martes, 30 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 30 septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 9,51-56):

 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro 



«Él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén»


Rev. D. Félix LÓPEZ SHM

(Alcalá de Henares, España)

Hoy, el Evangelio nos ofrece dos puntos principales para la reflexión personal. En primer lugar, nos dice que «cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén» (Lc 9,51). El verbo que usa san Lucas significa “completar”, “consumar”; Jesús lleva a plenitud el tiempo marcado por el Padre para completar su misión salvífica mediante la crucifixión, muerte y resurrección. Después va a ser glorificado, “llevado al cielo”. Ante esta perspectiva, Jesucristo «tomó la decisión de subir a Jerusalén», es decir la firme decisión de amar al Padre realizando su voluntad redentora. Jesús muere en la cruz diciendo: «Todo está cumplido» (Jn 19,30). El Señor ha vivido para cumplir la voluntad del Padre, y ha mantenido esa actitud de fidelidad hasta la muerte.

Así debemos vivir también nosotros aunque experimentemos en el camino hacia Dios la oposición o el rechazo, el desprecio o la marginación por ser fieles al Señor. Dice el Papa Francisco: «El verdadero progreso de la vida espiritual no consiste en multiplicar los éxtasis, sino en ser capaces de perseverar en los tiempos difíciles: camina, camina, camina; si estás cansado detente un poco y luego vuelve a caminar, con perseverancia».

En segundo lugar, ante el rechazo de los samaritanos, Santiago y Juan quieren hacer descender fuego del cielo (cf. Lc 9,54). El Señor les reprende por su celo indiscreto. Debemos recordar la paciencia que Dios tiene con nosotros, y ser pacientes con nuestros hermanos en su camino hacia Dios, aunque no respondan inmediatamente a su gracia. Dios quiere que todos los hombres se salven y ha entregado a su Hijo único en la cruz por todos. Dios agota todas las posibilidades de acercarse a cada hombre, y espera con paciencia divina el momento en el que cada corazón se abre a su Misericordia.

Iván Cote, de sacerdote en Jerez a comandante de la Guardia Real: «Caso a guardias por toda España»

 


Iván Cote, de sacerdote en Jerez a comandante de la Guardia Real: «Caso a guardias por toda España»

Felipe VI lo condecoró en abril con la encomienda de la Orden del Mérito Civil.

Iván Cote tiene 47 años, es de Jerez (España), es sacerdote y comandante de la Guardia Real. Trabajador incansable, con gran capacidad de empatizar con el prójimo, dejó su tierra natal y se embarcó en la aventura de desarrollar su ministerio en el ámbito militar. La Voz Del Sur cuenta su historia.

Un momento especial en la vida de Cote tuvo lugar el 9 de abril, cuando el rey Felipe VI lo condecoró con la encomienda de la Orden del Mérito Civil. Ese mismo día se cumplían nueve años desde que fue ordenado sacerdote.

Premiado por Felipe VI

Un reconocimiento que obedecía a su labor, no solo en el plano sacramental, sino también como apoyo humano e impulsor de importantes iniciativas de carácter social y caritativo.

"Además de ejercer como párroco de la conocida parroquia de San Juan Bautista de Mingorrubio, presto servicio en distintas realidades dependientes todas ellas de la Casa de S. M. el Rey: los tres acuartelamientos —Rey, Reina y Princesa— vinculados a la Guardia Real; el Cuarto Militar de la Casa de S. M. el Rey, con sede en el Palacio Real; y, por último, San Quintín, un acuartelamiento formado por guardias civiles que prestan servicios de seguridad personal a los miembros de la Familia Real", comenta Cote.

La vida de Iván es diferente a la de sus compañeros sacerdotes. "Aunque suene a tópico, lo cierto es que en la Guardia Real cada día es diferente; quizás sería más certero hablar de cometidos mensuales o anuales. A excepción de las misas diarias, que sí son constantes, el resto de actividades se desarrolla dentro de una periodicidad mensual o anual". 

Durante su ordenación con el obispo.


"Para hacerse una idea: en un año debo presidir la celebración de más de una decena de patronos de diferentes cuerpos; acompañar desde Cáritas de la Guardia Real una serie de casos de extrema delicadeza; celebrar un número nada desdeñable de bautizos y primeras comuniones; y oficiar más de una decena de bodas de guardias reales a lo largo de la geografía nacional", añade.

Cote es un apasionado del Camino de Santiago. "Además, cada año dedico entre cinco y seis días a caminar al encuentro del Apóstol Santiago, junto con más de un centenar de guardias reales y familiares; participo activamente en más de diez actos militares de gran relevancia; me desplazo durante casi dos meses por diferentes ciudades españolas para aportar mi granito de arena en el Día de las Fuerzas Armadas, en los ejercicios de la Guardia Real o en el destacamento estival de Palma de Mallorca. Y entre todo esto, cuando la agenda lo permite, participo en ejercicios de equitación, tiro, buceo y carreras de cohesión".

Sobre si extraña su tierra natal, Cote responde: "En Jerez no solo nací, sino que también es la cuna de mi fe y de mi vocación cofrade y sacerdotal. Allí encontré el amor y la comprensión de mi familia, de buenos amigos y de un mundo cofrade que, quizá, tardó en comprenderme. Acumulé entre sus calles, parques y fiestas un sinfín de vivencias que jamás olvidaré. Y aunque siga llevando a Jerez por bandera, el mismo Señor que en su Soberano Poder me dio todo esto y más, me pidió que le sirviera en otro lugar. Todo el que me conoce sabe que no soy de los que pone la mano en el arado y mira hacia atrás. Allí donde Dios me pone, está mi servicio y entrega total".

Siendo militar, recibió tal «disparo» de Dios... que se planteó dejar a su esposa y hacerse monje

Cote también recuerda su relación con el obispo castrense Juan del Río, ya fallecido. "Lo recuerdo con un profundo sentido eclesial; suelo utilizar sus citas casi a diario. Aún no he encontrado a nadie que tenga un concepto de Iglesia tan edificante para la fe como don Juan".

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 29 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 29 septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Jn 1,47-51):

 En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».



«Veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre»


Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario de la S.R.I.

(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy, en la fiesta de los Santos Arcángeles, Jesús manifiesta a sus Apóstoles y a todos la presencia de sus ángeles y la relación que con Él tienen. Los ángeles están en la gloria celestial, donde alaban perennemente al Hijo del hombre, que es el Hijo de Dios. Lo rodean y están a su servicio.

«Subir y bajar» nos recuerda el episodio del sueño del Patriarca Jacob, quien dormido sobre una piedra durante su viaje a la tierra de origen de su familia (Mesopotamia), ve a los ángeles que “bajan y suben” por una misteriosa escalera que une el cielo y la tierra, mientras Dios mismo está de pié junto a él y le comunica su mensaje. Notemos la relación entre la comunicación divina y la presencia activa de los ángeles.

Así, Gabriel, Miguel y Rafael aparecen en la Biblia como presentes en las vicisitudes terrenas y llevando a los hombres —como nos dice san Gregorio el Grande— las comunicaciones, mediante su presencia y sus mismas acciones, que cambian decisivamente nuestras vidas. Se llaman, precisamente, “arcángeles”, es decir, príncipes de los ángeles, porque son enviados para las más grandes misiones.

Gabriel fue enviado para anunciar a María Santísima la concepción virginal del Hijo de Dios, que es el principio de nuestra redención (cf. Lc 1). Miguel lucha contra los ángeles rebeldes y los expulsa del cielo (cf. Ap 12). Nos anuncia, así, el misterio de la justicia divina, que también se ejerció en sus ángeles cuando se rebelaron, y nos da la seguridad de su victoria y la nuestra sobre el mal. Rafael acompaña a Tobías “junior”, lo defiende y lo aconseja y cura finalmente al padre Tobit (cf. Tob). Por esta vía, nos anuncia la presencia de los ángeles junto a cada uno de nosotros: el ángel que llamamos de la Guarda.

Aprendamos de esta celebración de los arcángeles que “suben y bajan” sobre el Hijo del hombre, que sirven a Dios, pero le sirven en beneficio nuestro. Dan gloria a la Trinidad Santísima, y lo hacen también sirviéndonos a nosotros. Y, en consecuencia, veamos qué devoción les debemos y cuánta gratitud al Padre que los envía para nuestro bien.

Borja Milans del Bosch, coach empresarial, quiere llevar el Amor a las empresas con 4 claves

 


Borja Milans del Bosch, coach empresarial, quiere llevar el Amor a las empresas con 4 claves

Borja Milans del Bosch es coach empresarial, y señala que las necesidades personales del profesional son clave para el rendimiento

Hay que llevar el Amor a la empresa, y eso implica sanar corazones y relaciones laborales. Esa es la intuición y motivación de Borja Milans del Bosch, un popular "coach" o entrenador de dirección empresarial de Madrid y responsable de Coaching 360 (www.coaching360.es).

Él explica que en la base de esta intuición está el Evangelio. "Me gusta fomentar lo que dice Marcos 7, 14-23 y que es en gran medida lo que procuro transmitir y sobre lo que invito a reflexionar cada vez que surge la ocasión: “Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace al hombre impuro”.

En diciembre de 2015 el portal de noticias marianas CariFilii.es publicó la historia de su retorno a la fe en 2009, de la mano del apóstol Santiago y la Virgen María (en Medjugorje y el Pilar). Esa conversión ha cristalizado también en su vida profesional.

- ¿Cómo afecta tu descubrimiento de la fe a tu trabajo como coach de dirección empresarial?

- Ahora siento algo que me mueve muy fuerte desde dentro: llevar el Amor que experimenté en mi interior durante mi conversión a los ambientes profesionales en los que me desenvuelvo.

- ¿Cómo hace eso un coach empresarial?

- Me he centrado en trabajar con las personas sobre dos pilares: el Amor Inteligente y los Valores Humanos. Hoy por hoy, las prioridades y necesidades que el profesional tiene en el ámbito de trabajo son sobre todo de índole humanista. Los profesionales por lo general ya tienen bastantes conocimientos y bastante experiencia. Pero en las empresas estamos cansados de tanta presión. Nos desgasta el estrés crónico en el que vivimos. La humanidad que reside en la esencia de cualquier persona se nos está desvaneciendo a pasos agigantados.

- ¿Qué es lo que daña a esos profesionales?

- Arrastran tensiones crónicas de trabajo y discursos negativos. Trabajan en contextos donde el miedo latente mella su autoestima, la desconfianza es el patrón habitual en las relaciones de trabajo. El “yoísmo” para sobrevivir está condenando a muchas personas a un aislamiento que les atormenta y por ello su rendimiento baja, su auto concepto se resquebraja. Sufren porque están ahogados en ambientes tóxicos donde el postureo es frecuente y la crítica es venenosa. Acaban por trasladar todo por duplicado a sus casas y sus familias, tanto hombres como mujeres. Hay que poner freno a esto. El sufrimiento que veo en sus caras es inmenso.




- ¿Cómo frenar esas tensiones y ese sufrimiento, entonces?

- Es una tarea a largo plazo que requiere constancia y dedicación. Todos nosotros, sin excepción, buscamos cubrir tres grandes necesidades intangibles en el día a día profesional, y también en el privado. Buscamos y necesitamos: uno, afecto; dos, reconocimiento; y tres, actitud positiva. Cuando no los recibimos, agonizamos emocionalmente, nuestro rendimiento baja y acabamos viviendo muertos en vida, como si pusiéramos un piloto automático de insensibilidad para cruzar semejante desierto.

»Las cosas mejoran cuando sentimos que recibimos calidez y cercanía en el trato, cuando nos sentimos respetados y tratados con dignidad sacando provecho de nuestros talentos, capacidades y habilidades. Los comportamientos estimulantes y el respaldo hacen que nos levantemos tras cada tropiezo. Así rendimos más, nos apoyamos en nuestros compañeros y acabamos convirtiéndonos en fuente de inspiración para los que nos rodean. Así podemos generar contextos de trabajo más motivadores, que favorezcan el trato humano, el esfuerzo, la entrega a lo que hacemos y la consecución de resultados.

- Calidez, afecto... ¿de verdad estas categorías emocionales afectan a la empresa?

- Todos, sin excepción, con independencia de la responsabilidad que tengamos, vivimos sedientos de ser tratados con calidez, cercanía emocional y limpieza de intención. Eso es lo que llamo "necesidad de afecto”.

»Además, no queremos ser criticados o manipulados por otros, sino que más bien deseamos ser aceptados con los defectos, talentos y dones que nos conforman. Es lo que llamo "necesidad de reconocimiento”.

»Por otra parte, todos apreciamos el relacionarnos con personas que tengan empuje, que tengan capacidad de ver lo bueno que hay en toda adversidad, personas profundas que nos enseñen a ver lo mejor de uno mismo, aunque duela a veces. Queremos compañeros que nos transmitan un soplo de esperanza en un momento determinado, gente que ofrezca una palabra de ánimo en las dificultades, que contagie alegría en todo momento y circunstancia. Esto es la "necesidad de actitud positiva”.

»Pues bien, mi trabajo lo he enfocado en hacer que estas tres cosas afloren en las personas y nos lo podamos ofrecer unos a otros en el ámbito profesional.

- ¿Cómo se logra esa mejoría?

- Necesitamos contextos de amor inteligente para convivir. El ser humano, como creación de Dios, es bueno por naturaleza. Pero en la vida, y con más crudeza en nuestra vida profesional, nos vamos endureciendo. Este abandono de lo humano, es lo que nos está perdiendo. Dice Adela Cortina, catedrática de ética de la Universidad de Valencia, que un tigre no puede “destigrarse”, pero una persona sí puede “deshumanizarse”.

»La solución la tenemos nosotros mismos y es perfectamente posible darle la vuelta a la tortilla. Lo que fomento con mi labor es que los profesionales encontremos nuestros resortes internos para rescatar y conservar la parte más humana que todos tenemos, y que así se la podamos brindar a las personas con las que trabajamos. A poco que demos los primeros pasos, la respuesta se nota de inmediato en el incremento de la motivación de las personas y la mejora de los ambientes laborales.

- ¿Y qué cuentas en las empresas para lograr todo esto?

- Me centro en cuatro grandes ideas aplicables a todos los ámbitos del profesional que, cuando los llevamos a la práctica, son generadores de afecto, reconocimiento y actitud positiva. Así las personas se convierten en líderes por el ejemplo y en transmisores de la paz por el fondo que subyace en sus acciones en los entornos de trabajo. Digamos que es parecido a lo que hacía Jesucristo.

- ¿Cuáles son esas 4 grandes ideas o claves?

- El pensamiento positivo es la primera. Es generador de alegría, una alegría sólida, no histriónica o facilona fruto del que vive en el autoengaño. Nos ayuda a ver el lado más favorable de las situaciones complicadas, nos ayuda a expresarnos de forma constructiva y no destructiva, a relacionarnos de forma amigable y no agresiva. El “piensa mal y acertarás” queda desterrado por un “no juzgues y entenderás”.

»El coraje frente a la adversidad es la segunda gran idea. Para mí, es la fe en acción. Es poder reconocer nuestro modelo mental, nuestros miedos, inseguridades, limitaciones y barreras psicológicas. Eso nos ayuda a superarlas, a superarnos y a apoyar a otros para que superen las suyas. Se trata de tener la convicción de que nuestro esfuerzo y nuestro empeño tienen sentido. Da un sentido de trascendencia a nuestro desempeño cotidiano. Es tener la esperanza diaria de avanzar en nuestras responsabilidades poniendo al servicio de nuestros compañeros nuestro mejor hacer, todo ello entregando lo mejor desde el corazón, algo que es verdaderamente gratificante. Siempre digo que las cosas las hacemos de verdad cuando las pensamos con el corazón. Trabajar así le da un sentido extra al trabajo.

»La tercera gran idea es la de rescatar, impulsar y fomentar los Valores Humanos. Está claro que necesitamos volver a los valores. El caso es que no sabemos el valor de los valores hasta que nos damos cuenta del precio que estamos pagando por haberlos dejado de lado. Valores como la honestidad, la honradez, la paciencia, el compromiso, la humildad, la justicia, el respeto, la constancia, la lealtad o la libertad interior son claves para que las personas nos sintamos bien y demos lo mejor de nosotros mismos. Una dificultad que me encuentro es que todos demandamos los valores pero no siempre nos acordamos de entregarlos.

»Para terminar, abordo la gestión del Ego, ese constructo de personalidad inventado que nos ponemos encima para aparentar algo que no somos y que, por el sólo ejercicio de lucirlo, nos desvirtúa como personas, nos hace perder la naturalidad y nos mete en un artificio existencial que nos acaba distanciando de las personas con las que colaboramos. Con este escenario, me esfuerzo en mostrarles que la humildad nos hace grandes, nos aproxima a las personas y sus necesidades, y nos devuelve la humanidad que se nos fue congelando con el paso de los años y las malas prácticas.

- ¿Qué tipo de empresas llevan a cabo estas formaciones? No todas se atreverán con estos temas.

- La verdad es que cada vez son más los profesionales con responsabilidad que me llaman para que trabaje con ellos y con sus equipos, bien en sesiones de coaching individuales, bien con formaciones y conferencias. En un primer momento les resulta chocante los contenidos que les propongo, pero luego comprenden que al serle útil a las personas con las que trabajan, acaba siendo útil para los fines de la empresa. En todo este tiempo, he tenido la suerte de trabajar con escuelas de negocios, ONGs, empresas de energía, empresas del sector del automóvil, administración pública, siderurgia, banca y mutuas de seguros, de España y del extranjero, y el resultado es siempre muy satisfactorio. Desde luego los comentarios que me llegan son de esos que te tocan el alma.



- ¿Podrías compartir alguno de esos comentarios?

- Tras una formación que hice en Argentina, me decían: “Su aplicación traspasa la vida profesional, ¡sirve para la vida!”. En una empresa española me dijeron que les había sido de gran utilidad porque les había dado herramientas para “la comunicación, el lenguaje positivo, la introspección, todo para mejorar en mí y para mejorar a mi equipo”. De estas, gracias a Dios, recibo unas cuantas al cabo del año. Una vez me emocioné con un mail que recibí dos o tres años después de una formación. Decía: “Pones el corazón, porque eres humilde, y porque lo haces desde el alma y para el alma de las personas. Ha sido una gozada conocerte y espero que, en algún momento, se vuelvan a cruzar nuestras vidas”. Otros dicen que al tocar temas profundos les genera cierta incomodidad, pero que en el fondo es lo que necesitaban y les ha ayudado en momentos difíciles de sus vidas.

- ¿Cuánto duran esas formaciones?

- Puede ser una conferencia de una hora o un curso completo de setenta horas como hemos hecho con algunas unidades del Ejército. Hay directores que me piden conferencias sobre un tema específico y a la vez distinto al habitual. Otros quieren un curso completo para mejorar temas concretos con sus equipos de trabajo. También me piden ciclos anuales de intervenciones, de manera que generamos un goteo continuo que acaba convirtiendo en tierra fértil de comportamientos lo que antes era un pedregal de actitudes.

- Cuando hablas de ego, valores, pensamiento positivo... ¿no puede sonar un poco a Nueva Era?

- En absoluto. Es más, evito la Nueva Era tanto como puedo, en cuanto la identifico. Es una corriente de moda que propone vaciar la cabeza de ruido racional y pensamientos. Yo, en cambio, propongo llegar a la serenidad llenando el corazón de amor inteligente, acción sensata y sentido de trascendencia. Me apoyo más bien en la mayéutica de Sócrates a menudo, que nos es otra cosa que un diálogo que con preguntas y reflexiones ayuda a que uno descubra La Verdad por si mismo.

»Todos los contenidos que comparto en mis intervenciones se pueden respaldar con pasajes del Evangelio. De hecho, me gusta fomentar lo que dice Marcos 7, 14-23 y que es en gran medida lo que procuro transmitir y sobre lo que invito a reflexionar cada vez que surge la ocasión: “Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace al hombre impuro”. Procuro que salga lo mejor de los que asisten a las jornadas. ¡Si yo puedo hacerlo, ellos también pueden hacerlo!

»Le diría a cualquier profesional -o sea, a cualquiera que trabaja para mantener su familia- una frase que es una vuelta de tuerca para la reflexión: “Dime en qué ocupas tu tiempo y te diré de qué está lleno tu corazón”. Quizás hoy en día, el profesional de empresa está demasiado volcado con su tiempo sobre las tareas y el trabajo, y ha dejado de lado el cuidado de las personas con las que convive en los contextos laborales, algo que sólo se puede hacer desde el corazón y con humildad.

- ¿Hasta qué punto lo que propones para la empresa se puede aplicar en nuestra casa, en la vida familiar?

- Lo que entrenamos en el trabajo durante más de diez horas al día, cinco o seis días a la semana, durante meses, año tras año, nos lo llevamos debajo de la piel y lo descargamos en casa con nuestras familias. Cuando entrenas agresividad, incorporas agresividad y descargas agresividad; cuando entrenas trato de respeto con calidez y buena actitud, incorporas trato de respeto y buena actitud y descargas eso mismo. ¡Tenemos que reparar el destrozo que hacemos en nuestros hogares!

No podemos cambiar la sociedad pero sí podemos impactar positivamente en las micro sociedades que son las empresas y los contextos de trabajo. Y aquí es donde le veo el sentido de trascendencia al trabajo que realizo. Haciendo lo posible para que las personas estén mejor en el trabajo, es posible que contribuya a que algunos estén mejor en sus familias.

(Borja Milans del Bosch colabora con el proyecto Fundación Misión MAS – Misión Amar y Servir)



En el vídeo, una charla del coach sobre la humildad (más charlas en su canal de YouTube)

Fuente: Religion en Libertad

Santo Evangelio 29 septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 9,51-56):

 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.



«Él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén»


Rev. D. Félix LÓPEZ SHM

(Alcalá de Henares, España)

Hoy, el Evangelio nos ofrece dos puntos principales para la reflexión personal. En primer lugar, nos dice que «cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén» (Lc 9,51). El verbo que usa san Lucas significa “completar”, “consumar”; Jesús lleva a plenitud el tiempo marcado por el Padre para completar su misión salvífica mediante la crucifixión, muerte y resurrección. Después va a ser glorificado, “llevado al cielo”. Ante esta perspectiva, Jesucristo «tomó la decisión de subir a Jerusalén», es decir la firme decisión de amar al Padre realizando su voluntad redentora. Jesús muere en la cruz diciendo: «Todo está cumplido» (Jn 19,30). El Señor ha vivido para cumplir la voluntad del Padre, y ha mantenido esa actitud de fidelidad hasta la muerte.

Así debemos vivir también nosotros aunque experimentemos en el camino hacia Dios la oposición o el rechazo, el desprecio o la marginación por ser fieles al Señor. Dice el Papa Francisco: «El verdadero progreso de la vida espiritual no consiste en multiplicar los éxtasis, sino en ser capaces de perseverar en los tiempos difíciles: camina, camina, camina; si estás cansado detente un poco y luego vuelve a caminar, con perseverancia».

En segundo lugar, ante el rechazo de los samaritanos, Santiago y Juan quieren hacer descender fuego del cielo (cf. Lc 9,54). El Señor les reprende por su celo indiscreto. Debemos recordar la paciencia que Dios tiene con nosotros, y ser pacientes con nuestros hermanos en su camino hacia Dios, aunque no respondan inmediatamente a su gracia. Dios quiere que todos los hombres se salven y ha entregado a su Hijo único en la cruz por todos. Dios agota todas las posibilidades de acercarse a cada hombre, y espera con paciencia divina el momento en el que cada corazón se abre a su Misericordia.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 28 septiembre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 16,19-31):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: «Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico, pero nadie se lo daba. Hasta los perros venían y le lamían las llagas.

»Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: ‘Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama’. Pero Abraham le dijo: ‘Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros’.

»Replicó: ‘Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento’. Díjole Abraham: ‘Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan’. Él dijo: ‘No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán’. Le contestó: ‘Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto 



«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males»


Rev. D. Valentí ALONSO i Roig

(Barcelona, España)

Hoy, Jesús nos encara con la injusticia social que nace de las desigualdades entre ricos y pobres. Como si se tratara de una de las imágenes angustiosas que estamos acostumbrados a ver en la televisión, el relato de Lázaro nos conmueve, consigue el efecto sensacionalista para mover los sentimientos: «Hasta los perros venían y le lamían las llagas» (Lc 16,21). La diferencia está clara: el rico llevaba vestidos de púrpura; el pobre tenía por vestido las llagas.

La situación de igualdad llega enseguida: murieron los dos. Pero, a la vez, la diferencia se acentúa: uno llegó al lado de Abraham; al otro, tan sólo lo sepultaron. Si no hubiésemos escuchado nunca esta historia y si aplicásemos los valores de nuestra sociedad, podríamos concluir que quien se ganó el premio debió ser el rico, y el abandonado en el sepulcro, el pobre. Está claro, lógicamente.

La sentencia nos llega en boca de Abraham, el padre en la fe, y nos aclara el desenlace: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males» (Lc 16,25). La justicia de Dios reconvierte la situación. Dios no permite que el pobre permanezca por siempre en el sufrimiento, el hambre y la miseria.

Este relato ha movido a millones de corazones de ricos a lo largo de la historia y ha llevado a la conversión a multitudes, pero, ¿qué mensaje hará falta en nuestro mundo desarrollado, hiper-comunicado, globalizado, para hacernos tomar conciencia de las injusticias sociales de las que somos autores o, por lo menos, cómplices? Todos los que escuchaban el mensaje de Jesús tenían como deseo descansar en el seno de Abraham, pero, ¿cuánta gente en nuestro mundo ya tendrá suficiente con ser sepultados cuando hayan muerto, sin querer recibir el consuelo del Padre del cielo? La auténtica riqueza es llegar a ver a Dios, y lo que hace falta es lo que afirmaba san Agustín: «Camina por el hombre y llegarás a Dios». Que los Lázaros de cada día nos ayuden a encontrar a Dios.


¿Qué pasa cuando dejas entrar a Dios? Borja Milans del Bosch lo cuenta sin filtros: «Existe y actúa»

 


¿Qué pasa cuando dejas entrar a Dios? Borja Milans del Bosch lo cuenta sin filtros: «Existe y actúa»

Borja Milans del Bosch, durante una de sus ponencias sobre liderazgo personal y empresarial.

Transcurridos quince años desde que comenzó su proceso de conversión en una peregrinación a Medjugorje en 2010, Borja Milans del Bosch, reconocido formador y conferenciante internacional especializado en liderazgo humanista, comparte en un libro testimonial las vivencias y experiencias de Dios vividas desde entonces y en primera persona.

-¿Qué te impulsó a escribir este libro?

-Sobre todo un ejercicio de gratitud, algo parecido al pasaje recogido en el Evangelio, en Lucas 17, 11 – 19. Es una forma de dar gracias a Dios. Desde que comencé a experimentar y vivir el proceso de conversión en el que sigo inmerso tras mi primera peregrinación a Medjugorje, siempre he pensado que debemos dar gracias por algo tan especial; creo que los que hemos tenido esta gracia debemos compartirlo y darlo a conocer a los demás como gesto de gratitud hacia Dios; es darle la gloria que sólo a él le corresponde.



Los talentos al servicio de Dios y del prójimo

»Este libro es una forma de contarle a otras muchas personas que Dios existe y que interviene en nuestras vidas en cuanto acudimos a Él con humildad y entrega y le abrimos las puertas de nuestro corazón. Por eso, una cosa que quiero insistir es que, aunque lo he escrito y comparto en él situaciones y acontecimientos que me han sucedido en primera persona, los verdaderos protagonistas son Dios, Jesucristo y la Santísima Virgen.

-Se ve que es un libro en el que abres tu corazón, ¿qué te ha supuesto escribirlo?

-Ha sido un ejercicio fuerte de humildad y sinceridad. También de delicado respeto para quienes forman parte de mi día a día, tanto en lo personal como en lo profesional.

»A medida que avanzaba en su escritura me iba dando cuenta de la importante presencia de Dios en mi vida y como me ha ido transformando. Es algo que me sigue asombrando. Me parece sorprendente que en un mundo moderno y tecnológico como en el que vivimos, se haga tan presente con pequeños o grandes detalles que cambian nuestra vida. Eso que muchas veces llamamos casualidades, en verdad son “diosalidades”. Me he dado cuenta una vez más que cuando le das espacio para que actúe en tu vida, todo cobra mayor sentido y la serenidad, la esperanza y la alegría se multiplican; me siento francamente afortunado.

»También me ha supuesto una muy bonita oportunidad de rememorar los momentos y situaciones especiales que, sin haberlas buscado, me han sido dados como auténticos regalos, algunas con sobresalto incluidas y otras conmovedoras. He puesto cuidado en que todo lo que en él comparto se ajuste a la realidad tal y como lo viví, evitando estridencias o exageraciones que pudieran deformar el valor testimonial que tiene y el protagonismo de quien verdaderamente lo merece.

La presentación de "La cara `B´ de mi vida. El testimonio valiente de un converso en Medjugorje", de Borja Milans del Bosch, tendrá lugar el próximo 29 de septiembre en Madrid.

-“La cara B de mi vida”, ¿por qué este título?

-Al principio le puse otro título, pero al entregarlo a la editorial Custodian Books (www.custodian.es), llevada por la familia Zavala-Gasset (José María, Paloma, Inés y Borja), me propusieron cambiarlo.

»Cuando Paloma me dijo el nuevo título me pareció un poco chocante, pero en realidad habían dado en el clavo. Todos tenemos una cara “A” en nuestras vidas, la que conoce todo el mundo, con la que vivimos el día a día de manera casi automática y a la que unos y otros estamos acostumbrados, sin embargo, lo de la cara “B” me pareció una gran verdad muy desafiante.

»Es el lado desconocido, el que casi nadie escucha, el que muchos ignoran, es en mucho el mundo interior que nos guardamos porque en él están nuestras miserias, vergüenzas y rarezas o experiencias vitales que nos da pudor que otros conozcan porque tememos ser juzgados o porque en muchas ocasiones nos avergonzamos de ello.

»En este caso, aunque sean cosas bastante personales, nada tengo de lo que avergonzarme u ocultar, más bien todo lo contrario, merece la pena compartirlas por si son fuente de reflexión e inspiración para otros.

»Lo de “La cara B de mi vida” también me recuerda a cuando de chavales comprábamos los discos de vinilo, los singles del grupo musical del momento. En la cara “A” venía la canción de moda, pero en la cara “B” venía la canción más original, o intimista, o distinta, o rompedora que era tan buena o mejor que el éxito con tirón. Eran temas que casi acababan gustando más. Cuando descubrías el valor de esa canción la ponías con más frecuencia, la grababas en los cassettes para el coche y se la ponías a tus amigos para que la disfrutasen contigo… pues con el libro y lo que comparto en él pasa lo mismo, solo que con “alguien” que se vuelve protagonista de nuestras vidas cuando le dejamos entrar.

-Hoy en día hablar de fe, de Dios, de tus creencias religiosas puede dar pie a críticas, mofa o incluso persecución, ¿has valorado esto a la hora de publicarlo?

-Sí, lo he valorado y lo he sopesado. Es posible que se dé el caso de que alguna puerta se cierre, pero es seguro que otras muchas se van a abrir.

»Estoy convencido de que en esta sociedad de la que formamos parte, cada vez más, hay una gran necesidad de encontrar “algo sólido” a lo que agarrarnos. Hay una fuerte sed de verdad y propósito, de sentido de vida. Los sucedáneos pseudo espirituales tan extendidos de nada sirven y al final dejan un vacío mayor que luego cuesta llenar.

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»Me gustaría que la experiencia de fe que comparto se convierta en el empujoncito que algunos necesitan para abrir su corazón y decir “ayudame, Dios mío, que sólo no puedo”. Ojalá sirva para que quien tenga su vida construida sobre cosas vanales y materiales (la arena), comience a edificarla sobre la confianza en Dios (la roca).

»Nos guste o no, antes o después van a llegar tempestades a nuestras vidas y si creemos que nuestras posesiones o lo capaces que nos sentimos nos van a librar de ellas, estamos muy equivocados. Tener a Dios como la brújula que marca el rumbo de nuestra vida nos da garantías de navegar con seguridad entre tanto oleaje imprevisible.

-¿Nos puedes contar alguna situación peculiar o anécdota relacionada con su publicación?

-La primera de todas, que más que una anécdota es una realidad, es que discernir sobre si publicarlo o no, me ha llevado dieciséis meses.

»Ha sido un proceso en el que valoraba cuánto bien podía hacer si lo publicaba o cuánto bien dejaba de hacer si lo retenía. Al final, cuando valoraba retenerlo y dejarlo sin publicar me asaltaba cierta agitación y malestar interior, esa opción me dejaba muy intranquilo.

»Sin embargo, cuando valoraba publicarlo y dar a conocer lo que he vivido, me llenaba de una serenidad muy sólida y cierta alegría. ¡Esto fue determinante!

También he valorado si a alguien podía ofender o herir y a quién debía reconocer y agradecer su presencia en los distintos pasajes vividos. He procurado mencionar a todas las personas que me han acompañado en cada situación como forma de agradecimiento y de prueba de verdad.

Y más que anécdotas, creo que hay algunas “diosalidades”. Comencé a escribirlo entre el 8 y el 12 de diciembre de 2023, tras la presentación del libro de Pablo Rioja “Objetivo Medjugorje”. El prólogo me lo entregó el P. Álvaro de Cárdenas el 31 de mayo de 2024, festividad de la Visitación de la Virgen María. Se lo hice llegar a mi editora el 11 de febrero de 2025, festividad de la Virgen de Lourdes. La presentación es el próximo 29 de septiembre, festividad de San Miguel Arcángel, en el aula magna del CEU de Madrid (Julián Romea, 23) y todo ello toma forma en el Año Santo Jubilar

El periodista Pablo Rioja, de el Diario de León, relata de forma descriptiva y objetiva lo vivido en sus viajes a Medjugorje: encontró una paz sobrenatural, pero también inquietantes posesiones.

Rioja, periodista, fue buscando posesiones, y las encontró: lo cuenta en «Objetivo Medjugorje»

-¿Tienes algún otro libro o proyecto a la vista?

-Por ahora, con este libro testimonial creo he dado un paso muy significativo que jamás pensé llegaría a dar.

»Lo que sí está en el horizonte es desarrollar y potenciar una iniciativa que estamos dando forma en equipo entre cuatro formadores/consultores y un sacerdote de la diócesis de Dallas. Estamos poniendo la fe y nuestra experiencia formativa a al servicio del plan de Dios.

»Se trata de “1Otalentos”, en referencia directa a la parábola del Evangelio, y consiste en ofrecer formación presencial y online a todo el ámbito hispanoamericano para favorecer el crecimiento personal y el desarrollo profesional de, personas, grupos o equipos sobre la base del pensamiento cristiano y de la doctrina social de la Iglesia.

Nace «10 Talentos», la singular plataforma que busca aplicar la fe a la vida personal y profesional

»Ya tenemos disponible una variada oferta de cursos presenciales que van desde el liderazgo personal, la cultura de equipo o la cultura de mejora continua, pasando por el taller del perdón, la optimización de los dones y talentos, y la confianza en el Padre, hasta técnicas de oratoria para sacerdotes, laicos y representantes de congregaciones o movimientos religiosos.

»La oferta online la iniciamos antes del verano con el curso “Lideres de paz. Ser ejemplo critiano” y detrás de él vendrán otros más.

»Aún queda muchísimo camino por recorrer, pero con la ayuda de Dios, esperamos seguir avanzando en los próximos meses y años.

»Si alguien estuviese interesado en saber más sobre “La cara B de mi vida” o de “1Otalentos”, puede escribirme a hola@borjamb.com. 

[La presentación de “La cara `B´ de mi vida. El testimonio valiente de un converso en Medjugorje”, de Borja Milans del Bosch, tendrá lugar el próximo 29 de septiembre a las 19:00 horas, en el Aula Magna de la Universidad San Pablo CEU (C/Julián Romea, 23, Madrid). La escritora María Vallejo-Nágera, el periodista Alfredo Urdaci, el sacerdote Álvaro de Cárdenas o la editora de Custodian Books, Paloma Pía Gasset, acompañarán al autor del libro en el evento].

Fuente: Religión en Libertad

sábado, 27 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 27 septiembre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 9,43b-45):

 En aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.



«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy, más de dos mil años después, el anuncio de la pasión de Jesús continúa provocándonos. Que el Autor de la Vida anuncie su entrega a manos de aquéllos por quienes ha venido a darlo todo es una clara provocación. Se podría decir que no era necesario, que fue una exageración. Olvidamos, una y otra vez, el peso que abruma el corazón de Cristo, nuestro pecado, el más radical de los males, la causa y el efecto de ponernos en el lugar de Dios. Más aún, de no dejarnos amar por Dios, y de empeñarnos en permanecer dentro de nuestras cortas categorías y de la inmediatez de la vida presente. Se nos hace tan necesario reconocer que somos pecadores como necesario es admitir que Dios nos ama en su Hijo Jesucristo. Al fin y al cabo, somos como los discípulos, «ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto» (Lc 9,45).

Por decirlo con una imagen: podremos encontrar en el Cielo todos los vicios y pecados, menos la soberbia, puesto que el soberbio no reconoce nunca su pecado y no se deja perdonar por un Dios que ama hasta el punto de morir por nosotros. Y en el infierno podremos encontrar todas las virtudes, menos la humildad, pues el humilde se conoce tal como es y sabe muy bien que sin la gracia de Dios no puede dejar de ofenderlo, así como tampoco puede corresponder a su Bondad.

Una de las claves de la sabiduría cristiana es el reconocimiento de la grandeza y de la inmensidad del Amor de Dios, al mismo tiempo que admitimos nuestra pequeñez y la vileza de nuestro pecado. ¡Somos tan tardos en entenderlo! El día que descubramos que tenemos el Amor de Dios tan al alcance, aquel día diremos como san Agustín, con lágrimas de Amor: «¡Tarde te amé, Dios mío!». Aquel día puede ser hoy. Puede ser hoy. Puede ser.


Un padre y un hijo se ordenan juntos en Vitoria: «Nuestro vínculo tiene ahora una dimensión nueva»

 


Un padre y un hijo se ordenan juntos en Vitoria: «Nuestro vínculo tiene ahora una dimensión nueva»

"Con la ordenación, los dos entramos en un mismo vínculo con Dios y recibimos la misma misión de servicio, aunque cada uno la realice en lugares diferentes", dice Josu, a la derecha.Diócesis Vitoria

Un padre y un hijo se ordenarán juntos de diáconos el próximo 27 de septiembre en Vitoria (España). El padre como diácono permanente y el hijo como temporal de camino al sacerdocio. Un hecho muy poco común en la Iglesia y, posiblemente, el primero que se dé en España.

Patxi Antón Aranzana (el padre) y Josu Antón Sanz (el hijo, y hermano pasionista) serán ordenados diáconos de la Iglesia en una solemne Eucaristía presidida por el obispo y que dará comienzo a las 11:30h en la Catedral Vieja de Santa María.

Un regalo inmenso

"Los orígenes están en mi mujer, en Mati. Ella hace 7 años fue la que me sugirió que me planteara la vocación del diaconado permanente. Había oído que en la diócesis se estaba iniciando el proceso de preparación para algunos candidatos y ella me animó a apuntarme", dice en una entrevista que recoge Religión Digital.

Sobre si ambas vocaciones tienen algo que, el padre comenta: "Sinceramente creo que no. Cada uno hemos llevado nuestro camino. La vocación de Josu es un regalo inmenso pero no hemos influido para nada la de uno en la del otro. Donde sí te diría que hay una influencia es en mi condición de músico y el ministerio de la música que he ido ejerciendo en la Renovación Carismática y en la parroquia. Siempre he tenido una disposición de servir al Señor, desde los 15 años he sentido esa llamada".

"Siento que es un regalo de Dios, que ha llegado sin buscarlo. Durante mucho tiempo ninguno sabíamos cuándo sería nuestra ordenación. Más aún cuando se fijó la de Ramiro y la mía, la de mi hijo no estaba programada".

Josu, por su parte, es un joven de 28 años que ingresó hace 7 años en la Congregación Pasionista, donde el pasado mes de diciembre hizo los votos perpetuos, y ahora es ordenado de diácono como paso previo a la ordenación como sacerdote pasionista.

"Mi vocación a la vida religiosa y al sacerdocio nacen al mismo tiempo y nacen en un entorno pasionista (...). Me invitaron a pasar una semana de Pascua con ellos. Allí me di cuenta de que los religiosos eran personas normales, sencillas y muy acogedoras. Y, al mismo tiempo, empecé a sentir el deseo de servir de una forma distinta: en comunidad, como vivían esos religiosos; como pasionista, mostrando y recordando el amor de Dios en la Cruz; y como sacerdote, haciendo presente a Dios en la vida de las personas", comenta.

Él tampoco cree que su vocación tenga que ver con la de su padre. "No, su vocación al diaconado, porque es más tardía, pero sí su llamada y ejemplo como cristiano. En el camino, Dios siempre pone personas que te muestran lo que significa ser cristiano, siguiendo a Jesús, dejándose amar por él y sirviendo a los demás. Esos ejemplos y enseñanzas van configurando a cada uno, en su relación con Dios y su lugar en el mundo. Y ahí, en esa vocación incipiente, tanto mis padres como mis abuelos, han tenido un papel muy especial".

La misma misión

Josu está contento de ordenarse con su padre. "Toda vocación, cuando es sincera y se lleva adelante, es un don para la Iglesia y para el mundo (...). Ver a mi padre hacer ese recorrido, y ver que llega a la ordenación, me llena de orgullo —sano orgullo—, porque sé lo que supone. Pero es todavía mayor la alegría y la gratitud. Gratitud, porque es un regalo del Señor que podamos ordenarnos el mismo día, y ambos como diáconos. Y alegría, porque del día 27 en adelante, nuestro vínculo de padre e hijo adquiere una dimensión nueva, que se suma a lo ya presente. Con la ordenación, los dos entramos en un mismo vínculo con Dios y recibimos la misma misión de servicio, aunque cada uno la realice en lugares diferentes".

"Patxi es un hombre con una gran fuerza interior espiritual, enamorado del amor de Dios, con un corazón y una bondad muy grande y me parece que compartirlo no solo con nosotros, su familia, sino también con los demás es una riqueza, diría que, un 'revertir' en el mundo, desde la fe , los dones que Dios le ha dado".

"Cuando mi esposa murió, tenía 62 años. Me casé por una razón, y el Señor también me trajo hasta aquí por una razón", dice Patrick Bruen, ordenado a los 67 años.

Perdote con 67 años, tras 40 casado y 3 hijos: «Dios me da una nueva misión que cumplir»

Mati, la madre y mujer de los ordenandos también se muestra feliz. "En principio diría que no fue tanto una sugerencia por mi parte, sino por iniciativa propia, pero desde el primer momento le apoyé, llevamos 32 años casados, agarrados al Señor, en este camino han ido sucediendo muchas cosas, lógicamente, y ahora estamos en una nueva etapa de nuestra vida".

"Uf, es emocionante como madre y como esposa, Josu lleva ya un recorrido como Pasionista y le hemos acompañado en los pasos que ha ido dando, profesó los votos perpetuos en diciembre y su camino es al sacerdocio como padre pasionista. 'Diosidades' de la vida que no 'casualidades' han podido coincidir, en el tiempo y en la misma diócesis, la ordenación diaconal de ambos, lo que es un motivo de alegría, cómo no, pero también de compromiso personal por mi parte para ser apoyo de los dos, desde el cariño y la humildad. Como María también entrego a mi hijo y a mi esposo para el servicio al Evangelio y al Reino de Dios", concluye.

Fuente: Religión en Libertad

viernes, 26 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 26 septiembre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 9,18-22):

Sucedió que mientras Jesús estaba orando a solas, se hallaban con Él los discípulos y les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado». Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contestó: «El Cristo de Dios». Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie. Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día».



«¿Quién dice la gente que soy yo? (…) Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»


Rev. D. Pere OLIVA i March

(Sant Feliu de Torelló, Barcelona, España)

Hoy, en el Evangelio, hay dos interrogantes que el mismo Maestro formula a todos. El primer interrogante pide una respuesta estadística, aproximada: «¿Quién dice la gente que soy yo?» (Lc 9,18). Hace que nos giremos alrededor y contemplemos cómo resuelven la cuestión los otros: los vecinos, los compañeros de trabajo, los amigos, los familiares más cercanos... Miramos al entorno y nos sentimos más o menos responsables o cercanos —depende de los casos— de algunas de estas respuestas que formulan quienes tienen que ver con nosotros y con nuestro ámbito, “la gente”... Y la respuesta nos dice mucho, nos informa, nos sitúa y hace que nos percatemos de aquello que desean, necesitan, buscan los que viven a nuestro lado. Nos ayuda a sintonizar, a descubrir un punto de encuentro con el otro para ir más allá...

Hay una segunda interrogación que pide por nosotros: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Lc 9,20). Es una cuestión fundamental que llama a la puerta, que mendiga a cada uno de nosotros: una adhesión o un rechazo; una veneración o una indiferencia; caminar con Él y en Él o finalizar en un acercamiento de simple simpatía... Esta cuestión es delicada, es determinante porque nos afecta. ¿Qué dicen nuestros labios y nuestras actitudes? ¿Queremos ser fieles a Aquel que es y da sentido a nuestro ser? ¿Hay en nosotros una sincera disposición a seguirlo en los caminos de la vida? ¿Estamos dispuestos a acompañarlo a la Jerusalén de la cruz y de la gloria?

«Es un camino de cruz y resurrección (...). La cruz es exaltación de Cristo. Lo dijo Él mismo: ‘Cuando sea levantado, atraeré a todos hacia mí’. (...) La cruz, pues, es gloria y exaltación de Cristo» (San Andrés de Creta). ¿Dispuestos para avanzar hacia Jerusalén? Solamente con Él y en Él, ¿verdad?

jueves, 25 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 25 septiembre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 9,7-9):

 En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?». Y buscaba verle.



«Buscaba verle»


Rev. P. Jorge R. BURGOS Rivera SBD

(Cataño, Puerto Rico)

Hoy el texto del Evangelio nos dice que Herodes quería ver a Jesús (cf. Lc 9,9). Ese deseo de ver a Jesús le nace de la curiosidad. Se hablaba mucho de Jesús por los milagros que iba realizando a su paso. Muchas personas hablaban de Él. La actuación de Jesús trajo a la memoria del pueblo diversas figuras de profetas: Elías, Juan el Bautista, etc. Pero, al ser simple curiosidad, este deseo no trasciende. Tal es el hecho que cuando Herodes le ve no le causa mayor impresión (cf. Lc 23,8-11). Su deseo se desvanece al verlo cara a cara, porque Jesús se niega a responder a sus preguntas. Este silencio de Jesús delata a Herodes como corrupto y depravado.

Nosotros, al igual que Herodes, seguramente hemos sentido, alguna vez, el deseo de ver a Jesús. Pero ya no contamos con el Jesús de carne y hueso como en tiempos de Herodes, sin embargo contamos con otras presencias de Jesús. Te quiero resaltar dos de ellas.

En primer lugar, la tradición de la Iglesia ha hecho de los jueves un día por excelencia para ver a Jesús en la Eucaristía. Son muchos los lugares donde hoy está expuesto Jesús-Eucaristía. «La adoración eucarística es una forma esencial de estar con el Señor. En la sagrada custodia está presente el verdadero tesoro, siempre esperando por nosotros: no está allí por Él, sino por nosotros» (Benedicto XVI). —Acércate para que te deslumbre con su presencia.

Para el segundo caso podemos hacer referencia a una canción popular, que dice: «Con nosotros está y no lo conocemos». Jesús está presente en tantos y tantos hermanos nuestros que han sido marginados, que sufren y no tienen a nadie que “quiera verlos”. En su encíclica Dios es Amor, dice el Papa Benedicto XVI: «El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial». Así pues, Jesús te está esperando, con los brazos abiertos te recibe en ambas situaciones. ¡Acércate!

En Harvard, el científico James M. Tour se arrodilla y reza en plena clase: «Jesús es el Señor»



 En Harvard, el científico James M. Tour se arrodilla y reza en plena clase: «Jesús es el Señor»

James M Tour, durante una de las grabaciones de su podcast en YouTube.

Que el ámbito científico universitario está alejado por completo de la fe es una hipótesis ampliamente extendida. Y de entre los muchos científicos que la refutan, el caso de James M. Tour es uno de los más destacados: así lo muestra su reciente oración, elevada en público, arrodillado ante sus alumnos y en plena clase, en un aula de la universidad de Harvard.

Conocido por su experiencia en el campo de la química orgánica -que estudia los compuestos que contienen carbono- y la nanotecnología - la manipulación de la materia a una escala atómica y molecular-, el científico se desempeña como profesor de la Rice University de Houston (Texas).

Larga lista de reconocimientos: entre los 10 mejores

Su experiencia, lejos de ser solo académica, cosecha amplios logros e innovaciones prácticos. Es el caso de los trabajos de su grupo de investigación en torno al grafeno inducido por láser, con probadas implicaciones positivas en la gestión ambiental a través del reciclaje de materiales y desechos.

Sus exitosas y pioneras investigaciones le han hecho merecedor del Premio Oesper de la American Chemical Society (2021), concedido a "químicos destacados por sus importantes logros a lo largo de su vida en el campo de la química, con un impacto duradero en las ciencias químicas".

También ha sido nombrado miembro de la Royal Society of Chemistry en 2020, año en el que también recibió el Premio Centenario de la misma institución por sus innovaciones en química de materiales con aplicaciones en medicina y nanotecnología.

Además ha sido incluido en la Academia Nacional de Inventores en 2015, nombrado entre "Los 50 científicos más influyentes del mundo hoy" por TheBestSchools.org en 2019 y, entre otros muchos nombramientos que acreditan su experiencia, también se clasificó como uno de los 10 mejores químicos del mundo durante la última década, según una encuesta de índice de citas por publicación de Thomson Reuters en 2009.



Cristiano, científico y crítico con el evolucionismo

Tour, que adoptó el cristianismo durante sus estudios de posgrado, secundó en 2001 la declaración “Un disenso científico del darwinismo” del Discovery Institute, cuyos firmantes cuestionan la afirmación de que la teoría de la evolución de Darwin explique plenamente la complejidad de los seres vivos o que «toda la evidencia científica conocida respalde la evolución [darwiniana]».

Nacido en un hogar judío, ha detallado en varias ocasiones que durante sus años universitarios se sintió retado por cristianos de cara a reflexionar sobre el pecado y la redención. Una experiencia que transformó su vida en 1977: “Señor, soy pecador, perdóname… De repente, sentí la presencia de Cristo, un sentido glorioso de perdón me inundó”, relató el científico.

Desde entonces, Tour trata de aprovechar las plataformas académicas y su reputación como científico para afirmar la compatibilidad entre el rigor intelectual y la fe cristiana, entre fe y razón, defendiendo que “la búsqueda de la verdad incluye a Dios”.

Rezando por sus alumnos en Harvad... en plena clase

Además, a su labor estrictamente investigadora se agregan sus altas capacidades, como es ser fundador y director de más de una docena de empresas basadas en su propia investigación, siendo además profesor visitante de la Universidad de Harvard.

Precisamente en esta última es donde tuvo lugar uno de los episodios que están generando más expectación entre alumnos y usuarios de internet y redes sociales.

Según se aprecia en los vídeos que circulan, Tour se encontraba en plena clase cuando se dirigió a sus alumnos en un llamado único basado “exclusivamente en lo que he visto en mi propia vida”.

“Cuando has visto esta evidencia, [cuando] has escuchado la evidencia de la resurrección de Jesús de entre los muertos… Actúa según la medida de fe que tengas que tienes, un 50%, un 25%, un 10% de seguridad que ha resucitado de entre los muertos… Quiero que reces conmigo y actúes en torno a eso”, les dijo.

Es entonces cuando se arrodilló en el aula y comenzó a rezar por sus alumnos.

Aba mi padre, rezo por estos jóvenes, que repitan conmigo hoy esta oración hoy: `Señor, gracias por morir por mí, porque soy pecador. Señor, yo creo, pero ayúdame con mi incredulidad. Creo que Jesús es el Señor y creo que ha resucitado de entre los muertos. Lléname con tu Espíritu Santo y Déjame vivir para ti en el nombre de Jesús. Amén.

Finalizada la oración, se dirigió una vez más a los alumnos ofreciéndose a responder sus dudas e inquietudes al respecto.

“Si has rezado esta oración, ven a verme después o envíame un correo electrónico. Estará bien, sólo házmelo saber”, invitó antes de ofrecer su contacto personal y de que su gesto y plegaria pública diese la vuelta al mundo en internet y redes sociales. 

Fuente Religion en Libertad


miércoles, 24 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 24 septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 9,1-6):

 En aquel tiempo, convocando Jesús a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: «No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí. En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos». Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes.



«Convocando Jesús a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades»


Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala

(Vic, Barcelona, España)

Hoy vivimos unos tiempos en que nuevas enfermedades mentales alcanzan difusiones insospechadas, como nunca había habido en el curso de la historia. El ritmo de vida actual impone estrés a las personas, carrera para consumir y aparentar más que el vecino, todo ello aliñado con unas fuertes dosis de individualismo, que construyen una persona aislada del resto de los mortales. Esta soledad a la que muchos se ven obligados por conveniencias sociales, por la presión laboral, por convenciones esclavizantes, hace que muchos sucumban a la depresión, las neurosis, las histerias, las esquizofrenias u otros desequilibrios que marcan profundamente el futuro de aquella persona.

«Convocando Jesús a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades» (Lc 9,1). Males, estos, que podemos identificar en el mismo Evangelio como enfermedades mentales.

El encuentro con Cristo, que es la Persona completa y realizada, aporta un equilibrio y una paz que son capaces de serenar los ánimos y de hacer reencontrar a la persona con ella misma, aportándole claridad y luz en su vida, bueno para instruir y enseñar, educar a los jóvenes y a los mayores, y encaminar a las personas por el camino de la vida, aquella que nunca se ha de marchitar.

Los Apóstoles «recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva» (Lc 9,6). Es ésta también nuestra misión: vivir y meditar el Evangelio, la misma palabra de Jesús, a fin de dejarla penetrar en nuestro interior. Así, poco a poco, podremos encontrar el camino a seguir y la libertad a realizar. Como escribió san Juan Pablo II, «la paz ha de realizarse en la verdad (...); ha de hacerse en la libertad».

Que sea el mismo Jesucristo, que nos ha llamado a la fe y a la felicidad eterna, quien nos llene de su esperanza y amor, Él que nos ha dado una nueva vida y un futuro inagotable.

«El encuentro con Dios me curó»: deprimido, intentó suicidarse, pero un misterioso desmayo le salvó

 


«El encuentro con Dios me curó»: deprimido, intentó suicidarse, pero un misterioso desmayo le salvó

Joe Kelly luchaba contra su depresión, pero Dios le sanó tras pedirle ayuda en la oración.

Cuando Joe Kelly comenzó la adolescencia sintió que algo no iba como debía. Sufría los típicos problemas familiares y en el colegio, pero quedaron eclipsados cuando le diagnosticaron problemas de depresión. Tras intentar suicidarse en varias ocasiones, ha contado en Cambio de Agujas cómo un misterioso desmayo cambió su vida por completo.

Una vida sin amor de familiares ni amigos

Joe se crio en una familia católica en los suburbios de Escocia, en Glasgow (Escocia), donde fue educado en colegios católicos. Recuerda una infancia feliz hasta que comenzó la adolescencia. Tenía los típicos problemas con su familia y la escuela, pero cuenta que desde los 13 años, le costaba mucho sentirse querido por su familia y amigos.

“Conforme crecí, supe que algo no iba bien y que lo que sentía dentro de mí no iba como debía. Me diagnosticaron depresión, y mientras, mi relación con Dios se iba quedando al margen de mi vida”.

Su salud empeoró. “Luchaba contra pensamientos suicidas y de hacerme daño a mí mismo”.

Intentó quitarse la vida

Debido a los antidepresivos, “no tenía momentos buenos, porque me quedaba en un nivel emocional estable, pero sí tenía bajones. Hubo tres muy fuertes: no veía el sentido de vivir o la necesidad de estar aquí. No me iba bien en los estudios ni con las amistades. Hasta que abandoné la vida social y familiar”.

Esto le llevó a cometer varios intentos de suicidio: “Me rompieron a mí y a mi familia, siempre estaban preocupados por mí y no podíamos simplemente pasarlo bien”.

Buscaba la felicidad en el alcohol, fiestas y viajes

Joe buscó sin éxito alivio en el alcohol y las fiestas: “Empecé a viajar y me sentía mejor conmigo mismo, fui a muchos sitios y me di cuenta de que era capaz de hacer cosas que me ayudaban”.

Uno de sus viajes fue a Polonia. En una marcha a la montaña, “uno de los chicos del grupo me dijo que debía rezar. `Mira todo esto: es la creación de Dios, y tú eres parte de ella. Reza para que Dios te lo muestre´. Me quedé mirando aquella escena y dije: `Jesús, muéstrame que tienes un plan para mi vida´”, cuenta Joe.

Un misterioso desmayo le cambió

Joe recuerda una tarde volviendo a su residencia en Polonia. “De repente, me desmayé. Tuve miedo, perdí el sentido del tacto y no podía ver nada. Llegado un momento, dejé de respirar. Todo el mundo rezaba, aunque yo no estaba de acuerdo. Media hora después, estaba perfecto y desde entonces, he estado bien”.

“Al día siguiente, el mismo chico me dijo: `Rezaste para que Dios te mostrara un plan y lo ha hecho. Puede quitártelo todo y darte la vida´”. Joe supo que “Dios tenía un plan. Todo lo que hago, incluso mis sufrimientos, tiene un motivo”.

Rezar 5 minutos al día: un éxito

Aquel episodio cambió la vida de Joe. “Supe que mi fe era muy importante, empecé a ir a misa y a hablar con un sacerdote y empecé a rezar. Aquello fue una gran diferencia, porque si pides a Jesús que entre en tu vida, Él lo hace. Rezar 5 minutos por la mañana da una gran paz, porque empiezas el día y es una casilla marcada, algo cumplido, un pequeño éxito”.

“Empecé a ir a misa y comulgar. La confesión comenzó a ser muy importante, y ahí encontraba mucha paz conmigo mismo. Pude empezar a construir una nueva vida”.

“Dios me ha curado”

Los padres de Joe se alegraron mucho con su mejoría. “Veían que era mi fe lo que me ayudaba a salir. También la terapia, pero lo que me sacó adelante fue la fe”.

“El encuentro personal con Dios me ha curado de mi depresión”. Al volver del viaje a Polonia y con la ayuda que le proporcionaban los sacramentos, “la depresión disminuyó tanto que me quitaron los antidepresivos".

Ayuda a gente a salir de la depresión

Actualmente, Joe tiene 18 años y colabora en un grupo de apostolado, NET Ministries. "Evangelizamos a los jóvenes, contamos nuestras historias y rezo una hora todos los días. Estoy muy comprometido con la fe y los sacramentos", cuenta.

“Ayudo a la gente a salir de la depresión a partir de mi experiencia. Podría nombrar decenas de personas por las que rezo todos los días, y sé que con eso, mejorarán. Se trata de mostrarles que alguien les ama, que Jesús estará ahí y les cuidará, aunque no lo sientan”.



Testimonio completo de Joe Kelly en Cambio de Agujas.

martes, 23 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 23 septiembre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 8,19-21):

 En aquel tiempo, se presentaron la madre y los hermanos de Jesús donde Él estaba, pero no podían llegar hasta Él a causa de la gente. Le anunciaron: «Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte». Pero Él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen».



«Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen»


Rev. D. Xavier JAUSET i Clivillé

(Lleida, España)

Hoy leemos un hermoso pasaje del Evangelio. Jesús no ofende para nada a su Madre, ya que Ella es la primera en escuchar la Palabra de Dios y de Ella nace Aquel que es la Palabra. Al mismo tiempo es la que más perfectamente cumplió la voluntad de Dios: «He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38), responde al ángel en la Anunciación.

Jesús nos dice lo que necesitamos para llegar a ser sus familiares, también nosotros: «Aquellos que oyen...» (Lc 8,21) y para oír es preciso que nos acerquemos como sus familiares, que llegaron a donde estaba; pero no podían acercarse a Él a causa del gentío. Los familiares se esfuerzan por acercarse, convendría que nos preguntásemos si luchamos y procuramos vencer los obstáculos que encontramos en el momento de acercarnos a la Palabra de Dios. ¿Dedico diariamente unos minutos a leer, escuchar y meditar la Sagrada Escritura? Santo Tomás de Aquino nos recuerda que «es necesario que meditemos continuamente la Palabra de Dios (...); esta meditación ayuda poderosamente en la lucha contra el pecado».

Y, finalmente, cumplir la Palabra. No basta con escuchar la Palabra; es preciso cumplirla si queremos ser miembros de la familia de Dios. ¡Debemos poner en práctica aquello que nos dice! Por eso será bueno que nos preguntemos si solamente obedezco cuando lo que se me pide me gusta o es relativamente fácil, y, por el contrario, si cuando hay que renunciar al bienestar, a la propia fama, a los bienes materiales o al tiempo disponible para el descanso..., pongo la Palabra entre paréntesis hasta que vengan tiempos mejores. Pidamos a la Virgen María que escuchemos como Ella y cumplamos la Palabra de Dios para andar así por el camino que conduce a la felicidad duradera.