Cuantas veces Señor estamos cansados, sedientos...necesitados del Amor que Tú nos das sin cesar pero que nuestro pecado no nos deja ver ni sentir...Hoy venimos ante tí para que nos des a beber de tu Agua...de tu Espiritu Señor que es el único capaz de saciar nuestra sed..
¡Alabado seas por siempre!
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