Proyecto Amor Conyugal explicado por Infinito+1: las miradas de los re-enamorados
José Luis Gadea y su esposa Magüi cuentan su crisis, la acción de la Virgen y el nacimiento de Amor Conyugal
Proyecto Amor Conyugal empezó en 2016 con un retiro al que acudieron parejas y matrimonios muy distintos, pero que resultaron impactados y transformados. Hoy ya se imparte en 45 diócesis españolas y en EEUU, Inglaterra, Uruguay y otros sitios. Es una de esas iniciativas de fe hermosas que "hacen lío" y que Juan Manuel Cotelo e Infinito+1 recogen y difunden en su serie Hagan Lío, en un capítulo de una hora de duración.
En el reciente concilio de cineastas católicos se dijo que "Cotelo nos enseñó, con La Última Cima, que un documental también puede ser emocionante". También este reportaje sobre Amor Conyugal lo es, y emociona con la historia de varios matrimonios transformados a través de estos retiros. Varias veces se habla de las miradas de los re-enamorados, y las cámaras llegan a captarlas en varias ocasiones.
José Luis y Magüi, los que empezaron
Todo empieza con chico conoce chica.
José Luis estaba bailando sevillanas con un amigo, y vio entrar a Magüi (Maria Luisa), y "quedé prendado no, lo siguiente". Atolondrado, incluso se cayó por las escaleras. Tras 4 años de noviazgo a distancia (uno en Málaga, otro en Madrid), se casaron.
Un metraje curioso de cuando Magüi, de Proyecto Amor Conyugal, era una joven pintora, sorprenderá a bastantes espectadores. Y José Luis, músico, tocando un keytar (teclado eléctrico de mano).
Luego llegaron los problemas. Hoy los tienen muy bien medidos y analizados.
Él era duro, ella sensible. Él pensaba que la mejor forma de ayudarla era endurecerla. Él nunca decía "te comprendo" y ella se sentía agobiada. Él era celoso: creía que cuidar la relación era hacerlo todo juntos. Todo parecía un fracaso, pensaba ella. "Me habré equivocado de persona", pensaba Magüi, que llegó a quebrarse incluso físicamente.
Acudieron a psicólogos, a terapeutas. "Nos queríamos querer, pero ya pensábamos que no había solución", recuerdan. Magüi incluso llegó a desear la muerte: "como no hay salida..."
El primer paso fue que Magüi empezó a ir más a la parroquia. Por primera vez allí encontró gente con fe de verdad. "Yo veía en ellos alegría", recuerda. Esa alegría que se veía en los cristianos fue el inicio de la esperanza. Les invitaron a una peregrinación en el santuario de Fátima, en Portugal, y allí, con oración y distintas señales, sintieron la cercanía de la Virgen.
De vuelta a Málaga, a ellos, cristianos apenas avivados, que eran un matrimonio herido, les pidieron impartir un cursillo prematrimonial. El milagro fue que con las enseñanzas de Juan Pablo II sobre Teología del Cuerpo, empezaron a entender la forma en que Dios ve el matrimonio. Eso les fue fortaleciendo y daría origen a Proyecto Amor Conyugal.
Las intuiciones de Amor Conyugal
El documental no menciona apenas a Juan Pablo II o sus textos, y se centra en las ideas que repiten y viven, emocionados, José Luis y Magüi y otros matrimonios. La primera: Dios tiene mucho que decir y hacer en tu familia y en tu amor de pareja; has de vivir el amor matrimonial como Dios ama, amar sirviendo, amar entregándote.
Por ejemplo, muchas chicas se preguntan: ¿qué características debería tener mi futuro marido? En Amor Conyugal lo plantean de otra forma: ¿A qué no estás dispuesto a renunciar por tu cónyuge? Porque el cónyuge es el principal proyecto de Dios para cada casado, y merece todo tipo de renuncias. ¿Tan apegado estás a tal o cual cosa? Estas ideas, que les ayudaron, es lo que predican y contagian hoy.
Nacho y Silvia no tenían grandes problemas, pero Amor Conyugal les mostró mucho más para su matrimonio.
Silvia y Nacho: superar el amor mediocre
Amor Conyugal ha ayudado a parejas que se separaban o amenazadas incluso por la depresión o los pensamientos suicidas.
Pero, ¿y las parejas que creen que les va "bastante bien"? Es el caso de Silvia y Nacho, con "un amor mediocre". "Habíamos bajado el listón", dicen. No se peleaban, tampoco aspiraban a mucho. Tras el retiro, empezaron a aprender el uno del otro, a renunciar a uno mismo y, asombrosamente, a llenarse juntos de amor, vida y alegría. "Tu cónyuge es el lugar concreto donde Dios actúa", dicen.
Marino y Lorena cuentan su testimonio en Amor Conyugal, su cambio de enfoque.
Marino y Lorena: de reclamar enfadados, a entregar agradeciendo
La llegada del primer niño hizo que Marino se sintiera desplazado y solo, y se volcara en sus cosas. Lorena no se sentía ayudada. "No tienen que pasar grandes cosas: bastan cosas pequeñas para que se levante un muro que nos vaya aislando", avisan.
Además, todo en nuestra sociedad premia e invita al individualismo, lo que lleva a las rupturas. Pero la lógica de Dios es lo contrario: negarse a uno mismo, y eso, sorprendentemente, nos une con el otro. Su consejo a los matrimonios: "Que cojan su cruz, que es luchar contra uno mismo, y eso les hará crecer".
"Ojalá hubiéramos hecho el retiro de novios, los problemas que nos hubiéramos ahorrado", reconocen. Y tienen clara una idea teológica que les dijo un niño: "Lo más parecido a Dios es papá y mamá cuando se quieren". De ahí emana todo el bien.
Laicos que evangelizan
El único sacerdote que habla en este documental (aunque se ve brevemente al obispo Jesús Catalá, de Málaga) es Víctor José Morón, quien explica que él se crió en "una familia incompleta, de padres separados". "Hemos visto cosas impresionantes en Amor Conyugal, y eso es muy valioso para un sacerdote", detalla. Valora, sobre todo, que Amor Conyugal no sólo ayuda a las familias, sino que "despierta el carisma misionero de laicos y matrimonios".
María Alba y Álvaro acudieron en plena ruptura y escépticos a un retiro de Amor Conyugal y cuentan su historia
María Alba y Álvaro acudieron en plena ruptura y escépticos a un retiro de Amor Conyugal y cuentan su historia.
María Alba y Álvaro: "nos sonaba a chino, a bucólico"
El último testimonio detallado es el de María Alba y Álvaro. Él la apoyó durante años en una enfermedad y cuando ella mejoró, pensó en irse. Pero acudieron a un retiro, "sin fe ni expectativas, ¿qué iban a poder hacer en un fin de semana?" Escuchaban lo que se decía, "nos sonaba a chino, bucólico; veíamos que se tomaban de la mano y pensábamos 'qué falso'". Pero el retiro les cambió, dejaron de enfocarse en el "yo, mi, me, conmigo" y apostaron por un objetivo: hacer feliz al otro. Empezaron con cosas pequeñas, detalles, momentos para pararse y mirarse, ser agradecidos.
El documental sin duda abrirá esperanzas y reavivará brasas débiles en muchos corazones y parejas y animará a acudir a los retiros de Amor Conyugal.
Fuente: Religión en Libertad
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