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lunes, 31 de julio de 2017

Santo Evangelio 31 de julio 2017



Día litúrgico: Lunes XVII del tiempo ordinario

Santoral 31 de Julio: San Ignacio de Loyola, presbítero
Texto del Evangelio (Mt 13,31-35): En aquel tiempo, Jesús propuso todavía otra parábola a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas».

Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo». Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: ‘Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo’.


«Nada les hablaba sin parábolas»
Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca 
(Valldoreix, Barcelona, España)


Hoy, el Evangelio nos presenta a Jesús predicando a sus discípulos. Y lo hace, tal como en Él es habitual, en parábolas, es decir, empleando imágenes sencillas y corrientes para explicar los grandes misterios escondidos del Reino. Así podía entender todo el mundo, desde la gente más formada hasta la que tenía menos luces.

«El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza...» (Mt 13,31). Los granitos de mostaza casi no se ven, son muy pequeños, pero si tenemos de ellos buen cuidado y se riegan... acaban formando un gran árbol. «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina...» (Mt 13,33). La levadura no se ve, pero si no estuviera ahí, la pasta no subiría. Así también es la vida cristiana, la vida de la gracia: no se ve exteriormente, no hace ruido, pero... si uno deja que se introduzca en su corazón, la gracia divina va haciendo fructificar la semilla y convierte a las personas de pecadoras en santas.

Esta gracia divina se nos da por la fe, por la oración, por los sacramentos, por la caridad. Pero esta vida de la gracia es sobre todo un don que hay que esperar y desear con humildad. Un don que los sabios y entendidos de este mundo no saben apreciar, pero que Dios Nuestro Señor quiere hacer llegar a los humildes y sencillos.

Ojalá que cuando nos busque a nosotros, nos encuentre no en el grupo de los orgullosos, sino en el de los humildes, que se reconocen débiles y pecadores, pero muy agradecidos y confiados en la bondad del Señor. Así, el grano de mostaza llegará a ser un árbol grande; así la levadura de la Palabra de Dios obrará en nosotros frutos de vida eterna. Porque, «cuanto más se abaja el corazón por la humildad, más se levanta hacia la perfección» (San Agustín).

¿Los pecados de nuestros antepasados condicionan nuestra vida? Responde el exorcista Amorth

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¿Los pecados de nuestros antepasados condicionan nuestra vida? Responde el exorcista Amorth

Padre Gabriele Amorth

Es una pregunta que se hacen miles de personas y que produce mucha inquietud: ¿Hasta qué punto influye en nuestras vidas los pecados cometidos por nuestros antepasados? Y sobre esta cuestión responde una autoridad en la materia como el es Padre Gabriele Amorth, paulino, recientemente fallecido, que hasta su muerte se convirtió en la referencia mundial de los exorcistas. Durante años fue el exorcista oficial del Vaticano.

En una entrevista de Stefano Stimamiglio, para Aleteia, el Padre Amorth responde con precisión sobre esta cuestión.

- ¿Es verdad que el árbol genealógico puede estar espiritualmente "enfermo"? Algunas veces oímos hablar en el ámbito carismático del “árbol genealógico”. ¿Qué puede decir usted al respecto?
- Esta es una cuestión controvertida. Hay quien sostiene que las consecuencias de las culpas morales graves, las cuales mancharon a los propios antepasados -como por ejemplo homicidios, abortos, suicidios, prácticas mágicas, etc.-, se propagan a las generaciones sucesivas.

Pero, atención, no es la culpa moral, que es siempre y solamente personal, sino sus consecuencias, como por ejemplo la tendencia innata a repetir los mismos actos pecaminosos de los antepasados.

Una especie de “inclinación” espiritual, que llegaría a los hijos, nietos, bisnietos y así descendería en el árbol genealógico. Como se transmiten los caracteres hereditarios fijos en la transmisión de la vida, así sería para aquellos espirituales.

Para librarse de esta tendencia, cada descendiente debería renunciar a ellos con un estilo de vida cristiano. A través de un camino de purificación, se lograría -una vez localizada la tendencia pecaminosa, que puede bordear en lo compulsivo- enmendarse en ella.

Esto sería de cualquier manera la transmisión del carácter “enfermo” a los descendientes. La tesis está difundida en el libro del psiquiatra inglés Kenneth McAll Hasta las raíces, el cual sostiene -citando casos observados por él- que la causa de los males puede depender de cuestiones de generación.

- Se habla también de misas de sanación del árbol genealógico...
- Lo confirmo. Se celebran misas para interceder por los difuntos que, a causa de sus pecados, aún no gozan de la luz de Dios y están en el purgatorio.

El libro de McAll cita episodios en los que, tras esta misa carismática, desaparecen los efectos negativos sobre los vivos como consecuencia de la liberación de aquellas almas del purgatorio.

Sea lo que fuere, es siempre oportuno celebrar misas por nuestros queridos difuntos, también por aquellos que nunca conocimos y que, tal vez, vivieron hace siglos.

- ¿Qué piensan los exorcistas -y usted- sobre la cuestión del árbol genealógico?
- No existe una posición uniforme. Cada uno ha desarrollado una posición personal con base en la experiencia que ha madurado.

Yo he tenido algunos casos en los que la persona que sufría una posesión demoníaca tenía ascendientes que practicaban la magia y la brujería. Aunque no me parece que estos episodios puedan representar una razón suficiente de demostración de la tesis.

Se necesitan nuevas perspectivas teológicas. Además, mi maestro, el sacerdote Candido Amantini, tenía dudas sobre si los malos espíritus se difunden por vía de las generaciones.

domingo, 30 de julio de 2017

Santo Evangelio 30 de julio 2017


Día litúrgico: Domingo XVII (A) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 13,44-52): En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. 

»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra. 

»También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. 

»¿Habéis entendido todo esto?». Dícenle: «Sí». Y Él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo».


«Un tesoro escondido en un campo (...); un mercader que anda buscando perlas finas»
Rev. D. Enric PRAT i Jordana 
(Sort, Lleida, España)



Hoy, el Evangelio nos quiere ayudar a mirar hacia dentro, a encontrar algo escondido: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo» (Mt 13,44). Cuando hablamos de tesoro nos referimos a algo de valor excepcional, de la máxima apreciación, no a cosas o situaciones que, aunque amadas, no dejan de ser fugaces y chatarra barata, como son las satisfacciones y placeres temporales: aquello con lo que tanta gente se extenúa buscando en el exterior, y con lo que se desencanta una vez encontrado y experimentado.

El tesoro que propone Jesús está enterrado en lo más profundo de nuestra alma, en el núcleo mismo de nuestro ser. Es el Reino de Dios. Consiste en encontrarnos amorosamente, de manera misteriosa, con la Fuente de la vida, de la belleza, de la verdad y del bien, y en permanecer unidos a la misma Fuente hasta que, cumplido el tiempo de nuestra peregrinación, y libres de toda bisutería inútil, el Reino del cielo que hemos buscado en nuestro corazón y que hemos cultivado en la fe y en el amor, se abra como una flor y aparezca el brillo del tesoro escondido.

Algunos, como san Pablo o el mismo buen ladrón, se han topado súbitamente con el Reino de Dios o de manera impensada, porque los caminos del Señor son infinitos, pero normalmente, para llegar a descubrir el tesoro, hay que buscarlo intencionadamente: «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas» (Mt 13,45). Quizá este tesoro sólo es encontrado por aquellos que no se dan por satisfechos fácilmente, por los que no se contentan con poca cosa, por los idealistas, por los aventureros. 

En el orden temporal, de los inquietos e inconformistas decimos que son personas ambiciosas, y en el mundo del espíritu, son los santos. Ellos están dispuestos a venderlo todo con tal de comprar el campo, como lo dice san Juan de la Cruz: «Para llegar a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada».

El Reino de los Cielos, es para los cristianos, el mismo Jesús



EL REINO DE DIOS ES, PARA LOS CRISTIANOS, EL MISMO JESÚS

Por Gabriel González del Estal

1.- El Reino de los cielos se parece a… Jesús nunca describió el Reino de los Cielos, seguramente porque daba por supuesto que sus oyentes ya sabían, en general, lo que Jesús quería decir con esa expresión. Cuando habla del Reino de los Cielos lo hace con comparaciones y en parábolas. Hoy lo compara con el tesoro que un señor encuentra en el campo, o con la perla de gran valor que encuentra un comerciante en perlas finas. Lo que hacen el señor que encuentra el tesoro, o el comerciante en perlas finas, parecen económicamente lógicas: compran el tesoro o la perla para venderlas y así obtener un fruto superior a lo que habían invertido. Es decir, aplicando ya este evangelio a nuestras vidas, que si nos encontramos con el Reino de Dios, debemos dejar todo lo demás y quedarnos con el Reino. Y como para nosotros el Reino de Dios es el mismo Jesús, si nos encontramos con Jesús, debemos dejar todo lo demás para seguirle a él. Jesús ya había dicho esto mismo, con otras palabras, en varias ocasiones. Hace uno domingos comentábamos unas frases de Jesús que decían lo mismo que hoy, con palabras muy distintas: el que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. Es decir, debemos dejar todo por Jesús, porque Jesús es un bien superior a todos los demás bienes juntos. Santa Teresa dijo esto mismo con otras palabras: el que a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta. Entender esto es fácil, llevarlo a la práctica es muy difícil y sólo con una especial gracia de Dios podemos conseguirlo. Pero este debe ser el propósito de todos los cristianos: seguir a Jesús, porque para nosotros Jesús es el verdadero Reino de Dios. Así lo entendieron todos los santos y así debemos intentar hacerlo todos nosotros, si de verdad aspiramos a la santidad a la que hemos sido llamados. No es necesario que leamos muchos libros sobre lo que entendía Jesús por “Reino de los Cielos”, nos basta con leer frecuentemente el evangelio e intentar ser buenos discípulos de Jesús. Todo lo demás se nos dará por añadidura.

2.- En aquellos días, El Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: pídeme lo que quieras. Respondió Salomón: Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien… Por la Biblia, en el libro de los Reyes, sabemos algo de la vida e historia del rey Salomón. Es considerado como el rey sabio, por excelencia, y también conocido, al final de sus días, como rey idolátrico y mujeriego. Hoy, en este relato del primer libro de los Reyes, nos fijamos en Salomón como rey sabio, humilde y prudente. Lo que Salomón pidió al Señor es algo que todos nosotros debemos pedir a Dios todos los días: corazón dócil para discernir el bien del mal. Esto es algo muy difícil, pero absolutamente necesario para pasar por la vida haciendo el bien: discernir el bien del mal y practicar el bien, desechando el mal. Si nos dejamos llevar por nuestras pasiones de egoísmo, vanidad y afán de poder, difícilmente escogeremos siempre el bien y desecharemos el mal, porque el mal es muchas veces más apetecible que el bien. Pidamos a Dios que nuestro afán de dinero, de vanidad y de afición al poder no desvíen nunca nuestra decisión de hacer siempre el bien, porque esa es la voluntad de Dios y así nos lo exige nuestra vocación a la santidad.

3.- Hermanos: sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien.  Es maravilloso ver cómo a algunas personas todo les sirve para el bien, lo mismo la salud que la enfermedad, la abundancia que la escasez, la suerte o la desgracia. Son personas que ven en todo el designio de Dios para sus vidas. Lo único importante para ellas es ser fieles a la voluntad de Dios, ofrecer a Dios con humildad y agradecimiento su realidad de cada momento. Son personas de una profunda fe en Dios y de una gran confianza en su misericordia. Todo lo que les pasa a ellas lo interpretan como un medio para crecer en santidad. Esto no les hace personas blandas o descuidadas, sino todo lo contrario: son personas sacrificadas, generosas, y siempre dispuestas a hacer el bien a los demás. No buscan exclusivamente su propio bien, sino que siempre están dispuestas a ponerse al servicio de las personas que les necesitan. En fin, que son personas que viven ya en el Reino de Dios, porque han dejado todo para seguir a Jesús.

sábado, 29 de julio de 2017

Santo Evangelio 29 de julio 2017


Día litúrgico: 29 de Julio: Santa Marta

Texto del Evangelio (Lc 10,38-42): En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».


«Te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola»
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench 
(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)


Hoy, también nosotros —atareados como vamos a veces por muchas cosas— hemos de escuchar cómo el Señor nos recuerda que «hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola» (Lc 10,42): el amor, la santidad. Es el punto de mira, el horizonte que no hemos de perder nunca de vista en medio de nuestras ocupaciones cotidianas.

Porque “ocupados” lo estaremos si obedecemos a la indicación del Creador: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla» (Gn 1,28). ¡La tierra!, ¡el mundo!: he aquí nuestro lugar de encuentro con el Señor. «No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno» (Jn 17,15). Sí, el mundo es “altar” para nosotros y para nuestra entrega a Dios y a los otros.

Somos del mundo, pero no hemos de ser mundanos. Bien al contrario, estamos llamados a ser —en bella expresión de san Juan Pablo II— “sacerdotes de la creación”, “sacerdotes” de nuestro mundo, de un mundo que amamos apasionadamente.

He aquí la cuestión: el mundo y la santidad; el tráfico diario y la única cosa necesaria. No son dos realidades opuestas: hemos de procurar la confluencia de ambas. Y esta confluencia se ha de producir —en primer lugar y sobre todo— en nuestro corazón, que es donde se pueden unir cielo y tierra. Porque en el corazón humano es donde puede nacer el diálogo entre el Creador y la criatura.

Es necesaria, por tanto, la oración. «El nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del “hacer por hacer”. Tenemos que resistir a esta tentación, buscando “ser” antes que “hacer”. Recordemos a este respecto el reproche de Jesús a Marta: ‘Tú te afanas y te preocupas por muchas cosas y sin embargo sólo una es necesaria’ (Lc 10,41-42)» (San Juan Pablo II). 

No hay oposición entre el ser y el hacer, pero sí que hay un orden de prioridad, de precedencia: «María ha elegido la parte buena, que no le será quitada» (Lc 10,42).

Vivir del dinero público, acallar disidentes y adoctrinar niños: los pasos de la ideología de género

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La profesora Alicia Rubio explica en entrevista cómo esta ideología se parece a un alien

Vivir del dinero público, acallar disidentes y adoctrinar niños: los pasos de la ideología de género

La profesora y filóloga Alicia Rubio explica los métodos de imposición de la ideología de género... con mucho dinero público

El blog En Cuerpo y Alma, uno de los más visitados en ReligionEnLibertad, atendido por Luis Antequera, ha entrevistado a Alicia Rubio, la filóloga y profesora de instituto que ha enfurecido a los activistas de ideología de género y del feminismo radical con su libro “Cuando nos prohibieron ser mujeres y os persiguieron por ser hombres”. Presiones en su lugar de trabajo, gritos y acosos en lugares de debate público, amenazas de denuncias... Pero esta profesora se mantiene firme y denuncia los daños de esta ideología radical. Reproducimos a continuación su diálogo con "En Cuerpo y Alma".

- Alicia, bienvenida a “En Cuerpo y Alma”. Dime para empezar ¿qué es la ideología de género?
- La ideología de género es un constructo doctrinal, una verdadera ideología con una forma de interpretar la realidad a través de los postulados que impone.

- ¿Y cuáles son sus postulados?
- La ideología de género afirma que no hay hombres ni mujeres naturales, sino que hombres y mujeres son fruto de los convencionalismos, aprendizajes sociales e imposiciones. De esa forma, todos podemos ser hombres o mujeres, según decidamos, si no nos lo impone la sociedad.

- Pero se trata de ideas muy extrañas, ajenas a la realidad biológica y a la civilización humana, ¿no? Y sin embargo, se diría que sus postulados cada vez se hallan más presentes en nuestras vidas…
- Como estos planteamientosson bastante extremistas y alejados de la realidad y las percepciones de la gente han de imponerse mediante legislaciones y educando a los menores cuanto antes en estos planteamientos.

- Históricamente hablando, ¿cómo se gesta la ideología de género?
- En origen, surge de un feminismo que odia al varón, al que considera causante de todos los males de la mujer, incluso de sus condicionantes biológicos como la maternidad, y al que acusa de haberse creado su rol social, e incluso su propio rol biológico, que para las feministas es “el rol bueno”, el que las mujeres tienen que imitar.

- Pero da la impresión de que la ideología de género tuviera todavía otras implicaciones…
- Y las tiene, porque esa interpretación de la naturaleza humana en clave de odio al varón y desprecio por la mujer, sus condicionantes biológicos, la maternidad, con una aplicación de la lucha de clases entre los sexos, resulta un instrumento excelente de controlar, e incluso reducir drásticamente, la población, por lo que comienza a ser adoptada por organismos internacionales relacionados con la demografía y a irradiarse a través de una ONU empeñada en ese control poblacional.


- ¿Con implicaciones económicas también?
- Sí, porque por si todo ello fuera poco, la ideología de género se ha revelado un negocio de grandes proporciones…

- ¿Un negocio? ¿De qué manera se convierte la ideología de género en un negocio?
- De muchas. A través de la industria del aborto como medio anticonceptivo. A través de los medicamentos para una contracepción que garantiza a la mujer un “rol sexual masculino”. Y también, como estratagema idónea para la consecución de fondos, generalmente públicos, supuestamente dirigidos a resarcir a las mujeres en “situaciones estructurales de inferioridad”, los cuales, en realidad, sólo van a parar a las manos de unas feministas que se abrogan la representación de todas las mujeres. De parecida manera, por cierto, a los lobbies homosexualistas, que también reciben cuantiosos fondos para resarcirles de agravios ancestrales que para nada se producen hoy día.

- ¿Cuál es la finalidad de la ideología de género?
- Dependiendo del lugar que se ocupe en el protocolo de implantación, la finalidad es el dinero y los privilegios. En el caso de la ONU, a la recepción continua de fondos y su reparto para imponer esta visión, se unen otros dos objetivos: la reducción de la población y la creación de generaciones manipulables que no objeten esta concepción del ser humano.

- ¿A qué concepción te refieres?
- A una visión de la sexualidad hiperactiva y sin tabúes pero no procreativa; de la naturaleza como un lugar donde el ser humano es un depredador a eliminar; y de la vida humana como algo sin dignidad intrínseca, cuya existencia y defensa sólo se someten a criterios de utilidad y productividad.

- A uno le queda la impresión de que la ideología de género no se implanta a la misma velocidad en todas partes…
- Así es. Hay países a los que yo llamo “cobaya”, en los que las distintas políticas de género se han ido implantando mediante todo tipo de imposiciones y manipulaciones de la opinión pública. Según se comprobaba el funcionamiento de tales estrategias, éstas se utilizaban en otros países. En algunos países en los que la agenda del género está completamente asentada, se ha pasado ya a la fase de los despropósitos, donde una población noqueada acepta cualquier aberración legal. En otros, en cambio, la cosa está menos avanzada, y como se intenta recortar etapas para igualarlos con los pioneros, la población está rebelándose. En esos países la presión está siendo extrema y sin disimulos.

- ¿Cuáles son los países donde se produce esa “rebelión” de la que hablas?
- Hay países en Hispanoamérica que están intentando frenar las legislaciones de género, impuestas por gobiernos de todos los colores que siguen los dictámenes de la agenda del género al margen de los deseos de unos ciudadanos a los que se ignora. Pero la rebelión más efectiva está viniendo de los países que pertenecieron a la antigua URSS, víctimas de la reingeniería social comunista y que ha detectado en esta nueva ideología alarmantes semejanzas con el totalitarismo que ya vivieron. Así, Hungría, Polonia, Croacia…intentan defenderse de las imposiciones de organismos internacionales para establecer las políticas de género.

- ¿Existe algún centro de irradiación especialmente activo o comprometido en la difusión de la ideología de género?
- Claramente sí: la ONU y la Unión Europea. Y una serie de países cuyas políticas exteriores están centradas en ello. Era el caso de EEUU hasta la llegada de Trump, es el caso de Canadá, el de Holanda…

- ¿Sólo países?
- Luego están las fundaciones y ONG’s internacionales cuya imagen es de benefactores de la humanidad pero que, tras entrar en los países bajo esa apariencia gracias a dinero público aportado por entidades supranacionales, se dedican en realidad a crear bastiones nacionales “económicamente autosuficientes” de fomento de la ideología de género. Estas fundaciones dejan a sus “descendientes” en ambientes política y económicamente favorables. En su forma de supervivencia, me recuerdan a los huevos de los “alien”, que viven de los “cuerpos sociales” que les albergan y a los que destruyen para alimentarse.

- ¿Algún ejemplo?
 - Es el caso de las fundaciones de Soros, Planned Parenthood Internacional, movimientos internacionales feministas y LGBTI, asociaciones pro-eutanasia…

 - Alicia, ¿cuáles son los instrumentos de los que se vale la ideología de género para su implantación?            
- Muchos. La ocultación de sus intenciones reales con falsos objetivos buenistas y nobles que ni consigue ni pretende conseguir. La manipulación a través de los medios de comunicación, a los que “agradece los servicios prestados” mediante dinero público, siempre dinero público. El adoctrinamiento de los menores en las aulas con un único mensaje, acallando, con cada vez mayor contundencia, la discrepancia. Finalmente, la promulgación de leyes que vulneran derechos fundamentales e imponen sus postulados y la creación de castas privilegiadas y grupos que reciben dinero público y que están dispuestos a luchar a muerte por un negocio muy rentable.



- Centrándonos en el caso español: ¿la ideología de género está igualmente introducida en todos los partidos políticos?
-Aún a pesar de ser conscientes de que vulneran derechos fundamentales, crean castas privilegiadas y generan más injusticias que las presuntas injusticias que pretenden resolver, existe hoy día un consenso internacional entre los partidos del ‘establishment’ para la implantación de las políticas de género. Respondiendo a tu pregunta, sí: en este momento, los planteamientos falsos y buenistas con los que la ideología de género envuelve sus verdaderos objetivos son aceptados por todos los partidos políticos españoles, porque son conscientes de los beneficios económicos y de privilegios que estas legislaciones les producen.

- ¿Qué clase de beneficios económicos y privilegios?
- Fondos públicos para erradicar violencias que nunca se erradican y que también permiten campañas publicitarias destinadas a medios de comunicación afines, dinero para grupos de presión de los propios partidos, fondos para cursillos, estudios, ayudas, políticas de fomento de la ideología de género…el dinero público se invierte en todas las causas y necesidades que esta ideología va creando. Además todo tipo de privilegios y neoderechos para los grupos que, por su propio interés implantan esta mentira.

- Cuesta creer que dentro de los partidos no exista discrepancia, o simplemente debate…
- A nivel personal, hay políticos menores que no tienen ni idea de lo que nos están trayendo como sociedad y lo aceptan como progreso, derechos, igualdad para todos…

- Pero no es así…
- No, la ideología de género sólo supone, como ya he dicho, vulneración de derechos, criminalización de colectivos, inversiones desmesuradas de dinero público en falsas alarmas sociales y manipulación de adultos y menores para que acepten una ideología que, en realidad, les enfrenta, les engaña y les hace infelices.

- ¿Qué derechos fundamentales está poniendo en juego la implantación de la ideología de género?
 - Muchos, demasiados en realidad. El derecho a la igualdad entre los ciudadanos al margen de sus condiciones, pues los colectivos reconocidos como víctimas por esta ideología (mujeres y LGBTI)  tienen discriminaciones positivas que se convierten en negativas para el resto; el derecho a la libertad de pensamiento, expresión y opinión; el derecho a la libertad de culto; el derecho de los padres a educar a sus hijos en las propias creencias, valores y convicciones; la presunción de inocencia, pues muchas leyes instauran la inversión de la carga de la prueba; la seguridad jurídica, ya que hay “delitos” como el de “machismo” o el de” homofobia” que no están claramente tipificados y dependen del criterio del “agredido” o del juez; finamente el derecho a la vida en el caso del aborto, ya que se eliminan personas por el simple hecho de que su nacimiento “no le viene bien a la madre”.

- Alicia ¿has tenido ocasión de enfrentar tus puntos de vista sobre la ideología de género con los de los partidarios de la misma?
-  Sí, pero no se llega a ningún lado. Los partidarios de la ideología de género niegan toda evidencia y toda estadística; sólo argumentan con consignas o con insultos, descalifican “ad hominem” y con todos los medios de los que disponen; inventan argumentos absurdos que intentan hacer creer que son los que defienden los adversarios. No aceptan un verdadero debate de ideas, y en su lugar, sólo trabajan para convencer a la opinión pública de que llevarles la contraria o discrepar de ellos es producto de extrañas fobias y odios, hacia ellos o hacia determinados colectivos, con lo que descalifican al adversario “por mala persona”, justificando finalmente su oposición a debatir con gente tan despreciable y “odiadora”.

- ¿Qué futuro auguras a la ideología de género?
- Pueden pasar dos cosas. Que al final triunfe y vivamos una sociedad donde la vida humana solo valga en función de su utilidad, donde los seres humanos se compren y se vendan, donde los niños sean del Estado, donde la heterosexualidad constituya una anormalidad legalmente perjudicial, donde la procreación sea cara, excepcional y a cargo del Estado. O que triunfe la libertad, el sentido común, la dignidad humana en todas las etapas de la vida y los padres sigamos siendo garantes de la educación y la inocencia de nuestros hijos.

- Y tú, ¿eres optimista?
- Por lógica, y aunque sé que la batalla va a ser dura, larga y dolorosa pues luchamos contra un enemigo muy poderoso y con todos los medios a su favor, creo que terminaremos erradicando esta ideología, y que, con el tiempo, será sólo uno más de esos grandes errores de la humanidad de los que deberá aprender para no repetir la historia.  

Fuente: Religión en Libertad    

viernes, 28 de julio de 2017

Santo Evangelio 28 de julio 2017


Día litúrgico: Viernes XVI del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 13,18-23): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría; pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumbe enseguida. El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta».

«Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador»
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat 
(Montserrat, Barcelona, España)


Hoy contemplamos a Dios como un agricultor bueno y magnánimo, que siembra a manos llenas. No ha sido avaro en la redención del hombre, sino que lo ha gastado todo en su propio Hijo Jesucristo, que como grano enterrado (muerte y sepultura) se ha convertido en vida y resurrección nuestra gracias a su santa Resurrección. 

Dios es un agricultor paciente. Los tiempos pertenecen al Padre, porque sólo Él conoce el día y la hora (cf. Mc 13,32) de la siega y la trilla. Dios espera. Y también nosotros debemos esperar sincronizando el reloj de nuestra esperanza con el designio salvador de Dios. Dice Santiago: «Ved como el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia las lluvias tempranas y tardías» (St 5,7). Dios espera la cosecha haciéndola crecer con su gracia. Nosotros tampoco podemos dormirnos, sino que debemos colaborar con la gracia de Dios prestando nuestra cooperación, sin poner obstáculos a esta acción transformadora de Dios.

El cultivo de Dios que nace y crece aquí en la tierra es un hecho visible en sus efectos; podemos verlos en los milagros auténticos y en los ejemplos clamorosos de santidad de vida. Son muchos los que, después de haber oído todas las palabras y el ruido de este mundo, sienten hambre y sed de escuchar la Palabra de Dios, auténtica, allí donde está viva y encarnada. Hay miles de personas que viven su pertenencia a Jesucristo y a la Iglesia con el mismo entusiasmo que al principio del Evangelio, ya que la palabra divina «halla la tierra donde germinar y dar fruto» (San Agustín); debemos, pues, levantar nuestra moral y encarar el futuro con una mirada de fe.

El éxito de la cosecha no radica en nuestras estrategias humanas ni en marketing, sino en la iniciativa salvadora de Dios “rico en misericordia” y en la eficacia del Espíritu Santo, que puede transformar nuestras vidas para que demos sabrosos frutos de caridad y de alegría contagiosa.

Oyó por televisión la letanía de los santos en el funeral de Juan Pablo II y quiso hacerse católica


Adrienne Pueschel era protestante a su manera... pero esa misa funeral la cambió

Oyó por televisión la letanía de los santos en el funeral de Juan Pablo II y quiso hacerse católica

La letanía de los santos durante el funeral hizo pensar a Adrienne en la intercesión de los santos del Cielo

Oyó por televisión la letanía de los santos en el funeral de Juan Pablo II y quiso hacerse católica

Es asombroso constatar como los actos públicos de los Papas, y sus escritos, han podido tocar corazones y acercar a muchos a la fe.

La senadora socialista Mercedes Aroz se sintió interpelada al ver a Juan Pablo II en la JMJ del año 2000 convocando tantos jóvenes. 

Al periodista iraní Sohrab Ahmari le impresionó la visita de Benedicto XVI a EEUU en 2008 y eso le hizo leer su libro. 

El joven Reinhard Fuchsluger, "ateo, marxista y amargado", se convirtió cuando escuchó a Juan Pablo II bendecir la Navidad por radio.  

El discurso de Ratisbona llevó a la joven atea Megan Hodder a leer un librito corto de Ratzinger, Sobre la conciencia, que fue lo que la llevaría a bautizarse.

A Roger Dubin, de familia judía, decepcionado por la New Age, el funeral de Juan Pablo II en la TV y la salida al balcón de Benedicto XVI en 2005, le convirtieron al catolicismo misteriosamente

Y en esta línea se inscribe el caso de la norteamericana Adrienne Pueschel, que escuchando por televisión las letanías de los santos del funeral de Juan Pablo II en 2005, en su casa rural en los bosques de Oregón, decidió que tenía que hacerse católica. Tenía entonces 51 años y antes de ese momento había recorrido todo un itinerario espiritual. 


Adrienne Pueschel

Una familia de origen poco religioso
"Recuerdo que cuando tenía 8 años pregunté a mi madre, sinceramente, por qué nuestra familia no era 'algo', por qué no íbamos a la iglesia. Mamá respondió que ella y papá creían que los niños debían descubrir eso por su cuenta", explica Adrienne en su testimonio publicado en CHNetwork. 

La familia de su abuela materna había sido católica polaca, pero precisamente su abuela se alejó de la religión al fugarse con un episcopaliano sin devoción. Pero la mamá de Adrienne decidió que la niña sí debía aprender algo y le encargó a una "señora mayor y vecina muy excéntrica" que le diera clases de Biblia en el patio de casa. "Me daba una fresa untada en azúcar cada vez que yo recitaba lo de 'tanto amó Dios al mundo que entregó a su único Hijo para salvarlo', de Juan 3,16". 

Misa católica y culto con los mormones
Su primer contacto con el catolicismo fue acompañar a una amiguita a misa: ella le enseñó a arrodillarse en cierto momento y a sentarse esperando mientras todos se levantaban para "comer algo que les daban allí delante". 

La familia de su padre eran mormones. Aunque él no era practicante ni hablaba de Dios, Adrienne iba al culto mormón algunas veces con sus abuelos. Allí si la dejaban comer pan blanco y beber un dedalito de licor, como símbolo de la Última Cena. Su abuelo le dejó un gran recuerdo de persona buena, amigable y religiosa. 

Berkeley en los 60
Asistió a un instituto experimental y artístico en la muy alternativa Berkeley de los años 60. El teatro y la música la sedujeron desde la adolescencia, desde que vio el musical Oklahoma.   

En 1964, sin ser gran fan de los Beatles, se leía los libros de John Lennon y lo tenía -igual que otras multitudes- como un ídolo. La vida parecía música y arte. Luego trabajaría en San Francisco en la industria de la publicidad televisiva. 

En 1977, Adrienne vio en televisión la película "Jesús de Nazaret" de Franco Zeffirelli. Para ella fue "descubrir a Cristo", como algo vivo, accesible... Pero otras muchas cosas la entretenían y no acudía a ninguna iglesia.


  Una escena del Jesús de Nazaret de Franco Zeffirelli

En apenas un año, en 1980 y 1981, unos actos violentos que vio en televisión la hicieron pensar. El 8 de diciembre de 1980 disparaban y mataban a John Lennon ante su casa, en Nueva York. En marzo de 1981 el presidente Ronald Reagan sobrevivía a un intento de asesinato. Y dos meses después, el 13 de mayo de 1981, era el Papa Juan Pablo II quien casi muere por los disparos de Alí Agca. Ese mismo día murió por causas naturales su abuelo, que era aún visto como el "patriarca" de la familia. 

En un mundo que parecía fundarse en la violencia, a ella le consolaba mucho la música de Ellie Greenwich, como una inocencia pop de los 60, y fue a través de esta afición y su club de fans que conoció a los 38 años a Brad, que sería muy pronto su marido. Como ella, era una persona de sensibilidad artística, pinchadiscos en una radio de clásicos antiguos, columnista en una revista de beisbol, profesor voluntario de inglés para refugiados vietnamitas y contable en una empresa de música. Y también se había emocionado con el "Jesús" de Zeffirelli. 

Leyendo la Biblia en los bosques
Ya casados, se mudaron a los bosques de Oregón en 1992. No tenían hijos y por su edad deducían que no los tendrían. Empezaron a preguntar a Dios cómo orientar su vida, y se leyeron la Biblia, entera, dos veces. Leyeron Mero Cristianismo de C.S. Lewis. Artísticamente habían sido algo bohemios, pero en lo moral y lo político eran conservadores. También en lo litúrgico: buscaban iglesia por Oregón y querían que tuviese libros de himnos, "historia, tradición, grávitas". 

Con la Madre Angélica en TV
Descubrieron el canal católico EWTN de la Madre Angélica y se fueron aficionando a él. Lloraron cuando murió Ronald Reagan en 2004 y antes de un año, en 2005, murió su aliado en la lucha contra las tiranías comunistas, Juan Pablo II. 

Ellos, el matrimonio Pueschel, seguían los funerales del Papa desde la EWTN, con comentaristas como el antiguo pastor luterano y ahora sacerdote católico Richard John Neuhaus. Todas las autoridades del mundo acudían a rendir homenaje al difunto Pontífice, y la misa y su liturgia marcaban su propio ritmo, indiferente a los poderosos y sus prisas.



Y ahí, ante la televisión, Adrienne vivió la experiencia que cambió su espiritualidad.

"Cantaron la letanía de los santos en latín y de alguna manera entendí que la Iglesia llamaba a estos santos, tan variados, durante tanto tiempo fallecidos, pidiendo su oración por nosotros. Fíjate, ¡podían rezar por nosotros desde el Cielo! ¿Por qué nadie me lo había dicho antes? Fue una nueva cascada de lágrimas". 

"¿La Iglesia había tenido razón sobre el Cielo todo el tiempo? Y sólo ella había mantenido esta fe, entre tanta ignorancia, confusión y desdén. De repente, dije en voz alta: 'Han tenido razón sobre todo durante dos mil años'. Todo ese cántico, la belleza, las ceremonias antiguas... esta Iglesia sabía qué hacer y lo hacía bien".

Después el cardenal Ratzinger habló de Juan Pablo II con 3 claves: su amor al teatro, puesto al servicio de Dios; su entereza al abrazar la Cruz, su amor especial a la Virgen, quizá por haber perdido su madre de pequeño. También Adrienne amaba el teatro, también  ella necesitaba encauzar lo maternal y la Cruz en su vida espiritual. Y también ella era de antepasados polacos. 

En coche a la pequeña parroquia de Fátima
Pocos días después acudieron a una parroquia católica dedicada a la Virgen de Fátima, a 45 minutos en coche de su casa. La madre de Brad murió en esas fechas de 2005, precisamente el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, día del atentado, día de la muerte del abuelo de Adrienne. 

El padre William McHugh, de los oblatos de María Inmaculada, les preparó con unas catequesis personalizadas y fueron acogidos en la Iglesia Católica. La televisión EWTN de la Madre Angélica los acompañó en la fe. 

En 2010 viajaron a Europa en una peregrinación católica: Turín, Asís, Loreto, Lanciano, San Giovanni Rotondo, Roma... En su pequeña parroquia de Oregón han sido catequistas y responsables parroquiales.

"Descubrimos, como dice Chesterton, que la Iglesia Católica parece pequeña y estrecha por fuera pero abre espacios infintos vista desde dentro", señala Adrienne.

Esta es la procesión con letanía de los santos que impactó en la vida de Adrienne

Fuente: Religión en Libertad

jueves, 27 de julio de 2017

Santo Evangelio 27 de julio 2017


Día litúrgico: Jueves XVI del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 13,10-17): En aquel tiempo, acercándose los discípulos dijeron a Jesús: «¿Por qué les hablas en parábolas?». Él les respondió: «Es que a vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías: ‘Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane’.

»¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron».


«¡... dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!»
Rev. D. Manel MALLOL Pratginestós 
(Terrassa, Barcelona, España)


Hoy, recordamos la "alabanza" dirigida por Jesús a quienes se agrupaban junto a Él: «¡dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!» (Mt 13,16). Y nos preguntamos: ¿Van dirigidas también a nosotros estas palabras de Jesús, o son únicamente para quienes lo vieron y escucharon directamente? Parece que los dichosos son ellos, pues tuvieron la suerte de convivir con Jesús, de permanecer física y sensiblemente a su lado. Mientras que nosotros nos contaríamos más bien entre los justos y profetas -¡sin ser justos ni profetas!- que habríamos querido ver y oír.

No olvidemos, sin embargo, que el Señor se refiere a los justos y profetas anteriores a su venida, a su revelación: «Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron» (Mt 13,17). Con Él llega la plenitud de los tiempos, y nosotros estamos en esta plenitud, estamos ya en el tiempo de Cristo, en el tiempo de la salvación. Es verdad que no hemos visto a Jesús con nuestros ojos, pero sí le hemos conocido y le conocemos. Y no hemos escuchado su voz con nuestros oídos, pero sí que hemos escuchado y escuchamos sus palabras. El conocimiento que la fe nos da, aunque no es sensible, es un auténtico conocimiento, nos pone en contacto con la verdad y, por eso, nos da la felicidad y la alegría.

Agradezcamos nuestra fe cristiana, estemos contentos de ella. Intentemos que nuestro trato con Jesús sea cercano y no lejano, tal como le trataban aquellos discípulos que estaban junto a Él, que le vieron y oyeron. No miremos a Jesús yendo del presente al pasado, sino del presente al presente, estemos realmente en su tiempo, un tiempo que no acaba. La oración -hablar con Dios- y la Eucaristía -recibirle- nos aseguran esta proximidad con Él y nos hacen realmente dichosos al mirarlo con ojos y oídos de fe. «Recibe, pues, la imagen de Dios que perdiste por tus malas obras» (San Agustín).

El padre Ching perdió completamente la visión cuando ya era sacerdote


El padre Ching perdió completamente la visión ya como sacerdote

«Si digo cosas raras en la misa, disculpad, la culpa es de mi iPhone»: la vida de un cura ciego

El padre Ching perdió completamente la visión cuando ya era sacerdote

«Si digo cosas raras en la misa, disculpad, la culpa es de mi iPhone»: la vida de un cura ciego

En casi todas las iglesias ya existen cárteles a la entrada en la que se pide a todo aquel que entre que apague su teléfono móvil o al menos lo silencie. Con el boom de esta tecnología también han llegado numerosas interrupciones en misa con tonos y melodías de lo más diversas.

Pero, ¿qué pasa si el sacerdote el que tiene un dispositivo para celebrar misa? Estas normas no se las puede aplicar a sí mismo el sacerdote chino-canadiense Francis Ching, pues cada vez que este hombre de 45 años está en el altar necesita su Ipad o su teléfono porque es ciego.

Acompañado en misa por su Ipad o su Iphone
Cada vez que celebra misa conecta un auricular a su dispositivo y una aplicación le va leyendo las oraciones de la Eucaristía o el Evangelio.  Lo lleva haciendo desde 2009 y se ha convertido para él y su feligresía como algo normal.

“Básicamente uso mi tableta o mi teléfono, ya que todos los textos de la misa están disponibles en línea. Así que sólo lo escucho y lo repito”, asegura el padre Ching a Catholic Leader.


Con un auricular, como el que lleva en la imagen, este sacerdote va repitiendo las oraciones eucarísticas

Una fuente de anécdotas
Sin embargo, como esta tecnología no es perfecta le ha dado más de un disgusto y ha generado un buen número de anécdotas.  Por ello, antes de cada misa explica a los feligreses que están allí que si dice algo que está mal no es culpa suya sino de su tableta. Algo así como: "Queridos hermanos, si digo cosas raras en la misa, disculpad, la culpa es de mi iPhone".

Este religioso nació en 1972 en Hong Kong y muy probablemente con glaucoma. Su familia se percató de sus problemas de visión cuando siendo muy niño acudió a una revisión. El oftalmólogo les dijo que el pequeño Francis debía ser operado de los dos ojos pero fue puesto en una lista de espera y tardaron tres años en realizarle la intervención. Las consecuencias de este tiempo fueron nefastas para él.

Fue perdiendo la visión de manera paulatina
Tras la operación tuvo todo tipo de problemas y acabó perdiendo la visión completa del ojo derecho mientras que el izquierdo también le presentaba numerosos problemas. Fue en este contexto como toda la familia se trasladó a Canadá en 1986.

“Me volví completamente dependiente de mi ojo izquierdo y durante un tiempo podía estudiar, leer e incluso jugar al fútbol”, recuerda el padre Francis. Con este déficit pero todavía con visión ingresó en el seminario en 1999 tras una “experiencia de conversión” que vivió tras alejarse de la Iglesia en la universidad.

Quedó ciego ya como sacerdote
Sin embargo, su llegada al seminario coincidió con un empeoramiento de la visión de su ojo izquierdo. Aunque veía algo, ya tenía que utilizar un bastón para guiarse. Y en 2009, cuando ya llevaba cuatro años como presbítero perdió completamente su visión. Era ciego.

A pesar de ser una situación complicada, este sacerdote asegura que “una de las lecciones que aprendí es que no podía hacer nada para cambiar esta situación”. Había simplemente que aceptarla, vivir con ella y desarrollar su labor como sacerdote sabiendo de sus limitaciones. Esta sensación le dio paz.


Una nueva misión sacerdotal
“Cuando me di cuenta de que ya no podía ni leer y los problemas que había en esto, mi director espiritual vino y me dijo que esta sería mi vida diaria, que no esperara que volviera, y que todavía había mucho que podía hacer”, cuenta este sacerdote.

Y así ha sido. Su discapacidad le ha proporcionado que pueda dedicarse casi exclusivamente a la evangelización. Muy centrado en la comunidad china que reside y llega a Canadá, ofrece retiros, misiones parroquiales y talleres. Además, es director espiritual de una comunidad china del este del país.

Pero además, su labor de evangelización trasciende a Canadá y también visita a católicos chinos en Australia. La ceguera no ha sido un impedimento. Y lo hace llevando a María, de la que asegura que fue clave para que volviera a la Iglesia.

La gracia de aceptar la discapacidad
Consciente de que no es un superhéroe una de las cosas que más le ha costado aceptar es no encontrar fácilmente las cosas que se le caen al suelo. “No puedo hacer lo que no puedo hacer”, asegura este sacerdote, que considera que esta afirmación, “en realidad es esencial para nuestra espiritualidad”.

A su juicio, “muchas personas viven estancadas en su dolor, en sus heridas del pasado, también con la gente que les rodea y dedican toda su energía y tiempo as eso”. Eso podría haberle pasado a él con su ceguera pero decidió aceptar su vida y dirigirse al frente para aprovechar el tiempo y dedicar las energías en las cosas que sí se pueden hacer.

Fuente: Religión en Libertad

miércoles, 26 de julio de 2017

Santo Evangelio 26 de julio 2017


Día litúrgico: Miércoles XVI del tiempo ordinario

Santoral 26 de Julio: San Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen María

Texto del Evangelio (Mt 13,1-9): En aquel tiempo, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga».


«Una vez salió un sembrador a sembrar»
P. Julio César RAMOS González SDB 
(Mendoza, Argentina)


Hoy, Jesús —en la pluma de Mateo— comienza a introducirnos en los misterios del Reino, a través de esta forma tan característica de presentarnos su dinámica por medio de parábolas.

La semilla es la palabra proclamada, y el sembrador es Él mismo. Éste no busca sembrar en el mejor de los terrenos para asegurarse la mejor de las cosechas. Él ha venido para que todos «tengan vida y la tenga en abundancia» (Jn 10,10). Por eso, no escatima en desparramar puñados generosos de semillas, sea «a lo largo del camino» (Mt 13,4), como en «el pedregal» (v. 5), o «entre abrojos» (v. 7), y finalmente «en tierra buena» (v. 8). 

Así, las semillas arrojadas por generosos puños producen el porcentaje de rendimiento que las posibilidades “toponímicas” les permiten. El Concilio Vaticano II nos dice: «La Palabra de Dios se compara a una semilla sembrada en el campo: los que escuchan con fe y se unen al pequeño rebaño de Cristo han acogido el Reino; después la semilla, por sí misma, germina y crece hasta el tiempo de la siega» (Lumen gentium, n. 5). 

«Los que escuchan con fe», nos dice el Concilio. Tú estás habituado a escucharla, tal vez a leerla, y quizá a meditarla. Según la profundidad de tu audición en la fe, será la posibilidad de rendimiento en los frutos. Aunque éstos vienen, en cierta forma, garantizados por la potencia vital de la Palabra-semilla, no es menor la responsabilidad que te cabe en la atenta audición de la misma. Por eso, «el que tenga oídos, que oiga» (Mt 13,9).

Pide hoy al Señor el ansia del profeta: «Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los ejércitos» (Jr 15,16).

«El sufrimiento puede ser una una escuela de vida maravillosa»: esto afirma una joven tetrapléjica


Memé Alsina habla de Charlie Gard y echa abajo los argumentos de los que defienden que muera

«El sufrimiento puede ser una una escuela de vida maravillosa»: esto afirma una joven tetrapléjica

«El sufrimiento puede ser una una escuela de vida maravillosa»: esto afirma una joven tetrapléjica

Memé Alsina es tetrapléjica y ello no le ha impedido hacer una carrera y trabajar

El caso Charlie Gard ha dado la vuelta al mundo en un debate que va incluso va más allá del propio bebé. En juego está el valor de la vida humana mientras se pone de manifiesto lo que el Papa Francisco llama "cultura del descarte". ¿Quién tiene derecho a vivir y quién no? ¿Existe la muerte digna cuando es provocada? ¿Puede el Estado  decidir quien vive? Todas estas preguntas han circulado en el caso de este bebé británico.

Tristemente, este lunes 24 de julio los padres han anunciado que al haberse dilatado tanto la batalla legal, el tratamiento experimental que intentaban ya llega tarde, y ahora sólo esperan acompañar al bebé en sus últimos días.

A las preguntas sobre la vida en la debilidad ha respondido desde su propia experiencia de la enfermedad, y también desde su fe, Memé Alsina, una joven de Barcelona de 36 años.  

A los dos años por consecuencia de una enfermedad vírica quedó tetraplejica. Los médicos no le daban muchas esperanzas de vida. Sin embargo, llegó a terminar la carrera de Biblioteconomía. Con un 98% de parálisis en su cuerpo a sus 36 años está trabajando en la libreria Balmes siendo la responsable de la página web (www.balmeslibreria.com) y de la venta de libros online. Y además es catequista en su parroquia. Con estas credenciales de superación pese a la enfermedad analiza todo lo que rodea al caso Charlie en un artículo en Catalunya Cristiana.

***
En defensa de la vida de Charlie

Hace semanas conocimos por los medios a Chris Gard y Connie Yates. Ellos son un joven matrimonio británico que se han visto obligados a emprender una desgarradora batalla para defender la vida de su hijo Charlie. Un niño que sufre una grave enfermedad y que la “mal llamada” justicia británica condenó a “morir dignamente” sin escuchar los ruegos desesperados de sus progenitores. 

Ellos solo piden que a ese precioso bebe que hace 11 meses llego a sus vidas y los convirtió en papas no se le niegue la oportunidad de vivir. Pero gracias a la fuerza de sus padres millones de personas se han movilizado y reclaman que se permita a los padres aplicar a su hijo un tratamiento experimental que según afirman varios científicos podría mejorar los síntomas del pequeño.   

La mal llamada "muerte digna"
Tras las palabras de “muerte digna” de nuevo se esconde la negación del derecho a vivir que todo ser humano tiene. Los que quieren forzar la muerte se esconden tras una falsa compasión, “evitar que sufra”, pero está claro que ellos creen bajo criterios utilitaristas que la vida de ese pequeño ya no tiene sentido porque nunca será como la de los otros niños. Vivimos en una sociedad que sus principios son: creer que la felicidad la da el éxito profesional, los bienes materiales o cosas semejantes, y eso explica que cuando a alguien le sobreviene un problema se derrumbe y no sepa encontrar sentido a su vida.

Todos sabemos que la muerte forma parte de la vida; no es una ruptura especialmente importante que debemos aprender a aceptar, sin embargo, cuando estamos en una situación difícil no esperamos que nos digan que la solución es la muerte, necesitamos que nos tiendan una mano de esperanza, que la gente que nos rodea nos muestre su cariño que nos digan que nos estamos solos, que nos ayuden a no rendirnos a pesar de las dificultades.

¿Como puede parecernos normal que un padre pida la muerte para su hijo? Lo normal de un padre ¿no es mostrar su cariño y estar al pie de cañón sea como sea su situación? En estos detalles es cuando nos damos cuenta de que forma podemos ser manipulados. Nos han hecho creer que es normal que un médico en determinadas circunstancias recomiende la muerte, que los valientes son aquellos que tiran la toalla y deciden que quieren acabar con su vida.

"La vida es un regalo que se nos hace"
Muy probablemente Charlie, aunque reaccione a ese tratamiento sufrirá secuelas graves y quizás no vivirá muchos años, pero no por eso hay que rendirse. La vida es un regalo que se nos hace a cada uno y nadie tiene derecho a juzgar bajo ningún criterio si una vida deja de ser importante y por lo tanto se puede eliminar.

A todos se nos ha puesto en este mundo con un papel único e irrepetible, con un principio y un final. El derecho a la vida no lo recibimos del Estado o de la sociedad por lo tanto ellos no pueden quitar ni a Charlie ni a ningún individuo lo que no le dieron.

Se nos llena la boca diciendo que unos de los deberes fundamentales del Estado es respetar y hacer respetar los derechos fundamentales de las personas, y sin embargo en este caso niegan el derecho a la vida a un bebe porque ellos creen que esa vida no es digna”. Como minusválida me indigna el que se considere que la falta de salud implica una pérdida de la dignidad humana, estemos sanos o enfermos, seamos ricos o pobres todos poseemos una igual dignidad. Ese es el rasgo que nos distingue como seres humanos.


La vida de Charlie Gard depende en estos momentos de la decisión de un juez

Una escuela de vida maravillosa
Tarde o temprano el sufrimiento va a llamar a nuestra puerta. Si estamos preparados y nos enfrentamos a esta situación con actitud de fe y humildad éste se puede convertir en una escuela de vida maravillosa. Desde la experiencia muchas veces pienso, ¿cuántas cosas me habría perdido si alguien hubiera pensado que por tener limitaciones mi vida dejaba de tener sentido? La vida es el gran regalo que Dios ha puesto en nuestras manos, debemos amarla, compartirla y agradecer todo lo que nos regala cada día, por eso cada vez que escucho que un enfermo pide la eutanasia siento una pena inmensa y la necesidad de ir a su lado y ayudarle a descubrir lo grandioso que es ese regalo.

No nos engañemos. ¿No será que la eutanasia no es más que una excusa para quitarse de encima a aquellos que estorban, ya sea enfermos o ancianos? ¿No será que algunos engañados creen que esa es la única manera de poner fin a su sufrimiento ¿no será el único camino que creen ver aquellos para los que su vida ha dejado de tener sentido?

Chris Gard y Connie Yates, desde aquí quiero agradeceros vuestra valentía y vuestra fuerza y pediros que no os rindáis porque con vuestra lucha a favor de la defensa de la vida no solo ayudáis a Charlie sino a millones de personas que creemos que hay que dejar a un lado las lamentaciones e intentar sacar la mayor partida a la vida; que las oportunidades no se presentan dos veces y por eso hay que aprender a disfrutar hasta de los detalles más pequeños. Estoy seguro que vuestro precioso bebe pese a todo es un niño feliz porque, aunque no os oiga ni os vea vuestro amor es tan fuerte que sabéis transmitírselo a través de esos canales misterios por los que solo en los sentimientos circulan.

Fuente: Religión en Libertad

martes, 25 de julio de 2017

Santo Evangelio 25 de julio 2017


Día litúrgico: 25 de Julio: Santiago apóstol, patrón de España

Texto del Evangelio (Mt 20,20-28): En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?». Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?». Dícenle: «Sí, podemos». Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre». 

Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».


«¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?»
Mons. Octavio RUIZ Arenas Secretario del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización 
(Città del Vaticano, Vaticano)


Hoy, el episodio que nos narra este fragmento del Evangelio nos pone frente a una situación que ocurre con mucha frecuencia en las distintas comunidades cristianas. En efecto, Juan y Santiago han sido muy generosos al abandonar su casa y sus redes para seguir a Jesús. Han escuchado que el Señor anuncia un Reino y que ofrece la vida eterna, pero no logran entender todavía la nueva dimensión que presenta el Señor y, por ello, su madre va a pedir algo bueno, pero que se queda en las simples aspiraciones humanas: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino» (Mt 20,21). 

De igual manera, nosotros escuchamos y seguimos al Señor, como lo hicieron los primeros discípulos de Jesús, pero no siempre logramos entender a cabalidad su mensaje y nos dejamos llevar por intereses personales o ambiciones dentro de la Iglesia. Se nos olvida que al aceptar al Señor, tenemos que entregarnos con confianza y de manera plena a Él, que no podemos pensar en obtener la gloria sin haber aceptado la cruz. 

La respuesta que les da Jesús pone precisamente el acento en este aspecto: para participar de su Reino, lo que importa es aceptar beber de su misma «copa» (cf. Mt 20,22), es decir, estar dispuestos a entregar nuestra vida por amor a Dios y dedicarnos al servicio de nuestros hermanos, con la misma actitud de misericordia que tuvo Jesús. El Papa Francisco, en su primera homilía, recalcaba que para seguir a Jesús hay que caminar con la cruz, pues «cuando caminamos sin la cruz, cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor». 

Seguir a Jesús exige, por consiguiente, gran humildad de nuestra parte. A partir del bautismo hemos sido llamados a ser testigos suyos para transformar el mundo. Pero esta transformación sólo la lograremos si somos capaces de ser servidores de los demás, con un espíritu de gran generosidad y entrega, pero siempre llenos de gozo por estar siguiendo y haciendo presente al Señor.

7 consejos para parejas en situación irregular que desean vivir en gracia y recibir los sacramentos

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Cada situación es un mundo diferente, se necesita el apoyo de un sacerdote que les ayude a discernir

7 consejos para parejas en situación irregular que desean vivir en gracia y recibir los sacramentos

El matrimonio y la familia fueron los temas que el papa Francisco propuso a la reflexión de la Iglesia convocando un sínodo de obispos en dos etapas: la primera en octubre de 2014 y la segunda en octubre de 2015. De él surgió el documento Amoris Laetitia.

El Derecho Canónico reconoce el derecho a recibir los medios espirituales necesarios para la salvación -de manera particular los sacramentos (Canon 213), y entre ellos la Comunión-, y también que hay que favorecer su recepción sin interponer ningún impedimento para recibirlos con provecho: lícita y válidamente.

Con respecto a los fieles que, a los ojos de la Iglesia, conforman parejas en situación irregular, el sínodo sobre el amor en la familia nunca dijo un “no” rotundo a la admisión a los sacramentos a todas estas parejas, como tampoco dijo un “sí” rotundo a todas ellas: se mirará caso por caso.


Muchas parejas “en situación irregular” (personas casadas con una persona ya casada, divorciados en nueva unión,…) buscan los medios para poder conformar la vida al querer de Dios en sintonía con la Iglesia. En este sentido, explica el P. Henry Vargas Holguín en Aleteia, nos han llegado varias preguntas: ¿puedo comulgar? ¿estoy actuando mal?…

Conocer cada caso
Resulta difícil dar respuestas generales, en frío, sin conocer a la persona y su situación concreta. Por eso, lo primero es animar a todos los que tengan dudas en este sentido a acercarse a un sacerdote o a un matrimonio católico comprometido de confianza que les ayude a discernir lo que les irá mejor a ustedes en su caso concreto.

Algunas consideraciones generales podrían servir de orientación previa. Por ejemplo, en los casos en que las dos personas no se hayan casado por la Iglesia, tengan o no tengan entre ellas algún vínculo conyugal desde el punto de vista civil, pueden acercarse a la parroquia y contraer el matrimonio canónico. Si alguna de las partes tuvo un matrimonio civil con otra persona se debe gestionar primero el divorcio.

Estudiar la nulidad del matrimonio anterior 
Los católicos con previo matrimonio canónico que quieran regularizar su situación tienen la opción, menos fácil pero posible, de indagar si pudieron haber fallado algunos elementos esenciales que permitan declarar nulo ese matrimonio.

Si se llega a descubrir que una pareja no contrajo matrimonio canónico válido, se puede y se debe declarar la nulidad de dicha “unión”, con perjuicio de los respectivos efectos civiles. Si se declara la nulidad, estas personas se pueden casar por la Iglesia, con alguien que no tenga previo matrimonio canónico válido.

Ahora, hay que tener en cuenta que anular un matrimonio canónico no es sinónimo de divorcio canónico, que no existe. La declaración de nulidad declara que el matrimonio sencillamente jamás existió, y por tanto es algo muy distinto del divorcio civil (cuando los efectos civiles cesan). Cuando se firma un decreto de nulidad no se trata de anular un vínculo sino de confirmar que tal vínculo no existió como válido ya desde un comienzo.

La Iglesia no anula ningún matrimonio válidamente contraído y consumado; en tal caso el matrimonio es absolutamente indisoluble (Catecismo, 1640). Por tanto mientras no se pruebe lo contrario, se presume la validez del matrimonio canónico.


Las parejas irregulares que no pueden contemplar alguna de las posibilidades mencionadas, ¿qué camino de salida tienen?

Mientras se verifica la validez o la invalidez del precedente matrimonio canónico o si, habiendo estudiado el matrimonio canónico, se constata realmente su validez, las parejas irregulares estarían invitadas en principio a:

1.- Ofrecer a Dios, con carácter penitencial, el dolor y el sufrimiento de haber quebrantado la exigencia de Cristo de valorar la sacramentalidad del amor conyugal entre un hombre y una mujer, así como el de no poder tener la plena comunión en la vida divina a través de los sacramentos.

2.- Pensar que en todo caso son personas amadas por Dios, y siguen siendo miembros de la Iglesia. La Iglesia seguramente también orará por estas personas, las animará y se presentará como madre misericordiosa.

3.- Confiar en la misericordia de Dios.

4.- Eliminar la situación de pecado. Esto no significa dejar de querer o dejar de ayudar a la pareja o dejar de estar a su favor; hay que seguir queriéndola bajo los mismos parámetros que pide Cristo cuando habla a todos sus discípulos de amar al prójimo.

5.- Respetar el vínculo matrimonial canónico precedente, dando así testimonio del valor, de la trascendencia y de la indisolubilidad del matrimonio canónico. Respetar lo que Dios ha bendecido es respetarlo a Él mismo. Como bautizados le debemos fidelidad a Dios, a Cristo, al propio cónyuge legítimo y a la unión esponsal canónica aunque ya no se conviva con él o con ella.

6.- Pensar en la salvación propia y ajena favoreciendo un camino de conversión.

7.- A estas parejas se les invita además a escuchar la Palabra de Dios, a perseverar en la oración, a ir a misa, a colaborar en las iniciativas de la parroquia en favor de la caridad y la justicia, a educar y, o, dejar educar a los hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu de conversión y las obras de penitencia para encaminarse por los caminos de la salvación (Familiaris Consortio, 84).


Las puertas de la Iglesia están abiertas
La Iglesia desea que estas parejas participen de la vida de la Iglesia hasta donde les sea posible en el intento por lograr la completa participación sacramental. Respecto a la manera de hacerlo, serán muy útiles -reiteramos- los consejos del párroco, el acompañamiento personalizado que permitirá valorar las circunstancias concretas y un discernimiento más libre.

El amor de Dios está a su alcance y no solo abre las puertas a su perdón, concediendo a su vez la gracia sacramental, sino que, por medio de la misma, capacita y motiva para no vivir más en pecado.

En el caso de las parejas de casados por la Iglesia en situación irregular que han hecho un camino de conversión con un sacerdote acompañante, que reúnen las condiciones fundamentales para que puedan acceder a los sacramentos -“estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos” (can 843,1)- y que concluyen inequívocamente que pueden recibir la gracia sacramental, pueden recibir los sacramentos, pueden comulgar.

¿Qué condiciones fundamentales deben tener en cuenta las parejas irregulares para acceder a los sacramentos? La reconciliación a través del sacramento de la penitencia –que les abriría el camino al sacramento eucarístico– puede darse a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a seguir una vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio.

En líneas generales, esto podría implicar, si es posible, fácil y serena, la separación; y si, por motivos muy serios, no pueden cumplir la obligación de la separación, el compromiso de vivir en continencia. Pero cada caso es un mundo.

Fuente: Religión en Libertad