martes, 24 de junio de 2025

Awa III, Patriarca de la Iglesia Asiria: «Occidente es indiferente ante la desaparición cristiana»

 


Awa III, Patriarca de la Iglesia Asiria: «Occidente es indiferente ante la desaparición cristiana»

El patriarca de la Iglesia católica asiria de Oriente, Mar Awa III.

Desde 2021, Mar Awa III se desempeña como Patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, tradicionalmente llamada iglesia nestoriana, una de las comunidades cristianas más antiguas de la historia y que en el siglo V rompió su comunión con la Iglesia griega y latina. Pese a ello, es conocida la apertura de Awa III al diálogo y a fortalecer las relaciones con Roma, comparte multitud de los pilares esenciales de la fe y ha mantenido estrechas relaciones personales con los pontificados desde finales del siglo XX, lo que podría fortalecerse aún más con León XIV, con quien no solo comparte nacionalidad estadounidense, sino también localidad de nacimiento, Chicago.

La sede formal de la Iglesia asiria de Oriente se encuentra en Erbil (Irak), si bien su presencia se extiende especialmente en esta nación y en otras vecinas como Turquía, Siria o Irán, en lo que sería la antigua Asiria, contando con una consolidada diáspora en Estados Unidos, Suecia, Alemania y Australia. En total, se calcula que son unos 500.000 cristianos los miembros de la Iglesia  Asiria de Oriente.

Pese a las diferencias con la Iglesia católica -rechaza la autoridad universal del Papa y los concilios ecuménicos salvo los primeros de Nicea y Constantinopla- lamenta que el conjunto del cristianismo está desapareciendo de su lugar de origen a una velocidad alarmante: mientras que en Irak hay pueblos y aldeas que han sido vaciados por completo, en Siria se ha pasado del 12% de cristianos al 2-3% en la actualidad, según declaró Awa recientemente al National Catholic Register. En este último país, la caída del régimen de Bashar al-Assad y el ascenso de un nuevo gobierno de corte islamista han profundizado aún más los temores entre las minorías cristianas, llevando a Awa a temer encontrarse “ante la desaparición de nuestro pueblo y de nuestra tradición en la región”.

Actualmente la Iglesia se encuentra en estas zonas “bajo presión”, lo que dificulta los intentos de visitar y celebrar con regularidad los sacramentos. “Mucha de nuestra gente está ahora atrapada en Jordania, Líbano y Turquía, con la esperanza de llegar a Australia, América del Norte, Canadá, Estados Unidos o Europa”, lamenta el patriarca.

Del mismo modo que lamenta la persecución y diáspora de los cristianos perseguidos, denuncia también contundente la indiferencia que Occidente muestra al respecto.

“Desafortunadamente, el cristianismo en Occidente se ha vuelto muy apático. El cristianismo hizo de Europa lo que es hoy. Ahora, Europa se está alejando de esa herencia”, dijo salvando contadas excepciones como el caso húngaro, “verdaderamente ejemplar” a su juicio.

Identidad, integración y diálogo, los retos 

“Uno de nuestros mayores desafíos hoy en día es mantenernos abiertos a la integración sin caer en una asimilación que destruya nuestra identidad”, dijo el patriarca.

Respecto a su relación con la Iglesia, son conocidos sus acercamientos y frecuentes propuestas de diálogo y actuación conjunta, lo que también ha tenido un acercamiento de vuelta a través de gestos como la inclusión de San Isaac el Sirio, santo asirio del siglo VII, en el martirologio romano por el Papa Francisco.

“La unidad es un don del Espíritu Santo. No podemos forzarla, pero caminamos hacia ella”, mencionó.  

Fuente: Religión en Libertad

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