Sean Duffy, católico y provida, era hasta agosto miembro de la Cámara de Representantes
Dejó el Congreso por su familia, y ha nacido su novena hija, que es Down: «La vida es maravillosa»
El ya excongresista Sean Duffy con sus ochos hijos antes de que naciera Valentina, la pequeña de la familia
El pasado mes de agosto el congresista republicano, Sean Duffy, anunciaba una retirada de la vida política y pública. Este político católico, provida y profamilia de 47 años tenía una carrera política prometedora y había ido renovando su cargo en la Cámara de Representes por Wisconsin con porcentajes cercanos al 60%.
El motivo de la renuncia era estrictamente familiar. Casado con la colaboradora de Fox News, Rachel Campos, tenía ocho hijos y esperaban a la novena, que según los médicos padecía problemas cardíacos.
La pequeña Valentina es síndrome de Down
La familia del expolítico anunció que la pequeña Valentina Stella Maris nació el 1 de octubre, y efectivamente con un importante problema en el corazón, que obligará a que sea intervenida. Pero además, la novena hija del matrimonio Duffy también nació con síndrome de Down.
Lejos de ver este hecho como un drama, la madre escribía en su cuenta de Facebook: “Valentina también nació con un cromosoma extra, lo que significa que tiene síndrome de Down. Ese cromosoma extra ciertamente la ha hecho EXTRA linda. ¡La vida es maravillosa!”.
Agradecidos por las oraciones
La familia ha informado que la pequeña de esta gran familia sigue en el hospital y que necesitará pasar por el quirófano en los próximos meses. Por ello, los Duffy agradecieron todas las oraciones que se han realizado por Valentina desde que el excongresista avisara de que venía con problemas de corazón.
"Gracias a todos los que oraron por Valentina todos estos meses, sus oraciones nunca se sintieron más que en las horas previas a su nacimiento de urgencia", escribió su madre. Sean Duffy, liberado de todas las obligaciones políticas, dijo que tomó la decisión porque Valentina "necesitaría aún más amor, tiempo y atención debido a complicaciones, incluida una afección cardíaca".
Precisamente este político es uno de los que de manera más clara se ha manifestado a favor de la vida y la familia en Estados Unidos. De hecho, cuando anunciaron este noveno embarazo escribía en Twitter: “¡Dios aún no ha terminado con nuestra familia! ¡El bebé número nueve llegará a la tripulación este otoño!”.
"Un gran regalo"
Sobre la discapacidad y los problemas con los que llega Valentina, la esposa del excongresista afirmaba que “creemos en la vida, y cualquier regalo que Dios nos dé lo aceptamos. Y este es un gran regalo”. Aunque reconocía que “va a ser un poco más estresante, este pequeño bebé tendrá otros ocho hermanos para abrazarla, y todo esto lo haremos en familia”.
Este matrimonio también ha relatado el momento en el que todos los hermanos pudieron conocer a Valentina. “Cuando la visitaron en el hospital, los niños se peleaban por quién podía estar más cerca. ¡No los culpo! Ella es el ángel más dulce y perfecto que jamás hayamos visto”.
En todo este proceso ha estado en todo momento Sean, tras una decisión más que meditada de dejar, al menos temporalmente, la vida política. La familia es lo primero. Lo demás es accesorio.
Renuncia a una prometedora carrera política
Por ello, siendo coherente con sus principios en agosto sorprendía a todos cuando anunciaba que “tras mucha oración, he decidido que éste es el momento oportuno para hacer un alto en el servicio público para apoyar a mi esposa, a mi hija y a mi familia. No es una decisión fácil, porque realmente me gusta representaros en el Congreso“, dijo en un mensaje a sus electores, "pero es la decisión correcta para mi familia, que es mi primer amor y mi responsabilidad".
"Como sabéis", añadió, "fundar una familia es un trabajo duro. Lo cual es particularmente cierto para una tan grande y ajetreada como la mía. Estar lejos de casa en Washington cuatro días a la semana es todo un desafío, y por eso siempre he estado abierto a los signos de Dios en lo que se refiere a equilibrar mi deseo de servir tanto a mi familia como a mi país".
En su labor como político, en lo que se refiere a todo lo relacionado con la familia y la vida Duffy ha obtenido un 100% de valoración por parte del Family Research Council: por ejemplo, votó a favor de suprimir las subvenciones públicas a los abortorios y de una ley para prohibir los abortos tardíos, contra la financiación pública de las operaciones de 'reasignación de sexo' de los militares transgénero, y a favor de aumentar las deducciones fiscales por hijo a cargo.
Defensor de los no nacidos
"Juntos nos hemos implicado en las batallas más importantes de nuestro tiempo: proteger la libertad de expresión y la libertad religiosa, atender a nuestros veteranos, defender a los no nacidos y salvar los puestos de trabajo y el capitalismo americano", destacó. Estaba considerado un político próximo al Tea Party, el movimiento conservador nacido a finales de la década pasada básicamente para reducir el tamaño del gobierno federal.
En julio pasado, en una entrevista en National Review, al comentar su próximo parto, Rachel sintetizó la filosofía familiar de los Duffy al responder por qué nueve hijos: "Nunca tuvimos el número nueve en mente. No hemos planificado ninguno de mis hijos. Simplemente vinieron. Así que he recibido a cada uno de ellos como una bendición de Dios. Para ser sincera, esta última ha sido un poco sorpresa. Pensé que me estaba haciendo un poco mayor... ¡pero ya se ve que no!".
Sean y Rachel se conocieron en 1998 en un programa de televisión y se casaron al año siguiente. Y la fe juega un gran papel en su familia. "Creo que ha mantenido fuerte nuestro matrimonio y nos ha dado un sentido de dirección y objetivos", dice Rachel: "Creo que una familia es tan fuerte como lo sea la unión marital. Ha sido realmente bueno para nosotros en términos de compartir los valores más importantes y permanentes. Rezamos juntos, vamos a misa juntos... Hay mucho de ritual y de tradición en ser católico. Vas a misa, rezas por la noche, bendices la mesa a la hora de la cena..."
En cuanto a su papel como madre respecto a sus hijos, lo tiene claro: "Mi lema como madre ha sido siempre que mi tarea no es que entres en Harvard, sino que llegues al Cielo".
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