viernes, 17 de octubre de 2025

Santo Evangelio 17 octubre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 12,1-7):

 En aquel tiempo, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos».



«No temáis; valéis más que muchos pajarillos»


Fr. Salomon BADATANA Mccj

(Wau, Sudán del Sur)

Hoy contemplamos a Nuestro Señor Jesucristo dirigiéndose a las gentes después de haberse confrontado con las autoridades religiosas judías, es decir, los fariseos y los escribas. El Evangelio nos cuenta que el gentío era tan grande que se pisaban unos a otros. Ahí queda claro que estaban hambrientos de la Palabra de Jesús, el cual hablaba con tan extraordinaria autoridad a sus líderes religiosos.

Pero san Lucas nos informa que antes de nada, Jesús empezó hablando a sus discípulos diciendo: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía» (Lc 12,1). Nuestro Señor desea conducirnos a la práctica de la sinceridad y transparencia, superando la hipocresía con que se manejaban los fariseos y escribas. Puesto que ellos mostraban una actitud externa no conforme con su camino interior de vida: ellos pretendían ser lo que no eran.

Es contra esto sobre lo que Jesucristo nos quiere prevenir en el Evangelio de hoy cuando dice: «Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse» (Lc 12,2). Sí, todo va a ser revelado. Por este motivo nosotros debemos luchar por ajustar nuestra vida según lo que profesamos y proclamamos. Obviamente, esto no es fácil. Pero no debemos temer, pues nuestro Dios está atento. Tal como dijo san Juan Pablo II, «el amor de Dios no impone cargas que nosotros no podamos llevar (…). Porque para todo lo que Él nos pida, Él nos proveerá de la ayuda necesaria». Nada ocurre sin que Él lo conozca. ¡Incluso nuestros cabellos están contados! Sí, nosotros tenemos un precio ante Dios. No tengamos miedo, pues su amor no tiene límites.

Señor, concédenos la sabiduría para llevar bien nuestra vida hacia las exigencias de nuestra fe, incluso en medio de las dificultades de este mundo. Amén.

Lopez Lomong, en el centro, es un corredor de nivel olímpico, que ha visto a Dios en su vida



 Lopez Lomong, de niño soldado en Sudán a olímpico en EEUU, contó su historia de superación en Madrid

Lopez Lomong, en el centro, es un corredor de nivel olímpico, que ha visto a Dios en su vida

La edición madrileña de 2014 del Congreso Lo que De Verdad Importa (www.loquedeverdadimporta.org) se celebró en Madrid este fin de semana con historias de coraje y superación.

Una de ellas fue la de Lopez Lomong, un atleta olímpico norteamericano que fue niño-soldado en Sudán.

El viernes 21 de noviembre en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid casi 2.000 jóvenes escucharon su la impactante historia de Lopepe (Lopez) Lomong, un testimonio que él ha contado con detalle, fe y emoción en un libro (en español, Correr para vivir, de Ediciones Palabra).

Su odisea comenzó cuando, estando en Misa con su familia, en una aldea de lo que hoy es Sudán del Sur, un grupo de guerrilleros irrumpió violentamente en el templo y se llevó a varios pequeños, entre ellos Lopepe (Lopez es un sobrenombre), que tenía 6 años.

En el contexto de la guerra civil sudanesa, el pequeño fue reclutado a la fuerza para ser niño soldado. Su familia lo dio por muerto.

Casi murió en su cautiverio, pero consiguió escapar. Durante diez años estuvo en un campo de refugiados cerca de Nairobi antes de ser trasladado a EEUU. Allí fue adoptado por una familia cristiana y generosa.

A día de hoy es un conocido atleta estadounidense. En 2008 fue el abanderado de la delegación de Estados Unidos durante los Juegos Olímpicos.

Cuando en “Correr para vivir” relata su peripecia vital siempre deja claro que la mano de Dios estaba detrás.

Tras ser arrebatado de los brazos de su madre y conducido junto con otros niños a un campo rebelde de prisioneros, permaneció tres semanas cautivo en un barracón, sin luz ni aseos, prácticamente sin alimentos y tiritando de frío durante las noches. Cada mañana, al levantarse, veía cómo algunos de sus compañeros amanecían muertos.

Una noche, aprovechando un descuido de los vigilantes, se escapó junto con tres amigos, a quienes consideraba “ángeles del Cielo”.

“Me acordé de la historia que cuentan los Hechos de los Apóstoles, cuando los ángeles liberan a san Pedro de la prisión en mitad de la noche. Dios hizo lo mismo conmigo y mis tres ángeles”, dice en Correr para vivir.

Una vez libres, los cuatro corrieron sin parar tres días por la sabana africana. Sin saberlo, llegaron a la frontera con Kenia.

Una comida al día con los refugiados

Los soldados les llevaron a un campo de refugiados, Kakuma, dependiente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), donde vivían cien mil personas.

El pequeño vivió en Kakuma, sin contacto con su familia, durante diez años. Sólo recibía una comida al día, excepción hecha de las sobras de la comida que cogía de lo que los trabajadores de la ONU arrojaban a la basura.

El fútbol, las carreras y la asistencia a la iglesia católica del campo de refugiados se convirtieron en sus principales ocupaciones durante aquellos años.

Un día, en el año 2000, acudió a una granja para ver por televisión las Olimpiadas. Al ver competir al velocista Michael Johnson, López se marcó un sueño: ser campeón olímpico, como él.

Un domingo, el sacerdote anunció que Estados Unidos iba a reubicar a 3.500 niños perdidos sudaneses en familias norteamericanas.

Había que elaborar una redacción en inglés contando la historia vital propia. A pesar de su escaso inglés, con ayuda de sus compañeros, logró elaborar su redacción y, meses después, resultó seleccionado para ser acogido por una familia de Siracusa (Nueva York).



El asombro de vivir en América

Tras un viaje sorprendente para él, Lopepe llegó a América y se situó en una familia formidable. Todo le dejaba con la boca abierta. Pero, a sus 16 años, tuvo que habituarse a las costumbres del lugar: al principio, por ejemplo, se duchaba con agua helada porque no sabía que con tan solo girar el grifo salía agua caliente.

Gracias al apoyo de su nueva familia, Lomong pudo alcanzar sus sueños. Le ayudaron a entrenar y, después de una larga y esforzada preparación, pudo convertirse en atleta profesional, y, como en su sueño, competir en las olimpiadas de Pekín 2008 y en Londres 2012.

Su padre pudo destruir la tumba que le dedicó

El atleta también ha podido reencontrarse con sus padres biológicos y regresar a su pueblo natal, donde fue recibido con grandes festejos.

Su padre pudo destruir la tumba que le había cavado años atrás, dándole por muerto.

Según asegura Lopepe, “Dios ha estado conmigo incluso en las experiencias más traumáticas de mi vida, guiándome para que me convirtiera en la mejor persona que pudiera llegar a ser. Él todavía me guía para que aspire a más y ayude a la gente de mi país que no pudo conseguir las mismas oportunidades que yo”, explica. Ha creado una fundación para ayudar a la gente de su tierra, Sudán del Sur.

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 16 de octubre de 2025

Santo Evangelio 16 octubre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 11,47-54):

 En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».

Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.



«¡(...) edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron!»


Rev. D. Pedro-José YNARAJA i Díaz

(El Montanyà, Barcelona, España)

Hoy, se nos plantea el sentido, aceptación y trato dado a los profetas: «Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán» (Lc 11,49). Son personas de cualquier condición social o religiosa, que han recibido el mensaje divino y se han impregnado de él; impulsados por el Espíritu, lo expresan con signos o palabras comprensibles para su tiempo. Es un mensaje transmitido mediante discursos, nunca halagadores, o acciones, casi siempre difíciles de aceptar. Una característica de la profecía es su incomodidad. El don resulta molesto para quien lo recibe, pues le escuece internamente, y es incómodo para su entorno, que hoy, gracias a Internet o los satélites, puede extenderse a todo el mundo.

Los contemporáneos del profeta pretenden condenarlo al silencio, lo calumnian, lo desacreditan, así hasta que muere. Llega entonces el momento de erigirle el sepulcro y de organizarle homenajes, cuando ya no molesta. No faltan actualmente profetas que gozan de fama universal. La Madre Teresa, Juan XXIII, Monseñor Romero... ¿Nos acordamos de lo que reclamaban y nos exigían?, ¿ponemos en práctica lo que nos hicieron ver? A nuestra generación se le pedirá cuentas de la capa de ozono que ha destruido, de la desertización que nuestro despilfarro de agua ha causado, pero también del ostracismo al que hemos reducido a nuestros profetas.

Todavía hay personas que se reservan para ellas el “derecho de saber en exclusiva”, que lo comparten —en el mejor de los casos— con los suyos, con aquellos que les permiten continuar aupados en sus éxitos y su fama. Personas que cierran el paso a los que intentan entrar en los ámbitos del conocimiento, no sea que tal vez sepan tanto como ellos y los adelanten: «¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido» (Lc 11,52).

Ahora, como en tiempos de Jesús, muchos analizan frases y estudian textos para desacreditar a los que incomodan con sus palabras: ¿es éste nuestro proceder? «No hay cosa más peligrosa que juzgar las cosas de Dios con los discursos humanos» (San Juan Crisóstomo).


Paul McGrath, bronce en marcha para España: «Soy creyente y fui a Montserrat a pedir ayuda»



 Paul McGrath, bronce en marcha para España: «Soy creyente y fui a Montserrat a pedir ayuda»

La marcha la descubrió por casualidad, apenas tenía 10 años y probó fortuna en una carrera en su localidad.

Paul McGrath ganó la medalla de bronce en los 20 km marcha en los pasados Mundiales de Tokio. El joven atleta dijo que la medalla conseguida este sábado suponía "un sueño" y desveló que antes del viaje a Japón, como creyente que es, fue al monasterio de Montserrat a "pedir ayuda". Marca y Mundo Deportivo cuentan su historia.

El español, de 23 años, cumplió los pronósticos que le situaban como uno de los favoritos a las medallas en Tokio. En 2024 conquistó un subcampeonato de Europa en Roma y este 2025 una victoria en Podebrady (República Checa) en el Campeonato de Europa por equipos.

Hincha de un club católico

"En el tramo final me pasaron Caio Bonfim y Zhaozhao Wang como dos aviones y vi que ese era un ritmo en el que no iba a ir forzado. Preferí quedarme con un bronce que me hace muy feliz y que supone un sueño hecho realidad", comentó el atleta español, que se torció un tobillo alrededor del kilómetro 17 que no le impidió seguir marchando.

"En el final estaba muy preocupado. Había un momento que lo vi todo muy negro pero también pensé que me podía ir bien. Soy creyente y fui al monasterio de Montserrat a pedir ayuda", subrayó.


El marchador había prometido que si lograba 'chapa' en Tokio iría corriendo desde Gavá a la ermita de 'La Moreneta', en Barcelona (España) y patrona de Cataluña. Unos 60 kilómetros que seguro que le sabrán a gloria tras el trabajo bien hecho.

Los tres hijos de Isabel y James, los padres de Paul McGrath, tienen nombres fáciles de pronunciar. Los progenitores del nuevo medallista mundial en los 20 km marcha pensaron en sus abuelas, una irlandesa y otra aragonesa, a la hora de elegirlos. 

De su padre James -escocés porque sus padres emigraron desde Irlanda- le viene también su pasión por el Celtic de Glasgow, el club de origen católico que levantó una Copa de Europa -la antecesora de la Champions- en 1967.

La marcha la descubrió Paul por casualidad, apenas tenía 10 años y probó fortuna en una carrera en su localidad natal de Gavá en la que quedó quinto. "Me hizo un clic en la cabeza porque lo disfruté muchísimo sin haberlo entrenado en mi vida. Un año después era campeón de Cataluña sub'12", rememora.

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 15 de octubre de 2025

Santo Evangelio 15 octubre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 11,42-46):

 En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello. ¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento en las sinagogas y que se os salude en las plazas! ¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!». Uno de los legistas le respondió: «¡Maestro, diciendo estas cosas, también nos injurias a nosotros!». Pero Él dijo: «¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!».



«Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello»


Rev. D. Joaquim FONT i Gassol

(Igualada, Barcelona, España)

Hoy vemos cómo el Divino Maestro nos da algunas lecciones: entre ellas, nos habla de los diezmos y también de la coherencia que han de tener los educadores (padres, maestros y todo cristiano apóstol). En el Evangelio según san Lucas de la Misa de hoy, la enseñanza aparece de manera más sintética, pero en los pasajes paralelos de Mateo (23,1ss.) es bastante extensa y concreta. Todo el pensamiento del Señor concluye en que el alma de nuestra actividad han de ser la justicia, la caridad, la misericordia y la fidelidad (cf. Lc 11,42).

Los diezmos en el Antiguo Testamento y nuestra actual colaboración con la Iglesia, según las leyes y las costumbres, van en la misma línea. Pero dar valor de ley obligatoria a cosas pequeñas —como lo hacían los Maestros de la Ley— es exagerado y fatigoso: «¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!» (Lc 11,46).

Es verdad que las personas que afinan tienen delicadezas de generosidad. Hemos tenido vivencias recientes de personas que de la cosecha traen para la Iglesia —para el culto y para los pobres— el 10% (el diezmo); otros que reservan la primera flor (las primicias), el mejor fruto de su huerto; o bien vienen a ofrecer el mismo importe que han gastado en el viaje de descanso o de vacaciones; otros traen el producto preferido de su trabajo, todo ello con este mismo fin. Se adivina ahí asimilado el espíritu del Santo Evangelio. El amor es ingenioso; de las cosas pequeñas obtiene alegrías y méritos ante Dios.

El buen pastor pasa al frente del rebaño. Los buenos padres son modelo: el ejemplo arrastra. Los buenos educadores se esfuerzan en vivir las virtudes que enseñan. Esto es la coherencia. No solamente con un dedo, sino de lleno: Vida de Sagrario, devoción a la Virgen, pequeños servicios en el hogar, difundir buen humor cristiano... «Las almas grandes tienen muy en cuenta las cosas pequeñas» (San Josemaría).


Del striptease, el tarot y la Nueva Era a la fe: la desgarradora conversión de Sayeh en Montreal



 Del striptease, el tarot y la Nueva Era a la fe: la desgarradora conversión de Sayeh en Montreal

Para lidiar con un entorno deshumanizante, optó por disociarse aprendiendo a despegarse de su propio cuerpo.

Sayeh Golchin, exstripper de clubes nocturnos de Montreal, Canadá, experimentó la soledad, una búsqueda frenética del amor y un peregrinar espiritual marcado por el sufrimiento. Al borde de la desesperación encontró la paz que siempre había anhelado. El portal Aleteia cuenta su historia.

Nacida en Montreal, Sayeh creció en una familia de inmigrantes iraníes. Su padre, alcohólico, estaba prácticamente ausente. Su madre, sola y abrumada, no pudo brindarle un hogar cálido. Privada de apoyo emocional, recurrió a sus vecinos de la infancia, quienes se convirtieron en una especie de familia sustituta.

Atrapada en la perdición

Celebraba la Navidad y sus cumpleaños con ellos. Si bien su vida iba bien en la primaria, en la secundaria se desplomó, llevándola a los peores excesos del mundo.

"Quería caerle bien a la gente, así que hice lo mismo. Fumaban porros, y yo también. Tomaban anfetaminas, y yo también", recordó la joven en una entrevista con la revista canadiense Le Verbe. 

Al borde de la desesperación encontró la paz.



Buscaba desesperadamente ser querida, sentirse aceptada. A los 17 años, cae bajo el hechizo de un hombre manipulador. La intimida, la atrapa en una relación tóxica y la empuja al mundo del striptease. Lo que empieza como camarera se convierte rápidamente en actuaciones teatrales y luego en bailes eróticos.

"Me repetía a mí misma: ‘Nunca haré un baile erótico…’. Y luego lo hice una, dos veces, y caí en un círculo vicioso de autojustificación", dice Sayeh, quien permaneció en la industria durante casi diez años. 

"Es como si no viera otras opciones. No veía otras opciones para mi vida. No existían para mí, o parecían demasiado alejadas de mi realidad como para elegirlas". Para lidiar con un entorno tan deshumanizante, optó por disociarse aprendiendo a despegarse de su propio cuerpo.

Timothé Landry vivió años de libertinaje, adicción e intentos de suicidio.

Testimonios


Un fiestero resucitado, escuchó la voz de Dios tras dos intentos de suicidio: «La cuerda se rompía»

Pero en 2020, un evento inesperado sembró las primeras semillas del cambio: el portero de un club la vio por primera vez como una persona, no como un objeto. Este encuentro la impulsó a abandonar el lugar. Luego, el confinamiento por la pandemia la llevó a una especie de búsqueda espiritual. 


Sin embargo, no fue la Iglesia lo que atrajo a la joven, sino el tarot, la astrología y otras prácticas de la Nueva Era en las que creía encontrar respuestas. "Al principio, todo parecía inocente, incluso hermoso: la meditación, el autocuidado, el amor propio", dice.


"Pensé que podía manifestar cosas en mi vida, que todo dependía de mí y de mi energía". Con el tiempo, sin embargo, descubrió que tras su aparente preocupación por el crecimiento se escondía algo mucho más oscuro.


En lugar de encontrar paz, se sumió en una espiral de ansiedad, parálisis del sueño y miedos irracionales. "Era como una profunda espiritualidad, pero me llevó a un creciente aislamiento y caos". Buscando una salida, voló a México, donde al cabo de un tiempo todo se desmoronó: no teníeo

"Estaba deprimida, sin ningún lugar adonde regresar. Entonces, desesperada, dije: 'Señor, si existes, toma el control de mi vida'". Al día siguiente, despertó transformada. "Medité durante horas, pero nunca había experimentado algo igual. Fue como una luz dentro de mí, algo que despertó", explica, admitiendo sentirse hija de Dios a pesar de su pasado.

De regreso en Canadá, entró por primera vez en una iglesia. Era Domingo de Pascua. Poco después, pidió ser bautizada. Hoy, Sayeh está reconstruyendo su vida, centrada en la fe y el amor de Dios. "Quiero gritar a viva voz: Jesús verdaderamente responde a las preguntas que llevamos en el corazón. No quiero volver a decir: 'Hoy no necesito a Dios'. Todo lo que tengo se lo debo a Él".


Fuente: Religión en Libertad

martes, 14 de octubre de 2025

Santo Evangelio 14 octubre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 11,37-41):

 En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros».



«Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros»


Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez

(Ripollet, Barcelona, España)

Hoy, el evangelista sitúa a Jesús en un banquete: «Un fariseo le rogó que fuera a comer con él» (Lc 11,37). ¡En buena hora tuvo tal ocurrencia! ¡Qué cara debió poner el anfitrión cuando el invitado se saltó la norma ritual de lavarse (que no era un precepto de la Ley, sino de la tradición de los antiguos rabinos) y además les censuró contundentemente a él y a su grupo social!. El fariseo no acertó en el día, y el comportamiento de Jesús, como diríamos hoy, no fue “políticamente correcto”.

Los evangelios nos muestran que al Señor le importaba poco el “qué dirán” y lo “políticamente correcto”; por eso, pese a quien pese, ambas cosas no deben ser norma de actuación de quien se considere cristiano. Jesús condena claramente la actuación propia de la doble moral, la hipocresía que busca la conveniencia o el engaño: «Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad» (Lc 11,39). Como siempre, la Palabra de Dios nos interpela sobre usos y costumbres de nuestra vida cotidiana, en la que acabamos convirtiendo en “valores” patrañas que intentan disimular los pecados de soberbia, egoísmo y orgullo, en un intento de “globalizar” la moral en lo políticamente correcto, para no desentonar y no quedar marginados, sin que importe el precio a pagar, ni como ennegrezcamos nuestra alma, pues, a fin de cuentas, todo el mundo lo hace.

Decía san Basilio que «de nada debe huir el hombre prudente tanto como de vivir según la opinión de los demás». Si somos testigos de Cristo, hemos de saber que la verdad siempre es y será verdad, aunque lluevan chuzos. Esta es nuestra misión en medio de los hombres con quienes compartimos la vida, procurando mantenernos limpios según el modelo de hombre que Dios nos revela en Cristo. La limpieza del espíritu pasa por encima de las formas sociales y, si en algún momento nos surge la duda, recordemos que los limpios de corazón verán a Dios. Que cada uno elija el objetivo de su mirada para toda la eternidad.

Un cura indio explica cómo pasó de mediocre y acomodado a evangelizar con pasión

 


Un cura indio explica cómo pasó de mediocre y acomodado a evangelizar con pasión

James Manjackal.

El P. James Manjackal es un sacerdote indio que como tantos otros cristianos –también les ocurre a ellos- era poco fervoroso, acostumbrado a lo justo y, de alguna forma, acomodaticio; nada afecto a creer en las conversiones repentinas y en la acción del Espíritu Santo en la vida de los hombres.

Una persona, en fin, instalada en la mediocridad. Sin embargo, un día se le cruzó Dios en el camino y hoy es un predicador lleno del Espíritu Santo, sacerdote a tiempo completo, misionero no sólo en su tierra natal y en Occidente, si no incluso en lugares a donde pocos se atreven a ir: a los países de mayoría musulmana como los de la península de Arabia.

Retiros de milagros y conversiones

En sus retiros, en donde se reúnen a miles de personas, se dan auténticas conversiones y curaciones físicas y psíquicas. Quienes acuden a ellos explican su fervor y su hondura a la hora de celebrar la Eucaristía, la fuerza de su predicación, su pasión por Cristo... El P. James narra su testimonio de conversión, o mejor dicho de efusión en el Espíritu Santo.

Testimonio personal de conversión

El P. James nació en una familia católica, como la mayoría de Kerala. Ingresó en la congregación de los Misioneros de San Francisco de Sales y se ordenó sacerdote en 1946.

Persona tímida e introvertida

Sus primeros destinos pastorales fueron las misiones en Visakhapatnam y después, por fin para él, fue nombrado profesor en el seminario Kerala. Este destino fue una meta largamente anhelada pues la pastoral de parroquia no estaba hecha para él. La razón es que desde pequeño fue una persona tímida e introvertida.

Sufrió por parte de sus compañeros lo que hoy llamaríamos “bulling”, haciendo de él una persona más bien intelectual y poco dado a las relaciones sociales. Su timidez era tan grande que incluso en la homilía de su Primera Misa no fue capaz de decir más que “mis queridos hijos, mis queridos hijos…”.

Promoción personal y seguridad...

A su carácter se le sumaron sus no siempre honestas inquietudes personales: “Cuando era un estudiante en el seminario, mi deseo más sincero era el ser profesor en la universidad o en el seminario. Una posición cómoda y honorable en la vida sacerdotal. Yo no me podía imaginar yendo como un vagabundo de lugar en lugar, confrontando diferentes situaciones, gente, cultura y comidas –explica el sacerdote indio-. Dentro de mí, buscaba comodidades materiales y la seguridad de una vida feliz”. En pocas palabras, el destino del seminario era la meta perfecta para un hombre como él.

... pero algo cambió en un retiro

En esas fechas, más por curiosidad que por otro motivo, el P. James fue a un retiro carismático. Le gustó la predicación y los cantos. Poco más. Sin embargo hubo algo que le hizo especial gracia: en una de las actividades, denominada “efusión en el Espíritu”, el sacerdote responsable del retiro imponía las manos a los asistentes. Cuando llegó su turno, el predicador le dijo: “James, vas a ser un predicador carismático”. Al escuchar esto se rió, ¿cómo iba a ser un predicador carismático si en su vida jamás había sido capaz de pronunciar un discurso?

Una enfermedad llega su vida

Pero ya sabemos que lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. Y sí, efectivamente, Dios tenía sus medios para conseguir lo que buscaba. El medio llegó al acabar el retiro, y como también suele ser habitual, por medio de una enfermedad. El padre fue pasando de médico en médico y de hospital en hospital, hasta que finalmente fue diagnosticado, entre otras afecciones, de tuberculosis en los riñones. Su vida corría serio peligro.

Estando en el hospital se presentó un joven en su habitación. Le explicó que hacía poco que se había convertido a la fe católica, que el Espíritu Santo le había dado varios dones y que yendo en autobús Éste le había indicado que debía acercarse al hospital para imponerle las manos y curarle.

Un desconocido ora por él y lee su alma

Antes que el P. James pudiera reaccionar, el joven ya estaba manos a la obra orando en voz alta por la sanación del sacerdote. Oró al Padre, oró a Jesucristo, oró en diversas lenguas… Oró por su enfermedad y oró recordando episodios de su vida pasada –su infancia, cuando perdió a su padre, cuando era rechazado por sus compañeros…:

- ¡Oh, Señor! Este sacerdote es un buen sacerdote, pero no es capaz de predicar tu Evangelio porque es muy tímido debido a su complejo de inferioridad, el cual desarrolló al principio de su niñez. Perdió a su padre cuando tenía siete años, Señor. Se sintió rechazado y discriminado entre los otros cinco niños con los que creció. La madre, joven y viuda, tuvo una cantidad de problemas para sacar a sus hijos adelante. Como él era muy gordo, sus hermanos y hermanas lo molestaban llamándole “gordito”. Los compañeros de colegio lo llamaban “negrito” por el color de su piel. Por esto, en su temprana infancia, este niño ha sido muy herido. Tiene mucho resentimiento en su corazón. Señor, Espíritu Santo, cura sus heridas internas y resentimientos y dale un nuevo yo interior. Libéralo de todas sus esclavitudes y del poder de la oscuridad. ¡Oh, Espíritu Santo! llena su corazón con tu amor...

"Todo eso era verdad"

En esos momentos de auténtica sorpresa y vértigo, el P. James comenzaba a resquebrajarse por dentro: “Todo lo que decía de mi vida era verdad. Sabía que todo lo que había dicho en oración no estaba en el historial del hospital. Él estaba leyendo un historial diferente, el del Espíritu Santo. Derramé lágrimas sobre mi orgullo, especialmente sobre mi orgullo intelectual –explica el P. James-. Me di cuenta que este muchacho joven, un recién convertido, había nacido en el Espíritu, mientras que yo, un católico tradicional, un sacerdote ordenado, permanecía en la carne”.

El Señor le sana

En esos momentos, además, sintió una sensación de calor en el estómago y en los riñones. ¿Le estaría curando el Señor? Con todo, su mente estaba en otro lugar: ¿y si el joven comienza a revelar en voz alta sus pecados más escondidos? Todo llega:

- Jesús, Tú eres quien le llamó al sacerdocio, pero él está ofreciendo Misas con un corazón impuro y con manos impuras. Este sacerdote está teniendo mucha falta de perdón hacia muchos, dale la gracia de perdonar al prójimo y lávalo en Tu preciosa sangre y dale un corazón más blanco que la nieve.

Llamar entre lágrimas al Señor

“Para entonces –explica el P. James- el mismo Espíritu Santo comenzó a acusarme de mis pecados. Yo no sabía que el muchacho había salido de la habitación para orar sobre otros. Vi una página blanca de papel en frente de mí en la que estaban escritos claramente todos mis pecados, pecados que fueron confesados, y algunas veces escondidos en las confesiones debido a temor o vergüenza. Vi claramente las personas a las cuales no había perdonado y con las que todavía no me había reconciliado en mi corazón. Entre lágrimas dije: ‘Señor, no puedo liberarme de estos malos hábitos, yo soy incapaz. No puedo continuar, no puedo ser un sacerdote puro’. Entre lágrimas empecé a llamar a gritos al Señor, a lo mejor era la primera vez que yo oraba llorando. Estaba en una absoluta confusión, no sabía si es que debía dejar el sacerdocio o continuar. El Espíritu me decía que si continuaba debía ser un sacerdote santo, una persona diferente. Pensé que las Misas ofrecidas en el pasado no habían sido aceptadas por el Padre en el Cielo y que ninguna de mis oraciones había sido escuchada por el Señor. Cuando fuese al Altar debería haber perdonado y reconciliado. Debería haber perdonado a los otros para que mis oraciones pudieran ser efectivas. ¡Pensé que era un ser miserable, completamente perdido!”

Y Cristo le dice...

En esos momentos, Jesucristo le habló claramente:

- James, tú eres mi sacerdote desde siempre. Incluso cuando Yo fui concebido en el vientre de Mi Madre, tú estabas ahí como un sacerdote compartiendo Mi Sacerdocio eterno. Yo te perdono todos tus pecados y te hago completamente nuevo.

El médico confirmó que estaba curado

Volvió en sí cuando una enfermera le llamó por su nombre. Le traía las medicinas pero las rechazó porque se sentía curado. El doctor también insistió, pero al ver los evidentes cambios –podía levantarse, estaba con fuerzas, dormía sin somníferos…- decidió repetir todas las pruebas. Éstas fueron concluyentes, el doctor “me llamó a su despacho y me enseñó los antiguos y los nuevos resultados de las pruebas clínicas, y me confirmó que mi riñón estaba completamente curado, que podía dejar de tomar las medicinas y que estaba dado de alta del hospital. Yo no sé cómo explicar la alegría que sentí en ese momento. Dije ‘alabado sea el Señor’, abracé al doctor y abandoné el hospital”.

Comienza como predicador carismático

La experiencia vivida en el hospital fue un romper aguas, un antes y un después en su vida. Tal y como le habían anunciado en el retiro sería a partir de ahora un predicador carismático. Renunció a su trabajo, incluso a la oferta que le hicieron sus superiores de los Misioneros de San Francisco de Sales, su congregación, de ir al extranjero a estudiar un doctorado. Las rechazó porque el Espíritu Santo le dijo claramente: “Yo soy suficiente para ti”. El recién bautizado en el Espíritu Santo cambió de vida: de tímido y acomodado profesor pasó a ser predicador y apóstol de Jesucristo. Incansable y constante.

Una casa de retiros para miles de personas

Fundó la Charis Bhavan, en su Kerala natal, una casa para retiros que se ha convertido en un lugar de encuentro con Dios para miles de personas. Con programas de ayuda para resolver o, en última instancia a sobrellevar, los problemas sociales, económicos, psicológicos, domésticos y espirituales.

Pero el P. James hace tiempo que decidió cruzar fronteras y se ha convertido en un predicador incansable por Sudamérica y EEUU, por Bosnia, Croacia, España, Francia, Suiza y centro Europa, por Asia e, incluso, en algunos países islámicos de la península arábiga.

Ha publicado libros, poemas, artículos y canciones que circulan por millares y han sido traducidos a innumerables idiomas. Entre sus libros se encuentran: 27 oraciones carismáticas, Entra en el Arca y Eureka. Y entre sus artículos destacan algunos relativos a la incompatibilidad entre el Yoga y la fe cristiana.

Apóstol en toda ocasión

Quienes asisten a sus retiros son testigos de primera mano de la acción del Espíritu Santo sobre sus vidas, pero quienes se encuentran con él por el camino de la vida también son testigos de ese soplo divino.

En cierta ocasión estando en el aeropuerto de Bombay esperando a subir al avión, había un joven europeo vestido como un hindú, de color azafrán y con ceniza en su frente, discutiendo con la policía. La razón era relativamente obvia: el joven pretendía subir al avión con sus dioses encima, es decir, con un ratón y una serpiente enroscada al cuello, que por supuesto estaban vivos. Ni que decir tiene que el joven estaba cargado de razones para hacerlo:

- Estos son mis dioses recibidos en la India y vosotros policías indios, ¿no me permitís ir con ellos? –les preguntaba a los agentes de aduanas.

Mientras los policías resolvían esta cuestión relativa a la fe y a las leyes, la gente comenzaba a desesperarse y a gritar. Allí se encontraba también el P. James, quien se puso a rezar por aquel joven tan despistado en cuestiones de fe. Movido por el Espíritu Santo, actuó:

- José, ¿no eres un católico alemán? ¿No estarás queriendo tomar a estas criaturas como tus dioses? –le preguntó mientras ponía la mano sobre su hombro.

- ¿Quién le ha dicho que me llamo José y que soy católico alemán? –le respondió con sorpresa.

Sacando un crucifijo le explicó el sacerdote:

- Él es mi Dios, que me revela estas cosas por medio del Espíritu Santo.

Con lágrimas en los ojos le preguntó si estaba dispuesto a hablarle más sobre Jesús y el Espíritu Santo. Dijo que sí, pero le puso como condición que renunciase a aquellos animales. Él, como un niño, obedeció y tiró el ratón y la serpiente al cubo de la basura. Durante el vuelo, el padre le explicó a José muchas cosas sobre Jesús y el Espíritu Santo. Él era un católico que había abandonado la fe para ir tras las mujeres, las drogas y el alcohol, y que había adoptado el hinduismo como forma de vida. Confesó que todo eso no le había dado sentido a su vida y que le faltaba algo. Terminó por confesarse y recibir la Comunión en una Misa que celebró en el hotel de Ryad, en Arabia Saudita. El joven estaba feliz y con lágrimas le dijo:

- Ahora mi sed y mi hambre de Dios han sido colmados con Jesús en la Comunión.

El P. James comenta, a raíz de este caso, que el sacerdote recibe muchas alegrías al perdonar los pecados de quienes estaban alejados de Dios: “Habría valido la pena haber nacido y haber sido sacerdote para confesar a este hombre pecador y después haber muerto al ver su alegría y su paz. ¡Vale la pena morir para dar vida!”.

Un cura indio explica por qué practicar el Yoga o el Reiki tiene efectos perniciosos en un cristiano

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 13 de octubre de 2025

Santo Evangelio 13 octubre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 11,29-32):

 En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».



«Esta generación es una generación malvada; pide una señal»


P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP

(San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)

Hoy, la voz dulce —pero severa— de Cristo pone en guardia a los que están convencidos de tener ya el “billete” para el Paraíso solamente porque dicen: «¡Jesús, qué bello que eres!». Cristo ha pagado el precio de nuestra salvación sin excluir a nadie, pero hay que observar unas condiciones básicas. Y, entre otras, está la de no pretender que Cristo lo haga todo y nosotros nada. Esto sería no solamente necedad, sino malvada soberbia. Por esto, el Señor hoy usa la palabra “malvada”: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás» (Lc 11,29). Le da el nombre de “malvada” porque pone la condición de ver antes milagros espectaculares para dar después su eventual y condescendiente adhesión.

Ni ante sus paisanos de Nazaret accedió, porque —¡exigentes!— pretendían que Jesús signara su misión de profeta y Mesías mediante maravillosos prodigios, que ellos querrían saborear como espectadores sentados desde la butaca de un cine. Pero eso no puede ser: el Señor ofrece la salvación, pero sólo a aquel que se sujeta a Él mediante una obediencia que nace de la fe, que espera y calla. Dios pretende esa fe antecedente (que en nuestro interior Él mismo ha puesto como una semilla de gracia).

Un testigo en contra de los creyentes que mantienen una caricatura de la fe será la reina del Mediodía, que se desplazó desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y resulta que «aquí hay algo más que Salomón» (Lc 11,31). Dice un proverbio que «no hay peor sordo que quien no quiere oír». Cristo, condenado a muerte, resucitará a los tres días: a quien le reconozca, le propone la salvación, mientras que para los otros —regresando como Juez— no quedará ya nada qué hacer, sino oír la condenación por obstinada incredulidad. Aceptémosle con fe y amor adelantados. Le reconoceremos y nos reconocerá como suyos. Decía el Siervo de Dios Don Alberione: «Dios no gasta la luz: enciende las lamparillas en la medida en que hagan falta, pero siempre en tiempo oportuno».


De la India a párroco en un barrio humilde de Zamora: viaje de un joven sacerdote hacia la vocación



 De la India a párroco en un barrio humilde de Zamora: viaje de un joven sacerdote hacia la vocación

El primer destino fue Argentina, donde ejerció durante siete años antes de llegar a España.

¿Qué hace un cura como tú en un sitio como este? Ese podría ser el título de la siguiente historia. Sanjib es el pequeño de ocho hermanos y cuando quiso salir de su casa tuvo muchos problemas, ya que no era precisamente al pueblo de al lado. El Diario de Zamora cuenta su historia. 

Colaborador de la parroquia de su pueblo desde pequeño en un país en el que el catolicismo no es ni con mucho una religión mayoritaria, Sanjib Bishoy empezó el seminario con 22 años y, al acabarlo, cerca de la treintena, tuvo que escoger tres destinos. India, Brasil, Argentina y por último España.

Familia de conversos

Pero la historia de Sanjib, desde hace unas semanas párroco en la iglesia de San Lorenzo, en Los Bloques, Zamora (España), viene de más atrás. De mucho más atrás. Su familia era hindú hasta que un misionero español en la India les convirtió al catolicismo. 

Cuenta que su padre estaba enfermo, que su abuelo lo llevó a la iglesia, y se curó. Se hizo catequista, se casó, tuvo ocho hijos (cinco mujeres y tres hombres). El mayor se hizo cura y el pequeño, que es Sanjib, también. 

"Mi mamá y mi papá no me querían dejar salir de casa porque yo era el último de la familia y se suponía que tenía que cuidarlos, pero yo quería salir, aprendí inglés y me quise marchar. Me ayudó mi hermano, que me propuso la congregación del Verbo Divino", recuerda.



Es párroco en Zamora desde hace unas semanas.Diócesis de Zamora

El primer destino fue Argentina, donde Sanjib ejerció durante siete años antes de llegar, el 23 de enero de este año, a España. En febrero estaba en Zamora, en Los Bloques, donde se ha quedado y donde, insiste, quiere desarrollar su vocación. Su "misión", porque se define insistentemente como misionero.

Una misión que consiste en acercar la Iglesia a las personas que se han alejado de ella, resume el sacerdote. Sanjib es consciente de que la gente joven del barrio, de la ciudad y de la sociedad en general está ahora como norma más alejada de las iglesias que hace unas décadas.  

"Antes la iglesia abría las puertas y la gente venía. Ahora no, hay que salir, hay que caminar, hay que buscar a la gente en las calles y en sus casas, explicarles las cosas", apunta desde la parroquia en la que desarrolla su trabajo.

"Mi tarea, como sacerdote, y como sacerdote joven, es acercarme. Ir, entender la situación de la gente, apoyar de diferentes maneras en todo lo que pueda para ayudar". Desempeño que tiene más sentido en Los Bloques, uno de los barrios con la renta media más baja de la ciudad. 

De ello es consciente el sacerdote, que insiste en "acercarse con mucha paciencia a la gente que se ha alejado, entendiendo su situación. Dando la bienvenida, no rechazando".

Sanjib ha llegado a Zamora con vocación de permanencia.  "Después de trabajar diez años o más podré volver, si quiero, pero no sé si querré", apunta ahora, prácticamente recién llegado. Se encuentra bien en Zamora, la ciudad le gusta y ha recibido el cariño de los feligreses y, apunta, del barrio en general.

Reconoce que echa de menos a su país, donde vive su madre (que tiene 91 años) y sus hermanos. Su padre murió en 2020. En India tiene a su familia y amigos. Pero él insiste en su misión. "También soy miembro de esta familia, de la que hay aquí en Los Bloques. Y estoy muy contento". Quiere ser, dice, uno más de la comunidad

Fuente: Religión en Libertad

domingo, 12 de octubre de 2025

Santo Evangelio 12 octubre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 17,11-19):

 Un día, sucedió que, de camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios.

Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?». Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado».



«¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy podemos comprobar, ¡una vez más!, cómo nuestra actitud de fe puede remover el corazón de Jesucristo. El hecho es que unos leprosos, venciendo la reprobación social que sufrían los que tenían la lepra y con una buena dosis de audacia, se acercan a Jesús y —podríamos decir entre comillas— le obligan con su confiada petición: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» (Lc 17,13).

La respuesta es inmediata y fulminante: «Id y presentaos a los sacerdotes» (Lc 17,14). Él, que es el Señor, muestra su poder, ya que «mientras iban, quedaron limpios» (Lc 17,14).

Esto nos muestra que la medida de los milagros de Cristo es, justamente, la medida de nuestra fe y confianza en Dios. ¿Qué hemos de hacer nosotros —pobres criaturas— ante Dios, sino confiar en Él? Pero con una fe operativa, que nos mueve a obedecer las indicaciones de Dios. Basta un mínimo de sentido común para entender que «nada es demasiado difícil de creer tocando a Aquel para quien nada es demasiado difícil de hacer» (San J. H. Newman). Si no vemos más milagros es porque “obligamos” poco al Señor con nuestra falta de confianza y de obediencia a su voluntad. Como dijo san Juan Crisóstomo, «un poco de fe puede mucho».

Y, como coronación de la confianza en Dios, llega el desbordamiento de la alegría y del agradecimiento: en efecto, «uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias» (Lc 17,15-16).

Pero..., ¡qué lástima! De diez beneficiarios de aquel gran milagro, sólo regresó uno. ¡Qué ingratos somos cuando olvidamos con tanta facilidad que todo nos viene de Dios y que a él todo lo debemos! Hagamos el propósito de obligarle mostrándonos confiados en Dios y agradecidos a Él.


Atacan el seminario de Ivhianokpodi, en Nigeria: un muerto y tres seminaristas jóvenes secuestrados

  


Atacan el seminario de Ivhianokpodi, en Nigeria: un muerto y tres seminaristas jóvenes secuestrados

La Policía habla de "acto insensato de violencia contra una institución religiosa y jóvenes estudiantes inocentes".

Ataque armado al seminario menor diocesano Inmaculada Concepción de Ivhianokpodi, en el estado de Edo, Nigeria. Tres jóvenes seminaristas han sido secuestrados por una banda armada, y en el asalto perdió la vida un guardia de seguridad.

En un comunicado difundido por la diócesis de Auchi, se señala que el secuestro tuvo lugar poco después de las 21:00 horas del pasado jueves 10 de julio.

Ataque directo a la paz

Por el momento, según indican desde la diócesis de Auchi, no ha habido ningún contacto por parte de los secuestradores.

Los agentes de Policía que investigan el suceso, en una nota, hablan de "acto insensato de violencia contra una institución religiosa y jóvenes estudiantes inocentes", calificando el asalto "no solo de bárbaro, sino también de ataque directo a la paz y la seguridad pública".

Por razones de seguridad, los demás seminaristas han sido "trasladados temporalmente a una zona segura hasta que se refuercen las medidas de seguridad alrededor del seminario".

Seminaristas en el Seminario del Buen Pastor en Kaduna (Nigeria).

Casi 1.000 se confirman en Nigeria tras la masacre de 200 cristianos: «El Espíritu está trabajando»

El mismo seminario ya había sido asaltado por una banda de hombres armados el 27 de octubre de 2024. En aquella ocasión, el rector del seminario, Thomas Oyode, fue secuestrado y llevado al bosque, tras ofrecerse como rehén en lugar de los dos jóvenes seminaristas que los bandidos se estaban llevando. El padre Oyode fue liberado tras 11 días de cautiverio.

Fuente: Religión en Libertad

sábado, 11 de octubre de 2025

Santo Evangelio 11 octubre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 11,27-28):

 En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, sucedió que una mujer de entre la gente alzó la voz, y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!». Pero Él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan».



«¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!»


Rev. D. Jaume AYMAR i Ragolta

(Badalona, Barcelona, España)

Hoy escuchamos la mejor de las alabanzas que Jesús podía hacer a su propia Madre: «Dichosos (...) los que oyen la Palabra de Dios y la guardan» (Lc 11,28). Con esta respuesta, Jesucristo no rechaza el apasionado elogio que aquella mujer sencilla dedicaba a su Madre, sino que lo acepta y va más allá, explicando que María Santísima es bienaventurada —¡sobre todo!— por el hecho de haber sido buena y fiel en el cumplimiento de la Palabra de Dios.

A veces me preguntan si los cristianos creemos en la predestinación, como creen otras religiones. ¡No!: los cristianos creemos que Dios nos tiene reservado un destino de felicidad. Dios quiere que seamos felices, afortunados, bienaventurados. Fijémonos cómo esta palabra se va repitiendo en las enseñanzas de Jesús: «Bienaventurados, bienaventurados, bienaventurados...». «Bienaventurados los pobres, los compasivos, los que tienen hambre y sed de justicia, los que creerán sin haber visto» (cf. Mt 5,3-12; Jn 20,29). Dios quiere nuestra felicidad, una felicidad que comienza ya en este mundo, aunque los caminos para llegar no sean ni la riqueza, ni el poder, ni el éxito fácil, ni la fama, sino el amor pobre y humilde de quien todo lo espera. ¡La alegría de creer! Aquella de la cual hablaba el converso Jacques Maritain.

Se trata de una felicidad que es todavía mayor que la alegría de vivir, porque creemos en una vida sin fin, eterna. María, la Madre de Jesús, no es solamente afortunada por haberlo traído al mundo, por haberlo amamantado y criado —como intuía aquella espontánea mujer del pueblo— sino, sobre todo, por haber sido oyente de la Palabra y por haberla puesto en práctica: por haber amado y por haberse dejado amar por su Hijo Jesús. Como escribía el poeta: «Poder decir “madre” y oírse decir “hijo mío” / es la suerte que nos envidiaba Dios». Que María, Madre del Amor Hermoso, ruegue por nosotros.



 En Harvard, el científico James M. Tour se arrodilla y reza en plena clase: «Jesús es el Señor»

James M Tour, durante una de las grabaciones de su podcast en YouTube.

Que el ámbito científico universitario está alejado por completo de la fe es una hipótesis ampliamente extendida. Y de entre los muchos científicos que la refutan, el caso de James M. Tour es uno de los más destacados: así lo muestra su reciente oración, elevada en público, arrodillado ante sus alumnos y en plena clase, en un aula de la universidad de Harvard.

Conocido por su experiencia en el campo de la química orgánica -que estudia los compuestos que contienen carbono- y la nanotecnología - la manipulación de la materia a una escala atómica y molecular-, el científico se desempeña como profesor de la Rice University de Houston (Texas).

Larga lista de reconocimientos: entre los 10 mejores

Su experiencia, lejos de ser solo académica, cosecha amplios logros e innovaciones prácticos. Es el caso de los trabajos de su grupo de investigación en torno al grafeno inducido por láser, con probadas implicaciones positivas en la gestión ambiental a través del reciclaje de materiales y desechos.

Sus exitosas y pioneras investigaciones le han hecho merecedor del Premio Oesper de la American Chemical Society (2021), concedido a "químicos destacados por sus importantes logros a lo largo de su vida en el campo de la química, con un impacto duradero en las ciencias químicas".

También ha sido nombrado miembro de la Royal Society of Chemistry en 2020, año en el que también recibió el Premio Centenario de la misma institución por sus innovaciones en química de materiales con aplicaciones en medicina y nanotecnología.

Además ha sido incluido en la Academia Nacional de Inventores en 2015, nombrado entre "Los 50 científicos más influyentes del mundo hoy" por TheBestSchools.org en 2019 y, entre otros muchos nombramientos que acreditan su experiencia, también se clasificó como uno de los 10 mejores químicos del mundo durante la última década, según una encuesta de índice de citas por publicación de Thomson Reuters en 2009.

Cristiano, científico y crítico con el evolucionismo

Tour, que adoptó el cristianismo durante sus estudios de posgrado, secundó en 2001 la declaración “Un disenso científico del darwinismo” del Discovery Institute, cuyos firmantes cuestionan la afirmación de que la teoría de la evolución de Darwin explique plenamente la complejidad de los seres vivos o que «toda la evidencia científica conocida respalde la evolución [darwiniana]».

Nacido en un hogar judío, ha detallado en varias ocasiones que durante sus años universitarios se sintió retado por cristianos de cara a reflexionar sobre el pecado y la redención. Una experiencia que transformó su vida en 1977: “Señor, soy pecador, perdóname… De repente, sentí la presencia de Cristo, un sentido glorioso de perdón me inundó”, relató el científico.

Desde entonces, Tour trata de aprovechar las plataformas académicas y su reputación como científico para afirmar la compatibilidad entre el rigor intelectual y la fe cristiana, entre fe y razón, defendiendo que “la búsqueda de la verdad incluye a Dios”.

Rezando por sus alumnos en Harvad... en plena clase

Además, a su labor estrictamente investigadora se agregan sus altas capacidades, como es ser fundador y director de más de una docena de empresas basadas en su propia investigación, siendo además profesor visitante de la Universidad de Harvard.

Precisamente en esta última es donde tuvo lugar uno de los episodios que están generando más expectación entre alumnos y usuarios de internet y redes sociales.

Según se aprecia en los vídeos que circulan, Tour se encontraba en plena clase cuando se dirigió a sus alumnos en un llamado único basado “exclusivamente en lo que he visto en mi propia vida”.


“Cuando has visto esta evidencia, [cuando] has escuchado la evidencia de la resurrección de Jesús de entre los muertos… Actúa según la medida de fe que tengas que tienes, un 50%, un 25%, un 10% de seguridad que ha resucitado de entre los muertos… Quiero que reces conmigo y actúes en torno a eso”, les dijo.

Es entonces cuando se arrodilló en el aula y comenzó a rezar por sus alumnos.

Aba mi padre, rezo por estos jóvenes, que repitan conmigo hoy esta oración hoy: `Señor, gracias por morir por mí, porque soy pecador. Señor, yo creo, pero ayúdame con mi incredulidad. Creo que Jesús es el Señor y creo que ha resucitado de entre los muertos. Lléname con tu Espíritu Santo y Déjame vivir para ti en el nombre de Jesús. Amén.

Finalizada la oración, se dirigió una vez más a los alumnos ofreciéndose a responder sus dudas e inquietudes al respecto.

“Si has rezado esta oración, ven a verme después o envíame un correo electrónico. Estará bien, sólo házmelo saber”, invitó antes de ofrecer su contacto personal y de que su gesto y plegaria pública diese la vuelta al mundo en internet y redes sociales. 

Fuente: Religión en Libertad

viernes, 10 de octubre de 2025

Santo Evangelio 10 octubre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 11,15-26):

 En aquel tiempo, después de que Jesús hubo expulsado un demonio, algunos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios». Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo.

Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?, porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.

»Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: ‘Me volveré a mi casa, de donde salí’. Y al llegar la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio».



«Algunos dijeron: 'Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios'»


Rev. D. Josep PAUSAS i Mas

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy contemplamos asombrados cómo Jesús es ridículamente “acusado” de expulsar demonios «por Beelzebul, Príncipe de los demonios» (Lc 11,15). Es difícil imaginar un bien más grande —echar, alejar de las almas al diablo, el instigador del mal— y, al mismo tiempo, escuchar la acusación más grave —hacerlo, precisamente, por el poder del propio diablo—. Es realmente una acusación gratuita, que manifiesta mucha ceguera y envidia por parte de los acusadores del Señor. También hoy día, sin darnos cuenta, eliminamos de raíz el derecho que tienen los otros a discrepar, a ser diferentes y tener sus propias posiciones contrarias e, incluso, opuestas a las nuestras.

Quien lo vive cerrado en un dogmatismo político, cultural o ideológico, fácilmente menosprecia al que discrepa, descalificando todo su proyecto y negándole competencia e, incluso, honestidad. Entonces, el adversario político o ideológico se convierte en enemigo personal. La confrontación degenera en insulto y agresividad. El clima de intolerancia y mutua exclusión violenta puede, entonces, conducirnos a la tentación de eliminar de alguna manera a quien se nos presenta como enemigo.

En este clima es fácil justificar cualquier atentado contra las personas, incluso, los asesinatos, si el muerto no es de los nuestros. ¡Cuántas personas sufren hoy con este ambiente de intolerancia y rechazo mutuo que frecuentemente se respira en las instituciones públicas, en los lugares de trabajo, en asambleas y confrontaciones políticas!

Entre todos hemos de crear unas condiciones y un clima de tolerancia, respeto mutuo y confrontación leal en el que sea posible ir encontrando caminos de diálogo. Y los cristianos, lejos de endurecer y sacralizar falsamente nuestras posiciones manipulando a Dios e identificándolo con nuestras propias posturas, hemos de seguir a este Jesús que —cuando sus discípulos pretendían que impidiera que otros expulsaran demonios en nombre de Él— los corrigió diciéndoles: «No se lo impidáis. Quien no está contra vosotros, está con vosotros» (Lc 9,50). Pues, «todo el coro innumerable de pastores se reduce al cuerpo de un solo Pastor» (San Agustín).

El actor Tim Allen perdona al asesino de su padre, inspirado en las palabras de Erika Kirk

 


El actor Tim Allen perdona al asesino de su padre, inspirado en las palabras de Erika Kirk

El ejemplo de Kirk y, ahora, de Allen, a la hora de perdonar, se está extendiendo por las redes sociales.

Tim Allen es un actor estadounidense de 72 años conocido por sus papeles como Santa Claus y por ser la voz de Buzz Lightyear en Toy Story. Ahora, siguiendo el ejemplo de la viuda de Charlie Kirk, ha perdonado al asesino de su padre.

Después de que Erika Kirk perdonara públicamente al asesino de su marido Charlie Kirk, frente a millones de espectadores, Tim Allen recurrió a las redes sociales para anunciar que, al ver su ejemplo, ha encontrado la capacidad de perdonar al hombre que asesinó a su padre hace más de medio siglo.

El trágico accidente

"Cuando Erika Kirk pronunció estas palabras sobre el hombre que mató a su marido: 'A ese hombre... a ese joven... lo perdono'. Ese momento me conmovió profundamente. He luchado durante más de 60 años para perdonar al hombre que mató a mi padre. Diré esas mismas palabras ahora, mientras escribo: 'Perdono al hombre que mató a mi padre'. Que la paz sea con todos", escribió Allen.

Millones de seguidores del actor se han conmovido con su publicación. Que revela el dolor que el actor ha estado viviendo desde que tenía 11 años, cuando un conductor ebrio terminó con la vida de su padre en 1964.

El cómico Tim Allen reconoció en una entrevista que fue, precisamente, por culpa de este accidente por el que perdió la fe durante su juventud. Aunque, posteriormente, ha admitido que regresó a la Iglesia.

En una entrevista para CBN News habló abiertamente de su "increíble" experiencia al leer la Biblia de principio a fin, una experiencia que describió como "para nada lo que esperaba".

Llegó a decir que "actualmente estoy casi terminando el Antiguo Testamento de la Biblia de Jerusalén y casi terminé con los Profetas. Ahora me queda el Nuevo Testamento. Hasta ahora es asombroso y no es para nada lo que esperaba".

El ejemplo de Kirk y, ahora, de Allen, a la hora de perdonar, se está extendiendo por las redes sociales. Donna Walker respondió a la publicación de Allen, escribiendo:

"Luché durante 42 años para perdonar al hombre que mató a mi abuela. Digo estas palabras con lágrimas en los ojos y con el corazón palpitante, mientras escribo: 'Perdono al hombre que mató a mi abuela'. Que la paz sea contigo".

Erika Kirk en su discurso memorial de perdón, y Alejandro Bo lo comenta

El perdón de Erika Kirk impacta a los jóvenes: análisis de Alejandro Bo

Y otros reconocen la necesidad de perdonar, aunque todavía no sean capaces:

"Ojalá pudiera perdonar al hombre que mató a mi hermano, con solo 42 años, padre soltero de un hijo de 9 años y mi mejor amigo. Eres mejor persona que yo, Tim, porque yo aún no he llegado a ese punto. Quizás algún día pueda".

Una mujer en redes también admitió que ha llevado el dolor y la rabia en su corazón desde que era niña:

"Tim, yo también me sentí profundamente dolido cuando tenía 8 años y asesinaron a mi padre... La fuerza de Erika vino del Señor. Ella me ha mostrado el camino. Espero que el Señor nos ayude a ambos a encontrar la paz".

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 9 de octubre de 2025

Santo Evangelio 9 octubre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 11,5-13):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle’, y aquél, desde dentro, le responde: ‘No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos’, os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite.

»Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!».



«El Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan»


Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM

(Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio es una catequesis de Jesús sobre la oración. Afirma solemnemente que el Padre siempre la escucha: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» (Lc 11,9).

A veces podemos pensar que la práctica nos muestra que esto no siempre sucede, que no siempre “funciona” así. ¡Es que hay que rezar con las debidas actitudes!

La primera es la constancia, la perseverancia. Hemos de rezar sin desanimarnos nunca, aunque nos parezca que nuestra plegaria choca con un rechazo, o que no es escuchada enseguida. Es la actitud de aquel hombre inoportuno que a medianoche va a pedirle un favor a su amigo. Con su insistencia recibe los panes que necesita. Dios es el amigo que escucha desde dentro a quien es constante. Hemos de confiar en que terminará por darnos lo que pedimos, porque además de ser amigo, es Padre.

La segunda actitud que Jesús nos enseña es la confianza y el amor de hijos. La paternidad de Dios supera inmensamente a la humana, que es limitada e imperfecta: «Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo...!» (Lc 11,13).

Tercera: hemos de pedir sobre todo el Espíritu Santo y no sólo cosas materiales. Jesús nos anima a pedirlo, asegurándonos que lo recibiremos: «...¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!» (Lc 11,13). Esta petición siempre es escuchada. Es tanto como pedir la gracia de la oración, ya que el Espíritu Santo es su fuente y origen.

El beato fray Gil de Asís, compañero de san Francisco, resume la idea de este Evangelio cuando dice: «Reza con fidelidad y devoción, porque una gracia que Dios no te ha dado una vez, te la puede dar en otra ocasión. De tu cuenta pon humildemente toda la mente en Dios, y Dios pondrá en ti su gracia, según le plazca».