Lista de páginas

sábado, 21 de junio de 2025

A tiros contra la cruz de la catedral siro-ortodoxa de Homs (Siria): «Es un ataque contra la paz»

 


A tiros contra la cruz de la catedral siro-ortodoxa de Homs (Siria): «Es un ataque contra la paz»

La histórica catedral de Santa María de la Cintura Sagrada es un destino de peregrinaciones marianas.

Hace unos días, los extremistas efectuaron disparos contra la cruz en la fachada de la catedral sirio-ortodoxa de la ciudad siria de Homs. El acto intimidatorio ha sido denunciado por la archidiócesis sirio-ortodoxa de Homs, Hama y Tartus, según informa Agencia Fides.

Las balas contra la catedral de Santa María de la Cintura Sagrada (Umm Al-Zannar), situada en el barrio de Bustan Al-Diwan, alimentaron los temores y la sensación de inseguridad que comparten muchos en las comunidades cristianas de Siria en la actual coyuntura histórica que atraviesa el país, según informa la archidiócesis en un comunicado.

"Consideramos este brutal ataque", se lee en el comunicado, "como un ataque directo contra la paz civil y la convivencia, y afirmamos que actos similares no tienen nada que ver con la moral de la buena gente de la ciudad de Homs y de todos los sirios honestos, sino que más bien pretenden sembrar la discordia y desestabilizar".

Los responsables de la archidiócesis sirio-ortodoxa piden a los actuales mandatarios en Siria que identifiquen y persigan penalmente a los responsables del acto de violencia y garanticen la seguridad de los lugares sagrados de las diferentes comunidades de fe. 

También llaman a los hijos de la Iglesia a no dejarse llevar por el miedo, mostrando que tales actos violentos "no nos disuadirán de adherirnos al mensaje de amor y paz invocado por nuestro Señor Jesucristo, y solo aumentarán nuestra determinación de consolidar el espíritu de hermandad entre todos los hijos de la Patria y el amor por la tierra de Siria, por muy graves que sean las adversidades a las que nos enfrentemos".

La histórica catedral de Santa María de la Cintura Sagrada (Umm Al-Zannar), destino de peregrinaciones marianas, es la sede del arzobispo sirio-ortodoxo de Homs, Hama y Tartus. 

El patriarca de la Iglesia católica asiria de Oriente, Mar Awa III.

La estructura actual data del siglo XIX, pero diversas fuentes atestiguan que en el lugar donde se encuentra la iglesia existían lugares de culto cristianos desde los primeros siglos del cristianismo. Según el exarca greco-melquita Joseph Nasrallah (1911-1993), la existencia de una iglesia dedicada a María en Homs ya está atestiguada en el año 478 d.C.

Fuente: Religión en Libertad

Santo Evangelio 21 de Junio 2025

 


Texto del Evangelio (Mt 6,24-34):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?

»Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal».



«Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura»


P. Jacques PHILIPPE

(Cordes sur Ciel, Francia)

Hoy el Evangelio habla claramente de vivir el “momento presente”: no darle vueltas al pasado, sino abandonarse en Dios y su misericordia. No atormentarse por el mañana, sino confiarlo a su providencia. Santa Teresita del Niño Jesús afirmaba: «Sólo me guía el abandono, ¡no tengo otra brújula!».

La preocupación jamás ha resuelto ningún problema. Lo que resuelve problemas es la confianza, la fe. «Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?» (Mt 6,30), dice Jesús.

La vida no es por sí misma demasiado problemática, es el hombre quien carece de fe… La existencia no siempre es fácil. A veces es pesada; con frecuencia nos sentimos heridos y escandalizados por lo que sucede en nuestra vida o en la de los demás. Pero afrontemos todo esto con fe e intentemos vivir, día tras día, con la confianza en que Dios cumplirá sus promesas. La fe nos llevará a la salvación.

«No os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal» (Mt 6,34). ¿Qué quiere decir esto? Hoy, busca vivir de manera justa, según la lógica del Reino, en la confianza, la sencillez, la búsqueda de Dios, el abandono. Y Dios se ocupará del resto…

Día a día. Es muy importante. Lo que nos agota a menudo son todas esas vueltas al pasado y el miedo al futuro; mientras que cuando vivimos en el momento presente, de manera misteriosa, encontramos la fuerza. Lo que tengo que vivir hoy, tengo la gracia para vivirlo. Si mañana debo hacer frente a situaciones más difíciles, Dios incrementará su gracia. La gracia de Dios se da al momento, día a día. Vivir el momento presente supone aceptar la debilidad: renunciar a rehacer el pasado o dominar el futuro, contentarse con el presente.

viernes, 20 de junio de 2025

Santo Evangelio 20 de Junio 2025

 


Texto del Evangelio (Mt 6,19-23):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

»La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso; pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!».



«Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben»


Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés

(Tarragona, España)

Hoy, el Señor nos dice que «la lámpara del cuerpo es el ojo» (Mt 6,22). Santo Tomás de Aquino entiende que con esto —al hablar del ojo— Jesús se refiere a la intención del hombre. Cuando la intención es recta, lúcida, encaminada a Dios, todas nuestras acciones son brillantes, resplandecientes; pero cuando la intención no es recta, ¡que grande es la oscuridad! (cf. Mt 6, 23).

Nuestra intención puede ser poco recta por malicia, por maldad, pero más frecuentemente lo es por falta de sensatez. Vivimos como si hubiésemos venido al mundo para amontonar riquezas y no tenemos en la cabeza ningún otro pensamiento. Ganar dinero, comprar, disponer, tener. Queremos despertar la admiración de los otros o tal vez la envidia. Nos engañamos, sufrimos, nos cargamos de preocupaciones y de disgustos y no encontramos la felicidad que deseamos. Jesús nos hace otra propuesta: «Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben» (Mt 6,20). El cielo es el granero de las buenas acciones, esto sí que es un tesoro para siempre.

Seamos sinceros con nosotros mismos, ¿en qué empleamos nuestros esfuerzos, cuáles son nuestros afanes? Ciertamente, es propio del buen cristiano estudiar y trabajar honradamente para abrirse paso en el mundo, para sacar adelante la familia, asegurar el futuro de los suyos y la tranquilidad de la vejez, trabajar también por el deseo de ayudar a los otros... Sí, todo esto es propio de un buen cristiano. Pero si aquello que tú buscas es tener más y más, poniendo el corazón en estas riquezas, olvidándote de las buenas acciones, olvidándote de que en este mundo estamos de paso, que nuestra vida es una sombra que pasa, ¿no es cierto que —entonces— tenemos el ojo oscurecido? Y si el sentido común se enturbia, «¡qué oscuridad habrá!» (Mt 6,23).


Atea, de familia sin fe y del país más ateo de Europa, Zdenka se enamoró de Jesucristo

 


Atea, de familia sin fe y del país más ateo de Europa, Zdenka se enamoró de Jesucristo

Zdenka, el día de su bautismo.

La joven Zdenka María Turková nació y creció en una familia sin fe en la República Checa, el país menos religioso de toda Europa. Su familia no creía en Dios, ni su novio, y ella se se declaraba atea en la universidad. "Si alguien me hubiera dicho: ´¡oye!, y si un día fueses monja, ¿qué pasaría?´, le habría dicho que estaba loco, loco, rematadamente loco", recuerda. Sin embargo, como ella dice, "los planes del Señor y sus pensamientos están muy por encima de los nuestros". Hoy es religiosa de las Siervas del Hogar de la Madre, en España. Ella misma explica en este testimonio como una checa atea se enamoró de Jesucristo, se bautizó en 2004 y fue consagrada.

»Nací en una familia no religiosa de la República Checa. En mi infancia todo el país estaba sumido en el comunismo puro y duro. Mis padres jamás nos hablaban de Dios. Por supuesto que en el colegio tampoco se nombraba a Dios, ni en las conversaciones, ni en la tele, nada... Todavía me acuerdo del ambiente de opresión y de miedo que reinaba. »Sólo mi abuela me habló unas pocas veces sobre Jesucristo y lo que sufrió por nosotros, pero casi me parecía parte de un cuento. »Cuando tenía nueve años cayó el régimen comunista en mi país, lo cual, para mi familia, supuso un gran alivio. Pese a la caída del comunismo mis padres seguían sin fe, seguramente por su educación laicista.

A los 15 años, de discotecas

»Cuando cumplí los 15 años, mi vida dio otro giro, pero esta vez negativo. Una de mis amigas me invitó a ir por primera vez a una discoteca. Fui y algo cambió en mí. Antes tampoco es que fuera una joven modelo, ni mucho menos, pero conservaba una cierta inocencia. Pero después de empezar a ir semanalmente a las discotecas cambió mi manera de pensar, de vestir, de ser y de relacionarse con los demás. Las discotecas los sábados se convirtieron en el centro de mi vida. »Después de unos años acabé cansándome, pero el ambiente ya me había marcado. Si cuando era más pequeña me dolía el escuchar sobre la Pasión del Señor, en esa época, cuanto más me abría al pecado, más fría me volvía religiosamente.

Atea e indiferente a Dios

»Cuando fui a la universidad tenía un novio estable que era ateo convencido y también yo me empecé a declarar atea. »De la doctrina católica sabía poco o nada, ni sé si hubiera sido capaz de decir los diez mandamientos. La Iglesia me caía mal, me parecían todos unos hipócritas. Dios no tenía nada que decir en mi vida, no estaba en contra de Él, más bien me sentía indiferente. Simplemente pensaba que no existía.

Santander no le gustaba

»Me ofrecieron una beca de Erasmus para ir a estudiar a Santander (Cantabria, España) durante nueve meses que acepté y a punto de cumplir los 23 años llegué a España. Al principio me lo pasé muy mal, no conocía a nadie, echaba de menos a mi novio, mis amigos, mi familia, mi tierra, todo. Santander no me gustaba para nada. »En una de las primeras clases conocí a la que es ahora la Hermana Sara que entonces era candidata a las Siervas del Hogar de la Madre (www.hogardelamadre.org). Hablamos de algo de estudios y luego ella vio que yo llevaba una pequeña cruz de oro,regalo de mi hermana. »Me preguntó: “¿Eres católica?”. Yo queriendo decir que no y que no me interesaba para nada serlo me oí decir a mí misma: “No, pero estoy buscando.” No lo quería decir, simplemente me salió. Era el Señor que iba haciéndose más y más presente en mi vida aunque yo todavía no me daba cuenta.

El libro del padre Loring

»Sara me presentó a la Hermana Mª Luisa, que se convirtió luego en mi guía hacia la conversión. Ella me dejó el libro del padre Jorge Loring “Para salvarte”. »Y yo, leyéndolo muy poco a poco, intentando reflexionar y absorber lo que ponía, empecé a creer en Dios. Empecé a descubrir en mí un deseo cada vez más grande de conocer a este gran Misterioso para mí, de conocer la Verdad, no miles de verdades, sino la Verdad, la única. »Más tarde conocí la comunidad de las Siervas del Hogar de la Madre con su fundador, don Rafael Alonso. Conocerlos significó para mí la apertura de un mundo nuevo, un mundo mucho más limpio, mucho más sencillo, mucho más transparente y mucho más lleno de amor de verdad que el que había conocido hasta entonces. »Luego todo fue un proceso más o menos rápido, los conocí en octubre, en diciembre pedí el bautismo y empecé a tener catequesis intensiva porque el gran día iba a ser en la Vigilia de la Resurrección que aquel año caía en 10 de abril. »Tuve muchas luchas, por un lado Dios me atraía muchísimo, descubría cosas antes desconocidas que me llenaban hasta lo más hondo de mi alma, sentía que Dios me llamaba a la vida cristiana de verdad y que allí iba a encontrar mucha más felicidad, pero…

Miedo a vivir según los Diez Mandamientos

»Tenía mucho apego a mi vida de antes, mis vicios, mis comodidades, mis independencias, en fin, no estaba todavía dispuesta a dejar tantas cosas por Dios. Y tenía miedo, mucho miedo. Quizá de lo desconocido, de lo que Dios me pudiera pedir. Unos pocos días antes de bautizarme decidí no hacerlo, porque no estaba dispuesta a vivir según los diez mandamientos. »Como las Siervas, unos días antes, me habían invitado a una peregrinación de unos días a Roma, y no podía negarme por compromiso, tuve que ir pero con la disposición de olvidarme de Dios y de todo cuando regresase. El último día entramos en una iglesia, nos arrodillamos, y yo, que ni siquiera sabía rezar, sentí en el corazón que tenía hambre y sed de Dios, que no podía vivir sin Él.

Jesús, más guapo que cualquier hombre

»Las chicas que venían conmigo me preguntaron: “¿Conoces la Divina Misericordia?” Y es que hasta ese momento nunca había oído nada de la Divina Misericordia, ni había visto la imagen. Me llevaron a una pequeña capillita con esa imagen y me impactó lo guapo que era el Señor. Sólo repetía dentro de mí: “¡Está guapísimo, más guapo que cualquier hombre!”, y experimenté que Él me acogía a pesar de que era una pecadora y que me amaba personalmente y con gran intensidad. »Salí de la iglesia con muchos esquemas completamente cambiados, sólo deseando bautizarme y vivir la vida cristiana en serio, costara lo que costase. »El 10 de abril del año 2004 el padre Rafael me bautizó y yo me quedé con un gran deseo de hacer lo que Dios quisiera. Todavía no había sentido la llamada a la vida religiosa. Sí me sentí llamada a entregar un año de mi vida viviendo cerca de las hermanas y trabajando junto al Hogar de la Madre.

Dejar al novio, ser sólo de Dios

»Apoyada en la gracia del Señor y en Nuestra Madre dejé a mi novio que era una de las cosas más duras y volví a España. Unos dos meses después, de repente, en la oración sentí con fuerza que el Señor me amaba, pero no como antes, sino como si yo fuese para Él, sólo para Él y Él para mí.

»Era como si hubiese cogido su manto y me hubiera escondido debajo de Él y así me quería convertir en posesión suya. Aquel día me hubiera gustado decirle que yo no quería, pero no me atrevía, era consciente de que Él es Dios… Aún así iba a suponer todavía mucha lucha el aceptar mi vocación. ¡Lo increíble se hace realidad por la gracia de Dios! »El 8 de diciembre del 2004 entré en las Siervas del Hogar de la Madre y ahora soy más feliz que nunca y también estoy más enamorada que nunca. Tengo la absoluta certeza que sigue siendo Él quien va llevando mi vida, a veces suavemente, que casi ni se nota, y otras veces con fuerza, cambiando de rumbo. Conocer a Dios es sin duda lo mejor que me ha pasado en la vida.

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 19 de junio de 2025

Santo Evangelio 19 de Junio 2025



 Texto del Evangelio (Mt 6,7-15):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.

»Vosotros, pues, orad así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal’. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».



«Vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo»


Rev. D. Emili MARLÉS i Romeu

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy, el Señor nos quiere ayudar a crecer en un tema central de nuestra vida cristiana: la oración. Nos advierte que no recemos como los paganos que intentan convencer a Dios sobre aquello que quieren. Muchas veces pretendemos conseguir lo que deseamos a través de la insistencia, haciéndonos “pesados” a Dios, creyendo que conseguiremos hacernos escuchar con nuestra verborrea. El Señor nos recuerda que el Padre está constantemente solícito de nuestra vida y que, en todo momento, él sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos (cf. Mt 6,8). ¿Vivimos con esta confianza? ¿Tengo la conciencia de que el Padre me lava los pies continuamente y que sabe mejor que nadie lo que necesito en cada momento (en las cosas grandes y en las pequeñas)?

Jesús nos abre un nuevo horizonte de plegaria: la oración de quienes se dirigen a Dios con la conciencia de hijos. El tipo de relación que tengo con una persona determina la manera en la que le pido las cosas, y también aquello que puedo esperar de ella. De un padre, y especialmente del Padre celestial, lo puedo esperar todo y sé que tiene cuidado de mi vida. Por eso Jesús, que vive siempre como un auténtico hijo, nos dice «no estéis preocupados por vuestra vida: qué vais a comer» (Mt 6,25). ¿Realmente tengo esta conciencia de hijo? ¿Me dirijo a Dios con la misma familiaridad con que lo hago con mi padre o mi madre?

Después, Jesús nos abre su corazón, y nos enseña cómo es su relación/plegaria con el Padre para que la hagamos también nuestra. Con la oración del “Padrenuestro” Jesús nos enseña a vivir como hijos. San Cipriano tiene un conocido comentario al “Padrenuestro”, en el que nos dice: «Debemos recordar y saber que, cuando llamamos “Padre” a Dios, tenemos que obrar como hijos suyos, a fin de que él se complazca en nosotros, como nosotros nos complacemos de tenerlo por Padre».

Pensaba ser bombero pero, de erasmus, supo que «debía entregar la vida»: este sábado será diácono



 Pensaba ser bombero pero, de erasmus, supo que «debía entregar la vida»: este sábado será diácono

Iñaki Suárez, próximo diácono.

Este sábado 21 de junio, la Iglesia de Santa María de Villaviciosa de Odón acogerá la ordenación diaconal de tres seminaristas del Seminario Mayor Nuestra Señora de los Apóstoles.

Uno de ellos es Iñaki Suárez, que a sus 28 años cuenta las últimas horas para este “paso definitivo” que supone su ordenación como diácono. Un proceso que comenzó hace años y que le llevaría desde su Madrid natal a Toledo, San Sebastián y Getafe, donde ultima los preparativos y formación que le llevarán al sacerdocio.

Tal y como ha contado el madrileño al canal de la diócesis de Getafe, su vinculación vocacional con sus primeros años de la infancia es innegable. Entonces, sus padres, católicos devotos y practicantes, acostumbraban a leer vidas de santos a Iñaki y sus dos hermanos. Una práctica extendida y muy asociada al surgimiento de vocaciones, como también le ocurrió a su hermana, consagrada.

Con deseos de santidad, de la infancia a las misiones

“Desde pequeño me inculcaron no solo la fe, sino un anhelo de santidad y una grandeza no solo humana, sino espiritual. De querer ser santo”, expresa el joven. Admite que leer la vida de los santos en familia le llevó a querer ser desde muy pequeño “alguien grande en la vida” y a tener una inquietud y deseo de entrega que lo llevaría a tratar de desempeñarse como bombero.

Acababa de terminar el colegio cuando decidió tomarse un año de descanso antes de comenzar las oposiciones y no dudó en aceptar cuando surgió la posibilidad de irse de misiones a Hispanoamérica.

“Iba a las parroquias y ofrecía a los sacerdotes mi ayuda a cambio de comer y una cama donde dormir”, admite. Tras muchas parroquias y varios países visitados como misionero, un sacerdote le invitó a misionar durante un mes a las selvas de Puyo (Ecuador).



“Yo no me veía siendo sacerdote, pero acompañándole me di cuenta de que la vida de sacerdote merecía la pena”, mencionó. Estaba conmovido por la atención espiritual que ofrecía el sacerdote, pero aún quería ser bombero.

La primera vez que consideró seriamente que podía estar llamado al sacerdocio fue durante una noche de oración, comenzando un periodo de duda y sin terminar de atreverse a dar el paso de entrar al seminario.

Iñaki había comenzado los estudios de Filosofía. Estaba en el segundo año cuando le ofrecieron ir de erasmus a un pueblo al sur de Polonia, donde vería despejadas todas sus dudas.

Atea, de familia sin fe y del país más ateo de Europa, Zdenka se enamoró de Jesucristo

“Estando allí descubrí la situación de la gente que me rodeaba”, cuenta el joven seminarista, entonces rodeado de jóvenes “abandonados a la moda, el alcohol, el sexo y las drogas. Allí descubrí que, a través de esa situación, Dios me estaba gritando: `Tengo sed de que esta gente me quiera y conozca el amor que tú conoces´”.

"Entregar la vida"

Entonces fue consciente de que Dios se sirvió de ese grito para desencadenar una firme resolución en su fuero interno. “Tengo que hacer algo por ellos”, pensó.

Siguiendo el consejo de un conocido, Iñaki comenzó el curso de discernimiento en Toledo, donde confirmaría su vocación al sacerdocio, que hoy celebra. Especialmente de cara a poder paliar “la necesidad espiritual en la gente” que, a su juicio, es “cada vez mayor”.

También influyó en su decisión su propia vocación de servicio escuchada como bombero y que hoy define como un llamado a “entregar la vida”.

“Al fin y al cabo hay relación entre un bombero y un sacerdote. Tú te haces sacerdote para entregar la vida. Hay gente que me dice: `Si es lo que te hace feliz…´ Les contesto que no me meto a sacerdote para ser feliz. Me meto a sacerdote para entregar la vida, y fruto de la entrega de la vida uno es feliz”, explica.

En Getafe, el primer anuncio es "urgente"

Suárez remarca como su ilusión crece conforme se acercan sus últimos meses como seminarista. Especialmente de cara a una evangelización que considera urgente en su actual destino, una parroquia de Fuenlabrada. Allí hay hermandades, mucha tradición de Semana Santa, pasos y cofradías.

Pero sobre toda esa riqueza observa “un reto” que considera “apasionante”, el de una evangelización a llevar a cabo en los residentes asociados a su parroquia.

“Tenemos mucha gente que viene, sí, pero mucha más que no viene y hay un primer anuncio muy necesario”, remarca con emoción.

El diácono habla de su familia como un apoyo incondicional en un periplo que lo ha llevado por “tres cambios muy duros” de ubicación, como fueron los traslados de Madrid a Toledo, de Toledo a San Sebastián, donde eran solo dos seminaristas, y de San Sebastián a Getafe, en el marco de la clausura de su anterior seminario.

Buscando imitar a los santos y "en manos de Dios"

Habla también de todos los santos que le han inspirado y acompañado en el camino. De entre todos ellos destaca al padre Damián de Molokai, de quien tomó la inspiración para “entregar la vida”.

“Uno se mete al sacerdocio y está en manos de Dios. No sabes dónde vas a acabar. La gente me pregunta: `¿Y vas a elegir alguna parroquia en concreto?´ Yo no elijo parroquia, la elige el obispo por mí. Yo estoy en manos de Dios”, comenta.

También habla de Santa Teresita, buscando poder decir como ella que busca “ser el amor de Dios” para los demás, sabiendo que este “tiene que ser acogido para cambiar”. Y se encomienda también a San Francisco Javier, San Ignacio, San Juan de Ávila o Juan María Vianney, Santo cura de Ars, como patrono de los sacerdotes.

El escenario, "donde Dios quiera, con mucha ilusión"

Preguntado por sus escenarios más esperados como diácono y sacerdote, concluye admitiendo con sinceridad que no se plantea ninguno.

“Prefiero pensar que estoy en manos de Dios, y que donde Dios me quiera, ahí me entregaré”, concluye. “Es muy atractivo estar con jóvenes, con matrimonios jóvenes… pero no deja de ser menos atractivo estar con ancianos. De hecho, personalmente, tengo una inquietud hacia los enfermos muy grande. Me encantaría una capellanía hospitalaria, pero no me proyecto en escenarios concretos. Donde Dios quiera, donde sea, con muchísima ilusión”. 

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 18 de junio de 2025

Santo Evangelio 18 de Junio 2025

 


Texto del Evangelio (Mt 6,1-6.16-18):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

»Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

»Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará».



«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy, Jesús nos invita a obrar para la gloria de Dios, con el fin de agradar al Padre, que para eso mismo hemos sido creados. Así lo afirma el Catecismo de la Iglesia: «Dios creó todo para el hombre, pero el hombre fue creado para servir y amar a Dios y para ofrecerle toda la creación». Éste es el sentido de nuestra vida y nuestro honor: agradar al Padre, complacer a Dios. Éste es el testimonio que Cristo nos dejó. Ojalá que el Padre celestial pueda dar de cada uno de nosotros el mismo testimonio que dio de su Hijo en el momento de su bautizo: «Éste es mi Hijo amado en quien me he complacido» (Mt 3,17).

La falta de rectitud de intención sería especialmente grave y ridícula si se produjera en acciones como son la oración, el ayuno y la limosna, ya que se trata de actos de piedad y de caridad, es decir, actos que —per se— son propios de la virtud de la religión o actos que se realizan por amor a Dios.

Por tanto, «cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial» (Mt 6,1). ¿Cómo podríamos agradar a Dios si lo que procuramos de entrada es que nos vean y quedar bien —lo primero de todo— delante de los hombres? No es que tengamos que escondernos de los hombres para que no nos vean, sino que se trata de dirigir nuestras buenas obras directamente y en primer lugar a Dios. No importa ni es malo que nos vean los otros: todo lo contrario, pues podemos edificarlos con el testimonio coherente de nuestra acción.

Pero lo que sí importa —¡y mucho!— es que nosotros veamos a Dios tras nuestras actuaciones. Y, por tanto, debemos «examinar con mucho cuidado nuestra intención en todo lo que hacemos, y no buscar nuestros intereses, si queremos servir al Señor» (San Gregorio Magno).


Jesús Moliné, muchos años de obispo misionero en Perú: «En misiones hay que ir al ritmo de la gente»

 


Jesús Moliné, muchos años de obispo misionero en Perú: «En misiones hay que ir al ritmo de la gente»

Jesús Moliné, obispo emérito de Chiclayo, habla a ReL de su experiencia misionera

Jesús Moliné Labarte, obispo emérito de Chiclayo, es aragonés y ha sido misionero la mayor parte de su vida en Perú, desde 1965 en Piura, y desde 1997 como obispo en Chiclayo. Su predecesor allí durante 20 años fue Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, bilbaíno y del Opus Dei. Moliné ha escrito recientemente un libro sobre él.

Su sucesor es un caso insólito: el agustino de Chicago Robert Francis Prevost, desde septiembre cardenal y desde hace un año Prefecto del Dicasterio para los Obispos en Roma. Pasar de Chiclayo (1,3 millones de habitantes en el norte de Perú) al Vaticano es un salto peculiar, y Chiclayo, por ahora, sigue sin obispo titular.

Jesús Moliné está a punto de cumplir 85 años, y casi diez como obispo retirado. Nos atiende por teléfono desde Zaragoza, y hablamos de vocación, experiencia misionera, evangelización y un poco de actualidad eclesial (incluyendo su opinión de Fiducia Supplicans).


Jesús Moliné, presentando en 2023 su libro sobre su predecesor, el obispo Orbegozo.

- ¿Cómo sintió usted la llamada al sacerdocio, don Jesús?

- Nací en una familia cristiana donde ya había sacerdotes, como mi tío abuelo, y otros parientes. A los 7 años yo ya era acólito, me gustaba ayudar en la casa parroquial. Veía lo que hacía el sacerdote, visitar enfermos, ayudar a gente pobre, la misa, y me gustaba.

- ¿No le daba miedo eso de visitar enfermos o pobres de niño?

- Era en mi pueblo, en La Puebla de Alfindén, en Zaragoza. En esa época había pobreza, austeridad, pero no situaciones extremas. Todos buscábamos cuidar de los otros, era algo normal. Como eso me gustaba, entré con 11 años en el seminario menor, en 1950. Pasé allí cuatro años. Era un lugar muy frío, sin calefacción ni estufas ni nada. En la hora del recreo te hacían correr para entrar en calor, con juegos o con distintos métodos. Luego en 1965 fui ordenado sacerdote.

- ¿Cómo llegó usted a las misiones en Perú?

- El arzobispo de Zaragoza en esa época era Casimiro Morcillo. Llevaba el tema de enviar sacerdotes a Latinoamérica desde España, porque en esa época había muchísimos sacerdotes en España. Me gustó la idea de ir a misiones a remediar la escasez de sacerdotes allí. Tras unos años de experiencia pastoral en España, un amigo desde Perú me propuso ir, y acepté, y así me fui enamorando de Perú. En esa época habría un sacerdote por cada 20.000 fieles en Chiclayo, pero cuando me fui serían ya uno cada diez mil.

- ¿Cuál fue su experiencia más dura en misiones?

- Los más duro fueron las condiciones materiales en los primeros años. Eran pueblos de arena, con plagas de mosquitos e insectos, circunstancias complicadas. Pero cuando eres joven lo sobrellevas bien, lo ofreces al Señor, y entiendes que estás allí con la gente, que vive así.

- ¿Algo que le diera miedo?

- Las carreteras de la sierra a Santa Cruz eran impresionantes, muy estrechas: a un lado el cerro y al otro el abismo. Cruzarte con otro coche que subiera, dar marcha atrás... ahí sí que te daba miedo, porque te desbarrancabas y ya nadie recogería tu cuerpo.

- Tras su etapa en Piura, fue obispo en Chiclayo. ¿Por qué le llaman 'capital de la amistad`?

- Es que es verdad que la gente de Chiclayo es muy abierta y acogedora, alegre en todo momento. Quizá por su cultura de acogida. Es una zona que en 1900 tenía 60.000 habitantes y en el 2000 tenía medio millón, un crecimiento enorme. Quizá por ser tanta gente de fuera, a menudo de la Sierra norte de Perú, crearon una cultura de acoger, de recibir gente amistosamente.




- Como obispo durante 16 años vería usted crecer la Iglesia...

- Estoy satisfecho de las visitas pastorales que hacía a las parroquias, fueran de la costa o de la sierra. Estuve al menos dos veces en cada rincón, o casi. Eran visitas que duraban 3 días. Quería lograr esa cercanía, porque los obispos anteriores a mí, por diversas razones, habían viajado muy poco. En esas visitas pude ver como crecía la vida de fe y religiosa, con los sacerdotes y grupos parroquiales, a los que escuchaba. También recibí un buen seminario del obispo Orbegozo. Intenté que siguiera creciendo y llegamos a tener 115 seminaristas.

- ¿Más ejemplos de ese crecimiento?

- Quizá lo más vistoso fue poner en marcha la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. En realidad, la empezó a impulsar mi predecesor, el obispo Orbegozo, pero no llegó a verla realizada, murió antes. Yo puse la última firma. Cuando empezó tenía 230 alumnos, pero cuando me fui ya tenía 10.000 y ahora tiene más y es un centro prestigioso. Insistí en que en la Universidad hubiera coherencia con la fe cristiana y que tuviera excelencia académica. Y por lo que he sabido los profesores siguen cumpliendo eso.

- ¿Qué nos puede decir de las vocaciones nativas?

- Hay que rezar mucho pidiendo al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Desde España se puede también apoyar económicamente a los seminarios de misiones, porque muchas vocaciones son de familias pobres. Chiclayo es peculiar, porque la mayoría de sus seminaristas no eran de campo, sino de la ciudad, pero aún así muchos son de familias pobres. A mantener los seminarios ayudan donativos de la Conferencia Episcopal Alemana, a veces también de la española. También ayudan algunas parroquias españolas y se puede ayudar con estipendios de misas.

- ¿Qué diría para animar a sacerdotes españoles a hacer una experiencia misionera en las misiones en Hispanoamérica?

- Hay que dejar claro que la Iglesia necesita apoyo allí apoyo. Hay allí un resurgir cristiano, pero también dificultades. No le pido a nadie que se vaya 35 años como hice yo, pero sí animo a que hagan una experiencia de 5 ó 6 años. Creo que les irá muy bien para su vida espiritual y sacerdotal. Además, se sentirán realizados porque la gente allí busca al sacerdote, y cuenta con él.

- ¿Cómo ve a los misioneros jóvenes de hoy?

- En los últimos años he conocido pocos, pero una cosa que pasaba antes, y también hoy, es que el misionero llega allí con muchos planes, lleno de ganas de cambiar muchas cosas rápido, y luego ve que todo requiere ir paso a paso. La gente allí va a su ritmo, pero piden al misionero que les acompañe. Al misionero le digo que tenga ilusión por seguir a Cristo.

- ¿Hay algo que los católicos de España no entienden bien de las misiones en países hispanos?

- A veces encuentras gente que piensa que en las misiones van con plumas y flechas, jajaja. En Hispanoamérica hay mucha práctica religiosa, hay vocaciones, hay movimientos católicos muy vivos... pero es verdad que faltan sacerdotes porque falta la tradición de Iglesia fuerte que ha tenido Europa durante siglos.

- ¿Qué piensa usted del documento Fiducia Supplicans y sus bendiciones?

- Me parece una equivocación. Hay que corregir eso. La nota aclaratoria no aclara nada. Es algo que levanta mucha polvareda. Este tema es muy delicado y no se ha valorado suficientemente en Roma. Ha salido así, espontáneamente y sin sinodalidad. Ahora cada obispo dice lo suyo, y a veces son conferencias episcopales enteras las que hablan. Hay que rezar mucho por el Papa y sus colaboradores. Habrá que esperar a que el polvo desaparezca, rezando y rezando.

- Su sucesor, Robert Francis Prevost, ha pasado de ser un obispo misionero en Perú a cardenal y Prefecto para los Obispos. No es algo que suceda con frecuencia...

- Sí, que lo envíen a un dicasterio vaticano así es asombroso. Ya veíamos venir algo, pero no tan gordo. Hubo una entrega de un Honoris Causa que le hicieron, con misa llena en la catedral, le pusieron la medalla de la ciudad, estaba muy contento.

»Pero no ha estado solamente en Perú. Fue superior general de los agustinos y en ese cargo recorrió medio mundo. Por ahora, los nombramientos que el dicasterio ha ido anunciando eran los que ya se esperaban, los que ya venían de más atrás. Para ver su estilo, tendremos que ver los nuevos nombramientos que vaya haciendo. Por cierto, que Chiclayo sigue sin obispo, porque el actual administrador es el obispo auxiliar de Lima.

- ¿Tiene algún mensaje para sacerdotes y evangelizadores desanimados por la falta de religiosidad en España?

- Yo digo que si el sacerdote trabaja medianamente bien, el católico practicante quiere al sacerdote. Tenemos que animar a los pequeños grupos, las pequeñas comunidades. Sí, en Semana Santa vemos grandes masas en procesiones, pero en España los practicantes son pocos. Por eso vale la pena fomentar comunidades vivas, eso atraerá también a los alejados, con el "mirad como se quieren", que vean grupos que se entregan y viven su fe, comprometidos con Jesucristo. Esto vale para todos, sacerdotes y laicos.

»Hay que decir que en España, entre los católicos practicantes, el espíritu misionero va justito, un aprobado raspado. ¡Debe fomentarse mucho más! Y la parroquia ha de ser, de verdad, comunidad de comunidades, como decía San Juan Pablo II. Así dejaremos de lamentarnos, con comunidades vivas que, desde la vida, traten de ser misioneras.

Para conocer más del obispo Moliné, esta entrevista de media hora en vídeo del año 2022 aporta muchas de sus ideas y testimonios.




Con Cristo, un sabor nuevo

León XIV retoma la tradición, interrumpida por Francisco, de descansar en verano en Castel Gandolfo

Floribert Bwana: el beato de 26 años que no se dejó corromper

«El obispo online» de Molucas: recibió su cargo por Zoom y TikTok es su aliado, pero «no sustituto»

Hoy, el reto del amor es pedirle al Señor un corazón nuevo

Fuente: Religion en Libertad

martes, 17 de junio de 2025

Santo Evangelio 17 de Junio 2025



 Texto del Evangelio (Mt 5,43-48):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial».



«Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial»


Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu

(Terrassa, Barcelona, España)

Hoy, Cristo nos invita a amar. Amar sin medida, que es la medida del Amor verdadero. Dios es Amor, «que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mt 5,45). Y el hombre, chispa de Dios, ha de luchar para asemejarse a Él cada día, «para que seáis hijos de vuestro Padre celestial» (Mt 5,45). ¿Dónde encontramos el rostro de Cristo? En los otros, en el prójimo más cercano. Es muy fácil compadecerse de los niños hambrientos de Etiopía cuando los vemos por la TV, o de los inmigrantes que llegan cada día a nuestras playas. Pero, ¿y los de casa? ¿y nuestros compañeros de trabajo? ¿y aquella parienta lejana que está sola y que podríamos ir a hacerle un rato de compañía? Los otros, ¿cómo los tratamos? ¿cómo los amamos? ¿qué actos de servicio concretos tenemos con ellos cada día?

Es muy fácil amar a quien nos ama. Pero el Señor nos invita a ir más allá, porque «si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener?» (Mt 5,46). ¡Amar a nuestros enemigos! Amar aquellas personas que sabemos —con certeza— que nunca nos devolverán ni el afecto, ni la sonrisa, ni aquel favor. Sencillamente porque nos ignoran. El cristiano, todo cristiano, no puede amar de manera “interesada”; no ha de dar un trozo de pan, una limosna al del semáforo. Se ha de dar él mismo. El Señor, muriéndose en la Cruz, perdona a quienes le crucifican. Ni un reproche, ni una queja, ni un mal gesto...

Amar sin esperar nada a cambio. A la hora de amar tenemos que enterrar las calculadoras. La perfección es amar sin medida. La perfección la tenemos en nuestras manos en medio del mundo, en medio de nuestras ocupaciones diarias. Haciendo lo que toca en cada momento, no lo que nos viene de gusto. La Madre de Dios, en las bodas de Caná de Galilea, se da cuenta de que los invitados no tienen vino. Y se avanza. Y le pide al Señor que haga el milagro. Pidámosle hoy el milagro de saberlo descubrir en las necesidades de los otros.


A León XIV «le gusta el cebiche, la cruz de Motupe, el milagro de Eten», dice el obispo de Chiclayo

 


A León XIV «le gusta el cebiche, la cruz de Motupe, el milagro de Eten», dice el obispo de Chiclayo

Edinson Farfán es el actual obispo de Chiclayo, sucesor de Robert Prevost en esta diócesis peruana, agustino como élctual obispo de Chiclayo, sucesor de Robert Prevost en esta diócesis peruana

El actual obispo de Chiclayo (Perú), en rueda de prensa este jueves habló de  su predecesor, Robert Prevost, ahora León XIV. "Chiclayo está en su corazón, ¡el Perú está en su corazón! Le gusta el cabrito, el arroz con pato y el ceviche, eran sus platos preferidos. Le gusta la Santísima Cruz de Motupe, el milagro eucarístico de Eten, la religiosidad popular...", añadió.

Cuando se empezó a hablar de un Sínodo de la Sinodalidad, Robert Prevost era un obispo misionero en Chiclayo, Perú. Fue su obispo de 2015 a 2023. El predecesor de Prevost fue el misionero redentorista aragonés Jesús Moliné (que ReL entrevistó aquí). Chiclayo es una diócesis del norte de Perú, en la costa cerca de Ecuador, con 1,3 millones de habitantes y un centenar de sacerdotes. 



En 2023 en Perú volvieron a coincidir el ya cardenal Robert Prevost con su predecesor como obispo de Chiclayo, el anciano misionero redentorista Jesús Moliné, entonces con 84 años

En 2023 el Papa Francisco llamó a Prevost a Roma. Chiclayo pasó más de un año sin obispo, pero desde hace poco más de un año, desde marzo de 2024, el obispo es otro misionero agustino, Edinson Edgardo Farfán Córdova. El obispo Farfán convocó un encuentro con la prensa este jueves al saberse que su predecesor era ahora el nuevo Papa León XIV.

El obispo Farfán explicó cuál es el mensaje que cree que León XIV va a dar al mundo, ya desde su primera aparición pontificia y su primer discurso.

"El mensaje es claro, quiere caminar con los pobres, con una Iglesia que acompaña a todos, en salida, que sean esta Iglesia en salida que necesita el amor de Dios", fue recitando Farfán. "Su mensaje dice: no desatiendan estas periferias. Sin duda quedó muy marcado por esta iglesia de Chiclayo, que es una ciudad eucarística, de religiosidad popular, que valora mucho la fe sencilla de los pueblos. Él tiene este cariño especial por la diócesis", aseguró. 


Jesús Moliné, muchos años de obispo misionero en Perú y Chiclayo: «En misiones hay que ir al ritmo de la gente»

Nuestra Señora de Gracia, fiesta agustina


"Estoy seguro que nuestra catedral se llenará de fieles en gratitud. Hoy los agustinos celebramos Nuestra Señora de Gracia, él es agustino y Nuestra Señora de Gracia le acompaña en su ministerio", añadió.

Efectivamente, desde al menos 1284, los agustinos celebran a la Virgen de Gracia, remarcando la generosidad y gratuidad con la que Dios se volcó en ella y a través de ella; extendieron su devoción por América en el siglo XVI. En 1806, Pío VII estableció que los agustinos podían celebrar una fiesta litúrgica por esta advocación el 8 de mayo. 

En 2023, Robert Prevost volvió a Perú y, ya cardenal, saludó a sus antiguos diocesanos de Chiclayo


El obispo agustino siguió relacionando a Prevost con el Papa Francisco.

"El Papa Francisco ha sido un profeta del siglo XXI, y el Papa León XIV le ha sido muy cercano. Tenemos un proceso, una agenda hasta 2028, para recibir los frutos del Sínodo de la Sinodalidad. El Papa Francisco nos dejó un documento que pide la implementación del Sínodo de la Sinodalidad hasta las diócesis más pequeñas. Y la sinodalidad es caminar juntos, propiciar espacios de encuentro para la escucha, el diálogo, la toma de decisiones", dijo.

También cree que León XIV, como León XIII, "va a ser muy sensible a la Doctrina Social de la Iglesia, y va a estar atento a los signos de los tiempos".

"Cada vez que celebro con las autoridades [civiles] yo cito a Francisco: caminemos juntos, en nuestra región, para el bienestar de nuestros pueblos, buscando consensos por el bien común. El nombre que se ha puesto, León XIV, pide praxis, compromiso cristiano", añadió. 

Robert Prevost, en 2018, siendo obispo de Chiclayo, en su cumpleaños, con gente de la diócesis

"Seguro que tendrá una predilección por el cuidado de las personas, la iglesia en salida, el bien común, discernir los signos de los tiempos como nos pide el Vaticano II", dijo también el actual obispo de Chiclayo.

"Lo que comparta con el mundo entero, lo aprendió visitando todas nuestras regiones. Ha sido un misionero desde sus inicios, desde que acabó sus estudios, desde la misión ya de Chulucanas", añadió. 

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 16 de junio de 2025

Santo Evangelio 16 de Junio 2025

 


Texto del Evangelio (Mt 5,38-42):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda».



«Pues yo os digo: no resistáis al mal»


Rev. D. Joaquim MESEGUER García

(Rubí, Barcelona, España)

Hoy, Jesús nos enseña que el odio se supera en el perdón. La ley del talión era un progreso, pues limitaba el derecho de venganza a una justa proporción: sólo puedes hacer al prójimo lo que él te ha hecho a ti, de lo contrario cometerías una injusticia; esto es lo que significa el aforismo de «ojo por ojo, diente por diente». Aun así, era un progreso limitado, ya que Jesucristo en el Evangelio afirma la necesidad de superar la venganza con el amor; así lo expresó Él mismo cuando, en la Cruz, intercedió por sus verdugos: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).

No obstante, el perdón debe acompañarse con la verdad. No perdonamos tan sólo porque nos vemos impotentes o acomplejados. A menudo se ha confundido la expresión “poner la otra mejilla” con la idea de la renuncia a nuestros derechos legítimos. No es eso. Poner la otra mejilla quiere decir denunciar e interpelar a quien lo ha hecho, con un gesto pacífico pero decidido, la injusticia que ha cometido; es como decirle: «Me has pegado en una mejilla, ¿qué, quieres pegarme también en la otra?, ¿te parece bien tu proceder?». Jesús respondió con serenidad al criado insolente del sumo sacerdote: «Si he hablado mal, demuéstrame en qué, pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?» (Jn 18,23).

Vemos, pues, cuál debe ser la conducta del cristiano: no buscar revancha, pero sí mantenerse firme; estar abierto al perdón y decir las cosas claramente. Ciertamente no es un arte fácil, pero es el único modo de frenar la violencia y manifestar la gracia divina a un mundo a menudo carente de gracia. San Basilio nos aconseja: «Haced caso y olvidaréis las injurias y agravios que os vengan del prójimo. Podréis ver los nombres diversos que tendréis uno y otro; a él lo llamarán colérico y violento, y a vosotros mansos y pacíficos. Él se arrepentirá un día de su violencia, y vosotros no os arrepentiréis nunca de vuestra mansedumbre».


El español que consagró a Prevost como obispo habla con ReL: «Es acogedor, simpático e inteligente»


 El español que consagró a Prevost como obispo habla con ReL: «Es acogedor, simpático e inteligente»

Jesús Moliné con Robert Prevost al ser homenajeados en Perú en 2023

Jesús Moliné Labarta, de 86 años, obispo emérito de Chiclayo (Perú), es aragonés y ha sido misionero la mayor parte de su vida en este país sudamericano, desde 1965 en Piura, y desde 1997 cmo obispo de Chiclayo, en la costa peruana. 

En 2014, al cumplir los 75 años, se jubiló como obispo y su sucesor fue nada más y nada menos que Robert Prevost, el que ahora es el nuevo Papa León XIV. ReligiónEnLibertad acaba de charlar con el obispo español, que está retirado en Aragón.

Un Papa de tender puentes

"Al cumplir los 75 años, él fue mi sucesor. Allí nos conocimos, conversábamos y fui de los que le impusieron las manos en la consagración episcopal", comenta Moliné. 

El obispo emérito recuerda con cariño la diócesis que compartió con el nuevo Papa. "La sociedad chiclayana es muy acogedora, se le conoce como 'la ciudad de la amistad'. Es gente sencilla, con afán de ir para adelante, es una ciudad en la costa donde está el mayor desarrollo del Perú", relata. 

Fuente: Religión en Libertad


En 2023 la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT) de Chiclayo nombró doctores Honoris Causa al cardenal Tolentino, el cardenal Prevost y el obispo Jesús Molinéusat

Sobre su sucesor, Moliné ya adelanta que "es acogedor, simpático, inteligente, y un hombre de diálogo, de tender puentes".

Entre los retos de su papado, el obispo español desea "una continuidad con Francisco y, como habló de la unidad, ir recomponiendo un poquito la unidad de la Iglesia, que está un poco desflecada. Y lo va hacer, porque lo sabe hacer", asegura. 

Edinson Farfán es el actual obispo de Chiclayo, sucesor de Robert Prevost en esta diócesis peruana, agustino como élctual obispo de Chiclayo, sucesor de Robert Prevost en esta diócesis peruana

A Moliné le gusta que sea un Papa misionero como él: "Me pareció extraordinario, porque habló de evangelización, y él va a promover esa tarea de la Iglesia que es tan necesaria". 

Y, sobre la primera aparición del Papa León XIV, concluye: "Me pareció muy buena, él estaba muy emocionado, y en el saludo que dirige a Chiclayo también estuvo muy bien".  


domingo, 15 de junio de 2025

Santo Evangelio 15 de Junio 2025



 Texto del Evangelio (Jn 16,12-15):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: ‘Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros’».



«Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa»


Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario de la S.R.I.

(Città del Vaticano, Vaticano)

Hoy celebramos la solemnidad del misterio que está en el centro de nuestra fe, del cual todo procede y al cual todo vuelve. El misterio de la unidad de Dios y, a la vez, de su subsistencia en tres Personas iguales y distintas. Padre, Hijo y Espíritu Santo: la unidad en la comunión y la comunión en la unidad. Conviene que los cristianos, en este gran día, seamos conscientes de que este misterio está presente en nuestras vidas: desde el Bautismo —que recibimos en nombre de la Santísima Trinidad— hasta nuestra participación en la Eucaristía, que se hace para gloria del Padre, por su Hijo Jesucristo, gracias al Espíritu Santo. Y es la señal por la cual nos reconocemos como cristianos: la señal de la Cruz en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

La misión del Hijo, Jesucristo, consiste en la revelación de su Padre, del cual es la imagen perfecta, y en el don del Espíritu, también revelado por el Hijo. La lectura evangélica proclamada hoy nos lo muestra: el Hijo recibe todo del Padre en la perfecta unidad: «Todo lo que tiene el Padre es mío», y el Espíritu recibe lo que Él es, del Padre y del Hijo. Dice Jesús: «Por eso he dicho: ‘Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros’» (Jn 16,15). Y en otro pasaje de este mismo discurso (15,26): «Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de mí».

Aprendamos de esto la gran y consoladora verdad: la Trinidad Santísima, lejos de ponerse aparte, distante e inaccesible, viene a nosotros, habita en nosotros y nos transforma en interlocutores suyos. Y esto por medio del Espíritu, quien así nos guía hasta la verdad completa (cf. Jn 16,13). La incomparable “dignidad del cristiano”, de la cual habla varias veces san León el Grande, es ésta: poseer en sí el misterio de Dios y, entonces, tener ya, desde esta tierra, la propia “ciudadanía” en el cielo (cf. Flp 3,20), es decir, en el seno de la Trinidad Santísima.


Las grandes devociones de León XIV: de la iglesia sobre un lugar de infarto al milagro del Niño Dios


Las grandes devociones de León XIV: de la iglesia sobre un lugar de infarto al milagro del Niño Dios

El obispo Prevost presidiendo la fiesta de la cruz de Chalpón, en Motupe.

El nuevo Papa León XIV ha vivido durante más de dos décadas como misionero agustino y obispo en Perú, de hecho, cuando fue consagrado pastor de la ciudad de Chiclayo tuvo que adquirir la nacionalidad peruana. 

Una vinculación con este país sudamericano que también toca el aspecto de sus devociones. La cruz de Motupe y el milagro de Eten son dos de las devociones locales más fuertes de León XIV.

La cruz de Chalpón

A 90 km al norte de Chiclayo (Perú), en el distrito de Motupe, se ubica el Santuario de la Cruz de Chalpón: considerado uno de los principales lugares de peregrinación de todo el norte peruano, donde miles de católicos se reúnen para venerar la sagrada cruz. 

El santuario fue construido en 1943 en torno a una gruta en las faldas de un cerro. A 500 metros de altitud, sobre cactus y arbustos coloridos típicos de la región, se ha convertido en un excelente mirador para contemplar el valle.



El impresionante recorrido hasta llegar al hogar de la cruz de Chalpón.

El 5 de agosto es la fiesta grande y llegan peregrinos desde Lambayeque y de todo el país.

Cuenta la historia que en 1860, un religioso de la orden franciscana llamado Juan Agustín Abad, que llevaba una vida de penitencia, se había asentado en los parajes del cerro Chalpón.

Este fraile visitaba los poblados de Motupe y Olmos para celebrar misas, bautizar y predicar el Evangelio. Los fieles le facilitaban casa y alimentos durante sus visitas. El fraile había fabricado con sus propias manos tres cruces, que se ubicaban en tres cerros de la zona: Chalpón, Penachi y el Rajado.

El religioso dejó la localidad y se dirigió a la sierra, donde se contagió de la peste de uta -enfermedad de úlceras faciales- que asolaba aquella zona. Más tarde, se supo que el franciscano se había marchado a Lima, donde finalmente falleció en 1866.

Jesús Moliné con Robert Prevost al ser homenajeados en Perú en 2023

El español que consagró a Prevost como obispo habla con ReL: «Es acogedor, simpático e inteligente»

Los motupeños se empeñaron entonces en buscar las cruces, hasta que hallaron una de ellas: la del cerro Chalpón, ubicado a 10 km de Motupe. El 5 de agosto de 1868, un poblador llamado José Anteparra encontró la reliquia incrustada sobre una gruta.

Se organizó una peregrinación y con los fondos recaudados se recubrió el rústico madero con anillos de oro y plata, y fue colocado sobre una base de metal. 

El padre Abad habría dejado dicho que la cruz debía permanecer en la cueva, y ser descendida y transportada para su culto en Motupe durante algunos días del año. En los primeros tiempos de este ritual, la cruz se bajaba mediante cuerdas y luego retornaba a su lugar de la misma manera.



La cruz de Motupe se saca en procesión para su fiesta, en agosto.

Durante la fiesta, los peregrinos se instalan en la plaza de Motupe para contemplar la procesión del sagrado madero y agradecer por los favores recibidos. Al día siguiente, la cruz regresa al templo y durante la noche el cielo es iluminado con fuegos artificiales y cohetes, mientras las bandas de música alegran el ambiente. 

El milagro eucarístico de Eten

Otra de las grandes devociones del nuevo Papa ha sido el milagro eucarístico de Eten, ocurrió en 1649 en la ciudad peruana de Puerto Eten. En la Hostia que había sido expuesta para la adoración pública apareció el Niño Jesús y tres corazones de color blanco que resplandecían y unidos entre sí. 

Cada año, la fiesta en su honor se comienza a celebrar el 12 de julio con el traslado de la imagen del Niño del Milagro de su Santuario al templo de la ciudad de Eten. Las fiestas se concluyen el 24 de julio. 



El futuro Papa presidiendo la misa en la ciudad de Puerto Eten.

La primera aparición del Divino Niño sucedió en la noche del 2 de junio de 1649, durante la oración de las vísperas y la exposición solemne en honor a la fiesta del Corpus Domini.

Concluida la ceremonia, el fraile franciscano Jèrome de Silva Manrique estaba reservando la Custodia en el tabernáculo cuando de pronto se detuvo. En la Hostia había aparecido un rostro resplandeciente de un Niño. Estaba rodeado de rizos castaños que caían sobre sus hombros. 

La segunda aparición se verificó algunos días después, el 22 de julio, durante los festejos en honor a Santa María Magdalena, Patrona de la ciudad. 




Imagen del Niño del milagro de Eten.

Según el testimonio de Fray Marco López, superior del convento de Chiclayo, durante la exposición del Santísimo Sacramento "el Divino Niño Jesús apareció nuevamente en la Hostia, vestido de una túnica de color morado. Debajo de ésta tenía una camisa que llegaba a la mitad del pecho, según la usanza de los indios". 

Durante esta aparición, que duró unos 15 minutos, muchos vieron que en la Hostia aparecían tres pequeños corazones blancos, unidos entre sí, simbolizando las tres Personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, presentes en la Hostia consagrada. Aún hoy, la fiesta en honor al Milagroso Niño de Eten continúa convocando cada año a miles de fieles.

Fuente: Religion en Libertad

sábado, 14 de junio de 2025

Santo Evangelio 14 de Junio 2025

 


Texto del Evangelio (Mt 5,33-37):

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído también que se dijo a los antepasados: ‘No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos’. Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’: que lo que pasa de aquí viene del Maligno».



«Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’»


Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells

(Salt, Girona, España)

Hoy continúa Jesús comentándonos los Mandamientos. Los israelitas tenían un gran respeto hacia el nombre de Dios, una veneración sagrada, porque sabían que el nombre se refiere a la persona, y Dios merece todo respeto, todo honor y toda gloria, de pensamiento, palabra y obra. Por esto —teniendo presente que jurar es poner a Dios como testigo de la verdad de lo que decimos— la Ley les mandaba: «No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos» (Mt 5,33). Pero Jesús viene a perfeccionar la Ley (y, por tanto, a perfeccionarnos a nosotros siguiendo la Ley), y da un paso más: «No juréis en modo alguno: ni por el Cielo, (...), ni por la Tierra (...)» (Mt 5,34). No es que jurar, en sí mismo, sea malo, pero son necesarias unas condiciones para que el juramento sea lícito, como por ejemplo, que haya una causa justa, grave, seria (un juicio, pongamos por caso), y que lo que se jura sea verdadero y bueno.

Pero el Señor nos dice todavía más: «Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’» (Mt 5,37). Es decir, nos invita a vivir la veracidad en toda ocasión, a conformar nuestro pensamiento, nuestras palabras y nuestras obras a la verdad. Y la verdad, ¿qué es? Es la gran pregunta, que ya vemos formulada en el Evangelio por boca de Pilato, en el juicio contra Jesús, y a la que tantos pensadores a lo largo de los tiempos han procurado dar respuesta. Dios es la Verdad. Quien vive agradando a Dios, cumpliendo sus Mandamientos, vive en la Verdad. Dice el santo Cura de Ars: «La razón de que tan pocos cristianos obren con la exclusiva intención de agradar a Dios es porque la mayor parte de ellos se encuentran sometidos a la más espantosa ignorancia. Dios mío, ¡cuántas buenas obras se pierden para el Cielo!». Hay que pensar en ello.

Nos conviene formarnos, leer el Evangelio y el Catecismo. Después, vivir según lo que hemos aprendido.

viernes, 13 de junio de 2025

Santo Evangelio 13 de Junio 2025



 Texto del Evangelio (Mt 5,27-32):

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.

»También se dijo: ‘El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio’. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio».



«Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio»


Rev. D. Pablo CASAS Aljama

(Sevilla, España)

Hoy, Jesús nos habla claramente del amor indisoluble, fruto de un amor casto (“ecológico”, de respeto a la naturaleza). Tal como afirmó el Papa Francisco, «la santidad y la indisolubilidad del matrimonio cristiano, que con frecuencia se desintegra bajo la tremenda presión del mundo secular, debe ser profundizada por una clara doctrina y apoyada por el testimonio de parejas casadas comprometidas». Desgraciadamente, hoy en día, puede ser un tema polémico, porque parezca que vivir la castidad y la virtud de la santa pureza en medio de este mundo quede como algo trasnochado, o incluso como que puede quitarnos la libertad.

De lo que hay en nuestro corazón, hablan también nuestros “ojos”. La mirada de los esposos, por ejemplo, debe ser expresión de un amor casto y puro que dure para siempre. «Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5,28).

Esta pureza de corazón se expresa tratando con dignidad nuestro cuerpo: «Vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo», nos dice san Pablo (1Cor 6,19). El Evangelio de hoy tiene que llevar a entender lo sagrado del matrimonio. No se trata de entender el Evangelio de una manera literal, puesto que perder un ojo o una mano, no nos exime de pecar y además sería otro mal añadido. El sentido de las palabras de Jesús, es de sacrificio para ser fieles al proyecto de fidelidad a Dios, hasta vivir el matrimonio para lo que fue creado y después elevado a sacramento (para los cristianos).

Jesús quiere devolver a la ley divina su fuerza, y dice: «Todo el que repudia a su mujer (…) la hace ser adúltera» (Mt 5,32). Con estas palabras nos muestra hasta qué punto cada uno es responsable de la santidad de su esposo / esposa. Estamos llamados a ser “uno” en el santo matrimonio. Es cierto que muchas veces el matrimonio no es algo fácil: vivir santamente conlleva la cruz… «El amor no nos deja indiferentes», diría Benedicto XVI.