![](https://fbcdn-sphotos-a-a.akamaihd.net/hphotos-ak-snc6/223552_489180717786381_1258833644_n.jpg)
El Señor es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre pronta en los peligros.
Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar;
aunque bramen y se agiten sus olas, y con su ímpetu sacudan las montañas. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
Salmo 46:2-4
No hay comentarios:
Publicar un comentario