En aquel tiempo, Jesús, al acercarse a Jerusalén y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita».
«¡Si (...) tú conocieras en este día el mensaje de paz!»
Rev. D. Blas RUIZ i López
(Ascó, Tarragona, España)
Hoy, la imagen que nos presenta el Evangelio es la de un Jesús que «lloró» (Lc 19,41) por la suerte de la ciudad escogida, que no ha reconocido la presencia de su Salvador. Conociendo las noticias que se han dado en los últimos tiempos, nos resultaría fácil aplicar esta lamentación a la ciudad que es —a la vez— santa y fuente de divisiones.
Pero mirando más allá, podemos identificar esta Jerusalén con el pueblo escogido, que es la Iglesia, y —por extensión— con el mundo en el que ésta ha de llevar a término su misión. Si así lo hacemos, nos encontraremos con una comunidad que, aunque ha alcanzado cimas altísimas en el campo de la tecnología y de la ciencia, gime y llora, porque vive rodeada por el egoísmo de sus miembros, porque ha levantado a su alrededor los muros de la violencia y del desorden moral, porque lanza por los suelos a sus hijos, arrastrándolos con las cadenas de un individualismo deshumanizante. En definitiva, lo que nos encontraremos es un pueblo que no ha sabido reconocer el Dios que la visitaba (cf. Lc 19,44).
Sin embargo, nosotros los cristianos, no podemos quedarnos en la pura lamentación, no hemos de ser profetas de desventuras, sino hombres de esperanza. Conocemos el final de la historia, sabemos que Cristo ha hecho caer los muros y ha roto las cadenas: las lágrimas que derrama en este Evangelio prefiguran la sangre con la cual nos ha salvado.
De hecho, Jesús está presente en su Iglesia, especialmente a través de aquellos más necesitados. Hemos de advertir esta presencia para entender la ternura que Cristo tiene por nosotros: es tan excelso su amor, nos dice san Ambrosio, que Él se ha hecho pequeño y humilde para que lleguemos a ser grandes; Él se ha dejado atar entre pañales como un niño para que nosotros seamos liberados de los lazos del pecado; Él se ha dejado clavar en la cruz para que nosotros seamos contados entre las estrellas del cielo... Por eso, hemos de dar gracias a Dios, y descubrir presente en medio de nosotros a aquel que nos visita y nos redime.
Un Católicos y Vida Pública en Madrid en noviembre sobre la esperanza: «El mal no prevalecerá»
María San Gil y José Masip presentan el Congreso Católicos y Vida Pública de 2025, se celebra del 14 al 16 de noviembre
La Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU han presentado ya ante la prensa la 27ª edición del Congreso Católicos y Vida Pública, en un acto en el que participaron los codirectores del Congreso, el vicepresidente de la ACdP, José Masip, y la vicesecretaria general de la ACdP, María San Gil.
Tendrá lugar del 14 al 16 de noviembre en la Universidad CEU San Pablo (Julián Romea, 23. Madrid) bajo el lema ‘Tú, Esperanza’. Este año, el cartel es una viñeta del dibujante JM Nieto, popular por su sección "Fe de ratas" en ABC, con un foco de luz sobre un personaje que lleva su cruz al cuello.
Sobre el lema "Tú, esperanza", Masip detalló que ese "tú" quizá "puede ser Dios, o el prójimo". Recordó que Benedicto XVI distinguía entre una esperanza más cercana y humana, "que ayuda en el día a día" y otra más grande, que es Dios, y que fundamenta la anterior. También recordó que el Papa Francisco decía que "la solución al cansancio no es pararse a descansar sino ponerse en marcha, precisamente como peregrinos de esperanza".
Entre los invitados al Congreso de este año están: Pep Borrell (popular consejero sobre asuntos familiares), Kevin Roberts (de la Heritage Foundation, más influyente que nunca en EEUU), el analista argentino Agustín Laje y los populares sacerdotes de la catequesis online Red de Redes (FJ Bronchalo, Jesús Silva y Antonio María Domenech).
Durante muchos años, en el Católicos y Vida Pública los políticos de distintos partidos acudían a sus mesas redondas, debatían entre ellos y también con el público. Desde hace un tiempo (coincide con la mayor presencia de Vox en las instituciones españolas) esto no es así, y los políticos que acuden ya no son españoles. Sí acuden analistas y filósofos que suelen ser críticos con políticos de todo el arco parlamentario.
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Masip explicó que el Congreso Católicos y Vida Pública "no puede ser un foro político, es un foro de encuentro con todos los movimientos católicos". Efectivamente, habrá una mesa redonda con representantes de movimientos, algo que ya se dio el año pasado.
Y los políticos pueden venir... entre el público. La ACdP, explicó Masip a ReL, continúa su vocación de "formar hombres para la vida pública", pero "eso no incluye solo la política", comentó.
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Masip también expresó el deseo de llegar más a los jóvenes, para los que se ofrecen actividades en la tarde del sábado. "Hoy muchos jóvenes se ven desalentados, sin un foco. La oscuridad del corazón, si no se llena con Dios, se llena con otras cosas dañinas como la droga o el alcohol", advirtió.
El manifiesto: la esperanza que requiere a Dios
En las últimas ediciones del Católicos y Vida Pública, el manifiesto del congreso se publica antes del congreso, marcando unas líneas para la reflexión. Antes, el manifiesto se elaboraba después del congreso, recogiendo ideas planteadas durante él.
Este año, el manifiesto se centra en la virtud de la esperanza.
"Occidente sigue acrecentando el desorden y España continúa caminando hacia la ruptura contradiciendo nuestra historia y el espíritu de reconciliación de la transición", advierte el texto.
"Sin verdades absolutas, de espaldas a Dios y normalizando su abandono en la vida pública, seguiremos en caída libre hacia el abismo". Y se insiste: "Se ha sepultado la fe con exageración".
El Manifiesto recuerda una enseñanza del filósofo Fabrice Hadjadj en la pasada edición, animando a que la actitud cristiana sea "siempre propositiva, con iniciativa, iluminando y haciendo venir al mundo lo que no es de este mundo".
"Las palabras con las que arrancó el nuevo Papa -el mal no prevalecerá- nos confirman y acrecientan en esta virtud. [...] Cuanta más oscuridad veamos en nuestro entorno, nuestra pequeña luz debe brillar aún más, convencidos de que atraerá a los otros hacia ella", añade el texto.
"Sin la virtud cristiana de la esperanza, que descansa en las promesas de Dios, dejamos de ser los portadores de la luz que tanto necesita el mundo de hoy".
Y finaliza proclamando: "Amor y unidad, esta base es sobre la que este congreso Católicos y Vida Pública se presenta ante la sociedad española con el deseo de que esta palabra de esperanza pueda ser el inicio de una renovación espiritual y salvífica de España y del mundo".
Las inscripciones para esta edición ya están abiertas a todos los interesados en https://www.congreso.ceu.es .
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En aquel tiempo, Jesús estaba cerca de Jerusalén y añadió una parábola, pues los que le acompañaban creían que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. Dijo pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: ‘Negociad hasta que vuelva’. Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: ‘No queremos que ése reine sobre nosotros’.
»Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: ‘Señor, tu mina ha producido diez minas’. Le respondió: ‘¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades’. Vino el segundo y dijo: ‘Tu mina, Señor, ha producido cinco minas’. Dijo a éste: ‘Ponte tú también al mando de cinco ciudades’. Vino el otro y dijo: ‘Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste’. Dícele: ‘Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses’.
»Y dijo a los presentes: ‘Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas’. Dijéronle: ‘Señor, tiene ya diez minas’. ‘Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí’».
Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén.
«Negociad hasta que vuelva»
P. Pere SUÑER i Puig SJ
(Barcelona, España)
Hoy, el Evangelio nos propone la parábola de las minas: una cantidad de dinero que aquel noble repartió entre sus siervos, antes de marchar de viaje. Primero, fijémonos en la ocasión que provoca la parábola de Jesús. Él iba “subiendo” a Jerusalén, donde le esperaba la pasión y la consiguiente resurrección. Los discípulos «creían que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro» (Lc 19,11). Es en estas circunstancias cuando Jesús propone esta parábola. Con ella, Jesús nos enseña que hemos de hacer rendir los dones y cualidades que Él nos ha dado, mejor dicho, que nos ha dejado a cada uno. No son “nuestros” de manera que podamos hacer con ellos lo que queramos. Él nos los ha dejado para que los hagamos rendir. Quienes han hecho rendir las minas —más o menos— son alabados y premiados por su Señor. Es el siervo perezoso, que guardó el dinero en un pañuelo sin hacerlo rendir, el que es reprendido y condenado.
El cristiano, pues, ha de esperar —¡claro está!— el regreso de su Señor, Jesús. Pero con dos condiciones, si se quiere que el encuentro sea amistoso. La primera es que aleje la curiosidad malsana de querer saber la hora de la solemne y victoriosa vuelta del Señor. Vendrá, dice en otro lugar, cuando menos lo pensemos. ¡Fuera, por tanto, especulaciones sobre esto! Esperamos con esperanza, pero en una espera confiada sin malsana curiosidad. La segunda es que no perdamos el tiempo. La espera del encuentro y del final gozoso no puede ser excusa para no tomarnos en serio el momento presente. Precisamente, porque la alegría y el gozo del encuentro final será tanto mejor cuanto mayor sea la aportación que cada uno haya hecho por la causa del reino en la vida presente.
No falta, tampoco aquí, la grave advertencia de Jesús a los que se rebelan contra Él: «Aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí» (Lc 19,27)
El Católicos y Vida Pública con Laje, Fundación Heritage y Pep Borrell: 14 al 16 de noviembre
Maía San Gil y José Masip presentando el 27º Congreso Católicos y Vida Pública en San Pablo CEU en Madrid
El polemista argentino Agustín Laje y la influyente y veterana Fundación Heritage, representada por Kevin Roberts, son algunas de las figuras relevantes del 27º Congreso Católicos y Vida Pública (CCyVP) que tiene lugar en Madrid entre el 14 y 16 de noviembre con el tema central «Tú, esperanza».
Roberts, presidente de Heritage, inaugurará el congreso con la conferencia Iluminando: recuperar la cristiandad con fervor y sin complejos.
José Masip, codirector del CCyVP, explicó en una presentación a la prensa que la Fundación Heritage «responde a los valores propios» de la convocante Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Resaltó la proximidad de Roberts con el fundador de Turning Point Charlie Kirk, quien se dedicaba «a ir de universidad en universidad hablando y dialogando con la gente en libertad», quien fue asesinado el pasado 10 de septiembre.
María San Gil y José Masip presentan el Congreso Católicos y Vida Pública de 2025, se celebra del 14 al 16 de noviembre
Un Católicos y Vida Pública en Madrid en noviembre sobre la esperanza: «El mal no prevalecerá»
Agustín Laje, por su parte, es fundador y presidente de la Fundación Libres, y hablará en Madrid de El asedio de la familia. Masip lo presentó como 'influencer católico' que denuncia al marxismo cultural. "Las formas son las que son, pero los principios son lo que importa", matizó Masip. Laje es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Católica de Córdoba (Argentina) y magíster en Filosofía por la Universidad de Navarra (España).
También hablará el venezolano Lorent Saleh, opositor del régimen chavista que recibió el Premio Sajarov 2017. Su ponencia de clausura se titula Templanza y Esperanza: el arte de ser libres. Arrestado por el régimen venezolano en 2014, pasó 4 años en distintas cárceles, incluyendo las terribles prisiones de El Helicoide y La Tumba, donde sufrió torturas físicas y psicológicas. En 2018 fue exiliado a España, donde vive en la actualidad.
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Otra de las ponentes es Sophia Kuby, directora de Relaciones Estratégicas y Capacitación de ADF International (una plataforma legal de defensa de las libertades, especialmente la religiosa), quien desarrollará el tema Esperanza activa: transformar la vida pública.
En España es más popular Pep Borrell, odontólogo que en redes y con libros ha hablado mucho sobre el amor humano en clave cristiana (y de sentido común). Su ponencia se titula Esperanza en enamorarse como Dios manda, y va en la línea de sus libros Bailar en la cocina o Novios 100%.
Adicionalmente, el CCyVP incluirá dos mesas redondas sobre movimientos de laicos y el diálogo entre ciencia y fe, mientras que los sacerdotes del espacio Red de Redes, Jesús Silva, Francisco «Patxi» Bronchalo y Antonio María Domenech, sostendrán un encuentro intergeneracional con la misionera digital Carla Restoy.
Las inscripciones para el Católicos y Vida Pública siguen abiertas en https://www.congreso.ceu.es .
María San Gil, durante una reciente entrevista de Alfonso Rojo.
San Gil: «No podemos dejar pasar la más mínima ocasión de defender aquello en lo que creemos»
Desayuno nacional de oración el martes
Como antesala a este evento, la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), promotora del Congreso Católicos y Vida Pública celebrará el martes 11 por segundo año consecutivo un Desayuno Nacional de Oración (inspirado en los desayunos de oración que celebran en EEUU los presidentes norteamericanos).
El presidente de la ACdP, Alfonso Bullón de Mendoza, explicó que, además de contar con la presencia del arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, quien también presidirá la Misa de clausura del congreso, ofrecerán su testimonio Erwan de la Villéon, ex CEO de Puy du Fou en España y Carmen Cordón, hija del empresario secuestrado por el grupo terrorista comunista GRAPO, Publio Cordón.
El discurso del Papa dejó claro a los políticos católicos que su fe tienen que ser relevante en su acción pública.
En aquel tiempo, habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa». Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador». Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo». Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido».
«El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido»
Rev. D. Enric RIBAS i Baciana
(Barcelona, España)
Hoy, Zaqueo soy yo. Este personaje era rico y jefe de publicanos; yo tengo más de lo que necesito y quizás muchas veces actúo como un publicano y me olvido de Cristo. Jesús, entre la multitud, busca a Zaqueo; hoy, en medio de este mundo, me busca a mí precisamente: «Baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa» (Lc 19,5).
Zaqueo desea ver a Jesús; no lo conseguirá si no se esfuerza y sube al árbol. ¡Quisiera yo ver tantas veces la acción de Dios!, pero no sé si verdaderamente estoy dispuesto a hacer el ridículo obrando como Zaqueo. La disposición del jefe de publicanos de Jericó es necesaria para que Jesús pueda actuar; y, si no se apremia, quizás pierda la única oportunidad de ser tocado por Dios y, así, ser salvado. Quizás yo he tenido muchas ocasiones de encontrarme con Jesús y quizás ya va siendo hora de ser valiente, de salir de casa, de encontrarme con Él y de invitarle a entrar en mi interior, para que Él pueda decir también de mí: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido» (Lc 19,9-10).
Zaqueo deja entrar a Jesús en su casa y en su corazón, aunque no se sienta muy digno de tal visita. En él, la conversión es total: empieza con la renuncia a la ambición de riquezas, continúa con el propósito de compartir sus bienes y acaba con la resolución de hacer justicia, corrigiendo los pecados que ha cometido. Quizás Jesús me está pidiendo algo similar desde hace tiempo, pero yo no quiero escucharle y hago oídos sordos; necesito convertirme.
Decía san Máximo: «Nada hay más querido y agradable a Dios como que los hombres se conviertan a Él con un arrepentimiento sincero». Que Él me ayude hoy a hacerlo realidad.
«Un amanecer, Dios me encontró, sin aviso»: Carmen Cordón asombra en el Desayuno de Oración del CEU
Carmen Cordón, empresaria, hija del secuestrado Publio Cordón, comunicadora, cuenta cómo Dios la sorprendió y transformó
Este martes se ha celebrado en un pabellón temporal de la Universidad San Pablo CEU el Segundo Desayuno de Oración, encuentro inspirado en los Desayunos de Oración que convocan los presidentes de EEUU (y no sólo ellos). El Nuncio Bernardito Aúza, que los conoció en EEUU, fue el impulsor del primer Desayuno de Oración en 2024 en el CEU. Ahora Aúza ya no está en España, y el nuevo Nuncio aún no ha llegado, pero el encargado de negocios de la Nunciatura, el sacerdote y diplomático polaco Roman Walczak lo representó con una meditación sobre la parábola de la luz y la sal del mundo.
"Vosotros sois la sal de la tierra, pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? Solo sirve para tirarla. No se puede ocultar la ciudad en lo alto de un monte", leyó del Evangelio. Recordó que la sal sirve "para evitar la corrupción" (resuena distinto si se liga a la "vida pública") y añadió que los discípulos deben ser un referente "como esa ciudad en la noche iluminada en lo alto". También citó el libro de la Sabiduría qué dice que por la mañana "el justo se dirige al Señor su Creador; si el Señor lo quiere, se llenará de espíritu de inteligencia".
De todas las personas que tomaron la palabra en esta cita, la que sorprendió más fue Carmen Cordón Muro, antigua alumna del CEU, que dirige la cadena hotelera Hidden Hotels. Muchos recuerdan la terrible historia de su padre, Publio Cordón, asesinado por los GRAPO hace 30 años. Carmen leyó su texto, de buen estilo literario. Al principio parecía un ejercicio de estilo, pero en cuanto se centró en el testimonio en sí, capturó a los oyentes.
La sorpresiva experiencia de Dios de Carmen Cordón
"¿Cuánto hay de libre albedrío y cuánto de destino? Mi vida es una pluma al viento", empezó. Recordó que su hermano murió joven y que secuestraron a su padre. El cuerpo sigue sin recuperarse ni localizarse. "Vivimos dolor, impotencia, miedo por la maldad humana. Hubo gobernantes con cortinas de humo", enumeró. Vivió "fracasos personales". La antigua empresa familiar se hundió. Cuando tuvo su hijo, oró a la Virgen María ante un problema, y no escuchó respuesta. Y se apartó de la fe cristiana.
Se volcó en su familia y en el trabajo, "con rigor, esfuerzo". Apoyada en su marido, logró éxito empresarial y social, una empresa pujante. "Tenía dinero, éxito... pero no era feliz. Nada me satisfacía. Leía con avidez teorías cuánticas, filosofía, yoga, meditaciones, hacía silencios. Quería entender esa maldad que nunca entendí. Leí a Francis Collins, el genetista: investigando el ADN, él descubrió a Dios, decía".
Francis Collins, famoso genetista y ensayista que defiende la compatibilidad entre fe y ciencia
Francis Collins, genetista: «¿Existe un Dios, se preocupa por mí? Evité esa pregunta, me incomodaba»
Y sucedió lo inesperado, lo imprevisto: Dios fue quien dio el paso. "Un amanecer, Dios me encontró a mí. Sin aviso, sin mística, sin preparación. Su presencia era más real que nada de lo que me rodeaba", describió. Los asistentes al desayuno oyeron la descripción de una experiencia mística de manual.
"Me sentí abrumada. Me latía el corazón a mil. Su voz resonó en mí. Y solo dijo: 'te quiero'. Y volvió mi mundo del revés. Supe que Él me ha hecho, que soy su obra. Entendí que todas las cosas que me han pasado fueron las cosas exactas y necesarias para que mi vida llegara ahí, que nada escapa de su consciencia. Sentí que yo debía ser pura bondad y atenderle. Cambié. Ya no me distraigo con ruido, con lo superfluo. Busco en cada circunstancia ser quien Él puso en el mundo. Cuando no le atiendo, me siento perdida y angustiada".
Carmen intenta aplicar el mandato de bondad que siente en su empresa y en su quehacer diario. "En su amor, yo descanso. Es amor a raudales, es como una energía nuclear, atómica, que atrae el amor y la simpatía de otros. ¡Soy amada -todos los somos- por El Más Grande! La vida es ahora poesía. Soy una pluma en Su viento".
En abril, Carmen Cordón ya contó algo de esta experiencia ("y lo digo así de claro y tranquilamente") y su transformación en un vídeo que grabó como exalumna del CEU (a partir del minuto 5).
Un testimonio conmovedor
Si el testimonio de Carmen Cordón asombró por la gratuidad con la que actuó Dios y la libertad con la que lo expresó, el testimonio más conmovedor, en su sencillez, fue el de Eric Halverson, empresario californiano, de padres luteranos, pero que acude a una iglesia ortodoxa. Se casó en 2003 con una mujer española del Opus Dei, su hija mayor (estudiante en el CEU) está en el Opus Dei, sus otros dos hijos en la Renovación Carismática Católica.
"Podríamos ganar el premio a la familia más ecuménica de España", bromeó. "Cristo pedía: 'Que todos sean uno'. Yo considero hermano a cualquier bautizado que profese el Credo. Para hacer sal y luz, ¡busquemos la unidad entre cristianos!", exhortó.
Después contó su testimonio reciente. Hace unos meses falleció su mujer, que tenía 53 años. Y un par de meses después, su padre. "Tras la muerte de un ser querido, en la Iglesia Ortodoxa hay tradición de leer los Salmos. Empezamos a leerlos en familia, en voz alta. A veces yo no podía hablar, por el dolor. Mis hijos seguían leyéndolos. En 4 horas nos leímos todos los salmos. Y pasamos de la tristeza profunda a una alegría inexplicable. Nos cambió. Como dice la Palabra: 'Has cambiado mi lamento en baile'".
Recordó también que cuando llegó a España con su familia "queríamos hacer evangelización. Lanzamos el primer Curso Alpha de Madrid con cuatro parejas cristianas y un señor de Jaén que no hablaba nunca. Pero en la última sesión dijo: 'si la fe es verdad, es la cosa más importante que hay que compartir'. Se había convertido. Valía la pena. Cuarenta mil personas harán Alpha este año", detalló.
En la foto, de izquierda a derecha, Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, los empresarios Erwan de la Villeón, Eric Halverson y Carmen Cordón Muro, Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdP, José Cobo, cardenal arzobispo de Madrid, Roman Walczak, encargado de Negocios de la Nunciatura, Georg Habsburg-Lothringen, embajador de Hungría en España, y José Masip, vicepresidente de la ACdP.
Asistentes al II Desayuno de Oración del CEU y la ACdP, el 11 de noviembre de 2025
"Ser francés en España me ayudó a ser desacomplejado"
Erwan de la Villéon, bretón, que hasta este verano ha sido el gran impulsor del parque Puy du Fou en España y el creador de sus espectáculos. Animó a ser valientes en la promoción de la cultura católica y sus raíces en España. "España está tan atada la fe católica que si debilita la fe, se debilita el país, incluso con nacionalismos y divisiones", apuntó.
"La gente tiene sed de entretenimiento con cultura, con raíces. El desarraigo lo desarraiga todos menos la sed de arraigo. En Puy du Fou decimos que queremos que los niños vengan con las camisetas de Pokémon y salgan con la túnica del Cid Campeador. no se construyen catedrales habiendo visto 'Avatar', sino inspirándose en las grandes figuras, como la Reina Isabel o Hernán Cortés. Hay personas que se dedican a destruir estas figuras, una tras otra. Una frase apócrifa de Recaredo dice: '¡A la gesta de Dios quiero corresponder con toda mi fe!' Hay que ser astutos, atrevidos, con un par de... pulmones. Sí, ser francés en España me ayudó a ser más desacomplejado que en Francia", admitió.
Comentó que en ese parque cultural y artístico les regalaron una Virgen, la Virgen del Arrabal. La colocaron en una capilla en Puy du Fou. La gente acude. "Ella ha hecho milagros ya. Nos salvó de un incendio. Y salvó a dos infartados. Si das sitio a la Virgen, Dios actúa... a su ritmo"
La relación entre oración y política
Antes de los testimonios, habló Enrique Ossorio, presidente del parlamento autonómico de Madrid y político del PP. Al presentarlo, Alfonso Bullón de Mendoza, presidente del CEU y la Asociación Católica de Propagandistas, señaló que Ossorio estudió en el CEU, allí conoció a su esposa y ahí estudian sus hijos.
Ossorio buscó la relación entre oración y política: la resumió diciendo que ambas cosas requieren entrega, perseverancia e impulso por el bien común. Añadió que "la democracia liberal no es un eslogan, sino pluralidad, tolerancia y defensa de la dignidad de cada persona".
El Parlamento, dijo, es una herramienta para someter al poder a un control. Cuando hay parlamentarismo, el poder se legitima haciendo rendición de cuentas, y por "el consentimiento". En el debate parlamentario hay que entender que "el otro podría tener razón... pero, por desgracia, es más fácil cerrar filas y seguir consignas".
Dijo que "la libertad es poder hacer lo que uno debe, dentro del marco de la ley y de la propia conciencia. Ni libertad sin orden ni orden sin libertad. Una mayoría no puede anular la dignidad de una minoría", explicitó.
Desde 2024 es presidente de la asociación de presidentes de parlamentos. "Yo insisto allí en que un Parlamento debe defender sus competencias de control al Gobierno, y sus competencias legislativas. Y ha de respetar a los otros poderes. A veces el Poder Ejecutivo y algunos congresos y diputados atacan la independencia del poder judicial. Yo no lo permito en la Asamblea de Madrid, no está para eso".
También dijo que "la agresividad y los insultos broncos en la asamblea se deben evitar. Debería ser ejemplar. La democracia no sobrevive solo con leyes, sobrevive con virtudes. Tocqueville decía que la libertad no se sostiene sin la moral, ni la moral sin la fe". Osorio defendió esa "triple alianza de libertad, moral y fe".
El cardenal Cobo: rezar para escuchar a Dios
El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, cerró el encuentro recordando que los psicólogos dicen que "el que reza sale de sí mismo, y eso crea unos vínculos distintos. El que reza sabe que Alguien nos mira. La oración es provocativa y revolucionaria", afirmó.
Contó con todo detalle y solemnidad el conocidísimo chiste sobre la inundación a la que unos devotos respondían rechazando todas las lanchas que venían a buscarles, diciendo que Dios les salvaría. Cuando se ahogan, van a las puertas celestiales y se lo reprochan a Dios. "¡Pero si os mandé varias barcas!", les responde Dios. La moraleja, dijo, es que Dios escucha pero quizás no como queremos o esperamos.
La oración, sirve, en cualquier caso, para escuchar más a Dios y menos a nosotros mismos. Incluso la bendición de la comida, o de los hijos, en casa, "es un mirar las cosas para mirar a Dios, porque es Dios quien bendice siempre. Bendice a buenos y malos y tiene predilección por los que sufren. El que recibe bendición se convierte en instrumento de bendición para otro. Dios no es Harry Potter, no hace magia, actúa a través de nosotros y cuenta con nosotros", insistió el cardenal al finalizar el evento.
Maía San Gil y José Masip presentando el 27º Congreso Católicos y Vida Pública en San Pablo CEU en Madrid
En aquel tiempo, sucedió que, al acercarse Jesús a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo acercado, le preguntó: «¿Qué quieres que te haga?». Él dijo: «¡Señor, que vea!». Jesús le dijo: «Ve. Tu fe te ha salvado». Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios.
«Tu fe te ha salvado»
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench
(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
Hoy, el ciego Bartimeo (cf. Mc 10,46) nos provee toda una lección de fe, manifestada con franca sencillez ante Cristo. ¡Cuántas veces nos iría bien repetir la misma exclamación de Bartimeo!: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» (Lc 18,37). ¡Es tan provechoso para nuestra alma sentirnos indigentes! El hecho es que lo somos y que, desgraciadamente, pocas veces lo reconocemos de verdad. Y..., claro está: hacemos el ridículo. Así nos lo advierte san Pablo: «¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?» (1Cor 4,7).
A Bartimeo no le da vergüenza sentirse así. En no pocas ocasiones, la sociedad, la cultura de lo que es “políticamente correcto”, querrán hacernos callar: con Bartimeo no lo consiguieron. Él no se “arrugó”. A pesar de que «le increpaban para que se callara, (...) él gritaba mucho más: ‘¡Hijo de David, ten compasión de mí!’» (Lc 18,39). ¡Qué maravilla! Da ganas de decir: —Gracias, Bartimeo, por este ejemplo.
Y vale la pena hacerlo como él, porque Jesús escucha. ¡Y escucha siempre!, por más jaleo que algunos organicen a nuestro alrededor. La confianza sencilla —sin miramientos— de Bartimeo desarma a Jesús y le roba el corazón: «Mandó que se lo trajeran y (...) le preguntó: «¿Qué quieres que te haga?» (Lc 18,40-41). Delante de tanta fe, ¡Jesús no se anda con rodeos! Y... Bartimeo tampoco: «¡Señor, que vea!» (Lc 18,41). Dicho y hecho: «Ve. Tu fe te ha salvado» (Lc 18,42). Resulta que «la fe, si es fuerte, defiende toda la casa» (San Ambrosio), es decir, lo puede todo.
Él lo es todo; Él nos lo da todo. Entonces, ¿qué otra cosa podemos hacer ante Él, sino darle una respuesta de fe? Y esta “respuesta de fe” equivale a “dejarse encontrar” por este Dios que —movido por su afecto de Padre— nos busca desde siempre. Dios no se nos impone, pero pasa frecuentemente muy cerca de nosotros: aprendamos la lección de Bartimeo y... ¡no lo dejemos pasar de largo!