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viernes, 30 de noviembre de 2012

La radical conversión de Tamara Falcó


Fuente: Religión en libertad

La radical conversión de Tamara Falcó: la Biblia y el Rosario «han cambiado mi vida»

Tamará Falcó es hija del marqués de Griñón y de Isabel Preysler.  Asidua en todas las revistas del corazón en España, ha convivido con las cámaras de televisión y los paparazzi desde que nació. Mucho se ha escrito de ella como icono de la moda o imagen de distintas marcas de lujo, sin embargo, ahora comienza a hablarse de un nuevo aspecto en su vida que ha dejado sorprendido a muchos: su vuelta a la Iglesia Católica.
Ahora está radiante tras este enorme cambio en su vida y no para de hablar de Dios siempre que puede. Ahora palabras como Cristo, Biblia o Fe tienen también su espacio en este tipo de prensa, que se ha quedado totalmente desorientada con este viraje.

Desde hace casi dos años la hija de Isabel Preysler va a misa a diario y se la puede ver acudir a los oficios religiosos o al rezo del Rosario en distintas parroquias de Madrid. Además, durante meses ha mantenido en secreto que acude a un comedor social de la Orden de Malta para ayudar a repartir comida.

Su principal objetivo, la Confirmación
Tal y como ella misma relata con total naturalidad, su principal objetivo ahora en la vida es recibir el sacramento de la Confirmación. Preguntada en la revista Hola que significaba para ella este momento aseguró que “para mi es totalmente nuevo, porque la religión la tenía abandonada y ha supuesto un cambio en mi vida, he encontrado un equilibrio en todos los sentidos y es lo que más me llena”.

Gracias a su trato con la Iglesia y con los sacerdotes, Tamara Falcó va poco a poco viendo un cambio en si misma tras su contacto con Jesucristo. “Antes no entendía cómo la fe te puede ayudar a sobrellevar las cosas, pero ves como día a día  todas las piezas del puzzle empiezan a encajar”.

La fe ha llenado su vacío
Por eso mismo responde con rotundidad cuando es preguntada si la fe le ha llenado de un vacío: “sí, definitivamente”.  “La verdad es que me considero una chica muy agraciada en algunos sentidos materiales, pero me faltaba el lado espiritual”.

Igualmente, ante la sorpresa de su entrevistador la joven de 31 años, que es ya una estrella mediática en España, aseguró que “todo lo que conlleva ser católica te enseña a estar más cerca del prójimo y a ser menos egoísta”.

Rezar e ir a misa, “me llena”
Tamara Falcó no ha seguido la moda de algunos otros famosos del mundo rosa que intentan buscar su espiritualidad en religiones exóticas sino que ella ha preferido volver a casa y está feliz por ello. “Desde que rezo y voy a misa he cambiado por completo. Me llena”.

Además, no tiene miedo a hablar de su vocación.  Aunque se cree llamada para el matrimonio sí se ha planteado la vida religiosa pero “creo que el Señor no me ha llamado por ese camino”. “Es más, si tuviera vocación religiosa estaría encantada”.

La Biblia cambió su vida
“Si el Señor me llamara, acudiría, lo dejaría todo. En la religión católica he encontrado el equilibrio y el sentido de mi vida”, dice contenta.

Dios se encontró en su camino de una manera curiosa, lo que le llevó a un acercamiento a la Iglesia. “Entré en la Casa del Libro y el único que me llamó la atención fue la Biblia”, contaba en otra entrevista que le realizaron. “Cambió mi vida” y “empecé a leer y a ir  a misa”. 

Poco a poco fue produciéndose en ella el cambio. “La Biblia me ha dado mucha paz”, confiesa. Además unas amigas suyas le enseñaron a rezar el Rosario, una oración de la que ahora es asidua. También cree que las oraciones de su abuela durante tantos años han sido claves en esta conversión.

Quiere presentar un programa de religión
Sus aventuras profesionales también son distintas desde que comenzó este cambio en su vida.  Le llueven las ofertas, también en televisión, pero su gran ilusión tal y como afirma la misma Tamara es “presentar un programa de religión” para responder a esta inesperada llamada que Dios le ha hecho.

Tamara Falcó se ha convertido en un instrumento de evangelización sin darse cuenta. El contar su cambio de vida, el acudir a misa a diario y rezar el Rosario así como sentirse orgullosa de leer la Biblia ha llevado a Dios a un mundo muy necesitado de Él: el de los famosos y el mundo rosa.



Un corazón desbordado: el bebé Down de Sarah Palin



Autor: Salvador I. Reding Vidaña | Fuente: Catholic.net
Un corazón desbordado: el bebé Down de Sarah Palin
Un ejemplo que deben conocer otras madres que de pronto se enteran que su hijo por nacer tiene limitaciones o malformaciones, y a quienes les es recomendado abortar, para que ese hijo no nazca así


Un corazón desbordado: el bebé Down de Sarah Palin
La ex-candidata a vicepresidente de Estados Unidos y gobernadora de Alaska, Sarah Palin, tiene cinco hijos, el ultimo de los cuales, de un año de edad, padece el síndrome Down. En una conferencia que dictó el pasado 16 de abril en Indiana, ante una organización pro-vida, hizo declaraciones muy interesantes al respecto. Melinda Henneberger, analista política reporta el hecho en AOL.

La gobernadora supo, tras análisis médicos, que el bebé que esperaba padecería el síndrome Down. ¿Cuál fue su reacción? Una idea fugaz le pasó por la mente, estando de viaje: abortarlo. Se encontraba en una ciudad en donde nadie sabía quién era, y por tanto podría haber llevado a cabo el aborto sin que sólo ella se enterara. Pero no, no pudo aceptar esa idea y decidió tener a su hijo Down.

Al enterarse del diagnóstico en su semana 13, dijo que la noticia la chocó, le movió su mundo y se preguntó si podría andar ese camino. Además de ello, pensó que estaba ya vieja (44 años) y se veía con tiempos difíciles otra vez cambiando pañales y otros detalles así.

En lo que llamó “mis momentos de duda”, se preguntó si amaría a su hijo. “Créanlo o no, dijo, ni siquiera sabía cómo sería y se sentiría un bebé con síndrome Down”. Como cristiana, pidió que su corazón se llenara con sentimientos hacia su hijo por nacer.

Esa oración fue respondida el minuto en que nació. “Mi corazón se desbordó, sentí un amor que nunca había sentido antes. Me trajo una felicidad sorprendente, asombrosa; él es la mejor cosa que me ha pasado jamás”.

Como otras madres con hijos minusválidos, Sarah, y toda su familia, aman al bebé, llamado Trig. Este es un ejemplo que deben conocer otras madres que de pronto se enteran que su hijo por nacer tiene limitaciones o malformaciones, y a quienes les es recomendado abortar, para que ese hijo no nazca así.

Sarah Palin tiene en la mira su posible candidatura presidencial en 2012, y es por tanto objeto de seguimiento de lo que hace en el medio político. Una admiradora, dijo en la cena de gala donde habló, que Sarah era un ejemplo de que se puede ser pro-vida y exitoso. Ella es una heroína en el movimiento pro-vida, por supuesto, narra Henneberger, y sus ”fans” dicen que la admiran más aún tras escuchar su historia. “Eso la hace aún más real”, dijo una mujer en el evento.

¿Aprenderán la lección otras mujeres en el caso, y quienes les aconsejan abortar? Solamente será si difundimos este suceso. Cuando ella supo del diagnóstico, declaró en su conferencia, “pasamos por algunas cosas hace un año que me ayudaron a entender la tentación de una mujer o una chica para deshacerse del ello” (embarazo). Pero escogió la vida y ahora, un año después, disfrutan en familia a Trig, su bebé.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Vocación religiosa Clarisas de Lerma en España "video"


Raniero Cantalamessa, ofmcap, predicador de la casa del Papa, visita a las clarisas de Lerma, que dan testimonio de su vocación religiosa. Está en italiano.

Testimonio de Toco, un joven que ya canta al Señor alabanzas en el Cielo



Toco es un joven de mi parroquia que ya está con el Señor...Tenía una voz prodigiosa y cuando se convirtió,   comenzó a cantar en el coro de la parroquia...Dejó grabada esta canción que la hizo suya porque él de verdad encontró durante su enfermedad al "Amor de los Amores"

lunes, 26 de noviembre de 2012

Testimonio de Eduardo Verástegui




Testimonio de Eduardo Verástegui
por leandro del santo rosario » Jue Nov 26, 2009 10:51 am

El testimonio de Eduardo Verástegui

Estuvo en Buenos Aires contando su historia de conversión a la fe católica, y que lo ha llevado a ser un líder espiritual y humanitario. En conversación con VR, habla de su mensaje de fe, fidelidad y castidad, que generó impacto en la juventud local.

Por Claudia Echeverría (para Valores Religiosos)

Su conversión ocurrió en Hollywood. Allí una maestra de inglés, comenzó a despertar en él preguntas que lo llevaron a escribir un nuevo guión para su vida. Atrás quedaron los papeles de hombre superficial y mujeriego para convertirse en un protagonista estelar del rol de un católico practicante, de misa y rosario diario, que puso al servicio sus talentos cinematográficos para llevar el mensaje de Dios a través del cine.

Su primera cinta "Bella", cuya temática se centró en un mensaje de esperanza en contra del aborto lo llevó a ganar el Festival de Cine de Toronto. Más tarde fundó "Manto de Guadalupe" una organización que busca salvar niños del aborto además de realizar misiones humanitarias en diferentes lugares del mundo, con fin de mejorar la calidad de vida de comunidades pobres.

En su nuevo guión incorporó también, la castidad como un valor que profesa desde hace 8 años para entregárselo en donación a la que va a ser su mujer, aunque no descarta el llamado al sacerdocio.

Estuvo 4 días en Buenos Aires. Dio charlas en Parroquias y colegios a cientos de jóvenes. Otorgo entrevistas a los más importantes medios de comunicación: televisión, radio y prensa gráfica. Participó de la Marcha de los Escarpines frente al Congreso, donde de rodillas rezó el Rosario por lo niños que han sido abortados. Saludo y se tomó fotos con todos los que se le acercaron.

En mi rol de periodista pensé que me iba a encontrar con un hombre casi beato, pero al contrario ví a un ser cercano, de botas tejanas y mirada profunda que, simplemente, busca ser Santo.

Lo entrevisté en medio de esta vorágine en la que me tocó acompañarlo y en la que me sorprendió, su constancia en la oración diaria, su entrega, en la que no le oí quejarse de cansancio ni dejar acudir a los pedidos de la gente.
No sé si será santo, pero en esta gira al menos, fui testigo, de que lo está intentando.

¿Disfrutas o sufrís toda esta misión que Dios te ha dado de ir por el mundo dando tu testimonio?
Es una suma de sentimientos en los que se junta todo, cuánto has dormido, cuánto has comido…Cuando subo a un lugar a hablar hay una parte de mi que no le gusta contar cosas tan íntimas. Hacer una confesión general no es algo que me agrade. También siento que es una responsabilidad muy grande y temo decir algo al que no sea verdad. Pero aunque sea pesado, todo esto lo hago porque es una oportunidad para mi de reparar todo el mal que hice en mi vida pasada antes de mi conversión y es ahí donde viene el gozo y termino disfrutándolo. Cuando veo los frutos, me bajo del escenario y digo, uff, ya pasó, ahí viene este sentimiento de paz y de alegría de saber que estoy haciendo algo que sé que puede cambiar la vida de alguien para siempre.

¿En qué momento y cómo hiciste pública tu conversión?
Fue un proceso, cuando me di cuenta que vivir un catolicismo individual no te lleva a nada. Me refiero a no compartir tu fe con nadie, que lo hagas todo a solas, que nunca hables de ella y vas sólo a misa. Eso está mal, no fue lo que nos dijo Jesús. Todos somos llamados a ser misioneros, ya seas periodista, abogado, doctor. Si tú estás enamorado de tu fe la quieres compartir porque la alegría que te produce quieres que todo el mundo viva esa alegría y te vuelves una persona generosa, en el sentido que quieres que todo el mundo sea feliz. Así se vuelve una fe contagiosa, te llenas del fuego y eso fue lo que me pasó.

¿Tu carácter, tu personalidad, cambió mucho?
Sí, antes era muy egoísta, quería que todo girara en torno a mi, ¡me sentía la última Coca Cola del desierto. Cuando las cosas no salían como yo esperaba me irritaba, me enfadaba. Era muy enojón, carácter muy fuerte que se ha ido domando. La persona cambia cuando la virtud empieza a reinar en tu vida, cuando la gracia de Dios empieza a ser derramada y aceptada por ti. Antes me molestaba que me corrigieran por soberbio, por vanidoso. Era una persona muy visual, lo importante para mi era lo exterior no me fijaba en lo interno, no tenía amigas mujeres, no creía en la amistad hombre mujer. Siempre estaba viendo quién me gustaba y era fijarme en su exterior y usarla como objeto. Era demasiado superficial, no conocía ni la palabra espiritual. Estaba seducido por un estilo de vida hedonista, para y por el placer.

Pero ¿qué tan malo fuiste?
No nada, nunca probé la droga. Para mi malo es lastimar a alguien, a una mujer. Pero creo que ambas son igual de malas. No necesitas ser Hitler para decir que malo fui. Para mi cualquier tipo que engaña o miente a mi hermana para mi es suficiente para decir que es un malvado. Yo no fui asesino, no robe bancos, ni era la cabeza del cartel del Golfo, pero no quiero que digan "ah pero entonces tu no fuiste tan malo", eso no funciona conmigo. Para mi el haber lastimado a una sola a una mujer, el haberla seducido y haberle quitado su virginidad es lo mismo que ser Hittler, porque siento que como hombre no fui el guardián que todo hombre tiene ser. Aunque la mujer quiera tener una relación contigo el hombre tiene que saber decir no. Uno como hombre debe estar preparado, formado y educado para proteger incluso a una mujer vulnerable que puede ser tentada. Yo me arrepiento de no haber sido ese guardián. Lo malo es que fue un estilo de vida de muchos años y tienes una lista de mujeres…

¿Fueron muchas?
Tampoco tantas, las normales que tiene cualquier muchacho que no tiene a Dios. Pregúntale a un chico que es lo que quiere en su vida y te va a decir que lo único que le interesa es ir a las discotecas y ver a quién va cazar. Todos los hombres que no tienen a Dios actúan así.

¿Pero hay hombres que no tienen a Dios y tienen principios morales?
Eso es lo que te dicen, yo te puedo decir que conozco a los hombres, porque soy hombre y mis amigos con los que salía, que no eran católicos, pero si muy buenas personas con novias, todos las engañaban y ellas nunca se enteraban…

¿Pero hay muchos católicos que engañan también?
Porque tampoco tienen a Dios. Ser católico no te da un sello de santo y muchas veces ser católico ni siquiera depende de ti. Te bautizaron y ya eres católico. Yo también era católico, pero no tenía a Dios. No era coherente con mi Fe. Para ser católico practicante debes ser casto, serle fiel a tu esposa y a todos. Cuando uno persona no tiene a Dios cómo va a ser una buena persona ¡eso no existe es un error! la Biblia lo dice.

Lo que quiero decir es que las personas que no tienen a Dios no pueden ser santas. La naturaleza del hombre es caída lo dice la Biblia, nosotros somos por naturaleza pecadores porque traemos el pecado original con tendencia a ser soberbios, vanidosos. Aquel que sienta que no es así, le va a pasar como a Pedro que dijo "yo nunca" y negó a Cristo tres veces. No somos ángeles por eso la gracia de Dios es la que nos restaura nuestra naturaleza caída y si alguien es ateo o rechaza a Dios, dime ¿cómo esa persona caída, enferma, herida, se va sanar?, imposible… Ojo que esto no significa que esta persona no se vaya salvar, sólo estoy diciendo lo que es, ya Dios en su infinita misericordia es el único que puede juzgar.

¿Te pesa en este nuevo rol tu aspecto físico, muchas chicas te siguen por que eres buen mozo?
Para nada, estoy contento como Dios me hizo. Las cosas son comos son, así nos ha creado. Hubiese sido más bajito más alto, con pelo o sin pelo, moreno blanquito como me haya mandado, así es la cosa y ese es uno de los talentos que Dios te dio.

¿En la película "Bella" como que buscaste taparte tras esa barba?
Ese era un personaje. Un actor tiene que estar dispuesto a contar historias en que un día le puede tocar ser gordo o flaco. Pensar que una actriz por ser bella siempre tiene que salir bella y no puede hacer un personaje por ejemplo con cáncer, es tonto, es una falta de respeto.

¿Pero eso en el mundo del cine pasa mucho?
Pero eso es lo que buscamos nosotros con Metanoia films, tener una nueva visión en la que no nos vamos a guiar por los estándares de Hollywood, nos vamos a guiar por los estándares de Cristo. En "Bella" olvídate de Eduardo Verástegui y piensa que el personaje sentía que lo tenía todo, esta con su traje, rasurado y luego atropella a una niña. ¡Te imaginas el trauma que debe ser matar a una niña inocente e ir a la cárcel y salir. Tu ya no eres igual!. Esa persona lo último que quiere es estar en el medio del mundo, prefiere estar escondido en una cocina, atormentado el pobre hombre.

¿Mucha gente piensa que ya no eres normal con la vida tan religiosa que llevas?
No voy a ir con túnica, barba y bastón a cambiar el mundo, esa no es mi vocación. A lo mejor mañana si Dios me lo pide, pero hoy en día no me ha pedido eso. Hoy me pide que sea quien soy. Me visto normal, pero ojo, tenemos que ser modestos y saber cómo vestirnos. Una mujer que se convierte no puede andar en la calle en topless. Aquí en Argentina fui a un parque donde había niñas en topless asoleándose y estaba lleno de gente. Una mujer que tiene a Dios difícilmente va hacer eso. Una mujer que va en faldita no se está respetando y el problema no es que está enseñando mucho sino que esta enseñando muy poco, y no me refiero a su físico sino a su dignidad. Cómo se viste una mujer te dice quien es ella interiormente.

¿Y qué te es atractivo?
Una mujer que anda en la calle semi desnuda para mi ya no es atractivo, antes de mi conversión lo era porque no me importaba su corazón ni sus principios, yo quería ver lo de afuera. Lo físico era lo más importante y por eso me la pasaba en el gimnasio y no comía. Tiene que haber límites porque el hombre tiende a la lujuria, y si una mujer quiere mandar al hombre al cielo lo último que quiere es condenarlo por su manera de vestir. Un teólogo norteamericano Scott Hunt dice que cuando una mujer se viste así se viste para matar al hombre.

Yo antes salía en fotos sin camisa y con poses seductoras, ahora no me vas a ver ninguna foto sin camisa. La medida de lo normal me lo da la Iglesia, no el mundo.

En estos 8 años ¿has tenido alguna experiencia sobrenatural?
No realmente no. Pero por otro lado veo todo sobrenatural, obviamente el hecho de estar vivo, respirando, haber tenido un cambio en mi vida. Estos 8 años de castidad se me hacen sobrenaturales, ¡un milagro! Yo pensé que los hombres no podían vivir así. Pero no he escuchado una voz, ni se me apareció alguien o empecé a escribir algo, eso no me ha pasado. Me encantaría que me pasara como Sor Faustina y si se me apareciera la Virgen me muero ahí de amor, pero no he sido escogido para eso.

¿Sientes que tienes vocación al sacerdocio, te ves haciendo misas, confesando?
Si todos los días, de repente pienso como me vería yo en el altar, o en un monasterio de clausura o casado con hijos. Siempre estoy meditando en esas tres posibilidades.

¿Cuál es tu mayor certeza de la existencia de Dios?
Lo he sentido siempre es algo que se me inculcó desde chico, como el amor a mi padre, estaba ahí. Siempre he sentido la presencia de Dios en mi vida, pero era como que amaba a mi padre pero no sabía qué le gustaba. Pero la certeza con mi conversión fue mayor y después vino la filosofía que fue el probar la existencia de Dios con la razón.

¿Y cuál sería la misión del cristiano?
Mucha gente quiere hacer un balance de su vida entre el bien y el mal y ese es un plan muy grave. Porque el balance debe ser entre lo bueno, lo muy bueno y lo perfecto. Debemos crecer en lo que Dios dice que es bueno y correcto y no en lo que me dice el mundo que es bueno. Por eso no basta con ser o llevar una vida normal, hay que ser radical… Gracias a que algunos santos dejaron de ser normales y se voltearon contracorriente, revolucionaron la iglesia. ¿tú que quieres ser? uno del montón, normal, o quieres ser una persona en la que Dios se valga de ti para revolucionar el mundo entero.. ¡esa es una pregunta que todos se tienen que hacerse!

¿Por qué decidiste a contar algo tan personal como tu deseo de guardar castidad?
Cuando vives un individualismo católico le haces mucho daño al mundo, estas enterrando tus talentos y no me gusta el final de esa historia. Cuando ves a 200 mil jóvenes viviendo una promiscuidad tremenda, que las estadísticas de enfermedades venéreas cada vez suben más. Que mueren más mujeres por herpes que por cáncer de mamas, si ves como todo se pudre y tú sabes cuál es la respuesta y te quedas callado, eso se me hace un pecado muy grave. La sexualidad es un regalo de Dios.

¿Y cómo lo has logrado?
Dios no nos va a pedir algo que no se pueda, sino Dios sería muy injusto. No sería Dios si de pronto nos dice ¡vuelen!, pero no tenemos alas, ese no es Dios. Dios es amor y es justo y si Dios te dice vive de una manera casta es porque te dio las herramientas para hacerlo.

Has hablado de que estás buscando a una mujer ¿cómo es ella?
Busco una mujer que tenga los mismos valores que yo. Una mujer que tenga el deseo de ser santa. El matrimonio son dos seres imperfectos que se ayudan a perfeccionar y a ser santos el uno al otro.

¿Dónde te sientes más cómodo como productor o como actor?
He sido más tiempo actor, lo de productor es una etapa nueva donde se me da la oportunidad de tener el control de la película. Hoy me siento cómodo actuando cuando yo produzco por lo que ambas cosas van de la mano. Cuando estoy en la producción de otros, soy vulnerable, ya que no estoy a cargo de la obra, sino sólo dándole vida al personaje. Cuando produzco es como que me protejo a mi mismo y puedo hacer o cambiar cualquier cosa si no me gusta.

¿Tienes algún director de cine referente o un estilo de cine que admires?
Me gusta un poco de todo, pero no tengo un modelo.

¿Cuál es la mejor película que has visto?
La Pasión de Mel Gibson porque se dio justo en la época en que estaba en mi proceso de conversión

¿Tienes un actor preferido?
Dejé de admirar a mucha gente por el daño que hacían con las películas en las que participaban, ahora todo lo tomo con lupa, me volví quisquilloso.

¿Cuál es el sonido que más te gusta?
El sonido del mar

¿El sonido que menos te gusta?
Las bocinas

¿Qué palabra es la palabra que menos te gusta?
Las malas palabras

¿Y la palabra que más te gusta?
Son cinco. Perdóname. Gracias. Ayúdame. Misericordia. Te amo.

Fuente: http://www.valoresreligiosos.com.ar/nota.asp?Id=18360

 


domingo, 25 de noviembre de 2012

Catholic.net - El Espíritu Santo tiene un gran sentido del humor... ¡yo soy la prueba!





El Espíritu Santo tiene un gran sentido del humor... ¡yo soy la prueba!




Alguna vez Ron acompañaba a Theresa a la iglesia. Y le sucedió algo raro: una gran felicidad le invadía, cada vez en un momento distinto de la misa.



El Espíritu Santo tiene un gran sentido del humor... ¡yo soy la prueba!
"¿Que por qué soy católico? Bueno, la verdad es que nunca fue mi intención, pero siempre le digo a la gente que el Espíritu Santo tiene un gran sentido del humor... ¡y yo soy la prueba!".


Quien habla es Ron Doub, quien fue luterano toda su vida hasta que se convirtió al catolicismo en la Pascua de 2004. El "humor" del asunto es que él llevaba desde 1989, año de su matrimonio con la católica Theresa, intentando que fuera ella la que abandonase la Iglesia.



Ron hasta ha cambiado de trabajo: dejó su profesión como informático y programador industrial para organizar peregrinaciones a santuarios de Estados Unidos y de todo el mundo, y evangelizar con ellos. Es miembro de la Legión de María, de un grupo de hombres católicos de la parroquia de Santa María en Haberstown (Maryland, Estados Unidos) y activo difusor de los programas misioneros de EWTN, la cadena de televisión de la Madre Angelica. Que, como veremos, tuvo algo que ver en su conversión.



Hijo de una pastora luterana



Ron cuenta a Why I am catholic? que sus padres eran miembros activos de la iglesia luterana, tanto que al morir su padre, su madre se ordenó como pastora luterana en 1985. Él seguía sus pasos, y su compromiso le llevó a liderar durante dos años la organización juvenil Liga de Lutero.



Posteriormente, tras concluir la universidad y empezar su vida adulta, abandonó un poco la práctica y no acudía al templo con frecuencia. Conoció a Theresa, católica pero no practicante, y se casaron por la iglesia luterana. Durante años acudieron juntos a templos de esa confesión.



"Pero mi mujer comenzó un retorno a sus raíces católicas. Poco antes de que naciese nuestro hijo acepté a regañadientes que nuestro matrimonio fuese bendecido por la Iglesia para que ella pudiese volver a los sacramentos. Sin embargo, cuando nació William le bautizamos como luterano". Y le formaron como luterano también, con clases dominicales.



William da la sorpresa y aparece la EWTN



Al cumplir siete años, sin embargo, le llevaron a la escuela católica local: "Queríamos la mejor educación para él". Un año después William les dijo a sus padres que quería hacer la Primera Comunión e ingresar en la Iglesia católica. ¡Ron volvía a fracasar en su intento de hacer de su familia una familia luterana, siguiendo su propia tradición!



"¡Perdía por 2 a 0! Mi mujer y mi hijo habían escogido la fe católica. Pero yo sabía que jamás sería católico... Fue entonces cuando la EWTN entró en mi vida. Mi mujer la veía de cuando en cuando y yo solía irme de la habitación cuando la ponía. Pero empecé a ver algún programa y luego a disfrutar con ellos... ¡aunque jamás lo hubiese admitido ante mi mujer! La EWTN aclaró algunos prejuicios e incomprensiones que yo tenía hacia la fe católica, y llegó el momento en que la Madre Angelica, el doctor Scott Hahn, Marcus Grodi y otros personajes de la EWTN se convirtieron en mis estrellas televisivas favoritas".

Una acción misteriosa de Dios en la misa


Era a finales de los 90, y Ron seguía yendo a su comunidad luterana y siendo parte activa de ella. Pero algunas veces al año iba a misa con su esposa e hijo, y empezaron a suceder cosas sorprendentes ("milagrosas", llega a decir): "Esporádicamente, durante la misa, me sentía rebosar de alegría. Y nunca era en el mismo momento de la misa: unas veces con un himno, otras con una oración, otras en la consagración, otras durante la homilía. Al principio no le di importancia a estas experiencias, pero pronto tuve que admitir que, primero, nunca había experimentado algo así en un servicio luterano, y segundo, que el Espíritu Santo estaba intentando decirme algo".



Ron entonces empezó a formarse, recurriendo entre otras fuentes a una librería católica cercana a su trabajo: "Dediqué durante unos cuantos días mi hora del almuerzo a estudiar la fe. Nunca olvidaré un día, leyendo con lágrimas en los ojos el libro de Tim Drake sobre luteranos conversos There we stood, here we stand [Estábamos allí, estamos aquí, en traducción libre]. Lo compré y lo acabé esa noche. Cada una de las historias me acercaba un poco más a la fe católica".



"Descubrí la Presencia Real, María y los santos, el rosario y la coronilla de la Divina Misericordia, y todas mis objeciones católicas se desvanecían. Pero no dije nada a nadie sobre mi itinerario, ni siquiera a mi esposa", recuerda Ron.



Respetos humanos



En la primavera de 2002 supo que "espiritual e intelectualmente" ya era católico: "Pero la mayor parte de mi familia era luterana y mi madre ministra luterana. Las consecuencias ´sociales´ de decirle a mi familia y a los amigos de mi iglesia que me iba a convertir a la fe católica me aterrorizaban a muerte".



Una noche su hijo William les dijo a él y a Theresa que iba a organizar un grupo para rezar el rosario en el colegio: "Cuando le preguntamos por qué, él afirmó simplemente que él sabía que Dios quería que lo hiciese. A mí mujer y a mí nos agradó, aunque nos quedamos sorprendidos. Nuestro hijo era un gran chico, pero generalmente llamaba poco la atención y evitaba ´los focos´. Él sabía que un muchacho que empieza un rosario para alumnos de 12 o 13 años no es nada ´guay´ y no será bien visto por sus compañeros, pero él sentía que tenía que responder a la llamada".



"Pronto", continúa Ron, "el orgullo que sentía por la valentía de mi hijo se convirtió en vergüenza por mis temores. ¡Mi hijo de 12 años estaba dispuesto a afrontar el ridículo por proclamar su fe, y yo estaba asustado de profesar la fe que en mi corazón sabía que era la verdadera!".



El paso final



En la primavera de 2003, mientras él continuaba rumiando sus indecisiones, llegó una carta del coadjutor de la parroquia católica de su mujer y su hijo invitando a un curso de iniciación católica: "¡Una vez más, y de forma no demasiado sutil, el Espíritu Santo intentaba decirme algo! La carta estuvo durante un mes en mi mesa, pero finalmente le expliqué a mi mujer el camino que estaba recorriendo. ¡Ella no se lo podía creer! ¡El luterano volvía a casa! También se lo dije a mi madre, y aunque coincidimos en disentir en algunos puntos de teología, ella se sintió feliz por que yo hubiese recobrado mi fervor religioso".



"Así que, con un año de retraso, seguí el ejemplo de mi hijo y respondí a la llamada. Me uní al cursillo de iniciación y entré en la Iglesia en la Vigilia Pascual de 2004. ¡Fue una noche de gloria que nunca olvidaré! Y nunca olvidaré el ejemplo de fe de mi hijo, que movió al Espíritu Santo en mí!", concluye Ron.



(Por cierto: el grupo del rosario creado por su hijo llegó a movilizar bajo su liderazgo hasta cuarenta chicos. Dos años después William se graduó y dejó la escuela, pero ha pasado una década y el grupo sigue existiendo y juntándose una vez a la semana para honrar a la Virgen con su oración favorita).


Testimonio de Sanación: Padre Emiliano Tardif


 


Testimonio Sanación:

Nombre: Padre Emiliano Tardif, M.S.C.

Tipo de Testimonio: Sanación Tuberculosis, Sanación Enfermedad Pulmones

En 1973, yo era provincial de mi Congregación, Misioneros del Sagrado Corazón, en República Dominicana. Había trabajado demasiado, abusando de mi salud en los 16 años que tenía como misionero en el país. Pasé mucho tiempo en actividades materiales, construyendo iglesias, edificando seminarios, centros de promoción humana, de catequesis, etc. Siempre estaba buscando dinero para edificar casas y para dar alimento a nuestros seminaristas.

El Señor me permitió vivir todo ese activismo y, por el exceso de trabajo, caí enfermo. El 14 de junio de ese año en una asamblea del Movimiento Familiar Cristiano me sentí mal, muy mal. Tuvieron que llevarme inmediatamente al Centro Médico Nacional. Estaba tan grave que pensaba que no podría pasar la noche. Creí realmente que me iba a morir pronto. Muchas veces había meditado sobre la muerte y predicado sobre ella, pero nunca había hecho el ensayo de morirme, y esto no me gustó.

Los médicos me hicieron análisis muy detenidos, detectándome tuberculosis pulmonar aguda. Al ver que estaba tan enfermo pensé volver a mi país, Quebec, Canadá, donde nací y vive mi familia. Pero estaba tan delicado que no podía hacerlo entonces. Tuve que esperar quince días bajo tratamientos con reconstituyentes, para realizar el viaje.

En Canadá me internaron en un centro médico especializado donde los médicos me volvieron a examinar, pues querían estar bien seguros de cual era mi enfermedad. El mes de julio se lo pasaron haciendo análisis, biopsia, radiografías, etc. Después de todos estos estudios, confirmaron de manera científica que la tuberculosis pulmonar aguda había lesionado gravemente los dos pulmones. Para animarme un poco me dijeron que tal vez después de un año de tratamiento y reposo podría volver a mi casa.

Un día recibí dos visitas muy peculiares. Primero llegó el sacerdote director de RND -Revista "Notre Dame"- quien me pidió permiso de tomarme una fotografía para el artículo: "Cómo Vivir con su Enfermedad".

Aún él se despedía cuando entraron cinco seglares de un grupo de oración de la Renovación Carismática. En República Dominicana me había burlado mucho de la Renovación Carismática, afirmando que América Latina no necesitaba don de lenguas sino promoción humana, y ahora ellos venían a orar desinteresadamente por mí.

Estas visitas tenían dos enfoques totalmente diferentes; el primero para aceptar la enfermedad. El segundo para recobrar la salud.

Como sacerdote misionero pensé que no era edificante rechazar la oración. Pero, sinceramente, la acepté más por educación que por convicción. No creía que una simple oración pudiera conseguirme la salud.

Ellos me dijeron muy convencidos: 

-Vamos a hacer lo que dice el Evangelio: "Impondrán las manos sobre los enfermos y éstos quedarán sanos". Así que oraremos y el Señor te va a sanar.

Acto seguido se acercaron todos a la mecedora donde yo estaba sentado y me impusieron las manos. Yo nunca había visto algo semejante y no me gustó. Me sentí ridículo debajo de sus manos y me daba pena con la gente que pasaba afuera y se asomaba por la puerta que se había quedado abierta.

 Entonces interrumpí la oración y les propuse:

-Si quieren, vamos a cerrar la puerta...
-Sí padre, cómo no... - respondieron.

Cerraron la puerta, pero ya Jesús había entrado.

Durante la oración yo sentí un fuerte calor en mis pulmones. Pensé que era otro ataque de tuberculosis y que me iba a morir. Pero era el calor del amor de Jesús que me estaba tocando y sanando mis pulmones enfermos. Durante la oración hubo una profecía. El Señor me decía. "Yo haré de ti un testigo de mi amor". Jesús vivo estaba dando vida, no sólo s mis pulmones sino a mi sacerdocio y a todo mi ser.

A los tres o cuatro días me sentía perfectamente bien. Tenía apetito, dormía bien y no había dolor alguno. Los médicos estaban preparados para comenzar inmediatamente el tratamiento. Sin embargo , ningún medicamento les respondía de acuerdo a mi supuesta enfermedad. Entonces mandaron traer unas inyecciones especiales para gentes cuyo organismo no es normal, pero tampoco hubo reacción alguna.

Yo me sentía bien y quería regresar a casa, pero ellos me obligaron a pasar el mes de agosto en el hospital buscando por todos lados la tuberculosis que se les había escapado y no podían encontrar.

Al final del mes, después de muchos experimentos el médico responsable me dijo:

- Padre, vuelva a su casa. Usted está perfectamente, pero esto va en contra de todas nuestras teorías médicas. No sabemos lo que ha pasado.

Luego encogiendo los hombros, añadió:

- Padre, usted es un caso único en este hospital.
- En mi Congregación también - le respondí riendo.

Salí del hospital sin recetas, medicinas ni cuidados especiales. Me fui a casa pesando sólo 110 libras (50 kilos). El hospital que me iba a curar de tuberculosis me estaba matando de hambre.

Quince días después apareció el número 8 de la Revista "Notre Dame". En la página cinco estaba mi fotografía del hospital: sentado en la célebre mecedora, con sondas, cara triste y mirada pensativa. Abajo de la fotografía decía: "El enfermo debe aprender a vivir con su enfermedad, acostumbrarse a las alusiones veladas, a las preguntas indiscretas... y a los amigos que ya no volverán a mirarlo de la misma manera". Pero mi salud echó a perder su número.

El Señor me había sanado. Mi fe era muy pequeña, tal vez del tamaño de un grano de mostaza, pero Dios era tan grande que no había dependido de mi pequeñez. Así es nuestro Dios. Si estuviera condicionado a nosotros, no sería Dios.

De esa manera yo recibí en carne propia la primera y fundamental enseñanza para el ministerio de curación: El Señor nos sana con la fe que tenemos. No nos pide más, sólo eso. 

El 15 de septiembre asistí a la primera reunión de oración carismática de mi vida. Ni sabía lo que era eso, pero fui, puesto que me había curado y las personas que habían orado por mí me pidieron que diera el testimonio de mi curación.

Comencé a trabajar un poco ese mes de septiembre y le escribí a mi superior para que el año que yo debía estar hospitalizado me permitiera pasarlo estudiando la Renovación Carismática en Canadá y Estados Unidos. Me dio permiso y fui a los centros más importantes de Quebec, Pittsburg, Notre Dame y Arizona.

Recuerdo que estaba en Los Angeles celebrando Misa con mi sobrina y un amigo. Después de leer el Evangelio en francés quise comentarlo, pero pasó algo muy curioso: sentí como que la mejilla se me adormecía y comencé a hablar algo que no entendía. No era ni francés, ni inglés, ni español. Cuando terminé de hablar, exclamé sorprendido: 

- No me digan que voy a recibir el don de lenguas...
- Eso es lo que tú ya recibiste, tío - respondió mi sobrina -. Tú estabas hablando en lenguas. 

Tanto que yo me había burlado del don de lenguas y el Señor me lo regaló en el momento en que iba a predicar. Así descubrí ese don tan hermoso del Señor.

Testimonio tomado de el libro "Jesús Está Vivo"  de Emiliano Tardif M.S.C. y José H. Prado Flores, Ediciones MSC, Páginas 9-12.



Testimonio de Emilia Jitaru..de Futbolista 1ª división a monja




Ha abierto una academia de fútbol infantil

Una futbolista de la primera división italiana se mete a monja: «Me ha convocado Dios»

«A los 21 años sentí que el deporte me estaba dando sólo alegrías momentáneas y yo tenía un vacío interior continuo. Fue entonces descubrí que había sido convocada por Dios para llevar a cabo una misión».


Actualizado 9 febrero 2012  




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Emilia Jitaru estuvo jugando durante diez años en la primera división (o serie A, como se dice en Italia) de fútbol femenino. De hecho,  la selección nacional rumana quiso ficharla por la excelente calidad de su juego. 

Pero al final el balón no fue suficiente para esta joven, que decidió apartar su pasión por el deporte y perseguir algo mucho más grande: su vocación.

“A los 21 años sentí que el deporte me estaba dando sólo alegrías momentáneas y yo tenía un vacío interior continuo. Fue entonces cuando descubrí que había sido convocada por Dios para llevar a cabo una misión”, ha explicado en Il Corriere Fiorentino. 

Fútbol para niños
De esta forma el lateral izquierdo del Selena Bacau dejó de lado un futuro deportivo brillante y abrazó sus votos. Se convirtió en la hermana Emilia Jitaru y entró en la Congregación de las Maestras Pías Venerinas. Hoy, la hermana Emilia es una monja rumana de 42 años que vive en Livorno donde, además de echar una mano en la guardería del instituto, ha montado una pequeña academia de fútbol para los niños que no pueden jugar en otros equipos. 

Goleando a 32 metros
La primera vez que estuvo en el banquillo por lesión, Emilia tenía 18 años y llevaba siete jugando en la serie A. Nacida en el mismo país que la famosa gimnasta Nadia Comaneci, era una adolescente que, a una edad temprana, ya había alcanzado un alto lugar en el mundo del deporte. 

Era zurda, como el Maradona de los Cárpatos Gheorghe Hagi, y llegó a marcar 25 goles. Una vez marcó desde 32 metros de distancia. “No me dí cuenta de que la pelota había entrado” dice “y no lo comprendí hasta que vi que todos los compañeros gritaban que estaba dentro”. 

Poco después de haber marcado ese gol, llegó una llamada muy importante, no del técnico de la selección rumana sino de Alguien más profundo. 

“Me presenté en el instituto de las Maestras Pías Verinas, en Rumanía, un día lluvioso, llevando una coleta como la de Roberto Baggio muy mojada”. Y fue ahí cuando comenzó el partido de su vida al entrar en este instituto religioso dedicado a la formación cristiana de los niños y los jóvenes. 

Seleccionar a los rechazados
“Cuando llegué me dí cuenta de que a la iglesia sólo venían los ancianos”. Y decidió proponer al obispo Simone Giuste algo nuevo. “Le dije “¿Cree usted que podríamos hacer un equipo con los niños que hayan sido descartados para jugar al fútbol?”

Y así fue como llegó la autorización del superior y con ella, el equipo: 14 jugadores de 7 a 18 años entre los que se encontraban cuatro chicas y diez chicos. Para ella, su pequeña academia de fútbol “es una herramienta para encontrarse con el Señor”, explica, “ y de eso se trata la Nueva Evangelización, ¿no?”.

El fúbol: escuela de valores
La hermana Emilia afirma que este deporte es una importante escuela para los chavales: “el fútbol transmite muchos valores: el respeto por uno mismo y por los demás; la amistad; la alegría de estar en equipo y de conocerse.” 

Pero sus aspiraciones no se quedan aquí, sino que le gustaría dar otro empujón más a sus chavales: “Después de esto me gustaría llevar a los chicos al mundo del voluntariado: el centro de San Egidio, o Cáritas”.