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domingo, 31 de diciembre de 2023

Santo Evangelio 31 de Diciembre 2023



 Texto del Evangelio (Lc 2,22-40):

 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.

Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción —¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.



«Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor»


Rev. D. Joan Ant. MATEO i García

(Tremp, Lleida, España)

Hoy, celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. Nuestra mirada se desplaza del centro del belén —Jesús— para contemplar cerca de Él a María y José. El Hijo eterno del Padre pasa de la familia eterna, que es la Santísima Trinidad, a la familia terrenal formada por María y José. ¡Qué importante ha de ser la familia a los ojos de Dios cuando lo primero que procura para su Hijo es una familia!

San Juan Pablo II, en su Carta apostólica El Rosario de la Virgen María, destaca una vez más la importancia capital que tiene la familia como fundamento de la Iglesia y de la sociedad humana, y nos pide que recemos por la familia y que recemos en familia con el Santo Rosario para revitalizar esta institución. Si la familia va bien, la sociedad y la Iglesia irán bien.

El Evangelio nos dice que el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría. Jesús encontró el calor de una familia que se iba construyendo a través de sus recíprocas relaciones de amor. ¡Qué bonito y provechoso sería si nos esforzáramos más y más en construir nuestra familia!: con espíritu de servicio y de oración, con amor mutuo, con una gran capacidad de comprender y de perdonar. ¡Gustaríamos —como en el hogar de Nazaret— el cielo y la tierra! Construir la familia es hoy una de las tareas más urgentes. Los padres, como recordaba el Concilio Vaticano II, juegan ahí un papel insubstituible: «Es deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, y que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos». En la familia se aprende lo más importante: a ser personas.

Finalmente, hablar de familia para los cristianos es hablar de la Iglesia. El evangelista san Lucas nos dice que los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor. Aquella ofrenda era figura de la ofrenda sacrificial de Jesús al Padre, fruto de la cual hemos nacido los cristianos. Considerar esta gozosa realidad nos abrirá a una mayor fraternidad y nos llevará a amar más a la Iglesia.

El ecologismo, la religión que pretende sustituir al cristianismo... pero sin su racionalidad

 


El ecologismo, la religión que pretende sustituir al cristianismo... pero sin su racionalidad

'Funeral laico' por un glaciar islandés en agosto de 2019, con presencia de la primer ministro del país. El ecologismo adopta cada vez más formas tomadas del concepto antropológico de religión. Foto: captura Euronews.

Ritos, tabúes alimentarios, días santos, "pecados de energía": la defensa del medio ambiente ha tomado actualmente un aspecto confesional, muy diferente a la tutela de la Creación. Lo explica Giulio Meotti en el número de diciembre del mensual católico de apologética Il Timone:

El ecologismo corre el riesgo de convertirse en religión

En 1992 se publicó un llamamiento [llamamiento de Heidelberg] de 500 científicos, entre ellos 62 premios Nobel, contra el ecologismo irracional. Afirmaban que no eran indiferentes a los problemas medioambientales, sino a la "tendencia fundamentalista que transforma la ecología en dogma y en una nueva religión".

Se adhirieron Manfred Eigen y Jean-Marie Lehn (ambos premio Nobel de Química), Philip Anderson (Nobel de Física), Christian B. Anfinsen (Nobel de Química) y los premios Nobel de Medicina Julius Axelrod y Baruj Benacerraf.

"Consideramos que es una irresponsabilidad manipular la opinión pública y fomentar entre la población el temor de una inminente catástrofe climática", escribieron estas mentes brillantes, entre las cuales se incluía Rita Levi-Montalcini.

Posteriormente, el 15 de septiembre de 2003, el escritor Michael Crichton pronunció un discurso en el Commonwealth Club de San Francisco cuyo título fue: El ecologismo es una religión.


Michael Crichton explica por qué, desde el punto de vista antropológico, ve el ecologismo como una religión. Fue el 16 de marzo de 2005, en conversación con unos estudiantes de la Cleveland High School de Reseda (California). Pueden activarse subtítulos en español.

"Tiempos duros para los herejes"

Esto es tan evidente, que hoy se ha convertido casi en un lugar común definirlo como tal. Todos somos pecadores de energía, destinados a morir, a menos que busquemos la salvación que ahora se llama sostenibilidad.

"El ecologismo se está convirtiendo en una religión" ha dicho James Lovelock, el científico de la hipótesis de Gaia.

"La protección del planeta Tierra es más que una misión, es mi religión", declara entusiasmado Rajendra Pachauri, que ha dirigido la agencia de la ONU para el Clima, el IPCC.

"La última religión occidental": así define el ecologismo el filósofo alemán Peter Sloterdijk. En el libro Den Himmel zum Sprechen bingen. Elemente der Theopoesie, el filósofo de Karlsruhe, protagonista de tantos y feroces folletines en Alemania, explica que nunca antes la religión había sido solo un hecho privado. Sin embargo, esto no significa que haya desaparecido. "Un fantasma se perfila en el mundo occidental, el fantasma de la religión. No tiene necesidad de ser útil para nada, ya no tiene que funcionar, no tiene un mandato". Por consiguiente,  concluye el filósofo, el ecologismo se convierte en la religión perfecta. "La sensibilidad climática colectiva será la última religión mundial y, además, la primera que alcanzará a todos. Se prevén tiempos difíciles para sus herejes". Esta "religión ecológica", nueva ilusión progresista, conlleva tres amenazas para la civilización: convertir en fetiche a la naturaleza y los animales; el panteísmo (divinización de la naturaleza) y, como consecuencia de estas dos, el anti-humanismo. De hecho, transmite implícitamente una acusación ontológica contra el hombre y reniega su transcendencia sobre la naturaleza.

"A los pueblos que se desesperaban por el reino de los cielos, el marxismo les prometió el reino del hombre", escribió Albert Camus. A los pueblos que se desesperan por el reino del hombre, el ecologismo les promete el reino de la naturaleza.

Ceremonias paganas

Basta leer a David Brower, el fundador de Friends of the Earth. "Los seis días del Génesis son una imagen que representa lo que sucedió en cuatro mil millones de años. Nuestro planeta nació un lunes. Del martes al miércoles, hasta el mediodía, se formó la Tierra. La vida comienza el miércoles y se desarrolla en toda su belleza durante los cuatro días sucesivos. El domingo, a las cuatro de la tarde, aparecen los reptiles. A las nueve de la noche, las secoyas surgen de la tierra. Un cuadragésimo de segundo antes de la medianoche, empieza la revolución industrial. Ahora es medianoche y estamos rodeados de personas que creen que lo que han hecho puede continuar indefinidamente".

Seis días, seis grados para la condenación. Ahora también tenemos los nuevos ritos religiosos verdes. En Islandia, los ecologistas incluso han celebrado un funeral a un glaciar. Una verdadera ceremonia pagana en el terreno árido, pero antes cubierto por el glaciar del Okjökull. Estaban presentes la primera ministra del país -Katrin Jakobsdottir- y la excomisaria de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Mary Robinson. Se puso una placa con escrito: "Una carta al futuro".

Unos días, antes, en la catedral anglicana de Liverpool (la más grande de Inglaterra), había llegado un modelo de Gaia, que se instaló en el centro de la nave principal. Esta religión verde está sustituyendo al cristianismo como matriz de las sociedades occidentales.




Gaia, en la catedral anglicana de Liverpool.

Lo explica Jerôme Fourquet, máximo estudioso de la opinión pública francesa: "Estamos asistiendo al nacimiento de una nueva matriz, laica y no religiosa, alrededor de la ecología".

"Santuarios" de la biodiversidad

El ecologismo funciona sociológica y culturalmente como lo hacía en pasado la matriz católica. Existen semejanzas sorprendentes en los términos y en las referencias utilizadas. También estamos hablando de "santuarios" de la biodiversidad. El ecologismo radical no quiere, como el marxismo, prometer el paraíso en la tierra o, como el cristianismo, prepararnos al paraíso después de la muerte. Se limita a denunciar el infierno de las sociedades occidentales. El hombre de los ecologistas no tiene historia, ni profundidad temporal, ni identidad; es una criatura natural aplanada en el presente, un viajero sin equipaje, un migrante ideológico. De ahí su defensa de una política migratoria de acogida incondicional y de una sociedad llamada "inclusiva". 

Cuando Crichton hizo su denuncia, al ecologismo le faltaba un mito persuasivo del Apocalipsis. El aire más limpio, los ríos, las playas y la lucha a la contaminación no eran suficientes. El descubrimiento del calentamiento global ha llenado esa laguna. El ecologismo está edificando un verdadero culto: tiene sus días santos (el Día de la Tierra); tabúes alimentarios (veganismo y campañas para reducir el consumo de carne de vaca); templos (las universidades occidentales) y proselitismo (los escépticos son tratados como herejes). Una religiosidad gnóstica con su rechazo de los cuerpos, de la carne, acompañada al mismo tiempo por la nueva moralidad sexual: el género, el andrógino, la igualdad sexual radical. Post y transhumano, mezcla de todos los géneros.

Traducido por Verbum Caro.

Fuente: Religión en Libertad

sábado, 30 de diciembre de 2023

Santo Evangelio 30 de Diciembre 2023

 


Texto del Evangelio (Lc 2,36-40):

 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.



«Alababa a Dios y hablaba del Niño a todos»


Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez

(St. Esteve de P., Barcelona, España)

Hoy, José y María acaban de celebrar el rito de la presentación del primogénito, Jesús, en el Templo de Jerusalén. María y José no se ahorran nada para cumplir con detalle todo lo que la Ley prescribe, porque cumplir aquello que Dios quiere es signo de fidelidad, de amor a Dios.

Desde que su hijo —e Hijo de Dios— ha nacido, José y María experimentan maravilla tras maravilla: los pastores, los magos de Oriente, ángeles... No solamente acontecimientos extraordinarios exteriores, sino también interiores, en el corazón de las personas que tienen algún contacto con este Niño.

Hoy aparece Ana, una señora mayor, viuda, que en un momento determinado tomó la decisión de dedicar toda su vida al Señor, con ayunos y oración. No nos equivocamos si decimos que esta mujer era una de las “vírgenes prudentes” de la parábola del Señor (cf. Mt 25,1-13): siempre velando fielmente en todo aquello que le parece que es la voluntad de Dios. Y está claro: cuando llega el momento, el Señor la encuentra a punto. Todo el tiempo que ha dedicado al Señor, aquel Niño se lo recompensa con creces. —¡Preguntadle, preguntadle a Ana si ha valido la pena tanta oración y tanto ayuno, tanta generosidad!

Dice el texto que «alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén» (Lc 2,38). La alegría se transforma en apostolado decidido: ella es el motivo y la raíz. El Señor es inmensamente generoso con los que son generosos con Él.

Jesús, Dios Encarnado, vive la vida de familia en Nazaret, como todas las familias: crecer, trabajar, aprender, rezar, jugar... ¡“Santa cotidianeidad”, bendita rutina donde crecen y se fortalecen casi sin darse cuenta la almas de los hombres de Dios! ¡Cuán importantes son las cosas pequeñas de cada día!


Las Apariciones del Sagrado Corazón inician su Jubileo: «Devolver amor por amor» y reposar en Jesús

 


Las Apariciones del Sagrado Corazón inician su Jubileo: «Devolver amor por amor» y reposar en Jesús

El padre Kern bendice una familia con el Santísimo en Paray-le-Monial, lugar de las apariciones del Sagrado Corazón

El 27 de diciembre de 2023 empieza el Jubileo que conmemora los 350 años de las apariciones de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque en Paray-le-Monial, inicio de la devoción al Sagrado Corazón. El actual rector de los santuarios de Paray-le-Monial, Etienne Kern, sacerdote de la Comunidad del Emmanuel, explica el alcance de esta devoción y sus celebraciones en la revista Fons Vitae, de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (www.hhnssc.org).

Hoy, como entonces, el Sagrado Corazón busca despertar a los corazones de los hombres, tan a menudo distraídos y dispuestos a endurecerse.

Pero en nuestra época especialmente acelerada y ruidosa, Kern cree que esta devoción hoy puede dar un fruto mayor unida al silencio y la contemplación.

- ¿Cómo sentiste la llamada al sacerdocio?

- Vengo de una familia católica practicante. Desde mi infancia, la pregunta de la vocación ha trabajado mi corazón sin que yo sepa exactamente cómo podría responderla. En el escultismo (los scouts) experimenté que la clave de la felicidad residía en el don de mí mismo. Cuando tenía 17 años, me planteé la pregunta de una posible llamada dentro de la comunidad del Emmanuel.

»La llamada al sacerdocio surgió entonces de forma totalmente natural y comprendí como una evidencia que el Señor me llamaba a ser sacerdote en esta Comunidad. Nacida en París en 1972, está compuesta por todos los estados de vida: laicos, sacerdotes y consagrados en el celibato. Unidos por una gracia especial de fraternidad y un profundo amor a la Iglesia, sus miembros viven una misma gracia de adoración, de compasión y de evangelización, la alegría del Espíritu Santo. En 1995, después de mi bachillerato, a la edad de 18 años, entré en el año propedéutico.

- ¿Qué ministerios has llevado a cabo a lo largo de los años?

- Los sacerdotes de la comunidad son diocesanos y suelen servir en las parroquias y en la vida ordinaria de las diócesis. Después de mi ordenación sacerdotal en 2005, fui vicario en la región de París durante seis hermosos años marcados por mi ministerio junto a las familias y a los jóvenes. En 2011 fui a Brasil, a Salvador de Bahía, donde ejercí como párroco de una parroquia en el corazón de las favelas.


Etienne Kern bautiza un niño en Brasil

»Después de un semestre sabático en Nazaret, fui párroco en Aix-en-Provence, en el sur de Francia, en septiembre de 2018. Finalmente, en septiembre de 2022 fui rector del Santuario del Sagrado Corazón en Paray-le-Monial. La animación de este santuario diocesano ha sido confiada a la Comunidad del Emmanuel desde 1986, año de la visita del papa Juan Pablo II a la ciudad del Corazón de Jesús.

- ¿Qué recuerdo conservas de tu experiencia en Brasil?

- Fue una experiencia excepcional vivir con los más pobres, con alegría y sencillez de corazón. La iglesia de la parroquia de Nuestra Señora de los Alagados fue construida para recibir al Papa durante su viaje a Brasil en julio de 1980. El barrio guardó el recuerdo de esta extraordinaria visita, precedida por la de la Madre Teresa en 1979. La gente está muy orgullosa de esta herencia espiritual. Las condiciones de vida son terribles, por supuesto, pero estuve en la escuela de los pobres de corazón.

- ¿Cómo puede ayudar la pastoral vocacional para iniciar a los jóvenes en el misterio del Corazón de Jesús?

- La adoración eucarística y el sacramento de la confesión son los dos lugares donde podemos encontrar «ese Corazón que tanto amó a los hombres» y experimentar que Él está «apasionado por el amor a todos los hombres y por ti en particular». ¡Esta es mi experiencia personal, a la edad de 16 años! 

» Sin embargo, durante la última JMJ de Lisboa, los jóvenes manifestaron una gran necesidad de interioridad y silencio. En un mundo turbulento y complejo, redescubrieron el valor de la adoración eucarística y la adoración, que caracterizaba la vida espiritual en Paray.

En el vídeo, escenas de la fiesta del Sagrado Corazón en junio de 2023 en Paray-le-Monial:

- ¿Cree que la espiritualidad del Corazón de Jesús puede ser un impulso para la renovación espiritual de los sacerdotes en la Iglesia de hoy?

- Hay una gracia de lugar, aquí en Paray-le-Monial, una gracia marcada por las apariciones del Sagrado Corazón a Margarita María, pero también por la hermosa figura sacerdotal de San Claudio la Colombière. Jesús nos invita a descansar en su corazón: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré, porque soy manso y humilde de corazón» (Mt 11, 28).

»Margarita María tuvo la experiencia de descansar durante mucho tiempo en el Corazón de Jesús en la escuela de san Juan. ¡Esta invitación es válida también y en primer lugar para los sacerdotes! Necesitamos dejar nuestras cargas, descansar en el Corazón de Jesús y ser renovados en la aceptación de su misericordia.

»Por otro lado, tenemos muchos testimonios de sacerdotes renovados en el sacerdocio después de haberse confesado aquí.

Capilla de las apariciones del sagrado Corazón a Santa Margarita María en Paray-le-Monial:



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- ¿Qué representa en vuestra vida el Santuario del Corazón de Jesús?

- Vengo a Paray desde que tenía seis años, pero nunca dejo de profundizar en la gracia de este lugar, que me sorprende por su sencillez, su profundidad, su actualidad. ¡El Corazón de Jesús es el corazón del Evangelio!

» El Papa Pío XI recordó que la devoción al Sagrado Corazón no es una devoción entre otras. Es el «resumen de la vida cristiana». También es una experiencia maravillosa de Iglesia. Trabajar con los sacerdotes de la parroquia, las Hermanas de la Visitación, los padres Jesuitas, los miembros de la Comunidad del Emmanuel, los voluntarios... es muy estimulante. Al igual que san Claudio y santa Margarita María ayer, nos acogemos como hermanos para servir juntos al Sagrado Corazón.

- ¿Qué significó para usted ser nombrado Rector de los Santuarios de Paray-le-Monial?

- Esto me impresionó mucho porque es una misión muy diferente de las que había tenido hasta entonces en la parroquia, con más visibilidad también. ¡Pero qué gracia es servir en un lugar así y vivir a pocos metros del lugar donde encontré personalmente al Señor a la edad de 16 años! Dios me da la gracia de vivir la misión que me encomienda, así que sigo adelante sin fijarme demasiado en mis capacidades personales.

- ¿Por qué un Jubileo en Paray-le-Monial de diciembre de 2023 a junio de 2025?

- 350 años son algo para celebrar, ¿no? En sus escritos, santa Margarita María menciona una treintena de apariciones. Pero se suele considerar que hay tres apariciones principales que tuvieron lugar el 27 de diciembre de 1673, el primer viernes de un mes en 1674, y en la octava del Corpus Christi en 1675. De este modo, el Jubileo abarca todo el período de estos tres acontecimientos fundantes.

- ¿Qué significa el lema del Jubileo «Devolver amor por amor»?

- Cuando llegué a Paray, llevaba en el corazón el tema de la reparación. Y lo primero de que me hablaron las Hermanas de la Visitación ¡fue de la reparación! Este tema, poco profundizado desde finales del siglo XX, está reapareciendo con fuerza en nuestra sociedad, especialmente con motivo de la revelación de abusos. Paray tiene algo que decir a la Iglesia en este contexto.

»Sin embargo, la palabra «reparación» debe explicarse, ya que puede malinterpretarse fácilmente. De ahí el recurso a la expresión «devolver amor por amor» tan a menudo utilizada por Margarita María. Expresa, de manera comprensible para todos, el dinamismo espiritual de la reparación.

- ¿Qué actividades habéis preparado desde Paray-le-Monial para participar en el Jubileo?

- El 27 de diciembre tiene lugar la inauguración del Jubileo, en presencia de monseñor Celestino Migliore, nuncio apostólico en Francia. Estará presente don Luis Antonio Argüello, arzobispo de Valladolid, en representación de los numerosos españoles vinculados al Sagrado Corazón. Se organizan muchas reuniones a lo largo del Jubileo, generalmente en torno al primer viernes del mes. Las fiestas litúrgicas serán especialmente cuidadas, especialmente la fiesta del Sagrado Corazón (6 de junio de 2024 y 27 de junio de 2025).

»Además, del 1 al 5 de mayo de 2024 se ha organizado en Roma un simposio internacional sobre el tema del Jubileo: «Devolver el amor por amor». Los días 14 y 15 de octubre de 2024 tendrá lugar en Paray-le-Monial un encuentro internacional de superiores generales de congregaciones masculinas y femeninas  relacionadas con el Sagrado Corazón, en torno a la fiesta de santa Margarita María.

Se ha convocado un concurso artístico para solicitar a los artistas que propongan a nuestros contemporáneos nuevas obras de arte de calidad que representen al Corazón de Jesús.

La información sobre todos sus eventos se puede encontrar en la página web del santuario: https://sacrecoeur-paray.org


En el vídeo el padre Kern invita a acudir al Jubileo a Paray-le-Monial y a celebrar la espiritualidad de "responder al amor con amor":

- ¿Qué fruto se espera de este Jubileo? ¿Qué palabras dirías para animarnos a peregrinar a Paray-le-Monial durante el próximo Jubileo?

- Estamos preparando muchas cosas y espero que esto corresponda con la voluntad del Señor. ¡Pero no sabemos qué hará! Por lo tanto, estemos listos para recibir el regalo de Dios. ¡Dejémonos sorprender por Él!

- ¿Por qué venir en peregrinación?

- Porque el Corazón de Jesús permanece más abierto que nunca para todos. ¡Junto al Corazón de Jesús el corazón humano recibe su plena capacidad de amar, como dijo el papa Juan Pablo II! Realmente, a partir de las apariciones a santa Margarita María, la devoción al Sagrado Corazón se extendió por todo el mundo. En este sentido, Paray es la fuente de la devoción al Sagrado Corazón.

»Sin embargo, poco se sabe sobre estas apariciones. A veces, la devoción al Sagrado Corazón ha podido permanecer en un nivel un tanto superficial, perdida en el sentimentalismo o sufrida por representaciones ahora desfasadas.

»En la escuela de Margarita María, la verdadera devoción al Corazón de Jesús hace que nuestro corazón sea como el Suyo, manso y humilde, y nos hace entrar en su compasión. Por retomar las palabras del papa Francisco, adoptamos el estilo de ternura, cercanía y compasión de Dios. Sí, venid a Paray, venid y bebed de la fuente de la misericordia, venid al Corazón de Jesús.

Para cualquier información práctica, pónganse en contacto con el santuario: sanctuaire@paray.org o 0033 6 85 04 84 60.

Fuente: Religión en Libertad

viernes, 29 de diciembre de 2023

Santo Evangelio 29 de Diciembre 2023



Texto del Evangelio (Lc 2,22-35):

 Cuando se cumplieron los días de la purificación según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.

Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y en él estaba el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al Niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre Él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».



«Ahora, Señor, puedes (...) dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación»

Chanoine Dr. Daniel MEYNEN
(Saint Aubain, Namur, Bélgica)
Hoy, 29 de diciembre, festejamos al santo Rey David. Pero es a toda la familia de David que la Iglesia quiere honrar, y sobre todo al más ilustre de todos ellos: ¡a Jesús, el Hijo de Dios, Hijo de David! Hoy, en ese eterno “hoy” del Hijo de Dios, la Antigua Alianza del tiempo del Rey David se realiza y se cumple en toda su plenitud. Pues, como relata el Evangelio de hoy, el Niño Jesús es presentado al Templo por sus padres para cumplir con la antigua Ley: «Cuando se cumplieron los días de la purificación según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor» (Lc 2,22-23).
Hoy, se eclipsa la vieja profecía para dejar paso a la nueva: Aquel, a quien el Rey David había anunciado al entonar sus salmos mesiánicos, ¡ha entrado por fin en el Templo de Dios! Hoy es el gran día en que aquel que San Lucas llama Simeón pronto abandonará este mundo de oscuridad para entrar en la visión de la Luz eterna: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos» (Lc 2,29-32).
También nosotros, que somos el Santuario de Dios en el que su Espíritu habita (cf. 1Cor 3,16), debemos estar atentos a recibir a Jesús en nuestro interior. Si hoy tenemos la dicha de comulgar, pidamos a María, la Madre de Dios, que interceda por nosotros ante su Hijo: que muera el hombre viejo y que el nuevo hombre (cf. Col 3,10) nazca en todo nuestro ser, a fin de convertirnos en los nuevos profetas, los que anuncien al mundo entero la presencia de Dios tres veces santo, ¡Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Como Simeón, seamos profetas por la muerte del “hombre viejo”! Tal como dijo el Papa San Juan Pablo II, «la plenitud del Espíritu de Dios viene acompañada (…) antes que nada por la disponibilidad interior que proviene de la fe. De ello, el anciano Simeón, ‘hombre justo y piadoso’, tuvo la intuición en el momento de la presentación de Jesús en el Templo».

8 formas en que tu oración puede combatir la «pandemia de ansiedad» y ser antídoto eficaz al estrés



 8 formas en que tu oración puede combatir la «pandemia de ansiedad» y ser antídoto eficaz al estrés

Trastorno mental de ansiedad.

"La oración será más eficaz si comienzas afianzándote en el amor divino, y esto es doblemente cierto cuando se trata de combatir la ansiedad", asegura Gregory K. Popcak en "No te preocupes" (Foto: Unsplash/ Sydney Sims).

Cada vez se investiga más la relación entre la práctica religiosa y su contribución a la salud mental. Especialmente desde el incesante aumento de las afecciones mentales en todo el mundo. Las más extendidas son las relativos a la ansiedad, sufrida por un 4% de la población mundial según la Organización Mundial de la Salud en 2019, lo que equivale a unos 301 millones de personas.

En el caso español, el trastorno de ansiedad es el problema de salud mental más frecuente y según estadísticas del ministerio de sanidad de 2023 afecta al 6,7% de la población, si bien se considera que la cifra es "muy superior", pues el porcentaje solo representa a las personas oficialmente diagnosticadas.

En el conjunto general de trastornos de la salud mental, los psiquiatras españoles alertan de que el 29% de los españoles padece alguno.

En este sentido, la OMS afirma que solo el 27% de personas que lo necesitan recibe algún tratamiento. Según el mismo organismo, los trastornos de ansiedad son en muchos casos la antesala del riesgo de depresión y comportamientos suicidas.

Recientemente nos hacíamos eco en Religión en Libertad de la publicación de un análisis de 63 estudios internacionales repasados en 2021 (metaanálisis Relationship of Religion with Suicidal Ideation, Suicide Plan, Suicide Attempt, and Suicide Death, de Jalal Poorolajal y otros) que arrojan el carácter preventivo de la creencia y práctica religiosa frente al suicidio hasta en un 17%.

Las cifras oficiales son representativas al respecto y permiten afirmar que al mismo tiempo que disminuye la práctica religiosa, se multiplican los suicidios. Hablando de la religión católica, en la Espala de 1980 casi el 88% de la población se consideraba católica y los suicidios no llegaban a los 1700 anuales. En 2020, mientras que los católicos disminuyeron en un 20%, los suicidios se han multiplicado por 2,4, rozando la cifra de los 4.000.



Evolución de los suicidios en España.

Suicidios en España desde 2001 hasta 2022 en cifras absolutas.

Uno de los especialistas que más se ha esforzado a lo largo de su carrera en analizar cómo la fe puede  ayudar a prevenir y combatir los problemas mentales es Gregory K. Popcak. Licenciado en Psicología y Teología, fundador y director de la plataforma de acompañamiento psicológico Catholic Counselors y autor de 20 libros al respecto como Dios mío, ayúdame; Dioses rotos o No te preocupes.Una vida sin ansiedad (Palabra).

A lo largo de esta última, su más reciente publicación, Popcak compendia en poco más de 200 páginas décadas de práctica clínica y religiosa con ejercicios y ejemplos para enfrentar una ansiedad que amenaza con convertirse en epidemia.

Desde el plano estrictamente científico, No te preocupes es un perfecto manual que de no ser por el lenguaje sencillo y divulgativo, podría estar dirigido enteramente a profesionales e interesados de la salud mental. Pero además, el autor hace una firme apuesta por cómo la fe católica en particular es un pilar trascendental a la hora de enfrentar la ansiedad. Especialmente por las palabras de aliento divinas recogidas en Filipenses 4,6, "no os inquietéis por nada". Pero también por cómo el modo de vida cristiano ayuda, en sí mismo, a mantener la paz.

De los centenares de casos, recursos, técnicas y situaciones que aborda, extraemos algunas de sus consideraciones en torno al papel de la oración para "liberarnos de la  ansiedad" y "reforzar los fusibles espirituales", como indica el penúltimo capítulo:

1º La oración no es magia: cómo hacer que sea eficaz contra la ansiedad

Hablando de la oración vocal -rosarios, plegarias…-, Popcak expone cómo "un rápido `Dios mío´ o un rosario recitado en el coche a toda prisa" tienen valor y Dios "aprecia el tiempo que podemos dedicarle". El problema, afirma, es que en estas circunstancias, "en lugar de servir como calmante para la ansiedad, este tipo de plegarias la acentúan".

Para que la oración sea "un antídoto eficaz", Popcak recomienda asumir "un enfoque más reflexivo, detenernos y dejar atrás el caos".


"Aunque sintamos que todo nos ataca a gran velocidad, como cristianos recordaremos que dada nuestra incapacidad para gestionar el caos, tendríamos que dejar de intentarlo. Salgamos de nosotros, volvamos la mirada a la gracia de Dios y, solo entonces, centrémonos en el momento presente par aferrarnos a su mano. La oración es el reconocimiento humilde de que precisamos desesperadamente de la ayuda de Dios en todo momento", explica.

2º Se receptivo y no reces solo cuando el estrés lo pida

Popcak explica que no se trata de "pasar horas en presencia de Dios y en soledad". Y aunque "nunca está de más dedicarle un tiempo de tranquilidad al Señor", subraya que no hace falta convertirse en un ermitaño. Igual que te tomas un descanso sobre la marcha, puedes cultivar la receptividad en varios momentos breves a lo largo del día".

3º ¡Frena!: Prepárate para la oración

Uno de los pasos que propone para aumentar esa receptividad es "apaciguar el discurso, refrenar las acciones no en seco, sino con unos segundos y pisar el freno mental a base de hablar y moverte un poco más despacio de lo habitual".

"Recuerda lo que descubrió Elías en 1 Reyes 19,13; que Dios no estaba en el temblor de la tierra ni en la tormenta, sino en la brisa suave. No podemos comunicarnos con Dios a 150 km/h".

4º Sostenerse en el amor, doblemente efectivo contra la ansiedad

También recomienda que antes de comenzar la oración se dedique unos segundos a sumergirse "en el amor de Dios".



Gregory K. Popcak.

Gregory K. Popcak es autor de "No te preocupes" o "Dioses rotos", entre otros, especialista en psicología y licenciado en Teología y  fundador de Catholic Counselors.  

"Recuerda las veces en las que has sentido su amor. Permítete revivirlo ahora, en este momento y recuerda que `el amor perfecto expulsa el temor´ (1 Jn 4,18). La oración será más eficaz si comienzas afianzándote en el amor divino, y esto es doblemente cierto cuando se trata de combatir la ansiedad", subraya.

5º En voz alta

Aunque resulte chocante, el autor invita a quienes sufren ansiedad a rezar en voz alta, pues puede ser más efectivo que hacerlo de forma mental, especialmente porque "hace que te centres en tus palabras y limita la divagación mental, sobre todo si estás estresado".

A la hora de poner en práctica este consejo, Popcak invita al lector a no "sentirse raro al hablarle al Señor en voz alta". "Con la irrupción del Bluetooth, a nadie le extrañará vernos hablando para nosotros mismos, y esta dinámica cultural te permitirá dar un gran salto en tu vida interior", agrega.

6º La verdad, sin edulcorar, como a un amigo

En el marco de una oración que ayude a combatir la ansiedad y proporcione paz, explica  que no solo es importante pedirlo, sino el modo en que se reza. Así, invita a "hablar con Dios con honestidad y detenimiento, sin edulcorar nada, sincero respecto a tus preocupaciones, frustraciones y temores. Que tus oraciones sean nobles y reflexivas, sin limitarte a recitar palabras. Charla con tu amigo y explícale lo que ocurren tu corazón".

7º La oración meditativa, un combate contra la ansiedad

La oración "en voz alta", aunque recomendada en ciertos casos, no es la única útil frente a la ansiedad. Según Popcak, la ansiedad produce "aislamiento, impotencia y desesperanza", mientras que la oración meditativa "fortalece para combatirla al recordarnos que nunca estamos solos, porque Dios siempre nos guía y nuestra esperanza está en sus planes, no en los nuestros".

La meditación, agrega, "te aleja de tu  propia cabeza para que sintonices con Dios, que te acompaña en cada instante y te recuerda quien eres. Cuanto más escuches su voz y más confíes en ella, más resistencias tendrás ante los embates de la ansiedad. Dios siempre está comunicándote el amor que disipa el miedo". 

8º El "poder ansiolítico" de la Lectio Divina

El licenciado en Teología y experto en psicología también alude a la "gran tradición y poder ansiolítico" de la meditación en torno a la Lectio Divina, consistente en reflexionar sobre un fragmento de las Escrituras  siguiendo los cinco pasos de lectura, meditación, oración, contemplación y acción.

Se trata de un esquema que no solo permite reflexionar sobre "cientos de pasajes que hablan del deseo del Señor de librarnos de la ansiedad y otorgarnos la paz": estos cinco aspectos conforman lo que él llama "un plan de acción espiritual contra el estrés, la preocupación y el miedo",  y cuanto más se reflexione sobre esos pasajes y fragmentos, "mejor combatiremos contra el espíritu del miedo que nos tienta para abandonar el camino de la gracia".

Fuente; Religión en libertad

jueves, 28 de diciembre de 2023

Santo Evangelio 28 de Diciembre 2023

 


Texto del Evangelio (Mt 2,13-18):

 Después que los magos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al Niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al Niño para matarle». Él se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».

Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen».



«Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto»


Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, mártires. Metidos en las celebraciones de Navidad, no podemos ignorar el mensaje que la liturgia nos quiere transmitir para definir, todavía más, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer lugar, la predisposición de san José en el designio salvador de Dios, aceptando su voluntad. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social.

San José nos ofrece un testimonio bien claro de respuesta decidida ante la llamada de Dios. En él nos sentimos identificados cuando hemos de tomar decisiones en los momentos difíciles de nuestra vida y desde nuestra fe: «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto» (Mt 2,14).

Nuestra fe en Dios implica a nuestra vida. Hace que nos levantemos, es decir, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor, porque —frecuentemente— es el lugar donde Dios habla. Nos hace tomar al Niño con su madre, es decir, Dios se nos hace cercano, compañero de camino, reforzando nuestra fe, esperanza y caridad. Y nos hace salir de noche hacia Egipto, es decir, nos invita a no tener miedo ante nuestra propia vida, que con frecuencia se llena de noches difíciles de iluminar.

Estos niños mártires, hoy, también tienen nombres concretos en niños, jóvenes, parejas, personas mayores, inmigrantes, enfermos... que piden la respuesta de nuestra caridad. Así nos lo dice San Juan Pablo II: «En efecto, son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan a la sensibilidad cristiana. Es la hora de una nueva imaginación de la caridad, que se despliegue no sólo en la eficacia de las ayudas prestadas, sino también en la capacidad de hacernos cercanos y solidarios con el que sufre».

Que la luz nueva, clara y fuerte de Dios hecho Niño llene nuestras vidas y consolide nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.

Unos consejos de monseñor Pope para quienes desean que el Señor venga pronto y castigue al mundo

 


Unos consejos de monseñor Pope para quienes desean que el Señor venga pronto y castigue al mundo

Sombra de un hombre contemplando la aurora boreal.

Hay una forma legítima y deseable de esperar la Parusía. Y una forma espiritualmente desastrosa. Foto (contextual): Ihor Malytskyi / Unsplash.

Charles Pope es licenciado en informática, se ordenó sacerdote en 1989, se especializó en Sagradas Escrituras, ejerce como párroco de San Cipriano en Washington, D.C., y aloja su blog en la página web de la archidiócesis. Es un influyente creador de opinión católico en Estados Unidos. Tiene la virtud de decir las cosas convenientes de forma caritativa pero muy clara, sin importar si molestan o no: hay que predicar "a tiempo y a destiempo", pedía San Pablo (2 Tim, 4, 2).

Y en uno de sus post aborda una cuestión en forma de pregunta: "¿Estás realmente preparado para la venida del Señor?".

[Lee también en ReL: Los cuatro consejos de monseñor Pope para la venida del Señor: «¡Puede que venga pronto!»]

El contexto del deseo de la segunda venida

Porque hay en su círculo -explica- muchos cristianos (y entre ellos, "hermanos católicos") que hablan "con gran convicción de que el Señor puede venir pronto, o al menos traerá un gran castigo sobre el mundo; hay casi un deseo de que eso ocurra", dice.

Ese deseo tiene, desde luego, una base bíblica. El Nuevo Testamento se cierra en el Apocalipsis con unas palabras muy claras. "¡Ven, Señor Jesús!". Y la misma liturgia incluye, en el embolismo que sigue al Padrenuestro en la misa, una oración sobre esa venida: "Líbranos Señor de todos los males y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres del pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la venida gloriosa de nuestro salvador, Jesucristo".

Hay, pues, concluye monseñor Pope, un deseo "apropiado" de la segunda venida del Señor. 



Monseñor Charles Pope, en una homilía en la basílica de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C.

Sin embargo, "tampoco debemos olvidar el contexto de ese deseo. El contexto lo constituyen el arrepentimiento y la humildad, lo constituye nuestra necesidad de ser purificados y apartados del pecado para estar preparados" para ese día del Señor.

Las palabras del Apocalipsis, pues, suceden "sólo tras un periodo de intensa purificación para la Iglesia", con "sufrimientos purgativos y persecuciones a los fieles". El deseo de esa venida, pues, tiene que estar enmarcado por una gran humildad, suplicando la gracia de la misericordia no sólo sobre nosotros, sino sobre el mundo entero, para que nosotros y el mundo estemos preparados antes de que el Señor venga".

¿Estaríamos entre los escogidos si viniese ahora?

"El peligro que hay que evitar en nuestro deseo de la venida del Señor", aconseja monseñor Pope, "es una noción triunfalista de que ´Dios le dé al mundo el castigo que merece´. Porque al pedir a Dios que aplaste a los malvados, no deberíamos presumir con demasiada facilidad que nosotros no estaremos entre los aplastados".

"Dios es santísimo, y en su segunda venida, o incluso en una venida sobre el mundo en forma de ´mero´ castigo, podría no incluirnos necesariamente a nosotros en el círculo íntimo de los bendecidos, sea cual sea el elevado concepto que tengamos nosotros de nosotros mismos. Insisto, Dios en santísimo, y hay muchas razones para no desear estar presentes en el Gran y Terrible Día del Señor", continúa, y recuerda la advertencia del profeta Amós (5, 18): "¡Ay de los que ansían el día de Yahveh!".

Monseñor Pope insiste en que para el cristiano es legítimo y obligado "esperar a su Hijo Jesús que ha de venir de los cielos, a quien resucitó de entre los muertos" (I Tes 1, 10), sólo insiste en el contexto: arrepentimiento y necesidad de la gracia salvadora de Dios. "¡Sí, Señor, ven!", concluye: "Pero, por favor, prepáranos para ese grande y terrible día, el día del sobrecogimiento. ¿Qué podré alegar en mi debilidad? ¿Quién intercederá por mí?... Líbranos del orgullo que nos hace olvidar que necesitamos tu misericordia todos los días, como la necesitan nuestros enemigos y quienes te rechazan".

Publicado en ReL el 25 de agosto de 2012.

Santo Evangelio 27 de Diciembre 2023



 Texto del Evangelio (Jn 20,2-8):

 El primer día de la semana, María Magdalena fue corriendo a Simón Pedro y a donde estaba el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.



«Vio y creyó»


Rev. D. Manel VALLS i Serra

(Barcelona, España)

Hoy, la liturgia celebra la fiesta de san Juan, apóstol y evangelista. Al siguiente día de Navidad, la Iglesia celebra la fiesta del primer mártir de la fe cristiana, san Esteban. Y el día después, la fiesta de san Juan, aquel que mejor y más profundamente penetra en el misterio del Verbo encarnado, el primer “teólogo” y modelo de todo verdadero teólogo. El pasaje de su Evangelio que hoy se propone nos ayuda a contemplar la Navidad desde la perspectiva de la Resurrección del Señor. En efecto, Juan, llegado al sepulcro vacío, «vio y creyó» (Jn 20,8). Confiados en el testimonio de los Apóstoles, nosotros nos vemos movidos en cada Navidad a “ver” y “creer”.

Uno puede revivir estos mismos “ver” y “creer” a propósito del nacimiento de Jesús, el Verbo encarnado. Juan, movido por la intuición de su corazón —y, deberíamos añadir, por la “gracia”— “ve” más allá de lo que sus ojos en aquel momento pueden llegar a contemplar. En realidad, si él cree, lo hace sin “haber visto” todavía a Cristo, con lo cual ya hay ahí implícita la alabanza para aquellos que «creerán sin haber visto» (Jn 20,29), con la que culmina el vigésimo capítulo de su Evangelio.

Pedro y Juan “corren” juntos hacia el sepulcro, pero el texto nos dice que Juan «corrió más aprisa que Pedro, y llegó antes al sepulcro» (Jn 20,4). Parece como si a Juan le mueve más el deseo de estar de nuevo al lado de Aquel a quien amaba —Cristo— que no simplemente estar físicamente al lado de Pedro, ante el cual, sin embargo —con el gesto de esperarlo y de que sea él quien entre primero en el sepulcro— muestra que es Pedro quien tiene la primacía en el Colegio Apostólico. Con todo, el corazón ardiente, lleno de celo, rebosante de amor de Juan, es lo que le lleva a “correr” y a “avanzarse”, en una clara invitación a que nosotros vivamos igualmente nuestra fe con este deseo tan ardiente de encontrar al Resucitado.


martes, 26 de diciembre de 2023

Santo Evangelio 26 de Diciembre 2023



Texto del Evangelio (Mt 10,17-22):

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros. Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará».



«Os entregarán a los tribunales y os azotarán»

Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM
(Barcelona, España)
Hoy, recién saboreada la profunda experiencia del Nacimiento del Niño Jesús, cambia el panorama litúrgico. Podríamos pensar que celebrar un mártir no encaja con el encanto navideño… El martirio de san Esteban, a quien veneramos como protomártir del cristianismo, entra de lleno en la teología de la Encarnación del Hijo de Dios. Jesús vino al mundo para derramar su Sangre por nosotros. Esteban fue el primero que derramó su sangre por Jesús. Leemos en este Evangelio como Jesús mismo lo anuncia: «Os entregarán a los tribunales y (…) seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio» (Mt 10,17.18). Precisamente “mártir” significa exactamente esto: testigo.
Este testimonio de palabra y de obra se da gracias a la fuerza del Espíritu Santo: «El Espíritu de vuestro Padre (…) hablará en vosotros » (Mt 10,19). Tal como leemos en los “Hechos de los Apóstoles”, capítulo 7, Esteban, llevado a los tribunales, dio una lección magistral, haciendo un recorrido por el Antiguo Testamento, demostrando que todo él converge en el Nuevo, en la Persona de Jesús. En Él se cumple todo lo que ha sido anunciado por los profetas y enseñado por los patriarcas.
En la narración de su martirio encontramos una bellísima alusión trinitaria: «Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios» (Hch 7,55). Su experiencia fue como una degustación de la Gloria del Cielo. Y Esteban murió como Jesús, perdonando a los que lo inmolaban: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado» (Hch 7,60); rezó las palabras del Maestro: «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen» (Lc, 23, 34).
Pidamos a este mártir que sepamos vivir como él, llenos del Espíritu Santo, a fin de que, fijando la mirada en el cielo, veamos a Jesús a la diestra de Dios. Esta experiencia nos hará gozar ya del cielo, mientras estamos en la tierra.

Te Deum de Aldo Trento: gracias a Dios por sus pacientes, le ayudan a llevar con fe su enfermedad

 


Te Deum de Aldo Trento: gracias a Dios por sus pacientes, le ayudan a llevar con fe su enfermedad

Aldo Trento.

El padre Aldo Trento ha encontrado en los propios enfermos a los que atiende la razón de ser de su propia enfermedad.

El sacerdote italiano Aldo Trento dirige desde hace un cuarto de siglo la Casa de la Divina Misericordia en Asunción del Paraguay. Allí acogen a enfermos pobres con cáncer terminal o sida, ancianos  o niños abandonados... En muchos casos, la atención que se les puede prestar es solo paliativa, y ayudarles a morir con el consuelo de los sacramentos. 

Desde hace un tiempo, el propio Aldo Trento (que vivió una edificante historia de conversión) es víctima de una grave enfermedad que le produce grandes dolores y le obliga a desplazarse en silla de ruedas a ver a sus pacientes. Les ha escogido precisamente a ellos para el tradicional Te Deum de acción de gracias que la revista Tempi solicita a sus colaboradores en Navidad, y que publica en el número de diciembre.

Por su elevación espiritual y como profundas palabras de consuelo a todos los que sufren, lo publicamos en su integridad:

Te Deum laudamus: Por mis pacientes, que ahora me enseñan a purificarme en la enfermedad

Atormentado por el sufrimiento físico de mi enfermedad, como suele ocurrir, no quería sufrir más. Si no fuera por la fe que me sostiene, habría querido escapar de esta realidad que me hace sufrir. El dolor de la espondilitis (nombre de mi enfermedad) me deja a veces inmóvil y sumido solo en mis pensamientos, que son todos negativos. El sufrimiento físico conlleva inevitablemente un sufrimiento espiritual. Creo que también es al revés. No hay sufrimiento espiritual que no conlleve un dolor humano concreto, físico, tangible.

Aquel día me pregunté a dónde acudir para encontrar refugio. Ni siquiera quería rezar, en mi estado ni siquiera puedo leer los salmos. Así que pedí que me llevaran con un enfermo de la clínica, mi amigo Modesto.

Modesto y yo padecemos la misma enfermedad, así que busqué un cómplice en mi dolor, en mis pensamientos. Necesitaba a alguien que me dijera lo que yo quería oír, alguien que conociera mi sufrimiento y pudiera encontrarle una razón.

Cuando llegué a la habitación de Modesto, lo primero que salió de mi boca fue una queja. Él, en cambio, no quería perder el tiempo en asuntos pasajeros y me pidió que no le distrajera, porque para él la enfermedad no puede ser una distracción de lo único que le interesa, Jesucristo. Entonces empezó a hablarme del Señor. Me mantuvo escuchándole durante largo rato. Mientras lo hacía, me sentí avergonzado y, también, que me habían educado profundamente.

Me preguntaba cómo era posible que, con tanto dolor, lo importante fuera entregarse a Dios y no quejarse.

Después de aquel día, reanudé mis visitas diarias a todos los pacientes de la clínica. Es cierto que ahora me tienen que llevar porque dependo de una silla de ruedas. Lo que sostiene mi vida es la concreción de un "Tú". Ya no quiero vivir sumergido en mis pensamientos, quiero confirmar cada día que "yo soy Tú que me haces". 


El padre Aldo Trento habla la importancia de la Casa de la Misericordia en una entrevista de este año.

Necesito que mis pacientes me purifiquen. Cuando fundé la clínica San Rafael, en Asunción, no tenía idea de que el Señor me estaba preparando un lugar para que yo fuera acogido, abrazado, cuidado, sostenido y consolado.

El Señor quería que me implicara plenamente con Él, con la forma en que Él entró en el mundo con el carácter definitivo de la Resurrección.

Antes podía rezar, leer el breviario por mí mismo, para mantener esta memoria de Cristo presente en mi vida; hoy ni siquiera puedo leer, por lo tanto ni siquiera rezar el breviario. Dios se ha apiadado de mí y me ha dado un lugar. La clínica es hoy para mí un lugar de memoria. Cada vez que visito a un enfermo es como si un salmo del breviario se encarnara. Dolor, arrepentimiento, alegría y felicidad es lo que saboreo cuando visito a cada uno de estos compañeros de enfermedad que siempre me recuerdan quién soy y adónde voy.

Traducido por Verbum Caro.

Fuente: Religión en Libertad

Rico, prometido y lejos de la fe, halló su vocación sacerdotal tras una avería de coche, en Navidad

 


Rico, prometido y lejos de la fe, halló su vocación sacerdotal tras una avería de coche, en Navidad

El sacerdote Chris Alar. 

Chris Alar describe cómo fue el proceso hasta dar con su mejor regalo de Navidad un 25 de diciembre: la entrega total a Dios.

Criado en una familia católica Detroit, Chris Alar, lo tenía todo en su juventud. A principios de la década de los 2.000 se definía como un católico que "iba a misa cuando venía bien", demasiado preocupado en su día a día por mantener su alto status económico cosechado con su licenciatura en ingeniería industrial y su MBA en la Universidad de Michigan. Como un "estadounidense mundano que sólo se preocupaba por su novia y su negocio", todavía estaba muy lejos de llegar a ser el superior provincial de los Padres Marianos de la Inmaculada en Argentina y Estados Unidos.

Tras obtener su licenciatura y el máster, Alar accedió a la gerencia de ingeniería en una gran proveedora del sector automovilístico en Detroit y más tarde fundó su propio negocio, con el que llegaría a facturar millones.

Aquello le permitió disponer desde muy joven hasta dos coches y más dinero del que podía contar. También tenía dos casas, una de ellas en la orilla del idílico lago Norman,  que separaba su hogar de su negocio, al que afirma bromeando que podía ir en su propio barco. Mientras su fortuna crecía, Alar se prometió con la que consideraba "la chica más bonita de Carolina del Norte".

Rico, a punto de casarse... y conmocionado: "Faltaba algo"

"¿Sobre el papel, qué más podría pedir?", se preguntó en una entrevista con el Melbourne Catholic. Y sin embargo, recuerda que "faltaba algo", aunque "no podía saber qué era".

Con su planteamiento vital, hedonista y alejado de la práctica religiosa, la noticia del suicidio de su abuela resultó especialmente devastadora.

Alar tenía asumido que quien se suicida se condena "automáticamente". Sin embargo, la incertidumbre y la desesperanza le llevaron a profundizar en la devoción a la Divina Misericordia.



"Cuando supe más sobre la misericordia de Dios, que incluso mi abuela podía llegar al cielo y que la misericordia de Dios es mayor que cualquier pecado, incluso el suicidio, mi vida cambió", recuerda.

Chris Alar. 

Como sacerdote mariano de la Inmaculada Concepción, la divulgación de la Divina Misericordia es una de las principales misiones de Chris Alar. 

Su lectura de referencia pasó a ser el diario de Santa Faustina y el mensaje de la Divina Misericordia. Lo que no esperaba era que la editorial donde encargó los volúmenes, Marian Press, acabaría ocupando toda su vida.

Vinculada a los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción, congregación rectora del Santuario Nacional de la Divina Misericordia en Massachusetts, llegaría a dar al joven las respuestas que necesitaba sobre su propia vida.  

Una casual y "accidentada" adoración le cambió la vida

Una de esas noches, absorto por lo sucedido y por el mensaje recién descubierto sobre la Divina Misericordia, la dirección de su coche se bloqueó ante la entrada de la iglesia de San Marcos en Huntersville.

Alar se bajó del coche y corrió buscando un teléfono, encontrando todas las puertas de la iglesia cerradas… salvo la última. Al abrirla, se encontró de lleno con una adoración nocturna al Santísimo, que más tarde recordaría como "una semilla" que le "cambió la vida", también a una mayor práctica religiosa.

Poco después, confesándose, le habló al sacerdote sobre el suicidio de su abuela y confesó no haber rezado por ella. Estaba convencido de que las almas que se suicidaban iban directamente al infierno y no necesitaban de oración.

"Dios está fuera del tiempo y tú puedes marcar la diferencia en su salvación", le dijo el sacerdote antes de recomendarle que rezase la Coronilla de la Divina Misericordia. Alar, que no conocía la oración, la empezó a rezar ayudado por una estampa que contenía la dirección de la sede de los Marianos de la Inmaculada Concepción.



El sacerdote Chris Alar habla sobre los orígenes y sentido de la Navidad y refuta algunos de los mitos al respecto. 

La vocación, "un regalo de Navidad"

Pero si había algo que todavía no se planteaba, era el sacerdocio. Al menos hasta otoño de 2004, cuando un sacerdote fue a bendecir su casa.

"Durante la bendición, de repente, me preguntó si alguna vez había sentido que tenía vocación al sacerdocio. Me sorprendió mucho. ¿Qué es lo que hizo que ese sacerdote me lo preguntara?", recuerda.

Hubo de esperar algunas semanas, al día de Navidad del mismo año, para hallar la respuesta. Recuerda estar rezando cuando escuchó "la llamada".

Hace unos días, entrevistado por National Catholic Register, respondería sin duda con aquel 25 de diciembre de 2004 a la pregunta de cuál es su regalo favorito de Navidad.

Aquel día, dijo, "escuché claramente que estaba siendo llamado al sacerdocio. Recuerdo haber pensado: Vaya regalo de Navidad'. Fue claramente en Navidad y considero que [mi vocación] es el  mejor regalo".

Divulgador de la Divina Misericordia, especialmente ante el suicidio

Ya "solo" le quedaba desprenderse de su confortable vida, lo que no le resultó sencillo, especialmente despedirse de su por entonces prometida.

"Era guapa, lista… a veces miro atrás y le digo a Dios: ¿Tenías que enviarme a una chica tan buena? Fue mucho más difícil dejarla ir", recuerda.

Finalmente en 2006 ingresó como postulante a los Marianos de la Inmaculada Concepción, dejando atrás al rico y acomodado Chris y para convertirse, ocho años después, en el padre Alar.

Después de ordenarse, fue nombrado director de la Asociación de Auxiliares Marianos, encargado de difundir el mensaje de la Divina Misericordia. Más tarde, y haciendo uso de sus conocimientos que le llevaron a la bonanza económica como empresario de éxito, fue nombrado superior provincial de los Padres Marianos en Estados Unidos y Argentina, cargo que mantiene en el día de hoy.

Como parte de su contribución a la difusión de la Divina Misericordia se encuentran los DVD Divine Mercy o Explicando la fe, siendo además autor del superventas Después del Suicidio: Hay Esperanza para Ellos y para Ti y presentador del programa Living Divine Mercy en EWTN.

Fuente: Religión en Libertad

lunes, 25 de diciembre de 2023

Santo Evangelio 25 de Diciembre 2023

 


Texto del Evangelio (Lc 2,1-14):

 Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Quirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El Ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y de pronto se juntó con el Ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace».



«Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor»


Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero

(Viladecans, Barcelona, España)

Hoy, nos ha nacido el Salvador. Ésta es la buena noticia de esta noche de Navidad. Como en cada Navidad, Jesús vuelve a nacer en el mundo, en cada casa, en nuestro corazón.

Pero, a diferencia de lo que celebra nuestra sociedad consumista, Jesús no nace en un ambiente de derroche, de compras, de comodidades, de caprichos y de grandes comidas. Jesús nace con la humildad de un portal y de un pesebre.

Y lo hace de esta manera porque es rechazado por los hombres: nadie había querido darles hospedaje, ni en las casas ni en las posadas. María y José, y el mismo Jesús recién nacido, sintieron lo que significa el rechazo, la falta de generosidad y de solidaridad.

Después, las cosas cambiarán y, con el anuncio del Ángel —«No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo» (Lc 2,10)— todos correrán hacia el portal para adorar al Hijo de Dios. Un poco como nuestra sociedad que margina y rechaza a muchas personas porque son pobres, extranjeros o sencillamente distintos a nosotros, y después celebra la Navidad hablando de paz, solidaridad y amor.

Hoy los cristianos estamos llenos de alegría, y con razón. Como afirma san León Magno: «Hoy no sienta bien que haya lugar para la tristeza en el momento en que ha nacido la vida». Pero no podemos olvidar que este nacimiento nos pide un compromiso: vivir la Navidad del modo más parecido posible a como lo vivió la Sagrada Familia. Es decir, sin ostentaciones, sin gastos innecesarios, sin lanzar la casa por la ventana. Celebrar y hacer fiesta es compatible con austeridad e, incluso, con la pobreza.

Por otro lado, si nosotros durante estos días no tenemos verdaderos sentimientos de solidaridad hacia los rechazados, forasteros, sin techo, es que en el fondo somos como los habitantes de Belén: no acogemos a nuestro Niño Jesús.