viernes, 18 de enero de 2013

No tengas miedo...Te habla Jesús



NO TENGAS MIEDO




 Querido amigo, hoy quiero hablarte del MIEDO. Sí, has leído bien, del MIEDO. Pero no en el sentido de que te acerques a Dios por miedo o con miedo. La Religión que yo os dejé no es la RELIGIÓN DEL MIEDO. Hay miedo cuando no hay amor, cuando se teme algo. Y se teme algo cuando uno no tiene la conciencia tranquila, o no tiene confianza, o tiene un concepto equivocado de Dios, o de la persona a la que teme acercarse. No voy yo a hablarte de ese MIEDO REVERENCIAL, que alguna vez puede estar justificado cuando falla el amor.  Uno de los dones del Espíritu santo, como sabes, es el SANTO TEMOR DE DIOS. Que no es el miedo a Dios, sino el respeto que el hombre, como criatura, debe tener a su Creador. Hoy se ha perdido en muchísimos el respeto a Dios. Tengo que decirlo con dolor: ni a Mi Padre, ni a Mí, ni al Espíritu Santo se nos tratan siempre con delicadeza, o con educación, o con simple tolerancia… Se habla mucho del respeto a los demás, de la práctica democrática de saber escuchar y valorar la opinión de los demás, la persona del otro, el diálogo pacífico y armónico. Pero esto mismo que pedimos para los demás, y para nosotros mismos, no se vive generalmente con Dios. Se blasfema tranquilamente, se le niega a Dios el derecho a ocupar el centro de la vida, se le margina, se le niega, se convierte en objeto de burla, de risotada burlona cuando algún signo nos habla de su presencia. Hay ambientes y lugares que la palabra Dios está contraindicada, y a los que representan externamente la religión les está prácticamente vetada la presencia si no quieren exponerse a ser el blanco de todas las miradas sarcásticas de la concurrencia. Siento mucho que esto sea así, que se siga repitiendo Mi experiencia de hace dos mil años.

Pero quiero decirte que no tengas MIEDO  dar la cara por Dios Padre, por Mí, por el Espíritu Santo. Si tú, que eres mi amigo, que eres cristiano no estas dispuesto a manifestar la fe que tienes, ¿Quién lo va a hacer? Ya sabes lo que dije una vez, y está recogido en el Evangelios: QUIEN DÉ LA CARA POR MÍ ANTE LOS HOMBRES, YO DARÉ LA CARA POR ÉL ANTE MI PADRE CELESTIAL. PERO QUIEN SE AVERGÜENCE DE MÍI ANTE LOS HOMBRES YO ME AVERGONZARÉ DE ÉL ANTE MI PADRE CELESTIAL.

Amigo, no me interesan para nada los que se esconden para rezar, los que disimulan su fe, los que no van a Misa porque los demás se ríen, o lo hacen a escondidas para que no se burlen de él. Esa actitud no me sirve a Mí para nada. ¿Crees que así vamos a sacar adelante el Reino de Dios? ¿Piensas que así se salvan las almas? Hoy, en estos momentos, la Iglesia, mi Iglesia, el grupo de mis hermanos y amigos, está necesitado de valentía, de audacia, de amor sincero, de coraje para decir a pleno pulmón: YO CREO EN CRISTO. ¡No me dejes solo! ¡No permitas que se rían de Dios! ¿Para qué estáis vosotros? ¿Para qué estás tú? ¡Con que desvergüenza muchos se manifiestan ateos, increyentes, enemigos de la fe! Mientras tanto los creyentes, o los que se dicen creyentes, andáis dudando, criticando, tirando piedras contra nuestro propio tejado, destruyendo la unidad y la comunión de la Iglesia.

¡Por favor! Decídete a demostrar con tu vida que la fe es el mayor don que Os damos después de la vida. Si la vida es sagrada, ¿qué será la fe? ¿Puedo contar contigo? ¡Anda, deja el miedo a un lado y lánzate a la calle a predicar la Verdad con tu testimonio y tu palabra! Yo estoy contigo. No te faltará mi ayuda. Hay que contrarrestar la tremenda invasión de materialismo y paganismo con una siembra masiva de fe sencilla, aunque sea tan pequeña como un grano de mostaza. De ti depende que otros me conozcan. ¿Puedo confiar en ti?

Un abrazo de tu Amigo



 Jesús





Por la trascripción
Juan García Inza


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