León XIV ordena este sábado a once sacerdotes que aplazaron el sacramento por la muerte de Francisco
En la imagen, los diáconos que serán ordenados, durante una vigilia de oración celebrada este viernes en la basílica de San Juan de Letrán.
León XIV ordenará sacerdotes este sábado en la basílica de San Pedro a once diáconos que debían haber recibido el sacramento en mayo. La muerte de Francisco y el cónclave subsiguiente han prolongado durante algunas semanas su natural deseo de culminar una preparación que han recibido en el Pontificio Seminario Romano (siete de ellos) y en el seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal (los otros cuatro).
El jueves, en la basílica de San Juan de Letrán, se celebró una vigilia de oración por ellos, que presidió el obispo auxiliar Michele di Tolve y en la que predicó el padre Maurizio Botta, oratoriano.
Los inquietos ordenandos tienen edades entre 28 y 49 años. Son, pues, adultos jóvenes y un par de vocaciones tardías.
De la empresa y el ejército al altar
Es el caso de Enrico Maria Trusiani, quien a los 36 años dejó su trabajo como directivo de empresa para entrar en el seminario: "A los ojos del mundo he perdido mucho", explica a Vatican News, "pero, aun teniéndolo todo, mi corazón estaba inquieto, no amaba como Dios quería que lo hiciese... La belleza está en entregarse".
El Papa Francisco besa las manos de un nuevo sacerdote en el Domingo del Buen Pastor de 2021
El Papa ordena 9 sacerdotes: «Sed cercanos, sed pobres, servid a Dios, no seáis funcionarios»
Y es el caso también de Andrea Alessi, quien va a ser presbítero a los 49 años. Era militar con rango de oficial y empezó a pensar su vocación acudiendo como voluntario a una playa para ayudar a personas discapacitadas: "Rezando, sirviendo y compartiendo sentí fuerte la llamada al sacerdocio. Quiero ser un sacerdote instrumento en las manos de Dios".
Inspirados por las Sagradas Escrituras
Uno de los más jóvenes es Matteo Renzi, de 28 años, que viene del Redemptoris Mater romano y sintió la llamada leyendo las Sagradas Escrituras. "A los 16 años, durante un retiro", recuerda, "leí en la historia de la vocación de Jeremías, y dos años después el diálogo entre Jesús y Pedro". Ambos llamamientos bíblicos fueron "determinantes" para el suyo propio, y tras un periodo de misión e Chile y Brasil entró en el seminario.
También Simone Troilo, de 32 años, encontró en la Biblia el cabo del hilo que le ha traído hasta este momento. Tercero de seis hijos y estudiando ingeniería de caminos, no encontraba en su vida el amor de Dios del que siempre le habían hablado. Un día leyó la carta de San Pablo a los Colosenses y sintió que unas palabras se referían a él: "Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor, y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor" (Col 3, 23-24). Hasta entonces siempre había pensado en casarse y formar una familia, pero esas palabras cambiaron su perspectiva: "Abrí mi mente para hacerme más disponible a la voluntad de Dios".
Sin miedo al compromiso
Francesco Melone debe su vocación a la oración: en una sociedad que considera "contra corriente dedicarse al Señor", él propone lo contrario, "fiarse de Dios": "He seguido lo que me ha hecho más feliz".
También Gabriele Di Menno Di Bucchianico tuvo que apostar fuerte: "Sentía un vacío interior y una tristeza que venían de no seguir la llamada que sentía en el corazón". Dejó la carrera de ingeniería biomédica cuando vio que aquel no era su camino: "La vocación es distinta según cada cual, basta estar disponible a seguir al Señor".
Lo confirma otro 'ingeniero', Federico Pelosio, porque también él dejó esos estudios, además de la novia que tenía. En su caso, la vovación "no fue un fogonazo, sino más bien una estalactita que se formó gota a gota". Ahora, como sus compañeros, confiesa a Roma Sette sentirse "muy emocionado" ante la perspectiva de celebrar la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación: no se siente preparado, porque sabe que es algo más grande que él, que no ha merecido del Señor pero a lo que ha dicho "sí".
Fuente: Religión en Libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario