martes, 18 de marzo de 2025

El pescador que ha sobrevivido 95 días en altamar: «Fue gracias a Dios y a la sangre de una tortuga»

 


El pescador que ha sobrevivido 95 días en altamar: «Fue gracias a Dios y a la sangre de una tortuga»

Llegó a pasar 15 días sin acceso a agua potable ni alimentos.YOUTUBE

El pescador peruano Máximo Napa Castro acaba de ser rescatado después de pasar 95 días a la deriva en altamar. De 61 años, el hombre partió el 7 de diciembre de 2024 desde el puerto de San Juan de Marcona, en la región de Ica (Perú), y desde el 18 de diciembre no se sabía nada de él.

Máximo ha vuelto a su ciudad natal en la tarde de este sábado 15 de marzo, y ha sido recibido con una banda de música. El momento más emotivo fue cuando se encontró con su madre y la abrazó en medio de los aplausos de familiares y vecinos. El pescador también agradeció a todas las personas que habían rezado por él este tiempo.

La cucaracha en la boca

Todo comenzó cuando las malas condiciones climáticas, que empeoraron en diciembre y siguieron a comienzos de año, lo llevaron a perder el rumbo de su embarcación. Desde su bote —que bautizó como "Gatón II"— el pescador no lograba ver ni un solo punto de referencia de la tierra. Estaba entregado al oleaje, en plena altamar.



Máximo volvió a casa la tarde de este sábado 15 de marzo.youtube

Napa Castro ha relatado cómo logró mantenerse con vida todo este tiempo. Ante la falta de alimentos, recurrió a consumir insectos. "Gracias Dios mío por darme otra oportunidad. Llevaba 15 días sin comer. Me comí un pájaro, una tortuga... y de todo para sobrevivir. No quería perder a mi familia. No quería morir", señaló el pescador.

"Cuando estaba agonizando, y no me podía ni mover, apareció la tortuga. Puse las manos en el agua, la tortuga se me pegó y la agarré, se giró y la apreté de la patita de atrás con la última fuerza que me quedaba. La tortuga estaba en la cubierta, y no me quedaba otra, le corté la yugular y me tomé su sangre, esto me mantuvo un día más con vida. Cuando me ponía la cucaracha en la boca, quería vomitar, pero no lo hacía, me moría de hambre", añade Máximo.

"Y sobre todo crean en Dios"

Su fe también jugó un papel muy importante."Quiero agradecer a Dios, porque nunca me abandonó. Siempre tuve fe. Me quedaba cinco días sin comer, seis días... y de repente venía la lluvia y decía: 'no voy a morir, porque tengo a mis hijos y a mi madre'. Después, aguanté 15 días sin comer, sin tomar agua. Gracias a Dios y a una tortuga, que me tomé su sangre, estoy aquí, hermanos", dijo Máximo a los medios.



Máximo posando para la foto en su barca "Gatón II".youtube

Napa contó que en el día 95 de su naufragio, y cuando se quedaba casi sin fuerzas, apareció un helicóptero ecuatoriano. Los pilotos solicitaron el apoyo de un buque para que lo rescataran a 388 millas de la costa, frente al puerto de Chimbote (Perú).

Trasladado a un centro médico debido a la falta de hidratación. A la salida, Máximo confesó que quería regresar rápido a casa para volver a ver a sus hijos, pero en especial, a su madre. "Pensaba en mi madre e hijos cuando quería que me mandaran la lluvia", comentó a América Noticias.

Máximo Napa fue encontrado en estado crítico el pasado miércoles 12 de marzo por una embarcación ecuatoriana, a unas 680 millas de la costa de Ecuador. El hombre había pasado 15 días sin acceso a agua potable ni alimentos, dependiendo únicamente de la lluvia y de su ingenio para mantenerse con vida.

Según contó el propio Napa, su travesía había comenzado con provisiones suficientes para unos días, pero, al agotarse, se tuvo que enfrentar a una dura prueba de resistencia. En los últimos 20 días antes de ser rescatado, el pescador recurrió a recolectar agua de lluvia para hidratarse y hasta utilizó la madera de su propio bote para cocinar.

Napa aseguró que su estado era tan crítico que no habría sobrevivido un día más si no hubiera sido rescatado.

La familia de Máximo Napa señaló que el recuerdo de sus seres queridos y su fe en Dios fueron decisivos para que el pescador superara esta experiencia tan dura. Según su hija Inés, su padre se aferró a la esperanza de volver a ver a su familia, lo que le dio fuerzas para resistir las duras condiciones del mar. "Su apoyo fue su familia, acordarse de mi abuela", aseguró.

"Gracias a los hermanos ecuatorianos que rescataron a mi papá. Es una historia increíble. Ha pasado muchas cosas en el mar pero solo nos ha contado una parte. Se estaba rindiendo, ya no le daba las fuerzas. Mi papá se arrodilló cuando el piloto lo vio", explicó su hija.


Fuente: Religión en Libertad


El pescador llegó a Lima horas después de su rescate y protagonizó un emotivo reencuentro con su familia en el Aeropuerto Jorge Chávez de la capital peruana. "Disfruten la vida, hagan feliz a su mamá y sobre todo crean en Dios", dijo al tocar suelo peruano.

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