sábado, 21 de septiembre de 2024

Santo Evangelio 21 de septiembre 2024



 Texto del Evangelio (Mt 9,9-13):

 En aquel tiempo, cuando Jesús se iba de allí, al pasar vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?». Mas Él, al oírlo, dijo: «No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores».



«No he venido a llamar a justos, sino a pecadores»


Rev. D. Joan PUJOL i Balcells

(La Seu d'Urgell, Lleida, España)

Hoy celebramos la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo. Él mismo nos cuenta en su Evangelio su conversión. Estaba sentado en el lugar donde recaudaban los impuestos y Jesús le invitó a seguirlo. Mateo —dice el Evangelio— «se levantó y le siguió» (Mt 9,9). Con Mateo llega al grupo de los Doce un hombre totalmente diferente de los otros apóstoles, tanto por su formación como por su posición social y riqueza. Su padre le había hecho estudiar economía para poder fijar el precio del trigo y del vino, de los peces que le traerían Pedro y Andrés y los hijos de Zebedeo y el de las perlas preciosas de que habla el Evangelio.

Su oficio, el de recaudador de impuestos, estaba mal visto. Quienes lo ejercían eran considerados publicanos y pecadores. Estaba al servicio del rey Herodes, señor de Galilea, un rey odiado por su pueblo y que el Nuevo Testamento nos lo presenta como un adúltero, el asesino de Juan Bautista y el que escarneció a Jesús el Viernes Santo. ¿Qué pensaría Mateo cuando iba a rendir cuentas al rey Herodes? La conversión de Mateo debía suponer una verdadera liberación, como lo demuestra el banquete al que invitó a los publicanos y pecadores. Fue su manera de demostrar el agradecimiento al Maestro por haber podido salir de una situación miserable y encontrar la verdadera felicidad. San Beda el Venerable, comentando la conversión de Mateo, escribe: «La conversión de un cobrador de impuestos da ejemplo de penitencia y de indulgencia a otros cobradores de impuestos y pecadores (...). En el primer instante de su conversión, atrae hacia Él, que es tanto como decir hacia la salvación, a todo un grupo de pecadores».

En su conversión se hace presente la misericordia de Dios como lo manifiestan las palabras de Jesús ante la crítica de los fariseos: «Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Mt 9,13).


«El Anticristo utiliza la manipulación del lenguaje con palabras y significados deformados»

 


«El Anticristo utiliza la manipulación del lenguaje con palabras y significados deformados»

El benedictino Raffaele Talmelli es exorcista y conocido psiquiatra 

“El Anticristo, oponiéndose al Verbo, al Logos, utiliza un antilenguaje: la manipulación del lenguaje con fines ideológicos con palabras y significados deformados de tal manera que no haga que la gente entienda el contenido real que transmiten estas expresiones": así lo expresó el psiquiatra, sacerdote y exorcista Raffaele Talmelli, en un curso de Exorcismo y oración de liberación que se celebró en el Regina Apostolorum de Roma en octubre de 2021, donde diversos expertos mostraron diferentes formas de actuación de Satanás y las armas con las que luchar contra él y vencerle.

En su intervención este exorcista quiso centrarse, más que en las acciones más extraordinarias del demonio, tales como las posesiones, en sus actuaciones en lo ordinario, introduciéndose en el día a día de las personas.

El demonio, "en nuestra realidad diaria"

"Sería una tontería prestar tanta atención a la posible presencia del Maligno en algunos fenómenos insólitos y no preocuparse en absoluto por la realidad cotidiana de la tentación y del pecado, en la que Satanás, 'asesino desde el principio' y 'padre de la mentira', ciertamente actúa”, citó el padre Talmelli, tal y como recoge el semanario italiano Famiglia Cristiana.

De este modo, este sacerdote señaló que “está claro que la acción del Maligno no es rara en absoluto, es parte de nuestra realidad diaria. La acción del diablo tiene otras áreas: guerras, injusticias, egoísmo, inducción a la prostitución, pedofilia, pornografía, ruptura familiar, blasfemias manifiestas, la cultura de la indiferencia, el ateísmo práctico, la sensualidad desenfrenada…”.


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Más de 120 personas participaron en este curso de Exorcismos y Oración de Liberación.

La experiencia es que ese pecado es inicialmente presentado como un bien. “La enseñanza bíblica nos lleva a la conciencia de que los pactos con el mal, aunque al principio parezcan caminos liberadores, se convierten en una esclavitud trágica”, explicó en su conferencia.

Este experto recordó igualmente que “en pleno respeto por nuestra libertad, Dios siempre nos invita a aceptar la ayuda que nos ofrece para detener nuestra caída; pero si el rechazo es total, entonces permite que nuestra elección llegue hasta el final”.

Citando a San Agustín, dijo que “el diablo en realidad no tenía el poder de forzar al hombre, sino sólo la astucia para engañarlo”.

Por ello, el exorcista siguió con su explicación señalando que “el hombre puede responder a la tentación con una doble elección: ceder (pecado) o perseverar en el bien (virtud)” y que “no hay pecado sin consentimiento”.

En este sentido, el padre Talmelli consideró que el trato constante con la Palabra de Dios en comunión eclesial y una vida virtuosa en Cristo “son ciertamente los remedios eficaces a disposición de todos”.

“Para no caer en las ilusiones del falso bien, aunque sea compartido por una mayoría absoluta, siempre está el faro de la Iglesia que no es sólo Madre, sino también Maestra”, agregó.

La perversión del lenguaje

Volviendo a la perversión del lenguaje, este exorcista habló del Lexicón. Términos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones éticas, documento que publicó en 2003 el Pontificio Consejo para la Familia. Ahora esos términos de los que hablaba son de uso totalmente común.

En el prefacio, el cardenal Alfonso López Trujillo, refiriéndose a la famosa novela de George Orwell 1984, destacaba el problema dramático de la manipulación lingüística: "Uno de los síntomas más preocupantes del enturbiamiento moral es la confusión de términos que conduce a niveles extremadamente degradantes cuando se utilizan, con frío cálculo, para obtener un cambio semántico, es decir, del significado de las palabras de forma artificialmente penetrante”.

Así, recordó neologismos que se utilizaron en el siglo XX relacionados con el régimen nazi o soviético o remontándose más tiempo, los neologismos que acuñaron los protagonistas de la Revolución Francesa.

“A lo largo de la historia, ¿cuántos hombres han comenzado a gritar y propagar la violación de la ley natural como un 'derecho' y, en poco tiempo, han transformado el mundo en un inmenso cementerio lleno de víctimas de la eugenesia, la eutanasia, de genocidios, de campos de exterminio?”, se preguntó.



Neologismos de la ideología de género

La ideología de género lleva años inventando un nuevo lenguaje con el que ir imponiendo sus postulados.

Este sacerdote y psiquiatra consideró un “buen ejercicio personal” el “identificar qué neologismos están imponiendo su dictadura ideológica violando la ley natural”.

Siguiendo con su argumentación, el padre Talmelli afirmó que “sin entrar en análisis históricos del pasado, podemos ver incluso hoy que estamos constantemente tentados -en palabras del Papa Juan- por ‘formas de existencia que ignoran a Dios y sus leyes, poniendo demasiada fe en el progreso de la tecnología, fundando sólo bienestar en las comodidades de la vida’”.

Y puso el ejemplo de Islandia, donde se permite abortar, al igual que otros países, a bebés con anomalías más allá del primer trimestre del embarazo. Así se expresa la psicóloga islandesa que trata con las mujeres que reciben este diagnóstico prenatal: “Hablo con ellas [con las madres] antes de que tomen la decisión de interrumpir o continuar el embarazo” y les explica: "Esta es tu vida y tienes derecho a elegir cómo será tu vida".

La intención –asegura- es evitar cualquier sentimiento de culpa que pueda surgir: "Pensamos en el aborto como algo que pone fin a lo que podrían ser grandes dificultades, evitando el sufrimiento del niño y la familia".

Sin embargo, este religioso recordaba que “el diablo es un asesino desde el principio”. “Hay muchas culturas de la muerte, todas disfrazadas de progreso, emancipación y libertad. ¿Y quién tiene el coraje de ir contra el progreso, la emancipación y la libertad? De esta manera, el problema se traslada de su contenido moral a terrenos que llevan consigo el consenso”, agregaba.

Pero pese a todo –concluía el exorcista- “no debemos desanimarnos pensando que debemos entenderlo todo y ser expertos en todos los asuntos: una vez más, la confianza en el Magisterio y en la infalibilidad del Papa nos protege de las sugerencias-sometimiento cultural”.

Publicado en ReL el 9 de noviembre de 2021.

viernes, 20 de septiembre de 2024

Santo Evangelio 20 de septiembre 2024

 


Texto del Evangelio (Lc 8,1-3):

 En aquel tiempo, Jesús iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.



«Jesús iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios»


Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells

(Salt, Girona, España)

Hoy, nos fijamos en el Evangelio en lo que sería una jornada corriente de los tres años de vida pública de Jesús. San Lucas nos lo narra con pocas palabras: «Jesús iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva» (Lc 8,1). Es lo que contemplamos en el tercer misterio de Luz del Santo Rosario.

Comentando este misterio dice el Papa San Juan Pablo II: «Misterio de luz es la predicación con la que Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversión, perdonando los pecados de quien se acerca a Él con fe humilde, iniciando así el misterio de misericordia que Él continuará ejerciendo hasta el fin del mundo, especialmente a través del sacramento de la Reconciliación confiado a la Iglesia».

Jesús continúa pasando cerca de nosotros ofreciéndonos sus bienes sobrenaturales: cuando hacemos oración, cuando leemos y meditamos el Evangelio para conocerlo y amarlo más e imitar su vida, cuando recibimos algún sacramento, especialmente la Eucaristía y la Penitencia, cuando nos dedicamos con esfuerzo y constancia al trabajo de cada día, cuando tratamos con la familia, los amigos o los vecinos, cuando ayudamos a aquella persona necesitada material o espiritualmente, cuando descansamos o nos divertimos... En todas estas circunstancias podemos encontrar a Jesús y seguirlo como aquellos doce y aquellas santas mujeres.

Pero, además, cada uno de nosotros es llamado por Dios a ser también “Jesús que pasa”, para hablar —con nuestras obras y nuestras palabras— a quienes tratamos acerca de la fe que llena de sentido nuestra existencia, de la esperanza que nos mueve a seguir adelante por los caminos de la vida fiados del Señor, y de la caridad que guía todo nuestro actuar.

La primera en seguir a Jesús y en “ser Jesús” es María. ¡Que Ella con su ejemplo y su intercesión nos ayude!

¿Cómo son los últimos días de los monjes? La «buena muerte» en el interior de una histórica abadía

 


¿Cómo son los últimos días de los monjes? La «buena muerte» en el interior de una histórica abadía

Monjes de Fontgombault tocan las campanas.

La abadía de Fontgombault, centro románico referente de los monasterios europeos estudiado por Nicolás Diat en su libro.

Como cada día en la abadía francesa de Fontgombault, Dom Forgeot rezaba la oración de San Pío X por los agonizantes entre cantos gregorianos y una densa película de incienso. Lo hacía ante la imagen de Nuestra Señora de la Buena Muerte que preside la abadía. “Desde hoy acepto gustoso el género de muerte que quieras enviarme, con todos sus dolores, angustias y penas”, rezaba el benedictino. Pero el 15 de agosto de 2020 fue el resto de la comunidad de monjes quien rezó por el benedictino durante sus últimos momentos antes de morir. 

Fontgombault, referente de las abadías europeas

Dentro de un monasterio, cuando se acerca la muerte, las cosas se apaciguan y se simplifican. Es la conclusión a la que llegó Nicolás Diat tras recorrer ocho abadías europeas, tratando de comprender la visión de la muerte que tienen los monjes al final de sus días, y que plasmó en Tiempo de morir. Los últimos días de la vida de los monjes (Palabra). La abadía de Fontgombault no fue una excepción en su camino.

A lo largo de sus mil años de historia, los muros de esta abadía han visto pasar decenas de generaciones de monjes. Fundada como monasterio benedictino a finales del siglo XI, fue saqueada y dañada en 1569 y nuevamente durante la Revolución Francesa. Tras una breve estancia de los trapenses en el siglo XIX, la abadía fue restaurada por los monjes de Solesmes. Hoy, Fontgombault es un referente entre las abadías europeas por su canto gregoriano y la celebración de la Santa Misa.



 Teaser del documental "Fons amoris" sobre la vida en la abadía de Fontgombault.

Nuestra Señora de la Buena Muerte

“A mediados del siglo XVIII, los monjes abandonaron la propiedad”, explica Diat. En esa época, “un desgraciado se lanzó contra una imagen de la Virgen para derribarla”. El agresor sufrió una grave caída que le provocó la muerte, no sin antes haberse arrepentido. Desde entonces, aquella Virgen del siglo XII es conocida como Nuestra Señora de la Buena Muerte.

A día de hoy, la talla del siglo XII preside la abadía y, como Dom Forgeot, los monjes acuden a rezar a diario por los agonizantes y hospitalizados.

La abadía de Fontgombault, fundada por Pierre de l'Étoile en la orilla del rio Creuse.


La abadía de Fontgombault, fundada por Pierre de l'Étoile en la orilla del rio Creuse.


Vida y muerte en la comunidad de Fontgombault


En el prólogo de Tiempo de Morir, el cardenal Sarah señala que "los monasterios son lugares en los que se aprende a vivir y a morir en una atmósfera de oración silenciosa, con los ojos puestos siempre en el más allá, en Aquel que nos ha creado y a Quien contemplamos".


Para los monjes de Fontgombault, la muerte es un tema cotidiano en su oración y día a día. Dom Thevenin es el padre enfermero de la abadía desde 1984, y su presencia contribuye a mirar con otros ojos a la muerte. “La principal diferencia entre nuestra generación y la de nuestros predecesores es, sin duda, negarse a mirar la muerte a la cara”, explica. “Nos gustaría olvidarla, y evitar todo el dolor y la angustia que la acompañan”.

Por el contrario, conforme se acerca su hora, los monjes más difíciles, impetuosos o individualistas se serenan. "Esta paz", explica Diat, "no es ajena a la alegría de los monjes en el momento de su muerte", y gracias a ella se ha mantenido intacta la unidad de la abadía durante décadas.

Durante su estancia en Fontgombault, el difunto Dom Forgeot acompañó a veintiséis monjes en  sus últimos días, y de todos ellos, no conservó en su memoria una sola muerte trágica o dolorosa. Al contrario: solo recordaba tránsitos silenciosos, apacibles y muertes dulces. 

“El monje en coma sigue junto a Dios”

Tras asistir a decenas de monjes en sus últimos días, Thevenin es un gran conocedor de como los monjes afrontan este tránsito. “Se muestran serenos y en paz”, explica, “se van abandonando poco a poco, por fases, sostenidos por la oración de sus hermanos”.

“El sentido de la oración se conserva hasta el último minuto”, explicó Dom Forgeot antes de su propia muerte. “Si la oración es abandonarse en las manos de Dios, ¿cómo va a detenerse justo en el momento en que está cerca el encuentro?”, se preguntó.



Puedes adquirir el libro de Nicolas Diat en Ediciones Palabra. 

En los peores momentos, un enfermo puede ser incapaz de rezar, “pero el deseo de estar con María no puede cambiar. Lo que varían son la forma que adoptan la meditación y contemplación”, explica Forgeot, “pero el fondo sigue siendo el mismo: el monje en coma sigue viviendo junto a Dios”.

Paciente y enfermero, dos monjes durante la agonía

El médico de Fontgombault observa como la fuerza de la oración durante la vida del monje influye en la forma de afrontar sus últimos momentos.

Especialmente, en la relación con su enfermero. “El vínculo entre ambos puede llegar a ser fuerte, y a veces este tiene que mostrarse firme”, explica Thevenin, “como cuando algún monje se niega a tomarse las medicinas”. Los enfermos, por su parte, “saben que se les sirve en atención a Dios, y que el monje que se encarga de cuidarlos no es un criado”.



La mejor preparación para la muerte

La respiración irregular, el pulso débil o la palidez del rostro son señales que no pasan inadvertidas al padre Thevenin.  Entonces, el monje suele conservar los reflejos de buen religioso. El rosario, sus oraciones y las letanías de los Santos son la mejor preparación para la muerte.

Tampoco está solo, y la comunidad acompaña al moribundo con su oración. En Fontgombault se han llegado a reunir los sesenta monjes que conforman la abadía, entonando la oración de los agonizantes hasta el momento del eterno reposo del difunto: “Alma cristiana, al salir de este mundo marcha en nombre de Dios que te creó, en nombre de Jesucristo, que murió por ti… entra en el lugar de la paz y que tu morada esté junto a Dios”.



Monjes de la abadía de Fontgombault acuden a la oración.

Los últimos días en la abadía: una muerte feliz

El mismo monje que acompaña al enfermo durante su agonía, cuida y asea su cuerpo tras su muerte. Entonces, el padre enfermero lava el cuerpo del difunto, y le reviste con su cogulla o su estola, preparando al fallecido para el velatorio. Un momento de especial relevancia en el que la comunidad podrá darle su último adiós espiritual.

Para el monje Dom Pateau, la muerte tiene muchas lecciones que ofrecer al hombre moderno. Explica que la vida monástica es feliz, y la muerte monástica también, porque cada miembro  de la comunidad acepta perder todo su tiempo por Dios.

¿Queda tiempo para morir?

Frente a esta concepción, “la prisa de la vida tecnológica desquicia hasta nuestros últimos momentos, y el mismo Dios tiene que obligarnos a dedicarle ese tiempo”, afirma Dom Pateau. “En ese momento, Dios dice: 'Basta', cuando al hombre moderno lo que le gustaría es decir 'no tengo tiempo'”.

El anciano benedictino se pregunta, entonces, si queda tiempo para morir. Para el monje, después de la muerte, lo esencial de la vida no se acaba. En un cuerpo gastado y dolorido, el alma ya no es capaz de expresarse. El camino ha llegado a su fin, y el enfermo, puede marcharse: ahí están sus hermanos.

Este es un artículo de hemeroteca, publicado originalmente el 26 de febrero de 2021. 

Fuente: Religiòn en Libertad


jueves, 19 de septiembre de 2024

Santo Evangelio 19 de septiembre 2024

 


Texto del Evangelio (Lc 7,36-50):

 En aquel tiempo, un fariseo rogó a Jesús que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. Había en la ciudad una mujer pecadora pública, quien al saber que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume, y poniéndose detrás, a los pies de Jesús, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume.

Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: «Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora». Jesús le respondió: «Simón, tengo algo que decirte». Él dijo: «Di, maestro». «Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?». Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó más». Él le dijo: «Has juzgado bien», y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas, y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra».

Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados». Los comensales empezaron a decirse para sí: «¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?». Pero Él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete en paz».



«A los pies de Jesús, comenzó a llorar»


Mons. José Ignacio ALEMANY Grau, Obispo Emérito de Chachapoyas

(Chachapoyas, Perú)

Hoy, Simón fariseo, invita a comer a Jesús para llamar la atención de la gente. Era un acto de vanidad, pero el trato que dio a Jesús al recibirlo, no correspondió ni siquiera a lo más elemental.

Mientras cenan, una pecadora pública hace un gran acto de humildad: «Poniéndose detrás, a los pies de Jesús, comenzó a llorar y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume» (Lc 7,38).

El fariseo, en cambio, al recibir a Jesús no le dio el beso del saludo, agua para sus pies, toalla para secarlos, ni le ungió la cabeza con aceite. Además el fariseo piensa mal: «Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora» (Lc 7,39). ¡De hecho, el que no sabía con quién trataba era el fariseo!

El Papa Francisco ha insistido mucho en la importancia de acercarse a los enfermos y así “tocar la carne de Cristo”. Al canonizar a santa Guadalupe García, Francisco dijo: «Renunciar a una vida cómoda para seguir la llamada de Jesús; amar la pobreza, para poder amar más a los pobres, enfermos y abandonados, para servirles con ternura y compasión: esto se llama “tocar la carne de Cristo”. Los pobres, abandonados, enfermos y los marginados son la carne de Cristo». Jesús tocaba a los enfermos y se dejaba tocar por ellos y los pecadores.

La pecadora del Evangelio tocó a Jesús y Él estaba feliz viendo cómo se transformaba su corazón. Por eso le regaló la paz recompensando su fe valiente. —Tú, amigo, ¿te acercas con amor para tocar la carne de Cristo en tantos que pasan junto a ti y te necesitan? Si sabes hacerlo, tu recompensa será la paz con Dios, con los demás y contigo mismo.

Räsänen, exministra finlandesa perseguida por un tuit «homófobo»: «No vivimos en una sociedad libre»

 


Räsänen, exministra finlandesa perseguida por un tuit «homófobo»: «No vivimos en una sociedad libre»

Päivi Räsänen.

`Seamos claros: el objetivo es el totalitarismo ideológico donde sólo una forma de pensar sobre la humanidad es políticamente correcta´, afirma la exministra.

En junio de 2019, la exministra del interior finlandesa Päivi Räsänen comenzó a ser investigada a raíz de un mensaje publicado en sus redes sociales. En su publicación, Räsänen  cuestionaba el respaldo de la iglesia luterana finlandesa a la celebración del orgullo LGBT el mismo año y se preguntaba: “¿Cómo encaja la doctrina de la Iglesia con plantear el tema de la vergüenza y el pecado en el Orgullo?”.

El mensaje estaba acompañado de la Carta a los Romanos 1, 24-27, que dice: "Por eso, dejándolos abandonados a los deseos de su corazón, Dios los entregó a una impureza que deshonraba sus propios cuerpos, ya que han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a las criaturas en lugar del Creador, que es bendito eternamente. Amén. Por eso, Dios los entregó también a pasiones vergonzosas: sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras contrarias a la naturaleza. Del mismo modo, los hombres dejando la relación natural con la mujer, ardieron en deseos los unos por los otros, teniendo relaciones deshonestas entre ellos y recibiendo en sí mismos la retribución merecida por su extravío".

Tras ser denunciada, la Fiscalía comenzó un proceso que llevó a la política a ser sometida a horas de interrogatorios, meses de investigación y sucesivos juicios acusada por un triple delito de odio, de lo que quedó absuelta en agosto de 2023. Actualmente, tras ser aceptado el recurso presentado por la Fiscalía al Supremo, la exministra se encuentra a la espera de un nuevo juicio, el tercero.  

Recientemente, Räsänen ha contado su propio caso en Public Discourse, que reproducimos a continuación: 

Llevada a juicio por un tuit

He sido diputada del Parlamento finlandés durante veintinueve años. A lo largo de esos años, he sido testigo de un cambio drástico en el sistema de valores que sustenta nuestra sociedad moderna. Desde la protección de la vida hasta la defensa del matrimonio, los cambios que estamos viviendo son innegables, con implicaciones de largo alcance para todos nosotros. Y es evidente que el ambiente general hacia el cristianismo es cada día más hostil. Hace sólo diez años no podía imaginar que pronto me citarían ante el Tribunal Supremo de mi país para defender mis convicciones religiosas.

"¿Alguien ha ocupado Finlandia?". Me lo preguntó mi nieto de seis años en junio de 2019 cuando vio ondear sobre nuestra ciudad natal, Riihimäki, una bandera arcoíris gigante, la más grande que habíamos visto hasta la fecha. En ese mismo momento, la iglesia mayoritaria de nuestro país, la Iglesia Evangélica Luterana Finlandesa, publicó oficialmente su apoyo a un evento del "orgullo" de Helsinki, que decepcionó y escandalizó a muchos (incluida yo). 

Ante nuestros ojos, la Iglesia estaba asumiendo una postura contraria a su propia confesión de que Dios diseñó el matrimonio para un hombre y una mujer. Si se socava la autoridad de la Palabra de Dios, la cuestión pasa a ser no sólo sobre el matrimonio o el género, sino también sobre el camino hacia la salvación y la vida eterna. Toda persona, incluida la comunidad LGBT, tiene derecho a escuchar toda la verdad de la Palabra de Dios. Aunque consideré brevemente la posibilidad de abandonar mi Iglesia, me convencí de que era mejor permanecer a bordo e intentar despertar a los que se habían dormido, no saltar de un barco que se hunde.

Por eso escribí un tuit, en el que dirigía una pregunta a los dirigentes de mi Iglesia. Quería ejercer mi derecho básico a la libertad de expresión para preguntar públicamente cómo conciliaban sus actividades con la enseñanza bíblica. El contenido principal de mi post era una foto de los versículos 24-27 del primer capítulo de la carta a los Romanos, donde el apóstol Pablo enseña que las relaciones homosexuales son pecaminosas. Un ciudadano presentó una denuncia penal en respuesta a mi tuit, y rápidamente le siguieron más denuncias.

Estas denuncias dieron lugar a dieciocho meses de investigación policial y trece horas de interrogatorios. Como ex ministra del gobierno, parlamentaria en ejercicio y abuela, la situación me parecía irreal. Pocos años antes había estado al frente de la policía como ministra del Interior, y ahora estaba sentada en la comisaría siendo interrogada, con la Biblia sobre la mesa delante de mí. 

Las preguntas versaban descaradamente sobre la Biblia y su interpretación. Me preguntaron: "¿Cuál es el mensaje del libro de Romanos y su primer capítulo?" y "¿Qué quiero decir con las palabras 'pecado' y 'vergüenza'?". En las redes sociales se difundió la broma de que Päivi Räsänen volvía a reunirse para un estudio bíblico en la comisaría. La policía me preguntó si aceptaba borrar mis escritos en un plazo de dos semanas. Dije que no y reafirmé mi creencia en las enseñanzas de la Biblia, sin importar las consecuencias. No me disculparé, expliqué, por lo que ha afirmado el apóstol Pablo.

Tras la investigación, se me acusó penalmente por mi post sobre las enseñanzas bíblicas sobre el matrimonio. Se presentó una segunda acusación por un folleto titulado "Hombre y mujer los creó", que había escrito para mi Iglesia en 2004. El obispo Juhana Pohjola también fue procesado como responsable de la publicación del folleto. Se presentó una tercera acusación sobre mis opiniones bíblicas presentadas en una entrevista radiofónica de 2019. Fue en ese momento cuando ADF Internacional se puso a mi lado y comenzamos a defender mi caso. 

La posible condena por el delito de "agitación étnica", del que se me acusa, es de hasta dos años de prisión o multa. En la legislación finlandesa, entra dentro de la sección de "crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad" del código penal. La ley de "incitación al odio" había sido aprobada por unanimidad en el Parlamento sin ningún debate real. Yo formaba parte del parlamento en aquel momento, y puedo decir que nadie vio el peligro de esta ambigüedad entonces.



Päivi Räsänen, ante la prensa. 

Pero ahora lo veo muy claro. Una ley ambigua que prohíbe ampliamente la "incitación al odio" y que puede encarcelar a alguien por hablar de su fe en las redes sociales ya es bastante mala. Pero el mayor peligro es la amenaza de censura en toda la sociedad y el efecto aplastante sobre la libertad de expresión y de religión. Una sentencia en mi contra abriría las puertas a una amplia prohibición de la expresión pública de opiniones religiosas u otras creencias y a la amenaza de las modernas quemas de libros.

En los últimos cinco años, he sido sometido a dos juicios, primero en el Tribunal de Distrito y luego, tras la apelación de la fiscalía, en el Tribunal de Apelación, ambos con resultado de absolución unánime. La insistencia de la fiscalía en castigarme por la expresión pacífica de mis creencias religiosas ha desafiado a la razón, lo que ha dado lugar a otro recurso, actualmente pendiente ante el Tribunal Supremo de Finlandia.

En el juicio ante el Tribunal de Distrito, el fiscal declaró al principio que el juicio no sería una inquisición sobre la Biblia. Pero luego, sorprendentemente, apuntó a la doctrina central del cristianismo: las enseñanzas del Evangelio. Afirmó que mis opiniones equivalían a una doctrina que resumió como "ama al pecador, odia el pecado". Esta doctrina la consideraba insultante y difamatoria porque, según ella, no se puede distinguir entre la identidad de la persona y sus actos. Según este enfoque, si se condena el acto, también se condena al ser humano y se le considera inferior.

Esta afirmación va en contra tanto de la visión cristiana del hombre como del sentido común. Pensar que no es posible distinguir entre los actos de una persona y el núcleo de su identidad es contradictorio con nuestra realidad vivida, así como con la verdad evangélica. La analogía que utilicé ante el tribunal fue que amaba a todos mis hijos por igual, pero a veces, al criarlos, requerían disciplina por sus actos incorrectos. 

También afirmé ante el tribunal que Dios creó a todos los seres humanos a su imagen y semejanza y que todos tenemos el mismo valor, pero también todos somos pecadores. El pecado no disminuye nuestra dignidad; es un concepto teológico que describe la relación entre Dios y el hombre, y Dios es quien define qué es el pecado. El núcleo de la fe cristiana es la creencia de que Dios amaba tanto a todas las personas que entregó a su único hijo para que muriera en la cruz y sufriera el castigo que los humanos, a causa de nuestro pecado, deberíamos haber sufrido.

Biblia del Vaticano. 

El primer capítulo del Génesis, `Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer´, es solo una de las muchas citas bíblicas que, tras el juicio, Räsänen considera en peligro de invocar.  

La enseñanza de la Biblia es, sin embargo, clara en cuanto a que el matrimonio es una unión entre hombre y mujer y que practicar la homosexualidad va contra la voluntad de Dios. Niego categóricamente que mi pensamiento o mis escritos puedan constituir "incitación al odio", difamación o calumnia de las minorías. Las enseñanzas de la Biblia sobre el matrimonio y la sexualidad surgen del amor, no del odio. Dios desea que todas las personas lleguen a la salvación y vivan de una manera que le honre y sea coherente con Su designio. Decir esa verdad es amor, no odio. En contra de esta verdad, la acusación afirmó que todo el mundo puede creer lo que quiera, pero que la libertad de expresión debe limitarse en lo que respecta a la expresión externa de la religión.

Me encontré con este mismo tipo de concepción restringida de la libertad religiosa cuando fui ministra responsable de asuntos eclesiásticos. En una conversación con el ministro chino encargado de los asuntos religiosos, me enteré de que en China se puede creer en lo que se quiera, pero es necesario restringir la libertad de expresar la fe si ello aumenta las tensiones en la sociedad. Aunque pueda parecer que esto aumenta la cohesión social y fomenta la paz, lo único que realmente hacen estas restricciones es asfixiar las libertades individuales y crear una cultura de autoritarismo.

En público, el fiscal general declaró que si "Räsänen [iba a ser] condenada, eso no significa que deban retirarse las Biblias de las bibliotecas. Se puede hacer referencia a la Biblia, al Corán o a Mein Kampf [Mi lucha, cuyo autor es Adolf Hitler, ndt], porque no está prohibido hablar de textos históricos. Pero lo esencial es si se está de acuerdo". Para nosotros, los cristianos, la Biblia es la Palabra de Dios. Debemos tener derecho no sólo a hablar de la Biblia, sino también a estar de acuerdo con ella y a confesar públicamente nuestra fe. La libertad religiosa no es algo que pueda limitarse a nuestra vida privada. Es un derecho, garantizado en el derecho internacional, que debemos poder vivir en la plaza pública. Si no tenemos la libertad de vivir abiertamente como cristianos en el mundo, no puede decirse que vivamos en una sociedad libre.

Finalmente, seis jueces de dos tribunales no encontraron nada ilegal en mis escritos. Pero ahora seguiré luchando por la libertad de expresión y de religión ante el Tribunal Supremo finlandés. Más allá de mí, este caso sienta un precedente y tiene un peso inmenso para la libertad de expresión, especialmente en cuestiones de fe. En el centro del asunto jurídico está la cuestión de si se permitirá a la gente compartir las enseñanzas de la Biblia y estar públicamente de acuerdo con esas enseñanzas. 

Aunque el proceso ha sido largo, agotador y penoso, mantengo la confianza y la calma, con la seguridad de que mis acciones están arraigadas en la verdad y mi defensa se basa en los principios de los derechos humanos internacionales. Estoy dispuesta a seguir defendiendo la libertad de expresión y la libertad de religión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos si llegara el caso.

El mero hecho de que haya un juicio en curso, incluso sin condena, tiene un efecto amedrentador en toda la sociedad. Las acusaciones, los interrogatorios y los juicios hacen que los ciudadanos teman expresar sus convicciones. Se trata de una consecuencia natural de atentar contra cualquier persona, y más aún contra un personaje público. Por no mencionar que la creciente hostilidad hacia los cristianos ha llevado a la marginación de la enseñanza bíblica clásica en la cultura en general. El impacto ideológico de las agendas anticristianas extremas ha crecido tanto en la cultura secular como en la Iglesia. Esto ha provocado crecientes limitaciones a la libertad de expresión de las personas que rechazan estas agendas. Seamos claros: el objetivo es el totalitarismo ideológico donde sólo una forma de pensar sobre la humanidad es políticamente correcta. La mayoría de los ciudadanos saben que esto no se basa en la realidad. Pero queda poco espacio para expresar esta opinión.

Criminalizar la expresión religiosa mediante las llamadas leyes de "incitación al odio" cierra importantes debates públicos y supone una grave amenaza para nuestras democracias. Como diputada, me parece especialmente peligroso. Debemos ser capaces de discrepar y hacer frente al discurso que nos insulta. En lugar de combatir el odio, la criminalización del discurso basada en criterios subjetivos crea una cultura del miedo y la censura. 

Cuanto más callemos las enseñanzas de la Biblia sobre las cuestiones difíciles de nuestro tiempo, más contundente y completo será el rechazo de la verdad bíblica. He considerado un privilegio y un honor defender la libertad de expresión y de religión, que son derechos fundamentales en un Estado democrático. Y a lo largo de este calvario, he sentido concretamente el apoyo de miles de personas, habiendo recibido mensajes de ánimo de todo el mundo.

En última instancia, sin los cargos penales que se me impusieron, no habría tenido la excepcional oportunidad de testificar la verdad en comisarías, salas de audiencia y a través de emisiones en directo y ruedas de prensa escuchadas en todo el mundo. Estoy agradecida a todos los que me han acompañado en la defensa del derecho a vivir y decir la verdad, y espero que llegue el día en que este derecho fundamental se respete para todos los que tratan de expresar su fe.

Traducción de Verbum Caro.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Santo Evangelio 18 de septiembre 2024

 


Texto del Evangelio (Lc 7,31-35):

 En aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen? Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no habéis llorado’. Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y decís: ‘Demonio tiene’. Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos».



«¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta generación?»


Rev. D. Xavier SERRA i Permanyer

(Sabadell, Barcelona, España)

Hoy, Jesús constata la dureza de corazón de la gente de su tiempo, al menos de los fariseos, que están tan seguros de sí mismos que no hay quien les convierta. No se inmutan ni delante de Juan el Bautista, «que no comía pan ni bebía vino» (Lc 7,33), y le acusaban de tener un demonio; ni tampoco se inmutan ante el Hijo del hombre, «que come y bebe», y le acusan de “comilón” y “borracho”, es más, de ser «amigo de publicanos y pecadores» (Lc 7,34). Detrás de estas acusaciones se esconden su orgullo y soberbia: nadie les ha de dar lecciones; no aceptan a Dios, sino que se hacen su dios, un dios que no les mueva de sus comodidades, privilegios e intereses.

Nosotros también tenemos este peligro. ¡Cuántas veces lo criticamos todo: si la Iglesia dice eso, porque dice aquello, si dice lo contrario...!; y lo mismo podríamos criticar refiriéndonos a Dios o a los demás. En el fondo, quizá inconscientemente, queremos justificar nuestra pereza y falta de deseo de una verdadera conversión, justificar nuestra comodidad y falta de docilidad. Dice san Bernardo: «¿Qué más lógico que no ver las propias llagas, especialmente si uno las ha tapado con el fin de no poderlas ver? De esto se sigue que, ulteriormente, aunque se las descubra otro, defienda con tozudez que no son llagas, dejando que su corazón se abandone a palabras engañosas».

Hemos de dejar que la Palabra de Dios llegue a nuestro corazón y nos convierta, dejar cambiarnos, transformarnos con su fuerza. Pero para eso hemos de pedir el don de la humildad. Solamente el humilde puede aceptar a Dios, y, por tanto, dejar que se acerque a nosotros, que como “publicanos” y “pecadores” necesitamos que nos cure. ¡Ay de aquél que crea que no necesita al médico! Lo peor para un enfermo es creerse que está sano, porque entonces el mal avanzará y nunca pondrá remedio. Todos estamos enfermos de muerte, y solamente Cristo nos puede salvar, tanto si somos conscientes de ello como si no. ¡Demos gracias al Salvador, acogiéndolo como tal!


«Hoy termino con mi vida»: en el ocultismo, acosado por presencias, fue rescatado por María y Emaús

 


«Hoy termino con mi vida»: en el ocultismo, acosado por presencias, fue rescatado por María y Emaús

Cristian Bosh.

Actualmente el actor colombiano Cristian Bosh sirve en Emaús, participa en apostolados y lleva una dedicada vida de fe, oración y confianza en Dios. Pero no siempre fue así: antes, durante años, sirvió en el frente contrario.

A sus 29 años, hace solo dos que el actor colombiano Cristian Bosh volvió a la fe en que fue criado, tras una vida dedicada al budismo, la nueva era y el esoterismo, pero también a enfrentar con el rosario, los retiros de Emaús y su devoción a la Virgen las oscuras consecuencias que en último término le llevarían al intento de suicidio.

Durante su infancia, se define a sí mismo como "un niño de rosario". Cada domingo iba a misa con su abuela, Trinidad del Carmen, a la que hoy recuerda como "un regalo de Dios" para acercarle a María por su gran devoción a la Virgen del Carmen. "Ella me mostró el rostro de Jesús en sus acciones", cuenta al canal El rosario de las 11.

La devoción mariana de Christian se mostró ya de niño, el 16 de julio, durante la celebración de las fiestas de la Virgen del Carmen, asegurando haber tenido una experiencia y conexión mariana especial.

Pero cuando comenzó la adolescencia, "el fuego se apagó", y "el niño de rosario" lo sustituyó por perseguir a toda costa su deseo de ser un actor de renombre.

Buscando su sueño, una amiga le introdujo en el budismo, donde frecuentes episodios de ansiedad le perseguían con cada mantra que repetía  en los templos.

En 2015, aquellos ataques se materializaron en una conclusión: acabar con todo.

"Hoy es el día en que acabo con mi vida"

"El día amaneció mal y no jugó a mi favor. `Hoy es el día en que acabo con mi vida´"; pensaba el joven a cada momento. Decidido a hacerlo, estaba solo en el trabajo cuando se convenció de que era el momento perfecto. Fue a una tienda, compró los ingredientes para envenenarse y se metió en un baño.



De repente, cuenta, "apareció una mariposa negra y comencé a temblar. Sentía que debía hacerlo. Era como un impulso, como sintiendo a Satanás que me decía: `Hazlo´". Y lo hizo.

Un ardor extremo invadió el interior de su cuerpo, mientras corría y buscaba ayuda desesperado. Tras llevarle a una clínica de emergencia y salvar su vida, Christian fue ingresado por los episodios de depresión y ansiedad.

Pesadillas y ataques demoníacos tras la práctica budista

Buscando un escape a la realidad e incluso su propia sanación, se adentró aún más en el budismo. Algo que pudo hacer cuando se fue a Bogotá para escalar como actor.

Allí, junto a su amiga budista, se descontrolaron sus prácticas. Recuerda una de las más llamativas al acudir a un templo Hare Krishna de la capital colombiana, adorando a dioses paganos entre mantras.

"Cuando volví a casa tuve muchas pesadillas con demonios, olores, ataques… Sentía que mi vida era extraña", admite.

Su siguiente parada en el viaje espiritual fue la búsqueda en la angeología -el pretendido estudio de los ángeles según la Nueva Era- sumergiéndose "en un mundo esotérico, nuevo y desconocido" que también trajo aparejadas prácticas como los cristales, el gnosticismo, desdoblamientos, proyección astral, cartomancia, reiki y, en última instancia, magia y brujería.

Al principio lo estudiaba y practicaba "para ayudar a otros", mientras veía que el vacío que sentía, en lugar de cerrarse, se  hacía más grande. Sus "dones" eran cada vez mayores, y hoy afirma que "el innombrable -Satanás- te `bendice´ de cierta manera, intentando cosas materiales para que sigas ahí". Pero después, asegura, "te pasa factura".



Esoterismo, brujería y rituales

En su caso, el cobro por sus dones fue el agravamiento de sus problemas o el repentino cierre de todas las puertas del ámbito laboral en Bogotá y regresó a su hogar. Entonces, a modo de plegaria "al dios universo, no al Dios de la razón, le dije que si me había sacado de ahí era por una razón", de modo que a su regreso a casa, el esoterismo, la brujería y la práctica de rituales se incrementaron.

Si quedaba alguna práctica con la que intentar llenar su vacío, esa era el consumo de drogas, especialmente extendido en "la farándula" o el mundo del teatro. Su mundo. Y buscando encajar en él, comenzó a fumar "para calmar la depresión y ansiedad".

Cerca de tocar fondo, su abuela, -"la primera Virgen María de mi vida y en la que vi el rostro de María"-, falleció. En cierta manera, Christian reconectó con su fe al rezar por su difunta abuela, pero su consumo de drogas y prácticas ocultistas y esotéricas no hizo sino acrecentarse.

Acosado por entidades malignas… e invitado a Emaús

Los efectos de aquellas prácticas, especialmente de las llamadas canalizaciones, vinieron para quedarse. Entre ellos, menciona el acoso por entidades y espíritus, pesadillas y tormentos. Pero al mismo tiempo, aquel fue el comienzo de un camino que le llevaría de nuevo a su olvidada devoción mariana.

Esto último sucedió con un tímido resurgir de la oración a la Virgen de Guadalupe y la recitación del Magníficat gracias a una estampa que le regaló su prima. La rezaba cada noche, pero seguía alternándolo con prácticas ocultistas. Por eso, cuando en 2022 le invitó a un retiro de Emaús, el no dudó en aceptar, convencido de que podía compaginarlo con su práctica sincretista del llamado "universalismo".

"Para mí era perfecto. Me llevé un libro de Angeología para cuando me aburriese y el jueves le pedí a los ángeles y a Dios que iría dispuesto a buscar respuestas", afirma.

La noche antes del retiro volvió a soñar con la Virgen de Guadalupe, decorada con rosas, sujetándola mientras se caía.

Cuando llegó al retiro, le recibió una imagen similar a la de su sueño, la misma advocación y "comenzaron a pasar muchas cosas bonitas que no eran casualidad. Comencé a llorar y escuché unas palabras, confía y ten fe. Solo veía una luz, un lugar blanco y cuando no podía llorar más, comencé a sentir gozo y paz en el corazón", detalla. El último día, le impactaron especialmente los versículos de Isaías 12, 2, "Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación".

Salvado por la Virgen: "Dios me pedía confiar"

"Al principio no lo entendí. Pero al salir del retiro, comencé a rezar el rosario. Entendí que Dios me pedía confiar, no temer, tener fe. Entendía que la Virgen me había recibido con los brazos abiertos y que me refugiaría en el santo rosario", comenta.

La oración, fundamentalmente la devoción mariana, se convirtió en su principal dedicación, mientras la intervención de la Virgen se hacía cada vez más presente en su vida. Cuenta que pronto le llamó su mánager con una propuesta de empleo que él había pedido en su oración. Sin casa en su nuevo destino, le recibió una mujer católica y lo primero que había en la casa era una estatua mariana. "Esta es mi casa, aquí es donde voy a vivir", decidió al verla.

Pero aún tenía que abandonar por completo el ocultismo. Tiempo después del retiro, recuerda que una presencia comenzó a acosarle durante una noche. Paralizado por el miedo, abrazó su medalla de la Milagrosa, cerró los ojos y todo se calmó.

"Dios me mostró que debía alejarme de los `ángeles´ [la angeología], las cartas, de todo. Empecé a quemar todo lo que tenía del mundo esotérico, a renunciar, y comencé la consagración a Jesús por María", recuerda.



Consagrado a María: "Me motiva a luchar día a día por mi santidad"

Cuando Christian decidió servir en Emaús, las mismas palabras de consuelo volvían sobre sí. "Dios es quien te salva", escuchó en su primer servicio. Fue una de las últimas llamadas que necesitó para tomar una última resolución: "Me entregué en castidad, obediencia y oración y comencé a sentirme en paz, tranquilo".

Cristian Bosh, servidor en Emaús.

El 13 de mayo de 2023, el actor Cristian Bosh concluyó formalmente su consagración a Jesús por María.

Hoy, busca plasmar parte de esa consagración en una iniciativa evangelizadora en redes sociales aún en desarrollo, Testimonios católicos, un camino  hacia la conversión,  donde aspira a ofrecer la luz que él recibió a través de vivencias personales de fe, personales o de otros conversos.

Siempre recuerdo el dicho de que no hay santo sin pasado ni pecador sin futuro. Eso me motiva a luchar día a día por mi santidad. He decidido comprometerme con la Iglesia, mi parroquia, Emaús… Y he encontrado el ejemplo en muchos santos que inspiran a vivir como ellos. Y eso espero, que el día que parta de este mundo, pueda decir que me fui viviendo en obediencia y poder encontrarme con Jesús, María y José", concluye.

Tomado del portal mariano Cari Filii.

martes, 17 de septiembre de 2024

Santo Evangelio 17 de septiembre 2024



 Texto del Evangelio (Lc 7,11-17): En aquel tiempo, Jesús se fue a una ciudad llamada Naím, e iban con Él sus discípulos y una gran muchedumbre. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores». Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y Él dijo: «Joven, a ti te digo: levántate». El muerto se incorporó y se puso a hablar, y Él se lo dio a su madre. El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta se ha levantado entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo». Y lo que se decía de Él, se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina.



«Joven, a ti te digo: levántate»


Rev. D. Joan SERRA i Fontanet

(Barcelona, España)

Hoy, dos comitivas se encuentran. Una comitiva que acompaña a la muerte y otra que acompaña a la vida. Una pobre viuda, seguida por sus familiares y amigos, llevaba a su hijo al cementerio y de pronto, ve la multitud que iba con Jesús. Las dos comitivas se cruzan y se paran, y Jesús dice a la madre que iba a enterrar a su hijo: «No llores» (Lc 7,13). Todos se quedan mirando a Jesús, que no permanece indiferente al dolor y al sufrimiento de aquella pobre madre, sino, por el contrario, se compadece y le devuelve la vida a su hijo. Y es que encontrar a Jesús es hallar la vida, pues Jesús dijo de sí mismo: «Yo soy la resurrección y la vida» (Jn 11,25). San Braulio de Zaragoza escribe: «La esperanza de la resurrección debe confortarnos, porque volveremos a ver en el cielo a quienes perdemos aquí».

Con la lectura del fragmento del Evangelio que nos habla de la resurrección del joven de Naím, podría remarcar la divinidad de Jesús e insistir en ella, diciendo que solamente Dios puede volver un joven a la vida; pero hoy preferiría poner de relieve su humanidad, para que no veamos a Jesús como un ser lejano, como un personaje tan diferente de nosotros, o como alguien tan excesivamente importante que no nos inspire la confianza que puede inspirarnos un buen amigo.

Los cristianos hemos de saber imitar a Jesús. Debemos pedir a Dios la gracia de ser Cristo para los demás. ¡Ojalá que todo aquél que nos vea, pueda contemplar una imagen de Jesús en la tierra! Quienes veían a san Francisco de Asís, por ejemplo, veían la imagen viva de Jesús. Los santos son aquellos que llevan a Jesús en sus palabras y obras e imitan su modo de actuar y su bondad. Nuestra sociedad tiene necesidad de santos y tú puedes ser uno de ellos en tu ambiente.

¿Quién es San Juan Crisóstomo? ¿Por qué le llaman «piquito de oro»? ¿Por qué es Padre de la Iglesia?


 ¿Quién es San Juan Crisóstomo? ¿Por qué le llaman «piquito de oro»? ¿Por qué es Padre de la Iglesia?

San Juan Crisóstomo es padre y doctor de la Iglesia, destacando especialmente por su predicación.

Juan de Antioquía, conocido ahora universalmente como San Juan Crisóstomo, nació en Antioquía (actual Siria), la segunda ciudad más importante del Imperio Romano de Oriente, entre los años 347 y 349 y murió el 14 de septiembre de 407. Fue patriarca de Constantinopla y es considerado como uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia del Oriente, así como el más grande predicador del cristianismo. Es el único de los grandes Padres orientales que procede de la Escuela de Antioquía. Además, en la Iglesia Católica es también doctor de la Iglesia y se celebra su fiesta el 13 de septiembre.

 Índice para conocer en profundidad a San Juan Crisóstomo.

¿Quién fue San Juan Crisóstomo?

¿Por qué es padre y doctor de la Iglesia?

¿Por qué llamaban a San Juan Crisóstomo “piquito de oro”?

¿Qué obras y tratados dejó San Juan Crisóstomo?

¿Fue San Juan Crisóstomo precursor de la doctrina social de la Iglesia?

¿Qué obras y tratados dejó San Juan Crisóstomo?

¿Dónde se encuentran los restos de San Juan Crisóstomo?

Citas de San Juan Crisóstomo.

Oración a San Juan Crisóstomo

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¿Quién fue San Juan Crisóstomo?

Nacido entre el 347 y el 249 en Antioquía, fue educado por su madre, Santa Antusa, y desde pequeño llevó una vida monástica en su propia casa, lo cual marcaría su devenir posterior. De hecho, tras fallecer su madre se retiró al desierto donde estuvo alrededor de seis años, los dos últimos en un retiro solitario en una cueva.

Más tarde fue llamado de vuelta a Antioquía y ordenado diácono. Se preparó durante varios para el sacerdocio hasta que finalmente fue ordenado por el obispo Fabián. Fue entonces cuando empezó a destacar en la faceta por la que es hoy más conocido, por su predicación, su oratoria y su vasta cultura. De hecho, se le ha apodado como “Crisóstomo”, es decir, “piquito de oro”, por su elocuencia al hablar y por aportar algo muy novedoso, adecuar la Palabra de Dios a los problemas y situaciones concretas de los fieles.

En el 398 San Juan Crisóstomo fue llamado a suceder al patriarca Netario en la cátedra de Constantinopla. Tal y como explica el padre Ángel Amo, en la capital del imperio de Oriente “emprendió inmediatamente una actividad pastoral y organizativa que suscitó a partes iguales admiración y perplejidad: evangelización en los campos, fundación de hospitales, procesiones antiarrianas bajo la protección de la policía imperial, sermones encendidos en los que reprochaba los vicios y las tibiezas, severas exhortaciones a los monjes perezosos y a los eclesiásticos demasiado amantes de la riqueza. Los sermones de Juan duraban más de dos horas, pero el docto patriarca sabía usar con gran pericia todos los recursos de la oratoria, no para halagar el oído de sus oyentes, sino para instruir, corregir, reprochar”.

Su valentía al hablar y denunciar todo mal le granjeó problemas en los círculos de poder, especialmente en la corte bizantina. Fue depuesto ilegalmente por un grupo de obispos dirigidos por Teófilo, obispo de Alejandría, y desterrado con la complicidad de la emperatriz Eudosia. Pero inmediatamente fue llamado por el emperador Arcadio, porque habían sucedido varias desgracias en palacio. Pero dos meses después era nuevamente desterrado, primero a la frontera de Armenia, y después más lejos a orillas del Mar Negro. Durante este último viaje, el 14 de septiembre del 407, murió. Del sepulcro de Comana, el hijo de Arcadio, Teodosio el Joven, hizo llevar los restos del santo a Constantinopla, a donde llegaron en la noche del 27 de enero del 438 entre una muchedumbre jubilosa.

¿Por qué es padre y doctor de la Iglesia?

San Juan Crisóstomo es considerado como uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia del Oriente. La Iglesia ortodoxa griega lo valora como uno de los más grandes teólogos y uno de los tres pilares de esa Iglesia. Es el único de los grandes Padres orientales que procede de la Escuela de Antioquía. Aunque menos conocido en Occidente, su figura es enorme en la Iglesia Católica, hasta el punto de que san Pío V lo declaró doctor de la Iglesia en 1568. Los Padres de la Iglesia son aquellos aquellos santos que con la fuerza de la fe y la profundidad y riqueza de sus enseñanzas, la engendraron y formaron en el transcurso de los primeros siglos. Son por tanto los principales escritores cristianos de los primeros siglos, cuyas obras forman la base de la doctrina de la Iglesia. Y Juan Crisóstomo es uno de sus grandes exponentes.

De él decía Benedicto XVI: “No fue un teólogo especulativo. Sin embargo, transmitió la doctrina tradicional y segura de la Iglesia en una época de controversias teológicas suscitadas sobre todo por el arrianismo, es decir, por la negación de la divinidad de Cristo. Por tanto, es un testigo fiable del desarrollo dogmático alcanzado por la Iglesia en los siglos IV y V. Su teología es exquisitamente pastoral; en ella es constante la preocupación de la coherencia entre el pensamiento expresado por la palabra y la vivencia existencial. Este es, en particular, el hilo conductor de las espléndidas catequesis con las que preparaba a los catecúmenos para recibir el bautismo. Poco antes de su muerte, escribió que el valor del hombre está en el "conocimiento exacto de la verdadera doctrina y en la rectitud de la vida" (Carta desde el destierro). Las dos cosas, conocimiento de la verdad y rectitud de vida, van juntas: el conocimiento debe traducirse en vida. Todas sus intervenciones se orientaron siempre a desarrollar en los fieles el ejercicio de la inteligencia, de la verdadera razón, para comprender y poner en práctica las exigencias morales y espirituales de la fe”.

¿Por qué llamaban a San Juan Crisóstomo “piquito de oro”?

Juan de Antioquía es el patrono de los predicadores. Se dice de él que no ha habido un orador en la historia de la Iglesia mejor que él. Fue apodado tras su muerte “Crisóstomo”, que se traduce del griego como “pico de oro”, debido a esta gran elocuencia que mostraba al hablar y en la predicación. Su fama como predicador comenzó al poco de regresar a Antioquía y ser ordenado sacerdote. Entonces el obispo Flaviano le pidió que le reemplazara en la predicación. Rápidamente comenzó a deslumbrar a la numerosa comunidad cristiana de la ciudad. Empezó a predicar cada domingo, luego cada día y más tarde varias veces al día. Los templos se llenaban y en ocasiones sus sermones duraban dos horas, sin que nadie se moviese del sitio. Pues además consiguió aterrizar la Escritura a la vida de las personas y a las situaciones cotidianas, sin necesidad de usar alegorías. Y lo mismo ocurría una vez que fue elegido obispo y después patriarca en Constantinopla, ciudad a la que fue llevado con escolta y en principio contra su voluntad. Allí siguió con su predicación de una recta doctrina, denunciando el abuso de los poderosos y de todo aquello que atentaba contra las costumbres de la Iglesia, lo que le granjeó fuertes enemigos tanto fuera como dentro de la Iglesia. Pese a todo, siempre fue valiente y no calló ante las injusticias o los actos que desgradaban a Dios.

¿Qué obras y tratados dejó San Juan Crisóstomo?



San Juan Crisóstomo ha sido uno de los Padres de la Iglesia más prolíficos. De él nos han llegado 17 tratados, más de 700 homilías auténticas, los comentarios a san Mateo y a san Pablo (cartas a los Romanos, a los Corintios, a los Efesios y a los Hebreos) y 241 cartas.

¿Fue San Juan Crisóstomo precursor de la doctrina social de la Iglesia?

En Constantinopla, capital del imperio romano de Oriente, San Juan Crisóstomo propuso, al comentar los Hechos de los Apóstoles, el modelo de la Iglesia primitiva como modelo para la sociedad, desarrollando una especia de ciudad ideal social. Quería -según explicaba Benedicto XVI en una catequesis- “dar un alma y un rostro cristianos a la sociedad”, pues había comprendido que “no basta con dar limosna o ayudar a los pobres de vez en cuando, sino que es necesario crear una nueva estructura, un nuevo modelo de sociedad; un modelo basado en la perspectiva del Nuevo Testamento. Es la nueva sociedad que se revela en la Iglesia naciente”.

Por ello, el Papa alemán consideraba que san Juan Crisóstomo “es uno de los grandes padres de la doctrina social de la Iglesia: la vieja idea de la polis griega se debe sustituir por una nueva idea de ciudad inspirada en la fe cristiana”. De este modo, añadía que San Juan Crisóstomo defendía, como san Pablo, el primado de cada cristiano, de la persona en cuanto tal, incluso del esclavo y del pobre. Su proyecto corrige así la tradicional visión griega de la polis, de la ciudad, en la que amplios sectores de la población quedaban excluidos de los derechos de ciudadanía, mientras que en la ciudad cristiana todos son hermanos y hermanas con los mismos derechos.

¿Qué novedades trajo San Juan Crisóstomo en sus actuaciones pastorales?

Benedicto XVI, en una catequesis de 2007 explicaba que “por su solicitud en favor de los pobres, San Juan fue llamado también ‘el limosnero’. Como administrador atento logró crear instituciones caritativas muy apreciadas. Su espíritu emprendedor en los diferentes campos hizo que algunos lo vieran como un peligroso rival. Sin embargo, como verdadero pastor, trató a todos de manera cordial y paterna. En particular, evidenció un profundo respeto a la mujer y dedicaba una atención especial al matrimonio y a la familia. Invitaba a los fieles a participar en la vida litúrgica, que hizo espléndida y atractiva con creatividad genial”.

¿Dónde se encuentran los restos de San Juan Crisóstomo?

Actualmente los restos de San Juan Crisóstomo se encuentran en la basílica de San Pedro del Vaticano, pese a haber sido patriarca de Constantinopla. Sin embargo, en el siglo XIII sus restos fueron trasladados de Oriente hacia Occidente, concretamente a Roma.

Según explica la Santa Sede, San Juan Crisóstomo murió en el destierro el 14 de septiembre del año 407 y fue sepultado junto a san Basilio mártir, en la homónima capilla de Bizeri, junto a Comana Póntica, en la actual Turquía. Las reliquias del santo fueron trasladadas a Constantinopla por voluntad del emperador Teodosio, a petición del Patriarca Proclo. El 27 de enero del año 438 los restos mortales fueron colocados solemnemente en la iglesia bizantina de los Santos Apóstoles. Posteriormente, en tiempos del imperio latino de Constantinopla (1204-1258), las reliquias fueron llevadas a Roma y depositadas en la antigua basílica vaticana, en la sala situada entre las dos "capillas redondas" de santa Petronila y de san Andrés, dentro de un altar coronado por un ciborio con cuatro columnas de pórfido. Con la construcción de la nueva basílica fueron trasladadas, en 1567, a la capilla circular de San Andrés y colocadas en la capilla de los santos Lamberto y Servacio, que se denominaba "de las reliquias" por las abundantes e importantes reliquias de santos allí conservadas. El Papa Urbano VIII (1623-1644), considerando demasiado humilde y escondido este lugar para un doctor de la Iglesia tan importante, decretó que las preciosas reliquias se pasaran a uno de los lugares más espléndidos de la basílica, el coro de los canónigos, recién acabado.

Citas de San Juan Crisóstomo.

- “La ociosidad mata el cuerpo, la indiferencia mata el alma, sin embargo el ejercicio de las virtudes embellece a ambos”.

 -“La mosca que se posa sobre la miel no puede volar; el alma que está atrapada en el gusto del placer se siente impedida en su libertad y contemplación”.

-"Habiendo Dios dotado a los demás animales de la velocidad en la carrera, o la rapidez en el vuelo, o de uñas, o de dientes, o de cuernos, sólo al hombre lo dispuso de tal forma que su fortaleza no podía ser otra que la del mismo Dios: y esto lo hizo para que, obligado por la necesidad de su flaqueza, pida siempre a Dios cuanto pueda necesitar"

- "La necesidad nos obliga a rogar por nosotros mismos, y la caridad fraterna a pedir por los demás. Es más aceptable a Dios la oración recomendada por la caridad que la que es impulsada por la necesidad".

-"Si no logras encontrar a Cristo en el mendigo a las puertas de la iglesia, no Le encontrarás en el cáliz".

-"No importa lo justas que puedan ser tus palabras, lo arruinas todo si hablas con ira".

"No sientas vergüenza de entrar de nuevo en la Iglesia. Avergüénzate cuando pecas. No te avergüences cuando te arrepientas. Pon atención en lo que te hizo el diablo. Son dos cosas distintas: pecado y contrición. El pecado es una herida; la contrición es una medicina. Al igual que existen para el cuerpo heridas y medicinas, también para el alma existen el pecado y la contrición. Sin embargo, el pecado trae vergüenza y el arrepentimiento aporta valor".

-¿Has pecado? Ven a la Iglesia y dile a Dios: 'He pecado'. No te pido otra cosa, más que esto, sólo esto. Lo dice, pues, la Sagrada Escritura: 'Manifiesta tú primero tus culpas, para justificarte'; confiesa el pecado que has cometido, para liberarte.

En esto no hay fatiga, no hay necesidad de usar giros especiales, ni exige esfuerzo pecuniario ni de otro género. Pronuncia la palabra que evidencia tus rectos sentimientos sobre las culpas cometidas, dilo claramente: 'He pecado'"

-“No te alejes de la Iglesia: nada es más fuerte que ella. Ella es tu esperanza, tu refugio. Ella es más alta que el cielo y más ancha que la tierra. Ella nunca envejece”.

- “El hombre más poderoso es el que ora, porque participa del poder de Dios”.

-“Todo nos parece difícil porque no acudimos a Dios como deberíamos y no siempre lo tenemos presente en nuestros pensamientos”.

- “Dios se toma el tiempo para respondernos, no para rechazar nuestras oraciones, sino para hacernos más fervientes y atraernos hacia Él”.

Oración a San Juan Crisóstomo

Oh Dios, fortaleza de los que en tí esperan,

que has hecho brillar al obispo San Juan Crisóstomo por su admirable elocuencia y su fortaleza en la tribulación,

te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos fortalezca el ejemplo de su invencible paciencia.

Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,

por los siglos de los siglos.

Amén.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Santo Evangelio 16 de septiembre 2024

 


Texto del Evangelio (Lc 7,1-10):

 En aquel tiempo, cuando Jesús hubo acabado de dirigir todas estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaúm. Se encontraba mal y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde Él unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara a su siervo. Éstos, llegando donde Jesús, le suplicaban insistentemente diciendo: «Merece que se lo concedas, porque ama a nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la sinagoga».

Jesús iba con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace».

Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande». Cuando los enviados volvieron a la casa, hallaron al siervo sano.



«Os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande»


Fr. John A. SISTARE

(Cumberland, Rhode Island, Estados Unidos)

Hoy, nos enfrentamos a una pregunta interesante. ¿Por qué razón el centurión del Evangelio no fue personalmente a encontrar a Jesús y, en cambio, envió por delante algunos notables de los judíos con la petición de que fuese a salvar a su criado? El mismo centurión responde por nosotros en el pasaje evangélico: Señor, «ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado» (Lc 7,7).

Aquel centurión poseía la virtud de la fe al creer que Jesús podría hacer el milagro —si así lo quería— con sólo su divina voluntad. La fe le hacía creer que, prescindiendo de allá donde Jesús pudiera hallarse, Él podría sanar al criado enfermo. Aquel centurión estaba muy convencido de que ninguna distancia podría impedir o detener a Jesucristo, si quería llevar a buen término su trabajo de salvación.

Nosotros también estamos llamados a tener la misma fe en nuestras vidas. Hay ocasiones en que podemos ser tentados a creer que Jesús está lejos y que no escucha nuestros ruegos. Sin embargo, la fe ilumina nuestras mentes y nuestros corazones haciéndonos creer que Jesús está siempre cerca para ayudarnos. De hecho, la presencia sanadora de Jesús en la Eucaristía ha de ser nuestro recordatorio permanente de que Jesús está siempre cerca de nosotros. San Agustín, con ojos de fe, creía en esa realidad: «Lo que vemos es el pan y el cáliz; eso es lo que tus ojos te señalan. Pero lo que tu fe te obliga a aceptar es que el pan es el Cuerpo de Jesucristo y que en el cáliz se encuentra la Sangre de Jesucristo».

La fe ilumina nuestras mentes para hacernos ver la presencia de Jesús en medio de nosotros. Y, como aquel centurión, diremos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo» (Lc 7,6). Por tanto, si nos humillamos ante nuestro Señor y Salvador, Él viene y se acerca a curarnos. Así, dejemos a Jesús penetrar nuestro espíritu, en nuestra casa, para curar y fortalecer nuestra fe y para llevarnos hacia la vida eterna.