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lunes, 11 de enero de 2021

Sofía, joven influencer: «El deseo de ser feliz coincide con la llamada de Dios a la santidad»

 


Sofía, joven influencer: «El deseo de ser feliz coincide con la llamada de Dios a la santidad»

Sofía Carreón es una joven influencer mexicana con una cuenta de Instagram con más de 50.000 seguidores. Y desde hace poco más de un año, un podcast en Spotify y, además, ha comenzado sus primeros pasos con su propio canal de vídeos en YouTube. El mensaje central de Sofía es una constante llamada a ser santos y para ello se inspira constantemente en frases de los Santos: San Juan Pablo II, San Alfonso María de Ligorio, Santa Teresa de Calcuta, San Jose María Escrivá de Balaguer... Le ha entrevistado Luis Sierra, periodista, profesor de violín, cantautor y seminarista, para la web Jóvenes Católicos.

 - ¿Cómo te definirías ante alguien que todavía no te conoce? ¿Cómo te has movido hasta ahora en el ámbito de la evangelización online?

- Me llamo Sofía y soy de una pequeña ciudad en medio de México. Tengo una cuenta de Instagram que se llama Seamos Santos, con la que hemos superado los 50.000 seguidores (literal, por gracia de Dios). También tengo un podcast, que comencé hace un año, más o menos. Y ahora estoy empezando a hacer vídeos en YouTube.

Muchas veces me invitan para que hable de evangelización digital, por todo este proyecto, pero podría decir que estoy un poco en contra de que vayamos con la Biblia en la mano, en el sentido de que siento que la evangelización debe darse sola -a través del testimonio-. Más que un gran proyecto de evangelización, es que para mí fue increíble descubrir que estábamos hechos para ser santos.

» Yo nací en medio de una familia católica, pero creo que el hecho de que estemos llamados a ser santos no es tan obvio como debería. Llegué a este tema de la santidad porque, desde muy pequeña, he percibido en mí un gran deseo de felicidad. Y me puse a investigar hasta en libros de autoayuda, liderazgo… Y me di cuenta de que la Iglesia quería para mí lo mismo que yo quería.

» La exhortación apostólica Gaudete et exultate (Papa Francisco, 2018) me ayudó muchísimo a entender qué era la santidad realmente, y que ese deseo que yo tenía de una vida vivida al cien por cien era el plan de Dios para mí y para todos. Para mí, fue tan grande que no me lo pude guardar: de ahí nace Seamos Santos. No es que trate de convencer a alguien de algo, sino que no me puedo callar el hecho de que el deseo que tiene la gente de ser feliz coincide plenamente con la querencia de Dios.

- Un anuncio que haces porque te brota del corazón por la gracia que has recibido. Y un anuncio que, además, ha llegado a muchos. Más de 40 mil seguidores en Instagram, miles de visitas en YouTube… ¿Dónde se encuentra el origen de este proyecto?

- Para mí, fue una sorpresa descubrir este tema de la santidad. Personalmente, me ayudan mucho las frases de los santos, se me quedan grabadas. Y en el curso preuniversitario creé una cuenta en Instagram llamada Frases católicas. Nadie supo de esa página, era algo que me gustaba hacer y ya. Aún así, llegó a alcanzar los cuatro mil seguidores, pero cuando me empezó a exigir una mayor dedicación, tuve que dejarla. Me faltaba constancia.

» Así pues, en ese momento, dediqué un año al voluntariado solidario, acompañada de Regnum Christi, donde he encontrado una familia. Durante esos meses de intensa actividad apostólica, entendí lo que era la santidad. Regresé de ese año a las vacaciones de verano y no tenía nada que hacer. Recuerdo que entré en crisis: “¡No tengo nada que hacer!”.

» Entonces, mantuve una interesante conversación con una tía que tengo, consagrada, en la que me dijo: “Poco a poco, te vas a ir dando cuenta de que no se trata tanto de hacer sino de ser”. De ahí nace esta palabra, “ser”, que Jesús me iba repitiendo constantemente en la oración. Siempre pensé que cuando encontrara mi misión en la vida iba a ser feliz, y un día leí que la pregunta importante en la vida no es “qué tengo que hacer” sino “en quién me tengo que convertir” (become).

» Me ayudó muchísimo a entender que, precisamente como católicos, estamos llamados a ser santos. De ahí nace este deseo de la santidad [dice con sencillez].

» En este momento de mi vida, en el que no tenía nada que hacer, recuerdo que tenía una página en Instagram con cuatro mil seguidores, y pienso: “Son cuatro mil seguidores que, escriba lo que escriba, lo van a leer. Si vamos a retomar algo, lo vamos a hacer bien. ¿Cuál es el mensaje que quiero dar yo al mundo?”. Contaba con ese público, y de ahí nace Seamos Santos. Se trata de dos palabras que nos anuncian: “No tenemos que hacer mil cosas para llegar a la santidad: se trata de… SER”.

» Ahí empieza todo, yo estudiaba frases de santos a diario… Pero me di cuenta de que tenía mucho más que contar, no era suficiente. De ahí nace el podcast, el día 22 de octubre de 2019. Decidí: “Lo vamos a lanzar el día de Juan Pablo II y se lo encomendamos a él”. El primer episodio fue un éxito. Desde ese momento, para mí, fue todo un proceso. ¡Yo no tenía ni idea! Se lo encomendé al Espíritu Santo. Al principio me costó: “¿Le tengo que poner tiempos al Espíritu Santo?”. Pero muchos me pedían una mayor constancia. Además, quise fundamentarlo en la oración, para que saliera de modo natural. Y, en un encuentro con otros creadores de podcast católicos, me sugirieron hacer oración un mes concentrada en los episodios.

» Llegó el confinamiento, y ahí fue cuando empecé a sacar el podcast más constantemente. Y ya… cada semana. Ese ha sido el proceso.

» En cuanto a los vídeos, siempre quise hacerlos. Y contando con la cuarentena, pensé: “Si no lo hago ahora, no lo haré nunca”. El primer vídeo salió el 15 de septiembre, y va todo poco a poco.


- ¿Qué momentos recuerdas con mayor alegría y cuáles han sido los más difíciles?

- Te digo la verdad, el día 22 de octubre de 2019, en el que salió el primer episodio del podcast, fue increíble. Primero, porque estaba diciendo mi nombre por primera vez, quién era. Y eso supuso salir de mi zona de confort. Pero, al mismo tiempo, fue un día de muchísima Gracia. No sé cómo explicarlo. Te das cuenta de que es el Espíritu Santo Quien habla.

» Cuando preguntaba a la gente cuál ha sido el mejor episodio, me respondían: “Cada uno ha llegado en el momento en que lo necesitaba”. Y, fíjate, justamente era la única respuesta que no me daba el mérito a mí. Yo no tengo el control de quién me escucha o cuando… Es la única respuesta que reconoce el mérito del Espíritu Santo. Y es la que me daban.

» Esos son los mejores momentos, cuando ves cómo actúa el Espíritu Santo.

» Y, con los momentos difíciles, hay rachas. Me considero una persona super intensa. Por momentos, lo doy todo o no tengo ganas de hacer nada, casi, ni de rezar. Pero el Espíritu Santo sigue actuando, con o sin ganas. He intentado hacerlo lo más constante posible.

- Es importante recordar que tú tienes una vida aparte de esto…

- ¡Sí! Claro, sí, jajaja… Justamente, desde los vídeos, mucha gente me empezó a pedir mi testimonio, y me encanta compartir esta experiencia. Pero tengo mis exámenes y mis estudios, esa es mi labor ahora. He de establecer prioridades, por eso, empecé a decir que no a algunas peticiones que me encanta complacer, pero me resulta tan difícil en este momento.

» Percibo esto en mi momento presente, tengo que empezar a elegir qué cosas son prioridad.


- En ese sentido, también ha supuesto un esfuerzo, pero que se nota que llevas con alegría. Sofía, como experta, desde tu experiencia, ¿podrías compartir con nuestros lectores las frases que más te gustan?

- Es complicado. Tengo muchísimas… Me encanta una de San Juan Pablo II: “La aventura de la santidad comienza con un sí a Dios”; me encanta también una de San Josemaría Escrivá que dice: “Soñad y os quedaréis cortos”.

» Es muy personal. Jesús me va hablando por frases, también me las va repitiendo mucho. Es muy difícil elegir, esas son las primeras que me han venido a la cabeza, si te soy sincera.

» Otra que me encanta es una del Papa Francisco: “Somos polvo amado”, me encanta porque habla de la identidad del ser humano.

- Para ir terminando, ¿qué le dirías a un joven que se siente lejos de la “santidad”, para animarlo a atreverse con ella?

- Cuando hablo con jóvenes, les digo que yo no nací deseando ser santa. Nadie nace queriendo ser Teresa de Calcuta. Pero sí hay un deseo innato de ser feliz. Por eso yo di con la santidad. No es que yo dijera: “¡Ay, quiero ser santa, la más buena del mundo, quiero rezar el Rosario todos los días de mi vida!” ¡Claro que no!

» Creo que hay cosas que, simplemente, se van dando. Para mí fue: “¡Quiero ser feliz!”. Y cuando doy charlas a gente más mayor, me dicen: “Ay, ¿cómo les digo a los jóvenes de hoy en día?”. Los jóvenes de hoy en día no están tan perdidos. Igual no se dan cuenta, pero están buscando. Veo una búsqueda de plenitud, una búsqueda de felicidad, una búsqueda de Dios, al final. Que sigan buscando. Me encantaría decirles que busquen aquí, en la Iglesia. Pero eso, que busquen.

» Si ves a los santos de la Iglesia Católica, monjitas, sacerdotes… Vemos a personas extraordinarias, con vidas y dones extraordinarios. ¿Cómo voy a ser yo santo? Y me encanta esta frase de San Rafael Arnáiz: “La santidad es posible y sencilla, porque no depende de mí, sino de Dios”. Y otro santo (San Alfonso María de Ligorio) decía: “Un gran deseo de ser santo es el primer peldaño para llegar a serlo”. Y la misma que te decía de San Juan Pablo II: “La aventura de la santidad comienza con un sí a Dios”. A veces pensamos que son síes enormes que tenemos que dar y ¡no! ¡Es uno! ¡Aquí, ahora, hoy! ¿Qué te está pidiendo hoy?

» Creo que es tener claro que ya el deseo de ser santo es el primer paso para serlo, y que igual no es fácil, pero si es posible y se da a través de pasos súper simples. No es nada complicado. ¡No depende de nosotros, sino de Él!


- Finalmente, ¿qué frase de Sofía Carreón expresa mejor este mensaje? Has dicho muchas frases de santos, pero ¿cuál es la tuya?

- Una que siempre digo es que “ser santo es ser tú mismo al cien por ciento”. Te lo explico súper rápido. Ser tú mismo al cien por ciento quita esta imagen que tenemos de que para ser santos tenemos que convertirnos en una viejita de iglesia que reza todo el día, porque ¡no! Dios te quiere a ti santo, como eres.

» Es muy importante la parte espiritual del hombre, pero somos seres humanos con muchísimas partes: sociales, intelectuales… Se trata de ser tú mismo al cien por ciento en todas las dimensiones de tu vida. ¡No sólo en la iglesia! Por eso se trata de eso: “Ser tú mismo al cien por ciento”.

A continuación puedes ver uno de los video de YouTube de Sofía.


Fuente: Religión en Libertad

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