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viernes, 31 de mayo de 2024

Santo Evangelio 31 de Mayo 2024

 


Texto del Evangelio (Lc 1,39-56):

 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».

Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos». María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.



«Saltó de gozo el niño en mi seno»


Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida

(Lleida, España)

Hoy contemplamos el hecho de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel. Tan pronto como le ha sido comunicado que ha sido escogida por Dios Padre para ser la Madre del Hijo de Dios y que su prima Isabel ha recibido también el don de la maternidad, marcha decididamente hacia la montaña para felicitar a su prima, para compartir con ella el gozo de haber sido agraciadas con el don de la maternidad y para servirla.

El saludo de la Madre de Dios provoca que el niño, que Isabel lleva en su seno, salte de entusiasmo dentro de las entrañas de su madre. La Madre de Dios, que lleva a Jesús en su seno, es causa de alegría. La maternidad es un don de Dios que genera alegría. Las familias se alegran cuando hay un anuncio de una nueva vida. El nacimiento de Cristo produce ciertamente «una gran alegría» (Lc 2,10).

A pesar de todo, hoy día, la maternidad no es valorada debidamente. Frecuentemente se le anteponen otros intereses superficiales, que son manifestación de comodidad y de egoísmo. Las posibles renuncias que comporta el amor paternal y maternal, asustan a muchos matrimonios que, quizá por los medios que han recibido de Dios, debieran ser más generosos y decir “sí” más responsablemente a nuevas vidas. Muchas familias dejan de ser “santuarios de la vida”. El Papa San Juan Pablo II constata que la anticoncepción y el aborto «tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de la libertad, que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad».

Isabel, durante cinco meses, no salía de casa, y pensaba: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor» (Lc 1,25). Y María decía: «Engrandece mi alma al Señor (...) porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava» (Lc 1,46.48). La Virgen María e Isabel valoran y agradecen la obra de Dios en ellas: ¡la maternidad! Es necesario que los católicos reencuentren el significado de la vida como un don sagrado de Dios a los seres humanos

«La batalla del aborto debe librarse con las armas de Dios»: la labor provida de Casa Guadalupe



 «La batalla del aborto debe librarse con las armas de Dios»: la labor provida de Casa Guadalupe

Madres en la Casa Guadalupe. 

Madres salvadas, que pasan de ver la oscuridad a ver la luz, que conocen a Dios y la fe, que encuentran el amor en sus hijos y que comparten en comunidad con otras embarazadas en apuros: son los frutos de la Casa Guadalupe, según su presidente, Piero Viganego.

"Oración, humildad, firmeza en la fe, comunidad y alegría". Son los cinco ingredientes que Piero Viganego, presidente de la provida Casa Guadalupe, anticipa de cara al próximo 1 de junio. Es una fecha especial para esta veterana organización barcelonesa: sus integrantes, voluntarios y una cohorte de mujeres y niños rescatados en la Casa preparan una romería para rezar por el fin del aborto, que comenzará a las 11:00 horas en el Santuario de Mare de Déu de la Salut. Allí se procesionará una antigua Virgen cuyo destino será la Santa Misa presidida por Salvador Cristau, obispo de Terrassa, a las 12:00 horas.

Viganego, abogado, casado y padre de cuatro hijos, habla con Religión en Libertad sobre los pilares de Casa Guadalupe, ofrece detalles del próximo evento y renueva el llamado a librar la "batalla espiritual" del aborto con las "armas del cristiano".

-¿Cómo surge la Casa Guadalupe?

-Se inaugura en 2012 pero la idea surge antes, a raíz de la actividad del doctor Morín en Barcelona practicando abortos. Nos dimos cuenta de que el aborto se estaba extendiendo y pensamos en hacer una casa de acogida de madres en riesgo de aborto.

-¿Y qué las ofrece? ¿Qué la diferencia de otros hogares de acogida?

-Primero, acogida en el amor, que es lo que necesitan estas chicas, muchas solas, con experiencias de desamor y hombres  que las abandonan, dejándolas sin capacidad ni apoyo para sacar adelante un embarazo. La Casa quiere que estas chicas se vean queridas, que vean que  hay gente que se preocupa por ellas o el apoyo de otras madres que han tenido al niño.

Se puede ayudar a Casa Guadalupe, sus madres y niños, desde su página web, o contactar a través de sus varios teléfonos, correosy formularios.  

-¿Qué ven las recién llegadas en las que siguieron adelante?

-Las ven contentas. Hay un antes y un después en la decisión de tener al niño. Antes lo ves todo oscuro, como una carga, lleno de inconvenientes. Cuando la mujer decide tener el niño cambia la perspectiva. La vida se llena de luz y ese niño se transforma en el amor de sus vidas. Es una casa en la que se quiere enseñar lo que ofrece el plan de Dios, decir sí a la vida y ver la vida llena de luz.



Piero Viganego. 

Piero Viganego, abogado, casado y padre de cuatro hijos, ha dedicado su vida a la lucha contra el aborto y la ayuda a mujeres embarazadas como presidente de Casa Guadalupe. 

-¿Qué han aprendido estos 12 años de recorrido?

-Que no hay que hacer demasiada publicidad. La necesidad de ayuda es muy grande y cuando las madres saben que hay un sitio que las puede ayudar, acuden: por el boca-oreja, por recomendaciones de amigas, por Internet y muchas personas que en los centros de salud tratan de ayudar a estas chicas a tener una alternativa al aborto.

-¿Y hay quien quiere impedir que se ofrezca esta salida?

-A nivel político se ha querido suprimir esta posibilidad de información porque saben que cuando se ofrece, muchas chicas se ven ayudadas. Ven una vía de escape al drama que viven y que pueden tener a sus bebes. Por eso la reforma de ley del aborto para suprimir el periodo de reflexión está bien pensada. Si quieres favorecer el aborto como derecho, quita a la madre la posibilidad de conocer alternativas. Pero la casa, en cambio, existe.

-¿Y cómo funciona? ¿A cuántas madres ayuda?

-En 12 años hemos atendido a unas 600 madres. Podemos hablar de unas 50 o 60 "en activo" que acuden normalmente. Está abierta todos los días de la semana salvo el domingo y pueden ir cualquier día. Sobre todo los sábados la mañana, que hay formación, reparto de pañales y toallitas. Ahí encuentran ayuda material. Pero sobre todo, espiritual: está la capilla, hablamos de Jesús y de la fe, que es la ayuda más grande. La ayuda material es relativa, también se puede encontrar en otros sitios. Pero  lo que se quiere dar sobre todo es una ayuda espiritual y personal.



Madres recibiendo formación en la Casa Guadalupe.

Las madres, unas con sus hijos en brazos, otras embarazadas, recibiendo formación en la Casa Guadalupe. 

-¿Por qué la advocación de Guadalupe?

-Es la patrona de las madres embarazadas. Por eso la ponemos como patrona de la casa, porque lo es de la vida por nacer. Estamos muy contentos de tener esta advocación que ayuda mucho a la Casa.

-El 1 de junio, el obispo de Terrassa, Salvador Cristau, participará en la romería del Santuario de Mare de Déu de la Salut. ¿Qué supone para el evento y para la organización?

-Es muy importante porque imprime un sello de seriedad y sirve para que otras personas de la diócesis también se animen. Que la autoridad eclesiástica apoye es fundamental.  

-¿Y por qué una romería?

-El Santuario de la Virgen de la Salud de Sabadell tiene un parking muy amplio y un parque muy bonito, es una buena opción para ir con niños y la familia que permite quedarse. La procesión empieza a alas 11 de la mañana y se llevará  una Virgen de la misma Casa Guadalupe, muy peculiar porque el niño es muy pequeño, como un feto, que lo tiene a la altura del vientre, como si lo mostrara. La Virgen es muy antigua, no se hizo para la casa pero acabó allí de forma providencial. Rezaremos el rosario y después, a las 12:00, el obispo celebrará la misa y las familias pueden quedarse al terminar.

-¿Qué actitud predomina entre los católicos hacia el aborto?

-Nos hemos resignado [a verlo] como algo inevitable. La gente no tiene mucho entusiasmo en participar en iniciativas, se ha perdido la esperanza de que se pueda erradicar. Hemos asimilado la idea de que el aborto puede ser aceptable en ciertos supuestos o semanas.  

-¿Y la alternativa es…?

-La oración. Más que acción política, que está muy bien, se trata de la oración. Es mucho más potente que acciones de carácter civil. La oración es el arma realmente potente frente al aborto, frente a la enorme fuerza a nivel económico y global para favorecerlo y frente a esos principados y potestades del mundo.



Anuncio de la romería de Casa Guadalupe. 

La romería de Casa Guadalupe con el obispo Cristau tendrá lugar este sábado 1 de junio, en el Santuario de la Mare de Déu de La Salut de Sabadell a partir de las 11:00 horas. 

-El aborto ha sido recientemente reconocido como derecho en Francia y se plantea lo mismo a nivel europeo. ¿Cómo enfrentarlo? ¿Con qué medidas concretas?

-Estamos viviendo un momento importante. Hay una batalla muy fuerte en la que hay que luchar revestidos con las armas de Dios, la oración, la humildad y la unión en comunidad para hacer sacrificios juntos. Es el momento de salir adelante con la idea de que el aborto no es un derecho, sino un mal, y lo sabemos bien porque en la casa lo vemos. No debemos resignarnos. 

-En la página web se recogen imágenes de bautizos en la misma Casa. ¿Cómo es el proceso de bautizar a los niños que se rescatan?

-Nuestro cometido más importante es llevar a madres e hijos a la fe, y a través de ella y los sacramentos, renovar sus vidas. Cada año se bautizan niños, también hay madres que se confirman y bautizan e incluso se casan. Intentamos acercar a las madres, porque la caridad más grande es llevarlas a Jesús. Otras madres no creen, otras son musulmanas… la casa está abierta a madres de cualquier procedencia, pero muchas se acercan.



Niñas reciben sacramentos en la Casa Guadalupe. 

Algunas de las niñas de la Casa Guadalupe, recibiendo sus primeros sacramentos.  

-Parece que la suya, además de provida, es una labor evangelizadora…

-Es una batalla espiritual. Los católicos tenemos mucho que decir ante el aborto y además ir con la condición de católico por delante con mucha naturalidad. Es lo mejor. Y mostrar la alegría de ser católico y traer este mensaje, que también se lo presentamos a los musulmanes. En casa hay hombres y mujeres musulmanes… Y sin problema: hablamos de los santos, de Jesús, de la fe.

-¿Y cómo lo incluyen en el día a día?

-Hablamos de la importancia de la oración y la presencia de Dios, que preside nuestra vida, pero lo dejamos al criterio de cada persona. Los sábados empiezan con una oración de un grupo de madres en la capilla y cantos invocando al Espíritu Santo para que presida la jornada. Después se va al aula de formación, se imparte una charla y se prepara la comida. La oración se integra de forma natural.

-Incluso entre católicos se ha extendido la opinión de no vincular la labor provida con la fe de los responsables de iniciativas. No parece su caso…

-Hay que ir con mucha naturalidad. No es cierto que la religión católica ofenda a nadie. Nosotros podemos convivir con otros, nos respetamos y acogemos a musulmanes o católicos y con naturalidad estamos juntos y creo que es importante. Lo que queremos defender es la verdad y la vida. Y si lo tenemos que defender con otros, encantados. Eso sí, nosotros lo hacemos en nombre de la Virgen y Jesús, como católicos.  

-La casa orienta su ayuda fundamentalmente a las madres. ¿Qué papel juegan los padres?

-Hay pocos hombres. Una de las causas del aborto es la falta de hombres, del hombre de verdad, auténtico, capaz de amar a una mujer y acogerla. Ese es el hombre de verdad, una figura perseguida que tiene que contar lo menos posible. Hoy hay mucho `adolescente mayor´ que tiene la cabeza `a por uvas´ y utiliza a la mujer. Cuando se queda embarazada, le dan la opción del aborto o a la calle. Lo que queremos es que vuelvan a confiar en el amor de Dios que no falla.

-¿Aporta la fe un elemento de cohesión y de comunidad para esas madres en apuros?

-En la Casa, las madres encuentran que independientemente de ser o no católicas, son queridas por ser madres necesitadas de ayuda y por ser hijas de Dios. Y su hijo también. Esa sensación de sentirse queridas, de que importan realmente, es algo a lo que no están acostumbradas.

-Y como madres de un hijo, son ya una comunidad…

-Hay una cosa esencial y es que se dan cuenta de que el decir sí a la vida es posible y te abre una perspectiva maravillosa: encuentran el amor en su vida en sus hijos. Hay muchas madres que han vivido situaciones difíciles, tenido vidas rotas, pero su hijo las sana, las ayuda a sobreponerse y afrontar su nueva vida con alegría. La comunidad que encuentran en la Casa es importante, se ayudan entre ellas y se hacen amigas. Tenemos muchas situaciones extremas de madres que encuentran la salida y ahora tienen un hijo o más. Y saben que pueden salir adelante.

Fuente: Religión en LIbertad

jueves, 30 de mayo de 2024

Santo Evangelio 30 de Mayo 2024



 Texto del Evangelio (Mc 10,46-52):

 En aquel tiempo, cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!». Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».

Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle». Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama». Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.



«¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»


P. Ramón LOYOLA Paternina LC

(Barcelona, España)

Hoy, Cristo nos sale al encuentro. Todos somos Bartimeo: ese invidente a cuya vera pasó Jesús y saltó gritando hasta que éste le hiciese caso. Quizás tengamos un nombre un poco más agraciado... pero nuestra humana flaqueza (moral) es semejante a la ceguera que sufría nuestro protagonista. Tampoco nosotros logramos ver que Cristo vive en nuestros hermanos y, así, los tratamos como los tratamos. Quizás no alcanzamos a ver en las injusticias sociales, en las estructuras de pecado, una llamada hiriente a nuestros ojos para un compromiso social. Tal vez no vislumbramos que «hay más alegría en dar que en recibir», que «nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn 15,13). Vemos borroso lo que es nítido: que los espejismos del mundo conducen a la frustración, y que las paradojas del Evangelio, tras la dificultad, producen fruto, realización y vida. Somos verdaderamente débiles visuales, no por eufemismo sino en realidad: nuestra voluntad debilitada por el pecado ofusca la verdad en nuestra inteligencia y escogemos lo que no nos conviene.

Solución: gritarle, es decir, orar humildemente «Jesús, ten compasión de mí» (Mc 10,48). Y gritar más cuanto más te increpen, te desanimen o te desanimes: «Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más…» (Mc 10,48). Gritar que es también pedir: «Maestro, que vea» (cf. Mc 10,51). Solución: dar, como él, un brinco en la fe, creer más allá de nuestras certezas, fiarse de quien nos amó, nos creó, y vino a redimirnos y se quedó con nosotros, en la Eucaristía.

El Papa San Juan Pablo II nos lo decía con su vida: sus largas horas de meditación —tantas que su Secretario decía que oraba “demasiado”— nos dicen a las claras que «el que ora cambia la historia».

A punto de suicidarse, la invitaron a una adoración de madres: «Dios es lo que esperé toda mi vida»

 


A punto de suicidarse, la invitaron a una adoración de madres: «Dios es lo que esperé toda mi vida»

Gema Jara junto a un Cristo de la Divina Misericordia

Gema Jara afirma que Dios le mostró un trozo de Cielo

Gema Jara afirma sin duda alguna que la suya es "una vida salvada por Dios". Como contó recientemente a Cambio de Agujas, la fe que vivió su familia siempre fue "muy pobre" y aunque siempre pensó que "eran muy católicos", pronto echó en falta una formación y vivencia de fe más sólida desde la infancia.

Recuerda con alegría los momentos en el coro, los ratos que pasaba con una religiosa y otras reuniones relativas a la parroquia que la "llenaban de alegría".

Pero todo eso se truncó pronto. Tenía solo 12 años cuando su vida cambió por completo y precozmente pasó "de tener una muñeca en brazos a tener novio", así como sufrir un doloroso fracaso escolar que la llevó a trabajar desde los 14.

"Era muy inocente y a los 12 años ya conocí lo que era relacionarse con chicos. Me causó mucho sufrimiento, mis novios eran mundanos, estaban fuera de la Iglesia y querían cosas de mí que no quería darles. Mi infancia quedó truncada", relata.

"No vales nada"

De forma simultánea, Gema comenzó a sufrir achaques de baja autoestima que minaban su esperanza y alegría. Recuerda que, viendo un reportaje de la Madre Teresa de Calcuta, le invadió un fuerte deseo de "ir con ella, hacer la misión y ser monja". Pero a ello le siguió una dura respuesta interior: "Tú no vales, no sabes nada, no has estudiado y no sirves".

Aquel sufrimiento la perseguiría durante años. Y encontró una aparente salida cuando sus amigos le invitaron a fumar porros.

"Dije que no y a las dos horas estaba fumando. Estaba como guiada por el mundo, sabía que no estaba bien pero quería que me quisieran. Incluso en mi familia me sentía poco querida y, aunque sabía que no era verdad, escuchaba dentro de mí que mis padres no me querían y no valía para nada. Pensé que Dios se había equivocado conmigo y empecé a refugiarme en algo que me hacía olvidar", recuerda.

Aunque el consumo empezó "poco a poco", pronto se vio llegando afectada a casa cada noche, envolviéndose en una doble vida que le llevó a dejar definitivamente de ir a la Iglesia y a cambiarla por el alcohol, la droga y las relaciones.

El dolor de pensar que no hay perdón

Gema comenzó a dar tumbos, movida por la vida, primero con un chico que profundizaría en su sufrimiento. Después tuvo un novio durante diez años, "muy bueno" y que "salvó" su vida. Llegó incluso a volver a visitar iglesias, para pedir perdón y marcharse, "convencida de que no iba a encontrar el perdón de Dios".

Gema Jara. 

Durante años, Gema vivió sin esperanza ni amor autoestima, convencida de que `no merecía perdón´ y buscando evadirse de su sufrimiento. 

"Pero parece que a las chicas nos gustan los malos", anticipa la mujer en su testimonio. Tras dejar a su novio, tuvo otro con el que convivió hasta dos décadas y más adelante tuvo dos hijas.

El sufrimiento interno de Gema fue imparable.

"Tenía ganas de morir. Quería caerme por cualquier precipicio, ideaba formas de hacerlo, pensaba como podía morirme ya. Era un dolor que me asaltaba cada vez más y del que me refugiaba con los porros", cuenta.

"Si no existes, lo que quiero es morir"

Con frecuencia esperaba a que sus hijas se durmiesen para "olvidarlo todo", cuando un día escuchó una voz: "No sigas, te vas a morir". Claro, respondía, "si es lo que quiero". Pero aún tenía la motivación de sus hijas, por lo que cada día libraba "una mucha muy grande entre el bien y el mal".

Pensaba en sus hijas y no quería morir, pero al pensar en sí misma, "quería terminar con todo". Un día miré al cielo y dije: `Señor, si existes, dímelo, porque yo no quiero estar en este mundo´. Hasta que un día escuché: `Ya no hay tiempo para ti´".

Aquel pensamiento le invadió al mismo tiempo que sus hijas iban a catequesis, y las conocidas de la parroquia le invitaron a participar en la obra de teatro de un festival de Navidad. Pero también cuando estaba en un momento crítico, a punto de suicidarse y pensando en la forma de cómo morir, "desde las pastillas o cortarme las venas a tirarme por la ventana o chocarme con el coche".

Adoración y comunidad cristiana, un salvavidas

La invitación era, al menos en parte, una respuesta a algo que llevaba pidiendo a Dios "toda la vida", tener amigos cristianos. Y en cierta manera, fue su salvavidas.

"Por eso creía que Dios no me quería. Porque no me los daba. Pero empecé a descubrir a estos amigos tan buenos, que los envidiaba por ser un grupo inalcanzable y empecé a ver que sí podía ser", confiesa.

Sus expectativas se confirmaron cuando recibió una nueva invitación, en esta ocasión a una adoración de madres.

"Rollazo" fue la primera idea que se le pasó por la cabeza. Pero sin saber cómo, decidió ir. Al menos, "ya tenía las amigas católicas que quería".

Poco a poco, cuenta, "el Señor  me despojó de los porros, del alcohol, de las cosas que me aferraban al mal y empecé a escuchar a Jesús". Un camino que pareció culminar en aquella adoración consistente en encomendar a todos los miembros de la familia.

En un momento dado, ella empezó a hablar de su vida y cuando se quiso dar cuenta, "no podía parar de llorar", incapaz de comprender cómo uno de los momentos más felices de su vida era llorando y hablando de su vida privada: "Supe que estaba siendo escuchada y me sentí reconfortada".

Esperanza, luz y amor: "Un nuevo bautismo"

A aquella primera adoración le siguieron varias. Y en un momento dado, en una de ellas, recuerda mirar al cielo y dar las gracias a Dios por sus nuevas amistades y por conocer la adoración.

En ese momento, recuerda que algo similar a "una lluvia de luz y amor" caía sobre ella y la envolvía, mientras escuchaba un mensaje: "Todo es verdad, estoy vivo, te perdono y te amo, y eres mía".

Recuerda aquel momento como "una marca indeleble" que puso Dios en su alma, comparable a "un nuevo bautismo" e "imposible de borrar".

"Él me mostró un trozo de Cielo y me hizo saber que había dado toda su vida por mí. El amor de Dios era lo que había esperado toda mi vida y ahora todo el sufrimiento que había pasado cobraba sentido. Lo que yo había torcido, el Señor lo enderezó. Estaba a punto de suicidarme y Dios me restauró", agrega.


Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 29 de mayo de 2024

Santo Evangelio 29 de Mayo 2024

 


Texto del Evangelio (Mc 10,32-45):

 En aquel tiempo, los discípulos iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de Él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará».

Se acercan a Él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos». Él les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?». Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?». Ellos le dijeron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado».

Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».



«Tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos»


Rev. D. René PARADA Menéndez

(San Salvador, El Salvador)

Hoy, el Señor nos enseña cuál debe ser nuestra actitud ante la Cruz. El amor ardiente a la voluntad de su Padre, para consumar la salvación del género humano —de cada hombre y mujer— le mueve a ir deprisa hacia Jerusalén, donde «será entregado (…), le condenarán a muerte (…), le azotarán y le matarán» (cf. Mc 10,33-34). Aunque a veces no entendamos o, incluso, tengamos miedo ante el dolor, el sufrimiento o las contradicciones de cada jornada, procuremos unirnos —por amor a la voluntad salvífica de Dios— con el ofrecimiento de la cruz de cada día.

La práctica asidua de la oración y los sacramentos, especialmente el de la Confesión personal de los pecados y el de la Eucaristía, acrecentarán en nosotros el amor a Dios y a los demás por Dios de tal modo que seremos capaces de decir «Sí, podemos» (Mc 10,39), a pesar de nuestras miserias, miedos y pecados. Sí, podremos abrazar la cruz de cada día (cf. Lc 9,23) por amor, con una sonrisa; esa cruz que se manifiesta en lo ordinario y cotidiano: la fatiga en el trabajo, las normales dificultades en la vida familiar y en las relaciones sociales, etc.

Sólo si abrazamos la cruz de cada día, negando nuestros gustos para servir a los demás, conseguiremos identificarnos con Cristo, que vino «a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10,45). San Juan Pablo II explicaba que «el servicio de Jesús llega a su plenitud con la muerte en Cruz, o sea, con el don total de sí mismo». Imitemos, pues, a Jesucristo, transformando constantemente nuestro amor a Él en actos de servicio a todas las personas: ricos o pobres, con mucha o poca cultura, jóvenes o ancianos, sin distinciones. Actos de servicio para acercarlos a Dios y liberarlos del pecado.


No existe el «karma» ni gobierna el mundo: las razones de Angelo Stagnaro, mentalista católico



 No existe el «karma» ni gobierna el mundo: las razones de Angelo Stagnaro, mentalista católico

Mujeres en una clase de yoga.

Hablar de «karma» ya no es propio solo de los adeptos de la Nueva Era: empieza a formar parte del lenguaje popular. Foto: Erik Brolin / Unsplash.

"¡Eso ha sido el karma!": cada vez es más frecuente escuchar ésta u otras expresiones similares para explicar acontecimientos que antes se atribuían a la suerte, a la casualidad o a la voluntad de Dios en el hacer o en el dejar hacer.

Hoy, como tantos conceptos procedentes de las religiones orientales, y en particular del budismo, degradados para consumo occidental, el karma ha pasado a formar parte del habla popular sin una idea precisa de qué significa ni de cuáles son sus implicaciones. Lo cierto es que "nadie cree en él, ni siquiera los occidentales que dicen creer en él, porque si creyesen, no se quejarían cuando sufriesen de dolores o disgustos", afirma Angelo Stagnaro, prestidigitador y mentalista católico, terciario franciscano, de nombre artístico Erasmus.


Angelo Stagnaro (Erasmus) fue finalista en el Got Talent 2019 de Myanmar (Birmania), con este espectacular número en el que teletransporta a un joven a un supermercado para que haga la compra que los miembros del jurado le han pedido en ese momento. [Más sobre el mentalismo en ReL: El nuncio advirtió al mago jesuita: «Dígame cómo lo ha hecho o suspendo ahora mismo la función»]

Porque, en efecto, "según la teoría kármica, todo lo que le pasa a alguien es lo que merece", al ser el karma una especie de mecanismo compesatorio que reequilibra el universo y hace justicia a través de sucesivas reencarnaciones. 

Lo cierto es, dice Stagnaro -quien ha estudiado a fondo esa teoría para la preparación de sus espectáculos, que juegan en apariencia con el tiempo y el destino-, que "el karma no ofrece ninguna respuesta, solo desorientación y ofuscación". ¿Por qué? Lo sintetiza en veinte razones en un reciente artículo en el National Catholic Register, cuyas ideas básicas recogemos a continuación:

1. El karma es una filosofía esencialmente fatalista y determinista, un sistema que sugiere la aceptación pasiva de un universo mecánicamente regulado en sustitución de la responsabilidad moral individual. 

2. Si el karma formase parte del cosmos como las principales constantes físicas (la constante de gravitación universal, la velocidad de la luz en el vacío o la carga del electrón) o las fuerzas fundamentales de la naturaleza (gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil) habría sido detectado alguna vez. No lo ha sido.

3. Si, como presupone la filosofía del karma, éste integra la estructura del universo, por definición carecería de conciencia, por lo cual no podría dar lugar a un movimiento espiritual ni distinguir el bien del mal, y por tanto tampoco la justicia de la injusticia. Difícilmente puede así reequilibrar nada.

4. Dado que el karma no puede reconocer un orden de justicia ajeno a él, él es su propio sistema de justicia. ¿Qué atribuimos entonces al karma? ¿Es culpable el terrorista islámico que asesina a cientos de cristianos que aparentemente no lo merecen, o sí lo merecen y el crimen es solo aparente, expresión de una compensación cuyas claves se nos escapan? La autosuficiencia moral del karma, subraya Stagnaro, "suena a explicación que no explica nada".

5. El karma es irreconciliable con el cristianismo porque está ligado a la doctrina de la reencarnación, reprobada por San Pablo: "El destino de los hombres es morir una sola vez; y después de la muerte, el juicio" (Heb 9, 27).

6. Si la reencarnación es el resultado final de toda una vida de hacer el bien o hacer el mal, ¿por qué el alma reencarnada no tiene conciencia de ello? Es un castigo que hace imposible la rehabilitación, pues el hombre reencarnado desconoce el porqué de su estado actual. En consecuencia, tampoco dispone de un criterio para influir sobre el sentido de sus futuras reencarnaciones.

7. El creyente en el karma tiene cosas muy poco compasivas que decir a quien sufre, más allá de que él (o sus seres queridos, si son la causa de su sufrimiento) "hicieron algo horrible en una vida anterior". El cristiano sabe al menos que el sufrimiento que Dios permite tiene un sentido en su plan para cada uno de los hombres, a quienes ama y por quienes Él también sufrió.

8. El karma hace imposible la justicia humana y la misericordia. ¿Por qué castigar al asesino por matar a su víctima, si su víctima mereció esa muerte horrible en una vida anterior? ¿Por qué ayudar a los pobres, si ser pobres es la retribución en esta vida a sus maldades de la anterior?

9. Si el karma gobierna el universo, y eso incluye la mente y el corazón de todos, y si ejecuta una justicia cósmica sobre todos los seres humanos a lo largo del tiempo, ¿qué lugar queda para el libre albedrío individual?

10. Para que el karma dispensase justicia, tendría que controlar todos los aspectos físicos y emocionales del universo entero. Por tanto, una espiritualidad basada en el karma no sería una espiritualidad, sino una ciencia y, en cuanto ciencia, debería responder a una demostración objetiva y experimental. Pero ninguna ciencia lo detecta...

11. La virtud, tal como la concibe el cristianismo, no tiene lugar en un sistema kármico, porque en éste no son la gracia de Dios y la perseverancia la que nos fortifican en el bien para crear el hábito virtuoso, sino el impulso desconocido de una vida anterior (luego no hay gracia) de la que no sabemos nada (luego no hay voluntad que siga al conocimiento).

12. Distinguir el bien del mal en algunos casos exige una gran especialización teórica y práctica en la teología moral. Pero, según el sistema kármico, cualquier creyente en las filosofías orientales tiene una perfecta comprensión del karma, lo que degrada la misma idea del discernimiento moral. 

13. Según el karma, "las buenas cosas le suceden a las buenas personas, y las malas cosas a las malas personas". Esto solo tiene sentido autorreferencial, pues lo bueno y lo malo sería lo que sucede según el karma. En cualquier caso, ese principio no solo contradice la experiencia común (¿son malos los niños a quienes suceden cosas malas?) sino la literalidad del Evangelio: "Vuestro Padre celestial... hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos" (Mt 5, 45).

14. Si algunos creyentes en el karma afirman que Jesucristo creyó en él y lo enseñó, es porque desconocen por completo la vida y enseñanza de Nuestro Señor, que discurrió exactamente en sentido opuesto: "En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús respondió: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera»" (Lc 13, 1-5).

15. El carácter mecánico del karma hace inexplicable la conciencia, la moralidad y la libertad del hombre, con su condición de misterios excepcionales que remiten a la existencia de un Creador que -a diferencia del karma- trasciende el plano materialista de la existencia.

 16. La popularidad del karma en Occidente, afirma Stagnaro, no es más que fruto de un "orientalismo exótico y racista", porque presumir de budista, como presumir de feminista o de vegano, es algo cool  y te hace aparecer como "espiritualmente superior" sin tener que aprender, ni estudiar, ni rezar, ni atender a los leprosos. Pero "no hay nada fácil en la espiritualidad, si no, el planeta estaría lleno de santos y los países con mayor número de creyentes en el karma serían los más justos, serenos y humanitarios del mundo, lo cual es rotundamente falso".

17. ¿Quiénes son y dónde están esos santos de carne y hueso que produciría la creencia en el karma? "Los charlatanes hablan mucho pero no aportan nada para demostrar sus alegatos, que solo se creen los ingenuos", afirma Stagnaro: "Exigen fidelidad y obediencia, pero enfurecen cuando se les exigen pruebas".

18. El karma se desconoce a sí mismo. La visión del mundo judeocristiana puede explicarse a sí misma. El karma no puede explicar por que está aquí y cómo llegó.

19. Cristo y su Iglesia son suficientes para la salvación. ¿Cómo lo sabemos? Porque Jesús lo dice, lo cual quiere decir que un católico no tiene que introducir en la Iglesia ideas no cristianas como el yoga, el karma, la reencarnación o el veganismo, de las que Jesús no habló nunca.

20. El karma impersonal no puede sanar, guiar, consolar, instruir o amar a nadie, no te reconocería ni aunque te presentaras a él. Toda auténtica experiencia de sanación, orientación, consuelo, iluminación o amor lo que prueba es que hay alguien, Dios, una conciencia personal que nos ama.

Dos opciones

En resumen, concluye Stagnaro, quien busca la Verdad se halla ante dos opciones: o la fe en un Dios omnisciente y omnipotente que es Amor y quiere llevarnos con Él ("Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí", Jn 12, 32) y nos promete la redención y la misericordia, la sabiduría y la virtud; o la fe en un karma que carece de conciencia personal y moral y por arte de magia todo lo sabe y todo lo controla.

Por si alguien tiene dudas, él recomienda meditar un par de versículos del libro de Josué: "Pues bien: temed al Señor; servidle con toda sinceridad; quitad de en medio los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del Río y en Egipto; y servid al Señor. Pero si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país habitáis; que yo y mi casa serviremos al Señor" (Jos 24, 14-15).

Este es un artículo de hemeroteca publicado el 20 de julio de 2020.

martes, 28 de mayo de 2024

Santo Evangelio 28 de Mayo 2024

 


Texto del Evangelio (Mc 10,28-31):

 En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora en el presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros».



«Nadie que haya dejado casa (...) por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno (...) y en el mundo venidero, vida eterna»


Rev. D. Jordi SOTORRA i Garriga

(Sabadell, Barcelona, España)

Hoy, como aquel amo que iba cada mañana a la plaza a buscar trabajadores para su viña, el Señor busca discípulos, seguidores, amigos. Su llamada es universal. ¡Es una oferta fascinante! El Señor nos da confianza. Pero pone una condición para ser discípulos, condición que nos puede desanimar: hay que dejar «casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio» (Mc 10,29).

¿No hay contrapartida? ¿No habrá recompensa? ¿Esto aportará algún beneficio? Pedro, en nombre de los Apóstoles, recuerda al Maestro: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido» (Mc 10,28), como queriendo decir: ¿qué sacaremos de todo eso?

La promesa del Señor es generosa: «El ciento por uno: ahora en el presente (...) y en el mundo venidero, vida eterna» (Mc 10,30). Él no se deja ganar en generosidad. Pero añade: «Con persecuciones». Jesús es realista y no quiere engañar. Ser discípulo suyo, si lo somos de verdad, nos traerá dificultades, problemas. Pero Jesús considera las persecuciones y las dificultades como un premio, ya que nos ayudan a crecer, si las sabemos aceptar y vivir como una ocasión de ganar en madurez y en responsabilidad. Todo aquello que es motivo de sacrificio nos asemeja a Jesucristo que nos salva por su muerte en Cruz.

Siempre estamos a tiempo para revisar nuestra vida y acercarnos más a Jesucristo. Estos tiempos y todo tiempo nos permiten —por medio de la oración y de los sacramentos— averiguar si entre los discípulos que Él busca estamos nosotros, y veremos también cuál ha de ser nuestra respuesta a esta llamada. Al lado de respuestas radicales (como la de los Apóstoles) hay otras. Para muchos, dejar “casa, hermanos, hermanas, madre, padre...” significará dejar todo aquello que nos impida vivir en profundidad la amistad con Jesucristo y, como consecuencia, serle sus testigos ante el mundo. Y esto es urgente, ¿no te parece?


Cuatro formas de medir si una parroquia da fruto evangelizador... y preguntas concretas para medirlo

 


Cuatro formas de medir si una parroquia da fruto evangelizador... y preguntas concretas para medirlo

Procesión eucarística. 

¿Cuánta gente reza cada día? ¿Cuánta gente ha hecho una decisión consciente de poner a Jesús en el centro de su vida? ¿Cuánta gente activa e intencionalmente ha compartido su fe con otros fuera de la iglesia? Son algunas preguntas que propone Marcel Lejeune para medir el fruto evangelizador de una parroquia.

Marcel Lejeune es el impulsor de Catholic Missionary Disciples, una plataforma de evangelización católica con sede en Texas que promueve una "conversión pastoral" en las parroquias para hacerlas más evangelizadoras. Desde su blog, publica reflexiones a partir de su experiencia en muchas parroquias para animarlas a tener un enfoque más evangelizador.

En una de sus últimas reflexiones, Lejeune examina la forma de medir el "éxito" (o fruto) de una parroquia.

Muchas parroquias miden su fruto contando los asistentes a misa, la gente que participa en otras actividades parroquiales y el número de sacramentos que se imparten (cuántas bodas, bautizos y primeras comuniones se celebran).

"No hay nada malo en contabilizar estas cosas y ciertamente necesitamos valorar los sacramentos. Los números que registramos en estas ocasiones son objetivos y pueden darnos una visión amplia. Pero si es lo único que medimos, es que apuntamos a la diana equivocada", advierte.

La razón es la siguiente: la Iglesia existe para evangelizar, y eso implica que se dedique, sobre todo, a buscar llegar a más gente. Una parroquia evangelizadora debe estar buscando formas de llegar "a los de fuera", más que microgestionar lo que tiene dentro.

Lejeune recuerda una cita de C.S.Lewis: "La Iglesia no existe más que para acercar los hombres a Cristo, para hacer de ellos pequeños Cristos. Si no están haciendo eso, todas las catedrales, clérigos, misiones, sermones, incluso la Biblia misma, son simplemente una pérdida de tiempo".

Jesús resucitado da instrucciones a su Iglesia: "Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que os he encargado; y, mirad, yo estoy con vosotros siempre, hasta el fin de los tiempos", leemos al final de Mateo 28.

Si ese es el objetivo ("haced discípulos", "bautizad", "enseñad"), ¿cómo puede medir una parroquia si lo va cumpliendo y mejora en esa ruta?

Una mujer rezando en su parroquia. 



`La Iglesia no existe más que para acercar los hombres a Cristo, para hacer de ellos pequeños Cristos´, decía C.S.Lewis. 

Lejeune propone 4 formas de hacerlo.

1. Medir el "output" (lo que sale), más que el "input" (lo que entra)

Más que medir cuánta gente viene a catequesis infantil o de padres o a misa, hay que medir cuánta gente en la parroquia sale a evangelizar, o se presenta voluntaria para servir o se forma como discípulo de Cristo para "ir y anunciar". ¿Cómo se mide esto? En realidad, admite Lejeune, "la única forma de medir el output es conocer a los demás y escuchar sus historias. No es muy eficiente, pero es necesario para tener un sistema que esté al corriente de lo que pasa".

2. Entender qué estrategia lleva al objetivo

El objetivo lo marca Jesús: id y haced discípulos. Eso implica mover a que la gente se convierta, que la gente ame a Jesús y quiera seguirlo. En realidad eso no es algo que controle ni el párroco ni su equipo de evangelizadores o colaboradores. Pero sí hay estrategias que ayudan a evangelizar mejor. "Si nuestro objetivo es hacer discípulos, necesitamos reorientar nuestros ministerios con un plan que nos ayude a eso".

3. No detenernos en la conversión inicial

Un problema de la pastoral católica es que, a menudo, en cuanto se recibe un converso, se le deja solo. Se le dice que con ir a misa y confesarse de vez en cuando, ya está incorporado a la Iglesia. La verdad es que sólo con eso es muy difícil que un converso pase a ser un cristiano maduro y evangelizador, es decir, un discípulo. "La forma más sencilla de ayudar a alguien en esa etapa es que un discípulo más maduro venga a acompañarle, discipularle y enseñarle", explica Lejeune. Hay varias formas de hacer esto, pero el objetivo es multiplicar el número de discípulos maduros, es decir, la cantidad de cristianos maduros que puedan acompañar y formar a otros cristianos.

4. Lo que no sirve, y molesta, quitarlo

"Demasiado a menudo las parroquias están ocupadas en cosas que las distraen de su misión, que no corresponden a una estrategia establecida y que no ayudan a cumplir la visión. Son cosas que se hacen porque 'siempre se ha hecho'. Esa no es razón suficiente para gastar dinero, tiempo o espacio. Podar requiere tanto liderazgo como cosechar".

Para conocer a tu pueblo, ¡hazle preguntas!

Un párroco necesita conocer a sus feligreses y a sus colaboradores, catequistas, monitores; también un responsable de catequesis o de Cáritas debería. Para saber si la gente mejora en su cercanía a Cristo y si la parroquia mejora en su objetivo de "hacer discípulos", Lejeune considera que hay preguntas bastante concretas que se deberían plantear:

a- ¿Cuánta gente reza cada día?

b- ¿Cuánta gente ha hecho una decisión consciente de poner a Jesús en el centro de su vida?

c- ¿Cuánta gente activa e intencionalmente ha compartido su fe con otros fuera de la iglesia?

d- ¿Cuántos han explicado su testimonio de conversión en los últimos 6 meses con alguien que no fuera ya un discípulo de Jesús?

e- ¿Cuántos se consideran a sí mismos discípulos intencionales?

f- ¿De qué otras formas podemos medir si crecemos en el objetivo de 'ir y hacer discípulos'?

(Este artículo se publicó por primera vez en ReL el 22 de septiembre de 2019)

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 27 de mayo de 2024

Santo Evangelio 27 de Mayo 2024

 


Texto del Evangelio (Mc 10,17-27):

 Un día que Jesús se ponía ya en camino, uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante Él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre». Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud». Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme». Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.

Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!». Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios». Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?». Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios».



«Anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres (...); luego, ven y sígueme»


P. Joaquim PETIT Llimona, L.C.

(Barcelona, España)

Hoy, la liturgia nos presenta un evangelio ante el cual es difícil permanecer indiferente si se afronta con sinceridad de corazón.

Nadie puede dudar de las buenas intenciones de aquel joven que se acercó a Jesucristo para hacerle una pregunta: «Maestro bueno: ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?» (Mc 10,17). Por lo que nos refiere san Marcos, está claro que en ese corazón había necesidad de algo más, pues es fácil suponer que —como buen israelita— conocía muy bien lo que la Ley decía al respecto, pero en su interior había una inquietud, una necesidad de ir más allá y, por eso, interpela a Jesús.

En nuestra vida cristiana tenemos que aprender a superar esa visión que reduce la fe a una cuestión de mero cumplimiento. Nuestra fe es mucho más. Es una adhesión de corazón a Alguien, que es Dios. Cuando ponemos el corazón en algo, ponemos también la vida y, en el caso de la fe, superamos entonces el conformismo que parece hoy atenazar la existencia de tantos creyentes. Quien ama no se conforma con dar cualquier cosa. Quien ama busca una relación personal, cercana, aprovecha los detalles y sabe descubrir en todo una ocasión para crecer en el amor. Quien ama se da.

En realidad, la respuesta de Jesús a la pregunta del joven es una puerta abierta a esa donación total por amor: «Anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres (…); luego, ven y sígueme» (Mc 10,21). No es un dejar porque sí; es un dejar que es darse y es un darse que es expresión genuina del amor. Abramos, pues, nuestro corazón a ese amor-donación. Vivamos nuestra relación con Dios en esa clave. Orar, servir, trabajar, superarse, sacrificarse... todo son caminos de donación y, por tanto, caminos de amor. Que el Señor encuentre en nosotros no sólo un corazón sincero, sino también un corazón generoso y abierto a las exigencias del amor. Porque —en palabras de san Juan Pablo II— «el amor que viene de Dios, amor tierno y esponsal, es fuente de exigencias profundas y radicales».


Posesiones, la Medalla Milagrosa, preguntas sin respuesta o la Nueva Era: 4 formas de volver a la fe

 


Posesiones, la Medalla Milagrosa, preguntas sin respuesta o la Nueva Era: 4 formas de volver a la fe

Peregrinos en el Vaticano. 

Cuatro alejados de la Iglesia relatan su momento de ruptura... y sus razones para regresar.

"¡Cuán inescrutables son sus juicios e insondables sus caminos…!", exclama San Pablo en su carta a los romanos. Y si se trata de caminos que llevan de regreso a la fe, podrían ser tantos como católicos hay en el mundo. Muestra de ello es la recolección que hacía recientemente el principal diario católico de la diócesis de Phoenix, The Catholic Sun, de historias de conversiones de la diócesis o de la vuelta a Roma de fieles que llevaban años o décadas buscando su fe perdida, incluso sin saberlo.

De vuelta a la fe tras tomar conciencia del mal

Uno de esos casos es el de Sabrina Jeffery, actualmente enfermera de cuidados paliativos. Desde pequeña iba a misa cada domingo con sus cinco hermanos, pero durante su juventud comenzó a alejarse de la fe.

No volvió a tener contacto hasta que una amiga fue nombrada responsable coral de su parroquia y ella se apuntó al coro para ayudar. Mientras, su madre católica no dejaba de rezar por que su hija regresase a la fe, pero lo último que quería Sabrina era escucharla.

Sin embargo, esta captó su interés al enviarle un vídeo de YouTube de un psiquiatra que hablaba de cómo muchos de sus pacientes "no encajaban en ninguna descripción de trastorno mental", sino que se encontraba delante de una "posesión".



Sabrina Jeffery. 

Sabrina Jeffery retomó la práctica religiosa tras tomas conciencia del "estado de la sociedad". 

Ver ese vídeo y tomar conciencia del "estado de la sociedad en su conjunto, de la política o de la corrupción", impulsaron a Jeffery a considerar su regreso a la Iglesia. "Tener ese cambio de perspectiva lo cambió todo", admitió ella. Por ejemplo, al empezar a considerar los mandamientos como algo que "está ahí y que no seguirlos implican consecuencias" o a los sacramentos como "un regalo de Dios". "Él está tratando de decirnos que nos ha dado todo eso para nuestro bien, no porque trate de ser un dictador", comenta. 

Hoy, Jeffery acude puntualmente a misa cada domingo, reza devotamente el rosario y ultima los detalles de su boda el próximo mes de noviembre. "Estoy bien. Siento que siempre supe que volvería", menciona.

Por la Medalla de la Milagrosa 

El caso de Dina Ortiz tiene algún parecido. Sin practicar la fe ni confesarse desde los 12 años, también fue por un vídeo de YouTube que vio en tiempo de pandemia, sobre apariciones marianas, lo que le llevó a tomar la resolución de peregrinar al santuario de la Medalla Milagrosa. Y no quería ir sin antes confesarse.

Durante el sacramento, el sacerdote le preguntó  por qué no se casaba por la Iglesia, sin saber que estaban previamente divorciados. Unas palabras de ánimo del sacerdote bastaron para animar a la pareja a solicitar la nulidad matrimonial previa, lo que finalmente consiguieron. Solo entonces emprendieron juntos la peregrinación y su preparación al matrimonio.




Dina Ortiz, con su marido. 

"No puedo decir la bendición que fue casarnos. Fue un sueño para los dos", agrega ella, recibida nuevamente junto a su marido en la Iglesia en primavera de 2022. Hoy, ambos sirven como catequistas.

Un aborto y todo tipo de prácticas New Age: "Todo tenía que cambiar"

Megan Mastro pasó 12 años alejada de la  fe. Su vuelta comenzó al darse cuenta de que "no estaba en paz y tenía mucha ansiedad, al punto que afectaba a su día a día", a lo que contribuyó un aborto a los 16 años. Buscando la paz, cayó en todo tipo de prácticas Nueva Era, desde los cristales o el tarot al reiki o los médiums. Viendo que nada le daba lo que necesitaba, comenzó  buscar "la paz de verdad" en las principales religiones, quedando atrapada por la Eucaristía y los milagros eucarísticos.



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Megan Mastro abandonó la fe y durante años vivió sin encontrar la paz: `Todo tenía que cambiar´. 

Cuenta que buena parte de su convencimiento de que "era la verdad" se debió a que "estaba decepcionada con las consecuencias. Me decepcionó que la Iglesia fuese verdadera, porque tendría que dar muerte a la vida que vivía. Me di cuenta de que todo tendría que cambiar. No había otra opción: era o vivir rechazando lo que sabía que era verdad o abrazar la verdad".

Tras 12 años y una confesión, Mastro pasaba a abrazar nuevamente la Iglesia y la práctica religiosa, a la que siguió su padre, tras 32 años lejos de la fe. Hoy, Mastro se dedica a la militancia provida, donde confiesa haber "encontrado consuelo al sufrimiento al poder darle sentido y unirlo a Cristo".

La salvación de un padre

Phillip Rayer creció apegado a la Iglesia católica, que hizo "desaparecer" de su vida en la adolescencia y durante los siguientes 40 años como protestante, aunque sin poder conciliar "muchas cosas". En su búsqueda, conoció el apostolado masculino católico Exodus 90 mientras "luchaba con cosas con las que muchos hombres luchan" y que comenzaban a afectar a su matrimonio. Pasaba el tiempo y veía que el protestantismo no le daba las respuestas que suscitaba Exodus.

Durante su búsqueda también dio con la Cronología bíblica del protestante Keff Cavins, más tarde también converso al catolicismo.

"La primera semana o dos sentí que Dios me decía: 'Sólo sé humilde'. Me abrí a la catequesis de la Iglesia. Literalmente, lo que me abrió la mente fue estudiar a los Padres de la Iglesia", cuenta Rayer, que entonces comenzó a ir a misa diaria. Durante aquellos primeros pasos de vuelta, vio un documental sobre la confesión, The Miracle Box, y pensó: "¡Oh, Dios mío! ¡Esto es lo que me he estado perdiendo!".

Tras obtener la nulidad matrimonial, el sacerdote le invitó a confesarse poco antes de comenzar su confirmación y preparación al matrimonio. Solo quedaba un día para la boda cuando su padre, alejado de la Iglesia durante años, tuvo un accidente y en el lecho de muerte, pudo recibir la confesión. Hoy, dedicado a su parroquia, considera que todas las pruebas por las que pasó para regresar a la Iglesia Católica tenían un propósito: "Era estar allí, mantener mi fe y centrarme en ese momento para mi padre. Todo se trataba de él".

Fuente: Religión en Libertad


domingo, 26 de mayo de 2024

Santo Evangelio 26 de Mayo 2024



Texto del Evangelio (Mt 28,16-20):

 En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo».



«Haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo»


Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida

(Lleida, España)

Hoy, la liturgia nos invita a adorar a la Trinidad Santísima, nuestro Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Un solo Dios en tres Personas, en el nombre del cual hemos sido bautizados. Por la gracia del Bautismo estamos llamados a tener parte en la vida de la Santísima Trinidad aquí abajo, en la oscuridad de la fe, y, después de la muerte, en la vida eterna. Por el Sacramento del Bautismo hemos sido hechos partícipes de la vida divina, llegando a ser hijos del Padre Dios, hermanos en Cristo y templos del Espíritu Santo. En el Bautismo ha comenzado nuestra vida cristiana, recibiendo la vocación a la santidad. El Bautismo nos hace pertenecer a Aquel que es por excelencia el Santo, el «tres veces santo» (cf. Is 6,3).

El don de la santidad recibido en el Bautismo pide la fidelidad a una tarea de conversión evangélica que ha de dirigir siempre toda la vida de los hijos de Dios: «Ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1Tes 4,3). Es un compromiso que afecta a todos los bautizados. «Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, n. 40).

Si nuestro Bautismo fue una verdadera entrada en la santidad de Dios, no podemos contentarnos con una vida cristiana mediocre, rutinaria y superficial. Estamos llamados a la perfección en el amor, ya que el Bautismo nos ha introducido en la vida y en la intimidad del amor de Dios.

Con profundo agradecimiento por el designio benévolo de nuestro Dios, que nos ha llamado a participar en su vida de amor, adorémosle y alabémosle hoy y siempre. «Bendito sea Dios Padre, y su único Hijo, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros» (Antífona de entrada de la misa).

El joven Carlo Acutis y el fundador de la Consolata serán santos: habrá consistorio en Roma

 


El joven Carlo Acutis y el fundador de la Consolata serán santos: habrá consistorio en Roma

Beatificación de Carlo Acutis en 2020... cuatro años después, se anuncia su canonización

El Papa Francisco va a convocar un consistorio (reunión en Roma de todos los cardenales) para canonizar a cuatro grandes figuras. Dos son religiosas cuyos milagros ya se aprobaron hace un tiempo: la religiosa italiana Elena Guerra, divulgadora del Espíritu Santo y considerada "abuela" de la Renovación Carismática, y Madre Marie-Léonie Paradis (1840-1912), fundadora de las Hermanitas de la Sagrada Familia en Canadá.

Ahora se añaden dos figuras más de primer orden y muy populares. La primera es el adolescente italiano Carlo Acutis, que falleció con 15 años en 2006, considerado un santo joven "de jeans e Internet", y que fue beatificado hace solo 4 años, en 2020, por lo que bate récords de velocidad en su camino a los altares.

La otra figura es el sacerdote italiano José (o Giuseppe) Allamano, fundador del Instituto de la Consolata, una institución misionera que se mantiene muy viva, a la que pertenecen 15 obispos, un cardenal (Giorgio Marengo, misionero italiano en Mongolia) y la número dos del Dicasterio de la Vida Consagrada.

Siendo 3 nuevos santos italianos y muy populares, es de esperar que a la canonización en Roma acudan muchos fieles, lo que reforzará la visibilidad del consistorio de cardenales.

(También se han reconocido las virtudes heroicas del soldado republicano español Ismael de Tomelloso, muerto en 1938; léalo aquí).

Curiosamente, los dos milagros atribuidos a Acutis y Allamano tienen que ver con heridas en el cráneo.

El milagro de Carlo Acutis: una niña costarricense accidentada en Italia

Aunque no se han divulgado muchos detalles del milagro que va a permitir canonizar a Carlo Acutis, el obispo de Asís, Domenico Sorrentino, ha dado algunos datos en Avvenire: "Se refiere a una niña costarricense, estudiante en Italia, que fue operada de un traumatismo craneoencefálico debido a un accidente. Salió de su situación desesperada gracias a la intercesión del beato, invocada por su madre", explica.

Desde 2019 los restos mortales de Carlo Acutis se exponen a la veneración de miles de peregrinos en el Santuario del Expolio en Asís, donde Francisco de Asís se desnudó para expresar que devolvía sus ricas ropas a su padre y se entregaba solo a Dios.

A Carlo Acutis se le considera de espiritualidad franciscana y el obispo de Asís lo compara con San Francisco: "Siguiendo sus pasos, pero con estilo propio, Carlo trae el mismo mensaje. De familia acomodada, amante de la vida, de la naturaleza, de los animales, del deporte, en definitiva de la belleza en todas sus formas, y de poder permitirse una vida cómoda, cuando se encuentre en la plenitud de su edad, se verá despojado de todo. El mundo se derrumba con su leucemia fulminante. Lo único que le queda es Jesús, ese Jesús que había descubierto sobre todo en la presencia eucarística, convirtiéndose en testimonio apasionado y comprometido".

La película "El Cielo no puede esperar" es una buena forma de conocer la figura de quien ahora será San Carlo Acutis; muestra cómo su devoción se ha extendido por todo el mundo (aquí el tráiler).


Sorrentino recuerda una frase de Acutis: "“Originales, no fotocopias", como "un eslogan que era un ideal de vida, propuesto hoy a muchos jóvenes que se encuentran frente a su tumba. La de Carlo Acutis es verdaderamente una gracia vertical, el viento y el fuego de Pentecostés, una de esas intervenciones de Dios que son pura sorpresa, para dar un impulso a la Iglesia y al mundo. Asís está de fiesta en estas horas".

(Conozca más sobre Carlo Acutis aquí ).

El milagro de Allamano: un jaguar en la jungla brasileña

Casi con seguridad, el milagro para canonizar a José Allamano, fundador de los misioneros de la consolata, es el que se presentó en 2021, pero con datos de 1996. Lo contó así la misionera Maria Da Silva Ferreira, testigo de los hechos.

"El indígena Sorino, en la selva, fue atacado por un jaguar, que le arrancó con fuerza el cuero cabelludo. Recuerdo que el cráneo quedó en parte destrozado, con pérdida de masa cerebral. Sorino perdió la vista. Hubo momentos de gran tensión. Llamamos a los médicos y no se pensó que se le pudiera salvar", describe la misionera. "En esos días comenzó la novena del Beato José Allamano, y lo invocamos por la curación de esta persona. Lo encontraron de repente curado y ya entonces se consideró un milagro”, añade la misionera.

Según recogió OMPress, Maria Da Silva Ferreira explica que los misioneros estaban muy ocupados con sus tareas entre los indígenas yanomami y "extrañamente, nadie pensó en seguir adelante con el reconocimiento de la curación". Volvieron a pensar en ese milagro con motivo del Sínodo de la Amazonía.

El italiano José Allamano​ (1851-1926) es considerado parte de una ola muy fértil de “santos sociales turineses” del siglo XIX, entre quienes estarían también Don Bosco (fundador de los salesianos), San José Benito Cottolengo y Leonardo Murialdo (fundador de los llamados "josefinos de Murialdo"), entre otros.



José Allamano, fundador de los misioneros de la Consolata en el siglo XIX

La obra de Allamano está muy viva y es influyente en la Iglesia. Los Misioneros de la Consolata están presentes con vigor en numerosos países de África, Hispanoamérica y otros continentes. Hacia 2022 contaban con 240 comunidades masculinas, con unos 720 religiosos y unos 920 sacerdotes. Hay unos 15 obispos de este instituto; el de más rango en la Curia sería el joven cardenal italiano Giorgio Marengo (nacido en 1974), que es obispo misionero en Mongolia (el único obispo del país, donde solo hay unos 1.400 católicos).

Las religiosas de la Consolata son unas 530 en 73 comunidades. Su superiora, la hermana Simona Brambilla, también tiene un cargo importante en la Curia: es la número dos en el Dicasterio para la Vida Consagrada, solo por debajo del cardenal Joao Bráz de Aviz.

En la Consolata difunden las figuras de otros tres miembros en los altares: Irene Stefani (religiosa misionera y enfermera en Kenia, fallecida en 1930 con 39 años, beatificada en 2015), San José Cafasso (sacerdote tío de Allamano, apóstol en las cárceles, murió en 1860 con 49 años y fue canonizado en 1947) y Leonella Sgorbati (religiosa misionera y maestra de enfermeras en Somalia, asesinada con siete disparos en 2006, mártir del perdón, beatificada en 2018).

Otro milagro: Giovanni Merlini, formador de misioneros, consejero de papas

También este jueves el Papa ha aprobado un milagro que permitirá beatificar al sacerdote y misionero italiano Giovanni Merlini (1795–1873). Entró en vida religiosa contra la voluntad de su familia, que era anticlerical, y San Gaspar del Búfalo le impulsó a entrar en su Congregación de la Preciosísima Sangre.

Merlini apoyó luego a Santa María de Mattias para fundar las Adoratrices de la Sangre de Cristo (hoy son más de 1.000 religiosas en más de 200 conventos de todo el mundo). Merlini destacó como formador de jóvenes misioneros y predicador en misiones populares por Italia.



Giovanni Merlini, sacerdote italiano, asesor de Papas, impulsor de las Adoratrices de la Sangre de Cristo

Giovanni Merlini, sacerdote italiano, asesor de Papas, impulsor de las Adoratrices de la Sangre de Cristo, será beatificado.

Quizá al Papa Francisco le ha atraído también la importancia que concedía al discernimiento, un tema que Francisco cita a menudo. Merlini fue superior de su congregación durante 25 años y fue consejero de obispos y de papas, especialmente de Pío IX. También difundió la fiesta de la Preciosísima Sangre por toda la Iglesia (tras el Concilio Vaticano se fusionó con la de Corpus Christi). Su decreto de virtudes heroicas es de 1973, hace más de 50 años.

Mártires franciscanos españoles en 1860 en Damasco: pasan de beatos a santos

El Papa Francisco también ha aprobado que sean canonizados como santos los, hasta ahora, beatos mártires de Damasco de 1860. Se trata de 8 franciscanos, casi todos españoles, y de tres compañeros laicos sirios, católicos de rito maronita, asesinados por una muchedumbre fanatizada que asaltó su convento entre el 9 y 10 de julio de 1860, en el marco de una ola de ataques violentos contra comunidades cristianas. Se les menciona habitualmente como "Manuel Ruiz y compañeros mártires" o "los mártires franciscanos de Damasco". En Damasco tenían una escuela con 400 alumnos y buenas relaciones con las autoridades.

Estos mártires son:

- Manuel Ruiz, superior de la casa, nacido en San Martín de Ollas (Santander) el año 1804;

- el padre Carmelo Bolta, párroco de los católicos de Damasco, natural de Real de Gandía (Valencia), nacido en 1803, muy culto;

- el padre Engelberto Kolland, nacido en Ramsau (Tirol, Austria) en 1827, conocedor de seis idiomas;

- el padre Nicanor Ascanio, de Villarejo (Madrid), nacido en 1814, se dice que la venerable sor Patrocinio predijo su martirio;

- el padre Nicolás M. Alberca y Torres, de Aguilar de la Frontera (Córdoba), nacido en 1830, hombre muy sencillo;

- el padre Pedro Nolasco Soler, natural de Lorca (Murcia), nacido en 1827;

- fray Francisco Pinazo Peñalver, nacido en Alpuente (Valencia) en 1812;

- fray Juan S. Fernández, nacido en Carballeda (Orense) el año 1808;

- tres laicos católicos de rito maronita: Francisco, Moocio y Rafael Massabki.

Todas estas poblaciones podrán hablar ahora de sus paisanos como santos.

Ante los disturbios violentos, las autoridades otomanas invitaron a los religiosos cristianos a refugiarse en un palacio bien protegido, pero los franciscanos querían quedarse con los que se refugiaban en su convento y pensaban que no serían atacados, por no tener enemigos.

Cuando la muchedumbre violenta golpeó las puertas esa noche, el superior consumió el Santísimo Sacramento. Los asaltantes irrumpieron con armas, dándoles la posibilidad de salvar la vida si se convertían al Islam. Se negaron y fueron asesinados.

Esta afirmación no acaba de encajar con el hecho de que, según el proceso de beatificación, los asaltantes eran, sobre todo, drusos, una religión distinta, escindida del Islam, monoteísta y abrahámica, pero que cree en la reencarnación y otras cosas inaceptables para judíos, musulmanes o cristianos. Los drusos hoy viven en Líbano, Siria e Israel, y son muy odiados por los fundamentalistas suníes o chiíes.

En cualquier caso, los asaltantes de 1860 mataron a los frailes que oraban, golpeándolos con palos y barras de hierro. A varios los lanzaron luego desde lo alto de la torre o el campanario. Los asesinos mutilaron sus cuerpos y los arrojaron a lugares inmundos. La comunidad cristiana los recuperó más adelante.

El Papa también ha reconocido los martirios que permiten proclamar como beatos a Stanislao Kostka Streich, sacerdote diocesano polaco, a la laica húngara Maria Maddalena Bódi, las virtudes heroicas del capuchino italiano Guglielmo Gattiani, y las del laico italiano y divulgador científico y físico Enrico Medi (lea aquí sus historias)

Fuente: Religión en Libertad.