Batería de un importante grupo de heavy metal, ahora converso católico y admirador de San Josemaría
Michael Miley, en un concierto con una camiseta de San Juan Pablo II
Los Rival Sons son un grupo de hard rock y heavy metal nacido en California y que se está haciendo un gran hueco en el panorama internacional. En su gira europea ya han tocado en España varias veces y entre sus miembros destaca un converso al catolicismo en un ambiente nada propicio para ello: el batería Michael Miley.
Este estadounidense ha llegado a la Iglesia Católica gracias al guitarrista estonio Raul Ukareda, también converso y actualmente supernumerario del Opus Dei (puede leer su testimonio aquí). Precisamente, en una entrevista con la web de la Obra, Miley asegura que “cuando me convertí era un protestante cristiano, sin denominación. Llegué a Cristo en enero del 2009. Había hecho una apuesta con Raul Ukareda En Estonia y me dijo que había leído un artículo sobre los Rival Sons en el que se decía que yo era cristiano. Me dijo: ‘yo también soy cristiano’. Entonces chocamos nuestras manos, nos identificamos al instante, y luego le pregunté: ‘¿A qué iglesia vas?’. Y me dijo: ‘soy católico’. Yo me reí, pero desde entonces comencé una búsqueda para demostrarle que se equivocaba”.
De buscar errores del catolicismo a ser miembro de la Iglesia
Sin embargo, mientras buscaba errores en su amigo se dio cuenta de que el equivocado era él. “A las dos semanas –afirma el batería- “era yo el que estaba recibiendo catequesis para bautizarme como católico en la siguiente Pascua de Resurrección. No me tomó mucho tiempo descubrir la plenitud de la verdad”. Miley considera que “esa es mi conversión en resumen, pero empezó cuando me hice amigo de un católico, que es guitarrista… uno de los mejores”.
Se había convertido, pero lo más complicado era perseverar como católico coherente en un ambiente realmente hostil a sus creencias. De este modo, explica que en su proceso de catequesis “estuve con un sacerdote del Opus Dei y comencé a hacer preguntas, no sólo sobre catolicismo, sino también sobre el Opus Dei. Empecé a leer –y aún leo- Camino para obtener inspiración diaria. Las enseñanzas de San Josemaría me hablaron, estas frases tan sencillas y pequeñas me animaron a desear hacer mejor mi trabajo”.
El "plan de vida" que aprendió de San Josemaría
Más tarde, Michael Miley relata que descubrió “el plan de vida”, es decir, “organizar mi vida como cristiano”. “Aún antes de ser católico, pensaba: ‘ok, estoy salvado, el Señor es mi salvador personal, ¿qué hago ahora? Ya había leído la Biblia y memorizado versículos, todos somos pecadores pero aún así estaba teniendo una vida que no quería seguir viviendo. Estaba ‘actuando’ como cristiano pero no estaba ‘siendo’ cristiano. Así que el plan de vida me ayudó a organizar mi día para que pudiera seguir poniéndole ‘gasolina al coche’”.
Todo esto le ha sido de gran ayuda en su día a día como músico. Según explica, “estar en una banda de rock es muy exigente, hay muchas tentaciones, hay mucha gente alrededor. El 99% del negocio es no católico, incluso no cristiano, algunos anticristianos y también anticatólicos. Es por lo tanto un entorno difícil, por eso debes tener ‘suficiente gasolina’ y seguir un plan de vida. Sólo así puedes hacer amistad con Dios en una banda de rock, yendo de gira con diferente horario todos los días, cambiando de ciudad, buscando dónde ir a misa, acordarte de llamar a casa para hablar con mi esposa…”.
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“Son muchos retos, pero el plan de vida ayuda a que me mantenga sano mentalmente y anclado a la realidad, porque cuando rezas, eso es real, cuando vas a misa, te das cuenta de lo que vale la pena en esta vida. Sólo con la cabeza en el cielo puedes tener de verdad los pies en la tierra”, explica durante la entrevista.
Ser católico en un ambiente como el suyo
El batería de Rival Sons asegura que antes de subirse al escenario siempre reza. “Me alejo un poco de los muchachos, a una zona en donde pueda estar en paz, rezo a algunos santos, a los mismos cada día, para tener a mi pequeño ejército a mi lado. Así estoy ‘armado’ cuando salgo al escenario. Tengo un crucifijo en mi mesa de batería, en donde pongo mi toalla y mi botella de agua y la lista de canciones que tocaremos. Si acuden a un concierto de los Rival Sons y ven que miro hacia arriba, no sólo estoy viendo el techo, sino que es mi manera física de recordarlo (a Dios), de igual manera que cuando miro hacia mi crucifijo”, señala Miley.
Por ello, tiene que claro que “cuanto más constante eres en tratarlo en el día a día -mientras friegas los platos, conduces o estás con los amigos-, más fácil resulta acordarte de Él en un concierto ante 46.000 personas”.
Acerca de la asociación del heavy metal y el hard rock con lo oscuro, Michael Miley indica que “algunos que tocan heavy metal sí son satánicos, no lo niego, pero creo que no todo el heavy metal es malo, es una forma de arte. Yo no compro discos de heavy metal, yo escucho jazz y música clásica”.
“Yo vivo de hacer música, pero a veces llego a casa y lo último que quiero hacer es prender la radio, al menos por una semana quiero silencio. Hay una percepción errónea de lo que es el heavy metal, es rebelión, es pelo largo, es hacerse tatuajes, algunos se visten de negro… Sería muy fácil el poder colocar a la gente en una sola categoría. Pero yo diría que es similar a la Iglesia: nuestra Iglesia es católica y universal, pero tenemos a gente de todo el mundo, toda clase de personas”, cuenta este músico estadounidense.
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Además, cuenta la anécdota de su segunda Pascua como católico: “estaba de gira y el Viernes Santo fui a misa y la gente se acercaba a besar la cruz, estaba en Inglaterra y ahí me di cuenta que la Iglesia es universal, porque había tanta variedad de personas y estilos, y de todas partes del mundo y creo que eso es una de las cosas más magníficas del Cuerpo de Cristo, que sea tan universal”.
Por último, uno de los aspectos que más llama la atención de este miembro de Rival Sons es poder verle con una camiseta de San Juan Pablo II, al que descubrió tras su conversión. “Aprender sobre los santos, la vida de cada santo, los escritos de los santos, la influencia que tuvo un santo en la vida de otro y más de dos mil años de historia del catolicismo, eso es una locura”, afirma convencido.
De hecho, confiesa que comenzó a leer comentarios sobre Amor y responsabilidad, Teología del cuerpo, y esto me ayudó a ser mejor esposo, un mejor amigo para mi esposa. Juan Pablo II sus escritos, no creo que ninguno de nosotros, se dé cuenta de lo profundo que era, pienso que podríamos pasar siglos estudiándolo y no nos daríamos cuenta”.
Fuente: Religión en Libertad
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