La Iglesia en la India apoya la campaña por su liberación
Siete cristianos inocentes siguen presos del nacionalismo hindú desde las matanzas de Orissa
Las matanzas de 2008 contra cristianos en Orissa fueron orquestadas por los nacionalistas hindúes para sus objetivos políticos.
El 23 de agosto de 2008 fue asesinado el octogenario monje hindú Swami Laxmanananda Saraswati y los nacionalistas de la India tuvieron la habilidad de hacer recaer la culpa sobre los cristianos, inventando la denominada "conspiración de Kandhamal", con la cual se insultó incluso el Papa. Le siguió una oleada de feroces persecuciones en el estado de Orissa, que causaron la muerte de casi 100 cristianos y la destrucción de 300 iglesias y 6000 casas, forzando a 56.000 fieles a quedarse sin techo.
El distrito de Kandhamal (azul) en el estado de Orissa (rojo), en la India.
Siete cristianos inocentes fueron condenados sin pruebas a cadena perpetua por el asesinato con el que se justificó la oleada de violencia. Hoy, gracias al trabajo de investigación del periodista Anto Akkara, una campaña online pide su liberación, con el apoyo de la Iglesia.
Anto Akkara, ganador del Premio Raoul Follereau, describió el increíble testimonio de los cristianos de Kandhamal en el libro Early Christians of XXI Century [Primeros cristianos del siglo XXI], publicado por el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Recientemente ofreció desde Kochi (Kerala, India) una síntesis de los hechos en La Nuova Bussola Quotidiana que por su interés reproducimos a continuación:
Anto Akkara cubre desde 1990 información desde el sur de Asia para medios como The Times of India, y se han recogido reportajes suyos en The New York Times y The Washington Post.
Siete cristianos inocentes, presos de fanáticos hindúes
Cuando puse pie en las remotas junglas de Kandhamal, en el estado de Orissa (India oriental), con mi instinto periodístico siguiendo la violencia anti-cristiana orquestada a principios de agosto de 2008, no tenía ni idea de que me estuviese aventurando en un viaje que cambiaría mi vida. Una década después, el pasado 17 de enero, tuve el privilegio de acudir al sínodo de la Iglesia siro-malabarar para la proyección ante los obispos de Niraparadhikal Thadavarayilante [Inocentes encarcelados], doblaje en lengua malayalam de mi documental sobre la estafa de Kandhamal y la distorsión de la justicia. Este honor siguió a la proyección el 12 de enero de dicho documental en Kozhikode por parte del conocido activista social Swami Agnivesh.
Anto Akkara, a la izquierda, junto a Swami Agnivesh durante la reciente proyección de su documental en Kozhikode.
El documental original en lengua inglesa, Innocents imprisoned, fue proyectado en el Constitution Club de Nueva Delhi el 2 de agosto de 2018, en el décimo aniversario de Kandhamal. Ahora está disponible en inglés, hindi, odia y malayalam en la página Release 7 Innocents, una campaña online que llevo a cabo en favor de la liberación de los siete cristianos inocentes de Kandhamal, que se pudren en prisión a causa del nacionalismo hindú.
Este documental es la presentación visual de hechos sorprendentes que muestran la insólita conspiración nacionalista hindú que hay detrás de la persecución de Kandhamal contra los cristianos, la peor de los tiempos modernos. La conspiración fue urdida por los principales líderes nacionalistas hindúes con la intención de arrastrar en ella también al Papa, a Europa y a Estados Unidos junto a Sonia Gandhi, jefa de hecho del gobierno indio como presidenta de la coalición liderada entonces por su partido, insistiendo en su pasado católico italiano.
¿Qué pasó en Kandhamal?
La noche del 23 de agosto de 2008, día de la fiesta hindú de Janmashtami, Swami Laxmanananda Saraswati, de 81 años, [un monje de religión hindú; el término sánscrito swami se pone delante del nombre para señalar a un maestro espiritual] fue asesinado en su ermita en Kandhamal.
El asesinato de Laxmanananda Saraswati desencadenó una enloquecida cadena de acontecimientos.
Antes incluso de que amaneciera, los preparativos estaban listos para el cortejo fúnebre que, en un recorrido en zigzag, recorrió la jungla durante dos días llamando a la venganza contra los cristianos. Afirmando que el homicidio del líder hindú había sido una conspiración cristiana, declararon que el cristianismo quedaba expulsado de Kandhamal.
Algunos valientes cristianos rechazaron renegar de su fe incluso bajo amenaza de muerte, y miles de cristianos huyeron a la jungla para escapar de la deshonra de ser obligados a renunciar a su fe en las ceremonias de reconversión organizadas por los nacionalistas hindúes. Las masas, guiadas por los nacionalistas hindúes, apresaron a los cristianos más "rebeldes" y los quemaron vivos o cortaron en pedazos. Casi 100 cristianos fueron asesinados, 300 iglesias y 6.000 casas fueron violentamente saqueadas y 56.000 cristianos se quedaron sin techo.
¿Por qué mataron a Swami?
"La verdadera intención de Europa, de Estados Unidos, del Papa y de Sonia Ghandi es transformar toda la región en una tierra cristiana independiente. Dios me ha mandado desde el Himalaya y hemos detenido ese objetivo. El motivo de su campaña era la expulsión de los swami y crear una nueva tierra cristiana. Mientras viva no os permitiré hacerlo": el Swami Laxmanananda se jactó así, años antes de su asesinato, ante un grupo de medios de comunicación amigos del "azafrán" [color emblemático del nacionalismo hindú].
Esta declaración fue citada como prueba en el documental La agonía de Kandhamal, producido por la sospechosa India Foundation, que planificó el encubrimiento sobre Kandhamal. La afirmación del swami fue repetida desde el primer día, como un papagayo, en las declaraciones "azafrán" sobre el asesinato. Dado que el swami había citado incluso al Papa y a Sonia Ghandi como personas que le consideraban una amenaza para la cristianización de Kandhamal, fue fácil difundir el bulo de que los cristianos le habían matado.
Por eso encargaron el asesinato los nacionalistas hindúes, quienes, cuando los cristianos de Kandhamal fueron tratados de manera violenta, maquinaron para insinuar que el lobby cristiano internacional guiado por el Papa habría obligado a Sonia Gandhi (de origen italiano católico), como presidenta de la coalición de gobierno (liderada por el Partido del Congreso que ella dirigía), a destituir al gobierno de la Orissa en el cual el partido nacionalista hindú BJP era, en aquel momento, un socio de la coalición. Esto habría allanado el camino a los nacionalistas hindúes para las elecciones de 2009, demostrando su acusación propagandistica de que Sonia era la "Papa ki Beti" ("la hija del Papa", cuyo objetivo era cristianizar la India). Pero las agencias de inteligencia intuyeron esta extravagante conspiración y el gobierno federal no "pisó" la mina de Kandhamal. Así lo confirman en ambientes de la ONU.
Inocentes en la cárcel
Puesto que los nacionalistas hindúes habían afirmado que el homicidio del Swami –utilizado para desencadenar el derramamiento de sangre en Kandhamal– había sido una conspiración cristiana, los cristianos tenían que ser encarcelados. Pocas horas después del homicidio, cuatro cristianos, incluido un chico analfabeto de 13 años, fueron apresados por nacionalistas hindúes, golpeados y llevados a la policía. No fue la policía, sino Pravin Togadia, un conocido líder nacionalista hindú, quien hizo públicos los nombres de estos "cristianos asesinos". Fue así como engañaron a la nación sobre la "conspiración cristiana". Al ser incapaz la Policía de conseguir pruebas contra el "primer grupo de asesinos", que habían estado detenidos durante 40 días, los dejaron en libertad después de que hicieran la siguiente declaración: "Debido al miedo, nos refugiamos en una comisaría de policía".
Después, el equipo de investigación arrestó al "segundo grupo de asesinos", siete cristianos inocentes, a saber: Bhaskar Sunamajhi, Bijay Kumar Sanseth, Budhadeb Nayak, Durjo Sunamajhi, Gornath Chalenseth, Munda Badamajhi, Sanatan Badamajhi, seis de ellos analfabetos y uno, Munda, con problemas mentales. El día en que las acusaciones se presentaron al tribunal, Togadia llegó incluso a decir que "el Papa tendría que disculparse con los hindúes".
Durante los cuatro años que duró el proceso, no se presentó ante el tribunal casi ninguna prueba digna de mención. Esto llevó al juez Biranchi N. Mishra a cuestionar la acusación "por la cual los inocentes" estaban detenidos. En 2013, el juez fue trasladado antes de emitir el veredicto y el tribunal se cerró. La impactante sentencia, que condenaba a cadena perpetua a los 7 acusados, la dictó repentinamente, en octubre de 2013, un tercer juez que acaba de ser nombrado, justo después de que se pidiera que se llevara a cabo una investigación federal sobre Kandhamal como consecuencia de la publicación de mi libro Kandhamal Craves for Justice [Kandhamal desea justicia], en el quinto aniversario.
Convencido de que detrás había un gran fraude, indagué más a fondo y llegué hasta las casas de los inocentes en la remota jungla. Me quedé asombrado cuando vi que incluso sus vecinos hindúes se preguntaban cómo el sistema judicial había condenar a sus vecinos inocentes, y me manifestaron su voluntad de ser testigos para demostrar su inocencia.
El encubrimiento y la conspiración
Mientras seguía la conmovedora historia de los siete cristianos inocentes procesados por el sensacional homicidio, me "topé" con el gigantesco fraude de los documentos "donados" por Ram Madhav, el entonces portavoz de RSS (Rashtriya Swayamsevak Sangh), fuente y núcleo del nacionalismo hindú, unido en el poder con el BJP. El conjunto de productos secretos "azafrán" que Madhav regaló -incauta o arrogantemente- al jefe de la Iglesia católica de Kerala durante una visita en 2012 hizo saltar la tapadera del fraude de Kandhamal.
Entre los documentos encontrados bajo el estandarte de la India Foundation había un DVD titulado La agonia de Kandhamal en el que encontré la presuntuosa afirmación del Swami -que habla incluso del Papa como su enemigo- que es la base de la conspiración de Kandhamal. De manera similar, el libro Harvest of hate, Kandhamal in crossfire [Cosecha de odio, fuego cruzado en Kandhamal] del antropólogo Michael Parker, que vive en Seattle, fue publicado por la India Foundation en 2009. El voluminoso libro contenía una "nota del editor" del director de la India Foundation, Nirmala Sitharaman, actualmente ministro de Defensa de la India. En su presentación de Harvest of Hate, Sitharaman presentaba al autor como "nacido en la India", mientras que el perfil al final del libro declaraba que Parker ¡había nacido en los Estados Unidos!
Increíblemente, ni siquiera la Comisión Nacional por los Derechos Humanos (NHRC) emitió comunicado alguno sobre Kandhamal en una década, mientras que sus informes de investigación sobre la violencia parecían comunicados de prensa de los nacionalistas hindúes.
Después de haber revelado las contradicciones y los absurdos en el veredicto de la condena, hice un acuerdo secreto con las mujeres analfabetas de los cristianos inocentes en Nueva Delhi y el 3 de marzo de 2016 lancé Release 7 Innocents, la campaña online para la liberación de los inocentes. Cada firma genera cuatro mensajes de email instantáneos al jefe de la justicia de India, al presidente de la India, a la Comisión nacional por los derechos humanos y al Tribunal Supremo de Orissa, pidiendo la liberación de los siete cristianos inocentes. La campaña ha recogido hasta ahora 73.000 apoyos online.
A esta campaña le ha seguido la publicación del libro de investigación, que ha tenido una gran resonancia nacional, Who killed Swami Laxmanananda? [¿Quién mato al Swami Laxmanananda?] en mayo de 2016, posteriormente actualizado. El libro, que recoge los hechos alarmantes que descubrí por casualidad o que desenterré durante los 27 difíciles viajes a Kandhamal y a otros lugares en busca de la verdad y de la justicia para Kandhamal, ha conseguido muchos título en los medios de comunicación de Odia, que declaran que "el pueblo ha sido engañado" con la teoría de la conspiración cristiana. En el décimo aniversario de Kandhamal, el valiente portal de noticias The Wire publicó una entrevista que me hizo para la ocasión y que tuvo más de 1,6 millones de visitas: Diez años de revueltas en Kandhamal, "siete inocentes han sido condenados", afirma Anto Akkara.
La Iglesia apoya la campaña
Gracias a mis repetidos viajes al distrito remoto de Kandhamal, a unos 220-350 kilómetros al suroeste de la capital de Orissa (Bhubaneswar), y a otros lugares de la India, he podido desentrañar el nudo de Kandhamal.
Un par de días después de haber lanzado la campaña Release 7 Innocents, me invitaron a hablar en la Asamblea nacional de los casi 200 obispos católicos de la India. En marzo de 2018, estuve de nuevo en la Conferencia episcopal de la India (CBCI) hablando con los obispos y lancé la campaña de oración que había iniciado por la liberación de los siete inocentes.
La última buena noticia es que la Conferencia episcopal de la India ha acogido la campaña por los siete inocentes (iniciada por mí), convocando un gran encuentro entre todos los abogados senior de Nueva Delhi para presionar al Tribunal Supremo de la India. En diciembre de 2018, el Tribunal Supremo de Orissa rechazó por segunda vez sin medios términos las peticiones de libertad provisional de los siete inocentes.
La sorprendente manera con la cual se reveló la perturbadora conspiración nacionalista hindú detrás de Kandhamal -con pruebas asombrosas que caen como maná en el desierto, en mi camino- avalan la certeza evangélica de Lucas 12, 2: "Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse".
Traducido por Elena Faccia Serrano.
Fuente: Religión en Libertad
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