Los retiros de Emaús alivian la sequía en Alemania: muchos descubren «lo viva que puede ser la fe»
Dos jóvenes participantes en un fin de semana de Emaús expresan su entusiasmo tras el impacto de la experiencia sobre su fe.
El “fin de semana de Emaús” es una iniciativa organizada por laicos con el objetivo de renovar la fe en las parroquias: desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la noche, los participantes se retiran a un lugar apartado de sus obligaciones cotidianas para reflexionar sobre la fe. El nombre proviene del relato evangélico de San Lucas (24, 13-35): tras la muerte de Jesús, dos de sus discípulos recorren, desconsolados por la pérdida de su Maestro, el camino que unía Jerusalén con la pequeña aldea de Emaús. Jesús se les une en el camino, pero no le reconocen hasta llegar al poblado al atardecer. Allí se abren sus ojos.
Los retiros de Emaús comenzaron en Miami en 1978 y se extendieron pronto a otros países, desde toda América hasta China y varios países europeos; con especial auge en España, donde están consolidados desde hace años.
En Alemania, Emaús comenzó en 2019. Hablamos en Berlín con Jörg Höwer, uno de los organizadores laicos, sobre la implantación de estos retiros en este país.
“En Alemania –narra Jörg– comenzamos con el fin de semana en 2019, poco antes del confinamiento del covid. Lo hicimos al servicio de la parroquia de St. Clemens de Berlín. Esta parroquia tiene una casa de retiros dentro de la ciudad, St. Elisabeth. Sin embargo, hace algún tiempo la cubierta de la iglesia de St. Elisabeth (filial de St. Clemens) sufrió daños y tuvieron que trasladar la Misa dominical a la casa parroquial, con lo que nosotros tuvimos que buscar otro emplazamiento. Lo encontramos en la Fazenda da Esperança, un movimiento pastoral procedente de Brasil y establecido en Alemania desde 1998, destinado a la rehabilitación de drogadictos y otros jóvenes marginados. Cerca de Nauen, una pequeña ciudad a unos 30 kilómetros de Berlín hay una Fazenda, que cuenta con una casa de huéspedes. Allí encontramos las condiciones ideales para el fin de semana de Emaús”.
La Fazenda da Esperança de Neuen, cerca de Berlín, acoge los fines de semana de Emaús en Alemania.
Mientras que, según Jörg, “en España ya se ha superado la masa crítica”, en otras ciudades europeas como Oslo, Londres, Viena y también Berlín, se está comenzando. “Recientemente ha tenido lugar el séptimo fin de semana para hombres. También se han celebrado seis para mujeres. Por supuesto, no tienen tanta participación como la acostumbrada en España. Aquí participan unos 20 siervos y entre 15 y 22 caminantes; en total, unas 200 personas han acudido a un fin de semana Emaús en Alemania”.
Respecto de su procedencia, Jörg comenta que aproximadamente la mitad viene de Berlín y la otra mitad de toda Alemania. “Ya hemos tenido fines de semana en los que los berlineses eran minoría”. Lo que tienen en común es que “son buscadores”. Por lo general, conocen personalmente a alguien que ya ha participado en un fin de semana: “Un espectro es el de los que dicen: ‘No tengo nada que ver con la iglesia, pero Dios me interesa’; en el otro extremo están las personas que ya tienen fe, pero sienten que les falta algo y acuden porque un amigo o un conocido se lo ha recomendado”.
“Estratégicamente, por así decir, el fin de semana de las mujeres tiene lugar entre cuatro y seis semanas antes que el de los hombres. De este modo, aproximadamente el 20% de los asistentes viene por recomendación de su mujer: ‘No sé lo que me espera aquí, pero mi mujer me dijo que sería bueno para mí’. Entre los que están alejados de la fe se producen auténticas conversiones; para los otros, supone una reafirmación y un fuerte impulso en su vida espiritual”.
Jörg Höwer explica por qué se guarda reserva sobre ciertos detalles de los Retiros de Emaús.
Finalmente preguntamos a Jörg si, al venir de fuera de Alemania, el “fin de semana de Emaús” se ve como algo extraño a la cultura y la espiritualidad alemanas. “A nosotros nos llegó desde España; pero actualmente no sólo los organizadores, sino también los siervos –aquellos que han participado ya en una ocasión como “caminantes” y ahora ayudan a los noveles– son alemanes. Para muchos alemanes, es sorprendente lo viva que puede ser la fe. El alemán tiende a tener una piedad ‘teológica’, discursiva, mientras que el fin de semana de Emaús se dirige no tanto al intelecto como al corazón”.
Jörg también resalta un aspecto importante: “No revelamos el programa exacto. Esto nos crea alguna dificultad cuando queremos extenderlo a otras parroquias, ya que el consejo parroquial siempre pregunta: ‘¿En qué consiste exactamente, qué programa tiene?’ Naturalmente que hay un programa, un plan para cada día, pero les decimos que todo el mundo tiene ‘derecho a la primera vez’. Hay un cierto elemento de sorpresa al no revelar el contenido exacto. La apertura y la curiosidad son importantes. El Espíritu Santo actúa sobre esta curiosidad. Si hablo demasiado del proceso concreto, el caminante ya no está en situación de participante, sino también de observador. Esto es como inmunizarse contra el Espíritu Santo, que ya no puede actuar del mismo modo. Para dejarle actuar, tengo que dar el primer paso. Por supuesto que una agenda apretada; pero los caminantes no la conocen. Esto lo hacemos de manera deliberada; precisamente por eso es tan importante que la gente venga por recomendación personal”.
Fuente: Religión en Libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario