sábado, 31 de julio de 2021

Santo Evangelio 31de Julio 2021

  


Texto del Evangelio (Mt 14,1-12): 

En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de la fama de Jesús, y dijo a sus criados: «Ese es Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él fuerzas milagrosas».

Es que Herodes había prendido a Juan, le había encadenado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo. Porque Juan le decía: «No te es lícito tenerla». Y aunque quería matarle, temió a la gente, porque le tenían por profeta.

Mas llegado el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes, que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiese. Ella, instigada por su madre, «dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». Entristecióse el rey, pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó que se le diese, y envió a decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue traída en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre. Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron; y fueron a informar a Jesús.



«Se enteró el tetrarca Herodes de la fama de Jesús»


Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy, la liturgia nos invita a contemplar una injusticia: la muerte de Juan Bautista; y, a la vez, descubrir en la Palabra de Dios la necesidad de un testimonio claro y concreto de nuestra fe para llenar de esperanza el mundo.

Os invito a centrar nuestra reflexión en el personaje del tetrarca Herodes. Realmente, para nosotros, es un contratestigo pero nos ayudará a destacar algunos aspectos importantes para nuestro testimonio de fe en medio del mundo. «Se enteró el tetrarca Herodes de la fama de Jesús» (Mt 14,1). Esta afirmación remarca una actitud aparentemente correcta, pero poco sincera. Es la realidad que hoy podemos encontrar en muchas personas y, quizás también en nosotros. Mucha gente ha oído hablar de Jesús, pero, ¿quién es Él realmente?, ¿qué implicación personal nos une a Él?

En primer lugar, es necesario dar una respuesta correcta; la del tetrarca Herodes no pasa de ser una vaga información: «Ese es Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos» (Mt 14,2). De cierto que echamos en falta la afirmación de Pedro ante la pregunta de Jesús: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro le respondió: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo’» (Mt 16,15-16). Y esta afirmación no deja lugar para el miedo o la indiferencia, sino que abre la puerta a un testimonio fundamentado en el Evangelio de la esperanza. Así lo definía San Juan Pablo II en su Exhortación apostólica La Iglesia en Europa: «Con toda la Iglesia, invito a mis hermanos y hermanas en la fe a abrirse constante y confiadamente a Cristo y a dejarse renovar por Él, anunciando con el vigor de la paz y el amor a todas las personas de buena voluntad que, quién encuentra al Señor conoce la Verdad, descubre la Vida y reconoce el Camino que conduce a ella».

Que, hoy sábado, la Virgen María, la Madre de la esperanza, nos ayude a descubrir realmente a Jesús y a dar un buen testimonio de Él a nuestros hermanos.


The Chosen -gratis, en una app- hace historia recaudando 12 millones de dólares... Jesús en tu móvil

 


The Chosen -gratis, en una app- hace historia recaudando 12 millones de dólares... Jesús en tu móvil

Una escena de The Chosen, teleserie sobre Jesús y sus apóstoles, fiel a la Biblia, accesible gratis por una app, que va por su segunda temporada

The Chosen (Los Elegidos) es una serie-web sobre Jesucristo y sus apóstoles, que pretende llegar a tener siete temporadas y ya se ha convertido en un fenómeno en la historia de la comunicación.

Para empezar, es el proyecto televisivo o mediático que ha logrado recaudar más dinero mediante crowfunding, es decir, pequeños donativos voluntarios por parte de multitudes. Según señala Christianity Today, su primera temporada recaudó 10 millones de dólares, y la segunda temporada logró que 125.000 personas aportaran pequeños donativos voluntarios por valor de hasta 12 millones de dólares.

Es un récord absoluto para una serie que se ofrece gratis en una app y en redes y que se alimenta de esos donativos. Ningún otro proyecto lo ha conseguido en nuestro mundo, un mundo cada vez más dominado por el streaming online de pago por suscripción.


El resultado es que con 2 temporadas ya accesibles en su app, cuenta con 194 millones de visionados. En la premiere de la segunda temporada (hace unos meses, el domingo de Pascua) se conectaron 750.000 personas. Y ahora podrá accederse a ella también en la plataforma Peacok de la NBC. Hay una versión en español latino "común" y también versiones subtituladas.

El director, Dallas Jenkins, es cristiano evangélico, productor y co-guionista. Hay asesores religiosos protestantes y católicos para intentar que sea un producto adecuado a ambas sensibilidades.

Gran protagonista, buen guion, personajes creíbles

Los puntos fuertes de la serie son: el buen trabajo del actor católico Jonathan Roumie como un Jesús cercano y creíble; el guion inteligente que muestra la vida de los apóstoles, su día a día, y como van cambiando (algo que en una película no da tiempo de detallar, pero sí en una serie que quiere tener 7 temporadas) y la fidelidad al texto bíblico, añadiendo solo elementos creativos en aquello que no comenta la Biblia.


Luke Burgis comenta en Christianity Today que el gran éxito del guion radica en que los apóstoles y amigos de Jesús empiezan atrapados por deseos pequeños, cotidianos, como un hámster en su rueda que gira. Pero al conocer a Jesús, al tratarlo, empiezan a cambiar, empiezan a desear algo más, y llegará el momento en que desearán lo que Jesús desee, es decir, el Reino de Dios y la salvación para cada alma.

Un primer ejemplo se ve en en capítulo 1 de la primera temporada. María Magdalena está poseída por demonios la mayor parte del tiempo; en los ratos que es ella misma, sólo aspira a beber y olvidar. Pero Jesús la liberará y transformará: aprenderá a ser generosa, amar, servir a los demás, estudiar las Escrituras. "Yo era de una forma y ahora soy completamente distinta, y lo que pasó en medio fue Él", dirá.

Dos sacerdotes franciscanos comentan escenas de The Chosen (en inglés, subtítulos en español)


Faltan bastantes capítulos para la Pasión, pero ya los espectadores entienden que las semillas de transformación que Jesús planta, darán sus frutos máximos en su momento, en la Resurrección y después, en la plenitud del Espíritu Santo.

Lo sobrenatural en lo cotidiano... pero hay que mostrar lo cotidiano

Otra fuerza del guion es que la vida cotidiana es cotidiana de verdad y creíble, y por eso cuando sucede algo sobrenatural es inesperado e impactante y en un contexto muy concreto. Por ejemplo, cuando Jesús convierte el agua en vino en las bodas de Caná, salva a la familia anfitriona -de la novia, humilde- de quedar mal ante la familia del novio, mucho más rica. Y Mateo, el publicano, se nos presenta como alguien con algún nivel de autismo o narcisismo, rechazado por eso por el pueblo, lo cual le llevó a elegir una profesión despreciada e impura.

José M. García Pelegrín, en Aceprensa, detallaba que "el guion muestra especial maestría en la fusión de pasajes evangélicos literales con añadidos de ficción. Con todo, ha de rellenar ciertas “lagunas” en relación con el carácter de algunos personajes conocidos –bien conseguido en el caso de Simón Pedro, de Nicodemo o de María Magdalena; menos logrado en el de Mateo y especialmente en el de la Virgen María–. O incluso dar vida a personajes de los que apenas se habla en los Evangelios, como es el caso de Salomé y Zebedeo, los padres de Juan y Santiago; y principalmente de la mujer de Pedro, a quien se da el significativo nombre de Edén y que es una de las figuras más interesantes de esta primera temporada".


Chris DeVille, escribiendo en la sección de Cultura de The Atlantic, proclama: "aceptadlo de un crítico cristiano con aversión al entretenimiento cristiano, este espectáculo es bueno".

DeVille alaba, como otros, al actor Jonathan Roumie, que muestra a Jesús "como alguien con quien querrías irte por ahí, que proyecta una divinidad grave con acentos de calor amigable. Bromea y baila en las fiestas". Es alguien con quien te puedes relacionar, no alguien al que no te puedes aproximar. Roumie, por su parte, ya declaró (aquí lo recogía ReL) lo difícil que resulta interpretar a Jesucristo.

Parece que al público cristiano le han gustado estas dos temporadas y va a seguir financiando las siguientes. Los guionistas y actores han encontrado sus voces y tramas y el producto va a mantener el nivel o mejorarlo.

Su mayor limitación: no les interesa a los alejados

¿Cuál es el principal límite de The Chosen? Como señala DeVille, no ha conseguido salir de los círculos cristianos. Puede que en alguna parroquia usen fragmentos en encuentros de evangelización, o que algún cristiano use algún capítulo para suscitar diálogos con gente que no lo es, pero en general no llega al gran público. Para eso, cree DeVille, se necesitan superestrellas, como Mel Gibson o Charlton Heston en su momento. De hecho, pese a ser un milagro de crowfunding y de las series en app, en las revistas y webs del sector se la oculta como si no existiera.

Pero, por otra parte, está abriendo un camino, está demostrando que muchas pequeñas donaciones pueden abrir nuevos espacios de entretenimiento. En España se ha hecho con documentales religiosos y recientemente muchos apoyan la película de tema familiar de Infinito+1, de Juan Manuel Cotelo. Cada vez más, la participación de muchos, con generosidad, permitirá una creatividad que los grandes estudios no estaban dispuestos a apoyar.

Fuente: Religión en Libertad


viernes, 30 de julio de 2021

Santo Evangelio 30 de julio 2021

  


Texto del Evangelio (Mt 13,54-58):

En aquel tiempo, Jesús viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?». Y se escandalizaban a causa de Él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.




«Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio»


Rev. D. Jordi POU i Sabater

(Sant Jordi Desvalls, Girona, España)

Hoy, como ayer, hablar de Dios a quienes nos conocen desde siempre resulta difícil. En el caso de Jesús, san Juan Crisóstomo comenta: «Los de Nazaret se admiran de Él, pero esta admiración no les lleva a creer, sino a sentir envidia, es como si dijeran: ‘¿Por qué Él y no yo?’». Jesús conocía bien a aquellos que en vez de escucharle se escandalizaban de Él. Eran parientes, amigos, vecinos a quienes apreciaba, pero justamente a ellos no les podrá hacer llegar su mensaje de salvación.

Nosotros —que no podemos hacer milagros ni tenemos la santidad de Cristo— no provocaremos envidias (aun cuando en ocasiones pueda suceder si realmente nos esforzamos por vivir cristianamente). Sea como sea, nos encontraremos a menudo, como Jesús, con que aquellos a quienes más amamos o apreciamos son quienes menos nos escuchan. En este sentido, debemos tener presente, también, que se ven más los defectos que las virtudes y que aquellos a quienes hemos tenido a nuestro lado durante años pueden decir interiormente: —Tú que hacías (o haces) esto o aquello, ¿qué me vas a enseñar a mí?

Predicar o hablar de Dios entre la gente de nuestro pueblo o familia es difícil pero necesario. Hace falta decir que Jesús cuando va a su casa está precedido por la fama de sus milagros y de su palabra. Quizás nosotros también necesitaremos, un poco, establecer una cierta fama de santidad fuera (y dentro) de casa antes de “predicar” a los de casa.

San Juan Crisóstomo añade en su comentario: «Fíjate, te lo ruego, en la amabilidad del Maestro: no les castiga por no escucharle, sino que dice con dulzura: ‘Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio’ (Mt 13,57)». Es evidente que Jesús se iría triste de allí, pero continuaría rogando para que su palabra salvadora fuera bien recibida en su pueblo. Y nosotros (que nada habremos de perdonar o pasar por alto), lo mismo tendremos que orar para que la palabra de Jesús llegue a aquellos a quienes amamos, pero que no quieren escucharnos.

«Términos como "Occidente" o "Bizancio" solo tienen como función eliminar la palabra "Cristianismo"»

 


«Términos como "Occidente" o "Bizancio" solo tienen como función eliminar la palabra "Cristianismo"»

Raymond Ibrahim es un experto en la cultura y la historia musulmanas y ha investigado la persistencia de la yihad islámica contra la cristiandad. Foto: captura de una entrevista en Church Militant.

Raymond Ibrahim es cristiano copto. Nacido en Estados Unidos e hijo de inmigrantes egipcios, es un experto en lengua y cultura árabe y musulmana y analista experto en Oriente Medio. Se acaba de publicar la edición francesa de La espada y la cimitarra, que ya fue un bestseller en inglés hace tres años. Con ese motivo le ha entrevistado Arnaud Imatz para La Nef:

-La hostilidad entre el islam y la cristiandad, ¿es un accidente de la historia o se inscribe en la continuidad de la historia islámica?

-Ciertamente, se inscribe en la continuidad. El problema es que los historiadores modernos tienden a dejar de lado el aspecto religioso y centrarse más bien en las identidades nacionales. Sabemos, por ejemplo, que durante siglos un gran número de pueblos "orientales" invadieron, y a veces conquistaron, partes importantes de Europa. Los historiadores modernos dan nombres muy variados a estos pueblos: árabes, moros, bereberes, turcos y tártaros. O también omeyas, abasíes, selyúcidas y otomanos. Lo que estos historiadores modernos omiten es que todos ellos tienen como base la misma lógica y la misma retórica yihadista que grupos terroristas contemporáneos como el Estado Islámico. Ya se trate de árabes (o "sarracenos") como los que invadieron la cristiandad por primera vez en el siglo VII, o de turcos o tártaros como los que aterrorizaron a Europa del Este hasta el siglo XVIII, todos ellos han justificado sus invasiones invocando la enseñanza islámica, a saber: que el "destino" del islam es reinar sobre el mundo entero por medio de la yihad.

»Todos ellos han seguido las órdenes jurídicas clásicas que consisten, sobre todo, en ofrecer a los "infieles" tres posibilidades antes de la batalla: la conversión al islam, la aceptación del estatus de dhimmi y el consiguiente pago del tributo (yizia o jizya) o la muerte. Además, una vez conquistada una región cristiana, inmediatamente destruían o transformaban las iglesias en mezquitas y vendían a todos los cristianos que no habían masacrado, condenándoles a una esclavitud abyecta, a menudo sexual.

»El grado de ignorancia del Occidente contemporáneo es evidente cuando afirma que grupos como el Estado Islámico no se comportan según la enseñanza y la doctrina islámicas. La realidad es que estos grupos, no solo actúan en estricta conformidad con la visión tradicional del mundo del islam -odiar, combatir, asesinar y esclavizar a los infieles-, sino que a menudo imitan intencionadamente a los grandes yihadistas de la historia como Khalid bin al-Walid, el "sable de Alá", de los que Occidente no suele saber nada.


-En su opinión, el término "Occidente" esconde la verdadera historia porque hace creer que las tierras "orientales" y norteafricanas conquistadas por el islam, a saber: Siria, Egipto, Asia Menor, África del norte, no han formado parte realmente de la herencia cristiano-grecolatina. ¿Por qué referirse siempre al Imperio bizantino y nunca al Imperio cristiano-grecolatino?


-Sí, no solo la Europa postcristiana y sus ramificaciones (América, Australia, etc.), no consiguen comprender la verdadera historia del islam, sino que ya no consiguen comprender realmente su propia historia y, en especial, el impacto del islam. Lo que hoy en día llamamos "Occidente" ha sido conocido, y ha estado delimitado, durante siglos por la extensión territorial de su religión (de ahí el término más antiguo e históricamente más exacto de "cristiandad"). Entonces incluía todas las tierras que usted menciona y muchas más, que se habían convertido al cristianismo muchos siglos antes de la llegada del islam y formaban parte de la misma civilización global.

»Después llegó el islam y conquistó con violencia la mayoría de estos territorios, algunos de forma permanente como Oriente Medio, África del Norte, Anatolia; otros de forma temporal como España, los Balcanes, las islas del Mediterráneo. Durante ese tiempo, la mayor parte de Europa se convirtió en el último bastión, y el más temible, de la cristiandad, consiguiendo permanecer invicto, pero siendo constantemente atacado por el islam.

»En este sentido (olvidado), el término "Occidente" se ha convertido en un término irónicamente exacto. Porque Occidente era, de hecho y literalmente, el vestigio más occidental de una civilización mucho más extendida que el islam amputó definitivamente.


Mapa e la expansión del cristianismo en el siglo VI.

Expansión del cristianismo en el siglo VI, antes de Mahoma (570-632). El islam arrancó el cristianismo de todo lo que hoy denominamos Oriente Medio. Mapa: Orthodox Christianity.

»Analicemos ahora lo que llamamos el "Imperio bizantino". En el año 330, el emperador romano Constantino el Grande construyó una nueva capital para el Imperio, a la que llamó "Nueva Roma" (bautizada más tarde, en su honor, Constantinopla). A pesar de que era profundamente cristiana; de que sucedió directamente a la antigua Roma; de que sobrevivió a su caída durante mil años; de que todo el mundo, amigos y enemigos, la llamaban "romana" y que fue el escudo más oriental de la cristiandad contra el islam durante siglos, desde 1857 es conocida por el nombre de "Bizancio", otro neologismo que rompe la continuidad y el significado de la historia y de la herencia del Occidente postcristiano. Estos términos: "Occidente", "Bizancio", etc., solo tienen una función y es eliminar la palabra "cristianismo" de la conciencia de los descendientes de quienes combatieron y murieron por él.

-La batalla de Manzikert, que fue para los turcos lo que la batalla de Yarmuk fue para los árabes, es celebrada como una gran victoria del islam por Erdogan y los dignatarios turcos. A la inversa, los líderes de los países europeos no celebran sus victorias contra el invasor musulmán. ¿Significa esto que el islam combatiente está de vuelta o, al contrario, es representativo del pacifismo y la renuncia de los europeos?

-Sí, ciertamente deberían ser vistos así, porque es precisamente lo que significan estas actitudes. Pero yo diría que para la élite europea la cuestión es peor que simplemente "minimizar" las victorias de sus antepasados contra el islam. Porque algunos las condenan activamente.

»Es el caso de un número cada vez mayor de españoles con la Reconquista -siglos de guerra para liberar a España del islam-, para los que representa solo una fuente de vergüenza, un recuerdo de la "intolerancia" y el "retraso" de sus antepasados, sobre todo con respecto a los musulmanes de al-Andalus, supuestamente "tolerantes" y "avanzados". En realidad, la vergüenza que estas élites sienten respecto a sus antepasados y los halagos que, al contrario, dirigen a sus enemigos revelan un grado de adoctrinamiento en una "historia" que está en las antípodas de la realidad.

-La doctrina de la taqiyya, que define tradicionalmente el modo como funciona el islam bajo un poder no musulmán, ¿ha sido superada o sigue siendo actual?

-La taqiyya [disimulación], que permite a los musulmanes engañar a los no musulmanes haciéndoles creer, por ejemplo, que renuncian a la yihad, es decir, que apostatarían del islam y se convertirían al cristianismo, sigue siendo actual. Como ha escrito Sami Nassib Makarem, la más grande autoridad en materia de taqiyya, en su fundamental libro de 2004, Al-Taqiyya fi'l Islam [La taqiyya en el islam]: "La taqiyya tiene una relevancia fundamental en el islam. Todas las sectas islámicas se adhieren a ella y la practican... Podemos incluso decir que la práctica de la taqiyya es habitual en el islam, y las pocas sectas que no la practican, se separan de la corriente dominante...". Y añade, y nosotros subrayamos: "La taqiyya está muy difundida en la política islámica, sobre todo en época moderna".

-Actualmente, el sentimiento de solidaridad cristiana ha desparecido, no solo entre los políticos y los gobiernos europeos, sino también, y de manera generalizada, en la opinión pública. ¿Qué pasa entre los musulmanes?

-Sí, esto es especialmente cierto para aquellos que han aprendido la historia. Y el musulmán medio está de lejos mucho más instruido en la historia del islam que el europeo medio en su propia historia. Peor aún, como hemos dicho antes, los europeos tienden a ser "educados" -es decir, adoctrinados- en falsas historias, concebidas para demonizar su pasado y su herencia, blanqueando el pasado y la herencia de los demás, en este caso, los musulmanes. 

»La yihad contra los infieles forma parte integrante del islam, es algo que está documentado y validado por todas partes: en y por el Corán, los hadices (y la Sunna) y el consenso de la Umma. Ningún religioso musulmán, pasado o presente, que tenga autoridad, lo ha negado jamás, salvo, claro está, cuándo se expresa delante de auditorios de infieles y practica la taqiyya.

-Los musulmanes "militantes", "extremistas" o "islamistas", ¿son fieles al islam, o lo secuestran para satisfacer sus intereses políticos personales?

-Lo importante es saber que no hay prácticamente nada que esos diferentes tipos de musulmanes hagan que no forme parte de su religión y su herencia. Por ejemplo, todas las depravaciones que comete el Estado islámico -someter, vender y comprar "esclavos sexuales" infieles; decapitar, crucificar e incluso quemar vivos a los infieles; destruir o transformar las iglesias en mezquitas- han sido cometidas innumerables veces a lo largo de los siglos por los musulmanes, siempre en nombre de la yihad. Además, estas depravaciones son definidas como "permitidas" por la ley islámica. ¿Cómo podemos, entonces, calificar a estos musulmanes de "militantes" y "extremistas"? ¿No sería más lógico calificar al islam de "militante" y "extremista"?



Ediciones inglesa y francesa de La espada y la cimitarra.

En "La espada y la cimitarra", publicado en inglés y en francés, Raymond Ibrahim analiza los catorce siglos de combates de la cristiandad contra los persistentes ataques musulmanes, unos victoriosos, otros no, pero que consiguieron mantener Europa a salvo: Yarmuk (636), Guadalete (711), Poitiers-Tours (732), Manzikert (1071), Hattin (1187), Las Navas de Tolosa (1212), Koulikovo (1380), Constantinopla (1453), Malta (1565), Lepanto (1571), Viena (1683)...

El argumento según el cual estos tipos de musulmanes actúan así porque "secuestran al islam en aras de sus intereses políticos personales" no es pertinente. En realidad, desde el principio, empezado por Mahoma mismo, el islam siempre ha sido utilizado -y sin duda "concebido"- por intereses políticos. Recordemos aquí un solo y claro ejemplo: tras proclamar que Alá autorizó a los musulmanes a tener cuatro esposas y un número ilimitado de concubinas (Corán 4, 3), Mahoma declaró más tarde que Alá le había hecho una nueva revelación (Corán 33, 50-52), en la que le ofrecía solo a él una dispensa para acostarse y casarse con tantas mujeres como él quisiera, lo que hizo que su prometida Aïcha le dijera: "Siento que tu Señor te concede rápidamente tus deseos" (recogido en Sahih Bukhari 6: 60: 311).


-Mientras que la comunitarización de la sociedad francesa es ya un hecho, si no aceptado, al menos ampliamente debatido, las élites francesas apuestan desde hace más de cincuenta años por la aparición de un "nuevo islam, modernizado, reformado, abierto, contextualizado, secularizado, democratizado", compatible con el modelo occidental, que permita marginar a la "pequeña minoría fundamentalista que es el caldo de cultivo del terrorismo islamista". ¿Es posible un islam así?

-Un islam así, "occidentalizado", si llega a ver la luz del día, tendría necesariamente tan poco que ver con el islam auténtico que sería intelectualmente deshonesto asociarlo al "islam"; incluso llamarlo así. Lo importante es que las enseñanzas fundamentales del islam han sido promulgadas por un árabe del siglo VII, que pensaba y actuaba como precisamente se puede esperar que actúe y piense un árabe del siglo VII, es decir, de manera draconiana e incluso bárbara.

»Las enseñanzas del islam -que incluyen el odio y, cuando se considera oportuno, la guerra contra los infieles, el ostracismo o el asesinato de los apóstatas, la sumisión de las minorías religiosas y una miríada de medidas misóginas-, no pertenecen, por naturaleza, a un islam "modernizado, reformado, abierto, contextualizado, secularizado, democratizado". En resumen, la sharia, ese conjunto sagrado de enseñanzas islámicas, es por definición no solo "incompatible con el modelo occidental", sino que es su antítesis.

»Es evidente que esto no quiere decir que los musulmanes no puedan ser laicos, reformados, etc. Se trata solo de decir que, si lo son -y mejor para ellos-, es porque ignoran las enseñanzas del islam. Para el islam, conformarse al modelo occidental es transformarse en algo completamente irreconocible.

Traducción de Helena Faccia Serrano.

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 29 de julio de 2021

Santo Evangelio 29 de julio 2021

  


Texto del Evangelio (Lc 10,38-42):

 En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».



«Te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy, también nosotros —atareados como vamos a veces por muchas cosas— hemos de escuchar cómo el Señor nos recuerda que «hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola» (Lc 10,42): el amor, la santidad. Es el punto de mira, el horizonte que no hemos de perder nunca de vista en medio de nuestras ocupaciones cotidianas.

Porque “ocupados” lo estaremos si obedecemos a la indicación del Creador: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla» (Gn 1,28). ¡La tierra!, ¡el mundo!: he aquí nuestro lugar de encuentro con el Señor. «No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno» (Jn 17,15). Sí, el mundo es “altar” para nosotros y para nuestra entrega a Dios y a los otros.

Somos del mundo, pero no hemos de ser mundanos. Bien al contrario, estamos llamados a ser —en bella expresión de san Juan Pablo II— “sacerdotes de la creación”, “sacerdotes” de nuestro mundo, de un mundo que amamos apasionadamente.

He aquí la cuestión: el mundo y la santidad; el tráfico diario y la única cosa necesaria. No son dos realidades opuestas: hemos de procurar la confluencia de ambas. Y esta confluencia se ha de producir —en primer lugar y sobre todo— en nuestro corazón, que es donde se pueden unir cielo y tierra. Porque en el corazón humano es donde puede nacer el diálogo entre el Creador y la criatura.

Es necesaria, por tanto, la oración. «El nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del “hacer por hacer”. Tenemos que resistir a esta tentación, buscando “ser” antes que “hacer”. Recordemos a este respecto el reproche de Jesús a Marta: ‘Tú te afanas y te preocupas por muchas cosas y sin embargo sólo una es necesaria’ (Lc 10,41-42)» (San Juan Pablo II).

No hay oposición entre el ser y el hacer, pero sí que hay un orden de prioridad, de precedencia: «María ha elegido la parte buena, que no le será quitada» (Lc 10,42).


Donde no hay curas, allí están ellas: las monjas todoterreno que bautizan, casan y entierran

 


Donde no hay curas, allí están ellas: las monjas todoterreno que bautizan, casan y entierran

Las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima, congregación fundada en Perú en 1961, sirven en los lugares donde no hay sacerdote

Mientras algunos teorizan sobre el papel hipotético que podrían tener unas "diaconisas", en América Latina y en países con gran escasez de sacerdotes y distancias enormes hay religiosas que sostienen a sus comunidades de fe en lugares remotos y mal comunicados con todo tipo de servicios litúrgicos y sociales.

Un caso que tiene específicamente este carisma es el de las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima (www.mjvv.org), congregación fundada en Perú por el obispo misionero alemán Federico Kaiser Depel y la Madre Willibrordis en 1961, ambos formados en los misioneros del Sagrado Corazón.

Kaiser, nombrado obispo de Caravelí en 1957, vio que tenía a su cargo un territorio de 30.000 kilómetros cuadrados para pastorear con 10 sacerdotes y ninguna religiosa. Ahí nació la conciencia de cambiar las cosas.

Las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima explican su misión en su web.

"Los lugares y regiones sin sacerdote residente son el campo exclusivo de nuestro apostolado. Allí la gente se queja: 'Somos los olvidados'. Un sacerdote ambulante llega a esos lugares tal vez anualmente. Hemos hallado un pueblo donde las personas más ancianas nunca habían visto un sacerdote. Cuando un niño tenía 3 ó 5 años, su papá lo llevaba a caballo al otro lado de las cumbres andinas para hacerlo bautizar".

Vídeo de 4 min., sin palabras, con ejemplos de todo tipo de transportes para llegara  lugares remotos



"En cada centro misional estamos un grupo de 6 a 8 religiosas. Luchamos más que nada contra la ignorancia y el pecado. Son ellos los enemigos más funestos de la humanidad. Deseamos aliviar el abandono de nuestros fieles y mitigar su hambre de Dios, ofreciéndoles atención religiosa lo mejor que podamos. Bien sabemos que no podemos sustituir al sacerdote, pero le preparamos el camino".


Religiosas Misioneras de Jesús Verbo y Víctima cruzando un río en un puente precario

Mil cosas por hacer, también en liturgia

La web de las religiosas expone una lista de sus tareas:

- Enseñar las verdades religiosas.

- Administrar bautismos.

- Celebrar la Liturgia de la Palabra.

- Repartir la Sagrada Comunión.

- Asistir en la celebración de matrimonios.

- Atender enfermos y moribundos.

- Asistir a velorios y dirigir entierros.

- Formar y guiar catequistas.

- Tener a cargo los libros Parroquiales y extender las respectivas partidas, etc.

Pero ellas dejan claro que lo que desean es que las zonas donde sirven tengan su propio sacerdote residente para poder ellas ir a otro lugar. "El abandono sólo se supera con un sacerdote residente. Mientras no lo haya, nosotras nos encargamos de la atención pastoral de la zona que se nos encomienda".

Caminos sin asfaltar

La prensa argentina ha recogido algunos aspectos del servicio de estas misioneras en la diócesis de Santiago del Estero, la más pobre de Argentina, del tamaño casi de Castilla-La Mancha y con unos 70 sacerdotes para atender una población muy dispersa.

Ellas atienden un territorio del noroeste de la diócesis llamado La Candelaria, con una parroquia y 14 capillas. No solo tienen funciones litúrgicas o catequéticas, sino que llevan alimentos, medicamentos, agua y ayuda de todo tipo a los más necesitados, recorriendo infinitos kilómetros casi siempre sin asfaltar. Ellas suelen decir que cuando acaba el asfalto empieza su territorio.

Una misionera de Jesús Verbo y Víctima con unos niños en una zona montañosa



En 2015 se les estropeó su camioneta, pero varios donantes colaboraron en volver a proporcionarles vehículo. A muchos otros sitios van en monturas animales, o bicicleta, o a pie.

Muchas de estas religiosas son enfermeras universitarias especializadas en obstetricia y odontología y ayudan con los primeros auxilios en caso de urgencias médicas.

A menudo ellas son las que trasladan los enfermos al hospital más cercano, que suele ser en la capital provincial, a 270 kilómetros, los primeros 50 en pistas de tierra.


Aunque las misioneras agradecen y potencian todas las vocaciones con formación en medicina, a nivel espiritual su formación básica implica 6 años: un año de postulantado, dos años de noviciado y tres de juniorado.

"Durante este tiempo cumplimos un programa de Teología bíblica, Dogma, Moral, Historia de la Iglesia, Filosofía, Misionología, Liturgia, Nociones de Derecho Canónico. Además, nos preparamos en Pastoral, Catequesis, Oratoria, Doctrina social, Música y la lengua propia de donde trabajamos".

Tienen comunidades en Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y, más recientemente, también en Cuba. 

Las misioneras de Jesús Verbo y Víctima en un breve reportaje de Ayuda a la Iglesia Necesitada



(Publicado originariamente en ReL en mayo de 2016, con actualizaciones en julio de 2021)

miércoles, 28 de julio de 2021

Santo Evangelio 28 de julio 2021

 



 Texto del Evangelio (Mt 13,44-46):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.

»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».



«Vende todo lo que tiene y compra el campo»


Rev. D. Enric CASES i Martín

(Barcelona, España)

Hoy, Mateo pone ante nuestra consideración dos parábolas sobre el Reino de los Cielos. El anuncio del Reino es esencial en la predicación de Jesús y en la esperanza del pueblo elegido. Pero es notorio que la naturaleza de ese Reino no era entendida por la mayoría. No la entendían los sanedritas que le condenaron a muerte, no la entendían Pilatos, ni Herodes, pero tampoco la entendieron en un principio los mismos discípulos. Sólo se encuentra una comprensión como la que Jesús pide en el buen ladrón, clavado junto a Él en la Cruz, cuando le dice: «Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino» (Lc 23,42). Ambos habían sido acusados como malhechores y estaban a punto de morir; pero, por un motivo que desconocemos, el buen ladrón reconoce a Jesús como Rey de un Reino que vendrá después de aquella terrible muerte. Sólo podía ser un Reino espiritual.

Jesús, en su primera predicación, habla del Reino como de un tesoro escondido cuyo hallazgo causa alegría y estimula a la compra del campo para poder gozar de él para siempre: «Por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel» (Mt 13,44). Pero, al mismo tiempo, alcanzar el Reino requiere buscarlo con interés y esfuerzo, hasta el punto de vender todo lo que uno posee: «Al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra» (Mt 13,46). «¿A propósito de qué se dice buscad y quien busca, halla? Arriesgo la idea de que se trata de las perlas y la perla, perla que adquiere el que lo ha dado todo y ha aceptado perderlo todo» (Orígenes).

El Reino es paz, amor, justicia y libertad. Alcanzarlo es, a la vez, don de Dios y responsabilidad humana. Ante la grandeza del don divino constatamos la imperfección e inestabilidad de nuestros esfuerzos, que a veces quedan destruidos por el pecado, las guerras y la malicia que parecen insuperables. No obstante, debemos tener confianza, pues lo que parece imposible para el hombre es posible para Dios.


De joven ateo de familia judía a superior de los jesuitas en Tierra Santa: una monja le hizo pensar

 


De joven ateo de familia judía a superior de los jesuitas en Tierra Santa: una monja le hizo pensar

El sacerdote jesuita David Neuhaus posa con alzacuellos en una iglesia

David Neuhaus, de origen judío, actual superior de los jesuitas en Tierra Santa, describe los tipos de cristianos en la región y el papel de la Iglesia Católica

El sacerdote jesuita David Neuhaus es un observador privilegiado de la complejidad de identidades en Tierra Santa. Nació en Sudáfrica en una familia de judíos alemanes, se hizo católico en Israel a los 28 años, conoció y vivió muy de cerca el día a día de los árabes palestinos. Se formó en teología, filosofía y Escritura en París y Roma y en Jerusalén es profesor de Estudios Bíblicos e Introducción al Judaísmo. Durante años fue el principal pastor de los católicos de lengua hebrea (una minoría dentro de una minoría) y ahora es el superior de los jesuitas en Jerusalén y Belén.

En junio era entrevistado en detalle en inglés en Commonweal Magazine, de donde extractamos su testimonio e itinerario de fe, y sus reflexiones sobre los retos en Tierra Santa.

Familia judía, amigos musulmanes

“Nací en una familia judía alemana que encontró refugio en Sudáfrica durante los años 30″, explica. “La familia se dispersó por todo el mundo, y los que no dejaron Alemania fueron exterminados por los nazis. Esta es una parte muy importante de mi identidad”.

“Nacer en Sudáfrica durante los años horrendos del apartheid y vivir allí mis primeros quince años, me marcó profundamente. Mi familia se oponía con fuerza al régimen y nos educaban en un fuerte sentido de la justicia. Acudí a una escuela privada judía excelente y recibí una buena educación judía y secular. Aprendí hebreo y el amor al idioma y su cultura”.

“Cuando llegué a Jerusalén a los 15 años por primera vez en 1977, hice propósito de entender lo que pasaba allí. Mi primer amigo de por vida fue un árabe palestino musulmán, y este fue mi incentivo para aprender árabe. Su familia se convirtió casi en una familia adoptiva para mí. Con ellos, no sólo aprendí árabe, sino la cultura árabe también. Experimenté el Islam en la tradición religiosa de una familia que era muy tradicional. Eso marcó profundamente mi perspectiva”.

Una anciana monja rusa le llevó al cristianismo

“Sin embargo, a esa misma edad joven, entré en contacto con el cristianismo. Encontré un testimonio radiante de Cristo en la figura de una monja ortodoxa rusa de 89 años, y su testimonio era absolutamente convincente”.

En una entrevista en vídeo con la revista de los jesuitas norteamericanos, America, explicó que aquella religiosa anciana estaba paralizada, muy impedida, pero muy alegre, la persona más feliz que conocía. Él, en ese momento, se consideraba ateo. Le preguntó por qué era tan alegre. Ella le dijo que estaba enamorada y le habló de Jesús. “En su alegría encontré a Jesús por primera vez, y ya no se fue. Aunque había sido ateo antes de este viaje a Jerusalén, regresé convencido de que Dios es real y que tiene un hijo, Jesucristo“, explicaba en esa entrevista.

“Prometí a mis padres que esperaría diez años antes de pedir el bautismo y, cuando lo hice, la Iglesia me pidió esperar y discernir dos años más. Finalmente me bauticé católico en 1988. Después, esperé otros 3 años más para entrar en la Compañía de Jesús”.

“Durante largos años estudié en la Universidad Hebrea, terminando mi tesis en 1991, que trataba de los árabes palestinos que son ciudadanos del Estado de Israel. Tras 8 años en el extranjero para mi formación como jesuita, volví a Jerusalén para enseñar Escritura en instituciones católicas y judías en el 2000, el año que fui ordenado sacerdote“.

“He servido en Jerusalén desde entonces. En 2009, fui nombrado vicario episcopal para los católicos de lengua hebrea y los migrantes en Israel. Serví en ese cargo hasta 2017. Ahora soy el superior de los jesuitas de Tierra Santa. Mantenemos presencia en Jerusalén Occidental (Israel) y en Belén (Palestina)”.



Los 5 tipos de cristianos en Israel y Palestina

El padre Neuhaus explica los tipos de cristianos (de distintas denominaciones y ritos) que hay en Israel y Palestina, según sus circunstancias étnicas o sociológicas.

1. Los cristianos árabes en Palestina

En los territorios palestinos hay unos 50.000 cristianos, y casi todos son árabes palestinos. Sus principales retos, explica, “son los mecanismos de la ocupación israelí que impiden la libertad de movimientos y la libertad para crear una sociedad autónoma, y el reto de ser un número diminuto en una sociedad que es predominantemente musulmana y no siempre sensible al sentir cristiano.

2. Los cristianos árabes ciudadanos de Israel

Son unos 120.000 cristianos de lengua y cultura árabe que viven en territorio israelí y son ciudadanos israelíes. “Aunque pueden votar en las elecciones, sufren discriminación en varios aspectos de la vida cotidiana; como árabes no reciben los mismos sueldos, oportunidades de desarrollo y de empleo que los ciudadanos judíos”, detalla Neuhaus.

3. Los cristianos de lengua hebrea, sociológicamente integrados en la sociedad judía

Son unos 40.000, muchos tienen algún antepasado judío (a menudo ruso, o polaco) y en cualquier caso hacen su vida en lengua hebrea. “No sufren esa discriminación, pero sí una fuerte presión para perder su identidad cristiana y dejarse asimilar en la masa indiferenciada de judíos secularizados”.

4. Los inmigrantes sin estatus permanente

Son unos 150.000, muchos son cristianos de países asiáticos, o de África, o de diversos lugares de lengua árabe. Tienen que renovar sus permisos de trabajo cada cierto tiempo. “Como todos los emigrantes, afrontan los retos de pobreza, explotación o inestabilidad”.

5. Los “expatriados”

Aquí Neuhaus se refiere a unos 1.000 clérigos o religiosos de distintos grupos cristianos, llegados de todo el mundo, que viven en Tierra Santa ayudando a los cristianos a construir sus comunidades, su liturgia y su estilo de vida, “en la situación muy volátil en la que viven”.

El conflicto y los cristianos

Preguntado por su visión como cristiano y sacerdote del conflicto en Tierra Santa, Neuhaus elabora su punto de vista, que nosotros resumimos.

“Como cristianos que vivimos en el centro de esta herida que no se trata ni cura, que es Israel-Palestina, debemos rechazar por completo que se describa el conflicto como religioso. Es un conflicto entre dos movimientos nacionales. Uno es el movimiento nacional judío llamado sionismo”, explica Neuhaus. “El otro es el movimiento nacional palestino árabe, que nació entre la población indígena de Palestina en su esfuerzo primero contra los turcos y luego contra el colonialismo británico buscando la independencia”, detalla.

“Los cristianos se resienten de la manipulación de la religión en este conflicto. Meter a Dios en las discusiones las hace más intratables. La mayoría de los cristianos locales aspiran a una resolución que traiga igualdad para todos, respeto mutuo, justicia y paz. La religión puede ser una ayuda si habla proféticamente, pero demasiado a menudo se usa la religión para radicalizar un rechazo al otro, ya intransigente“, añade.

“En este momento, las ideologías radicales y excluyentes de ambos lados predominan, y las voces de moderación y diálogo son empujadas a los márgenes”, lamenta Neuhaus.

“Como cristiano, pienso que un solo estado sería preferible. Un estado democrático, secular, que evite el peligro de un estado judío israelí etnocéntrico que discrimine contra los no judíos, y el peligro de un estado palestino demasiado marcado por una mayoría musulmana, insensible al sentir de los cristianos. Pero no es fácil lograr un estado secular, democrático, y costaría aún años de esfuerzos por derechos civiles”, opina.

El papel de la Iglesia

“La Iglesia Católica tiene un papel distintivo. Está llamada a predicar las buenas nuevas, y son buenas noticias para todos. Es la buena noticia de la Resurrección. Es la buena noticia de que de las heridas sin tratar puede surgir vida nueva por el poder del Espíritu Santo”, considera Neuhaus.

Él detecta 3 fuentes de heridas en las que la Iglesia puede trabajar:

– 1) el antisemitismo: “la guerra contra el antisemitismo es parte central para curar la herida; los judíos han de saber que los cristianos entienden sus miedos y su vulnerabilidad”

– 2) la Biblia: “hay que contrarrestar la explotación de la Biblia como arma de una parte contra otra. la Palabra de Dios no puede usarse para expulsar a la gente de sus casas, confiscarles la propiedad o condenarles a quedar sin techo. No puede explotarse para justificar guerras, venganzas y abusos”.

 3) el Islam: “la Iglesia propone hoy con los musulmanes un diálogo que rechaza la islamofobia y el estereotipar a los musulmanes y árabes como terroristas violentos por naturaleza. ¡No progresaremos nada si sustituimos antisemitismo por islamofobia!

En su experiencia, “más de una vez hemos estado al borde de la paz, pero el Maligno, empleando diversos medios, ha conseguido bloquearla. Por eso estamos aquí, porque sabemos y creemos que necesitamos la ayuda de Dios”.

Un lenguaje de amor y cuidado

Neuhaus tiene el Evangelio de Marcos como su preferido, porque una y otra vez demuestra que la mayor dificultad de Jesús para extender su Reino era la misma torpeza y ceguera de sus discípulos, a los que les costaba abrir los ojos. “Nuestro reto como cristianos es amar al judío y al musulmán, al israelí y al palestino, y en el nombre de ese amor tener una visión de cómo, diciendo la verdad y trabajando por la justicia, proponer un lenguaje suficientemente ancho para respetar a todos y promover el bien de todos”.

“Una de las cosas más importantes que tenemos que hacer es vigilar nuestras lenguas. Que cada palabra que hablemos promueva la justicia y la paz, el perdón y la reconciliación. Nuestras palabras crean los mundos en los que vivimos nosotros y nuestros hijos“, advierte,

Por último, recuerda lo que decía José a sus 11 hermanos en Egipto: “aunque intentabais hacerme daño, Dios lo usó para bien” (Génesis 50:20). “Esto es un principio que se ilustra a lo largo de la Sagrada Escritura: Dios puede transformar el mal humano en bien. Debemos continuar haciendo lo que podamos para cambiar la realidad y debemos creer que Dios la cambiará según su propio tiempo”.


(Publicado originariamente en la web de la Fundación Tierra Santa, a partir de la entrevista en inglés de Commonweal Magazine y la video-entrevista de America Magazine)

Fuente: Religión en Libertad

martes, 27 de julio de 2021

Santo Evangelio 27 de julio 2021

 



Texto del Evangelio (Mt 13,36-43):

 En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo». Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

»De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».



«Explícanos la parábola de la cizaña del campo»


Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu

(Terrassa, Barcelona, España)

Hoy, mediante la parábola de la cizaña y el trigo, la Iglesia nos invita a meditar acerca de la convivencia del bien y del mal. El bien y el mal dentro de nuestro corazón; el bien y el mal que vemos en los otros, el que vemos que hay en el mundo.

«Explícanos la parábola» (Mt 13,36), le piden a Jesús sus discípulos. Y nosotros, hoy, podemos hacer el propósito de tener más cuidado de nuestra oración personal, nuestro trato cotidiano con Dios. —Señor, le podemos decir, explícame por qué no avanzo suficientemente en mi vida interior. Explícame cómo puedo serte más fiel, cómo puedo buscarte en mi trabajo, o a través de esta circunstancia que no entiendo, o no quiero. Cómo puedo ser un apóstol cualificado. La oración es esto, pedirle “explicaciones” a Dios. ¿Cómo es mi oración?: ¿es sincera?, ¿es constante?, ¿es confiada?.

Jesucristo nos invita a tener los ojos fijos en el Cielo, nuestra casa para siempre. Frecuentemente vivimos enloquecidos por la prisa, y casi nunca nos detenemos a pensar que un día —lejano o no, no lo sabemos— deberemos dar cuenta a Dios de nuestra vida, de cómo hemos hecho fructificar las cualidades que nos ha dado. Y nos dice el Señor que al final de los tiempos habrá una tría. El Cielo nos lo hemos de ganar en la tierra, en el día a día, sin esperar situaciones que quizá nunca llegarán. Hemos de vivir heroicamente lo que es ordinario, lo que aparentemente no tiene ninguna trascendencia. ¡Vivir pensando en la eternidad y ayudar a los otros a pensar en ello!: paradójicamente, «se esfuerza para no morir el hombre que ha de morir; y no se esfuerza para no pecar el hombre que ha de vivir eternamente» (San Julián de Toledo).

Recogeremos lo que hayamos sembrado. Hay que luchar por dar hoy el 100%. Y que cuando Dios nos llame a su presencia le podamos presentar las manos llenas: de actos de fe, de esperanza, de amor. Que se concretan en cosas muy pequeñas y en pequeños vencimientos que, vividos diariamente, nos hacen más cristianos, más santos, más humanos.

Gracias a su familia y a los médicos rechazó el suicidio asistido, ahora corre triatlones


 Gracias a su familia y a los médicos rechazó el suicidio asistido, ahora corre triatlones

Colin Clark recibió el diagnóstico de un tumor cerebral en fase 4 en noviembre de 2019

Colin Clark ha sido vicepresidente regional de la cadena de hoteles y resorts Four Seasons en Hawai. Pero además del éxito profesional, Colin puede presumir de dos cosas más: tener un matrimonio estable que, tanto él como su esposa, Natascha, han cuidado durante años; y, por otro lado, haber sido un atleta de élite especializado en triatlones. Sin embargo, todo su mundo se vino abajo cuando en noviembre de 2019, este esposo, padre de familia, ejecutivo y deportista empezó a sentir temblores y convulsiones. Tras unos primeros estudios médicos en Hawai, en Los Angeles le diagnosticaron un cáncer terminal: un glioblastoma en fase 4.

 “Todos somos terminales, pero un diagnóstico de cáncer de cerebro se asemeja a una pared de ladrillos”, dijo Clark en aquel momento. Ciertamente el diagnóstico llegó muy rápido y en el Cedars-Sinai de Los Angeles en seguida se pusieron manos a la obra. Colin ha contado con numerosos amigos y compañeros a su lado, como Earl Regidor, director del Centro Cultural Hawaiano en Four Seasons Resort Hualalai, que destacó de su compañero que “es un hombre fuerte, tanto él como su esposa, son un equipo tan perfecto que se apoyan mutuamente lo mejor que pueden. Puedo hablar en nombre del Four Seasons, le deseamos todo lo mejor y rezamos para que todo salga bien para que podamos verlo de regreso aquí”, explicó en su momento al diario West Hawai Today.

Colin Clark



Colin Clark, entrenando antes de su próximo triatlón

Diagnóstico demoledor

El glioblastoma es la forma más agresiva de cáncer de cerebro que puede ocurrir a cualquier edad y tiene una tasa de supervivencia promedio de 14 meses después del diagnóstico inicial. Después de ser diagnosticado y de 42 días agotadores de cirugías, radiación y quimioterapia, Clark quedó paralizado del lado izquierdo de su cuerpo. Dos cirugías para disminuir la presión en su cerebro supusieron que el corredor de triatlones dependía de una silla de ruedas y tenía una movilidad extremadamente limitada.

 El suicidio asistido y razones para morir y vivir

Las nuevas condiciones de vida de Clark eran insoportables para él, por lo que sus pensamientos se oscurecieron. “Sus principales preocupaciones eran su esposa y su hija”, dijo el neurocirujano Keith Black en la web Khon2. “En realidad, estaba contemplando el suicidio asistido, para no ser una carga para su familia”. Pensó que sería demasiado difícil para su esposa e hija cuidar de él. “Cuando supe por primera vez que tenía un cáncer terminal, consideré renunciar al tratamiento y optar por otro tipo de opciones que pusieran fin a mi vida”, explicó Clark en un artículo publicado por el Cedars-Sinai. “Lo último que quería es que mi esposa y mi hija de 25 años me cuidaran mientras yo estaba en la cama enfermo y agonizante”.

Este miedo es común entre las personas que buscan el suicidio asistido. Los datos que ofrecen los estudios realizados en Estados Unidos revelan que la mayoría de las personas que deseaban morir citaron una pérdida de autonomía como la razón principal. Las personas buscan el suicidio asistido porque no tienen esperanza, tienen miedo de ser una carga, tienen poco o ningún apoyo y están deprimidas, pero no porque tengan miedo al dolor.

Su equipo de doctores, siguiendo la mejor y correcta praxis médica, le animó a seguir luchando y a abandonar la idea del suicidio o la eutanasia. “Me dieron argumentos y decidí usar el tiempo que me quedaba para explotar los límites y vivir de cara a mi comunidad sirviéndola en la medida de mis posibilidades”. La vida tiene sentido cuando se pone al servicio de otros: “Para mí, esto significa alentar e inspirar a otros pacientes a que den a la vida todo lo que tienen”.



Colin Clark con su esposa, Natascha, y su hija, Nadja

La ayuda de la familia

Su mirada cambió gracias al equipo médico, pero también gracias a su esposa Natascha, sin la cual seguramente no habría llegado nunca a caminar. “Natascha y yo fijamos metas cada noche para el día siguiente. Incluso si era algo pequeño, como ponerme la camiseta o los calcetines yo solo”. Aunque llevó tiempo, un año después, Clark volvió a competir en triatlones.

 La historia de Colin Clark no acaba ahí. Tuvo una inspiración brillante, una invitación divina a ayudar a quien peor lo está pasando alrededor suyo. Habló con un amigo llamado David Wild, entrenador de atletas de Ironman: “Oye, quiero hacer algo loco antes de que las cosas empeoren con mi cáncer cerebral”, le dijo Clark a Wild. “Quiero hacer un Ironman. Podríamos llamarlo ‘Ironman for Hope’ (Ironman por la Esperanza) y recaudar fondos para el Hospice of Kona y el North Hawaii Hospice”, ambos centros médicos especializados en cuidados paliativos.

 Manos a la obra: la competición tendrá lugar el próximo 7 agosto de 2021, y Colin participará. Habrá que nadar en aguas abiertas de 2,4 millas, frente al muelle de Kailua-Kona, una carrera en bicicleta de 112 millas a través de los campos de lava hasta Hawi y un maratón de 26 millas.



Colin Clark con su mujer y amigos presentando el Ironman for hope

“Nada a mi lado”

En el momento presente, entre su régimen de quimioterapia oral e intravenosa, Clark celebra su vida corriendo y participando en todo tipo de eventos deportivos, mientras también dedica una gran parte de su tiempo a hablar con otras personas que enfrentan diagnósticos similares.

“Mi padre literalmente le daría a un hombre sus zapatos y la camisa”, dijo la hija de Clark, Nadja. “Lo he visto hacerlo innumerables veces a lo largo de mi vida. Su diagnóstico simplemente ha visibilizado las cualidades positivas de fe, apoyo y humildad que ha irradiado durante toda su vida”.

Y aunque Clark es el primero en admitir que ha habido momentos difíciles durante el año pasado, “hoy, con mi familia, mi comunidad y el equipo de Cedars-Sinai a mi lado, he vuelto a hacer ejercicio y estoy muy agradecido de estar vivo”.

 Durante la presentación del Ironman for hope, antes de entrar en las aguas cristalinas de la playa de Kaiakeakua, Clark leyó un poema que, según él, lo mantiene activo todos los días:

Si nadas delante de mí, es posible que no pueda seguirte

Si nadas detrás de mí, es posible que no pueda guiarte

Si nadas a mi lado, puedo ser tu amigo.

A continuación puedes ver el vídeo "Del glioblastoma a las carreras de resistencia: una historia de tenacidad", preparado por la Oficina de prensa del hospital Cedars-Sinaí en el que aborda el proceso de curación de Colin Clark.


Fuente: Religión en Libertad

lunes, 26 de julio de 2021

Santo Evangelio 26 de julio 2021

  


Texto del Evangelio (Mt 13,31-35):

 En aquel tiempo, Jesús propuso todavía otra parábola a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas».

Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo». Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: ‘Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo’.




«Nada les hablaba sin parábolas»


Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca

(Valldoreix, Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio nos presenta a Jesús predicando a sus discípulos. Y lo hace, tal como en Él es habitual, en parábolas, es decir, empleando imágenes sencillas y corrientes para explicar los grandes misterios escondidos del Reino. Así podía entender todo el mundo, desde la gente más formada hasta la que tenía menos luces.

«El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza...» (Mt 13,31). Los granitos de mostaza casi no se ven, son muy pequeños, pero si tenemos de ellos buen cuidado y se riegan... acaban formando un gran árbol. «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina...» (Mt 13,33). La levadura no se ve, pero si no estuviera ahí, la pasta no subiría. Así también es la vida cristiana, la vida de la gracia: no se ve exteriormente, no hace ruido, pero... si uno deja que se introduzca en su corazón, la gracia divina va haciendo fructificar la semilla y convierte a las personas de pecadoras en santas.

Esta gracia divina se nos da por la fe, por la oración, por los sacramentos, por la caridad. Pero esta vida de la gracia es sobre todo un don que hay que esperar y desear con humildad. Un don que los sabios y entendidos de este mundo no saben apreciar, pero que Dios Nuestro Señor quiere hacer llegar a los humildes y sencillos.

Ojalá que cuando nos busque a nosotros, nos encuentre no en el grupo de los orgullosos, sino en el de los humildes, que se reconocen débiles y pecadores, pero muy agradecidos y confiados en la bondad del Señor. Así, el grano de mostaza llegará a ser un árbol grande; así la levadura de la Palabra de Dios obrará en nosotros frutos de vida eterna. Porque, «cuanto más se abaja el corazón por la humildad, más se levanta hacia la perfección» (San Agustín).


Le dijeron «cierra la iglesia», el cura respondió: «¿Cómo cerrar la casa de Dios?», y lo mataron

 


Le dijeron «cierra la iglesia», el cura respondió: «¿Cómo cerrar la casa de Dios?», y lo mataron

Ragheed Ganni, sacerdote católico iraquí martirizado por los yihadistas

El Padre Ragheed Ganni era un sacerdote católico de rito caldeo cuya una parroquia consagrada al Espíritu Santo estaba en Mosul, Iraq. El domingo siguiente de Pentecostés, el 3 de junio de 2007 murió asesinado cuando volvía de celebrar Misa en su parroquia, junto a tres subdiáconos que le acompañaban: Basman Yousef Daud, Wahid Hanna Isho, y Gassan Isam Bidawed. Todos ellos han sido declarados como mártires por la Iglesia Caldea. Antes de matarlo, los yihadistas le increparon: "Cierra la iglesia". Y él respondió: "¿Cómo voy a cerrar la casa de Dios?".

Amaba y entendía la Eucaristía

El Padre Ragheed era conocido por dar un testimonio de fe valeroso y limpio en un país tan complicado para los cristianos como Iraq: “Sin domingo, sin Eucaristía, los cristianos en Iraq no pueden vivir”, explica Ragheed para describir la necesidad de Eucaristía que tienen los cristianos en su país.

En esta guerra, los cristianos son los que más han sufrido, y por ello abandonan su tierra en busca de lugares en donde puedan ser respetados. Sin embargo, el sacerdote iraquí demostraba su valentía permaneciendo en el país cuidando a sus parroquianos.


Tumba del Padre Ragheed Ganni


La Misa entre las ruinas

“Los jóvenes organizan la vigilancia después de los atentados ya sufridos por la parroquia, los secuestros y las amenazas ininterrumpidas a los religiosos. Los sacerdotes dicen la misa entre las ruinas causadas por las bombas –comentaba Ragheed unos días antes de su muerte. Mientras las madres, preocupadas, ven a sus hijos desafiar los peligros yendo a la catequesis con entusiasmo”.

“Pero Cristo con su amor sin fin desafía el mal, nos mantiene unidos, y a través de la Eucaristía nos dona –decía Ragheed– nuevamente la vida que los terroristas buscan quitarnos”.



Ragheed Ganni con el Papa Benedicto XVI

“Esperamos cada día el ataque decisivo, pero no dejaremos de celebrar la Misa –afirma conscientemente de su vocación–. Lo haremos incluso bajo tierra, donde estamos más seguros. En esta decisión soy alentado por la fuerza de mis parroquianos. Se trata de una guerra, una guerra de verdad, pero esperamos llevar esta Cruz hasta el fin con la ayuda de la gracia divina”.

“Puedo equivocarme, pero tengo la certeza de que una cosa, una sola cosa es verdad siempre: que el Espíritu Santo seguirá iluminando algunas personas para que trabajen por el bien de la humanidad, en este mundo tan lleno de mal”, concluía el sacerdote martirizado.

Un e-mail que daría la vuelta al mundo

El Padre Robert Christian, profesor de la Universidad de Santo Tomás de Aquino de Roma, íntimo amigo del padre Ragheed, celebró una Misa por el sacerdote asesinado y sus tres subdiáconos pocos días después de su muerte. En la homilía habló de la situación en la que se encuentra la gente de Iraq, especialmente los cristianos. Habló también de un e-mail que recibió el día antes de la muerte de su amigo. Este e-mail estremeció a los estudiantes y profesores de la universidad.

Los cristianos sufren doblemente…

Una parte del e-mail decía así: “La situación aquí es peor que en el infierno, y mi iglesia ha sido atacada varias veces desde la última vez que nos vimos. La semana pasada, dos guardias fueron heridos tras un ataque”.

Otro ensaje que había recibido el profesor decía lo siguiente: “La situación, como puedes conocer por los telediarios, es terrible. Los cristianos sufren dos veces, primero por la situación y luego a causa de su religión”.



  

Este vídeo recoge la voz del padre Ragheed cantando un himno a la Virgen, junto con imágenes de su funeral en 2007.

…y por eso mucho huyen

“El discurso del Papa ha encendido la mecha en la ciudad. Un sacerdote ortodoxo sirio ha sido decapitado; mi parroquia ha sido atacada cinco veces. He recibido amenazas antes del secuestro de ese sacerdote, pero he tenido cuidado en mis desplazamientos. He aplazado mis vacaciones dos veces porque no podía dejar la ciudad en esa situación”.

“Tenía que ir a Europa el 18 de septiembre, pero lo aplacé al 4 de octubre. Luego tuve que aplazarlo al 1 de noviembre. El Ramadán fue un desastre para nosotros en Mosul. Centenares de familias cristianas han dejado la ciudad, incluida mi familia y mis tíos: cerca de 30 personas han abandonado todas sus propiedades y se han ido, debido a las amenazas”.

Afrontando la muerte

“No es fácil, pero la Gracia del Señor da sostén y fuerza. Afrontamos la muerte cada día”. Así concluía un mensaje muy conmovedor. El padre Ragheed sabía que era un objetivo.

El padre Christian, afirma que Ragheed, “sabía que estaba afrontando la amenaza de la muerte a causa de su fe, pero sabía también que era su deber permanecer, dando valiente testimonio de nuestra fe en el Señor resucitado”.

“El patriarca de los caldeos los ha llamado mártires, y los mártires, que se han conformado de cerca a la pasión y muerte de Jesucristo, han sido considerados desde los orígenes del cristianismo como santos”, concluyó el profesor.

A continuación puedes ver un vídeo sobre el P. Ragheed Ganni preparado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, el cual becó parte de sus estudios en Roma. 


Este artículo ha sido actualizado. Fue publicado inicialmente el 27 de septiembre de 2013.

Fuente: Religión en Libertad 

domingo, 25 de julio de 2021

Santo Evangelio 25 de julio 2021

  


Texto del Evangelio (Jn 6,1-15):

 En aquel tiempo, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia Él mucha gente, dice a Felipe: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?». Se lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».

Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Éste es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo.



«Mucha gente le seguía»


Rev. D. Pere CALMELL i Turet

(Barcelona, España)

Hoy, podemos contemplar cómo se forja en nuestro interior tanto el amor humano como el amor sobrenatural, ya que tenemos un mismo corazón para amar a Dios y a los otros.

Generalmente, el amor va abriéndose paso en el corazón humano cuando se descubre el atractivo del otro: su simpatía, su bondad. Es el caso del «muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces» (Jn 6,9). Da a Jesús todo lo que lleva, los panes y los peces, porque se ha dejado conquistar por el atractivo de Jesús. ¿He descubierto el atractivo del Señor?

A continuación, el enamoramiento, fruto de sentirse correspondido. Dice que «mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos» (Jn 6,2). Jesús les escuchaba, les hacía caso, porque sabía lo que necesitaban.

Jesucristo siente un poderoso atractivo por mí y quiere mi realización humana y sobrenatural. Me ama tal como soy, con mis miserias, porque pido perdón y, con su ayuda, sigo esforzándome.

«Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo» (Jn 6,15). Les dirá al día siguiente: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado» (Jn 6,26). Escribe san Agustín: «¡Cuántos hay que buscan a Jesús, guiados solamente por intereses temporales! (...) Apenas se busca a Jesús por Jesús».

La plenitud del amor es el amor de donación; cuando se busca el bien del amado, sin esperar nada a cambio, aunque sea al precio del sacrificio personal.

Hoy, yo le puedo decir: «Señor, que nos haces participar del milagro de la Eucaristía: te pedimos que no te escondas, que vivas con nosotros, que te veamos, que te toquemos, que te sintamos, que queramos estar siempre a tu lado, que seas el Rey de nuestras vidas y de nuestros trabajos» (San Josemaría).