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sábado, 23 de julio de 2022

Muchos musulmanes se convierten a Cristo, pero hace falta «una verdadera voluntad de evangelización»

 


Muchos musulmanes se convierten a Cristo, pero hace falta «una verdadera voluntad de evangelización»

.Una escena de 'El Apóstol' de Chayenne Carron, una película de 2014 que aborda de frente la situación de los musulmanes que se convierten al cristianismo en Francia.

En 1134, tres hermanos franceses, caballeros hospitalarios que llevaban años en Tierra Santa protegiendo a los peregrinos, fueron hechos prisioneros en una emboscada en Ascalón. Enviados a El Cairo, el sultán de Egipto les instó a convertirse al islam. Como ellos rehusaron, le pidió a su propia hija, Ismeria, que lo intentase, prometiendo dejarles con vida si lo conseguía.

Ismeria les interrogó sobre su fe y les pidió una imagen de la Virgen María, dado que, según ellos decían, "ver su imagen da al corazón una alegría [liesse, en francés] indescriptible". Le prometieron esculpir una, sin saber cómo podrían hacerlo. Rezaron toda la noche pidiendo ayuda a Nuestra Señora, y al despertar la encontraron hecha.

La bautizaron como Notre Dame de Liesse (Nuestra Señora de la Alegría), y cuando Ismeria la vio, quedó transformada. La noche siguiente, la Virgen le dijo en sueños que liberara a los prisioneros y se hiciera cristiana. Lo hizo y huyó con ellos, llevándose la imagen.

Tras una larga marcha, acamparon cerca del Nilo. Al despertar se encontraron milagrosamente junto a una fuente de su señorío en Francia, cerca de la ciudad de Lience, hoy rebautizada como Liesse, y donde se alza un templo que recuerda los hechos.




Imagen de Notre Dame de Liesse.

No es extraño, pues, que una iniciativa orientada a la conversión de los musulmanes haya adoptado el nombre de esta joven conversa. Se trata de Misión Ismeria, que da cobijo a diversos proyectos de diálogo con los seguidores del islam orientado a descubrirles la verdad de Cristo, y de acogida a quienes finalmente se bautizan. El Foro Jesús el Mesías, por ejemplo, agrupa desde 2013 a cientos de musulmanes conversos y celebran encuentros por toda Francia ofreciendo su testimonio.

Marc Fromager, director de Misión Ismeria, ha escrito un artículo sobre esta desconocida realidad de conversiones en el número de julio-agosto (nº 349) de La Nef:

Evangelizar a los musulmanes

La evangelización de los musulmanes necesita unas iniciativas llevadas a cabo por múltiples plataformas pero, al final, la parroquia sigue siendo el centro.

Cada vez más musulmanes descubren a Cristo. Esta afirmación no procede de un anhelo piadoso o de un fantasma misionero, sino que es el resultado de una constatación objetiva. Ya sea en países de mayoría musulmana o en nuestro país, hay efectivamente un movimiento de conversión que podría ser mucho más visible si pusiéramos más de nuestra parte.

Después de haber recorrido el planeta al servicio de Ayuda a la Iglesia Necesitada, y sobre todo después de haber estado en países que se definen como musulmanes, en Medio Oriente, África del norte y en la zona sahelo-sahariana, en el centro y sureste de Asia, me sorprendió constatar que las conversiones al cristianismo ya no eran anecdóticas.

A pesar de las dificultades -en teoría, la apostasía está prohibida y castigada con la muerte-, hay musulmanes que se convierten al cristianismo. La gracia de la conversión es un don, pero se sirve a menudo de dos canales: Internet y los sueños.

El papel de los sueños

En lo que atañe a los sueños, acabé sintiendo celos: ¿por qué no teníamos tantos en Francia? ¿Se trataba de un don de la providencia en esos países donde la acción misionera es más complicada? No se puede evangelizar en la calle en Riad o Teherán.

¿Era porque los musulmanes, al menos en esos países, parecen tener una sensibilidad espiritual menos corroída por el racionalismo occidental? ¿O, después de todo, bastaba con rezar más intensamente por ello? Si las parroquias se pusieran a rezar activamente por la iluminación de los corazones y la efusión del Espíritu Santo, sin duda esto produciría más conversiones también entre nosotros.


'El Apóstol' es una película de 2014 que aborda la conversión de los cristianos procedentes de la inmigración mahometana en Francia. Fue dirigida por Chayenne Carron, ella misma recién conversa entonces.

Respecto a Internet, todas las emisiones apologéticas en árabe, farsi, turco y otras lenguas, a menudo realizadas por antiguos conversos, consiguen alcanzar a amplias poblaciones.

Una televisión católica que emite por internet desde Beirut recibe cada día testimonios procedentes de países como Arabia Saudita, indicando la emoción de haber descubierto algo del cristianismo y el deseo de conocer más.

Los evangélicos son, en general, más temerarios y están más comprometidos en la misión audiovisual que nosotros, si bien la Iglesia católica empieza a darse cuenta de su importancia. El impacto puede ser considerable.

Es uno de los proyectos de desarrollo más importantes para Misión Ismeria en el futuro. Centrada en el acompañamiento de los conversos, la formación sobre el islam y el anuncio a los musulmanes, Misión Ismeria desea acelerar este movimiento de conversiones en Francia.


Musulmanes rezando en una calle de Francia.

El gran problema de los musulmanes que se quieren convertir en países cristianos es la fuerza de la familia y de la comunidad inmigrante. En la imagen, un rezo musulmán en una calle francesa.

El 10% de los bautizados adultos en la Iglesia católica en Francia son personas de origen musulmán: unos cientos de conversos al año. Estamos convencidos de que esta cifra podría multiplicarse fácilmente por diez, y por cien en unos años, si se pusiera en marcha una verdadera voluntad de evangelización para los musulmanes con los medios necesarios para acompañar este apostolado.

La importancia de las parroquias

Entonces, ¿qué lugar tienen las parroquias en este plan de acción? En realidad, todo conduce a ellas. Los conversos pueden haber cambiado gracias a las iniciativas misioneras de Misión Ismeria u otras, así que deben encontrar su lugar en una comunidad orante, posiblemente vinculada a una comunidad religiosa (abadía, monasterio); pero lo más frecuente es en el contexto de una parroquia.

Es aquí donde llevarán a cabo su catecumenado y entablarán una valiosa amistad con los parroquianos, cuya atención hacia estos nuevos hermanos deberá ser constante y duradera.

Aunque queden entre ellos de vez en cuando -es importante que no se sientan solos en lo que suele ser una prueba difícil, empezando por la ruptura con la familia-, su lugar es en la Iglesia en Francia, al igual que todos los bautizados.

Además, las parroquias son el lugar de reunión de las personas que ayudan a este apostolado, ya sea económicamente, ya sea a través del voluntariado o la oración, porque se trata de un reto espiritual.

Por último, las parroquias están llamadas a ser misioneras, también con los musulmanes. Esto puede parecer audaz, pero es más sencillo de lo que parece: los musulmanes respetan a los creyentes, y tal vez incluso sin saberlo, esperan nuestra palabra sobre Aquel que el Corán (4,171) llama la Palabra de Dios.

Fuente: Religión en Libertad

Traducido por Verbum Caro.

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