Lista de páginas

martes, 20 de diciembre de 2016


Se convirtió al mirar fijamente un Crucifijo y ahora alerta de las formas de captación

De satanista a líder católico, David Arias revela los secretos de la secta y los sacrificios humanos

David Arias cuenta cómo se producían sacrificios humanos en los rituales de la secta de la que formaba

Cada vez más jóvenes caen en las redes de las sectas satánicas. Estos grupos saben que los adolescentes están siempre en búsqueda y abiertos a experimentar y dejarse llevar por otros. El que hace esta reflexión, el mexicano-estadounidense David Arias, sabe muy bien de lo que habla pues durante años estuvo inmerso en esta vida que mezclaba el culto a Satanás con técnicas criminales.

David Arias ha pasado de ser un destructor de la Iglesia Católica a ser uno de los principales líderes católicos del sur de California realizando una labor de evangelización enorme en las diócesis de San Bernardino y en la Archidiócesis de Los Ángeles. Lo hace junto a su mujer María, con la que tiene tres hijos, a través del apostolado Profetas de Esperanza en el que forma a líderes en defensa de la fe católica.

Pero el proceso de cambio de la oscuridad a la luz fue duro y radical.

Todo comenzó con la mala influencia de sus compañeros de colegio
Arias llegó a Estados Unidos cuando tenía 16 años y se instaló junto a su familia en la región de San Fernando, en el valle de Los Ángeles. Una vez en el colegio, algunos de los compañeros que conoció le introdujeron en la Ouija para así comunicarse con los espíritus. De hecho, esta práctica está muy extendida entre los adolescentes. Para él al principio no era más que un juego al igual que el ir de noche a los cementerios. Pero pronto la cosa se fue poniendo más seria.


Muchos jóvenes 'juegan' a la ouija sin ser conscientes de los riesgos que realmente entraña

De ahí pasó ser invitado a reuniones “subterráneas” en las que abundaba la promiscuidad sexual y el abuso de drogas y alcohol hasta que por fin pasó a formar parte de la “iglesia de Satanás”.

En una entrevista con la publicación católica Our Sunday Visitor, David Arias definía a un satanista como alguien que “rechaza, odia y maldice a Dios”. Explicaba que el grupo satánico al que él pertenecía estaba compuesto por unos 80 miembros en el que había ‘sacerdotes’ satánicos y una vez al mes se reunían para hacer “misas negras”.

Realizaban sacrificios humanos
Este hombre, que ahora supera los 40 años pero que entonces era un adolescente, afirmaba que su grupo satánico mantuvo un perfil muy bajo sin llamar la atención puesto que estaban involucrados en una amplia gama de actividad criminales que iban desde el consumo de drogas hasta la violación e incluso asesinatos.


David Arias, en una de las escasas fotos públicas que existen de él

Él mismo revelaba los tres niveles que había en el grupo satánico al que pertenecía:

-Primero: los principiantes se limitaban a observar los distintos rituales satánicos.

-Segundo: los miembros más experimentados participaban en sacrificios de animales como ratas o gatos, cuyos rituales incluían el beber su sangre y proferir maldiciones sobre personas.

-Tercero: los líderes del grupo realizaban sacrificios humanos. Las personas asesinadas podían ser adolescentes “descontroladas” o los bebés de las mujeres del grupo que habían quedado embarazadas.

En su relato sobre el funcionamiento de estos grupos satánicos, David Arias añadía que en el suyo había personas de todas las edades, él fue de los más jóvenes en ser captado, y de todas las razas. Muchos de ellos vestían al estilo conocido como “gótico”, completamente de de negro y con los labios pintados de ese mismo color. Sin embargo, otros miembros vestían normal y trabajaban como médicos, abogados o ingenieros.


David Arias relataba que muchos de los miembros de la secta vestían al estilo "gótico"

Los adolescentes, objetivos de las sectas
Dada las actividades ilegales que realizaban, todos los miembros habían sido advertidos de que cualquiera que revelara lo que allí ocurría sería asesinado.

Mientras tanto, el proceso de captación de nuevos miembros, que a su vez podían ser víctimas para el sacrificio, era constante. Y aquí las chicas jóvenes eran un objetivo prioritario porque podrían ser embarazadas para sacrificar a sus bebés en los rituales. “Los adolescentes están buscando algo y están abiertos a la experimentación. Era fácil atraerlos y luego engancharles al sexo o a las drogas”, contaba David.

La mirada a Cristo crucificado que le sacó de la oscuridad
Este mexicano afincado en EEUU estuvo en este grupo durante más de cuatro años hasta que de repente algo empezó a cambiar en él. Había sido educado en una familia católica pero no había ni rastro de su fe. Sin embargo, “se sentía vacío” en su interior con la vida que llevaba y ese sentimiento crecía día a día.

Un día caminaba sin rumbo con ese “vacio interior” cuando se topó con una iglesia católica y decidió entrar en ella. Se quedó fijamente mirando a Cristo crucificado y lanzó un desafío a Dios: “¿me puedes ofrecer algo mejor que Satanás?”.

De satanista a celoso evangelizador
Desde ese mismo instante su vida empezó a cambiar y vio el sinsentido de la vida que llevaba por lo que decidió abandonar esta secta aunque esto era algo muy peligroso porque incluso podrían matarle. Pero este valor que le infundió la imagen de la Cruz le llevó a dar el paso y lo primero que hizo fue abandonar el Valle de San Fernando, en el que vivía su familia, y se trasladó a San Bernardino, lejos de los miembros del grupo satánico.

Allí comenzó una nueva vida. Empezó a asistir a la Iglesia y a utilizar los Sacramentos, conoció  a una chica y se casó. Ahora tiene tres hijos. Y ahora todo el tiempo libre que tiene lo dedica a la evangelización y advirtiendo sobre el ocultismo y el satanismo.

El rezo del Rosario es un antídoto muy útil contra Satanás

¡Alerta, padres!
“Los padres tienen que ser conscientes de lo que están haciendo sus hijos. Hoy en día, los niños tienen fácil acceso a muchas cosas que son perjudiciales”, indicaba Arias durante la entrevista.

Sobre la influencia demoníaca en la sociedad actual, este exsatanista lo tiene claro: “el Maligno quiere sacrificios humanos, y los abortos son sacrificios” y recuerda que uno de los miembros de la secta era un médico abortista.
Además, David Arias aconsejaba como luchar contra Satanás y para ello ofrecía su experiencia propia: ir regularmente a misa y recibir la comunión pues incluso los satanistas reconocen que ahí está el Cuerpo de Cristo y por ello intentan robar las Sagradas Formas.

El Rosario asusta al mal
También hablaba de la importancia de la confesión frecuente y del rezo del Rosario: “cuando alguien reza el Rosario, el Mal se asusta”.

Y mientras tanto vive sin miedo ante las posibles represalias de los satanistas con los que convivió: “El Señor está conmigo, con Él no tengo nada que temer”.

Fuente: Religión en libertad

No hay comentarios:

Publicar un comentario