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lunes, 27 de abril de 2015

Un bar católico: «Quien tenga sed, venga a mí y beba»; buenos libros y fotos de santos en vez de TV En el Café con Dios no hay televisor -para facilitar el diálogo- pero sí hay libros y revistas

En la zona turística de Córdoba, Argentina, desde 2012

Un bar católico: «Quien tenga sed, venga a mí y beba»; buenos libros y fotos de santos  en vez de TV

Un bar católico: «Quien tenga sed, venga a mí y beba»; buenos libros y fotos de santos  en vez de TV
En el Café con Dios no hay televisor -para facilitar el diálogo- pero sí hay libros y revistas


«Quien tenga sed, venga a mí y beba», dice un letrero colocado en la barra del bar. Y muchos se acercan a tomar una copa de vino o una cerveza.

“Tráigame un ‘Pedro’ con ‘piedad’”, dice otro. Estas bebidas y bocadillos son ordenados diariamente por los clientes en un bar católico ubicado en pleno centro de la ciudad capital de Córdoba (Argentina). 

En el año 2012 se inauguró en Córdoba un bar católico llamado“Café con Dios”. El proyecto surgió el año anterior, cuando siete miembros de la Renovación Carismática Católica plantearon la creación del lugar en el centro de Córdoba. 

“Buscábamos formas de difundir el evangelio y el Espíritu Santo nos manifestó que una de ellas podría ser abrir un bar con temática católica, con libros para leer, escuchar música cristiana y donde se pueda charlar”, explicaAntonio Melone, fundador del bar.

El local del bar fue alquilado a los carismáticos por las hermanas del monasterio Santa Catarina de Siena.

Melone comentó que cuando les propusieron el proyecto ellas respondieron:“El local es suyo”. Once meses después, se inauguró con la aprobación del Arzobispo de Córdoba, Mons. Carlos Ñañez.


“Café con Dios”, está ubicado estratégicamente en la zona más concurrida del centro cordobés. Además, el municipio y la oficina de turismo de la ciudad promocionan el bar como parte de la ruta turística. Por ello, muchas personas ingresan al local para tomar un café, almorzar, beber, escuchar música y conversar.

“Nosotros teníamos la intención de colocar algunos elementos evangelizadores para dialogar con la cultura. A Café con Dios entra todo el mundo. Entran jóvenes, entran grandes, entran obispos, entra gente de pensamiento de izquierda y de derecha. Todo el mundo puede entrar.”, señaló Melone.


Dentro del bar hay elementos que definen la atmósfera católica. Hay un mural donde aparece una imagen del Espíritu Santo en el centro. Están algunos santos, el Papa Francisco y diversos personajes populares de la Iglesia.

El mural no es el único elemento católico del bar. En la carta de cafetería los nombres de las bebidas son de los apóstoles. Por ejemplo si el cliente pide un café con leche, lo pide como un“Santiago”; o si quiere un café, pide un“Pedro”. También los postres y emparedados llevan los nombres de los dones del espíritu santo. Por ejemplo, existe un pan en Córdoba al que le dicen“el criollo” y que en el bar se pide como“piedad”.

Sobre el consumo de bebidas alcohólicas, Antonio Melone indica que aunque no hay un límite establecido, el personal del bar siempre está atento para cualquier eventualidad.“Nosotros estamos vigilando constantemente a los clientes y cuidamos de que no haya excesos. Si hay problemas llamamos a la policía turística y ellos intervienen para sacar a la persona ebria”, explica.

También comentó que los locales argentinos tienen una ley sobre el “derecho de admisión”, razón por la cual aunque el bar está abierto a todo el mundo que sea mayor de edad, ante cualquier actitud violenta, los dueños del local tienen el derecho de no permitir la entrada a esas personas.

Por otro lado,“Café con Dios”, es un lugar que fomenta el diálogo y la unidad. No hay televisor en el local y, en su lugar, hay una biblioteca surtida de documentos eclesiales, biblias y libros alusivos al catolicismo. 

El bar, es también el punto de encuentro para las reuniones de coordinación de diversos movimientos y de encuentros de COMIPAZ (Comité Interreligioso por la paz). 


En el piso superior del bar hay una sala con una capacidad para 15 personas. Allí tienen todos los elementos necesarios para trabajar. Por ello, este bar también funciona como un lugar para el diálogo interreligioso.

Para Melone, uno de los momentos más emocionantes que vivió en el bar fue la elección del Papa Francisco.

“En Café con Dios colocamos una computadora para ver la fumata blanca y cuando salió Francisco fue algo increíble. La gente se abrazaba como en los mundiales de fútbol y lloraba. Incluso la gente que estaba en la calle entró al bar para ver que estaba pasando”, narra.

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