El Papa Francisco saludó a Silvia Peng, nueva catecúmena
Una joven china fue a misa para conocer las «costumbres italianas»: le cautivó el saludo de la paz
Una joven asiática en oración... Asia es el continente que más desconoce a Cristo
Silvia Peng es una de los 500 jóvenes catecúmenos con los que el Papa Francisco se reunió el pasado 23 de noviembre, en la víspera de la clausura del Año de la Fe. Nacida en Guangdon (China) hace 25 años, en su país de origen nunca había oído hablar de Jesús ni de la fe.
Educación en China
Ella lo explica así: “He recibido una educación en la que las palabras fe y católicos no tenían ningún peso. Claro, yo era una ‘buena estudiante’, y pensé que podía hacer caso omiso de estos elementos, ya que los exámenes escolares no incluyen su estudio”.
En una China hostil hacia el catolicismo, ella recuerda lo que pensaba: “la oración y la lectura de la Biblia me podrían poner de mal humor”. Reconoce que no sabía nada de la fe.
Viaje decisivo a Italia
El año 2010 marcó un cambio en su vida. Silvia Peng visitó a la familia italiana de un amigo suyo.
Sentía curiosidad por las costumbres de los italianos, así que, por primera vez en su vida, asistió a una misa. Fue junto a la madre y la abuela de su amigo, en una antigua capilla en Montebelluna (Treviso).
Aunque no entendía nada, la misa le dejó una profunda impresión.
Ella recuerda: “el canto del coro, la gente tranquila; los niños, vestidos de fiesta, se intercambiaban la paz con los demás”.
También le gustó ver cómo al final de la misa la gente se saludaba.... “Aún así, yo no entendía quién es Jesús, aunque yo sentía que Jesús no es difícil de entender y que no estaba muy lejos de mí”.
Navidad con la familia de su amigo
Ese mismo año, celebró la Navidad con la familia de su amigo. En la misa de gallo se sentó cerca de la abuela y ella pensó que esa misa era tan especial “como un gran concierto”. Después de esta misa, recuerda cómo toda la gente se reunió en la plaza delante de la iglesia, charlando, bebiendo vino caliente y chocolate caliente.
La madre y la abuela de su amigo presentaban a Silvia ante la gente como su “hija” o su familiar. “Me conmovió su afecto”, reconoce la joven. Para ella esa afecto era “difícil de entender”. Proclama que en Italia ha tenido una “verdadera experiencia de amor” y un profundo crecimiento personal.
Estudiar la Biblia y el catecismo
Peng vive en este país europeo desde hace 4 años, donde ha trabajado como asesora económica. Gracias a los amigos que le dieron a conocer a Jesús, comenzó a estudiar la Biblia y a asistir a clases de Catecumenado. Para ella, conocer al Papa Francisco en persona en la audiencia a los catecúmenos fue “un honor”.
Ella ve a Jesús como un enigma: "Jesús es un enigma. Trato de explicar este enigma de mi corazón con palabras sencillas: Él siempre ha estado en mi corazón de una manera oculta, pero mi corazón estaba cubierto por la oscuridad durante mucho tiempo. Tal vez Él siempre ha estado en mi corazón, pero dudaba..."
Esperando el bautismo
Después de este cambio en su vida, proclama que espera con impaciencia el día de su bautismo, y que cree que el enigma de su corazón se revelará aún más en el futuro.
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