miércoles, 1 de enero de 2020

Santa María, Reina de la Paz



SANTA MARÍA, REINA DE LA PAZ

Por Gabriel González del Estal

1.- En este primer día del año 2020 la Iglesia nos invita a los católicos a celebrar la festividad de Santa María, Madre de Dios, y el día internacional de la paz. Socialmente, todos nos sentimos invitados a celebrar, en la calle y en las casas, el día de Año Nuevo. Es bueno que nosotros, los católicos, tengamos presente en este día los tres motivos indicados. Empezando por el primero, pondremos el año bajo la advocación y la protección de Santa María, madre de Dios y madre nuestra. Porque es nuestra madre, queremos escuchar su palabra, y su silencio, e imitar su ejemplo de vida. Ella supo vivir siempre en paz con Dios, con su familia y con sus vecinos, porque se dejó siempre guiar por el amor a Dios y al prójimo, el mandamiento nuevo que nos daría su hijo. Nosotros queremos vivir este año 2020 con mucha paz y, consecuentemente, con mucho amor. Con amor de madre, que es el amor que más dura y que nunca falla. El amor de madre no es un amor exclusivo de las buenas madres, es el amor al que debemos aspirar todas las personas, niños, jóvenes y adultos, hombres y mujeres. Es el amor entendido como don, como regalo generoso, como entrega, como servicio desinteresado y constante. Si vivimos con este amor tendremos paz y sembraremos paz.

2.- Que el Señor se fije en ti y te conceda la paz. Es esta una oración que hacía todo buen israelita, y es una oración y un deseo que debemos hacer hoy nuestro todas las personas de buena voluntad. Queremos que el Señor conceda la paz, su paz, a todos nuestros familiares y amigos, y a todas las personas que quieran recibirla, al mundo entero. Hoy es la jornada mundial de la paz. ¡La paz de Dios! El salmo 84 nos dice que la justicia y la paz se abrazan, se besan. Queremos una paz que sea fruto de la justicia, no una paz impuesta violentamente por la fuerza de las armas o por la fuerza del dinero. No queremos la paz de personas que viven aplastadas por el poder político, o social, o económico. No queremos la paz de los cementerios. Queremos la paz de los cuerpos y de las almas, la paz material y la paz espiritual. Sabemos que esta paz de Dios no la podemos conseguir plenamente mientras vivamos en esta tierra, pero debemos aspirar cada día a acercarnos un poco más a ella. Tampoco la vamos a conseguir con nuestras solas fuerzas humanas, necesitamos la ayuda de Dios. Por eso, vamos a pedirle hoy a Dios que, por intercesión de su madre, Santa María, se fije en nosotros y nos conceda la paz.

3.- ¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS! Seguro que todos y cada uno de nosotros deseamos hoy un feliz año 2020 a familiares, amigos y conocidos. Interiormente se lo deseamos a todo el mundo. Hoy estas palabras “feliz año nuevo” van a ser palabras repetidas y repetidas en todas las principales lenguas del planeta tierra. La felicidad es un anhelo íntimo y supremo que todos llevamos dentro. ¡Qué felices seríamos si todos viviéramos en paz y en armonía! Desear a todos un feliz año nuevo es desear a todos un año lleno de paz y vivido con auténtico amor, con verdadero amor cristiano. Le pedimos a Santa María, Madre de Dios y madre nuestra, que nos conceda a todos un año 2020 lleno de paz y vivido con mucho amor.

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