la cama. Brille vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre Dios." Eso queremos hacer: poner bien alta y visible la luz que emana de tantas actividades que los cristianos desarrollamos, por iniciativa del Espíritu Santo.
-¿La Iglesia "vende mal" (o "vende poco") todo lo que hace en las llamadas "periferias"?
-No diría que lo vende mal, sino que simplemente no lo vende. Así me lo dijo un amigo, sin fe: "La Iglesia tiene el mejor producto, pero un pésimo departamento de comunicación". Los cristianos no tenemos motivo para sacar pecho, ni para ostentar virtudes. No somos mejores que nadie. Pero sí podemos y debemos dar gloria a Dios, reconociendo que toda la eficacia en nuestra vida y de las obras de evangelización viene de la fuerza de Dios. Podemos y debemos contar las maravillas que hace el Señor en nuestra vida, cuando nos fiamos de Él. Toda la eficacia viene del Cielo... ¡y es justo que lo anunciemos!
-¿No es caer en la autocomplacencia?
-Al contar lo que hace la Iglesia, la conclusión nunca es "¡qué buenos somos, qué bien lo hacemos, que venga Dios a aplaudirnos y a darnos el Cielo como premio por nuestros méritos!" La conclusión es otra: "¡El Todopoderoso ha hecho obras grandes en nosotros y a través de nosotros! ¡Venid a adorarle!"
-En numerosos reportajes usted ha conocido todos esos lugares. ¿Qué ha visto, que nos quiere transmitir con ¡Hagan lío!?
-No me he encontrado con ningún teórico del amor, ni con teóricos de la fe. No he dado con opinadores, estudiosos o analistas sino con personas que se han lanzado a la acción, por fe y amor. En la acción encarnada de la Iglesia cualquiera va a encontrar una concentración de todo aquello que deseamos para nuestra vida: alegría, sentido, servicio, generosidad y eficacia. Estas iniciativas no son sólo bonitas. Son eficaces, aportan resultados concretos que mejoran la vida de las personas.
-Usted siempre está llamando a la acción...
-Los cristianos podemos quedarnos a las puertas de la vida real de la Iglesia, observando de lejos, opinando, criticando... o podemos meternos de lleno a vivir la fe con acciones concretas de servicio, junto a otras personas. Todo cambia cuando pasamos de la teoría a la práctica. Todo cobra sentido, incluso en las situaciones de mayor sufrimiento. Eso es lo que he conocido y lo que queremos mostrar: una Iglesia viva, servicial, alegre, sacrificada, humilde, que se expande gracias a la confianza plena en la fuerza de Dios, no por la fuerza de las personas. Una Iglesia llena de gente pequeña, frágil, débil, en quienes Dios se luce. Una Iglesia que enamora.
-¿Qué necesitan ahora para dar a conocer estas realidades? ¿Cuál será su dinámica de trabajo?
-Lo primero que necesitamos es, naturalmente, disponer del presupuesto necesario para producir la serie. Por eso hemos lanzado una campaña de "crowdfunding" o financiación popular para que cualquier persona pueda sumarse al proyecto, no como espectadora, sino como protagonista. Por ahora se han sumado mil trescientas personas, que han aportado el 60% del presupuesto. ¡Sólo queda el 40% y este proyecto se convertirá en una realidad! Además, a los donantes les invitamos a participar en la decisión sobre los contenidos, votando sobre los candidatos que nosotros proponemos, o presentando otras iniciativas que desconocemos. Gracias a este trabajo en equipo, nos está llegando información abundante sobre tantas labores que la Iglesia despliega por el mundo que merecen la pena ser contadas.
-¿Por qué ha incorporado a Carlota Valenzuela a este proyecto?
-Carlota encarna a la perfección el espíritu de esta serie. Carlota ha salido de su zona de confort, como todos los liantes de esta serie, movida por un impulso de fe y amor a Jesucristo. Carlota no es una teórica de la fe, sino que la vive y la comparte con los demás, con transparencia y sencillez, sin ostentación y sin secretismo. Y en Carlota se manifiesta de modo patente el fruto más claro de una vida de fe: la alegría. Carlota es muy simpática y alegre, tiene el carácter sencillo de los niños y nadie comunica mejor que quien mantiene esa frescura original.
El vídeo de Juan Manuel Cotelo (Premio ReL 2022) y Carlota Valenzuela para el 'crowdfunding' de '¡Hagan lío!'
-En eso ambos se parecen: una permanente sonrisa, siempre apelando a lo bueno para hacerlo mejor...
-¡Gracias por el piropo! Aunque no siempre es permanente, en mi caso. Lo que pasa es que procuro no salir en la foto, cuando tengo un mal día. Ojalá pueda decirse de todos los cristianos que compartimos la sonrisa, la llamada a hacer las cosas bien y al optimismo.
-¿Incluso cuando todo pinta bastante negro?
-Diría que "todo pintaba bastante negro" hasta que Jesús vino a la tierra. La Encarnación cambia de color el pasado, el presente y el futuro. La luz destaca ahora en medio de la oscuridad. Los cristianos hemos conocido esa luz y nos dejamos guiar por ella. Y esa luz es tan fuerte y clara, que de modo natural la deseamos mostrar a quien aún no la haya conocido y no encuentre sentido a la vida. Sin esa luz, realmente la vida es un escenario cruel y absurdo, donde lo único que importa es la supervivencia durante lo poco que dura esto. Sin embargo, la noticia de que somos amados incondicionalmente por nuestro Padre Dios, de que somos perdonados, esperados, deseados... lo cambia todo, para bien. Y lejos de ser un cuento de hadas, podemos experimentar en la práctica que cuando aplicamos el modelo de vida al que nos invita Jesús en el Evangelio, ¡la felicidad del Cielo comienza ya a experimentarse en la tierra, incluso en medio de cualquier sufrimiento! Esta es la gran noticia: que Jesús es realmente Salvador, su presencia es eficaz, funciona.
-En Infinito+1 no terminan ustedes una idea y ya están pensando en la siguiente...
-Es cierto. En cuanto terminamos con una producción, nos lanzamos a por la siguiente. ¡Porque está todo por hacer, hay tantas historias que contar! La acción de Dios en el mundo, hoy, da para un sinfín de relatos, porque además es fácil encontrar a sus protagonistas, que brillan con una luz que destaca sobre tanta oscuridad, en todas partes.
-¿Qué formatos mantienen abiertos actualmente?
-Ahora mismo estamos produciendo la serie Catefitness, con la que buscamos en el deporte lecciones aplicables a la vida espiritual. Es un formato supuestamente para jóvenes, pero que está ayudando a personas de cualquier edad, por lo que nos escriben. También producimos las entrevistas de Katakumba Exit, con personas que viven su fe sin esconderla, en los más diferentes ambientes sociales y profesionales. Y estamos con dos proyectos de largometrajes de ficción y con esta serie de documentales titulada ¡Hagan lío! No tenemos tiempo para aburrirnos. Quien quiera dedicarse a la evangelización a través del cine o de cualquier formato audiovisual, va a encontrar miles de historias que nadie ha contado y que son maravillosas.
-¿Va calando en los católicos que es bueno que existan estas iniciativas audiovisuales y que hay que contribuir a ellas?
-Hemos percibido un cambio de actitud muy positiva, en pocos años. De la mentalidad cómoda del pirateo y la pasividad, a la implicación personal en la evangelización a través del cine, por parte de tantas personas que han dado el paso de ser protagonistas activos, no sólo espectadores pasivos. Gracias a estas personas, que nosotros llamamos "locomotoras", no sólo hemos podido producir ya cinco largometrajes y varios formatos online, sino que son ellas mismas quienes las han promovido muy activamente en las redes sociales, cuando ha llegado el momento de estrenarlas.
-Una movilización que se hacía esperar...
-Aún queda mucho que mejorar en esta implicación de todos los bautizados en la evangelización, pero está claro que hoy los laicos nos movemos con más libertad e iniciativa que hace unos pocos años. Hay países como Estados Unidos o Alemania, en donde está muy arraigada la implicación de los laicos en la financiación de las tareas de evangelización. En España crece el número de personas que se implican, también con su dinero, en esta misión. Sin esas personas, ¿cómo lo haríamos? ¿Alguien espera que los gobiernos que atacan los fundamentos de la fe, sean quienes financien la evangelización? ¿O las televisiones que programan tantos programas nocivos para las familias? ¿O esperamos que sea el Vaticano o los obispos quienes financien la producción de cine evangelizador? No seamos ingenuos. Si esperamos que lo hagan los grandes, nunca sucederá. La evangelización es misión para todos los pequeños que quieran sumarse. Sólo a base de sumar voluntades y aportaciones pequeñas, podemos lograr grandes objetivos.
-¿Cuánto falta para alcanzar el objetivo fijado para ¡Hagan lío!?
-En este momento faltan unos 70.000 euros y aún quedan diez días de campaña. Tenemos confianza plena en que este proyecto va a salir adelante, gracias a tantas personas que van a sumarse a este lío con sus donaciones. No hay marcha atrás.