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lunes, 7 de julio de 2025

Carlo Acutis llega a los cines: amistad, pureza, simplicidad... Dios lo usa para alcanzar a muchos


 Carlo Acutis llega a los cines: amistad, pureza, simplicidad... Dios lo usa para alcanzar a muchos

Carlo Acutis murió con 15 años, pero después su vida y fe tocó a multitud de personas de todas las edades

Este viernes se estrena en unas 50 ciudades de España la película El Cielo no puede esperar, un documental espiritual sobre la figura del beato Carlo Acutis, que murió a los 15 años por enfermedad, en 2006.

A partir de los testimonios de personas impactadas por el joven beato, la mayoría después de su muerte, se explora el misterio de la santidad que Dios puede expresar a través de un adolescente normal del siglo XXI.

La película, de 78 minutos, cuenta con el guión y dirección del periodista José María Zavala, que ya nos presentó en libros y películas la figura de San Pío de Pietrelcina (con El misterio del Padre Pío, y los testimonios de Renacidos), además de la de Santa Teresa de Calcuta (Amanece en Calcuta).

En este proyecto ha colaborado toda su familia. Sus hijos Borja e Inés Zavala han explicado a ReL (aquí) los retos que vivieron como productores ejecutivos y la conexión que han sentido con el joven beato.



Vídeo de la canción oficial de la película sobre Carlo Acutis, con más de 600.000 visionados.

"Estoy destinado a morir", dice el muchacho

"Estoy destinado a morir", dice el joven Carlo mirando a cámara, con serenidad, al inicio de la película. Y, efectivamente, murió dos meses después. Su madre encontró ese vídeo en el ordenador después. Pero la película apenas se demora en la enfermedad y muerte de Acutis, prefiere centrarse en su forma de vivir y su efecto en los demás.

Antonia Salzano nos habla de su hijo. Quizá ya intuyó que moriría joven, piensa, porque en cierta ocasión le dijo: "Yo siempre seré joven". No hacía apenas planes de futuro, vivía el momento. En la enfermedad, ofreció sus sufrimientos por el Papa y por la Iglesia. Pero él ya hablaba de ser santo y trabajar por la santidad mucho antes de la enfermedad.

Decía que quería ir al Cielo sin pasar por el Purgatorio, que vivir sin aprovechar para ser santo era una forma de desaprovechar lo que Dios nos daba. Para ir al Cielo, hablaba del Rosario como "mi escalera", y de la Eucaristía, como "una autopista". Incluso antes de enfermar tenía cierta sensación de urgencia, de que el mensaje de Dios es urgente.

Un modelo para adolescentes... y más

Carlo Acutis se ha hecho muy popular entre los catequistas de niños y adolescentes, necesitados de mostrar un joven de hoy como modelo. Este documental es demasiado largo para una sesión de catequesis, pero se puede mostrar por partes.

Lo que conectará más con los adolescentes serán las escenas de metraje real, que muestran que ya existen los santos grabados en vídeos, que no son sólo personajes de tiempos antiguos. Les puede hacer gracia ver su pasión por la informática, su intento de aprender a tocar el saxofón por sí solo, su trato cercano con los pobres, a los que llevaba comida o su saco de dormir. Y en los vídeos se le ve siempre sonriente.

Pero este documental en concreto hará más servicio a adultos de todas las edades, especialmente a través de los testimonios que nos muestra.

Conoceremos a un hombre que fue anticlerical durante 30 años, alejado de la fe, pero que en 2013 se sintió intrigado por Carlo, buscó su tumba y pasó por el confesionario.

También nos hablará una joven argentina, de simpatía arrolladora, seducida por la historia de Carlo, que lo ha difundido en redes y ha acudido a su intercesión.



Amistad y una pureza especial

Isaac, un seminarista español, es capaz de delimitar muy bien su figura. "No puedes leer sus obras completas, no las tiene, murió con 15 años. Pero en su vida hay algo de infinitud. Carlo es como un amigo íntimo", detalla. "Carlo es santo por lo que vivía con Jesús. Tenía defectos y nos los cuenta. Pero dentro de su normalidad tiene una perfección, una pureza especial".

Los temas que surgen una y otra vez son los de amistad y sencillez, transparencia. Es quizá algo que anhela esta generación de apariencias, pantallas, de cientos de contactos en whatsapp o Instagram pero casi sin amigos reales con los que hablar sinceramente.

Muchos han tenido la sensación de hablar con Carlo Acutis como con un amigo cercano en el Cielo.

Emociona especialmente el testimonio de Walter Gómez, que fue víctima de abusos. Le consuela la escena del Viacrucis en la que despojan a Jesús de sus vestiduras. "Jesús también fue abusado y humillado, él nos entiende", explica. En un entorno de afectos heridos y de adicción a la pornografía, él vio en Carlo Acutis un amigo santo, cercano, desinteresado. Amistad pura, sin las dobleces del aparentar o el competir. Quizá esa es su gran fuerza.

Hay además dos historias de enfermos que acudieron a su intercesión celestial. Uno se curó por completo. El otro pasó 22 días en coma por covid. Le quedan secuelas importantes, limitadoras, pero emociona al espectador explicando que hoy vive más feliz y más cerca de Dios, y que lo agradece al joven italiano. "Su biografía es un máster de cristiandad", afirma.



Donde Francisco de Asís se despojó de sus ropas

Vemos en el documental a los peregrinos de todo tipo que acuden al templo donde San Francisco de Asís se despojó de sus ropas y se las dio a su padre. De nuevo, esa alusión a la simplicidad ante Dios.

Allí descansa, visible, el cuerpo de Carlo Acutis y los peregrinos piden su intercesión, frotan sus reliquias. La película remarca su conexión franciscana a través de la ciudad de Asís y de su estilo alegre. La madre de Carlo fue bautizada de bebé por el Padre Pío, y destaca también esa conexión.

También echamos un vistazo a la exposición itinerante que Carlo preparó sobre milagros eucarísticos, que ha visitado, en diversas versiones, miles de parroquias. Su promotora en España explica sus frutos: gente que se confiesa después de muchos años, personas que pasan a creer en la Presencia real...




Remitir a lo que Dios hace

La película utiliza a veces recreaciones de escenas icónicas en el pasado de Carlo, como cuando se paraba a hablar con pobres, o cuando rezaba ante el Santísimo. También hay un par de escenas que recrean a Jesús, cuerpo completo, orando en el desierto, que nos remiten al motor detrás de Carlo. Porque a través de los testimonios, lo que vemos es que la historia detrás de Carlo no es Carlo, sino lo que Dios hace a través de Carlo, incluso años después de su muerte.

Fuente: Religión en Libertad

domingo, 6 de julio de 2025

Lola Rosique sanó de un cáncer con una reliquia de Carlo Acutis que ha ayudado a tres niños enfermos



 Lola Rosique sanó de un cáncer con una reliquia de Carlo Acutis que ha ayudado a tres niños enfermos

Lola Rosique.

Lola Rosique experimentó una curación sorprendente que atribuye a la intercesión de Carlo Acutis.

Lola Rosique (44), pediatra de Murcia y madre de cuatro hijos, recibió en agosto de 2022 un diagnóstico que cambiaría su vida: un tumor se había extendido por toda su cavidad abdominal. En medio de la incertidumbre, encontró consuelo y esperanza en la intercesión del beato Carlo Acutis y se curó.

Hoy está convencida de que su recuperación no solo se debe a los avances médicos, sino que también estuvo acompañada de elementos sobrenaturales.

-¿Había oído hablar antes de Carlo Acutis?

-Supe de él gracias a mis hijas, que lo conocieron en la clase de religión. Les hablaron de Carlo como un ejemplo para los jóvenes cristianos, un enamorado absoluto de la Eucaristía y el Rosario. Había visto fotos de su cuerpo intacto, expuesto en una vitrina, pero su historia quedó en mi subconsciente. No sabía que sus restos reposaban en Asís; lo único que sabía es que era de Milán.

-¿Cómo fue su encuentro con Carlo Acutis?

-En el verano de 2022 viajé por Italia con mi marido Pablo y nuestros cuatro hijos. Llevaba tiempo sintiéndome mal, pero al final del viaje empecé a tener fuertes dolores en el vientre. Al tocarme, noté una masa. Como médica, supe inmediatamente que se trataba de un tumor maligno.

»Para el viaje de vuelta habíamos reservado un ferry desde Civitavecchia y aún nos quedaban unas horas. Mi marido sugirió visitar Asís. Allí descubrimos que, además de recuerdos de Francisco y Clara de Asís, también se ofrecían numerosos objetos devocionales de Carlo Acutis. Fue entonces cuando me enteré de que su cuerpo estaba expuesto en la iglesia de Santa María la Mayor.

»A pesar de mi agotamiento, me sentí atraída para ir a la iglesia. La subida final de 200 o 300 metros, bajo el sol abrasador de agosto, fue todo un desafío. Aunque estaba en un estado muy deteriorado, sentía como si el propio Carlo me tirara de las orejas. 



Carlo Acutis.

Carlo Acutis (1991-2006), beatificado en 2020, será canonizado el 27 de abril de 2025.

»Cuando llegué a la iglesia, en el momento más difícil de mi vida, me senté frente a su vitrina y le pedí dos cosas: una devoción eucarística profunda para mis hijos y mi sanación. De inmediato, me invadió una paz indescriptible, acompañada de una sensación de bienestar físico. Yo había entrado a la iglesia casi moribunda y de repente sentía un bienestar físico que me hizo ver con claridad que era Carlos al que le tenía que encomendar mi enfermedad. Me encomendé a Dios: “Señor, lo pongo todo en tus manos”.

-¿Qué papel desempeñó la medicina en su curación?

-Una amiga cirujana me recomendó operarme con el doctor Luis Chiva en la Clínica Universitaria de Navarra en Madrid, que según el American College of Surgeons se encuentra entre los diez mejores cirujanos del mundo. La operación duró 14 horas. Durante la intervención, había una reliquia de Carlo Acutis en el quirófano, no quería separarme de ella.

»El doctor Chiva extirpó todo el tumor y numerosas metástasis de la cavidad abdominal. Sorprendentemente, al analizarlo, resultó que no se trataba de cáncer de ovario, como se temía, sino de cáncer de apéndice, que tiene un pronóstico mucho mejor.

-¿Diría que su curación fue un milagro?

-Sí, estoy convencida. En las redes sociales se formó una enorme cadena de oración. Mi marido y yo nos sentíamos al principio como en un pozo oscuro, pero gracias a las oraciones de tanta gente se fue haciendo cada vez más luz. Era como si se desplegara una alfombra delante de nosotros que nos daba la seguridad de que teníamos que ir por ahí. Lo viví con especial intensidad durante la unción de los enfermos antes de la operación. Sentí como si el propio Jesús me impusiera las manos: un momento de paz profunda. La fuerza de la oración se hizo física para mí.

-¿Qué pasó con la reliquia de Carlo Acutis?

-Nuestro párroco de Murcia me la había prestado “hasta mi recuperación”. Al principio no quería desprenderme de ella, pero luego sentí que Carlo me pedía que la compartiera con otras personas.

»Así que llevé la reliquia a Victoria, una compañera del colegio de mi hija que llevaba años postrada en cama y que padecía cáncer óseo. Me puse en contacto con su madre y le llevé la reliquia. Victoria era una chica muy estudiosa y le pidió a Carlo que le permitiera volver al colegio. Pocos días después de recibir la reliquia, empezó a bajar la dosis de morfina, remitió absolutamente el dolor, empezó a comer y a lo largo de un mes ganó cuatro kilos. Fue algo milagroso.

»Durante un mes pudo llevar una vida casi normal: ir al colegio, salir a comer fuera... Al cabo de un mes, su estado volvió a empeorar. Murió poco después del estreno de la película de Carlo Acutis El cielo no puede esperar en Murcia, con una expresión radiante en el rostro. Su madre consideró que ese mes que le habían regalado había sido una bendición del cielo. Para algunas personas, el cielo no puede esperar; el Señor tiene mucha prisa por llevárselas para que disfruten de la gloria.

Carlo Acutis murió con 15 años, pero después su vida y fe tocó a multitud de personas de todas las edades

Carlo Acutis llega a los cines: amistad, pureza, simplicidad... Dios lo usa para alcanzar a muchos

-¿También ha llevado la reliquia a otros enfermos?

-Sí. El 3 de enero recibimos un mensaje por WhatsApp: Elías, de tres años, había sido rescatado con parada cardiorrespiratoria de una piscina tras un accidente. Una vecina había intentado reanimarlo, pero en el hospital le diagnosticaron una hipoxia severa de los tejidos que aumentaba enormemente el riesgo de edema cerebral y de daños permanentes. Además, la probabilidad de un desenlace mortal por hemorragias pulmonares e inflamación cerebral era muy alta. Los médicos le daban pocas posibilidades de sobrevivir y, en caso de que sobreviviera, esperaban graves secuelas.

»Llevé la reliquia, recé junto a su cama en la UCI y supliqué a Carlo. También habían traído un manto de la Virgen de Guadalupe y una reliquia de Carmen Hernández, cofundadora del Camino Neocatecumenal, al que pertenecen los padres de Elías; pero su madre ha comentado en su testimonio que para la reliquia de Carlo es especial, porque no se separó en ningún momento del cuerpo de su hijo.

»Esa misma noche, un electroencefalograma mostró los primeros signos de mejoría. Al día siguiente, se redujo lentamente la sedación y Elías empezó a reaccionar. Dos días después, Elías pidió un bocadillo de jamón y, al cabo de tres días, su estado neurológico era completamente normal y volvía a ir a la escuela con normalidad. Los médicos estaban impresionadísimos; no podían creer la evolución. Para su madre y para muchos que oyen el testimonio, está claro que es un milagro difícil de explicar científicamente.

-¿Ha seguido viajando, por así decir, la reliquia?

-A Carlos, un niño de 13 años, le diagnosticaron un linfoma hace poco. Cuando lo ingresaron en el hospital, mi teléfono móvil no paraba de sonar. Mucha gente me pidió que rezara. Se formó de nuevo una cadena de oración y poco después me llamó también su madre. Le ofrecí llevarle la reliquia. Ahora suplicamos a Carlo que interceda por Carlos. Lleva dos semanas ingresado en el hospital y acaba de empezar la quimioterapia.

»Pero lo más importante no es la curación física, sino el retorno de las personas a Dios. Tengo varias amigas que estaban alejadas de la fe y están volviendo al conocer a Carlo; alguna se ha confesado después de muchos años y estamos comenzando una catequesis. La salud del cuerpo es importante, pero la curación del alma es aún más importante.

Publicado en alemán en Die Tagespost de 20 de junio de 20

domingo, 26 de mayo de 2024

El joven Carlo Acutis y el fundador de la Consolata serán santos: habrá consistorio en Roma

 


El joven Carlo Acutis y el fundador de la Consolata serán santos: habrá consistorio en Roma

Beatificación de Carlo Acutis en 2020... cuatro años después, se anuncia su canonización

El Papa Francisco va a convocar un consistorio (reunión en Roma de todos los cardenales) para canonizar a cuatro grandes figuras. Dos son religiosas cuyos milagros ya se aprobaron hace un tiempo: la religiosa italiana Elena Guerra, divulgadora del Espíritu Santo y considerada "abuela" de la Renovación Carismática, y Madre Marie-Léonie Paradis (1840-1912), fundadora de las Hermanitas de la Sagrada Familia en Canadá.

Ahora se añaden dos figuras más de primer orden y muy populares. La primera es el adolescente italiano Carlo Acutis, que falleció con 15 años en 2006, considerado un santo joven "de jeans e Internet", y que fue beatificado hace solo 4 años, en 2020, por lo que bate récords de velocidad en su camino a los altares.

La otra figura es el sacerdote italiano José (o Giuseppe) Allamano, fundador del Instituto de la Consolata, una institución misionera que se mantiene muy viva, a la que pertenecen 15 obispos, un cardenal (Giorgio Marengo, misionero italiano en Mongolia) y la número dos del Dicasterio de la Vida Consagrada.

Siendo 3 nuevos santos italianos y muy populares, es de esperar que a la canonización en Roma acudan muchos fieles, lo que reforzará la visibilidad del consistorio de cardenales.

(También se han reconocido las virtudes heroicas del soldado republicano español Ismael de Tomelloso, muerto en 1938; léalo aquí).

Curiosamente, los dos milagros atribuidos a Acutis y Allamano tienen que ver con heridas en el cráneo.

El milagro de Carlo Acutis: una niña costarricense accidentada en Italia

Aunque no se han divulgado muchos detalles del milagro que va a permitir canonizar a Carlo Acutis, el obispo de Asís, Domenico Sorrentino, ha dado algunos datos en Avvenire: "Se refiere a una niña costarricense, estudiante en Italia, que fue operada de un traumatismo craneoencefálico debido a un accidente. Salió de su situación desesperada gracias a la intercesión del beato, invocada por su madre", explica.

Desde 2019 los restos mortales de Carlo Acutis se exponen a la veneración de miles de peregrinos en el Santuario del Expolio en Asís, donde Francisco de Asís se desnudó para expresar que devolvía sus ricas ropas a su padre y se entregaba solo a Dios.

A Carlo Acutis se le considera de espiritualidad franciscana y el obispo de Asís lo compara con San Francisco: "Siguiendo sus pasos, pero con estilo propio, Carlo trae el mismo mensaje. De familia acomodada, amante de la vida, de la naturaleza, de los animales, del deporte, en definitiva de la belleza en todas sus formas, y de poder permitirse una vida cómoda, cuando se encuentre en la plenitud de su edad, se verá despojado de todo. El mundo se derrumba con su leucemia fulminante. Lo único que le queda es Jesús, ese Jesús que había descubierto sobre todo en la presencia eucarística, convirtiéndose en testimonio apasionado y comprometido".

La película "El Cielo no puede esperar" es una buena forma de conocer la figura de quien ahora será San Carlo Acutis; muestra cómo su devoción se ha extendido por todo el mundo (aquí el tráiler).


Sorrentino recuerda una frase de Acutis: "“Originales, no fotocopias", como "un eslogan que era un ideal de vida, propuesto hoy a muchos jóvenes que se encuentran frente a su tumba. La de Carlo Acutis es verdaderamente una gracia vertical, el viento y el fuego de Pentecostés, una de esas intervenciones de Dios que son pura sorpresa, para dar un impulso a la Iglesia y al mundo. Asís está de fiesta en estas horas".

(Conozca más sobre Carlo Acutis aquí ).

El milagro de Allamano: un jaguar en la jungla brasileña

Casi con seguridad, el milagro para canonizar a José Allamano, fundador de los misioneros de la consolata, es el que se presentó en 2021, pero con datos de 1996. Lo contó así la misionera Maria Da Silva Ferreira, testigo de los hechos.

"El indígena Sorino, en la selva, fue atacado por un jaguar, que le arrancó con fuerza el cuero cabelludo. Recuerdo que el cráneo quedó en parte destrozado, con pérdida de masa cerebral. Sorino perdió la vista. Hubo momentos de gran tensión. Llamamos a los médicos y no se pensó que se le pudiera salvar", describe la misionera. "En esos días comenzó la novena del Beato José Allamano, y lo invocamos por la curación de esta persona. Lo encontraron de repente curado y ya entonces se consideró un milagro”, añade la misionera.

Según recogió OMPress, Maria Da Silva Ferreira explica que los misioneros estaban muy ocupados con sus tareas entre los indígenas yanomami y "extrañamente, nadie pensó en seguir adelante con el reconocimiento de la curación". Volvieron a pensar en ese milagro con motivo del Sínodo de la Amazonía.

El italiano José Allamano​ (1851-1926) es considerado parte de una ola muy fértil de “santos sociales turineses” del siglo XIX, entre quienes estarían también Don Bosco (fundador de los salesianos), San José Benito Cottolengo y Leonardo Murialdo (fundador de los llamados "josefinos de Murialdo"), entre otros.



José Allamano, fundador de los misioneros de la Consolata en el siglo XIX

La obra de Allamano está muy viva y es influyente en la Iglesia. Los Misioneros de la Consolata están presentes con vigor en numerosos países de África, Hispanoamérica y otros continentes. Hacia 2022 contaban con 240 comunidades masculinas, con unos 720 religiosos y unos 920 sacerdotes. Hay unos 15 obispos de este instituto; el de más rango en la Curia sería el joven cardenal italiano Giorgio Marengo (nacido en 1974), que es obispo misionero en Mongolia (el único obispo del país, donde solo hay unos 1.400 católicos).

Las religiosas de la Consolata son unas 530 en 73 comunidades. Su superiora, la hermana Simona Brambilla, también tiene un cargo importante en la Curia: es la número dos en el Dicasterio para la Vida Consagrada, solo por debajo del cardenal Joao Bráz de Aviz.

En la Consolata difunden las figuras de otros tres miembros en los altares: Irene Stefani (religiosa misionera y enfermera en Kenia, fallecida en 1930 con 39 años, beatificada en 2015), San José Cafasso (sacerdote tío de Allamano, apóstol en las cárceles, murió en 1860 con 49 años y fue canonizado en 1947) y Leonella Sgorbati (religiosa misionera y maestra de enfermeras en Somalia, asesinada con siete disparos en 2006, mártir del perdón, beatificada en 2018).

Otro milagro: Giovanni Merlini, formador de misioneros, consejero de papas

También este jueves el Papa ha aprobado un milagro que permitirá beatificar al sacerdote y misionero italiano Giovanni Merlini (1795–1873). Entró en vida religiosa contra la voluntad de su familia, que era anticlerical, y San Gaspar del Búfalo le impulsó a entrar en su Congregación de la Preciosísima Sangre.

Merlini apoyó luego a Santa María de Mattias para fundar las Adoratrices de la Sangre de Cristo (hoy son más de 1.000 religiosas en más de 200 conventos de todo el mundo). Merlini destacó como formador de jóvenes misioneros y predicador en misiones populares por Italia.



Giovanni Merlini, sacerdote italiano, asesor de Papas, impulsor de las Adoratrices de la Sangre de Cristo

Giovanni Merlini, sacerdote italiano, asesor de Papas, impulsor de las Adoratrices de la Sangre de Cristo, será beatificado.

Quizá al Papa Francisco le ha atraído también la importancia que concedía al discernimiento, un tema que Francisco cita a menudo. Merlini fue superior de su congregación durante 25 años y fue consejero de obispos y de papas, especialmente de Pío IX. También difundió la fiesta de la Preciosísima Sangre por toda la Iglesia (tras el Concilio Vaticano se fusionó con la de Corpus Christi). Su decreto de virtudes heroicas es de 1973, hace más de 50 años.

Mártires franciscanos españoles en 1860 en Damasco: pasan de beatos a santos

El Papa Francisco también ha aprobado que sean canonizados como santos los, hasta ahora, beatos mártires de Damasco de 1860. Se trata de 8 franciscanos, casi todos españoles, y de tres compañeros laicos sirios, católicos de rito maronita, asesinados por una muchedumbre fanatizada que asaltó su convento entre el 9 y 10 de julio de 1860, en el marco de una ola de ataques violentos contra comunidades cristianas. Se les menciona habitualmente como "Manuel Ruiz y compañeros mártires" o "los mártires franciscanos de Damasco". En Damasco tenían una escuela con 400 alumnos y buenas relaciones con las autoridades.

Estos mártires son:

- Manuel Ruiz, superior de la casa, nacido en San Martín de Ollas (Santander) el año 1804;

- el padre Carmelo Bolta, párroco de los católicos de Damasco, natural de Real de Gandía (Valencia), nacido en 1803, muy culto;

- el padre Engelberto Kolland, nacido en Ramsau (Tirol, Austria) en 1827, conocedor de seis idiomas;

- el padre Nicanor Ascanio, de Villarejo (Madrid), nacido en 1814, se dice que la venerable sor Patrocinio predijo su martirio;

- el padre Nicolás M. Alberca y Torres, de Aguilar de la Frontera (Córdoba), nacido en 1830, hombre muy sencillo;

- el padre Pedro Nolasco Soler, natural de Lorca (Murcia), nacido en 1827;

- fray Francisco Pinazo Peñalver, nacido en Alpuente (Valencia) en 1812;

- fray Juan S. Fernández, nacido en Carballeda (Orense) el año 1808;

- tres laicos católicos de rito maronita: Francisco, Moocio y Rafael Massabki.

Todas estas poblaciones podrán hablar ahora de sus paisanos como santos.

Ante los disturbios violentos, las autoridades otomanas invitaron a los religiosos cristianos a refugiarse en un palacio bien protegido, pero los franciscanos querían quedarse con los que se refugiaban en su convento y pensaban que no serían atacados, por no tener enemigos.

Cuando la muchedumbre violenta golpeó las puertas esa noche, el superior consumió el Santísimo Sacramento. Los asaltantes irrumpieron con armas, dándoles la posibilidad de salvar la vida si se convertían al Islam. Se negaron y fueron asesinados.

Esta afirmación no acaba de encajar con el hecho de que, según el proceso de beatificación, los asaltantes eran, sobre todo, drusos, una religión distinta, escindida del Islam, monoteísta y abrahámica, pero que cree en la reencarnación y otras cosas inaceptables para judíos, musulmanes o cristianos. Los drusos hoy viven en Líbano, Siria e Israel, y son muy odiados por los fundamentalistas suníes o chiíes.

En cualquier caso, los asaltantes de 1860 mataron a los frailes que oraban, golpeándolos con palos y barras de hierro. A varios los lanzaron luego desde lo alto de la torre o el campanario. Los asesinos mutilaron sus cuerpos y los arrojaron a lugares inmundos. La comunidad cristiana los recuperó más adelante.

El Papa también ha reconocido los martirios que permiten proclamar como beatos a Stanislao Kostka Streich, sacerdote diocesano polaco, a la laica húngara Maria Maddalena Bódi, las virtudes heroicas del capuchino italiano Guglielmo Gattiani, y las del laico italiano y divulgador científico y físico Enrico Medi (lea aquí sus historias)

Fuente: Religión en Libertad.