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domingo, 7 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 7 de septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 14,25-33):

 En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.

»Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»



«El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío»


Rev. D. Joaquim MESEGUER García

(Rubí, Barcelona, España)

Hoy, Jesús nos indica el lugar que debe ocupar el prójimo en nuestra jerarquía del amor y nos habla del seguimiento a su persona que debe caracterizar la vida cristiana, un itinerario que pasa por diversas etapas en el que acompañamos a Jesucristo con nuestra cruz: «Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío».

Cuando Jesús dice a sus discípulos: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío», ¿entra en conflicto con la Ley de Dios, que nos ordena honrar a nuestros padres y amar al prójimo? Naturalmente que no. Jesucristo dijo que Él no vino a derogar la Ley sino a llevarla a su plenitud; por eso Él da la interpretación justa. Al exigir un amor incondicional, propio de Dios, declara que Él es Dios, que debemos amarle sobre todas las cosas y que todo debemos ordenarlo en su amor. En el amor a Dios, que nos lleva a entregarnos confiadamente a Jesucristo, amaremos al prójimo con un amor sincero y justo. Dice san Agustín: «He aquí que te arrastra el afán por la verdad de Dios y de percibir su voluntad en las santas Escrituras».

La vida cristiana es un viaje continuo con Jesús. Hoy día, muchos se apuntan, teóricamente, a ser cristianos, pero de hecho no viajan con Jesús: se quedan en el punto de partida y no empiezan el camino, o abandonan pronto, o hacen otro viaje con otros compañeros. El equipaje para andar en esta vida con Jesús es la cruz, cada cual con la suya; pero, junto con la cuota de dolor que nos toca a los seguidores de Cristo, se incluye también el consuelo con el que Dios conforta a sus testigos en cualquier clase de prueba. Dios es nuestra esperanza y en Él está la fuente de vida.

Pablo García y Carla Restoy, dos influencers católicos, sobre evangelizar en redes, en Supergesto


 Pablo García y Carla Restoy, dos influencers católicos, sobre evangelizar en redes, en Supergesto

Influencers católicos y gente que sabe de misiones hablan sobre evangelizar en Supergesto

El influencer y modelo Pablo García (@pablogarna) y la influencer y conversa Carla Restoy (@carlarestoy) han acudido a la tertulia-video de Supergesto, junto con un joven que ha realizado experiencias misioneras en diversos países, para reflexionar sobre las formas de vivir y compartir la fe, a veces con personas que están muy alejadas de ella.

¿Es fácil evangelizar hoy? “Va en función de lo que tengas dentro”, comenta Pablo García (@pablogarna). “En la medida en la que tú seas consciente del regalo que tienes, te será más fácil compartirlo”.

Este joven granadino afirma que en su caso, no evita hablar de la fe con sus amigos, es más, saca el tema cuando puede, ya que está seguro de que todos, aunque no lo muestren públicamente, sienten en su corazón que hay "algo más".

Carla Restoy (@carlarestoy), por su experiencia como conversa, indica que cuando se tienen prejuicios sobre la Iglesia es más difícil escuchar el Evangelio.

“Cuando descubres lo que realmente es el cristianismo y Cristo, es un shock”, afirma por experiencia propia. Pero como en la sociedad española cada vez se sabe menos de la Iglesia, también hay menos prejuicios. Defiende que todos somos conscientes de que algo va mal en nosotros, que necesitamos ser sanados. Y ante esto, el testimonio de los cristianos puede encender una llama.

Las redes sociales tienen la ventaja de que permiten presentar el propio testimonio de fe sin ser invasivo, ya que las personas pueden escuchar o leer el testimonio, o no hacerlo, según su libre voluntad.

Habla también Toni Miró, un joven de Mallorca que ha realizado experiencias misioneras en Ruanda, Perú, Chile, Camerún, Marruecos y Burundi, y ha conocido a las comunidades cristianas vivas que hay allí.

En esos países, dice, "el ateísmo es algo que no entra en la cabeza". “Allí viven en una comunidad grande, lo que facilita mucho vivir la fe”. Sin embargo, este joven que trabaja en la delegación de misiones de Mallorca, explica que los desafíos son tremendos.

“A los misioneros se les hacen complicadas algunas situaciones, porque hablamos de personas que vienen de realidades culturales muy diferentes”. Toni comparte una anécdota que le impresionó en Burundi, donde una persona le pidió al misionero que le quitara el mal de ojo.

Supergesto, ahora plataforma online

Obras Misionales Pontificias lanzó en septiembre una plataforma 100% virtual para jóvenes, heredera de su tradicional revista juvenil Supergesto. Cada quince días publica una tertulia para jóvenes, en las que un grupo de influencers católicos y jóvenes que han realizado experiencia misioneras dialogan sobre temas actuales de la misión.

Estas tertulias están moderadas por José María Calderón, director nacional de OMP. A estas tertulias quincenales se añaden firmas invitadas, pautas de meditación, o consultorios en directo en Twitch.

El padre Calderón, de obras misionales, con 3 jóvenes españoles que hablan sobre como compartir la fe hoy, especialmente entre personas jóvenes (25 min.)

Fuente Religión en libertad

sábado, 6 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 6 de septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 6,1-5):

 Sucedió que Jesús cruzaba en sábado por unos sembrados; sus discípulos arrancaban y comían espigas desgranándolas con las manos. Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis lo que no es lícito en sábado?». Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, cómo entró en la Casa de Dios, y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?». Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor del sábado».



«El Hijo del hombre es señor del sábado»


Fr. Austin Chukwuemeka IHEKWEME

(Ikenanzizi, Nigeria)

Hoy, ante la acusación de los fariseos, Jesús explica el sentido correcto del descanso sabático, invocando un ejemplo del Antiguo Testamento (cf. Dt 23,26): «¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, (...), y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?» (Lc 6,3-4).

La conducta de David anticipó la doctrina que Cristo enseña en este pasaje. Ya en el Antiguo Testamento, Dios había establecido un orden en los preceptos de la Ley, de modo que los de menor rango ceden ante los principales.

A la luz de esto, se explica que un precepto ceremonial (como el que comentamos) cediese ante un precepto de ley natural. Igualmente, el precepto del sábado no está por encima de las necesidades elementales de subsistencia.

En este pasaje, Cristo enseña cuál era el sentido de la institución divina del sábado: Dios lo había instituido en bien del hombre, para que pudiera descansar y dedicarse con paz y alegría al culto divino. La interpretación de los fariseos había convertido este día en ocasión de angustia y preocupación a causa de la multitud de prescripciones y prohibiciones.

El sábado había sido hecho no sólo para que el hombre descansara, sino también para que diera gloria a Dios: éste es el auténtico sentido de la expresión «el sábado fue hecho para el hombre» (Mc 2,27).

Además, al declararse “señor del sábado” (cf. Lc 6,5), manifiesta abiertamente que Él es el mismo Dios que dio el precepto al pueblo de Israel, afirmando así su divinidad y su poder universal. Por esta razón, puede establecer otras leyes, igual que Yahvé en el Antiguo Testamento. Jesús bien puede llamarse “señor del sábado”, porque es Dios.

Pidámosle ayuda a la Virgen para creer y entender que el sábado pertenece a Dios y es un modo —adaptado a la naturaleza humana— de rendir gloria y honor al Todopoderoso. Como ha escrito San Juan Pablo II, «el descanso es una cosa “sagrada”» y ocasión para «tomar conciencia de que todo es obra de Dios».


El «influencer» Pablo García, con 642.000 seguidores, anuncia en Instagram que entra en el seminario

 


El «influencer» Pablo García, con 642.000 seguidores, anuncia en Instagram que entra en el seminario

El 'reel' de Pablo García Navarro anuncia el cierre de una etapa feliz para abrir la que anhela de verdad en su corazón.

Pablo García Navarro (@pablogarna) nació en Granada en 1990 (tiene 35 años) y suma 642.000 seguidores en Instagram, la red donde ha anunciado este domingo que cerrará su cuenta porque próximamente entrará en el seminario.

Iniciativas sociales

Pablo, que siempre ha manifestado su fe católica, es modelo y empresario y junto con otros amigos puso en marcha en 2021 Un mismo equipo, una iniciativa que, como él mismo explica, busca "dar visibilidad o ser el altavoz de las personas que se han quedado en la calle o que ahora mismo viven una situación complicada", y a quienes ayudan buscándoles un trabajo.

Influencers católicos y gente que sabe de misiones hablan sobre evangelizar en Supergesto

Pablo García y Carla Restoy, dos influencers católicos, sobre evangelizar en redes, en Supergesto

Su propia presencia en Instagram, donde da cuenta de sus viajes a países o regiones pobres, es una permanente invitación a agradecer lo que se tiene y a acordarse de quienes tienen menos o no tienen nada.

Uno de sus recientes "regalos" a sus seguidores para "guardar en el corazón" fue una sucesión de imágenes de Filipinas "para esos días en los que nos quejamos por inercia, por tonterías; para esos días en los que nos enfadamos porque el agua de la ducha no sale todo lo caliente que queremos; o esos días en los que tenemos la poca vergüenza de abrir el armario y decir 'No tengo qué ponerme'... Para esos (casi) todos los días en los que la queja se impone al agradecimiento, éste es mi regalo", dice antes de ofrecer la realidad cotidiana de los desfavorecidos del país asiático, entre ellos niños.

Los tertulianos de Supergesto hablan de sus experiencias en las Jornadas Mundiales de la Juventud

Pati.te, Pablo García y la misionera Marta Esteban cuentan sus experiencias en las JMJ

Pablo es "una persona que a diario da ejemplo sobre cómo ser tu mejor versión, sobre cómo puedes trabajar cada día en tí mismo, en tu alma, en tu corazón... Es una persona generosa a más no poder, un tío espectacular. Es un amigo mío adorable, que le quiero con locura", afirmó la cantante Sofía Ellar, tras aparecer con él en una performance donde el joven hizo por primera vez de actor, como si fuese su acompañante.

"Vivir la vida que Dios pensó para mí"

Esa entrega al servicio de los demás, desde que en su primera juventud se iniciase como monitor de campamento, es una de las razones que ha aducido Pablo al anunciar este nuevo paso en su vida.

Sentado en una silla ante el mar, anuncia que graba el vídeo para despedirse de Instagram "con todo lo que eso conlleva". Ha "aprendido muchísimo" y ha "disfrutado" en la etapa que hoy concluye para abrir "otro capítulo muy ilusionante" que será "de no estar en el foco, de silencio, de oración": "En unas semanas voy a entrar al seminario", anuncia, "y si Dios quiere en unos años seré sacerdote".

No ha sido una decisión sencilla pero está tranquilo, feliz y en paz, confiesa, aunque teme que muchas personas no lo entiendan porque tiene todo lo que quiere el mundo, desde el dinero a un trabajo que le encanta y muchos ansían: "Pero ¿de qué me sirve todo eso si en el fondo de mi corazón hay otra cosa? Lo que yo tengo en el corazón es una vida de entrega completa al servicio de los demás, una entrega con un nombre: el sacerdocio".

Su decisión, que no ha sido repentina, "se basa en una certeza, y es que el que apuesta por el Señor no se equivoca": "Para mí el éxito en la vida no es Instagram, no es tener dinero, no es que te reconozcan por la calle. El verdadero éxito es vivir la vida que Dios pensó para mí". 

Lo que emprende ahora "responde a un deseo insaciable que tengo en el corazón de querer al Señor, y donde esté eso, que se quite todo lo demás. Lo único que quiero en esta vida es ser santo; todo lo demás va detrás y me sobra".

A continuación incluimos el reel de Instagram con la despedida de Pablo y la descripción que la acompaña, que amplía algunos puntos de sus palabras:

Descripción que acompaña a su despedida

"Hazle caso a lo que te diga el corazón". Es una frase que hoy en día escuchamos mucho y que, si no se confunde con las ganas o con un sentimentalismo inmaduro, supone una verdad como un templo. Para mí ese es el verdadero éxito en la vida: hacer y vivir la vida que un día Dios pensó para mí; hacerle caso a su voz en mi corazón más profundo.

Han sido casi cuatro años maravillosos en los que desde el primer día soñé con llevar el amor de Dios a través de esta pantalla. He tenido momentos buenos y momentos de bajona. He podido viajar y conocer mundo; vivir cosas que en mi vida me habría imaginado, teniendo la oportunidad de compartirlas con mi familia y amigos. He sido (y sigo siendo) muy feliz.

Pero sin duda el mayor regalo que me llevo de esta cuenta son los milagros, continuos, de personas contándome y abriéndome su corazón. Acercamientos a la fe, inquietudes y, por supuesto, desahogos. Ese ha sido mi mayor regalo. Qué pena que no haya podido atender como me habría gustado, cada mensaje y a cada persona.

Soy consciente de que es una decisión que seguramente “el mundo” no entiende: una vida cómoda, una estabilidad, ciertos lujos y “pocas preocupaciones”, pero repito: ¿de qué me sirve todo eso si mi corazón anhela y me grita otra vida? Yo me niego a conformarme.

No sé si volveré en unos meses por aquí. Ya se verá. Por lo pronto, este mes de septiembre seguiré subiendo cosas con normalidad y te seguiré compartiendo mi vida, preguntas que puedan surgir a raíz de este vídeo, comentatas con mi madre y lo que vaya surgiendo. También tengo compromisos con marcas que tengo que respetar y que quiero hacer bien, como he procurado hasta hoy.

Lo que te pido es que si quieres, que reces por mí. Para que no me guarde nada. Para que mi entrega sea entera, aunque no vea resultados ni frutos. Para que, también en los momentos malos, me repita una y otra vez: solo Dios basta.

¡Gracias por todo! Te rezo.

Fuente Religión en Libertad

viernes, 5 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 5 de septiembre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 5,33-39):

 En aquel tiempo, los fariseos y los maestros de la Ley dijeron a Jesús: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben». Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán en aquellos días».

Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo, desgarraría el nuevo, y al viejo no le iría el remiendo del nuevo. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino se derramaría, y los pellejos se echarían a perder; sino que el vino nuevo debe echarse en pellejos nuevos. Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice: ‘El añejo es el bueno’».



«¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?»


Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal

(Barcelona, España)

Hoy, en nuestra reflexión sobre el Evangelio, vemos la trampa que hacen los fariseos y los maestros de la Ley, cuando tergiversan una cuestión importante: sencillamente, ellos contraponen el ayunar y rezar de los discípulos de Juan y de los fariseos al comer y beber de los discípulos de Jesús.

Jesucristo nos dice que en la vida hay un tiempo para ayunar y rezar, y que hay un tiempo de comer y beber. Eso es: la misma persona que reza y ayuna es la que come y bebe. Lo vemos en la vida cotidiana: contemplamos la alegría sencilla de una familia, quizá de nuestra propia familia. Y vemos que, en otro momento, la tribulación visita aquella familia. Los sujetos son los mismos, pero cada cosa a su tiempo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Días vendrán...» (Lc 5,34).

Todo tiene su momento; bajo el cielo hay un tiempo para cada cosa: «Un tiempo de rasgar y un tiempo de coser» (Qo 3,7). Estas palabras dichas por un sabio del Antiguo Testamento, no precisamente de los más optimistas, casi coinciden con la sencilla parábola del vestido remendado. Y seguramente coinciden de alguna manera con nuestra propia experiencia. La equivocación es que en el tiempo de coser, rasguemos; y que durante el tiempo de rasgar, cosamos. Es entonces cuando nada sale bien.

Nosotros sabemos que como Jesucristo, por la pasión y muerte, llegaremos a la gloria de la Resurrección, y todo otro camino no es el camino de Dios. Precisamente, Simón Pedro es amonestado cuando quiere alejar al Señor del único camino: «¡Tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!» (Mt 16,23). Si podemos gozar de unos momentos de paz y de alegría, aprovechémoslos. Seguramente ya nos vendrán momentos de duro ayuno. La única diferencia es que, afortunadamente, siempre tendremos al novio con nosotros. Y es esto lo que no sabían los fariseos y, quizá por eso, en el Evangelio casi siempre se nos presentan como personas malhumoradas. Admirando la suave ironía del Señor que se trasluce en el Evangelio de hoy, sobre todo, procuremos no ser personas malhumoradas.


El famosísimo padre Schmitz alerta a los 'influencers' católicos: «Esto debe ser solo para el Señor»

 


El famosísimo padre Schmitz alerta a los 'influencers' católicos: «Esto debe ser solo para el Señor»

El padre Mike Schmitz es capellán de la Universidad de Minnesota, Duluth (EE.UU).

THE PILLAR

Mike Schmitz es desde hace más de dos décadas capellán en la Universidad de Minnesota-Duluth (EE.UU). Allí predica, administra los sacramentos y convive con los estudiantes. El portal The Pillar cuenta la historia de este "influencer de Dios".

Un día, los estudiantes le pidieron a Mike que comenzara a grabar sus homilías. Él dijo que sí. En 2015, fue Ascension Press la que le preguntó si estaría dispuesto a grabar breves charlas respondiendo a algunas de las preguntas católicas más habituales. Una vez más, Schmitz dijo que sí.

Como una estrella del pop

Desde entonces, sus vídeos han logrado miles de visualizaciones y Schmitz se ha convertido en un nombre archiconocido en el ámbito de la evangelización digital. Su vídeo más visto tiene 3,4 millones de visitas.

De hecho, su podcast "La Biblia en un Año" llegó al número 1 en Estados Unidos en Apple Podcasts tras su lanzamiento. Cuatro años después, se mantiene como el podcast número 2 en la categoría de Religión y Espiritualidad.

A día de hoy, cuando Mike acude a dar una conferencia, lo acompaña un equipo de seguridad. La gente se arremolina a su alrededor, pidiéndole fotos y autógrafos. Si hay "celebridades católicas", Schmitz es una de ellas.



Su vídeo más visto tiene 3,4 millones de visitas.ascension press

Sin embargo, el sacerdote sabe bien que ese tipo de vidas tiene sus inconvenientes. Padres en puestos similares han tenido grandes caídas. Y Schmitz dice ser muy consciente de las tentaciones que esta profesión puede presentar.

"Nunca me ha gustado la idea de buscar la fama... Simplemente he respondido con un 'sí' cuando alguien me ha pedido hacer algo, como grabar homilías. Eso me ha dado cierta libertad para saber que solo hago algo porque me lo han pedido", asegura.

"Cuando me pidan que deje de hacer videos —y sucederá en algún momento— tendré que ser capaz de soltarlo, y soltarlo va a ser un gran desafío. Si no puedo soltarlo, entonces no debería haberlo hecho desde el principio", añade.

"La verdad es que no soy tan importante. A veces pensamos que la grandeza reside en ser reconocido por mucha gente. No es así. La grandeza reside en que las personas que conoces sepan que te importan", comenta.

"Cuando me tienen que acompañar en los eventos [por la multitud], me siento muy incómodo. No es lo que más me gusta. Prefiero pasar por un pasillo escondido que tener que pasar corriendo entre todos", reconoce Mike.

"A veces, me siento muy incómodo al entrar en una sala llena de sacerdotes. Puede ser un poco difícil para mí, ya que muchos saben mi nombre o han visto mis vídeos. Pero lo que quiero que sepan es que solo soy un sacerdote. Eso es todo, literalmente".

En este mundo de la fama, la humildad es el gran antídoto. "La manera en que intento practicar la humildad es sabiendo que debo llevar al Señor gracias a la confesión. Conozco mi fragilidad. Soy muy consciente de lo que la gente no ve. Conozco mi propio corazón. Sé cuánto no amo. Sé cuántas gracias necesito que el Señor me siga dando".

De hecho, Mike procura, antes de publicar cualquier cosa, hacerse este planteamiento personal: "Siempre me digo a mí mismo: si esto no va a ayudar a alguien, si sólo alimentará mi ego, entonces no quiero ser parte de eso".

"Si no creo tener la capacidad de aportar algo valioso, no diré nada. Parte de la tentación de las figuras católicas es que se obsesionan con tener que comentarlo todo: 'Tengo que publicar sobre esto. Solo tengo que añadir más ruido'".

Sobre si es peligroso para los católicos dejarse llevar por la fama, Mike comenta: "Piensen en el obispo Robert Barron; diría que ha influido en mucha gente para que conozca al Señor y a la Iglesia. No es tanto una celebridad, sino alguien que realmente ha ayudado a la gente a acercarse a la fe. Piensen en Matt Fradd, Lila Rose, Trent Horn. Los veo a todos menos como celebridades y más como personas que realmente me han ayudado".

"Mientras estos sean los casos y estas personas sigan aportando luz y algo valioso, será algo grandioso y la gente podrá recurrir a ellos como maestros". 

Mike es una persona muy conocida, y su familia bien lo sabe. "En cuanto a mi familia, hace años recuerdo que pensaba que no quería que ninguno de mis sobrinos dijera jamás: 'Mi tío es el padre Mike Schmitz pero nunca tuvo un impacto significativo en mi vida espiritual'. No quiero ayudar a tanta gente y no poder estar presente para mis propios sobrinos".

Y hasta para su propio obispo es una celebridad. "Cuando estaba grabando El Catecismo en el Año, él me dijo: 'Oye, estoy escuchando el Catecismo contigo'. Yo pensé: 'Oh, no, mi obispo está escuchando esto, espero estar diciendo todo bien'". 

El 'reel' de Pablo García Navarro anuncia el cierre de una etapa feliz para abrir la que anhela de verdad en su corazón.

El «influencer» Pablo García, con 642.000 seguidores, anuncia en Instagram que entra en el seminario

"Luego preguntó: '¿Cómo sabes todo eso?'. Le dije: 'Bueno, usted sabe que hay chicos en nuestra diócesis que son mucho más inteligentes que yo'. Y me dijo algo que me conmovió: 'Hay otras personas muy inteligentes, pero tú tienes la capacidad de ayudarnos a entenderlo, y eso es un don'".

La gente también le pregunta cómo puede seguir sus pasos. "Ahora mismo, cualquiera puede hacerlo. Solo tienes que coger una cámara, un micrófono y empezar, lo cual es genial. Mi esperanza es que estas personas tengan siempre la misma motivación: acercar a otros a Jesucristo. Que esto sea solo para el Señor", concluye.

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 4 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 4 septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 5,1-11):

 En aquel tiempo, estaba Jesús a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar». Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes». Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres». Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.



«Boga mar adentro»


Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez

(Ripollet, Barcelona, España)

Hoy día todavía nos resulta sorprendente comprobar cómo aquellos pescadores fueron capaces de dejar su trabajo, sus familias, y seguir a Jesús («Dejándolo todo, le siguieron»: Lc 5,11), precisamente cuando Éste se manifiesta ante ellos como un colaborador excepcional para el negocio que les proporciona el sustento. Si Jesús de Nazaret nos hiciera la propuesta a nosotros, en nuestro siglo XXI..., ¿tendríamos el coraje de aquellos hombres?; ¿seríamos capaces de intuir cuál es la verdadera ganancia?.

Los cristianos creemos que Cristo es eterno presente; por lo tanto, ese Cristo que está resucitado nos pide, no ya a Pedro, a Juan o a Santiago, sino a Jorge, a José Manuel, a Paula, a todos y cada uno de quienes le confesamos como el Señor, repito, nos pide desde el texto de Lucas que le acojamos en la barca de nuestra vida, porque quiere descansar junto a nosotros; nos pide que le dejemos servirse de nosotros, que le permitamos mostrar hacia dónde orientar nuestra existencia para ser fecundos en medio de una sociedad cada vez más alejada y necesitada de la Buena Nueva. La propuesta es atrayente, sólo nos hace falta saber y querer despojarnos de nuestros miedos, de nuestros “qué dirán” y poner rumbo a aguas más profundas, o lo que es lo mismo, a horizontes más lejanos de aquellos que constriñen nuestra mediocre cotidianeidad de zozobras y desánimos. «Quien tropieza en el camino, por poco que avance, algo se acerca al término; quien corre fuera de él, cuanto más corra más se aleja del término» (Santo Tomás de Aquino).

«Duc in altum»; «Boga mar adentro» (Lc 5,4): ¡no nos quedemos en las costas de un mundo que vive mirándose el ombligo! Nuestra navegación por los mares de la vida nos ha de conducir hasta atracar en la tierra prometida, fin de nuestra singladura en ese Cielo esperado, que es regalo del Padre, pero indivisiblemente, también trabajo del hombre —tuyo, mío— al servicio de los demás en la barca de la Iglesia. Cristo conoce bien los caladeros, de nosotros depende: o en el puerto de nuestro egoísmo, o hacia sus horizontes.

Lola, influencer con parálisis cerebral: «Soy afortunada: Dios me ayuda y ha puesto esto para algo»

 


Lola, influencer con parálisis cerebral: «Soy afortunada: Dios me ayuda y ha puesto esto para algo»

Lola González-Pinto.

Con poco más de 20 años, Lola González-Pinto es una recién graduada en Derecho y además una conferenciante e influencer que habla cada día a miles de personas en redes. La clave de su mensaje, preguntarse el “para qué”, en lugar del “por qué”, es lo que la ha llevado a pronunciar charlas, acudir a medios y convertirse en "creadora de contenido" en su cuenta @desdemisilaa: el “para qué” de su enfermedad, una parálisis cerebral que no ha impedido la autonomía y éxito de la joven, pero tampoco el vivir con perseverancia la fe, agradecida a Dios y convencida de que “si me ha puesto esto a mí, es porque quiere de mí algo que no quiere de los demás”.

La última de sus intervenciones fue en La Linterna de la Iglesia (COPE), donde abordó su forma de normalizar la vida en silla de ruedas a causa de una parálisis que afecta a sus dos piernas y el brazo derecho.

En otras ocasiones remontó el origen de su enfermedad a su nacimiento prematuro dos meses y medio antes de lo previsto.

“Desde muy pequeña lo he normalizado muchísimo”, declaró en una de las ediciones de CEU Talks. “Cuando era pequeña tenía más momentos de preguntarme por qué me ha pasado esto. Pero pasa el tiempo y al final asimilas y entiendes que, si esto es lo que te ha tocado vivir, lo tienes que hacer con la mejor de las sonrisas. Una vez lo entiendes, es mucho más fácil”, remarca.


A los ocho años comenzó su formación en un colegio ordinario de chicas, lo que agradece a su familia como “una de las mejores decisiones que han tomado” en su vida.

"Gracias por hacerme tan feliz"

Comenzó entonces para ella algo tan nuevo como para sus compañeras en el colegio de Fomento Torrevelo – Peñalabra, al que acude tiempo después de haberse graduado para compartir su experiencia con las alumnas.

“Llegué y todo era a ver quién me cogía la silla primero, la comida, quien me ayudaba air al baño… Hacían cola en clase para ver quién me ayudaba. Todo era normal, me apuntaba a todos los planes, convivencias y viajes”, recuerda con emoción.

En una de las publicaciones de su cuenta de Instagram, acompaña una imagen de graduación con un texto que recuerda su primer día de clase.

“Se formó barullo de la profesora para ver a qué dos niñas les tocaba ayudarme durante ese día.

Para ellas no era fácil, pues como para mi, todo era nuevo pero siempre había alguna dispuesta a ayudarme incluso estando en la otra punta de la clase.

Éramos pequeñas y la inconsciencia y las ganas de reír y pasárnoslo bien por los pasillos eran tan grandes que algunos días terminaban en pequeño accidente como la rotura de mis paletos tan recordada por todo el colegio”, relata.

Entre otras imágenes, rememora las carreras con su andador, accidentes y otros momentos que reflejan la cotidianidad con la que vive su dolencia.

“En el cole he sido feliz, muy feliz y en gran parte gracias a mi clase en la que siempre reinaba el caos y el desorden pero que te reías incluso el lunes más triste y gris del año. Gracias, gracias y gracias a cada una de vosotras por hacerme tan feliz y dedicar un minuto de vuestro tiempo a ayudarme. Una parte muy importante también de mi paso por el colegio son las profesoras siempre dispuesta a ayudarme y ponerme todas las facilidades posibles”, escribió la joven agradecida a compañeras y maestras.

"No cambiaría mi vida, estoy agradecida de verdad"

Tanto en La Linterna de la Iglesia como en CEU Talks, la joven aseguró que no cambiaría su vida por la de una persona que pudiese andar con normalidad.

"No sería yo", dice, reconociendo que su enfermedad le ha enseñado "más cosas positivas que negativas". De hecho, admite con sinceridad sentirse “una afortunada”: “Puedo estudiar, puedo hacer aparentemente una vida normal. Gracias a Dios mi discapacidad no me afectó a la cabeza y puedo hacerlo todo”.



Tanto es así que incluso también publicó en su cuenta los motivos por los que afirma sentirse “agradecida de verdad”.

“Gracias a mi discapacidad por enseñarme a vivir; A vivir fuerte A vivir valiente A vivir sin miedo, A vivir sonriendo, A vivir agradecida, A vivir esforzándome, A vivir valorando, A vivir siendo distinta, A vivir siendo capaz”.

La realidad, como la vive y sin filtros: "No es fácil"

Aunque busca vivir con normalidad su situación y transmitirlo a sus seguidores, admite que la vida e historia que muestra en Instagram no es un escaparate idealizado y al margen de la realidad. No son pocas las publicaciones en las que admite que su vida y situación “no es fácil”.

En una de ellas, escribió: “Aunque siempre intenté mostrar mi mejor cara, estar en una silla es algo duro. Es duro el tener que renunciar a algunas cosas, es duro el que las cosas te cuesten el triple que a los demás, es duro el tener que ir a rehabilitación todas las semanas sabiendo que, aun así, hay muchas situaciones en las que vas a tener que depender de alguien para que te ayude”.

Cuenta que en sus días “de bajón”, que existen, suele terminar preguntándose “para qué me han puesto este camino en la vida antes que el por qué”. Sin embargo, su fe y optimismo le hacen ser “siempre muy consciente de que esta es la realidad que me ha tocado vivir y que, como tal, debo hacerlo con la mejor de mis sonrisas. Porque como siempre digo, siempre hay alguien al lado que está mucho peor que yo, recordándome la suerte que tengo por la gente que tengo a mi lado y lo tremendamente feliz que soy”.


"Si Dios ha puesto esto en mi vida es por algo"

Preguntada por el papel de la fe en su forma de ver el dolor y la enfermedad, la joven no oculta su convicción de que “si Dios ha puesto esto en mi camino y en mi vida, es por algo y para algo, para contar mi vida y mi historia, porque quiere algo especial”.

Precisamente eso es lo que Lola hace cada día a través de su cuenta de Instagram, transmitiendo a miles de seguidores no solo su día a día, sino también su cosmovisión orientada a animar a quienes sufren como ella y a ayudarles a normalizar una vida marcada por la discapacidad.

A todos ellos les recomienda buscar la forma de hacer vida normal, moverse y hacer todo lo que pueda. “Esa ha sido una de las claves para que yo me tome la vida como me la tomo”, explica hablando de cómo sus padres la ayudaron a enfrentar su discapacidad desde el primer momento.

Por eso también recomienda a las familias que ayuden a sus hijos a moverse y a saber que “se puede ser igual de feliz, o incluso más, que alguien que ande”.

Una vez concluida la carrera de Derecho, González Pinto continúa con su cuenta de Instagram, le gustaría opositar y ser funcionaria, lo que quiere compaginar con otro de sus grandes sueños, "montar una asociación para todo ese toda esa gente como yo que no ha tenido la suerte de poder tratarse como yo".

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 3 de septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 4,38-44):

 En aquel tiempo, saliendo de la sinagoga, Jesús entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre, y le rogaron por ella. Inclinándose sobre ella, conminó a la fiebre, y la fiebre la dejó; ella, levantándose al punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo Él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. Salían también demonios de muchos, gritando y diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero Él, conminaba y no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo.

Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario. La gente le andaba buscando y, llegando donde Él, trataban de retenerle para que no les dejara. Pero Él les dijo: «También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado». E iba predicando por las sinagogas de Judea.

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«Poniendo Él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. Salían también demonios de muchos, gritando»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy nos encontramos ante un claro contraste: la gente que busca a Jesús y Él que cura toda “enfermedad” (comenzando por la suegra de Simón Pedro); a la vez, «salían también demonios de muchos, gritando» (Lc 4,41). Es decir: bien y paz, por un lado; mal y desesperación, por otro.

No es la primera ocasión que aparece el diablo “saliendo”, es decir, huyendo de la presencia de Dios entre gritos y exclamaciones. Recordemos también el endemoniado de Gerasa (cf. Lc 8,26-39). Sorprende que el propio diablo “reconozca” a Jesús y que, como en el caso del de Gerasa, es él mismo quien sale al encuentro de Jesús (eso sí, muy rabioso y molesto porque la presencia de Dios perturbaba su vergonzosa tranquilidad).

¡Tantas veces también nosotros pensamos que encontrarnos con Jesús es un estorbo! Nos estorba tener que ir a Misa el domingo; nos inquieta pensar que hace mucho que no dedicamos un tiempo a la oración; nos avergonzamos de nuestros errores, en lugar de ir al Médico de nuestra alma a pedirle sencillamente perdón... ¡Pensemos si no es el Señor quien tiene que venir a encontrarnos, pues nosotros nos hacemos rogar para dejar nuestra pequeña “cueva” y salir al encuentro de quien es el Pastor de nuestras vidas! A esto se le llama, sencillamente, tibieza.

Hay un diagnóstico para esto: atonía, falta de tensión en el alma, angustia, curiosidad desordenada, hiperactividad, pereza espiritual con las cosas de la fe, pusilanimidad, ganas de estar solo con uno mismo... Y hay también un antídoto: dejar de mirarse a uno mismo y ponerse manos a la obra. Hacer el pequeño compromiso de dedicar un rato cada día a mirar y a escuchar a Jesús (lo que se entiende por oración): Jesús lo hacía, ya que «al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario» (Lc 4,42). Hacer el pequeño compromiso de vencer el egoísmo en una pequeña cosa cada día por el bien de los otros (a eso se le llama amar). Hacer el pequeño-gran compromiso de vivir cada día en coherencia con nuestra vida cristiana.


Gema Martín, de Got Talent a los Catholic Music Awards: «Cantar a Dios es mi forma de poder tocarle»

 


Gema Martín, de Got Talent a los Catholic Music Awards: «Cantar a Dios es mi forma de poder tocarle»

Gema Martín tiene 27 años, se casó hace dos, espera un hijo y es de Madrid. De familia numerosa, 5 hermanos (contando con ella), estudió Diseño y posteriormente se convirtió en programadora web. "Llevo tres años formándome en canto profesional, pero siempre me gustó cantar, desde niña", reconoce a ReligiónEnLibertad. 

Con su exitoso tema Al pie de la cruz –que conmovió a todos en el programa Got Talent España– fue nominada el pasado mes de julio en la primera edición de los Catholic Music Awards, concretamente a "Mejor Canción de Evangelización" y "Mejor Canción en Español".

En una capilla... en soledad

Una canción, Al pie de la cruz, compuesta con apenas 19 años, durante una misión en Perú, en medio de una experiencia espiritual y personal muy intensa. "Era la primera vez que estaba tan lejos de casa y de mi familia. Mi abuela acababa de fallecer y fue muy duro para mí. La canción surgió en un momento de oración en soledad, en una capilla. Sólo estábamos Jesús, mi guitarra y yo. Fue un regalo que Él me quiso dar para consolarme", cuenta a ReL.


Puedes escuchar aquí su éxito 'Al pie de la cruz'.

Sin embargo, su primer gran encuentro con Dios tuvo lugar en un Camino de Santiago, "al que fue a ligar".  "Siempre digo que fui a buscar novio y me encontré con Dios. Pero, una vez pasó, mi objetivo principal perdió toda la importancia. Yo no sabía que una persona podía encontrarse con Dios", cuenta. 

"Había leído y escuchado vidas de santos que habían tenido su encuentro místico con Él, pero me parecía que era algo reservado para las personas que llegaban a ese nivel, que Dios no se presentaba a cualquiera. El hecho de tener la suerte de poder vivir esa presencia de Dios tan cercana cambió mi forma de ver el mundo y, sobre todo, de verme a mí misma y a los demás". 

"Supe que Dios me amaba con todo lo que yo era: con mis fallos y mis debilidades. Cuando conoces ese amor tan único, que no puede darte el mundo, solamente te sale querer compartirlo", asegura.

Tras este encuentro tan crucial, Gema estuvo cinco años viviendo su fe en el movimiento de Cursillos de Cristiandad. "Del cual me enamoré porque está lleno de gente que no siempre tuvo a Dios en su vida. Escuchar a esas personas era algo emotivo y enriquecedor. Ver cómo Dios transforma los corazones", reconoce.

Un regalo, el de la fe, que ahora no quiere dejar de compartir a través de la música. "Para mí Dios es el camino hacia el amor y la felicidad plena, y mirarle implica acercarse a ello. La fe es un regalo que misteriosamente Dios decide dar a las personas. Debe acogerse, no se impone". 

"Es un regalo que no todo el mundo tiene y, por ello, es deber de aquellos a quienes se nos ha dado compartirla con quienes no la viven. No es un mérito tenerla, es una gracia enorme y nada merecida. Es aquello que te ayuda a vivir en paralelo con el mundo, mirando siempre hacia el cielo. No te hace mejor persona, pero te cambia la perspectiva de las cosas".


Lo que le dijo Tamara Falcó

Gema quiere, además, que su música mueva a la gente. "Que no deje indiferente. Que ayude a pensar, que emocione, que ayude a rezar o incluso a divertirse y disfrutar. Canto lo que siento y lo que vivo. Con las próximas canciones que quiero lanzar, me gustaría ayudar a muchos jóvenes a superar ciertas situaciones difíciles de la vida a las que yo también he tenido que enfrentarme hace poco".

Sobre su participación en Got Talent España, Gema cuenta lo bueno que se llevó para casa. "Mi mayor aprendizaje me enseñó que los planes de Dios no siempre son los tuyos, pero son mejores. Yo no tenía pensado participar y menos aún había valorado, siquiera, el hecho de compartir mi canción (porque para mí era una oración). Pero Dios se sirvió de varias personas que me abrieron el camino". 

"Tamara Falcó me dijo que había tenido su conversión a través de la cruz y que, por eso, le había resultado muy emotiva la canción. Tanto Flo, como Paula me dieron comentarios positivos y les gustó mucho la canción y la actuación. Risto Mejide, sin embargo, dijo que le había parecido monótona (pero yo creo que le gustó jeje)", comenta entre risas.

Mi mayor aprendizaje fue que los planes de Dios no siempre son los tuyos, son mejores.

Antes de terminar, Gema confiesa que si su vida fuera un versículo de la Biblia sería Mateo 11, 28-30 ("Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré..."). Y que para lograr con una canción que el Espíritu Santo se "escuche" no sabría cómo hacer, porque supone que "es Él quien decide actuar a través de las canciones, simplemente, dejarle hacer".

"Alguna vez he tenido la sensación de estar cantándole exclusivamente a Él, aunque hubiera gente delante. Para mí, cantar a Dios, es una manera de poder tocarle, y me emociona pensar que Él pueda tocar otros corazones a través de mi voz, aunque yo no sea consciente", añade.

Si pudiera cantar una canción solo para Jesús y nadie más "seguramente sería la de Al pie de la Cruz, porque, precisamente, surgió de una oración íntima con Él", y si ella se tuviera que quedar con solo un verso, de una de sus canciones, sería con "Estoy contigo, abre la puerta, mírame, dame tu mano, que estoy a tu lado" de la canción Estad alegres, concluye Gema.


Fuente: Religión en libertad

martes, 2 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 2 de septiembre 2025



 Texto del Evangelio (Lc 4,31-37):

 En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces: «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús entonces le conminó diciendo: «Cállate, y sal de él». Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin hacerle ningún daño. Quedaron todos pasmados, y se decían unos a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen». Y su fama se extendió por todos los lugares de la región.



«Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad»


Rev. D. Joan BLADÉ i Piñol

(Barcelona, España)

Hoy vemos cómo la actividad de enseñar fue para Jesús la misión central de su vida pública. Pero la predicación de Jesús era muy distinta a la de los otros maestros y esto hacía que la gente se extrañara y se admirara. Ciertamente, aunque el Señor no había estudiado (cf. Jn 7,15), desconcertaba con sus enseñanzas, porque «hablaba con autoridad» (Lc 4,32). Su estilo de hablar tenía la autoridad de quien se sabe el “Santo de Dios”.

Precisamente, aquella autoridad de su hablar era lo que daba fuerza a su lenguaje. Utilizaba imágenes vivas y concretas, sin silogismos ni definiciones; palabras e imágenes que extraía de la misma naturaleza cuando no de la Sagrada Escritura. No hay duda de que Jesús era buen observador, hombre cercano a las situaciones humanas: al mismo tiempo que le vemos enseñando, también lo contemplamos cerca de las gentes haciéndoles el bien (con curaciones de enfermedades, con expulsiones de demonios, etc.). Leía en el libro de la vida de cada día experiencias que le servían después para enseñar. Aunque este material era tan elemental y “rudimentario”, la palabra del Señor era siempre profunda, inquietante, radicalmente nueva, definitiva.

La cosa más grande del hablar de Jesucristo era el compaginar la autoridad divina con la más increíble sencillez humana. Autoridad y sencillez eran posibles en Jesús gracias al conocimiento que tenía del Padre y su relación de amorosa obediencia con Él (cf. Mt 11,25-27). Es esta relación con el Padre lo que explica la armonía única entre la grandeza y la humildad. La autoridad de su hablar no se ajustaba a los parámetros humanos; no había competencia, ni intereses personales o afán de lucirse. Era una autoridad que se manifestaba tanto en la sublimidad de la palabra o de la acción como en la humildad y sencillez. No hubo en sus labios ni la alabanza personal, ni la altivez, ni gritos. Mansedumbre, dulzura, comprensión, paz, serenidad, misericordia, verdad, luz, justicia... fueron el aroma que rodeaba la autoridad de sus enseñanzas.


René ZZ responde sobre su fe a Aladetres


René Ponte, más conocido como René ZZ es un youtuber gallego, de 30 años y converso al catolicismo, que crece cada día como la espuma en el número de suscriptores de su canal de YouTube (tiene ahora casi dos millones), gracias, sobre todo, a las entrevistas que hace a gente variada e interesante. 

Aunque empezó con contenido sobre tatuajes, hoy René se arrepiente de ello, y, siempre que puede, habla de la gran importancia que tuvo el encuentro con Dios en su vida. 

Recientemente ha publicado un vídeo en el que cuenta su testimonio de conversión. Con el título "Así conocí a Dios. Mi testimonio", el comunicador cuenta cómo un día tuvo un sueño muy especial, que "no tiene nada que ver con ningún otro sueño que yo haya tenido anteriormente".

Aquel compañero de clase

"Yo me crié en una familia no atea, tampoco agnóstica, creyente, pero a su manera (...). De vez en cuando se hacían referencias al niño Jesús, a ir a la iglesia un domingo, a hacer la comunión, a rezarle a Dios (...). A los 13 años tuve una experiencia con un compañero de clase (...), me empezó a decir, 'Dios no existe por esto, por lo otro...'", relata René ZZ.

"Y yo me fui destrozado ese día a casa, le di un par de vueltas y llegué a ese punto en el que están algunos ateos. De decir, 'vale, pues debe ser que Dios no existe porque, sí, realmente le rezo y no ocurre nada'. Tampoco me han explicado exactamente qué es y no parece que sea algo que vaya a descubrir por mucho que me esfuerce", comenta que se decía de niño.

Hasta que a los 26 años se mudó a Finlandia. "Allí empecé a hacer vídeos. Me tranquilicé, me puse en forma, empecé a leer sobre psicología, sobre antropología, sobre neurociencia. Leía mucho sobre Jordan Peterson, que evidentemente mi conversión al cristianismo tiene algo que ver con él y negarlo sería mentir", reconoce.

Si ellos llegaron, yo también

El ejemplo de estas personas sabias despertó algo en él. "Yo dije, 'vale, toda esta gente es mucho más inteligente que yo, sabe muchísimo más que yo'. Y la gran mayoría de ellos han llegado a la conclusión de que Dios existe. A mí eso me fascinaba".

"Si hay gente que ha estudiado el mundo entero y acaba llegando a la conclusión de que Dios existe, quizás debería ponerlo en una lista de prioridades", se dijo.

René ZZ ha cambiado la temática de su canal: de tatuajes a temas de fe.X

Para entonces, René ZZ ya se preguntaba, ¿qué puedo hacer? "No puedo estudiar todas las religiones a la vez, ni quiero, porque hay muchas. ¿Cuál es la mía? El cristianismo. ¿Cuál es la más interesante, según lo poco que sé? El cristianismo. ¿Cuál es la que me llama? El cristianismo. Pues no voy ni a leerme el Corán, ni a leerme la Torá. Me pillo una Biblia y me la voy leyendo", recuerda en el vídeo.

Una idea que le trajo sus más y sus menos. "Siempre recordaré la mirada de mi exnovia cuando recibí una Biblia en casa. Me miró con cara de... una mezcla entre decepción y escepticismo. No la culpo por ello, pero me sentó bastante mal. Yo solo soy un hombre en busca de respuestas desde que tengo uso de razón. Me pillé la Biblia y no le hice mucho caso", confiesa el comunicador.

Un sueño transformador 

Tras comenzar a formarse, vino el sueño que lo cambió todo. "Yo estaba en un momento bueno de mi vida, Y una noche tuve un sueño, un sueño que no tiene nada que ver con ningún otro sueño que yo haya tenido anteriormente", cuenta.

"Este sueño era muy sencillo. Soñé que Dios me amaba y era la mejor sensación que he sentido nunca. Sentía un placer, una serenidad, una tranquilidad y un bienestar que es imposible de traer al mundo terrenal".

"Era lo más puro que había sentido y sabía que era Dios el que me lo estaba dando. Yo levitaba, flotaba, no sabía si estaba de pie, tumbado, boca abajo, buceando, en el espacio, en el cosmos. Simplemente sentía algo que no puedo describir ni sentir en el plano terrenal".

A partir del sueño, René comenzó a verse a sí mismo con otra mirada. "Cuando sabes que Dios existe, es cuestión de tiempo que tengas que abandonar muchas partes de ti, para vaciarte y dejar que Dios tome el control. Y eso da miedo, qué locura. Imagínate decidir un día que vas a estar dispuesto a abandonar muchas de las cosas que han ido acompañándote contigo a lo largo de esta vida y que de alguna manera le dan forma a tu identidad".


También se señala que es necesario cuidar adecuadamente el uniforme oficial, el cual no podrá usarse fuera del horario laboral. Se indica que realizar tareas con ropa sucia o descuidada puede dar lugar a las sanciones correspondientes.

Ni tatuajes ni piercings ni casado «solo por lo civil»: nuevos requisitos para trabajar en San Pedro

"Me desperté, lo apunté, lo tengo apuntado en una de mis libretas y dije, 'bueno, ya veré qué hago con esto. Hasta que un día, me acuerdo, miré por la por el balcón, y dije, 'Dios existe y me ha hablado. No me lo puedo creer'. Empecé a profundizar más en Él. Eso fue hace 5 años y mi proceso de conversión fue muy progresivo. Fui poquito a poco metiéndome, tirando de la cuerda, adentrándome". 

La vida comienza a cambiar

"Poco a poco fui haciéndome a la idea de que yo ya podía vivir tranquilo, en el sentido de que sabía que Dios existía y eso lo cambia todo. Aún no sé que es Dios, aún no sé por qué quiere ayudarme y aún no sé cómo puede ayudarme, pero ya sé que existe. ¿A dónde me llevó? A empezar a verme a mí mismo desde los ojos de Dios", confiesa René ZZ.

"Con este sueño empecé a creer por fe y por haber conocido a Dios, no por creer en Él. Yo digo creer en Él, pero yo Lo conocí. En ese sueño Lo conocí y estoy seguro. Mi fe ganó perspectiva, textura y profundidad, y dije, '¿y si le hago caso a esa persona que conozco, a esa persona que se ha presentado ante mí?, vale, voy a hacerle caso'". 

"Y empecé a iniciar ese acto de humildad, 'me creo que soy la bomba en muchos aspectos, pero voy a tener la humildad suficiente y dejar la arrogancia a un lado para darme cuenta de que en realidad soy un gusano, de que en realidad soy un pecador, de que en realidad he sido mal hijo, mal amigo...".

Ahora, desde que cree es mucho más feliz. "Mi vida ha mejorado muchísimo, estoy mucho más tranquilo, me va todo mucho mejor, he arreglado la relación con mi madre (...). Estoy rechazando toda la tentación que puedo, de cosas que me apetecería hacer, cosas que he echo de menos o cosas que estaba tan acostumbrado a hacer que genuinamente me cuesta no hacerlas", comenta el creador de contenidos.

Intensa vida de fe

"He empezado a abrazar la oración. Rezo por las noches, por las mañanas, agradezco el día a Dios. Estoy muy a menudo pensando en Él, cada vez más. Estoy yendo a la iglesia todos los domingos desde hace cuatro o cinco meses. Al principio era una obligación que me auto impuse, me sentía raro. Luego empecé a sentirme un poco bien y después llegó el punto en el que me hace ilusión la noche anterior saber que al día siguiente me voy a despertar para ir a misa".

Puedes escuchar el testimonio completo aquí.

Fuente: Religión en Libertad

"He probado de todo en la vida, pero no ha sido hasta que Dios apareció en mi vida y me dijo, 'gracias por el esfuerzo, pero no estabas enfocando bien. Soy yo. Ven aquí'. Y me dio ese abrazo en ese sueño, donde sentí algo que solo podía ser Dios".


"Y, ahora, no os digo que esté perfecto, pero duermo tranquilo por las noches. Quiero a mi madre de la manera más sincera en la que lo he hecho nunca. Valoro a mis amigos más que nunca. Empiezo a entender el perdón y empiezo a estar tranquilo hasta el punto en el que ya he llegado a la conclusión de que estoy dispuesto a morir por Dios. Y una vez estás dispuesto a morir por lo más grande que existe, todo lo demás es un regalo", concluye René ZZ.


lunes, 1 de septiembre de 2025

Santo Evangelio 1 de septiembre 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 4,16-30):

 En aquel tiempo, Jesús se fue a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor».

Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír». Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?». Él les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria». Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio».

Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.



«Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír»


Rev. D. David AMADO i Fernández

(Barcelona, España)

Hoy, «se cumple esta escritura que acabáis de oír» (Lc 4,21). Con estas palabras, Jesús comenta en la sinagoga de Nazaret un texto del profeta Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido» (Lc 4,18). Estas palabras tienen un sentido que sobrepasa el concreto momento histórico en que fueron pronunciadas. El Espíritu Santo habita en plenitud en Jesucristo, y es Él quien lo envía a los creyentes.

Pero, además, todas las palabras del Evangelio tienen una actualidad eterna. Son eternas porque han sido pronunciadas por el Eterno, y son actuales porque Dios hace que se cumplan en todos los tiempos. Cuando escuchamos la Palabra de Dios, hemos de recibirla no como un discurso humano, sino como una Palabra que tiene un poder transformador en nosotros. Dios no habla a nuestros oídos, sino a nuestro corazón. Todo lo que dice está profundamente lleno de sentido y de amor. La Palabra de Dios es una fuente inextinguible de vida: «Es más lo que dejamos que lo que captamos, tal como ocurre con los sedientos que beben en una fuente» (San Efrén). Sus palabras salen del corazón de Dios. Y, de ese corazón, del seno de la Trinidad, vino Jesús —la Palabra del Padre— a los hombres.

Por eso, cada día, cuando escuchamos el Evangelio, hemos de poder decir como María: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38); a lo que Dios nos responderá: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír». Ahora bien, para que la Palabra sea eficaz en nosotros hay que desprenderse de todo prejuicio. Los contemporáneos de Jesús no le comprendieron, porque lo miraban sólo con ojos humanos: «¿No es este el hijo de José?» (Lc 4,22). Veían la humanidad de Cristo, pero no advirtieron su divinidad. Siempre que escuchemos la Palabra de Dios, más allá del estilo literario, de la belleza de las expresiones o de la singularidad de la situación, hemos de saber que es Dios quien nos habla.


Siendo militar, recibió tal «disparo» de Dios... que se planteó dejar a su esposa y hacerse monje

 


Siendo militar, recibió tal «disparo» de Dios... que se planteó dejar a su esposa y hacerse monje

Freddy Séjourné, en una entrevista de Cyril Lepeigneux para KTV sobre su historia de conversión.

Freddy Séjourné nació en los año 70 y, si bien fue bautizado, asistió a la escuela pública francesa, donde no recibió ninguna formación religiosa. 

Tampoco en casa, donde sus tres hermanos y él presenciaron muchas veces las situaciones de violencia creadas por su padre a consecuencia de su alcoholismo: "Algo difícil de soportar cuando eres niño", confiesa. 

Cuando tenía 11 años, sus padres se separaron.

La etapa de Freddy entre los 16 y los 18 años fue complicada e hizo "algunas tonterías", arrastrado por la rabia que sentía contra el mundo. Era un buen deportista que estropeaba su actitud con la "furia" que ponía al competir.

Paracaidista

Para huir de una situación que no controlaba, siguió el ejemplo de uno de sus hermanos y se alistó en un cuartel de paracaidistas en Toulouse. Le gustó la vida militar, con su compañerismo y su cohesión.

Dieciséis años después, en 2002, era suboficial, se había casado y tenía hijos, pero su familia vivía en Nantes, a 600 km de su unidad. Le pesaban la soledad y la lejanía de los suyos.

En aquel entonces "no sentía ningún interés por la religión". Se había casado por la Iglesia porque su novia -más por costumbre que por convicción- se había empeñado. Pero no tenía amigos cristianos, y ni uno solo de sus compañeros de armas pisaba la iglesia.

Santiguándose una vez tras otra

Hasta que llegó una noche que cambiaría su vida, como él mismo contó a Cyril Lepeigneux para el programa Un coeur qui écoute [Un corazón que escucha] de la cadena católica KTV. 


El testimonio de Freddy en 'Un coeur qui écoute'.

Serían en torno a las diez y, conforme a su graduación, dormía solo en una camareta de su pabellón. De repente empezó a sentir un calor intenso y creciente en su corazón: "No sabía decir por qué, pero sentí el impulso de santiguarme", afirma, y durante las dos horas que duró la experiencia calcula que lo hizo un centenar de veces.

"Sentía un temor dulce, el temor a lo desconocido", explica: "La sensación era como cuando en la adolescencia te enamoras y acudes a la primera cita, una mezcla de aprensión, sorpresa, asombro". Terminó por dormirse.

En busca de un templo

La mañana siguiente parecía empezar de forma normal, pero enseguida percibió algo novedoso: se sentía "lleno de amor y de dulzura, y, paradójicamente, como invencible". Durante las actividades del día, nada le molestó, todo le conformaba. Y no tenía más que un único e inesperado objetivo: "Terminar mi jornada a las cinco y buscar una iglesia". 

Pensó acudir al páter del regimiento para contarle lo sucedido, pero pensó que le tomaría por un loco.

A las seis entraba por la puerta de la iglesia de Sainte-Germaine de Toulouse: "Me senté delante del altar. Puse las manos en el banco y me dije: 'Estoy en casa. Este es mi hogar'".




Altar de Sainte-Germaine en Toulouse.Didier Descouens / Wikipedia

Los días siguientes fueron menguando las sensaciones, pero no la transformación interior. 

El fin de semana lo pasó con sus hijos y su mujer en Nantes, como solía, pero no le contó nada de lo sucedido. Ella conocía al Freddy anterior: tatuajes, deportes, siempre deseoso de salir de fiesta. Pero ahora no era el mismo: "¡Incluso soñaba con dejar a mi esposa y al ejército para entrar en un monasterio y entregar mi vida a Dios!".

El tramo final del camino

Durante los dos años siguientes, los efectos de este encuentro espiritual se apagaron un poco. Freddy continuó visitando iglesias, pero lo hacía a escondidas de su familia y amigos.

Hasta que un día, mientras tomaban algo en grupo, contó su historia, para enfado de su mujer, por sentirse marginada de la vida de su marido y traicionada. 

Él empezó a leer autores espirituales, pero aún pasaron diez años antes de que, tras hablarlo con su párroco en Nantes, empezase un catecumenado. 

El vuelco religioso de Freddy le suponía problemas de pareja: "Mientras que yo leía la Biblia, ella tenía Cincuenta sombras de Grey en la mesilla de noche" y tenía la impresión de haber perdido al hombre con quien se casó.

Sin embargo, fueron fieles a sus compromisos, siguieron juntos y a los 42 años Freddy hizo su Primera Comunión y se confirmó. 

El odio a su padre, que le consumió durante tantos años por la violencia a la que había asistido de niño, desapareció y con ese espíritu pudo acudir a rezar a su tumba en acto de perdón.

Educaron religiosamente a sus hijos, que hoy son católicos practicantes. La madre les acompaña a veces a misa, y siempre en Navidad, donde se siente feliz porque ahora todos "comparten la misma fe". 

Freddy dejó la vida militar y estuvo trabajando un tiempo como camionero antes de ocupar su puesto actual como supervisor de operaciones de transporte nocturnas. 

Trabajar de madrugada le da calma y tiempo para cuidar su vida espiritual. Aunque el lugar donde reza con mayor frecuencia y gusto es otro: "La Custodia de mi iglesia".

Fuente: Religión en Libertad

domingo, 31 de agosto de 2025

Santo Evangelio 31 de agosto 2025

 


Texto del Evangelio (Lc 14,1.7-14):

 Un sábado, habiendo ido a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».

Dijo también al que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos».



«Los invitados elegían los primeros puestos»


Rev. D. Enric PRAT i Jordana

(Sort, Lleida, España)

Hoy, Jesús nos da una lección magistral: no busquéis el primer lugar: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto» (Lc 14,8). Jesucristo sabe que nos gusta ponernos en el primer lugar: en los actos públicos, en las tertulias, en casa, en la mesa... Él conoce nuestra tendencia a sobrevalorarnos por vanidad, o todavía peor, por orgullo mal disimulado. ¡Estemos prevenidos con los honores!, ya que «el corazón queda encadenado allí donde encuentra posibilidad de fruición» (San León Magno).

¿Quién nos ha dicho, en efecto, que no hay colegas con más méritos o con más categoría personal? No se trata, pues, del hecho esporádico, sino de la actitud asumida de tenernos por más listos, los más importantes, los más cargados de méritos, los que tenemos más razón; pretensión que supone una visión estrecha sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea. De hecho, Jesús nos invita a la práctica de la humildad perfecta, que consiste en no juzgarnos ni juzgar a los demás, y a tomar conciencia de nuestra insignificancia individual en el concierto global del cosmos y de la vida.

Entonces, el Señor, nos propone que, por precaución, elijamos el último sitio, porque, si bien desconocemos la realidad íntima de los otros, sabemos muy bien que nosotros somos irrelevantes en el gran espectáculo del universo. Por tanto, situarnos en el último lugar es ir a lo seguro. No fuera caso que el Señor, que nos conoce a todos desde nuestras intimidades, nos tuviese que decir: «‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto» (Lc 14,9).

En la misma línea de pensamiento, el Maestro nos invita a ponernos con toda humildad al lado de los preferidos de Dios: pobres, inválidos, cojos y ciegos, y a igualarnos con ellos hasta encontrarnos en medio de quienes Dios ama con especial ternura, y a superar toda repugnancia y vergüenza por compartir mesa y amistad con ellos.


AL ADORNAR EL TEMPLO, NO DESPRECIES AL HERMANO NECESITADO

 


De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre el evangelio de san Mateo

(Homilía 50, 3-4: PG 58, 508-509)

AL ADORNAR EL TEMPLO, NO DESPRECIES AL HERMANO NECESITADO


¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo contemples desnudo en los pobres, ni lo honres aquí, en el templo, con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: Esto es mi cuerpo; y con su palabra llevó a realidad lo que decía, afirmó también: Tuve hambre, y no me disteis de comer, y más adelante: Siempre que dejasteis de hacerlo a uno de estos pequeñuelos, a mi en persona lo dejasteis de hacer. El templo no necesita vestidos y lienzos, sino pureza de alma; los pobres, en cambio, necesitan que con sumo cuidado nos preocupemos de ellos.

Reflexionemos, pues, y honremos a Cristo con aquel mismo honor con que él desea ser honrado; pues, cuando se quiere honrar a alguien, debemos pensar en el honor que a él le agrada, no en el que a nosotros nos place. También Pedro pretendió honrar al Señor cuando no quería dejarse lavar los pies, pero lo que él quería impedir no era el honor que el Señor deseaba, sino todo lo contrario. Así tú debes tributar al Señor el honor que él mismo te indicó, distribuyendo tus riquezas a los pobres. Pues Dios no tiene ciertamente necesidad de vasos de oro, pero sí, en cambio, desea almas semejantes al oro.

No digo esto con objeto de prohibir la entrega de dones preciosos para los templos, pero sí que quiero afirmar que, junto con estos dones y aun por encima de ellos, debe pensarse en la caridad para con los pobres. Porque, si Dios acepta los dones para su templo, le agradan, con todo, mucho más las ofrendas que se dan a los pobres. En efecto, de la ofrenda hecha al templo sólo saca provecho quien la hizo; en cambio, de la limosna saca provecho tanto quien la hace como quien la recibe. El don dado para el templo puede ser motivo de vanagloria, la limosna, en cambio, sólo es signo de amor y de caridad.

¿De qué serviría adornar la mesa de Cristo con vasos de oro, si el mismo Cristo muere de hambre? Da primero de comer al hambriento, y luego, con lo que te sobre, adornarás la mesa de Cristo. ¿Quieres hacer ofrenda de vasos de oro y no eres capaz de dar un vaso de agua? Y, ¿de qué serviría recubrir el altar con lienzos bordados de oro, cuando niegas al mismo Señor el vestido necesario para cubrir su desnudez? ¿Qué ganas con ello? Dime si no: Si ves a un hambriento falto del alimento indispensable y, sin preocuparte de su hambre, lo llevas a contemplar una mesa adornada con vajilla de oro, ¿te dará las gracias de ello? ¿No se indignará más bien contigo? O, si, viéndolo vestido de andrajos y muerto de frío, sin acordarte de su desnudez, levantas en su honor monumentos de oro, afirmando que con esto pretendes honrarlo, ¿no pensará él que quieres burlarte de su indigencia con la más sarcástica de tus ironías? Piensa, pues, que es esto lo que haces con Cristo, cuando lo contemplas errante, peregrino y sin techo y, sin recibirlo, te dedicas a adornar el pavimento, las paredes y las columnas del templo. Con cadenas de plata sujetas lámparas, y te niegas a visitarlo cuando él está encadenado en la cárcel. Con esto que estoy diciendo, no pretendo prohibir el uso de tales adornos, pero sí que quiero afirmar que es del todo necesario hacer lo uno sin descuidar lo otro; es más: os exhorto a que sintáis mayor preocupación por el hermano necesitado que por el adorno del templo. Nadie, en efecto, resultará condenado por omitir esto segundo, en cambio, los castigos del infierno, el fuego inextinguible y la compañía de los demonios están destinados para quienes descuiden lo primero. Por tanto, al adornar el templo procurad no despreciar al hermano necesitado, porque este templo es mucho más precioso que aquel otro