Hay familias en necesidad a quienes les avergüenza decirlo: «¡Acudid vosotros!», insta el Papa
El Papa recordó que en el día del juicio serán examinadas nuestras obras con los demás: qué hicimos a Cristo en los necesitados.
Tras el rezo del Ángelus, Francisco dedicó "un saludo especial" a las familias más castigadas por la honda crisis económica causada por la pandemia: "Pensad en tantas familias que en estos momentos se encuentran en dificultad porque no tienen trabajo, o lo han perdido, y tienen uno o dos hijos... y a veces, con un poco de vergüenza, no lo dan a conocer. ¡Acudid vosotros a buscar allí donde hay necesidad, donde está Jesús! ¡Hacedlo!"
Era una aplicación práctica de las obras de misericordia, a las que se había referido momentos antes en la homilía de la misa de Cristo Rey al instruir a los jóvenes de las JMJ sobre las decisiones importantes de la vida.
El Evangelio del día, al presentar el momento del juicio final en el que somos examinados precisamente por nuestras obras, nos habla de "la culminación de la Historia": un momento en el que "el Juez no se reviste de una realeza temible, sino que es un pastor lleno de ternura y misericordia".
La Plaza de San Pedro durante el Angelus de este domingo de Cristo Rey.
Un pastor que se identifica "no solo con el rey-pastor, sino con las ovejas perdidas, esto es, con los hermanos más pequeños y necesitados". E indica "el criterio del juicio: será en base al amor concreto dado o negado a esas personas, porque Él mismo, el juez, está presente en cada una de ellas... 'Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis' (Mt 25, 40-45)... Seremos juzgados sobre el amor. No sobre el sentimiento, no. Seremos juzgados sobre las obras, sobre la compasión convertía en cercanía y pronto ayuda".
"¿Me acerco a Jesús presente en la persona de los enfermos, de los pobres, de los que sufren, de los encarcelados, de quienes tienen hambre y se de justicia? Ésa es la pregunta del día de hoy", insistió Francisco.
"Guardémonos de la lógica de la indiferencia, de mirar hacia otra parte cuando vemos un problema. Recordemos la parábola del Buen Samaritano", concluyó, porque "seremos juzgados por esto": "Por cómo me acerqué y miré a Jesús presente en los necesitados. Ésta es la lógica, y no lo digo yo, lo dice Jesús... Que Jesús nos enseñe esta lógica de la proximidad, de acercarnos a Él con amor en la persona de quienes sufren".
Fuente: Religión en Libertad
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