El Padre Emiliano Tardif, habla de la Renovación Carismática Católica
Hay que reflexionar mucho, sobre lo que Jesús está haciendo hoy a través de la renovación cristiana en el Espíritu Santo, a través de la Renovación Carismática, en Ezequiel nos dice el Señor: manifestaré mi santidad ante las naciones y verán que yo soy tu Dios, esto es lo que Dios ha hecho en toda la historia de la salvación, manifestar su santidad, su misericordia, su bondad a través de signos y prodigios numerosos, y a través de estos signos Dios no ayuda a descubrir su presencia viva en medio de su pueblo. En toda la historia de la salvación vemos que Dios ha multiplicado los signos y los prodigios para decirnos que Él está vivo, que está presente, que es un Dios de amor, de misericordia, un Dios poderoso; y en esta Renovación Carismática que vive la Iglesia universal Dios viene de nuevo a manifestarse a través de muchos prodigios, como dice San Pablo: los carismas son una manifestación del Espíritu Santo , una manifestación del Espíritu Santo en la comunidad. Y Dios nos ayuda a descubrir su bondad, su compasión, su poder, para que tengamos más confianza en Él, y que sepamos que Él es nuestro Dios, un Dios fiel, un Dios que es todo amor.
El padre Tardif nos habla de la Renovación Carismática de hoy en el mundo y dice que en la Iglesia Católica, es un fruto maduro del Concilio Vaticano Segundo, es un regalo y un don del Espíritu Santo a la Iglesia de hoy. Esta renovación que apareció en la Iglesia Católica el día 18 de Febrero del año 1967. Apareció discretamente entre un grupo de jóvenes estudiantes en la Universidad del Espíritu Santo (Duquesne) en Estados Unidos de América, y se ha ido manifestando en las parroquias, y en los distintos países del mundo. Claro que también esta Renovación Carismática se ha manifestado entre nuestros hermanos protestantes, incluso en algunas iglesias protestantes esta Renovación Carismática se ha manifestado antes de manifestarse en la Iglesia Católica, pero esto no quiere decir que la Renovación Carismática viene de los protestantes como han dicho algunos mal informados, la Renovación Carismática viene del Espíritu Santo, es una manifestación del Espíritu Santo en medio de nosotros, cada carisma es una manifestación del Espíritu Santo, una manifestación del poder de Dios, de la sabiduría de Dios, de la compasión de Dios y es siempre una manifestación de amor.
Y esta Renovación se ha manifestado antes en algunos protestantes, porque en la Iglesia Católica estábamos tan estructurados, que había poca facilidad para ejercitar estos carismas que se están renovando hoy, tras el Concilio Vaticano Segundo con Juan XXIII la Iglesia se ha ido abriendo mas y mas a las manifestaciones del Espíritu Santo, haciendo lo que nos dice San Pablo: No apaguen el Espíritu, júzguenlo todo y quédense con lo bueno ; y cuando terminó el Concilio, a partir de ahí la Iglesia a vivido una gran renovación, a través de los 16 hermosos documentos del Vaticano Segundo que fueron entregados a la Iglesia Universal el 8 de Diciembre de 1965, la Iglesia comenzó a vivir una renovación de embergadura, una renovación del apostolado de los laicos, una renovación de la vida sacerdotal, de la vida religiosa, una renovación litúrgica, una renovación que ha tocado a todas de las ramas del apostolado de la Iglesia, en el 1965 comenzamos a vivir esta renovación que ha sido fruto del Concilio Vaticano Segundo, pero fue en Febrero del 1967 que el Espíritu Santo, se ha manifestado a través de estos carismas renovados que existían en la Iglesia primitiva pero que entre nosotros se habían vuelto muy escasos, muy raros. Todos los carismas que menciona San Pablo en la epístola a los Coríntios se han ido manifestando poco a poco, es una renovación de los carismas que aparecieron a partir de febrero del 1967, en el 1992 se celebró el 25 aniversario de la Renovación Carismática en la Iglesia Católica.
Por eso invitamos al pueblo de Dios a dar gracias a Dios por estos 25 años de la Renovación Cristiana en el Espíritu Santo que está extendiéndose poco a poco en la Iglesia universal, ya en la Iglesia Católica solamente, pasan de sesenta millones los católicos que participan en esta renovación carismática en 132 países del mundo, y siguen multiplicándose los grupos de oración, las comunidades carismáticas siguen formándose, y el Espíritu Santo sigue actuando con poder, transformando los corazones y vemos conversiones radicales, profundas, rápidas. Vemos gente que reciben una liberación maravillosa del rencor, del odio, del alcohol. de la droga, de opresiones malignas, vemos como el Señor esta renovando la fe de su pueblo, a través de signos y de prodigios.
Dice el Padre Tardif después de predicar en 67 países del mundo que la Renovación Carismática es una renovación de la fe. El Señor está renovando la oración en su pueblo, y a través de la oración está renovando la fe, el Señor está renovando el apostolado y para darnos poder en el apostolado, para producir frutos mas abundantes, el Espíritu Santo nos da carismas, que son dones ministeriales para servir a la comunidad; como decía el papa Pablo VI: la Iglesia vive hoy una nueva propulsión de carismas . Si queremos darle a esta Renovación Carismática una definición mas o menos exacta, podemos decir: la Renovación Carismática es el redescubrimiento experiencial del poder del Espíritu Santo en cada uno y en la Iglesia, y la apertura a su acción para vivir el evangelio en su plenitud, para evangelizar,ser testigos de Cristo resucitado y renovar todas las formas de presencia de Cristo en la Iglesia y en el mundo, no es una cosa nueva es una renovación de lo que ha vivido la Iglesia después de Pentecostés, de lo que ha sido la fuerza evangelizadora de los apóstoles, y que hoy el Señor nos está regalando de nuevo, el poder del Espíritu Santo, lo que Jesús había prometido a sus apóstoles, cuando el día de la ascensión comiendo con ellos les dijo: No se alejen de Jerusalén, quédense esperando, dentro de pocos días, ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.
Los apóstoles no entendían de que hablaba Jesús y el dijo:
“Ustedes recibirán una fuerza, la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos, en Jerusalén, en Samaria, y hasta los confines de la tierra .
Esa fuerza de lo alto es para ser testigos de Jesús resucitado, y los apóstoles comenzaron a reunirse en el Cenáculo con María Santísima la madre de Jesús, y los discípulos dice san Lucas en los Hechos de los Apóstoles,que el número de los que estaban reunidos eran de unos ciento veinte, se reunían en el Cenáculo después de la ascensión, para hacer su asamblea de oración cada día para orar juntos, esperando que se cumpliera la promesa del Padre, la promesa anunciada por los profetas, que el Espíritu Santo iba a derramarse sobre toda carne, la promesa que Dios nos dio a través de Joel, Ezequiel y de los grandes profetas, la promesa que el mismo Jesús repitió antes de subir al Cielo: Ustedes recibirán una fuerza, la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos .
Llegó pentecostés y los apóstoles se reunieron orando en el Cenáculo nueve días, han hecho nueve asambleas de oración en el Cenáculo, y llegó el día diez después de la ascensión,cincuenta días después de la resurrección de Jesús, el día Pentecostés que significa cincuenta, era el gran día en que se cumplió la promesa del Padre, el Espíritu Santo bajó sobre los apóstoles, sobre los discípulos que estaban en el Cenáculo en forma de lenguas de fuego. Y fue el primer bautismo en el Espíritu Santo en la Iglesia, todos quedaron llenos de El, de tal manera que comenzaron a alabar a Dios en otras lenguas, el Espíritu Santo, es un espíritu de alabanza, de adoración, de oración y los transformó, y comenzaron todos a orar y alabar a Dios en otras lenguas, y los que estaban presentes en Jerusalén decían: los oímos todos hablando en nuestra propia lengua, las maravillas del Señor . Era la fuerza de lo alto que había bajado sobre ellos, el Espíritu Santo bajó en forma de lenguas de fuego.
¿Para que una lengua?, para dar testimonio. ¿Para que una lengua de fuego?, para dar testimonio con ardor; el Espíritu Santo no tiene forma es un puro espíritu, pero toma la forma de la misión que desempeña, como en el bautismo de Jesús en el río Jordán, tomó la forma de una paloma, era el símbolo de la mensajera de la paz, Jesús iba a ser el príncipe de la paz, el iba a ser la paz entre Dios nuestro Padre y el hombre pecador. Por eso se manifestó en forma de paloma en el bautismo de Jesús en el río Jordán, pero en Pentecostés se manifestó como una lengua de fuego, y los apóstoles llenos de ese fuego del Espíritu Santo, ya no tuvieron mas temor, antes de la resurrección de Jesús se reunían en el cenáculo, con las puertas cerradas por miedo a los judíos dice el evangelio, pero ya con la venida de esa fuerza de lo alto, salieron a la plaza pública a proclamar con audacia a Jesús resucitado vivo y verdadero, ya no tenían mas miedo, y Pedro predicando a la multitud les dijo: Ese Jesús ustedes lo clavaron a la cruz, pero Dios lo resucitó, nosotros somos testigos de esto .
Ya era un Pedro muy distinto, a lo que había pasado el Viernes Santo, cuando por temor negó a Jesús tres veces, ya no tenía miedo, el Espíritu Santo es un poder de lo alto que viene a ser testigo de Jesús resucitado.
Y con el poder del Espíritu Santo, Pedro consiguió tres mil conversiones en la multitud que lo escuchaba, y dice San Lucas en los Hechos de los Apóstoles, que los que le escuchaban quedaron tocados en su corazón, y dijeron.¿Que hemos de hacer?. Reconocieron su pecado y Pedro dijo: Arrepentíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para el perdón de vuestros pecados; entonces recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los extranjeros que llame el señor Dios nuestro . Y las conversiones fueron tan numerosas, tres mil personas aceptaron a Jesús, lo reconocieron como su salvador, lo aceptaron como el Señor de su vida, y comenzaron las primeras comunidades cristianas, el Espíritu santo se derramó sobre estas comunidades, y empezaron a manifestarse carismas, que San Pablo nos enumera en sus epístolas, carismas que son dones ministeriales, dones espirituales, especiales que el Señor nos da para construir la comunidad para edificar la Iglesia.
Esto es precisamente lo que el Señor no está dando hoy, es una renovación de los carismas que recibió la Iglesia primitiva, es un redescubrimiento del poder del Espíritu Santo, en cada uno y en la Iglesia, para vivir el evangelio a plenitud, para evangelizar y ser testigos de Cristo resucitado en todas partes. Que suerte la nuestra hermanos vivir, este tiempo maravilloso en que el Señor está renovando las maravillas del Pentecostés; apenas está comenzando este nuevo Pentecostés de la Iglesia, y ya como les dije pasan de sesenta millones los católicos, que han descubierto esta bendición en la Iglesia de hoy, y que van participando en grupos de oración, en seminarios de vida en el Espíritu, en retiros de iniciación para renovar su bautismo y para vivir mas intensamente su vida cristiana.
Está creciendo la renovación en todas partes en algunos países crece mas rápido que en otros, pero en todas el Espíritu Santo está renovando la oración.
El Padre Tardif nos dá su testimonio de como conoció la Renovación Carismática. Yo les voy a decir públicamente que antes de entrar en la Renovación Carismática, yo no creía en ella, si hay alguno entre ustedes que han dudado de esta realidad que vive la Iglesia, yo confieso que yo también dudaba, yo no creía mucho en estos grupos de oración, era en el año 1973 se estaban reuniendo unos grupos de oración en la capital Dominicana, oía decir que algunos recibían el don de lenguas, yo me preguntaba como podía ser, si yo llevo años estudiando español y todavía tengo dificultad para hablarlo y ellos dicen que hablan en lenguas en una noche, eso no me convencía mucho, decían que otros recibían el don de profecía, de sanación y no me interesaba eso.
Yo trabajaba mucho en la República Dominicana era superior de mi congregación, ya llevaba ocho años de superior, era provincial y me estaba matando trabajando para edificar seminarios de noviciado, escuela de evangelización, un centro de promoción humana y no me daba cuenta que me estaba agotando con mucho trabajo y caí enfermo, no fue el Señor quién me mando la enfermedad, fui yo, que con mis excesos de trabajo me enfermé, porque hay que ser mas prudentes, y yo no lo fuí. Enfermé el 14 de Junio del año 1973, caí enfermo de tuberculosis pulmonar aguda, entré en el centro médico muriéndome, casi no podía respirar, pasé una noche bien difícil en el centro médico, porque me estaba asfixiando, la respiración se me hacia casi imposible, muchas veces en mi vida había meditado sobre la muerte, muchas veces había predicado sobre ella pero nunca había hecho el ensayo de la muerte, y aquella noche lo hice y se lo digo a ustedes “no me gustó , yo tenía la impresión que no iba a pasar la noche pero gracias a Dios que los médicos con el oxígeno, me ayudaron a pasar la noche y me examinaron, me dijeron que tenía tuberculosis pulmonar aguda, tuberculosis galopante porque era muy fuerte, los dos pulmones heridos. Cuando los médicos me dijeron esto, yo pedí regresar a mi país a Canadá donde vive mi familia, para ir a un hospital especializado para tuberculosos.
Entonces tuve la experiencia de ese poder de la oración, en el hospital los médicos me examinaron, y me dijeron que tal vez con un año de tratamiento en el hospital yo iba a regresar a mi casa. Era la única esperanza que me daban, y antes de comenzar los médicos el tratamiento, recibí la visita de cinco laicos que eran miembros de la Renovación Carismática, tres hombres y dos mujeres, y cuando me dijeron que estaban en un grupo carismático a mi me daba risa interiormente, pero por respeto no dije nada; venían a visitarme, me dijeron: Hemos venido a orar por usted para pedir al Señor, que lo sane y usted vuelva a trabajar en su apostolado en Santo Domingo , yo acepté su oración, la verdad estaba tan enfermo que estaba dispuesto a aceptar cualquier cosa aún de los carismáticos, a pesar de que no creía mucho en ellos, pero ellos tenían mucha fe, y me dijeron: Vamos a imponerle las manos si usted permite, y vamos a orar para pedirle al Señor que lo sane , estaba sentado en mi silla al lado de la cama y me recuerdo como si fuera ahora, se acercaron y me pusieron las manos sobre la cabeza y sobre los hombros y comenzaron a orar, me encontraba tan ridículo debajo de ellos, que me estaban poniendo las manos, yo nunca había visto esto y mientras oraban me di cuenta que la puerta de la habitación estaba abierta y la gente que pasaba por el pasillo se quedaba mirando, me daba como apuro y dije: Si quieren vamos a cerrar la puerta , una señora dijo: Sí como no , salió y cerró la puerta de la habitación, pero ya Jesús había entrado ,ellos siguieron orando y el Señor me sanó totalmente sin ninguna medicina, el Señor me sanó en el espacio de tres o cuatro días, mas o menos.
Estaba ya perfectamente sanado y el médico no entendía lo que me pasaba, y yo todavía no estaba tan seguro de esta Renovación Carismática como para hacerle propaganda, no le dije al médico nada de los carismáticos, estaba esperando que me pasaría, pero me sentía bien, mi respiración iba bien, ya me volvió el apetito dormía bien, y el médico que quería comenzar los tratamientos, al ver lo que pasaba estaba muy sorprendido, y dijo de volver a examinarme de nuevo con una nueva radiografía, cuando observó la nueva radiografía descubrió que mis dos pulmones estaban perfectamente cicatrizados.
Las heridas que hizo la tuberculosis en mis pulmones, me había hecho sufrir mucho, los médicos tenían la primera radiografía con los dos pulmones muy heridos por la tuberculosis, y la nueva radiografía les enseñaba mis dos pulmones bien cicatrizados, el médico no sabía lo que pasaba y me dijo: Padre vuelva a su casa usted está muy bien, pero esto va en contra de todas nuestras teorías médicas, no sabemos lo que ha pasado .
Entonces salí del hospital muy contento, sanado, y comencé a asistir a los grupos de oración carismática ya no tenía ese prejuicio de antes, yo quería saber que era esa renovación, la gente me pedía que diera mi testimonio, al principio no quería darlo, porque pensaba que podía volver a recaer, todavía estaba asustado.
Pero ellos dijeron: Dé gracias por lo menos por lo que ha recibido, porque usted salió del hospital , y comencé a dar mi testimonio y de un grupo a otro me invitaron, y al final de la asamblea de oración me pedían orar por los enfermos, yo oraba por ellos y no pasaba nada. Pasaron los meses de Septiembre, Octubre, y fue el 18 de Noviembre del 1973 que por primera vez, ví a una persona recibir sanación mientras oraba por él, era un hombre que sufría mucho de artrosis, que casi no podía caminar y que me pidió que orara por él, yo hice una oración al Señor pidiéndole que le sanara, durante la oración el comenzó a sudar mucho y se emocionó y lloró, no sabia lo que le pasaba, pero cuando terminó de llorarse levantó y dio un brinco saltando de alegría, gritando y diciendo: ¡Ya no siento nada¡ , el Señor le había sanado su artrosis totalmente en el espacio de unos minutos. Era la primera vez en mi vida que veía a una persona recibir sanación durante la oración que hacía por él, yo había recibido mi sanación mientras otros oraban por mí, pero ya a partir de ese día, me animé a orar más por los enfermos al ver que el Señor responde a la oración, y poco a poco el Señor me ha ido dando ese carisma de sanación.
Y les digo a ustedes que la oración tiene poder y que esta renovación no es un cuento, es una realidad, es un regalo del Espíritu Santo a la Iglesia de hoy para renovar la fe de la Iglesia para fortalecerla, para renovar la oración; el Espíritu Santo está renovando la evangelización y nos está dando carismas que son dones ministeriales, dones para servir, y dones que acompañan de una manera maravillosa a la evangelización. Poco a poco fuí conociendo mejor la renovación, regresé a Santo Domingo un año después, habiendo estudiado la renovación carismática en Canadá y en Estados Unidos, después de haber participado en muchos retiros sacerdotales, y de seglares sobre la renovación, congresos etc. Regresé con el deseo de trabajar en esta línea pastoral de la Renovación, regresé el mes de Julio del 1974, ya había pasado un año en Canadá. me nombraron párroco en una parroquia, donde comencé un grupo de oración, cada semana hacíamos una oración por los enfermos al final de la asamblea, y cada vez el Señor sanaba algún enfermo.
Son signos donde Dios manifiesta su compasión, su poder, dice el Señor: Manifestaré mi santidad ante las naciones y verán que soy tu Dios , y es verdad que se está manifestando a través de muchos signos, signos de conversión, de liberación, de sanación física, de sanación interior, signos maravillosos para edificar la cmmunidad.
Yo pensaba regresando a Santo Domingo, que los sacerdotes iban a decir: “si el Padre Tardif aceptó la renovación carismática tiene que ser una cosa seria , porque antes de ser carismático era un hombre serio, era provincial de mi congregación, y los tres últimos años era presidente de la conferencia religiosa en el país, entonces me tenía por un hombre serio, pero al llegar me di cuenta de que no se pueden convencer lo sacerdotes tan fácilmente.
Algunos comenzaron a sospechar de mí, oían decir que había sanaciones en mi parroquia y uno fue a ver que pasaba, puesto que cada semana pasaba una multitud de gente que venían de fuera con coches y autobuses para la oración, y se llenaba la iglesia. Un sacerdote vecino se coló entre la multitud para ver lo que pasaba y asistió a la asamblea, al final yo hice una oración por los enfermos y terminé orando y cantando en lenguas, cuando el sacerdote salió de allí, salió diciendo: “El padre Emiliano sanó de la tuberculosis de los pulmones, pero enfermó de la cabeza . Entonces me dí cuenta que a los sacerdotes no se les puede convencer discutiendo, lo que les convence son los testimonios de vida que cambia a las personas, son los frutos de la renovación.
En América latina por ejemplo, vemos muchos obispos y sacerdotes que animan la renovación, tuvimos un retiro especial para obispos en Colombia, donde asistieron 119 obispos de América latina, y estuvieron toda una semana, cuando vieron exactamente lo que se vive en la renovación, dijeron: El año próximo queremos que nos den, un retiro de iniciación un seminario de vida en el Espíritu para nosotros también pedir, esa efusión del Espíritu Santo,ese bautismo en el Espíritu Santo. porque es una gracia actual para todos.
Es una gracia actual de renovación espiritual que vive la iglesia, y es para obispos, para sacerdotes, para religiosas, para seglares, es para todos los bautizados, una gracia actual en la cual el Espíritu Santo viene a renovar en nosotros las gracias sacramentales del bautismo, de la confirmación. Es una gracia actual a través de la cual el Espíritu santo nos da un gusto nuevo por la oración, nos renueva en nuestra vocación de bautizados, por eso los obispos han pedido el bautismo en el Espíritu Santo, que es para todos, no es un sacramento nuevo, es una renovación de toda nuestra vida cristiana.
Nos reunimos una semana en el Vaticano los miembros del ICRO y tuvimos un encuentro con el Papa Juan Pablo II, el ICRO es el Consejo Internacional de la Renovación Carismática, y somos veinte los que lo formamos.
El Papa nos decía: Con ustedes le doy las gracias a Dios en este vigésimo quinto aniversario de la Renovación Carismática en la Iglesia Católica, y le doy las gracias por los muchos frutos que el Espíritu Santo ha producido en la Iglesia católica, a través de esta Renovación Carismática.
Nosotros también damos gracias a Dios por estos frutos abundantes que renuevan nuestra fe, nos da un gusto nuevo en la oración y multiplica los grupos de oración, miles y miles de grupos de oración en el mundo entero, donde muchos de los hombres de hoy habían descuidado su vida de oración y vuelven a descubrir la importancia de esta y el gran poder que tiene.
Estos frutos y carismas del Espíritu Santo nos ayudan a servir mejor a la Iglesia, a servir mejor la comunidad, a ser auténticos testigos de Jesús resucitado.
Termina el padre Tardif dando gracias a Dios con esta Oración: Señor te damos gracias por renovar en estos tiempos las maravillas del Pentecostés, por manifestar tu santidad entre las naciones, para que todos sepan que Tú eres Dios; gracias Jesús por el don de tu Espíritu santo, que viene a renovar la Iglesia, que viene a renovar nuestra vida cristiana.
Virgen María tú eres la esposa de Espíritu Santo, ruega por nosotros pecadores para que seamos siempre fieles a la moción del Espíritu Santo en nuestra vida, para que no apaguemos el Espíritu en nuestros corazones; consíguenos Virgen Santísima la fuerza de vivir siempre en la luz, caminando como hijos de la luz, caminando en el Espíritu de Jesús. Amén.
Angel Segura
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