martes, 31 de diciembre de 2024

Santo Evangelio 31 de diciembre 2024



 Texto del Evangelio (Jn 1,1-18):

 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.

Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por Él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.

La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de Él y clama: «Éste era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, Él lo ha contado.



«Y la Palabra se hizo carne»


Rev. D. David COMPTE i Verdaguer

(Manlleu, Barcelona, España)

Hoy es el último día del año. Frecuentemente, una mezcla de sentimientos —incluso contradictorios— susurran en nuestros corazones en esta fecha. Es como si una muestra de los diferentes momentos vividos, y de aquellos que hubiésemos querido vivir, se hiciesen presentes en nuestra memoria. El Evangelio de hoy nos puede ayudar a decantarlos para poder comenzar el nuevo año con empuje.

«La Palabra era Dios (...). Todo se hizo por ella» (Jn 1,1.3). A la hora de hacer el balance del año, hay que tener presente que cada día vivido es un don recibido. Por eso, sea cual sea el aprovechamiento realizado, hoy hemos de agradecer cada minuto del año.

Pero el don de la vida no es completo. Estamos necesitados. Por eso, el Evangelio de hoy nos aporta una palabra clave: “acoger”. «Y la Palabra se hizo carne» (Jn 1,14). ¡Acoger a Dios mismo! Dios, haciéndose hombre, se pone a nuestro alcance. “Acoger” significa abrirle nuestras puertas, dejar que entre en nuestras vidas, en nuestros proyectos, en aquellos actos que llenan nuestras jornadas. ¿Hasta qué punto hemos acogido a Dios y le hemos permitido entrar en nosotros?

«La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo» (Jn 1,9). Acoger a Jesús quiere decir dejarse cuestionar por Él. Dejar que sus criterios den luz tanto a nuestros pensamientos más íntimos como a nuestra actuación social y laboral. ¡Que nuestras actuaciones se avengan con las suyas!

«La vida era la luz» (Jn 1,4). Pero la fe es algo más que unos criterios. Es nuestra vida injertada en la Vida. No es sólo esfuerzo —que también—. Es, sobre todo, don y gracia. Vida recibida en el seno de la Iglesia, sobre todo mediante los sacramentos. ¿Qué lugar tienen en mi vida cristiana?

«A todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios» (Jn 1,12). ¡Todo un proyecto apasionante para el año que vamos a estrenar!


Alfonso del Corral, exjefe médico del Real Madrid, cuenta cómo Dios le habló a la muerte de su hijo

 


Alfonso del Corral, exjefe médico del Real Madrid, cuenta cómo Dios le habló a la muerte de su hijo

El ex-jugador de baloncesto y médico del Real Madrid, Alfonso del Corral, sintió que Dios le guiaba tras la muerte de su hijo de seis años

El doctor Alfonso del Corral se califica a sí mismo de testigo, un testigo de algo que le aconteció a partir del accidente que terminó con la vida de su hijo Álvaro, de seis años: su encuentro con Jesucristo resucitado.

Una fe heredada, una carrera deportiva

Fue educado en la fe católica desde pequeño, pero con una fe heredada, no plenamente consciente de ella, y por lo tanto no plenamente vivida. Alfonso se describió a sí mismo como un joven luchador, deseoso de conseguir siempre nuevas metas en su vida, nuevos objetivos profesionales y nuevas metas deportivas...

Era un año muy importante para él. Aquel año lo habían nombrado médico de baloncesto, jefe de los servicios médicos del Real Madrid. Además, el Real Madrid, aquel año, iba ganando la liga. Y también en ese año leía su tesis doctoral.




Alfonso del Corral, como médico del Real Madrid, con David Beckham

El acontecimiento a partir del cual su vida da un giro de 180º aconteció el día que recibía el título de Doctor por la Universidad de Navarra, y en el que se decidía la liga. Por la mañana había participado con Paloma, su mujer, en esta Universidad, a la entrega del birrete de Doctor.

La comunidad universitaria le había cantado el "Gaudeamus igitur". Era un momento de gloria. Ese mismo día por la tarde asistía al penúltimo partido de la liga, que decidía si el Real Madrid ganaba o no aquella temporada. Jugaban el Real Madrid y el Atlético del Madrid. Aquella tarde iba ganando el Real Madrid.

En el primer tiempo el equipo madridista había metido ya tres goles a su rival. Parecía que la liga estaba ya decidida. Se hallaba, según expresión suya, "borracho" de éxitos, de euforia, de alegría. Se sentía en las nubes.

En el descanso del partido le comunican que su tercer hijo, Álvaro, de seis años y medio, había tenido un accidente con una puerta de garaje. En cuanto llegan al hospital se ponen a rezar. Al cabo de algunas horas los médicos les informan que su hijo ha muerto.

Cuando unos padres pierden a un hijo

Alfonso reconoce que nuestra sociedad no está preparada mentalmente para la muerte, menos para que unos padres acojan la muerte de un hijo. El dolor al que se vieron sometidos fue brutal.

Alfonso expresa este dolor ante la pérdida de un hijo como si le pusieran a uno un bazuca y le atraviesa el pecho. “El pecho, el corazón y el pulmón te permiten respirar y caminar. Ante algo así no puedes respirar, ni caminar. Te ahogas”. Alfonso y Paloma, su mujer, estaban destrozados.

Al tercer día, después de una discusión con su mujer, coge una Biblia, la abre y lee un versículo de San Juan: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida" (Jn 14, 6).

Salió de casa, se puso a caminar, entró en una iglesia muy oscura, vio una luz encendida, se acercó a ella, y leyó unas palabras iluminadas por la luz: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida".

Alfonso y su mujer tenían dificultades para dormir, no conseguían conciliar el sueño. Al día siguiente, un diecisiete o dieciocho de junio, se levantó al alba, fue al cuarto de su hijo Álvaro y mirando entre las cosas de su hijo cae un cuaderno. Lo abre, y lee la última frase escrita por su hijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida".

En ese momento sentí dos cosas: que el dolor que tenía en el pecho era menor, mucho menor, y una Presencia que me consolaba. El dolor era distinto. No le quitaba el dolor, pero le acompañaba en él, y le mitigaba el dolor.

Leer más... y encontrar vida en el Evangelio

A partir de ahí empezó a leer todo lo que caía en sus manos sobre las distintas religiones, a los pensadores existencialistas, a Confucio. Pero sólo cuando leía los Evangelios y las Epístolas de San Pablo, experimentaba, como les ocurrió a los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-25), un fuego en el corazón que le calmaba el alma. Sabía que era Alguien. Le tenía que descubrir.

Y empezó a caminar. Esa experiencia le puso en marcha, tenía que descubrirlo. Ese fuego interior le fue curando y haciendo capaz de entender y compartir lo que le estaba ocurriendo.

A través de este camino, un médico como Alfonso, ha comprendido que la racionalidad no es suficiente para llegar a tocar ese Misterio que es Dios, que al final hace falta la fe, el salto del corazón, que iluminado en su razón por la luz de Dios se entrega a Él en un acto de confianza y de abandono. Y a partir de ahí se va comprendiendo que todo es verdad.

Fueron años muy difíciles pero muy hermosos, muy llenos de Dios, de su consuelo, de su Misericordia. Desde entonces esa Presencia no se ha marchado de sus vidas. Les acompaña permanentemente más allá de sus olvidos, de sus rebeldías, de sus debilidades. Él está con ellos, los sostiene, y conduce.

Testimonio en Colmenar del Arroyo

El ex jugador de baloncesto del Real Madrid, jefe de sus servicios médicos, y uno de los traumatólogos más reconocidos en España, dio testimonio de su encuentro con Jesucristo Resucitado el pasado sábado 9 de abril en la vigilia mensual de testimonio, adoración y alabanza Asalto al Cielo en la Parroquia de Colmenar del Arroyo (Madrid). El testimonio estuvo precedido por la contemplación de los misterios del rosario, y tras él tuvo lugar una hora de adoración y la celebración de la Santa Misa.

Para recibir información de sucesivas vigilias: asalto.al.cielo.colmenar@gmail.com


lunes, 30 de diciembre de 2024

Santo Evangelio 30 diciembre 2024



 Texto del Evangelio (Lc 2,36-40):

 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.



«Alababa a Dios y hablaba del Niño a todos»


Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez

(St. Esteve de P., Barcelona, España)

Hoy, José y María acaban de celebrar el rito de la presentación del primogénito, Jesús, en el Templo de Jerusalén. María y José no se ahorran nada para cumplir con detalle todo lo que la Ley prescribe, porque cumplir aquello que Dios quiere es signo de fidelidad, de amor a Dios.

Desde que su hijo —e Hijo de Dios— ha nacido, José y María experimentan maravilla tras maravilla: los pastores, los magos de Oriente, ángeles... No solamente acontecimientos extraordinarios exteriores, sino también interiores, en el corazón de las personas que tienen algún contacto con este Niño.

Hoy aparece Ana, una señora mayor, viuda, que en un momento determinado tomó la decisión de dedicar toda su vida al Señor, con ayunos y oración. No nos equivocamos si decimos que esta mujer era una de las “vírgenes prudentes” de la parábola del Señor (cf. Mt 25,1-13): siempre velando fielmente en todo aquello que le parece que es la voluntad de Dios. Y está claro: cuando llega el momento, el Señor la encuentra a punto. Todo el tiempo que ha dedicado al Señor, aquel Niño se lo recompensa con creces. —¡Preguntadle, preguntadle a Ana si ha valido la pena tanta oración y tanto ayuno, tanta generosidad!

Dice el texto que «alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén» (Lc 2,38). La alegría se transforma en apostolado decidido: ella es el motivo y la raíz. El Señor es inmensamente generoso con los que son generosos con Él.

Jesús, Dios Encarnado, vive la vida de familia en Nazaret, como todas las familias: crecer, trabajar, aprender, rezar, jugar... ¡“Santa cotidianeidad”, bendita rutina donde crecen y se fortalecen casi sin darse cuenta la almas de los hombres de Dios! ¡Cuán importantes son las cosas pequeñas de cada día!


6 razones por las que anteponer tu matrimonio a tus propios hijos: «Ellos reproducen lo que ven»



 6 razones por las que anteponer tu matrimonio a tus propios hijos: «Ellos reproducen lo que ven»

Pareja

Solo poniendo a Dios en primer lugar y al cónyuge en segundo lugar se puede crear el tipo de confianza que hace que el amor prospere y que los hijos se sientan seguros.

FacebookTwitterTelegramLinkedinWhatsappEmailReL28 diciembre 2024 12:28TAGS:Familia cristianaMatrimonioConsejos para familias

"Ahora mismo todo gira en torno a los niños" o "los niños son nuestra prioridad; ya nos ocuparemos de nosotros más tarde", podrían ser dos de las frases más desafortunadas de un matrimonio cristiano. Dios unió al marido y a la mujer antes que la llegada de los hijos, y solo cultivando la unión de la pareja se podrá transmitir luego la fe a los hijos.

El cónyuge debe ser lo más importante, si se prioriza a los niños antes que al matrimonio, es probable que se pierda, primero, a la mujer o al marido y, después, a los niños.

El propio matrimonio es la prioridad, o no habrá "nosotros" ni "después". Derek Maul, del portal All Pro Dad, ofrece 6 razones para poner el matrimonio antes que los hijos: 

1. Hiciste los votos matrimoniales con tu esposa, no con tus hijos.

Los votos matrimoniales que formulaste en su día dejan claro que la relación entre esposos es lo primero. De hecho, poner a los hijos en primer lugar disminuye el compromiso y deshonra a tu esposa o a tu marido. Solo poniendo a Dios en primer lugar y al cónyuge en segundo lugar se puede crear el tipo de confianza que hace que el amor prospere y que los hijos se sientan seguros.

2. Lo mejor que puedes hacer por tus hijos es amar a su padre o a su madre

Amar a tu esposa o a tu marido es una inversión en tus propios hijos. Un día, hace años, mi esposa, Rebekah, y yo compartimos un momento tierno durante la cena. Nuestro hijo de cinco años salió corriendo de la mesa y regresó con mi cámara. "Besa a papá otra vez", me dijo. "¡Quiero guardarla aquí mismo en esta caja de fotos!". Quería la foto porque el momento ilustraba el tipo de amor que lo hacía sentir seguro.

3. La relación matrimonial es el fundamento de una familia.

Este amor entre los dos es la roca sobre la que se construye el hogar familiar. Imagínate invertir mucho dinero en un diseño elegante para la casa del árbol de los niños mientras ignoras la podredumbre de la rama sobre la que esta se asienta. Las familias se derrumban cuando fallan los cimientos.


Padres se besan mientrassus hijos se tapan la cara, foto de Freepik

Aunque estos niños jueguen a taparse la cara, los niños se sienten seguros cuando ven que sus padres se quieren (foto de Freepik).

4. Los niños reproducen lo que ven.

Los niños imitan a sus padres. Es la forma principal de aprender. Cuando nuestros hijos observan el tipo de amor que les damos, es más probable que lo practiquen ellos mismos. A través de ellos, nuestro amor se convierte en un regalo para el mundo. Al entregarnos mutuamente, los niños también se llenan. Se alimentan de nuestra fuerza o, también, se alimentan de nuestra debilidad.

5. El estrés de un niño sale de dentro, y la calma también.

Cuando nuestro hijo de 10 años tuvo problemas de conducta en la colegio, resultó que no era él quien necesitaba terapia, ¡sino que éramos nosotros! Él percibió la distancia que nos separaba a su madre y a mí y perdió el equilibrio. Estábamos en peligro de perdernos el uno al otro, y los niños se estaban convirtiendo rápidamente en daños colaterales.



 6. El matrimonio es una inversión que dura toda la vida.

Algunos hombres y mujeres se dan cuenta de que son extraños cuando los hijos se van de casa. Por eso no hay que dejarlo para mañana, vamos a vivir con nuestros cónyuges mucho más tiempo que con nuestros hijos. La relación que mantenemos el uno con el otro durante la crianza de los hijos es determinante para la vida y para reafirma el amor. Si dejamos de lado la relación primaria en esos años, toda nuestra experiencia se empobrece.

Fuente Religion en libertad


domingo, 29 de diciembre de 2024

Santo Evangelio 29 Diciembre 2024



 Texto del Evangelio (Lc 2,41-52):

 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.

Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando». Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.



«Le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, (...) estaban estupefactos por su inteligencia»


Rev. D. Joan Ant. MATEO i García

(Tremp, Lleida, España)

Hoy contemplamos, como continuación del Misterio de la Encarnación, la inserción del Hijo de Dios en la comunidad humana por excelencia, la familia, y la progresiva educación de Jesús por parte de José y María. Como dice el Evangelio, «Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres» (Lc 2,52).

El libro del Siracida, nos recordaba que «el Señor glorifica al padre en los hijos, y afirma el derecho de la madre sobre su prole» (Si 3,2). Jesús tiene doce años y manifiesta la buena educación recibida en el hogar de Nazaret. La sabiduría que muestra evidencia, sin duda, la acción del Espíritu Santo, pero también el innegable buen saber educador de José y María. La zozobra de María y José pone de manifiesto su solicitud educadora y su compañía amorosa hacia Jesús.

No es necesario hacer grandes razonamientos para ver que hoy, más que nunca, es necesario que la familia asuma con fuerza la misión educadora que Dios le ha confiado. Educar es introducir en la realidad, y sólo lo puede hacer aquél que la vive con sentido. Los padres y madres cristianos han de educar desde Cristo, fuente de sentido y de sabiduría.

Difícilmente se puede poner remedio a los déficits de educación del hogar. Todo aquello que no se aprende en casa tampoco se aprende fuera, si no es con gran dificultad. Jesús vivía y aprendía con naturalidad en el hogar de Nazaret las virtudes que José y María ejercían constantemente: espíritu de servicio a Dios y a los hombres, piedad, amor al trabajo bien hecho, solicitud de unos por los otros, delicadeza, respeto, horror al pecado... Los niños, para crecer como cristianos, necesitan testimonios y, si éstos son los padres, esos niños serán afortunados.

Es necesario que todos vayamos hoy a buscar la sabiduría de Cristo para llevarla a nuestras familias. Un antiguo escritor, Orígenes, comentando el Evangelio de hoy, decía que es necesario que aquel que busca a Cristo, lo busque no de manera negligente y con dejadez, como lo hacen algunos que no llegan a encontrarlo. Hay que buscarlo con “inquietud”, con un gran afán, como lo buscaban José y María.


9 pinceladas sobre Pierre Goursat y las razones de la fuerza de la Comunidad del Emmanuel

 



9 pinceladas sobre Pierre Goursat y las razones de la fuerza de la Comunidad del Emmanuel

Pierre Goursat era parisino, hombre de cultura, tímido y a la vez bromista, humilde... un líder peculiar

El Papa Francisco ha reconocido las virtudes en grado heroico de Pierre Goursat (1914-1991), laico, crítico de cine y cultura, y co-fundador de la Comunidad del Emmanuel . Ya se le puede llamar Venerable y si se demostrara un milagro por su intercesión podría ser declarado beato.

Emmanuel es, sin duda, la mayor y la más exitosa de las comunidades francesas nacidas de la Renovación Carismática. Cuenta con unos 11.500 miembros, la mitad en Francia, la mayoría del resto en países francófonos. Tiene presencia en 60 países, e incluye a 270 sacerdotes, unos 200 laicos consagrados y unos 20 diáconos permanentes.

El obispo de Toulon, Dominique Rey, es el miembro con mayor cargo jerárquico diocesano, aunque siempre ha habido laicos de Emmanuel en cargos de responsabilidad y coordinación de la Renovación Carismática internacional. En los países hispanos tiene comunidades en España, Colombia, Nicaragua, Perú, Chile, Costa Rica y Cuba.

A modo de comparación, la siguiente comunidad carismática francesa, Chemin Neuf, de orientación ignaciana y ecuménica, cuenta con 2.200 miembros, incluyendo 170 religiosos y 113 sacerdotes. Y Bienaventuranzas (Beatitudes), semi-monástico, más contemplativo, tiene unos 300 laicos, 180 consagrados (incluyen 90 sacerdotes) y 275 consagradas. (En España no hay ninguna realidad carismática con cifras que se acerquen, aunque la comunidad Fe y Vida puede tener una estructura no muy distinta, pero mucho más pequeña y con otros estilos de vida).

Los puntos fuertes de Comunidad del Emmanuel

Emmanuel, con una fuerza tranquila, se ha consolidado mientras otras iniciativas carismáticas de la misma época fracasaban. A lo largo de los años 70, la Renovación Carismática en Francia fue tomando la forma de comunidades de entusiastas que pasaban a vivir juntos, o hacían votos y compromisos de alianza, o incluso adoptaban estilos de vida similares a la vida monástica y religiosa.

Con el paso de los años, algunas de esas comunidades han sido disueltas por problemas, sobre todo, de gestión de bienes y autoridad, como el caso de Pan de Vida o de Verbo de Vida. Otras veces había problemas de liderazgo.

Muchas de esas comunidades estaban empujadas por iniciadores que eran conversos adultos, que venían del mundo hippy, el orientalismo, el anarquismo utópico. Al hacerse católicos, no siempre eran bien acompañados. Otras veces optaban por un estilo semi-monástico experimental: ni tenían sacerdotes que pasaran por seminarios, ni seguían muchos elementos de la vida religiosa clásica. Con los años hubo que retocar muchas cosas y quitar algunos líderes.

Emmanuel ha evitado esos problemas. ¿Qué elementos le han protegido? Martine Cattà (Lafitte de soltera), cofundadora, muy joven cuando todo empezó, cree que se benefició de la figura de Goursat, que ya era un católico maduro y comprometido antes de descubrir la Renovación Carismática y le aportó a la comunidad una estabilidad y claridad desde el origen.

También pudo ayudar su abundancia de sacerdotes, su vocación de evangelizar en muchos ambientes y su capacidad de adaptación, buscando encajar con familias, solteros, consagrados, jóvenes, en parroquias (se le encargó una parroquia ya en 1986, y luego muchas más) o en misiones. Los sucesores de Goursat al frente de la comunidad fueron laicos padres de familia: un director financiero y dos profesores.

Emmanuel ha lanzado muchas iniciativas con las que ha logrado perseverar:

- para las familias, encuentros y formaciones como Amour et Verité,

- para la acción social y caritativa, en Francia o misiones: Fidesco, Le Rocher;

- para los jóvenes: grupos de oración, escuelas de evangelización, talleres, escuelas,

- en las calles, evangelización callejera, con festivales: inventaron Holywins en París, que se extendió,

- para la música, Emmanuel Music (música carismática "suave" que no gusta mucho fuera de Francia),

- para evangelizar con medios de comunicación: la revista L’1visible, las películas SAJE, la web Il est vivant...

- y los retiros anuales en el santuario de Paray-le-Monial, encomendado a la comunidad, lugar de las apariciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita María de Alacoque.

La evangelización, la devoción eucarística, la adoración eucarística, la diversidad de estados de vida y la devoción al Sagrado Corazón han delimitado el estilo de Emmanuel, que se ha consolidado en muchos países francófonos. Sin embargo, en España no ha logrado extenderse mucho, quizá por un "estilo francés" demasiado marcado, o demasiado dirigido desde allí (por ejemplo, al insistir en su propio cancionero llegado de Francia), que no atrae entre los españoles.

Vamos a intentar resumir la figura del Venerable Pierre Goursat en unas pinceladas biográficas y espirituales.

1- Infancia con heridas: padres separados, hermano muerto

La madre y abuela de Pierre regentaban un hotel en París, trabajaban mucho y eran devotas, rezaban el rosario. Su padre, caricaturista, bohemio, acabó separándose, no era persona religiosa. En 1964 murió, reconciliado con Dios, después de pocos años de haber retomado contacto con su hijos. Pierre quería mucho a su hermano Bernard, pero murió cuando Pierre tenía 12 años.

2- Una fe dormida hasta los 19 años

La familia dejaba la formación de fe de Pierre a su escuela marianista, pero los maestros no eran muy buenos ni devotos. Él desde niño distinguía entre la Iglesia y sus ministros. Tenía una Medalla Milagrosa desde la primera comunión y se sentía cuidado por la Virgen. Estudió arqueología y civilización celta (nadie lo hacía entonces), tenía mala salud y quería presumir de intelectual. Tenía una novia, pero muy enferma: ella murió en 1934 y fue otra de sus heridas.

3- La experiencia de conversión... y el don de castidad

En 1933 tuvo la sensación de que su hermano fallecido estaba presente y le decía: "No piensas mucho en mí, es porque estás lleno de orgullo". Pierre lo describe así años después: "Me encontré de rodillas a los pies de mi cama y cuando me levanté yo estaba transformado, ya no era el mismo, es como si hubiera recibido una efusión del Espíritu".

Pierre podría haberse sentido tentado de ir con sectas e iluminados, pero por suerte encontró un sacerdote de 35 años que le supo acompañar y encauzar en su fervor de converso. Le enseñó a amar a la Iglesia y su sabiduría con paciencia.

Pierre Goursat declaró luego que desde ese día de la conversión "jamás he vuelto a tener problemas en relación con la castidad. Era tan feliz que pensaba que todo el mundo podía ser casto".

4- Apóstol laico y la Legión de María

Por su mala salud, no quiso ser sacerdote. Le gustaba el cine y editaba una revista sobre ello. También abrió una librería. Organizó un grupo de 10 personas que se reunían a leer el Evangelio. Conoció la Legión de María en 1940 y fue de los primeros franceses en adherirse. Conoció a su impulsora Verónica O'Brien (la que años después presentaría a Fabiola al rey Balduino de Bélgica). En la Legión de María aprendió la evangelización en la calle en parejas. Años después, le pareció que sus estructuras eran demasiado estrictas. En los años 40 entendió que su vocación incluía ser "un adorador de la Eucaristía".

Pierre Goursat con Martine Lafitte, luego Cattà, sentados en la hierba en un parque en 1973




5- El contacto con la joven Martine Lafitte

Martine Lafitte se crió en una familia muy cristiana de doce hermanos y tuvo una experiencia fuerte de encuentro con Jesús en 1962. Quería ser buena médico y buena cristiana. Se encontró con Goursat en 1971, cuando él ya tenía 57 años. Ambos eran muy tímidos e iban al mismo grupo de oración.



6- La Renovación Carismática

En 1971 el padre Henri Caffarel, que fundaría los Equipos de Nuestra Señora y acompañaba a Goursat y Martine, les pasó un artículo sobre la Renovación Carismática, que había nacido en 1967 en EEUU. A Caffarel le intrigaba el tema, en positivo (aunque pocos años después se mostraría crítico con la Renovación y se alejaría). Era una época de efervescencia espiritual, surgían movimientos y comunidades. Goursat buscaba cosas para jóvenes, para encauzarlos y alejarlos de las drogas.

En 1972 llegó a París el matrimonio Le Pichon. Él, Xavier, era un científico de primer orden, sismólogo. Ella, Brigitte, era pianista. Habían conocido la Renovación en EEUU y experimentado la Efusión del Espíritu. Poco después, ella se fracturó la mano en un accidente de coche. Lo entregó a Jesús con paz y agradecimiento. Las operaciones dejaron su mano perfecta, contra toda previsión, y seguía pudiendo tocar el piano.

Este matrimonio rezó con Goursat, Martine y algunos más, en voz baja, nada escandaloso, aunque era incómodo para los "novatos". Pero todos quedaron tocados. Martine veía que había que dar el timón de la vida a Dios. Oraron unos por otros imponiendo las manos: sólo una chica oró en lenguas, pero todos se sintieron transformados, con una gran paz, una alegría muy profunda. Ese día Martine y Pierre, dicen, se convirtieron en "hermano y hermana". Pierre ahora oraba en lenguas cuando estaba solo. Martine lo haría unos días después.

Pierre Goursat, cofundador de la Comunidad del Emmanuel

7- Nace Emmanuel

En mayo de 1972 aquel grupito empezó a reunirse cada semana. Empezaron 5 y en un año eran 500, cada semana gente nueva. Todos se asombraban del amor fraterno, y poco a poco llegaban carismas de oración y profecía. En marzo de 1973 pidieron a Dios un nombre para el grupo, y la lectura de la Biblia se lo indicó: "le pondrá por nombre Emmanuel".

8- Humor y capacidad de "desarmar"

Pierre Goursat daba charlas espirituales de unos 20 minutos que casi siempre eran divertidas y hacían reír a la gente. Desarmaba las resistencias de muchas personas, tocaba corazones con suavidad.

En los inicios predicaba mucho sobre Teresita de Lisieux, la adoración, la Virgen, San Vicente de Paúl, los pequeños esfuerzos, centrarse más en amar con ardor que en "arrancar, cortar, destruir", evangelizar mucho y afrontar todo con alabanza. Cada semana "pasaba revista", con Martine, a la gente que se iba acercando, le preguntaba por su vida espiritual o su vida concreta.



Pierre Goursat, ya anciano, con una bicicleta


9- Pobreza de salud

Pierre Goursat siempre tuvo una salud frágil, pero sólo estuvo mal de verdad en sus últimos 6 años. Mantuvo intacta su inteligencia, pero su cuerpo estaba muy débil y necesitó cada vez más ayuda. Dimitió de dirigir la comunidad pero siguió publicando en la revista. No faltaba a los encuentros de comunidad. Le permitieron tener un pequeño sagrario en su habitación. "El Espíritu Santo me ha descargado de todo y me ha dicho: sólo tienes que rezar, ¡es precioso!", dijo. Murió el 25 de marzo de 1991, Lunes Santo. El funeral lo presidió el cardenal Lustiger, de París, con los obispos Vingt-Trois y Cordes.

Reportaje de media hora sobre Pierre Goursat y el origen de Comunidad del Emmanuel:


Fuente: Religión en Libertad

sábado, 28 de diciembre de 2024

Santo Evangelio 28 diciembre 2024

 


Texto del Evangelio (Mt 2,13-18):

 Después que los magos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al Niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al Niño para matarle». Él se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».

Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen».



«Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto»


Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, mártires. Metidos en las celebraciones de Navidad, no podemos ignorar el mensaje que la liturgia nos quiere transmitir para definir, todavía más, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer lugar, la predisposición de san José en el designio salvador de Dios, aceptando su voluntad. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social.

San José nos ofrece un testimonio bien claro de respuesta decidida ante la llamada de Dios. En él nos sentimos identificados cuando hemos de tomar decisiones en los momentos difíciles de nuestra vida y desde nuestra fe: «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto» (Mt 2,14).

Nuestra fe en Dios implica a nuestra vida. Hace que nos levantemos, es decir, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor, porque —frecuentemente— es el lugar donde Dios habla. Nos hace tomar al Niño con su madre, es decir, Dios se nos hace cercano, compañero de camino, reforzando nuestra fe, esperanza y caridad. Y nos hace salir de noche hacia Egipto, es decir, nos invita a no tener miedo ante nuestra propia vida, que con frecuencia se llena de noches difíciles de iluminar.

Estos niños mártires, hoy, también tienen nombres concretos en niños, jóvenes, parejas, personas mayores, inmigrantes, enfermos... que piden la respuesta de nuestra caridad. Así nos lo dice San Juan Pablo II: «En efecto, son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan a la sensibilidad cristiana. Es la hora de una nueva imaginación de la caridad, que se despliegue no sólo en la eficacia de las ayudas prestadas, sino también en la capacidad de hacernos cercanos y solidarios con el que sufre».

Que la luz nueva, clara y fuerte de Dios hecho Niño llene nuestras vidas y consolide nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.

Cien años de la conversión de Sigrid Undset: explicó la necesidad humana de santos a quienes acudir



 Cien años de la conversión de Sigrid Undset: explicó la necesidad humana de santos a quienes acudir

La intercesión de Sigrid Undset por su país empieza a traducirse en conversiones. 

El 1 de noviembre de 1924, la noruega Sigrid Undset, que ganaría el Premio Nobel de Literatura cuatro años después, ingresó en la Iglesia católica.

Con motivo de este centenario, Amy Fahey, profesora de literatura y escritura en el Thomas More College of Liberal Arts de Merrimack (New Hampshire, Estados Unidos) ha escrito un artículo en First Things sobre la importancia de esta escritora para entender qué es la santidad.

En el centenario de la conversión de Sigrid Undset

Hace cien años, a la edad de 42, la novelista noruega Sigrid Undset ingresó en la Iglesia católica. Fue un acontecimiento tranquilo: sólo su madrina -la fotógrafa y también conversa Mathea Bådstø- y unas pocas personas más se reunieron en la recién terminada capilla de San Torfinn en Hamar, a orillas del lago Mjøsa, en el este de Noruega. Al día siguiente, festividad de Todos los Santos, Undset recibió su Primera Comunión en la misma capilla, junto a otros dos niños del pueblo, una experiencia que describió como "estar en el Paraíso". 

El paraíso de su conversión fue, por supuesto, efímero: "Había creído que sería una sancta perfecta en cuanto me recibiera en la Iglesia y comulgara", escribió poco después a su amiga Helena Nyblom, "pero luego sufrí 77 incidentes irritantes y me volví gruñona y enfadada como no debe serlo una mujer católica, y no me comporté en absoluto como una santa". 

Sin embargo, la fecha de su entrada en la Iglesia, la festividad de Todos los Santos, debió de tener un profundo significado para ella. El reconocimiento de una multitud de "amigos" ocultos, que Undset había absorbido de su vasta y comprensiva lectura de la literatura medieval, aparece en casi todas las páginas de su magistral trilogía, Cristina, hija de Lavrans. Completada antes de su conversión, la saga nos presenta a varios intercesores celestiales de Noruega: Santa Sunniva, San Hallvard y, sobre todo, el santo patrón de Noruega, el gran San Olav Haraldsson, Rex Perpetuus Norvegiæ. Cristina siente especial devoción por él: "Había oído hablar tanto de él que era como si lo hubiera conocido cuando vivía en Noruega y lo hubiera visto aquí en la tierra". 



'Cristina, hija de Lavrans' (Encuentro), la obra más célebre de Sigrid Undset.

Al igual que su personaje titular, Undset llegó a darse cuenta a través de estos encuentros con los "amigos de Dios" de que, en última instancia, ella estaba hecha para la amistad divina. "En los santos", escribió mucho más tarde, "se realiza el objeto que Dios tuvo al crearnos". Su reconocimiento de lo que ella llamaba la "brillante doctrina" de la comunión de los santos la ayudó a reconciliar un agudo sentido de imperfección y aislamiento con un intenso deseo de que alguien la sacara de su propia y feroz voluntad propia. "El homenaje a los santos", escribió, "fomentado por la Iglesia desde el principio, parece responder realmente a una necesidad de nuestra naturaleza que no se puede erradicar". 

Esa "necesidad imposible de erradicar", dice, es un deseo de héroes y autoridades a los que podamos emular y cuyos consejos podamos seguir. "Nuestra naturaleza humana padece un deseo incurable de autoridad", escribió en un ensayo de 1939 sobre su conversión, Más allá de las limitaciones humanas: "Queremos que alguien se ponga por encima de nosotros, de quien podamos depender y a quien podamos admirar; sí, a quien podamos amar". Advierte que este deseo, cuando se responde de forma puramente secular, asumirá una "forma patológica" tanto para el individuo como para la sociedad. 





'Santa Catalina de Siena' (Encuentro), una excepcional biografía de Sigrid Undset.

Vemos esta patología desfilar a diario: la vemos en las estrellas de TikTok y en las personalidades de YouTube y, más recientemente, en las estrellas del pop y en los multimillonarios en los escenarios de nuestros mítines presidenciales. "En lugar de algo mejor", dice Undset, "hemos convertido en héroes a reyes de partidos y gángsteres, deportistas y artistas, estrellas de cine y dictadores". Pero en medio de estos héroes seculares quedan los influencers ocultos de Dios, los santos, a quienes Undset reconoce como las únicas "personas completamente cuerdas de nuestra civilización. (...) Parecían conocer la verdadera explicación de la eterna hambre de felicidad del hombre: su trágicamente insuficiente amor por la paz, la justicia y la buena voluntad hacia sus semejantes, su eterna caída desde la gracia".

Lutero, en su comentario sobre la carta de San Pablo a los Gálatas, había calificado la invocación a los santos de "ceguera y herejía abominables". Mientras Noruega y otras partes de la Europa posterior a la Reforma se quedaban espiritualmente "sin amigos" durante siglos, sugiere Undset, se había abierto una brecha para la impía autosuficiencia del hombre y para que las falsas ideologías de control se extendieran sin control.


'Castidad' (Encuentro) y 'La explosión de la soledad' (Monte Carmelo): dos libros del obispo noruego Erik Varden.

Ahora, casi un siglo después de las advertencias de Undset, la mitad de la población noruega se identifica como agnóstica; sólo un 3% asiste regularmente a servicios religiosos. Sin embargo, recientemente ha habido signos de lo que podría denominarse una "primavera nórdica". Esta renovación se percibe en los escritos del trapense Erik Varden, el primer obispo noruego de Trondheim en cuarenta años. Se insinúa en la reciente ordenación del diácono Mathias Ledum, de la ciudad natal de Undset, con vestiduras que ella había donado a la iglesia. Ledum, la primera vocación sacerdotal católica en Lillehammer en más de quinientos años, declaró recientemente: "Del mismo modo que hizo Undset, quiero reintroducir la verdad, la belleza y la bondad de la fe católica entre mis compatriotas".




Mathias Ledum, de padre noruego y madre filipina, fue ordenado diácono el 29 de junio de 2024. Foto: EWTN News.

El año pasado, Jon Fosse, un converso al catolicismo, se convirtió en el primer noruego en recibir el Premio Nobel de Literatura desde que Sigrid Undset recibiera el suyo, en medio de muchas disputas anticatólicas, en 1928. Y el regreso de los "amigos de Dios" se hace sentir en el renacimiento de las peregrinaciones anuales en las fiestas de San Olav y Santa Sunniva, y en los vastos preparativos en marcha para el jubileo del martirio de Olav en la batalla de Stiklestad en 1030.

Quizá no sea demasiado atrevido sugerir que Sigrid Undset, un siglo después de su primera experiencia en el Paraíso, aboga ahora por sus amigos terrenales desde el otro lado del velo. 

Traducción de Verbum Caro.

viernes, 27 de diciembre de 2024

Santo Evangelio 27 diciembre 2024

 


Texto del Evangelio (Jn 20,2-8):

 El primer día de la semana, María Magdalena fue corriendo a Simón Pedro y a donde estaba el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.



«Vio y creyó»


Rev. D. Manel VALLS i Serra

(Barcelona, España)

Hoy, la liturgia celebra la fiesta de san Juan, apóstol y evangelista. Al siguiente día de Navidad, la Iglesia celebra la fiesta del primer mártir de la fe cristiana, san Esteban. Y el día después, la fiesta de san Juan, aquel que mejor y más profundamente penetra en el misterio del Verbo encarnado, el primer “teólogo” y modelo de todo verdadero teólogo. El pasaje de su Evangelio que hoy se propone nos ayuda a contemplar la Navidad desde la perspectiva de la Resurrección del Señor. En efecto, Juan, llegado al sepulcro vacío, «vio y creyó» (Jn 20,8). Confiados en el testimonio de los Apóstoles, nosotros nos vemos movidos en cada Navidad a “ver” y “creer”.

Uno puede revivir estos mismos “ver” y “creer” a propósito del nacimiento de Jesús, el Verbo encarnado. Juan, movido por la intuición de su corazón —y, deberíamos añadir, por la “gracia”— “ve” más allá de lo que sus ojos en aquel momento pueden llegar a contemplar. En realidad, si él cree, lo hace sin “haber visto” todavía a Cristo, con lo cual ya hay ahí implícita la alabanza para aquellos que «creerán sin haber visto» (Jn 20,29), con la que culmina el vigésimo capítulo de su Evangelio.

Pedro y Juan “corren” juntos hacia el sepulcro, pero el texto nos dice que Juan «corrió más aprisa que Pedro, y llegó antes al sepulcro» (Jn 20,4). Parece como si a Juan le mueve más el deseo de estar de nuevo al lado de Aquel a quien amaba —Cristo— que no simplemente estar físicamente al lado de Pedro, ante el cual, sin embargo —con el gesto de esperarlo y de que sea él quien entre primero en el sepulcro— muestra que es Pedro quien tiene la primacía en el Colegio Apostólico. Con todo, el corazón ardiente, lleno de celo, rebosante de amor de Juan, es lo que le lleva a “correr” y a “avanzarse”, en una clara invitación a que nosotros vivamos igualmente nuestra fe con este deseo tan ardiente de encontrar al Resucitado.


Por primera vez un Papa abre la Puerta Santa en una cárcel: «Aférrense a la cuerda de la esperanza»



 Por primera vez un Papa abre la Puerta Santa en una cárcel: «Aférrense a la cuerda de la esperanza»

Puerta Santa cárcel

Con la misma solemnidad que en la Basílica de San Pedro, las puertas de la capilla de Rebibbia se abrieron ante el Sumo Pontífice, esta vez acompañado por el obispo auxiliar de Roma.

El Papa abrió este jueves la Puerta Santa de la cárcel de Rebibbia, en Roma (Italia). Francisco exhortó en una homilía improvisada a "abrir de par en par las puertas del corazón, pues cada quien sabe cómo hacerlo".

Por primera vez en la historia un Pontífice abre una Puerta Santa no en una basílica sino en el interior de un centro penitenciario. Además, se trata de la decimoquinta vez que Francisco visita una cárcel, esta vez, "para ofrecer a los presos un signo concreto de cercanía", como se escribe en la Bula de convocatoria del Año Santo "Spes non confundit".

Abrir los corazones a la esperanza

Unas 300 personas, entre reclusos, agentes penitenciarios, directivos, autoridades del gobierno de Roma, colaboradores, voluntarios, el capellán y religiosos, estaban presentes en la celebración. El nuevo complejo penitenciario es una de las realidades más grandes de Italia, con más de 1500 reclusos, de los cuales un 35 por ciento son extranjeros.

Con la misma solemnidad que en la Basílica de San Pedro, las puertas de la capilla de Rebibbia se abrieron ante el Sumo Pontífice, esta vez acompañado por el obispo auxiliar de Roma, Benoni Ambarus, dos reclusos -un hombre y una mujer- y dos agentes, seguidos por un grupo de sacerdotes llevando una cruz de madera en procesión, luego, el saludo del Pontífice y la liturgia de la palabra.



Papa cárcel RomaEsta cárcel romana cuenta con más de 1500 reclusos, un 35 por ciento son extranjeros.

Después de los buenos días y el deseo de una Feliz Navidad, el Papa dejó a un lado la homilía preparada para expresar que era su voluntad "abrir la Puerta de par en par" en la cárcel. "Es un hermoso gesto abrir de par en par: abrir las puertas. Pero más importante es lo que significa: es abrir el corazón. Abrir el corazón. Y eso es lo que hace la fraternidad. Los corazones cerrados, duros, no ayudan a vivir. Por eso la gracia de un Jubileo es abrir y, sobre todo, abrir los corazones a la esperanza. La esperanza no defrauda, ¡nunca!", comentó.

Francisco invitó a pensar bien en la esperanza, porque "en los malos momentos uno piensa que todo ha terminado, que nada está resuelto", pero la esperanza -repitió- nunca defrauda. "Me gusta pensar que la esperanza es como el ancla que está en la orilla y nosotros estamos ahí con la cuerda, seguros, porque nuestra esperanza es como el ancla en tierra. No pierdan la esperanza. Este es el mensaje que quiero dar a todos nosotros. A mí primero. A todos nosotros. No pierdan la esperanza".

El Papa advirtió también que a veces esa cuerda que es la esperanza y que nos ata es difícil y nos hace daño en las manos, "pero con la cuerda -insistió - siempre con la cuerda en la mano, mirando a la orilla, el ancla que nos lleva adelante. Siempre hay algo bueno, siempre hay algo para seguir adelante".



Papa en la cárcel"Este es el mensaje que quiero dar a todos nosotros. No pierdan la esperanza", dijo el Papa.

"Cuando el corazón está cerrado se vuelve duro como una piedra; se olvida de la ternura. Pero siempre el corazón abierto; el corazón, que es precisamente lo que nos hace hermanos. Abran de par en par las puertas del corazón. Cada uno sabe cómo hacerlo. Todo el mundo sabe dónde está la puerta cerrada o medio cerrada. Todo el mundo lo sabe", añadió.

El Papa donó a la iglesia del centro penitenciario una reproducción de la Puerta Santa y un pergamino en recuerdo de esta celebración única. "En recuerdo de la visita que el Papa Francisco realizó al Complejo Penitenciario de Rebibbia durante el Jubileo Ordinario 2025 donde abrió la Puerta Santa en la Iglesia del Padre Nuestro", se podía leer.


Puedes ver aquí de forma íntegra el acto inédito del Papa Francisco.

Y la motivación: "Como signo de esperanza para recuperar la confianza en sí mismos y recobrar la estima y la solidaridad de la sociedad". El Papa terminó con una doble invitación: "Ahora no olvidemos dos cosas que debemos hacer con nuestras manos. Primero: aferrarnos a la cuerda de la esperanza, aferrarnos al ancla, a la cuerda. No soltarla nunca. Segunda: abrir los corazones. Corazones abiertos. Que el Señor nos ayude en esto. Gracias".

Y, antes de abandonar la iglesia, Francisco se despidió, deseando "un Feliz Año Nuevo a todos". "Que el próximo año sea mejor que éste. Cada año debe ser mejor", dijo. Y saludó también a todos "los presos que se quedaron en sus celdas y que no pudieron venir", seguido por un gran y caluroso aplauso.

Fuente: Religion en libertad

jueves, 26 de diciembre de 2024

Santo Evangelio 26 Diciembre 2024



 Texto del Evangelio (Mt 10,17-22): 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros. Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará».



«Os entregarán a los tribunales y os azotarán»


Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM

(Barcelona, España)

Hoy, recién saboreada la profunda experiencia del Nacimiento del Niño Jesús, cambia el panorama litúrgico. Podríamos pensar que celebrar un mártir no encaja con el encanto navideño… El martirio de san Esteban, a quien veneramos como protomártir del cristianismo, entra de lleno en la teología de la Encarnación del Hijo de Dios. Jesús vino al mundo para derramar su Sangre por nosotros. Esteban fue el primero que derramó su sangre por Jesús. Leemos en este Evangelio como Jesús mismo lo anuncia: «Os entregarán a los tribunales y (…) seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio» (Mt 10,17.18). Precisamente “mártir” significa exactamente esto: testigo.

Este testimonio de palabra y de obra se da gracias a la fuerza del Espíritu Santo: «El Espíritu de vuestro Padre (…) hablará en vosotros » (Mt 10,19). Tal como leemos en los “Hechos de los Apóstoles”, capítulo 7, Esteban, llevado a los tribunales, dio una lección magistral, haciendo un recorrido por el Antiguo Testamento, demostrando que todo él converge en el Nuevo, en la Persona de Jesús. En Él se cumple todo lo que ha sido anunciado por los profetas y enseñado por los patriarcas.

En la narración de su martirio encontramos una bellísima alusión trinitaria: «Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios» (Hch 7,55). Su experiencia fue como una degustación de la Gloria del Cielo. Y Esteban murió como Jesús, perdonando a los que lo inmolaban: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado» (Hch 7,60); rezó las palabras del Maestro: «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen» (Lc, 23, 34).

Pidamos a este mártir que sepamos vivir como él, llenos del Espíritu Santo, a fin de que, fijando la mirada en el cielo, veamos a Jesús a la diestra de Dios. Esta experiencia nos hará gozar ya del cielo, mientras estamos en la tierra.

¿La Navidad no podía ser en diciembre porque los pastores tendrían frío? Un mito en revisiónnUn pastor de ovejas Awassi contemporáneo, del siglo XXI, en Tierra Santa

 


¿La Navidad no podía ser en diciembre porque los pastores tendrían frío? Un mito en revisiónnUn pastor de ovejas Awassi contemporáneo, del siglo XXI, en Tierra Santa

El Papa Francisco dedicó una homilía de Misa del Gallo a alabar a los pastores que estaban al raso la noche del nacimiento de Jesús y que velaban, estaban atentos, y reaccionan rápido en cuanto reciben la noticia asombrosa. "En la región había pastores en el campo, turnándose para vigilar sus rebaños por la noche", leemos en Lucas 2,8.

Pero una y otra vez, cada Navidad, la prensa y algunos "expertos", incluso arqueólogos o historiadores, repiten que el nacimiento de Jesús no pudo ser en diciembre si había pastores al raso, puesto que en diciembre hace frío.

Además, ¿qué hacían los pastores al raso, turnándose para cuidar las ovejas? Probablemente estaban atendiendo los partos de corderitos, sería temporada de parto, que en muchos países se da en primavera. Así que muchos prefieren imaginar que el nacimiento de Jesús sería en primavera, en marzo (y quizá solaparlo con el engendramiento de Jesús, es decir, la Anunciación, que se celebra el 25 de marzo... nueve meses antes de Navidad).


Reportaje de El País

Con mucho descaro se habla cada año de costumbres de estabulación y temporadas de parición de ovejas... que no encajan con la realidad de lo que pasa en Tierra Santa con las ovejas Awassi

No hace tanto frío 

Para empezar, en Belén en diciembre hace frío, pero no tanto frío que no se pueda sobrellevar al raso con buena ropa de lana y abrigo y mantas y fuego (de las que no carecían los pastores antiguos ni los actuales).

Belén, en diciembre, oscila entre los 7 y los 14 grados. Y puede nevar un día o dos de diciembre. Nada que no se soporte bien equipados.

Además, pasar la fecha para estar al raso a marzo no cambia nada: en marzo la temperatura es idéntica, entre 7 y 16 grados, aunque quizá con menos lluvia.

Más o menos, la temperatura invernal es similar y los pastores saben como enfrentarla: ¡con lana, como las ovejas!

Tabla de temperaturas



Las ovejas Awassi paren en diciembre

Por otra parte, las ovejas Awassi, que son las que se crían en Israel y Oriente Medio, y llevan allí unos 5.000 años, tienen su temporada de parición precisamente en diciembre y enero. Y por lo tanto tiene toda la lógica que los pastores estuvieran velando en diciembre, haciendo turnos de guardia, al raso, porque estaban esperando los partos, el nacimiento de  los corderitos.

(Las llamadas "ovejas Jacob" que recientemente se han introducido en Israel en realidad provienen de Inglaterra y no tienen relación con el país ni su historia, como ha señalado a la prensa Elisha Gootwine, del centro de investigación Volcani, del Ministerio de Agricultura Israelí). 



oveja Awassi

Una lanuda oveja Awassi, sin ningún miedo al frío


En 1985 la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación) publicó un detallado estudio de uno de los mayores expertos de la época en el tema de las ovejas Awassi, el profesor emérito de Cría Animal de la Universidad Hebrea de Jerusalén, H. Epstein. Él explicaba las prácticas que conocía de los beduinos (pastores nómadas y seminómadas) y los fellahin (campesinos sedentarios, que cuidan tierras pero también tienen ovejas).

En su estudio, que no habla nada de Navidad ni religión, solo de ovejas y pastores, leemos: "En Irak, la principal temporada de parición de las ovejas Awassi es noviembre, y en Líbano, la República Árabe de Siria e Israel, en diciembre y enero".

Pastor beduino con ovejas awassi



Pastor beduino con ovejas Awassi; se observa que en Tierra Santa el pastor va por delante y las ovejas le siguen, como dice Jesús en Juan 10,27: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen"

Leemos también: "Los pastores beduinos y fellahin no saben nada de tiendas o casas, sino que viven enteramente al aire libre junto con los rebaños a su cuidado. Trabajan 365 días al año, de 13 a 16 horas. Su trabajo incluye pastorear, vigilar por la noche, cuidar los animales enfermos, entrenar a las ovejas líderes, esquilar, destetar a los corderos y atar a las hembras para ordeñarlas, algo que suelen hacer las mujeres".

Por lo tanto, lo que cuenta el evangelio de Lucas encaja perfectamente tanto en 1985 como hace 2.000 con lo que hacen los pastores en Tierra Santa: pasar la noche al raso, montar guardia, hacer turnos, en diciembre, marzo o cualquier día... sabiendo que en diciembre es cuando paren las ovejas Awassi.

Postal de pastores con ovejas



El estudioso que fue al Campo de los Pastores en Navidad y vio ovejas

Jimmy Akin, un autor católico, escribiendo en el National Catholic Register, explica que "hay una famosa carta escrita en 1967 en que un estudioso hacía notar que había ovejas paciendo en la Vigilia de Navidad en el Campo de los Pastores", un sitio tradicional de Belén.

Esta carta la escribió el estudioso del Nuevo Testamento Harry Mulder, con fecha 16 de enero de 1967. Entonces daba clases en Beirut pero fue al Campo de los Pastores de Belén para Navidad y escribió: "Justo a nuestro lado unos pocos rebaños de ovejas se recogen. No faltan ni corderos. Por lo tanto, definitivamente, no es imposible que el Señor Jesús naciera en diciembre". La carta la cita William Hendriksen en New Testament Commentary: Matthew (Grand Rapids: Baker, 1973), y la retoma Jack Finnegan, en Handbook of Biblical Chronology (2nd ed.), no. 569.

Fuente: Religion en libertad


miércoles, 25 de diciembre de 2024

Santo Evangelio 25 diciembre 2024



 Texto del Evangelio (Lc 2,1-14):

 Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Quirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El Ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y de pronto se juntó con el Ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace»

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«Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor»


Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero

(Viladecans, Barcelona, España)

Hoy, nos ha nacido el Salvador. Ésta es la buena noticia de esta noche de Navidad. Como en cada Navidad, Jesús vuelve a nacer en el mundo, en cada casa, en nuestro corazón.

Pero, a diferencia de lo que celebra nuestra sociedad consumista, Jesús no nace en un ambiente de derroche, de compras, de comodidades, de caprichos y de grandes comidas. Jesús nace con la humildad de un portal y de un pesebre.

Y lo hace de esta manera porque es rechazado por los hombres: nadie había querido darles hospedaje, ni en las casas ni en las posadas. María y José, y el mismo Jesús recién nacido, sintieron lo que significa el rechazo, la falta de generosidad y de solidaridad.

Después, las cosas cambiarán y, con el anuncio del Ángel —«No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo» (Lc 2,10)— todos correrán hacia el portal para adorar al Hijo de Dios. Un poco como nuestra sociedad que margina y rechaza a muchas personas porque son pobres, extranjeros o sencillamente distintos a nosotros, y después celebra la Navidad hablando de paz, solidaridad y amor.

Hoy los cristianos estamos llenos de alegría, y con razón. Como afirma san León Magno: «Hoy no sienta bien que haya lugar para la tristeza en el momento en que ha nacido la vida». Pero no podemos olvidar que este nacimiento nos pide un compromiso: vivir la Navidad del modo más parecido posible a como lo vivió la Sagrada Familia. Es decir, sin ostentaciones, sin gastos innecesarios, sin lanzar la casa por la ventana. Celebrar y hacer fiesta es compatible con austeridad e, incluso, con la pobreza.

Por otro lado, si nosotros durante estos días no tenemos verdaderos sentimientos de solidaridad hacia los rechazados, forasteros, sin techo, es que en el fondo somos como los habitantes de Belén: no acogemos a nuestro Niño Jesús.


8 ideas de la Teología del Hogar para recibir a Jesús en Navidad... y una pregunta que le da sentido



 8 ideas de la Teología del Hogar para recibir a Jesús en Navidad... y una pregunta que le da sentido

Un matrimonio viendo un belén de Navidad.

"Como cualquier niño en Navidad, Jesús quiere detalles dulces, regalos, canciones, orar juntos, reír a carcajadas…Todo eso espera recibirlo en nuestro hogar", asegura Chiti Hoyos, experta en Teología del Hogar.

Ya sea en icónicas películas como Qué bello es vivir de Frank Capra, en históricas novelas como Cuento de Navidad de Dickens o en los mismos orígenes bíblicos relatados en las Sagradas Escrituras, la familia y el hogar son temas siempre presentes en torno a la Navidad.

Desde hace años, una de las disciplinas que más está tratando de mantener el sentido cristiano de este tiempo litúrgico es la Teología del Hogar, surgida formalmente en 2019 en Estados Unidos y llegada a España poco después de la mano de Chiti Hoyos y su Dios bendiga esta casa. Pequeño compendio de Teología del Hogar (Nueva Eva).

A lo largo de este compendio, Hoyos remarca relevantes aspectos como su decálogo para que el hogar sea católico, la importancia de la cocina y las tareas domésticas y su dimensión espiritual o incluso de cómo preparar el hogar para el día en que se celebra el nacimiento del Señor en Navidad.

Cuando un niño viene en camino, escribe, "se nota la ilusión y la alegría de la familia" de forma similar a lo que sucede conforme concluye el Adviento, siendo un momento especialmente propicio para decorar los hogares con iconos que representan esa alegría por el nacimiento del Niño Jesús.

En conversación con Religión en Libertad, Hoyos profundiza en su decálogo del hogar católico y lo amplia de cara a la Navidad, ofreciendo 8 perspectivas, consejos e ideas prácticas para celebrarla atendiendo a su auténtico significado, que comienza definiendo:

1º La Navidad en la Teología del Hogar

Hoyos se refiere a la Navidad desde la Teología del Hogar y habla de ella como "la alegría de la presencia de Jesús en el hogar":

"El `Emmanuel´, el Dios con nosotros. Es un tiempo de celebrar que Cristo ha venido a nuestros hogares, Él es el cumplimiento de todo deseo, y también la gran promesa de que habitará con nosotros siempre. Es un tiempo de compartir, pero compartirlo todo con Él. Es uno más en la familia, y al mismo tiempo el más necesitado de cuidados. Como cualquier niño en Navidad, Jesús quiere detalles dulces, regalos, canciones, orar juntos, reír a carcajadas…Todo eso espera recibirlo en nuestro hogar".

2º Celebrar con diversión… pero de forma sana

La escritora remarca que la Teología del Hogar habla de la sencillez de vida, pero también de fomentar virtudes que ayuden a alcanzar la plenitud. Y una de ellas, explica, es "la virtud de la eutrapelia que es la virtud que regula `la diversión´ de forma que ésta sea sana. Es necesario divertirse y en el hogar más que en ningún otro sitio. Hacer galletas de jengibre puede ser divertido y lo mismo pasa con colgar adornos que hablen de lo que nos gusta. No hay nada malo en un muñeco de nieve. La nieve la ha creado Dios".


`La Navidad no puede pasar de largo por nuestras vidas sin que algo nuevo haya aparecido en ellas. ¿Qué fruto hemos sacado de esta Navidad? Eso es lo que hay que buscar, cualquier otra cosa no es importante´, subraya Chiti Hoyos, autora de Dios bendiga esta casa. Pequeño compendio de Teología del Hogar (Nueva Eva).

3º Se celebra la Navidad, no el invierno

Por ello, remarca que "todas  esas cosas no deben saturar el ambiente hasta el punto de que parezca que estamos celebrando el invierno y no el nacimiento de Dios. Hay una jerarquía. Pon un Niño Jesús grande y ¡rodéalo de peluches! Ahí cobra todo el sentido".

4º Se debe obtener un fruto

"La Navidad está relacionada con el `Nacer´. No puede pasar de largo por nuestras vidas sin que algo nuevo haya aparecido en ellas. Eso es lo que hay que buscar, cualquier otra cosa no es importante. ¿Qué fruto hemos sacado de esta Navidad? Es la pregunta que ayudará a responder a esta cuestión", remarca la escritora.

5º ¿Reyes Magos o Papá Noel?

Preguntada por ambas celebraciones y por si decantarse por una u otra es indiferente, subraya que celebrar la Navidad "no es cuestión de gustos", pues "la Epifanía es una solemnidad, no una mera tradición".  

"La familia es iglesia doméstica y como tal tiene que celebrar las fiestas litúrgicas. La Epifanía es una de las manifestaciones de la realeza de Cristo. Es absolutamente impresionante. El Papa Benedicto XVI era muy devoto de los reyes magos y yo misma les rezo con frecuencia.  Sin embargo, no hay una fiesta litúrgica de Papá Noel. Lo que la Iglesia celebra, es la fiesta de San Nicolás de Bari, del que procede el nombre de santa Klaus que fue derivando en el apelativo de papá Noel".




`Dios bendiga esta casa. Pequeño compendio de Teología del hogar´, de Chiti Hoyos.

6º El verdadero San Nicolás: "No quedarse con copias baratas"

En este sentido, explica que la devoción a San Nicolás tiene en muchos países tradiciones muy arraigadas, como Luxemburgo. En Alemania, agrega, "se le conoce como Sankt Nikolaus y allí lo invocan en las catástrofes, o en momentos de extrema necesidad, porque se cuenta que echaba monedas por la chimenea de los hogares pobres. El día de su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños. También es patrón de Alicante. El 6 de diciembre hacen una procesión en la que sale San Nicolás de la catedral montado en un burrito. Si quieres celebrar al santo, explícale a tus hijos quién es San Nicolás. Que no se queden con copias baratas".

7º La importancia de la cocina

Como la escritora muestra en su Compendio, también la cocina tiene especial relevancia en la dimensión "litúrgica" del hogar e incluso en las Escrituras. Como explica, el hecho de hacer comidas especiales en fiestas litúrgicas no es un hecho meramente cultural, sino también revelado:

"Pienso, por ejemplo, en la comida de la Pascua Judía. ¿Quién crees que diseñó el menú? Lee Éxodo 12. No solemos ver a Dios como un chef, pero estoy segura de que le encanta cocinar. Jesús preparó pescado a la brasa. ¡Tenía que estar buenísimo! Dios crea tradiciones y crea tradiciones en torno a una mesa y un banquete. Todas son prefiguraciones del banquete celestial, de las bodas del cordero. Las tradiciones no pueden ser malas si Dios mismo las fomenta. Nos hacen recordar lo bueno y nos conecta con los que nos precedieron. También nos da esperanza de reencontrarnos con ellos en la mesa que el Señor mismo nos preparará al final de los tiempos, cuando regrese".

8º CMB, Melchor, Caspar y Baltasar… o que Cristo bendiga esta casa

Antes de concluir, Hoyos remarca la importancia de que el hogar -siempre, pero especialmente en Navidad- esté lleno de belleza, mueva a la devoción, hable de los gustos de quienes lo habiten, posea una liturgia, haya alegría o que todo esté ordenado a un fin.

Pero  buscando agregar a su "decálogo" escrito en Dios bendiga esta casa, agrega una última idea de la Teología del Hogar de cara a la fiesta de la Epifanía: "Existe la tradición de escribir en la puerta de la casa una frase con tiza : para este año sería 20+ C+M+ B+ 24 La C es de Caspar (Gaspar), la M de Melchor y la B de Baltasar dentro del año en curso. Pero C, M, B, también hace referencia a la frase latina “Christus mansionem benedicat” que significa “Cristo bendiga esta casa”.

Fuente: Religión en Libertad