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domingo, 20 de agosto de 2017

¿Cómo actuamos nosotros?



¿CÓMO ACTUAMOS NOSOTROS?

Por José María Martín OSA

1. – Acogida y fe. La Palabra de Dios de este domingo tiene para nosotros una gran actualidad. Dos son las enseñanzas de este domingo: la necesidad de la acogida en nuestra comunidad cristiana y la importancia de la fe incondicional en Cristo Jesús. A la vuelta del destierro de Babilonia el profeta Isaías plantea la posibilidad de acoger a los extranjeros que han venido con los judíos exiliados. Según la legislación antigua plasmada en el Deuteronomio ni los extranjeros ni los eunucos podían pertenecer a la asamblea pueblo de Israel. Eran discriminados por su sangre o por su condición. El profeta se decanta claramente hacia la acogida si cumplen la condición de amar al Señor, servirle, guardar el sábado y perseverar en la alianza. En el fondo está diciendo que lo importante es la fe en Dios, no el origen ni la condición, ni la raza. Es la misma idea transmitida en el salmo 66: "que todos los pueblos te alaben". ¿Es así entre nosotros?, ¿somos de verdad acogedores con el que viene de fuera?, ¿tienen sitio en nuestra comunidad los marginados, los inmigrantes, los excluidos por la sociedad?

2. – Salvación ofrecida a todos. Pocas veces vemos a Jesús traspasar las fronteras de Galilea o de Judea. En esta ocasión se encuentra en Tiro y Sidón, ciudades costeras del mediterráneo al norte de Israel, en el actual Líbano. Sus habitantes son llamados "cananeos". El evangelista sitúa la acción después del duro ataque de Jesús a los letrados y fariseos. Estos habían cuestionado a Jesús por qué sus discípulos no se lavan las manos antes de comer. Jesús les llama hipócritas porque dicen que cumplen la ley, pero lo hacen sólo por el interés. No mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca. Jesús pone en evidencia la falsedad de decir que honran a su padre y a su madre porque ofrecen sus dones al templo, cuando su obligación sería sostener a su padre y a su madre. Muchos de sus preceptos son leyes humanas que no hay que absolutizar. Pero lo peor de todo es cuando se olvida el espíritu de la ley y se justifican actitudes antihumanas y anticristianas. Jesús sin duda escandalizó a los fariseos al poner en evidencia sus hipocresías, pues es lo que sale del corazón, las malas ideas, el deseo de apropiarse de los bienes ajenos, el odio, las rencillas, lo que mancha al hombre. Podemos interpretar que este viaje por Tiro y Sidón es un gesto significativo con el que Jesús trata de demostrar que la salvación no está restringida a ningún pueblo, ni ninguna raza. Es para todo aquél que acepta su Palabra.

3. - Es impresionante la actitud de la mujer cananea. Primero se puso a gritar pidiendo compasión para su hija que tiene un demonio muy malo. Confiesa su fe en Jesús al llamarle "Señor, Hijo de David". Jesús pone a prueba su fe cuando le dice que sólo le han enviado a las ovejas descarriadas de Israel. Pero ella se arrodilló delante de Jesús y de nuevo le pide: "Señor, socórreme". Nuevamente Jesús tantea su fe con unas palabras que nos parecen demasiado fuertes: "no está bien echar a los perros el pan de los hijos". Es un recurso que utiliza para que la mujer reafirme su fe, pues para Jesús todos somos hijos de Dios. Quiere demostrar que no hay diferencias entre unos hombres y otros, a pesar de que algunos crean que los gentiles son perros y no hijos. La mujer, como buena madre, sigue luchando por su hijo y, confiando plenamente en que Jesús puede curar a su hija, le dice que se conforma con las migajas. Ante esta confesión de fe, Jesús cura a su hija y destaca delante de todos, la gran fe de esta mujer. También los gentiles, como dice la Carta a los Romanos, alcanzan la misericordia. La adhesión a Jesús y el seguimiento de su Evangelio es lo que importa. Jesús acoge, no rechaza. ¿Cuál es nuestra actitud con los que no son de los nuestros? ¿No estaremos rechazando y condenando a los que no cumplen leyes que son preceptos humanos?

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