martes, 7 de octubre de 2025

El padre Cajusol construye una iglesia con sus propias manos en Chiclayo, diócesis peruana del Papa

 


El padre Cajusol construye una iglesia con sus propias manos en Chiclayo, diócesis peruana del Papa

"Me anmé cuando me mandaron a una parroquia sin casa parroquial", comenta el sacerdote albañil.archivo

Cuando un sacerdote dice que está construyendo una iglesia, se entiende que la ha mandado construir, no que sea él el que, con sus propias manos, haga el trabajo. No es el caso de Javier Cajusol Villegas, de quien el portal Aciprensa cuenta su historia.

El padre Javier está construyendo con sus propias manos una iglesia en una zona pobre de la diócesis de Chiclayo (Perú), donde fue obispo el Papa León XIV.

Le preguntaba a mi hermano

"En el seminario hay un ciclo en el que estudiamos historia de la Iglesia. Me enseñó un sacerdote norteamericano que explicaba muy bonito, Ricardo Mullen, quien decía que cuando vinieron los españoles a América, venían con ellos sacerdotes que también eran arquitectos, ingenieros y que eran ellos mismos quienes hacían las iglesias", relata Cajusol.

Esto, asegura el sacerdote, "me impactó y me puse a pensar por qué no. Me animé cuando me mandaron a una parroquia sin casa parroquial. Hice el proyecto con el aval del obispo y me mandaron el dinero. Un operario me ayudó y me enseñó".

El sacerdote peruano, nacido en Trujillo, ciudad del norte de Perú donde el Papa León también estuvo entre 1988 y 1999, está agradecido a la agencia eclesial de ayuda Adveniat, con sede en Alemania, que financia proyectos de la Iglesia Católica en todo el mundo.

"Me fue gustando la construcción, sólo me organizaba, atendía a la gente y cuando tenía días libres me dedicaba a esto y como mi hermano es arquitecto le preguntaba algunas cosas", prosigue.

"Al inicio me costaba pero fui aprendiendo cómo hacer la mezcla del cemento, el enchapado, la colocación de ladrillos, los agregados", añade.

El sacerdote señala que este trabajo de construcción, aunque le gusta, no está por encima de su ministerio sacerdotal que es siempre lo fundamental en su vida. "Poco a poco he ido mejorando sin descuidar la vocación. Entonces es un doble trabajo fuerte: el de albañil que requiere fuerza y habilidad; y atender a los fieles", dice.


El sacerdote peruano celebra misa en el lugar de las obras de la iglesia.Cajusol

Javier, ordenado el 30 de agosto de 1997, hace 28 años, resalta que lo esencial para él es "no descuidar la atención de los fieles, la atención sacramental, la atención pastoral visitando las casas, dialogando con la gente", que colabora en este proyecto.

El 24 de septiembre cumplirá 58 años, tiene unos 12 años como albañil y todo comenzó en la ciudad andina de Tarma con la construcción de un campo deportivo.

"Y aquí en la diócesis de Chiclayo esta parroquia se llama Santa María del Valle, que atiende 9 pueblos jóvenes (barrios pobres), con más o menos 45.000 fieles y sólo tenemos tres capillas", relata desde la ciudad de Lambayeque.

El sacerdote calcula que la construcción de la iglesia le llevará entre 4 o 5 años, trabajando de lunes a viernes de 8 am a 6 pm, "a menos que pueda ver al Santo Padre para que me ayude. Él me ayudó bastante para hacer la casa parroquial donde vivo actualmente, con una fundación norteamericana".


El lugar donde está ahora construyendo la iglesia y donde celebra misa los domingos, es una zona donde hay mucha pobreza y delincuencia. "Hay mucho sicariato, robos e incluso algunos malos policías que se coluden con ellos. A veces los amonesto", comenta.

Respecto a la financiación del templo, el sacerdote explica que cuenta con la ayuda de los fieles, que también le dan la comida diaria a él, el albañil principal y dos ayudantes, pero hace falta más colaboración para reunir medio millón de soles, unos 143.000 dólares.

Después, "hará falta una cantidad similar para terminar la iglesia con el altar, las imágenes, los bancos, el equipo de sonido, entre otros".

Fuente Religión en Libertad

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